He visto cosas que no creeríais (parte enésima)

ULTIMA HORA: Garzón condenado por las escuchas de la corrupta Gurtel. Por unanimidad del Supremo. 11 años de inhabilitación.

Y ahora seguimos…

GRECIA.

Todos pendientes de Grecia. De si su gobierno tecnócrata e impuesto por “Bruselas” se decide a bajar las pensiones de sus jubilados para pagar a los especuladores. Los niños se desmayan de hambre en los colegios, algunas madres abandonan a sus hijos por no poderlos mantener a ver si con suerte los encuentra alguien que les dé mejor vida. Los presos de las cárceles llevan desde el domingo sin comer, porque no hay dinero.

Todo es por los 110.000 millones de euros que les dieron el año pasado y los 145.000 que les prometen desde hace varios meses a cambio de recortes y privatizaciones. A los bancos europeos les han regalado –confesos- 1,6 billones de euros, más medio millón recientemente en vías de créditos. Sin contrapartidas.

Durante el tiempo de la zozobra griega, los especuladores han apostado a la caída de Grecia como buitres voraces aguardando la rapiña, y haciendo caja -jugosa- a diario a través de “productos financieros” intolerables que ampara la UE y todo el poder internacional. Grecia no es una ficha en el tablero, es un país con personas dentro.

JUSTICIA EN ESPAÑA

Contemplamos aterrados a Garzón defenderse de sus imputaciones –tres, como nunca había sucedido- y las acusaciones de una organización ultraderechista –legal- a quien no le gusta que se hurge en la mierda del franquismo. Ya lo escribió Nacho Escolar en uno de los mejores textos que he leído cuando empezaba a sonar simplemente las imputaciones de Garzón: había osado pisar “El jardín secreto”.

Comenzaba así:

«Es una constante en los cuentos, leyendas y religiones de todas las tradiciones. El poder –sea dios, el rey o la propia sociedad– impone un tabú, una manzana prohibida, un jardín secreto que no se puede hollar, so pena de sufrir los peores castigos. Aquel que se atreve a comer del árbol de la ciencia, aquel que pisa el jardín prohibido, debe pagar por ello«.

Otro juez, José Castro, también se ha metido donde no debía, al parecer. Investiga a Iñaki Urdangarín, un sujeto ahíto de pruebas en su contra. De una dimensión que llega a asombrar. Con trato preferencial de la justicia, no es suficiente. Castro ha osado también levantar la tapa de la corrupción en Baleares, del ex presidente del PP, Jaume Matas. Pues van a por él también. Desde el Poder judicial. Le investigan por filtraciones, por lo que sea, aterra ver la similitud con Garzón.

EL PARO

Comparece Rajoy por fin en el Congreso. Dice que en el año 2012 continuará creciendo el paro. Coincide en su apreciación con el Banco de España, el BBVA, FUNCAS, FMI, o JPMorgan. Lo explica “por la herencia recibida”. Es mentira. La causa –y es la que también valoran estos organismos- es la austeridad, las políticas de ayuste del déficit público. Las que llevó obligado Zapatero viendo desangrarse el empleo en España. Las que empecinadamente sigue Rajoy. Caminamos hacia una cifra de paro no conocida en un país desarrollado: entre 5.700.000 y 6.000.000 Y el presidente del gobierno y del PP busca con su reforma laboral abaratar aún más el despido, y alegrar un poco las cifras con contratos que pagarán sueldos de miseria para los del “algo es algo”, que terminarán siendo todos. ¿Para qué va pagar más un empresario si puede solventarlo con 400 euros mensuales?

Pero muchos de los votantes del PP creen a Rajoy. Tampoco se molestan mucho los grandes medios en sacarles del error.

CORRUPCIÓN

Y siguen aflorando más casos de corrupción. En la Comunidad Valenciana por la visita del Papa. En su caja de ahorros que nos ha costado 5.000 millones al erario público y que perdía ingentes cantidadesAsí, por ejemplo.  ¿Y dónde está aquí la justicia auténtica? Menos mal que no hay dinero. No para sanidad, salud y servicios públicos. ¿Llegaremos a las pensiones como en Grecia? ¿Al hambre?

EN MANOS DE DIOS

Pero tenemos a dios. Un colegio público de Madrid restringe la carne en los menús infantiles “por la cuaresma”. El Colegio de Infantil y Primaria Virgen de la Encina de Hoyo de Manzanares cambia pollo, cerdo y ternera por merluza y bacalao.

¿De verdad los españoles, los europeos, han votado tales atrocidades? ¿Qué responsabilidad nos deben a los demás, en cualquier caso, quienes consienten todo esto?

¿Cinco millones de parados?

Si España tuviera una política fiscal como Suecia, el estado español –tanto central como autónomo y municipal- ingresaría 200.000 millones de euros más de lo que ingresa, con lo cual, no sólo se podría reducir el déficit del Estado, sino también el déficit social de España respecto al promedio de la UE-15. Y podríamos también eliminar el desempleo.

El desempleo en España es de casi cinco millones. Si el porcentaje de la población adulta que trabaja en los servicios públicos del Estado del bienestar (como sanidad, educación, formación profesional, servicios sociales, vivienda social, y un largo etcétera) fuera, en lugar del 10%, el 25% como Suecia, España ofrecería más de cinco millones de puestos de trabajo más. En Suecia, uno de cada cuatro suecos trabaja en el estado del bienestar. En España, sólo uno de cada diez. Si fuera uno de cada cuatro, el desempleo habría desaparecido, pues se habrían creado más de cinco millones de puestos de trabajo.

Vicenç Navarro

(Y por cierto en Suecia disfrutan de… un gran Estado del Bienestar. Aún).

Sintiendo los colores del parado 5.000.000

Rostros desencajados… y exultantes; llantos, desgarro… y saltos, brazos en alto para atrapar la gloria. Cara y cruz que dicen. Mucho. Dicen mucho. El parado 5 millones de España ha entrado en la portería. En la suya. En la que le roba presente y futuro. La sociedad española se cubre de mantos negros. Una parte, la otra festeja el triunfo del neoliberalismo, de sus dioses en la tierra, y la parcialidad del árbitro. Los mercados más cerca del cielo. El parado, todos los 4.999.999 anteriores, han perdido. Ha sido un absoluto robo, en un partido podrido, sucio, bronco… ¿bronco en serio? Sí, el empresario le ha clavado el tacón al parado en el gemelo derecho, aunque involuntariamente –al decir de los comentaristas parciales-. La estrategia era de una importancia vital –digo vital- pero ha fallado. Veamos otra vez la escena, ralentizada, el parado cinco millones entrando irremisiblemente debajo del larguero, entre los dos palos, en puerta, ante la mirada desolada de sus compañeros de equipo, y la desbordada alegría del rival.

El juego no ha sido brillante. Al fin y al cabo, parados atraviesan todos los días el marco de su infortunio, se esperaba algo más de espectáculo. Se esperaba del parado una remontada, algo más de raza. Pero no. Ahora se entiende tanto salir a pasear la sin hueso en las vísperas. Por uno y otro lado. Intentaban los hombres amenizar esto en vista de lo que luego se iba a ver: nada, la nada más absoluta, una bacalá de encuentro arruinado por la actitud de los contrincantes. Así que ruina total, con la audiencia en un bostezo gigante y escasas, por no decir ninguna, ocasión de escapar al destino prefijado.

Al parado le bastaba empatar aceptando una merma del sueldo pongamos por caso, solo que con eso corría el riesgo de meterse un tiro en el pie. Dejar la iniciativa en posesión de los mercados y el árbitro, sin presionar al doscientos por cien, dejándoles hacer y sin morderles las canillas era comprar papeletas al por mayor para que en una de esas apareciese la UE y mandase a la cuneta los planes de cualquier asalariado.

El parado ha sido requerido por todos los medios informativos para servir sus impresiones a una audiencia ávida. Conocemos a sus novias, su familia completa, lo que come y lo que compra, necesitamos saber más: cuantas hipotécas, créditos, tarjetas y manos han intervenido en su caída, cuantos puntapiés. Ahora faltaba conocer qué pensaba de su entrada en el paro: “No quiero hacer declaraciones, porque si digo lo que pienso acabaré ya no solo mi carrera de parado, sino de posible futuro contratado por un sueldo de mierda”.

Del vencedor también sabemos qué restaurantes y amistades frecuenta, dónde adquiere o le regalan los trajes, adónde evade sus ganancias para no pagar impuestos, cómo ha labrado su poder. “No es una final limpia, los mercados cuentan con favores arbitrales”, se lamentan quienes esta noche no dormirán porque han perdido los asalariados, porque ya ha entrado en meta el parado 5 millones. Están de luto. Ha sido la sentencia final. Al menos hasta el próximo encuentro.

El dinero que dilapida el fútbol es similar al PIB de algunos estados y serviría para pagar fuentes de trabajo que harían remontar a cualquier país. Pero tiene emoción y conocemos todos sus entresijos. Sabemos del ceño fruncido de algunos de sus entrenadoras horteras o del señorío de otros, el mecanismo de las jugadas, la gloria suprema de ver entrar un balón en portería empujado –o no evitado- por alguna de los 22 jugadores sobre el césped. Sabemos de qué hablamos –yo no, realmente, pero me fijo mucho- y sentimos los colores de los nuestros. ¿Tanto costaría informarnos de lo que realmente nos afecta y vivirlo con pasión? El fútbol inoculado en altas dosis, nos está costando tan caro, tan sumamente caro. Nos distrae (una barbaridad), nos evade… mientras nos devalijan posesiones y derechos.  Suelo mantener que tenemos derecho a la felicidad pero procurando que no nos dañe la conciencia. ¿Qué nos queda sin el fútbol? me han preguntado en twitter de donde he sacado por cierto –además de otras crónicas desgarradas de los perdedores- alguno de los lastimeros tópicos del enésimo Barça-Real Madrid… ¿Qué nos queda? la cordura, la dignidad, el coraje dos dedos de frente ¿Los hay? De momento ya somos campeones del paro.

¿Está pasando? ¿Lo estoy viendo?

Nunca creí que viviría esto. Una nació a la consciencia responsable entre revoluciones ingenuas de flores e ideales, tras sentir una especie de tenaza difusa en la niñez que obligaba a no hablar de ciertas cosas con nadie y a hacerlo en casa en voz muy baja por si las paredes oían. Vi después que, con esfuerzos y tropiezos, algunas cosas comenzaban a marchar. Y fui testigo privilegiada de la caída del Muro de Berlín que tanto recuerdan hoy las revueltas del Norte de África. Solo éstas, porque también fui descubriendo los graves defectos estructurales del lado occidental del Muro que, llegados al paroxismo, son asumidos por los afectados con una pasividad que enerva a gente como yo y muchos otros.

Hablábamos ayer del insultante acuerdo sobre pensiones y del paro juvenil. Los datos de la EPA de hoy, profundizan en el descalabro. 20,33% de paro, casi 4.700.000 personas, la más alta desde 1997. Crece el desempleo, precisamente, en el tramo de los menores de 35 años. Muy pocos de ellos se jubilarán con el subsidio completo, si es que llegan a trabajar alguna vez. Aumenta el trabajo de las mujeres (las peor remuneradas). El número de hogares con todos sus miembros activos en paro aumenta en 35.600 en el trimestre y se sitúa en 1.328.000. Lo que deja entrever que, sí, que hay que recurrir a la “red social” de Caldera –es decir, la familia como en los países subdesarrollados- y que cada vez más gente se pasa a la economía sumergida, evaluada hace tiempo en el 23% Esta gente, por necesidad o no, nos roba a todos los demás. Y han de existir leyes y parlamentos que pongan coto a tanto desmán. Pero no parecen estar por la labor.

De hecho, me tiene auténticamente irritada el plan que nos prepara el CGPJ para consagrar que, todavía más que nunca, la justicia sea solo para los ricos. Esto dice El País:

El Poder Judicial avala recortar derechos ciudadanos para acabar con los atascos de los juzgados 12.000 recursos contra la Agencia Tributaria esperan desde hace años que el Supremo los resuelva . El anteproyecto legal, supone, en la práctica, un recorte de garantías ciudadanas, puesto que restringe y endurece la posibilidad de los ciudadanos de que sus casos lleguen hasta el Tribunal Supremo. Obliga a los ciudadanos a pagar tasas para interponer demandas, suprime recursos e impone que los ciudadanos que pierdan un pleito contra la Administración (por ejemplo, un recurso contra una multa) paguen las costas del proceso (las minutas de los abogados).

Miro más abajo y veo que han desaprovechado la oportunidad de oro de solucionar el abuso de los bancos en los desahucios. Esto dice el anteproyecto:

«En ningún caso podrá el acreedor ejecutante adjudicarse los inmuebles por una cantidad inferior al 50% del valor por el que fueron tasados». Inferior al 50%, pero sí al 50%.

¿Y los políticos? Las durísimas medidas económicas, el estrangulamiento de nuestros derechos adquiridos, no han servido para crear empleo. Hugomabarca me apunta en twitter: han servido para que suba el IBEX, ayer lo hizo, hoy sigue por el mismo camino. ¿»Tranquilizan» los parados a los inquietos mercados? Los sumisos, sin duda.

Y, entretanto, nos están vendiendo el Estado en el mercadillo. Una vehemente y extraordinaria tribuna del catedrático Antón Costas, dice que, con las Cajas, estamos ante “El mayor desmán financiero de nuestra historia”. Traducidlo a todo lo público que están vendiendo y que, caso de dejar algo los socialistas, el PP terminará de liquidar. Desde el espacio aéreo que les han colado a los indignados y sufridos veraneanetes fastidiados por los controladores, a RENFE y transportes públicos que figuran en el punto de mira del PP, si antes no se les adelanta el PSOE.

Así empieza Costas:

“Tengo en el cuerpo la incómoda sensación de que estamos a punto de cometer el mayor desmán financiero de nuestra historia: la entrega de la mitad, ¡la mitad!, del sistema financiero español, a precios de saldo y desguace, a bancos, inversores privados y «fondos buitres», como les llama un conocido y reputado analista financiero, José Carlos Díez, en su blog».

Ayer unos cuantos salieron a la calle a protestar por el pensionazo. Las teles nos mostrarán hoy a “los violentos jóvenes radicales antisistema» Solo. Cometieron varios delitos, sobre todo éstos: ser radicales, antisistema y jóvenes, ése el peor. La “gente de bien” se asustará que es el objetivo. Pero lo que pasó de verdad, mayoritaramente, fue esto:

Copépodo nos relata la experiencia de convertirse en un «violento antisistema» que vivió ayer. «Yo y el jubileta que tengo al lado, y la señora con una niña (que probablemente sólo pasaba por allí) y se apretuja en un portal. ¡Somos violentos antisistema!» Solo que muestra las técnicas policiales ya ensayadas en Londres, por ejemplo.

¿Será eso lo que nos muestre la tele? Y con lo feo que está criticar y protestar. Es que, como dice el propio hugomabarca, «nunca nos mean a gusto de todos».

http://www.youtube.com/watch?v=bVbk5zeeGYw

Este largo post es porque me voy unos dias e igual escribo menos o nada. Así que hasta añado encuesta. Admite varias selecciones.

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El gran timo de la crisis

Hay una vil estafa de la que apenas se está hablando: cómo los desaprensivos de siempre -a todos los niveles- están utilizando la excusa de la crisis para rebajar sueldos y derechos, y aumentar precios al mismo tiempo.  

 Si ha disminuido en el consumo se podría entender que los comercios mermaran personal o salarios, pero lo están haciendo igual prósperas empresas industriales y de servicios. Los mileuristas, cuya existencia mayoritaria asombraba a los países europeos de nuestro nivel, ya casi son un lujo: ahora se pagan 600,700,800 euros. Con suerte. Son utilizadas argucias como reducir parcialmente la jornada pero exigir la misma producción. Es decir, dar menor remuneración por el mismo trabajo. O despedir y contratar a la misma persona por horas y sin derechos.

Muchos empresarios –privados y públicos- han sacado el látigo del destajo, reduciendo empleos y obligando a quienes quedan a realizar el de los que faltan. La falta de productividad española tiene causas mucho más serias que la supuesta pereza de los trabajadores. Nuestro ejemplar empresariado adolece de falta de organización y de demasiadas reuniones y comidas que, por tanto, inciden doblemente en el asalariado que ahora realiza un trabajo doble.

Otra novedad actual es trabajar gratis. Como lo oís. No quizás en un horario, pero sí por labor. Se está extendiendo como el aceite.

El gobierno –dócil ante los “mercados”- nos ha impuesto además una “reforma” laboral que posibilita poner de patitas en la calle casi por nada. Ya está ocurriendo: inoportunas enfermedades, embarazos, disidencia.

Es decir que ese corazón timador de muchos españoles que avala nuestra historia con la ensalzada y consentido picaresca se encuentra en su pleno apogeo. La crisis ha hecho aflorar a buena parte de los tramposos, embaucadores, estraperlistas, chantajeadores, timadores, trileros y ladrones que siempre han vivido entre nosotros.

Doy por sentado que, en un país con 4 millones de parados, si todos ellos no obtuvieran ingresos realmente, veríamos las calles llenas de barricadas. Sé que muchos desempleados viven de la familia y amigos. Pero otros trabajan en la eufemísticamente llamada economía sumergida, la que nos roba a todos los españoles la cuarta parte de los ingresos del Estado. Añadid los millones que se llevan los políticos corruptos y veréis que aquí se trabaja para que vivan los “listillos”, pobrecitos sinvergüenzas.

¿Y qué más está pasando? Tengo un sueldo decente sin alharacas y estoy viendo mermado seriamente mi poder adquisitivo. Al punto de sufrir un respingo si algo se rompe o de mirar el gasto como en los tiempos de mayores penurias, que de todo ha habido. Todavía no ha llegado el recorte que sí sufren ya varios conocidos que cobran del Estado, como mis amigas enfermeras por ejemplo. Sin entrar en detalles adyacentes, lo cierto es que nos estamos apretando el cinturón al punto de perder un tanto el aliento.

  Sutilmente y sin avisar por completo, ha subido todo. Flagrante el incremento de los impuestos municipales que yo sufro del bienhallado Gallardón. Pero la gasolina se está acercando ya por ejemplo a sus precios récord. El IVA se ha notado, y se ha notado el recargo adicional de algunas tiendas. Estamos viviendo la segunda era del “redondeo”. No entiendo que el salmón fresco de piscifactoría cueste ahora casi el doble. El caso es que la cesta de la compra básica, duele. También se puede no comer, que es tan sano y estiliza la figura. O atiborrarse a pasta como hace tanta gente ya. Y encima nos toman por tontos, seguramente lo somos. Acabo de ver una “increíble oferta” de 3 latas de atún en pack, notablemente publicitadas, en las que habían bajado 14 céntimos. Seguramente les cuesta más el cartel donde se anuncian.

Ah, pero hay quien todo esto no lo sufre. Sin ir más lejos uno de los mayores defensores del sistema que nos ha traído a esta situación. El mismo que asesora a esa prensa tan poderosa que califica y hace sufrir a países enteros. Ante la que tiemblan los gobiernos, al punto de ver en sus salas de juntas a nuestro presidente del gobierno o a nuestra ministra de economía. La empresa de José María Aznar ha obtenido beneficios récord en el peor año de la crisis. Famaztella ingresó 620.000 euros y, descontados gastos, ganó 445.000, según figura en el Registro Mercantil. La sociedad fundada con 3.000 euros de capital en 2004, acumula ya 1,6 millones de patrimonio. Y lo más divertido: el gran patriota invierte en dólares la mayor parte de su activo. Claro, hay una poco escondida ya batalla por cargarse el euro. Mediática y de los mercados.  

¿Lo más? No, todavía hay otro aspecto más sorprendente, el objeto social de la empresa: «la explotación de los derechos de propiedad intelectual en todas sus manifestaciones”. De Aznar y señora, sí. Desde luego, ellos y todos los de su calaña, demuestran ser mucho más inteligentes que quienes les aúpan y consolidan.

http://www.youtube.com/watch?v=5LL60fdVWaI

BCHC, el Banco de los Ciudadanos Hartos y Cabreados

Fragmento portada de Chris Ware, censura en Fortune (abril 2010)

 

Desde que escribí una entrada en el blog con un título muy similar el 10 de Mayo de 2009, la situación ha empeorado para la mayoría de la población mundial. 30 millones de parados se ha llevado la “crisis de los pobres” –los ricos han obtenido más beneficios aún de ella-. Se han apretado las tuercas a los ciudadanos, mermando sueldos, derechos, y expectativas. Y no hay un solo indicio de que nada vaya a cambiar de signo y sí de que pretenden agravar el problema con nuevos ahogos que eufemísticamente llaman “reformas”.  

Del otro lado, vemos a los bancos por ejemplo comprando a colegas de otros países mes sí, mes no. El Santander a uno polaco por 3.000 millones de euros la semana pasada. Y, lo que más me ha llamado la atención: que hasta ahora con que dispongan en efectivo del 2% del monto de dinero que manejan ya es suficiente. Y su “reforma”, estudiada estos días en Basilea, va ser tan revolucionaria que llegará a que les sea exigido el 6% de dinero real en 2019.  

Traduzcamos a sueldos, a un sueldo decente: 3.000 euros mensuales. Con tener 60 euros demostrables es suficiente para endeudarse, pagar, comprar, responder. 180 euros dentro de casi una década. Si no llegamos, el Estado nos ayuda. ¿Nos ayuda hoy? A colgarnos de la soga.  

Puesto que los bancos SIEMPRE tienen beneficios -son  «To big to fail» (demasiado grandes para caer) como ha demostrado la inyección de dinero público para su mantenimiento- , ha llegado la hora de crear el nuestro, el BCHC, unas siglas muy adecuadas, no me lo negaréis. Banco de los Ciudadanos Hartos y Cabreados.  

Los principales escollos para la constitución del banco –porque el resto es puro trámite burocrático- son:  

  • Capital social inicial no inferior a 3.000 millones de pesetas (Decreto de 1995), por tanto 18 millones de euros, desembolsado íntegramente en efectivo. 18 millones de ciudadanos hartos y cabreados no somos, que sería lo más asequible, pero puede que 1.800 sí, incluso 18.000 a invertir 1.000 euros. 180.000 a 100 euros (este porcentaje sería el que mejor me vendría a mí).
  • Honorabilidad comercial y profesional acreditada por una trayectoria personal de respeto a las Leyes que regulan la actividad económica. Yo creo que si no has devuelto jamás un recibo y similares será suficiente. Y me da que ciertas excepciones en los ya constituidos ya se dan.
  • La idoneidad valora los medios patrimoniales con que cuentan dichos accionistas para atender los compromisos asumidos. Éste es más peliagudo porque sólo permite crear bancos a los ricos.
  • Y la decisión final de aceptarnos es del Ministerio de Economía con el visto bueno del Banco de España. Acreditados neoliberales, con grandes querencias por las ingentes fortunas, pero si ponemos el dinero sobre la mesa igual nos aprecian también.

Encontrar alguien con experiencia bancaria, financiera o económica no será mayor problema, parece que con esos conocimientos sólo son precisas tres personas.  

De cualquier manera se trata, como digo, se aprovechar el propio sistema. Vamos con 1.000 euros a un banco y pedimos un crédito de 6.000. Con esos 6.000 a otro banco, y lo aumentamos a 10.000. Si nos juntamos un grupo suficiente de personas, podemos reunir fondos, no sólo para crear el banco y el papeleo sino también para una sede. Hagámosla de diseño, distinta, en un parque, en un mercado. Aunque probablemente es mejor no despertar sospechas, una sede de piedra y madera noble será más aconsejable. Alquilada, por supuesto.  

Atrevámonos a ingresar nuestras nóminas y ahorros –de tenerlos-, a facilitar créditos humanos. Los bancos siempre ganan cifras que rondan los 5.000 millones anuales. Nosotros vamos a ser modestos en nuestros inicios, pero también conseguiremos sustanciales beneficios. Seguro.  

Nos unimos a continuación a un grupo de comunicación. Logramos prebendas e influimos en su línea editorial para lograr más beneficios, más poder para cambiar algo. Incluso podemos crear uno nuevo, innovador, honesto, realmente informativo. Procuramos, entretanto, seguir favoreciendo a los clientes. Sin engañarles con productos trampas, y facilitando sus inversiones y proyectos. Ya estamos instalados. De producirse trapicheos y desfalcos -la terrible condición humana-, nos hayamos a salvo de Hacienda y de la justicia, mucho más que si robamos una pera en una frutería. Y al infractor, lo expulsamos. Creamos una fundación anexa al banco para desgravar impuestos. Y contratamos a los mejores abogados para que nos salgan las cuentas a devolver. ¿Qué tal si también formamos o nos anexionamos a un partido político, con sus sueldos e influencias? Los amigos nos pueden construir hasta aeropuertos privados al lado de casa. Como vemos, nos irá igual de bien sea cual sea quien ocupe el gobierno.   

Ya consolidados, empezaremos a poner dinero en proyectos que ayuden efectivamente a la sociedad. Ahogaremos a las empresas que expulsen a los trabajadores, ayudaremos a los pequeños emprendedores. Atraeremos, con los nuevos métodos, un gran número de clientes. Con nuestro poder económico y mediático –social también en nuestro raro caso-, presionaremos a los gobiernos para que efectúen cambios. El futuro es nuestro.  

  Por mi parte este artículo ha sido un mero juego malabar. Probablemente estamos ante una entelequia. O no. Hablándolo anoche en twitter enlazaron esto: ya existe banca ética.  En Suecia, cómo no.  

 Lo que sí os aseguro como rigurosamente cierto es esto: juntos podemos con todo. Únicamente se producen cambios por la presión del poder. Lo tenemos: somos más y estamos conectados en Red. Solo hace falta querer acometer proyectos. Así, sí será nuestro el futuro, bastante distinto al que nos preparan.  

No sabes cómo sufrí

   «He estado en el centro del huracán y no le deseo a nadie algo tan duro como lo que he sufrido luchando contra la peor crisis en 80 años. Pero me voy satisfecho por el gran honor y el orgullo de ser ministro, algo que cuesta pensar que te vaya a pasar a ti«.

 «Me ha tocado sufrir mucho en silencio. El primero que tenía que leer cada día en el móvil a las ocho y media de la mañana las cifras del paro era yo, y a mí me correspondía hacerles frente. Pero siempre me sentí apoyado por el presidente, con el que mantengo una relación personal muy cordial, como me demostró en la conversación que mantuvimos el pasado 20 de agosto, cuando le comuniqué mi decisión de irme. Su respaldo ha sido especialmente importante desde la discreción, cuando sonaba el teléfono con un número desconocido y aunque ya sabía que era él le preguntaba, ¿eres tú presidente? Esos 15 minutos de charla eran muy reconfortantes».

Esto y más en la premier: «He estado en el centro del ojo del huracán. No le deseo a nadie lo que he sufrido«.

“En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia” “Con el tiempo, todo puesto de una jerarquía tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones”.

  Principio de Peter 1969

 “Las compañías tienden a ascender sistemáticamente a sus empleados menos competentes a cargos directivos para limitar así la cantidad de daño que son capaces de provocar”.

Principio de Dilbert 1990

¿Nadie se cuestiona «El sistema»?

Eneko en "20 minutos"

A la vista de las portadas, editoriales y debates de hoy, ha llegado el Apocalipsis. No es para menos: más de cuatro millones de parados, se miren en el cómputo que se miren. Especialmente significativa es “La España insostenible” con la que titula a toda página El Mundo. Ahí se dice bien claro –entre todas las alarmantes cifras económicas-: “Ya sólo hay 17,5 millones de cotizantes, los mismos que hace 5 años”. Es decir, que Zapatero ha visto comerse todo el empleo que se creó en su mandato, para volver exactamente  adonde empezó, adonde dejó la ocupación el PP -caso de ser los gobiernos y no los empresarios quienes en el libre mercado facilitan trabajo-.

La dramatización de la realidad con la que El Mundo trata este dato no puede ocultar sin embargo los palos de ciego dados últimamente por nuestro gobierno. Herido y acosado, se dispone a plegarse a las exigencias del “mercado”, de “el sistema”: no sólo disminuir las pensiones, sino afrontar la eufemísticamente llamada “reforma laboral”, para adaptarse a lo que le pide el capitalismo.

El FMI –ése sólido pilar democrático que ha hundido con sus consejos ultraliberales las economías más pobres- afirma que España habrá de bajar sus salarios. Ayer, en “La ventana” de la SER –no sé en Intereconomía porque ni la veo ni la escucho- dos expertos economistas, se preguntaban, muy sueltos, y sin atisbos de duda o réplica, que ¿hasta cuánto? “Los trabajadores marroquíes siempre serán más baratos que los españoles”. Pues ni les cuento en China, Taiwan o Corea, que puedes tenerlos en el tajo 12 horas por 50 euros y 6 días semanales. Argumentan como explicación la baja productividad española que –además de no ser tan flagrante como dicen- parece ser no compete en absoluto a quienes organizan y dirigen las empresas, sino a que los españoles de  a pie somos muy vagos.  Esos empresarios honestos y preparados que tienen a Díaz Ferrán como presidente, son modélicos.

  Otro organismo internacional, de profundo contenido social, la OCDE, aplaude la idea de prolongar la edad de jubilación, y va más allá: debemos hacernos seguros PRIVADOS de pensiones.

¿Estamos hablando del mismo país, España, donde las grandes fortunas españolas han ganado en 2009 un 27% más que el año anterior (6.800 millones de euros en 12 meses y parece que no son más de 300)? ¿El mismo donde el conjunto de empresas que cotizan en el IBEX lideraron las ganancias de Europa con un 30% de subida? ¿Aquél en el que las SICAV cotizan un 1% de impuestos? ¿El que también lidera la economía sumergida europea? ¿El de la corrupción endémica? Todo ello es intocable, e incuestionable, e innombrable, el problema son los trabajadores peor pagados de la antigua Europa y Zapatero.

¿Nadie se cuestiona el sistema? El que rige en el mundo, el de los 4.000 millones de personas –la mayoría de la población- que se mueren de hambre, y para los que no parece existir la libertad que esgrime el capitalismo para existir. El que inyecta dinero a los bancos para que todo siga igual. El que pide a un presidente noqueado que haga pagar el coste de la crisis a los trabajadores, a la población en general, como hacen todos los demás países. Para que todo siga igual. ¿Hasta cuándo? El sistema no puede ser más egoísta, injusto y desequilibrado, pero giramos en una rueda de molino en la que ya solo vemos las hojas del rábano. Tranquilos, que hay más, a partir de ya vamos a tener fútbol todos los días, sí, de lunes a domingo. ¿Qué mal, que paro, se resiste a un gol de Cristiano Ronaldo, el bien pagado?

Manel Fontdevila, en Público

  Por cierto, hace 2 meses me hice la misma pregunta y, lejos de mejorar la perspectiva, ha empeorado.

Actualización 4/3/2010

El Banco de Santander ha obtenido en 2009 «los mejores resultados de su historia«. Casi 9.000 millones de euros e importantes cifras de conjunto.

La sociedad española deprimida e irritada

El último barómetro que el CIS acaba de hacer público refleja, en mi opinión, un profundo desencanto en la ciudadanía, y, al tiempo, una seria irritación. Y me temo que es mayor el primero, el desencanto, que la rabia que al menos sería motor de cambios. Como sabéis me gusta bucear en los datos de este trabajo sociológico que, por todas las variables que maneja, ofrece mayor credibilidad que la mayoría. Acudo también a dos expertos enlazados en el blogroll. Las prisas de los titulares suelen desenfocar algo la realidad.

Fermín Bouza, catedrático de sociología-opinión pública es una de las mayores figuras en su campo. Y no ve nada claro esa diferencia de 3 puntos entre la intención de voto entres socialistas y populares. De su erudita argumentación, extraigo la fascinante figura de los movimientos brownianos. Vendría a ser que una mota de polen cae en una gota de agua. Y se organiza una auténtica revolución en la que nada es estable: “el movimiento aleatorio de estas partículas se debe a que su superficie es bombardeada incesantemente por las moléculas del fluido sometidas a una agitación térmica”, dice Wikipedia. Imaginad a la sociedad española sometida en una misma mañana –hoy- a escuchar que Rajoy es “un auténtico corredor de fondo” y que ha remansado las agitadas aguas del PP, y poco después que Esperanza Aguirre le ha plantado como a un geranio, antes de que le echara la bronca, y para hacer constar su independencia. Y que el valiente y coherente Manuel Cobo no se retracta y pone sus cargos a disposición del partido. Y que Aguirre dice que ella es una víctima y Cobo su agresor. No sé si la benevolencia extrema que se muestra con el líder popular lo situará a estas horas aún en carrera o no. Pero en breve así volverá a ser.

El otro experto es un hallazgo para mí. Wonkapistas. Haciendo un recorrido histórico nos cuenta que la preocupación de los españoles por la corrupción, el fraude, los políticos y todo lo que les rodea, está volviendo al nivel de 1994-1995, aunque sin alcanzarla. Y que esta inquietud palidece al lado del paro y los problemas económicos que está alcanzando cotas máximas, este último. Aquí está el gráfico.

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Gráfico elaborado por wonkapistas

Y lo que yo veo es que la situación económica la ven mala o muy mala más del 57% y regular el 30% y que la cuarta parte de los españoles creen que el próximo año será peor. Que todo lo desplaza la preocupación por la estabilidad de sus cuentas corrientes. Sanidad, educación, el funcionamiento de los servicios públicos, la violencia contra la mujer, los problemas de la juventud siguen con cifras muy bajas. Hasta un 0,2% el racismo, por ejemplo. O las pensiones amenazadas, de lo que parecen no enterarse ni el 2%. Podéis bucear en todo en el enlace al CIS.

Ahora bien, la diferencia entre cómo creen que están capacitados para resolver los problemas PSOE y PP, se decanta con sólo un punto de diferencia en el caso del empleo, a favor del PP. Y 10% en la economía. Un 34% cree que el PP solucionaría la economía. En todo lo demás (14 aspectos esenciales frente a 2) al PSOE se le considera más apto, hasta llegar a un abrumador 42% y 17% en la igualdad entre mujeres y hombres. O muy similar, en las políticas sociales. Pero un sector muy numeroso -oscila en torno a la cuarta parte y hasta más del 30% en cuanto a empleo y vivienda-, piensa que ningún partido solucionará los problemas.

Ni un solo político español aprueba, aunque en estas encuestas los españoles suelen ser parcos en notas. La calificación más alta es para el ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba con un 4,77 %. José Luis Rodríguez Zapatero inspira poca o ninguna confianza a más del 72% de los españoles, y Rajoy al 80,2%. Un 25% de los españoles no votaría nunca al PP y un 11,7% al PSOE. Y un 10% a IU.

Los datos resultan demoledores a mi juicio. Desánimo, casi desolación, de una ciudadanía muy crítica con sus políticos. Si eso no les sirve de reflexión, cegados –algunos- por el poder, no sé a qué más esperan.

De cualquier forma, insisto: ¿Nadie se cuestiona el sistema?

¿Nadie se cuestiona el sistema?

Nos habíamos acostumbrado a vivir en un sistema que, aún en su injusticia, parecía estable. Las noticias traían imágenes de hambrientos y muertos de pobreza pero con menor frecuencia que diatribas entre políticos locales o hazañas deportivas. Que más de mil millones de personas estén en riesgo de fallecer porque no tienen con qué alimentarse, y tres mil millones mal coman y mal vivan, pasaban por ser daños colaterales de una organización social en la que el resto (muchas menos personas) no sufría mayores problemas. “Siempre ha sido así”, nos decíamos. “No podemos hacer nada además”. El egoísmo innato, la ceguera de ignorar los datos que cada día aporta para prever el futuro, la sensación de impotencia.

Cuando el libre mercado quebró hace un año, tras dar serios síntomas en 2007, asistimos impertérritos a cómo los gobiernos inyectaban miles de millones a las empresas para que mantuvieran el status quo. Con nuestros impuestos.

Si nos centramos en España, al mismo tiempo que esa gran crisis mundial nos aquejaba, se hundía también el edificio sin cimientos de nuestra economía. Habíamos construido casas sin tino, para enriquecer a unos pocos, para endeudar a la mayoría y sujetarla al sistema. El turismo se resentía porque a casi nadie con gusto estético le atrae pasar sus vacaciones entre cemento anárquico, precios elevados, mal servicio y mala educación. Y no había mucho más. Carecemos de un tejido industrial potente. Aquí y en todo el mundo desarrollado, el dinero invierte en aire para enriquecerse aún más, no en sectores productivos para la sociedad.

Aquí estamos. Con un periodismo que se ha banalizado en manos de emporios que persiguen también mantener el sistema. Bombardeados con ofertas de compra, hasta de lo inútil, para seguir consumiendo más y que el libre mercado siga su camino. Para enriquecer a unos pocos, insisto, cada vez es mayor la brecha entre ricos y pobres. Cada vez se empobrece más la llamada clase media.

El sistema sigue inexorable su camino voraz. Dos noticias recientes muestran sendos picos de alarma. El paro sigue subiendo en España más que en Europa, pero aún es más intranquilizador saber que más del 40% de los jóvenes menores de 25 años no tiene trabajo, lo que representa más del doble de la media comunitaria. Unámoslo a esta otra cuestión que hoy plantea El País, tras venir avisando largamente incluso en las voces de los políticos: ¿Una generación sin pensiones? Se pregunta el diario. ¿La misma que ahora está en paro? Añado yo. El sistema público se agota y los privados están en cuestión por la crisis. España avanza hacia el envejecimiento sin una solución en el horizonte para los jubilados. Son habas contadas… mientras las cuenten los mismos.

La caída del Muro de Berlín hace 20 años, supuso llevar a la hegemonía mundial en solitario al capitalismo -hasta entonces, curiosamente, habían sido dique de contención el uno del otro, entre dos formas de organizar el Estado-. La izquierda democrática europea –que nada tenía que ver con las dictaduras comunistas- perdió votantes en cascada. Incluso la UE roja, se tornó azul. Quizás fue porque, acomplejada, la izquierda se dejó imantar por la derecha y sus métodos.

Como bebes eternos, inmaduros mentales, a quienes distraen con dulces piruletas, asistimos a esa degradación de nuestras condiciones de vida orquestada por unos pocos con poder: empresarios, políticos que hacen dejación de sus obligaciones de, únicamente, representar a la sociedad y gestionar unos servicios, medios de comunicación, publicidad. Nos va mucho más que ver quién gana en luchas de partido y de partidos, políticos y de fútbol. Mucho más que seguir la intriga de cómo nos han robado, con alevosía y desfachatez infinitas. Estamos atrapados por unos carceleros de guantes de seda pero inconmovibles, despiadados en la decisión de conseguir sus fines: dinero privado, más dinero, para ellos solos. Y somos más. No me cansaré de repetirlo. Tiene que haber una tercera vía. Pero nadie con capacidad de decisión parece cuestionarse el sistema. Ni la mayoría de nosotros. Que cayera el Muro de Berlín parecía imposible, pero fue barrido por las ansias de libertad -y yo lo vi con mis propios ojos-. Vientos de justicia habrán de derribar también su vertiente occidental, ésa en la que vivimos.