La Operación Ciudadanos cabalga de nuevo

arrimadas.rivera.EFE

Ciudadanos  ganaría las elecciones generales en España.  Así lo afirmaba la encuesta de Metroscopia para El País (13 de enero) que impactaba en el convulso momento que vivimos. Un 27% de los votos serían para el partido de Albert Rivera, debido a una drástica bajada del PP, el mantenimiento más o menos del PSOE y un descenso de Unidos Podemos. Una pieza antológica dado que se sustenta en «estimación de voto», precisado de «cocina», con las respuestas de 2.000 entrevistas telefónicas  a móviles seleccionados de forma aleatoria y porque, dentro de los muy precisos términos empleados en el texto, se advierte: «Los datos  [mejor sería decir los resultados] solo sirven para medir un estado de ánimo coyuntural».  Con esta base, se lanzaron sin embargo las campanas al vuelo. Llegan los editoriales como «el auge de Ciudadanos», la entrevista con el líder abriendo portada y viéndose presidente, los artículos de opinión.  Y la cadena de contagio en otros miembros del clan de la prensa convencional, algunas añadiendo más encuestas similares.

Portada de ABC
Portada de ABC

No escatiman elogios: talante pactista y pragmático, centrista, reformista y dinámico. Se nos avanza que, a pesar de «la identificación del líder y la victoria», Albert Rivera debe «tolerar alternativas»,  en particular la de Inés Arrimadas, provista de «un carisma»  a su altura,  si  «Ciudadanos se atreve a abrir la cuestión sucesoria». Tal cual.Si esto era en El País no desprecien tampoco la portada de ABC con Rivera iluminado en sepia y rostro angelical en el centro de un trío con los malcarados Pedro Sánchez y Mariano Rajoy a los lados.

La sentencia contra Rajoy ha llegado. « La mitad del electorado del PP deja de creer en el partido» presenta El País en sus alegaciones, con el soporte de esa encuesta de ánimo que ya se ha convertido en veredicto inapelable.  Rajoy ha cometido muchos errores y » el insensato sin escrúpulos» –como llamaron en un editorial a Pedro Sánchez- hace lo que cabe esperar de un insensato sin escrúpulos por más que se esfuerce en ganar puntos entre los jueces de esta contienda.

Hagan el favor de seguirme al año 2015 un momento. 30 de Noviembre, encuesta de Metroscopia para El País:

Portada de El País del 29 de noviembre de 2015
Portada de El País del 29 de noviembre de 2015

«Ya solo quedan en liza tres partidos:  Triple empate de PP, PSOE y Ciudadanos a tres semanas del 20-D. Los tres llegan con la misma opción de ganar. Podemos se descuelga de los vencedores». Con un hermoso queso que se reparten a 22 puntos con diferentes restos tras las comas, las tres formaciones.

«Rivera llega en un momento dulcísimo», «entrenado, fresco, sin mochilas del pasado», explicaba Luis Arroyo, sociólogo y presidente de Asesores de Comunicación Pública, consultado por el diario de PRISA. Ciudadanos atrapa el voto joven y el de Podemos cae en picado, seguían los titulares.

Luego llegaron las elecciones y Ciudadanos obtuvo un 13,9% frente a ese 22,6% que le había dado Metroscopia tres semanas antes. El margen de error fue  como para retirarse de la profesión. El «hundido» Podemos cosechó un 20,6%,  Pero se crean «estados de ánimo», del ascenso de Ciudadanos se contagió hasta el CIS, los consultados del CIS: «En vísperas de las generales del 2015 el CIS les llegó a otorgar entre 63 y 66 escaños y sacaron 40, y en 2016 vaticinó que se mantendrían igual y bajaron a 32″, cuenta Carmen Moraga en eldiario.es

Cuesta creer que no se esté recordando todo esto de forma masiva, que se de como dato incontestable la encuesta con estos antecedentes, repitiéndolo como un mantra, sin contemplar una sombra de duda. Y hay que hacerlo. Asistimos al que parece segundo gran asalto de la Operación Ciudadanos, animado por el éxito de Arrimadas en Cataluña y los errores del resto. Han sido 1.102.000 votos con un crecimiento espectacular en la Comunidad (367.000 desde 2015) pero es imprescindible valorar otros factores.

El principal error del PP fue concurrir con un candidato impresentable como García Albiol. El discurso de la mano dura era tan intenso en el PP como en Ciudadanos, los catalanes incómodos con el 155 lo estaban con cuantos partidos lo apoyaron, pero Albiol era un fiasco insuperable, en particular comparado con Arrimadas. Ciudadanos y PP compiten en ese nivel. El PSC nadó entre sus abultadas contradicciones y no salió a flote. Unidos Podemos se equivocó en Cataluña y no por pedir un acuerdo pactado. El principal fallo de la convocatoria a las urnas fue, muy por encima de las demás, celebrar unas elecciones bajo un estado excepcional, por no decir de excepción. Lo escribí de hecho: daría cifras alteradas y en absoluto extrapolables al conjunto de España.

El éxito demoscópico de Ciudadanos, o mediático, o publicitario, esconde contenidos graves. El partido no ha cambiado un ápice su programa, tiene el mismo que cuando las encuestas ya le habían bajado a porcentajes del 12%. No es su programa lo que se abraza. Su ascenso se debe a su postura radical y por métodos coercitivos de la unidad de España. Es decir su éxito actual está fundamentado en la exaltación del nacionalismo español. Doblemente reforzado al enfrentarse a una catalanofobia que puede calificarse de xenófoba.  Es un segmento ideológico que se inscribe en terrenos potencialmente peligrosos. Ciudadanos no es centrista, no es pactista salvo con sus correligionarios conservadores, no lo es como forma de resolver conflictos y bien lo ha demostrado en Cataluña. Girauta o Toni Cantó son ejemplos bien contundentes del «pactismo» ciudadano.

Albert Rivera se desdijo -sin mover un músculo- de cuanto había prometido. No iba a apoyar nunca un gobierno de Rajoy y lo hizo con todo su equipaje. Y bajó en expectativas electorales. Ha votado con el PP acciones conservadora s y vetado progresistas: se ha opuesto a tramitar una ley de vivienda con soluciones habitacionales, por ejemplo. La comisión de investigación de la policía política llevó mala vida con el acuerdo de ambos. En muchos casos concurre con ellos el PSOE para evitar se investiguen el Parlamento las  cargas policiales del 1-O o para rechazar  el veto a la venta de armas a Arabia Saudí e Irak. Ciudadanos intentó que el Congreso aplaudiera oficialmente la postura del PP frente al independentismo, y en esta ocasión el grupo del PSOE no se apuntó. No le ha pasado, nos dicen, ninguna factura. Sigue ¿cómo era?… En estado de gracia, en grandes momentos endulzados.

El éxito en las encuestas de Ciudadanos viene cargado de otras interrogantes. Es el partido más cuidado de España, prácticamente intocable. No se le pregunta por su financiación, y hasta las dudas del Tribunal de Cuentas se saldan con argumentos de problemas técnicos.  Nada, de sus conflictos internos y deserciones. Nada del machismo que aflora al menor raspado. O de cómo Rivera ha podido adquirir  un chalet de 1 millón de euros con las modestas cuentas que presentaba hace bien poco tiempo. Imaginen que sucediera con alguien de izquierda. No hace falta imaginar, recuerden. Las personas inteligentes, sensatas sin más, suelen hacerse preguntas esenciales. ¿Por qué este trato tan desigual? ¿Por qué los poderes apuestan ahora preferentemente por Ciudadanos?

De no producirse algún adelanto, las próximas elecciones son europeas y locales.  Ahí veremos lo que da de sí un programa ultraliberal basado en la unidad de España. En mi opinión poco. En asuntos municipales Ciudadanos ha tenido hasta ahora escaso éxito, aunque la gota malaya de su ascenso (demoscópico) vaya calando.  Al PP le está afectando tanto la Operación Ciudadanos como su propia y escandalosa actividad. Fuera, en el partido solo recibe aplausos y alguna ausencia.

El PSOE, nos dicen, anda viendo cómo retiene a los votantes que se pasan a Ciudadanos y al mismo tiempo  busca atraer a votantes de Unidos Podemos.Cuando se menciona y le mencionan como izquierda «arden las redes» en ironías. La izquierda tiene votantes en España, por mucho que quieran desmotivarlos, hay varios millones que ni siquiera atienden a lo que echan por los medios concertados.  Unidos Podemos deberá demostrar –todos deberían pero es una entelequia pedirlo- que la política es la búsqueda del bien común y que quién ocupe las sillas para lograrlo es accesorio.

Hace falta contar -desde donde quiera que estén- con quienes se atrevan a enfrentar el profundo agujero de corrupción con su mezcla de poderes y alteraciones de derechos, que subsume hasta las mejores intenciones de cambio. No es tarea fácil. De momento, cojan las gafas de mirar encuestas y recuerden: Metroscopia dio a Ciudadanos un 22,6% de intención de voto 3 semanas antes de las generales de 2015,  frente a ese 13,9% que logró realmente. «La lucha del hombre contra el poder [dejénme que inserte: turbio] es la lucha de la memoria contra el olvido». Lo dijo Milan Kundera.

¿Qué parte de «No nos representan» no entendieron?

pedro.conpabloyalbert

La Casta tiene claros los modelos que admite y da total importancia a las formas

Son ese sector que todo lo quiere, que todo lo sabe, que todo lo impone. El nombre es lo de menos: la casta, el establishment, los establecidos. En todo caso, esa fórmula de estratificación social compuesta de grupos caracterizados por su rigidez e inmovilismo, que tiende a separar y jerarquizar para asentar su pretendida supremacía sobre los demás. Vinculadas, cómo no, al Imperio español y a otros vecinos, las castas –salvo excepciones como en India- fueron sepultadas por la socialización y la democracia. Pero persisten, vaya sí lo hacen. Y en momentos como los que vivimos en España sacan toda su virulencia y malas artes.

La cutrez impenitente de las castas españolas les ha llevado a ensañarse, ahora, con unos titiriteros para que el mundo sepa cómo se las gastan aquí. El Financial Times –que llevó el caso a portada- y otros medios internacionales lo encuentra “desconcertante” y, desde luego, lo relacionan directamente con las gestiones para formar nuevo gobierno. A la casta se le ven las posaderas al aire apenas se dan la vuelta. El intolerable encarcelamiento durante cinco días, la libertad con medidas cautelares desorbitadas, de unos artistas por un espectáculo de marionetas ha vuelto a situar a todos los personajes y mostrarles  con su verdadera faz. Y estos sí salen del escenario: tienen en su mano poder, incluso para desgraciar la vida de cualquiera.

Han vivido siempre de espaldas a la gente. Sin mirar, ni querer enterarse ni de sus anhelos y preocupaciones, ni de sus necesidades. Políticos, periodistas, poderes económicos, la casta cerrada de la justicia que castiga con saña hasta a colegas díscolos. Y cuantos emanan de todos ellos, cuantos viven de todos ellos. El descrédito de la política no ha nacido hoy, ni esos intrusos que les soliviantan y todavía les sorprenden llegaron sin razón.

En el dorado 2007 de burbujeantes ladrillazos, el barómetro de abril del CIS contó que casi un 70% de los encuestados creía que “los gobernantes solo piensan en sus intereses”  y “no se preocupan de gente como yo”.  En diciembre de 2009 aparece la clase política destacada ya como el principal problema para el 16% de los españoles. En mayor de 2010 alcanza a casi el 20%,  un quinto de la población. En 2013 sigue subiendo hasta el 31%. La corrupción y el fraude –que en 2011 solo preocupaban al 5,5%- pasa a ser la segunda mayor inquietud de los consultados, con el 44,5%, en 2013. Y hoy ambos conceptos –los políticos y su corrupción- permanecen en altos niveles de contestación ciudadana. Al menos en sus expresiones que no todos reflejan aún en sus votos, pero que ya ha provocado cambios. La situación económica alcanzó, por supuesto, grandes niveles de inquietud, demostrando la estrecha relación entre los gestores, la gestión y la forma de llevarla a cabo.

No fue solo la crisis: no se enteraban de nada. Ni ellos, ni sus voceros. Ni siquiera el periodismo de todos los días, sin contaminar. Y lo cierto es que una parte de la sociedad española bullía. En los blogs, en el periodismo de Internet, se palpaba la angustia, el afán constructivo y los deseos de cambio. En octubre de 2010, ATTAC organizó un acto llamado ContrATTACando en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Con grandes voces informadas.  Pues bien, se triplicó el aforo, al punto que tuvo que venir el director del centro a advertir del peligro físico de tan desbordada avalancha humana. Ningún medio cubrió el acto. De ahí nació un germen que se impulsó con Indignaos de Sthepane Hessel y Reacciona, de Sampedro, Mayor Zaragoza, Ignacio Escolar y varios más. Muchos otros movimientos latían con similar espíritu. Pero en las alturas no se oían sus voces.

El 15M también les pilló por sorpresa a los establecidos. Y así siguieron, de susto en susto, hasta que otra política, otras personas, irrumpieron por las urnas en las instituciones. Podemos y las Mareas de confluencia, sí.  Y ahí nos encontramos, con un Parlamento sin mayorías que no entiende. Y con la casta, o varias de ellas, queriendo repetir los esquemas rechazados, sumidos en la cólera y la irritación. Siguen sin enterarse de nada.

No consiguen encajar en sus cabezas ni siquiera que se cuestione la forma de hacer seguida hasta ahora. La que por cierto nos ha llevado a una deuda pública de más de un billón de euros  (gracias al gran endeudamiento que ha propiciado Rajoy), a un trabajo que la neoliberal CEOE denuncia como uno de los más degradados entre sus miembros  o a niveles históricos de desigualdad. La economía mundial, al borde de un nuevo crack demuestra, igualmente, lo mal que funcionan las políticas “de siempre”.

En su zozobra, los establecidos sienten especial aversión por las formas. Cuestionan la manera de vestir, peinarse y comportarse de los que despectivamente llaman “la nueva política”, la de izquierdas claro. Se les caen los ojos de las órbitas al ver coletas en un hombre, niños en una madre, o ropa casual. No, al Congreso hay que ir a trabajar vestido como para una boda, con un corte de pelo típico de los reclutas del antiguo servicio militar, la mili, y cumpliendo todos los cánones de la cortesía más superficial, no confundir con la educación.  Vamos, lo que cualquiera se encuentra en el autobús, el metro, los mercados, las tiendas, las obras o las calles a diario.  Lugares que todos esos políticos y periodistas no pisan o no ven. La vida tiene poco que ver con los salones en los que ellos residen.

Como damas de alcurnia de un siglo o dos atrás, despellejan a los advenedizos. Llaman arrogancia e insulto a hacer propuestas con el valor de casi tantos votos como el encargado por el Rey de formar gobierno, aunque con menos escaños por la ley electoral. No han cursado la invitación con orla que mandan las reglas de urbanidad.  Demasiado tiempo repartiéndose cargos y plantas en los grandes almacenes sin mirar siquiera a los clientes. O en las salas de juntas de las empresas adulando a los jefes. O maquinando para desvalijar el dinero público –que se detrae de nuestras necesidades- y repartir prebendas o presiones  para que les vendan el producto los que pasan por ser periodistas. Llevan tanto tiempo en los cenáculos y comederos del poder que ya no conocen la realidad en la que viven la mayoría de los ciudadanos. Aún andan a ver a qué cuñado arrancan una sonrisa con el chiste rancio de la “nueva política”, con el que ellos se reconcomen.

El presidente del Gobierno en funciones y de un partido en el que se le desparraman las manzanas podridas de la corrupción, se permite decir que “ya” no se tolerará una más y tres días más tarde blinda a su Rita Barberá, la alcaldesa de una Valencia corroída, para que siga aforada

Es cierto que se desarrolla una ceremonia de la normalidad que aparentemente sostiene -con hilos- el tinglado. En ella, el presidente del Gobierno en funciones y de un partido en el que se le desparraman las manzanas podridas de la corrupción, se permite decir  que “ya” no se tolerará una más y tres días más tarde blinda a su Rita Barberá, la alcaldesa de una Valencia corroída, para que siga aforada. Rajoy empezó mintiendo, siguió mintiendo y ahí continúa. Con sus ministros imposibles poniendo velas al ángel del aparcamiento y letreros sucios a los pactos. Y que este PP es tenido en cuenta entre buena parte de los creadores de opinión y la nueva política de derechas.

Y que son de temer los pactos que miran más a la derecha ultraliberal que a la izquierda. Y los posibles incumplimientos de  promesas inaplazables como la derogación de la Ley Mordaza, propia de Estados autoritarios,y ambigüedades que tocan materias altamente sensibles como la ley de Educación y la Reforma Laboral. Y que no se puede ser al mismo tiempo día y noche, salvo en el breve tránsito –amanecer y puesta de sol- que conduce a uno de los dos estados. Y de momento, la dirección está muy marcada.

Y, sí, todavía hay personas que se dejan atemorizar  por la descarnada campaña de descrédito contra la izquierda y la alarma social que, deliberadamente, crean con ella. Es de tal calibre que ya no se le puede llamar política, no es política, es la defensa marrullera de intereses muy concretos que no son los de la gente corriente. Y hay adeptos capaces de votar corrupto, sí, con una venda en la nariz y una pinza en los ojos. Pero todos ellos se encuentran en franco retroceso, como vienen avisando desde hace ya años. Son cada vez más los ciudadanos hartos hasta la médula de la política sucia cuyas consecuencias pagan. Ven las maniobras de los cuervos oteando sus presas para repartirse el botín, para continuar repartiéndose el botín. Lo saben. No consiguen comprender que son modelos escasamente ejemplarizantes y muy pocos ya quieren parecerse a ellos.  Y que por más que aprieten el mismo tornillo no los apreciarán más. Puede que a muchos ni siquiera les importe, pero tiene consecuencias. Ya las han visto.

Pueden ser mayores y para todos. Desencantar de la política a los que habían empezado a ilusionarse, defraudarles otra vez, no será inocuo. Mal vamos, porque  hay algo que llama poderosamente la atención desde el punto de partida: ¿Qué parte del “No nos representan” no entendieron?

*Publicado en eldiario.es

La desigualdad generacional también vota el 20D

MITIN DE RAJOY EN OLMEDO (VALLADOLID)

Rajoy jugando a captar votos de mayores. Olmedo, Valladolid

El último barómetro del CIS ha vuelto a sorprender dando una victoria holgada al PP. El estado de opinión conservador que pronostica otorga buenos resultados a Ciudadanos, hunde  al PSOE, frena Podemos aunque mejora con las mareas de izquierda, y baja también a Unidad Popular. El dato más relevante es un 41,6% de encuestados que no tiene decidido el voto a pocos días de acudir a las urnas. Con su participación todo podría dar la vuelta, o justificar estos resultados del CIS, poco coherentes con todo lo ocurrido hasta ahora. Pero hay más variables a tener en cuenta. En particular cambios generacionales profundos que influyen en el voto.

Esta legislatura, la del PP de Mariano Rajoy, tiene como una de sus principales señas de identidad el pronunciado aumento de las desigualdades. Y en todos los terrenos. Desigualdad económica, entre los seres humanos, entre hombres y mujeres en particular, en el acceso a todos los servicios: sanidad, educación y vivienda como pilares esenciales. Derivas que se venían marcando, incluso desde hace décadas, han encontrado en las políticas de este conservadurismo neoliberal y éticamente laxo su mejor caldo de cultivo.

Un primer gráfico nos mostraría la pirámide demográfica: España se ha hecho vieja. De los más de 36 millones de ciudadanos con derecho a voto, casi la tercera parte, 11,5 millones, tienen más de 60 años. Casi el doble de los que había en las primeras elecciones democráticas.  Mientras tanto, ha disminuido el número de jóvenes electores que apenas llegan al 15%, ni aun extendiendo el tramo hasta los 30 años.

El desarrollo, una mejor sanidad, han ido aumentando la esperanza de vida, en la tónica de los países más civilizados. Al mismo tiempo, el control de la natalidad y, en su caso, las dificultades económicas disminuyen el número de hijos, para adaptarlo al que se puede atender.  En los años setenta del siglo XX, España registraba una tasa de crecimiento vegetativo del 10% (Informe FOESSA) como los países en vías de desarrollo, mucho más si son católicos por decreto y sin píldora anticonceptiva como sucedía en el nuestro.

Acabamos de saber-por el INE (Instituto Nacional de Estadística) que la mortalidad se ha disparado en España en aumento descomunal: más del 10,5% en el primer semestre de 2015, en datos absolutos. Esta tendencia se inició en 2012, con la cifra más alta en una década. Era el primer año de gobierno del PP y sus recortes en sanidad. Esa disminución en concreto, los copagos farmacéuticos y el aumento de la pobreza son las variables que suelen influir en vivir menos años. Los olvidados e intocables suicidios entran, probablemente, en la estadística. También ha descendido el número de nacimientos (un 0,8%). Y por tanto el balance: estamos en crecimiento negativo.

El hecho es que el 20D será mayor la capacidad de decisión de los mayores que de los jóvenes.

La segunda instantánea nos remite a los ingresos disponibles según la edad: Hemos llegado a la situación insólita de que la renta que perciben los jubilados supere a la de los trabajadores en activo. Por el baremo que el INE llama “unidad familiar”. Y eso cuando los pensionistas españoles cobran menos de la media europea (15.574  euros frente a 19.441 de promedio en la UE). Los interesados pueden ver datos complementarios en un excelente trabajo de Luis Faci publicado en CTXT este verano. El Gobierno ha tratado menos mal a los mayores retirados por el supuesto “nicho electoral” que representan. Y dado que contribuyen a la ‘paz social’ haciéndose cargo con sus pensiones y ahorros de sus hijos y nietos. Hasta el 80% de ellos les prestan algún tipo de apoyo económico. No será eterno. Y menos con políticas ultraliberales que acaban reduciendo la esperanza de vida –esas que según el CIS van a ganar las elecciones-. Se añade la Reforma Laboral del PP que ha supuesto una merma considerable de los sueldos.  Los datos constatan –de forma inequívoca- un empeoramiento generalizado de los salarios y condiciones laborales, excepto en los puestos mejor remunerados que se han mantenido o incrementado.

El problema, mucho más allá del 20D, es que las oportunidades  de trabajo difícilmente van a crecer. La economía financiera –que solo mueve anotaciones contables- se ha desbordado en detrimento de la real y para producir ya tienen a los países de mano de obra aún más, mucho más, barata.  El lema de que “el trabajo esclavo de unos, perjudica a todos” cada vez es más constatable, si alguna vez no lo fue. Y también que, por todos los medios que se quiera oír hasta con los oídos tapados, nos dicen que las pensiones no son sostenibles. Las últimas recomendaciones de la OCDE, esta misma semana como aviso a navegantes, dejan claro que los nuevos jubilados no dispondrán de ingresos suficientes para cubrir sus necesidades y se propone pensar en alguna ocupación acorde con su edad y aptitudes. Ultraliberalismo puro.  De echarse a temblar. Y eso el día en el que el PPmetía mano de nuevo en la hucha de las pensiones a la que ha dejado exhausta en sus 4 años de mandato.

El tercer esquema al que atender habla de las intenciones de voto por tramos de edad. Y es el que, teniendo en cuenta los anteriores, más interesa ahora.

El bipartidismo se mantiene con los mayores de 55 años que –recordemos viene a ser la franja más numerosa de votantes-. Los apoyos de los jóvenes en cambio les son escasos, sobre todo al PP. Los menores de 35 años se decantan por Podemos y Ciudadanos , mucho más por el partido que lidera Pablo Iglesias. Y es el tramo en el que se anotan más indecisos.

Y más bajas. Involuntarias. Aquí entra otra variable: el voto en el exterior.  Pese a todas las protestas y campañas, las dificultades para ejercer ese derecho a los numerosos jóvenes  y menos jóvenes que el paro ha expulsado de España, van a dejar fuera de las urnas al 94% de ellos. No podrán votar no menos de 1.750.000 españoles. Una anomalía que habría de subsanarse inexcusablemente y ya porque el resultado se adultera sin ellos.

No es cierto que todos los mayores voten conservador, uno siempre conoce… excepciones.  O no tanto. Esa generación, con menos estudios, hubo de luchar por construir un país democrático y se movió entre el trabajo, el coraje e ideales más o menos ingenuos –desde las flores hippies al rechazo de la guerra y prácticamente “inventar” el rock-. Es cierto que, por ejemplo, en los hogares de ancianos de la Comunidad de Madrid bailan ‘El Relicario’, un cuplé, agarrados, como hacían sus padres, no ellos. Estampa de películas en blanco y negro que presencié boquiabierta meses atrás. Hay una cierta tendencia a la gerontocracia, propiciada por el involucionismo que ha imprimido el PP a la sociedad española. Hace ya mucho tiempo que se ensalza la juventud mientras se le siegan oportunidades, ahora los conservadores entre los mayores marcan su impronta. Y la eterna brecha generacional se agranda, o se agranda como siempre el inmovilismo y los deseos, la necesidad, de cambio.

El éxito de Ciudadanos es explicable precisamente por esto. Para muchos mayores “los jóvenes” han de ser como Albert Rivera. Repeinados, con vestimenta clásica, moderados, fieles a los preceptos. Pedro Sánchez es aceptado al menos por sus características coincidentes con el modelo, aunque un punto de insolencia le haga menos homogéneo. El resto de los nuevos valores cumplen el estereotipo al completo; incluso la hoy vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, a quien se considera ‘muy preparada y formal’, ignorando su mano férrea en la aplicación de las políticas de Rajoy y las suyas propias en algunas decisivas, como la informativa. Alberto Garzón también les gustaría “si no fuera tan radical”. Pablo Iglesias y los líderes de Podemos se apartan por completo del prototipo para este sector, aunque lo sean para jóvenes y la ‘gente corriente’. Al igual que Garzón.

Más viejos que jóvenes. Más poder de decisión de los mayores. Con más ingresos estos dentro de una precariedad galopante para todos. Un futuro oscuro, salvo el de quienes se baten por lograr ese puesto al sol del poder y los pocos que de entre ellos lo consiguen.

abuelo.nieto

La última variable nos remite a su acceso a la información. El 70% de los españoles, insistamos, dice hacerlo por televisión, incluidos los debates espectáculo de estructura arbitraria. No son los jóvenes, ellos apenas ven cadenas convencionales. La campaña electoral también se va a jugar, se va a seguir jugando, en la tele. Para gran parte de la generación que ahora sobrepasa los 60 años, El País todavía es un periódico progresista. Más de la mitad de los que no ven otro horizonte que el bipartidismo, no se acercan a Internet  ni para hacerse una cuenta de correo electrónico, privándose  de encontrar su propia información y criterio. La realidad que tiene muchos más matices que los ofertados en pantalla o papel plano. Y con anuncios.

Habrá vida tras el 20D y, si nos descuidamos, puede ser al compás de ‘El Relicario’… como último cuplé.

*Publicado en eldiario.es

#MarcaEspaña: Matan a tiros a un toro y les aplican la Ley Mordaza

toro.sanjuandecoria.cáceres

La noticia nos habla de que se ha aplicado la “Ley Mordaza” a un festejo taurino. Ha sido en Coria (Cáceres), un municipio de unos 12.000 habitantes que celebra las fiestas de San Juan.

«Tras hora y media de encierro, el toro Guapetón, en estado de agonía y agotamiento, fue abatido por un festero que le disparó con una escopeta», recoge el documento elaborado por el instituto armado, al que ha tenido acceso EL PAÍS, leo, copio y pego.

Hora y media de tortura para disfrute de los vecinos, repito: hora y media de tortura para que vecinos se diviertan y cuando ya se encuentra “en estado de agonía y agotamiento”, un festero le dispara con una escopeta. Espero fuera por piedad, al menos.

Lo grandioso es que la denuncia, dentro de la “Ley Mordaza”, no se ha producido por eso sino por haber usado un arma. Así lo cuenta El País:

«El 146.2, que considera «ilícito, en general, el usar armas en establecimientos públicos y lugares de reunión, concentración, recreo o esparcimiento»; y el 149.1, que fija que «solo podrán llevarse armas reglamentadas en las vías y lugares públicos urbanos si están desmontadas o van dentro de sus cajas o fundas».

Los interesados pueden consultar en el enlace otros extremos, opiniones del personal y hasta un vídeo de la “hazaña”.

Soy partidaria de afrontar la reconstrucción de los edificios en ruina desde los cimientos. Algo se consigue reparando ventanas o cañerías, pero lo esencial es la raíz que provoca el deterioro y en su caso el derrumbe. Están sucediendo cosas terribles, un nuevo naufragio con refugiados cuyas vidas se han tragado el Mediterráneo y la codicia. En España andan cantando el Viva la Madre Superiora a unos presupuestos y una gestión nefasta para la sociedad que sin embargo satisface a grupos privilegiados. Y el efecto de la propaganda y la manipulación hacen mella: los telediarios de RTVE no hablan de la trama Púnica de corrupción vinculada en un 99% al PP, y medios escritos –incluido El País-  no lo llevan a portada.  El CIS interpreta que hay un repunte del bipartidismo. Muy tibio, según  la intención de voto directo. Pero ayuda a la profecía autocumplida. Y sin embargo ni siquiera esto explica lo que ocurre en España.

Nos cuentan que ha aumentado el fraude eléctrico. No el que aparente y presuntamente perpetran las compañías contra los usuarios con el beneplácito del gobierno. No, el de los usuarios. Y a la cabeza están fábricas, hoteles y urbanizaciones: se enganchan y roban luz. Lo que dice mucho de España.  Mientras el resto pagamos, además. Y mucho. En exceso.

Y que alcaldes del PP de Madrid montaron una red de venta de ropa usada destinada a personas necesitadas. Los de Moraleja de En medio –implicado también en la Púnica- y Serranillos del Valle. Sin palabras deja su acción.

Todo #MarcaEspaña la que escandaliza fuera de aquí porque sobrepasa toda la basura propia.  Y que tiene, como consecuencia, otros exponentes:

marcaespaña.estudios

Pero quizás el fondo está mucho más adentro, en los seres que habitan este país entre los que hay algunos como los vecinos de Coria que apoyan y participan de estos entretenimientos. Capaces de tener a otro ser vivo hora y media sujeto a torturas hasta llevarle a la agonía y muerte, y pasarlo así en grande. Qué heroicidad. Y hay quien convive con ellos.

Me contaron en un reportaje sobre todo esto –el último que hice a mi iniciativa en Informe Semanal y Televisión Española-  que todo viene por el atávico deseo de superar y humillar al toro… dado que tiene unos enormes genitales. Uno de los animales más torpes que existen, tiene esa característica. Extendida la creencia y afición en la Antigüedad, apenas solo en España permanece. En esos individuos que, en tantos puntos de nuestra geografía, se divierten maltratando y matando. Hay que ser de una pasta muy especial para tener el cuajo de hacerlo. Y en España existen aún estos ejemplares. Quien es capaz de disfrutar con tamaña crueldad, es capaz de cualquier cosa.

*Mil gracias a mi amigo José Antonio Troyano por esta alerta. Y a Gonzalo Semprún por varias de las otras.

Fin del bipartidismo y continuidad de las fuentes de información

A estas alturas del día, los españoles nos hemos vuelto expertos en la cocina de encuestas, tras conocer el muy demorado barómetro del CIS. Y ya entendemos cómo la intención de voto directa expresada por los españoles (1º) 17,6%, Podemos, 2º)  14,3% PSOE y  3º11,7%  PP) se ha convertido en una estimación de voto que se da la vuelta del revés: 1º) PP con  27,5%, 2º) PSOE con 23,9% y 3º)  Podemos con el 22,5%). Alta gastronomía.

Ocurre, dicen, porque los cocineros tienen en cuenta a los indecisos y otros factores y añaden a la intención real expresada, la «simpatía» por el partido, y, sobre todo, el “recuerdo de voto”. Si el PP tuvo tres veces más apoyos que ahora en 2011, lo lógico –piensan- es que sus votantes conserven ese recuerdo. Podemos no existía en las generales, nadie tiene en su memoria haberle votado, y aún así le otorgan el 22%.

Es decir, los sociólogos del CIS no tendrían en cuenta que a la gente cuando la vapulean como ha ocurrido estos años y se le caen los ojos de las órbitas de pura estupefacción con lo que ocurre,  igual se desprende de la nostalgia de a quién votó. Esto de la cocina de encuestas suele darse bastantes batacazos, además.

Se certifica lo que parece ser el fin del bipartidismo y la evidencia del hartazgo de la sociedad con la política tradicional. Tenemos un presidente de gobierno en el que, según el CIS, no confía el 86 % de los encuestados. El 61 % absolutamente nada, el 25% poco. El PSOE se recupera algo con Pedro Sánchez, aunque el nuevo secretario general tampoco despierta pasiones (el 33% no confía nada en él y el 34%, poco). Es el líder nacional más valorado, sin embargo, dado que el CIS no pregunta por Pablo Iglesias porque -argumenta- no es parlamentario. Todos los líderes y ministros suspenden. El alter ego de Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, obtiene un 2,9 y es la nota más alta en el gobierno. E Izquierda Unida y UPyD registran sonoros descensos.

Fuera de estos rasgos generales y notorios, quería fijarme en cómo una ciudadanía -que se muestra bastante deprimida- se informa. El CIS lo pregunta:

cis.tv.radios.

Solía distinguir entre radio y televisión. La televisión acaparaba al 70% de los españoles como vía fundamental de información. Juntos, ahora, radio y televisión siguen en cabeza con casi un 69% que emplean estos medios como medio habitual, diario. Un 40% no lee NUNCA la sección de política en los periódicos. Y un 57% tampoco mira jamás estos asuntos en los medios de Internet, usados todos los días tan solo por el 17%. Añadamos un 7,8 % que los ve tres o cuatro días por semana. La eclosión de los diarios digitales españoles es una realidad destacada incluso por expertos internacionales, pero son aún minoritarios frente al fortísimo impacto de la televisión (incluso ha crecido) y eso tiene una importancia decisiva.

Los ciudadanos se han enterado de lo que les ocurre. La tendencia del voto ha cambiado. Pero alguien que vea solo los informativos de las principales cadenas de televisión, por concretar,¿puede considerarse una persona bien informada? Da qué pensar.

Este es el ranking actual de los informativos. Por cierto, apoteósico el descalabro de TVE que andaba hasta hace poco, ni el mes pasado, en torno a los 2 millones de espectadores.

audiencias.tv.

El amor a España

  Acabamos de conocer los que dicen ser los resultados de una encuesta en la que –por encargo del IEES dependiente del Ministerio de Defensa- el CIS habría preguntado a los españoles por sus sentimientos patrióticos. Elaborada hace un año, se da a conocer ahora, en fechas cercanas a la Diada de Cataluña, y sumidos en la desolación. Uno de cada tres encuestados se siente orgulloso de ser español pero decidido a hacer algo que lo demuestre bastante menos. Lo cierto es que nadie incluye el enlace directo y ni la página del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), ni el Instituto de Estudios Estratégicos (IEEE) incorpora aún el estudio. Parece una filtración que todavía se está publicando.

 A tenor de las cuestiones planteadas, para amar a España es básico que uno tengapredisposición a arriesgar la vida por algo que no sea su familia. Se han encontrado con que el 47% lo está y les ha parecido un porcentaje muy escaso. La desesperación ha llegado al colmo cuando han comprobado que únicamente el 16.3% participaría voluntariamente en la defensa del país. Muchos más, sin embargo, que las grandes fortunas decididas a pagar impuestos en España.

Se demuestra que para los autores intelectuales de esta encuesta, amar a España exige exhibiciones cruentas: arriesgar la vida y empuñar las armas sin preguntar ni qué agresión se nos ha inferido. En el mundo que vivimos –en una pausa entre el dolor de la precariedad impuesta y ver a Mariló Montero buscando el alma en los riñones de un asesino o a profetas del ultraliberalismo – una serie de personas fueron requeridas por un estadístico que les espetó por orden del gobierno sobre si sentían inclinaciones a jugarse la vida y a tirarse a las barricadas para luchar contra enemigos de España.

La cosa no quedó ahí. Se preguntó, dicen, sobre qué potencia amenazaba más a España. Un 14,8% dijo que Marruecos, el Reino Unido un 11,4% y un 8,4% Siria. Es decir, hay españoles, adultos, como usted y como yo, a quien no les parecería inverosímil que estos tres países nos invadieran o algo parecido.

Lo peor es que el patriotismo –entendido en estos términos- merma de año en año. Y, así, fue llegar al gobierno el PP y bajar notablemente el porcentaje de ciudadanos muy orgullosos de ser españoles (del 48,8 al 41,2%). En cambio subió el de quienes están bastante orgullosos, casi 5 puntos.

El Mundo –que encabezaba la información mentando en tono épico las gestas de los reinos medievales– colocó también en lugares destacados la preocupación que estos datos habían sembrado en algunos militares. Un coronel declaró: «Les han quitado el amor por su patria”, y «todos los gobiernos desde la Transición son responsables”. Es decir, con Franco vivía él mejor. Y no ha tenido consecuencias. Pero llegan tiempos mejores para esta ideología, Marine Le Pen, al frente de la ultraderecha francesa, declara que el ascenso del «movimiento patriótico es irreversible».

Una termina por amar a España porque es aquí donde ha nacido que creo es la definición más precisa de patriotismo. Y gusta de los lugares que le hicieron crecer y no solo en estatura. Y, sí, a veces se siente orgullosa de ser española porque ve a un bombero negándose a desahuciar a una anciana a pesar de que es procesado por alterar el orden público con su gesto pacífico . Y por la inmensa e inigualable creatividad de los españoles que usan la cabeza. Por la viveza en la resolución de imprevistos. Y por ese espíritu nuestro que nos lleva a intentar gozar de la vida por muchas que sean las adversidades. Lo que está en franca, si franca, oposición a arriesgar la vida por su mantenimiento. La vida es una cosa muy seria, y estos valores precisamente se mantienen solos.

 Y es que el amor a España no es únicamente de derechas. No puede implicar -como declaran incluso portavoces de partidos transgénicos- suspensión de competencias, la autonomía toda, y si se da el caso mandar a la Brunete para impedir la consulta que  –por las razones que sean- se quiere plantear a los ciudadanos catalanes sobre si tienen derecho a decidir una hipotética independencia que llevaría en todo caso un largo proceso. La unidad por decreto, el amor por decreto, ¿la democracia? Eso les importa menos, de importarles algo.

 Que baje el aprecio por España cuando manda el PP es hasta lógico. Ejerce acciones de gobierno y de su funcionamiento interno como partido que nos avergüenzan. Muchos nos meteríamos bajo una baldosa para ocultar que somos del mismo país. Más aún, del mismo país que quienes los han elegido para gobernar y que, visto lo visto, los mantiene en el puesto.

 Ahora, tras culminar sus acciones de profunda involución con la reforma del Código Penal o la LeyMordaza, el PP de Rajoy se dispone a dar un pucherazo electoral que les perpetúe en el poder. Y lo dramático es que a muy pocos parece importarles, no al punto que esta peligrosa cacicada exige.  El #pucherazoPP, la Ley  Cerdada es un punto de no retorno y a lo máximo que llegan muchos ciudadanos (no mareados aún por las manipulaciones del PP, sus medios y sus voceros) es a decir que “como tienen mayoría absoluta, lo pueden hacer”. ¿Y si deciden implantar la esterilización de los pelirrojos porque son pocos y diferentes también sería válido? Tienen mayoría absoluta ¿no? Hay normas de convivencia, reglas democráticas, que no se pueden saltar por intereses de partido y  personales. Es bochornoso hacerlo y aceptarlo.

  Ya vale de patriotismo de guerra y sacrificio, cuánto mejor el amor a la vida y la concordia. La sociedad se llena la boca (aunque cada vez menos) de la palabra Democracia pero ya ni parece conocer sus valores. En la permanente confusión de conceptos elementales, llama orden a lo que es autoritarismo, libertad a la codicia y el fomento de las desigualdades, censura a la coherencia. Se atreve a mantener que todas las ideas son respetables, todas, y se muestra dispuesta a aceptar atropellos incompatibles con la Democracia. Con pasos certeros para sus fines, el PP inaugura esta semana la Ley Wert que priva desde ahora a los niños españoles de aprender Educación para la Ciudadanía. En el buen camino. En el patriotismo que marcan Le Pen o Rajoy.

 Y es grave porque, puestos a elegir, la patria que cuenta es allí donde anida el espíritu  democrático que debe sustentar a toda sociedad civilizada.

Rajoy consigue dejar el paro al nivel que se lo encontró

elmundo.paro.agosto

Los medios están alborozados y la mayoría de ellos se desparraman en columnas para dar la gran noticia: tras dos años y medio de gobierno, Rajoy ha logrado volver al paro que se encontró. El registrado, aunque también la EPA refleja cambios en el mismo sentido.

Muchas cosas han quedado en el camino. Por ejemplo, ha disminuido la población activa en 651.864 personas. Con enorme alegría y disposición se han ido a la “movilidad exterior”, a conocer mundos, a ganar igual 9 euros a la hora, o 7,  en el paraíso alemán para luego ir regresando a casa, mermadas bastante las esperanzas. O a ver si exprimen un poco más a la familia porque ya acudir a apuntarse en el INEM no merece la pena.

Ocurre también que ahora el trabajo que se obtiene en España -gracias a la Reforma laboral de Rajoy- es mucho más emocionante. Nunca sabe uno cuándo, ni cuánto va a trabajar, ni cuando le van a echar, trasladar o cambiar las condiciones laborales. Solo el 4% de los nuevos contratos, por ejemplo, son indefinidos. La EPA contaba entre los empleos, al 1.200.000 personas que trabaja un día a al semana. O a los 837.000 que tan solo tienen que molestarse en ir a la empresa una hora a la semana. Claro, se cobra lo que se cobra, lo que estipula el mercado, que eso sí tras la reforma se ha quedado muy apañadito, a nivel de tercer mundo.

Las ministras de Sanidad, Ana Mato y de Empleo, Fátima Báñez, acudiendo a un festejo en foto de archivo

Las ministras de Sanidad, Ana Mato y de Empleo, Fátima Báñez, acudiendo a un festejo en foto de archivo

Báñez además ha conseguido ahorrar un montón de dinero a las arcas del Estado. Ana Requena cuenta en eldiario.es que en junio el gobierno pagó 1.945,7 millones de euros, 19% menos que en el mismo mes del año anterior. En prestaciones al desempleo, millones de personas que no encuentran nada cobran menos, y algunas no reciben subsidio alguno. Si por falta de medios, la gente palma, aún “ahorrará” más. Y su colega, otra ejemplar ministra, Ana Mato, que lleva Sanidad. No olvidéis que el dinero, nuestro dinero, se dedica a lo importante, a regalar bancos, por ejemplo, como esa Caja que ha comprado el BBVA a precio de amigos. O para aviones de combate.

El País ha elaborado este cuadro, muy claro, de esos números que representan a personas. Más del 68 % no reciben prestación, según sus datos.

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Realmente merecía la pena tanto recorte (sanidad, educación, servicios, todo), la devaluación absoluta del trabajo en España, la merma de derechos, para conseguir que nuestro gran problema, el paro, se viera solucionado por Rajoy: después de haberlo aumentado, ¡ya lo tiene como lo encontró! ¡Qué maravilla!, precarizado como dios manda, pero igual. Menos mal que hay más de 600.000 personas que, por lo que sea, ya no se apuntan al paro, porque si no a Rajoy no le cuadrarían las cifras. Pero es una persona afortunada. No hay más que ver adónde ha llegado.

El electorado sabe reconocer la gran recuperación llevaba a cabo por Rajoy y la férrea oposición socialista, y así el Barómetro del CIS de Julio refleja una nueva caída del bipartidismo.  Y un nuevo ascenso de Podemos, que se sitúa como tercera fuerza política y a solo 6 puntos del PSOE.  En la intención de voto directo los resultados son espectaculares: 12,8 PP, 11,9 Podemos, 10,6 PSOE (antes de la elección de Pedro Sánchez en la que ellos confían). Un 19% no votaría y un 18% no sabe.

Ahora bien, el PP sigue ganando. Hay millones de personas a las que les gusta la emoción y valoran estos logros. Y el servilismo, no veas.

 

España precisa un rescate… político

Preocupados por el estado de la economía, no hemos advertido cómo se hundía la política. No al punto que lo ha hecho. No hasta tener una sociedad sumida en la orfandad política y la depresión, según muestran los históricos de las encuestas. Hay un descorazonador mapa del desaliento progresivo.

percepción muy mala

La percepción de los españoles sobre la situación política raya lo dramático: en el último barómetro del CIS, el 50,4% estiman que es muy mala. El 31,4%, mala. Buena o muy buena…, no llegan al 2%. Sólo se incrementó aún más ese sentimiento tan pesimista en febrero de 2013, en pleno apogeo del caso Bárcenas. Entonces, cuando los papeles del extesorero revelaron una contabilidad B del PP, se llegó al 56%. Y en esa banda se ha ido manteniendo.

Es bastante evidente que esa trama de corrupción ha supuesto un descrédito atroz para la política en su conjunto, no sólo para el partido que la protagoniza. Llama la atención que en el mes anterior a unas elecciones en 2011, a las que llegamos inmensamente hartos, fuera el 33,4% quienes veían una situación política muy mala. Y en 2009 –con la crisis abofeteándonos la cara–, el 22,6%. El deterioro es espectacular. Sobre todo, la persistencia de esa valoración negativa.

Confianza en la economía y en la política. Fuente: CIS

Tradicionalmente, economía y política son estrechas compañeras de viaje. Suben y bajan en la confianza popular al mismo ritmo por los avatares de una u otra. En España no está sucediendo eso. A finales de 2011, la política registró un pico muy ascendente con una ciudadanía que al parecer saludaba alborozada la llegada del Partido Popular al poder. En este momento está ocurriendo lo contrario. Mientras algunos parecen creer en la recuperación económica, la valoración de la política desciende estrepitosamente.

En 1999, uno de los grandes tiburones del neoliberalismo, George Soros, escribía en su libro La crisis del capitalismo global: “Si la economía global llega a tambalearse, es probable que las presiones políticas la destrocen”. Ha sucedido justo al contrario: la economía –esta economía voraz– ha engullido a la política.

Los políticos, las personas, contribuyen a ese naufragio social. Acaban de disparar balas de goma a emigrantes que trataban de alcanzar la costa española a nado. Murieron al menos 14 de ellos. Y, lejos de producirse dimisiones sumarias, asistimos a declaraciones que avergüenzan al género humano.

Ya no se puede aguantar tanta mentira, tanta involución y tanta incompetencia en el partido gobernante. Insolencias supremas, botarates al quite y  tergiversaciones continuas. Al punto de ignorar la Constitución, como le ocurre, por poner un ejemplo –entre varios–, a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, cuando acusa a los jueces de plegarse a la voz de la calle en la sentencia de los “escarches” como si esto fuera «la Revolución Francesa». No debe saber que el artículo 117.1 dice: «La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley» (leer esto, por cierto, llena los ojos de lágrimas por la ínfima calidad real de nuestra democracia).

Unos líderes de la oposición que no ejercen de tales y están consintiendo graves atropellos. Temen las primarias, no se vaya a colar un chiquilicuatre de tres al cuarto o se vaya a alterar el juego de poderes que tanta escaramuza ha costado domeñar para estar arriba.

Partidos y políticos están demostrando –en mayor o menor grado– que sólo les guían sus propios intereses. La silla donde aposentarse y cobrar sueldo y pensión (doble que los demás mortales). En algunos casos, el principal objetivo parece poseer la llave del poder decisorio y la caja fuerte. Saben de su profundo descrédito y lo obvian con inaudito desparpajo. Significativa pista de sus intenciones.

El problema es que muchos ciudadanos, enganchados a televisiones y falsos debates informativos, a medios manipulados, a la costumbre, se sienten desesperanzados porque no saben por dónde tirar. Su única salida son los partidos, y los partidos no les gustan tal como hoy se encuentran. Constituyen la minoría mayoritaria decisiva y caen en los mismos errores vez tras vez, como si dar vueltas a la noria solucionara algo. Otros, ampliamente intercomunicados, empiezan a saber que habrá de hacerse otra política, mucho más participativa. Su único freno es el inmenso aparato paralizador de las viejas inercias. La ignorancia y la desinformación que se fomenta para seguir manteniendo el tinglado como está.

TV.HAMELIN

Otra política, pero Política (con mayúsculas). No sólo votar, sino también participar para operar cambios sobre la triste realidad que nos encierra. Siglos de avances y retrocesos. La política es lo primero que tumban la codicia y los fascismos. La política que dignifica el papel del ciudadano, de un ser libre dueño de sus derechos, cuyo primer deber es mantenerlos. La que encamina sus objetivos a que la acción del Estado se ejerza en beneficio de la sociedad. No de unos pocos, no para el funcionamiento mercantil de una empresa, no usando a la población en su provecho.

La situación política es muy mala, piensan los españoles. La depresión sólo hunde cuando se cierran las puertas y no existen mecanismos para cambiar la realidad. España precisa un rescate político, necesitamos salvarnos, salvar a la gente, a la humanidad, al bien común.

 *Publicado en eldiario.es

CIS: Una sociedad sumida en la desesperación

Una sociedad deprimida a nivel de récord histórico que, sin embargo, se apresta a seguir votando a los dos grandes partidos. Si realmente es así. El barómetro del CIS (Centro de Investigaciones sociológicas) de Enero muestra el escenario de una ciudadanía invadida por la desesperación. Llevo años escudriñando encuestas y pocas veces he visto este panorama.

Casi el 48% de los consultados cree que la situación económica es muy mala. Mala, el 39%. En Octubre de 2011 (lo elijo por ser el mes previo a las elecciones) eran 3 puntos menos quienes describían la situación como “muy mala”. En 2009 cuando se daban los primeros síntomas de preocupación debidos a la crisis, ese porcentajes era del del 30%.

Nadie cree que nuestra economía sea muy buena, nadie. Y buena, un exiguo 0,8%. Ni siquiera en 2011 se tuvo un diagnóstico tan negro. Había un 1,4 que la consideraba buena, y no se preguntó por «el muy».

La percepción de la situación política raya lo dramático: el 50,4% estima que es MUY MALA. El 31,4%, mala. Buena o muy buena… no llegan al 2%. Solo se superó esta cifra en Febrero de 2013, cuando estaba en pleno apogeo el descubrimiento del Caso Bárcenas, con la publicación de los papeles con una contabilidad B: entonces llegó al 56%. Pero eran un 33,4% las que veían una situación política muy mala en 2011. Y en 2009 el 22,6%. El deterioro es espectacular. Casi increíble en sociología.

La corrupción y el fraude han pasado a ser el segundo problema para los españoles con un 39% de respuestas. A un 5,5% le preocupaba en 2011. Es un dato altamente significativo. En estos dos años hemos comprobado que vivimos en una auténtica cueva de ladrones, si se me permite la expresión.

La sanidad sube hasta en un 11%, 7,8% la citaban en 2011.

Mariano Rajoy no inspira NINGUNA CONFIANZA al 63% de los encuestados. Y poca a casi el 25%. Es decir, no se fía del presidente el 88% de la población y el ministro que más puntuación saca es Arias Cañete (que se dice pronto) con un 3,17%.

En cuanto al líder del principal partido de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, NINGUNA CONFIANZA le depara el 56% y casi el 35 poca confianza. Así que, con distinto matiz, es el 91% quien no cree en él.

En estas condiciones, quienes expresan su intención de voto de forma espontánea, dicen que se lo darían al PP el 10,8% y al PSOE el 11,8%. Por cierto, el 7% se inclinan por IU y el 4,6% por UPyD. Tremendo ver que el 24,25 no votaría y el 21,1% no sabe y el 2,5% sabe menos aún. Es decir que solo se dispone a votar el 52% prácticamente.

Con estos resultados el CIS hace una estimación de voto del 32,1% (dos puntos a la baja) para el PP y para el PSOE del 26,6% (prácticamente igual). Dice que IU se estanca y que sube UPyD.

He buscado, como siempre que necesito información de un maestro, al catedrático Fermín Bouza para saber qué opina sobre la intención directa y la estimación. Lo que dice es que se suele hacer “estimación”, atendiendo al recuerdo del voto real de los últimos comicios. Los movimientos de votantes suelen ser muy lentos. Bouza cree que tanto esas elecciones que fueron bastante dramáticas por la situación que vivíamos como el desarrollo posterior de los acontecimientos cambian las circunstancias. Y lo que no sabemos es cómo. El dice que deben andar ambos partidos por el 30%. Con su permiso, yo lo dudo.

Ahora bien, lo que resulta patético es escuchar a representantes de los dos partidos más grandes decir que si tienen una décima más o la tienen menos, que si se ha cocinado a su favor o en contra. O las sempiternas portadas e informaciones sesgadas de ABC. O cualquiera de los representantes de la caverna mediática. En el 24h de TVE -donde solía ver excelentes diseñadores gráficos que jamás cometerían esta chapuza por su voluntad- plantaron esta gráfica que usuarios han elaborado con exactitud.

votococinado

Lo terrible es cómo se encuentra la sociedad española.

Resumamos. Apenas piensa votar la mitad.  Viven un presente muy negro y ven el futuro con los mismos tintes. Está creciendo la preocupación por los servicios básicos que se creían consolidados. Como la sanidad. Empiezan a entender que la corrupción pasa factura a la sociedad completa. Y han advertido que desde que manda el PP se ha desparramado.

Hace falta tener muy poca vergüenza (por utilizar un concepto ético) para seguir en el puesto tan tranquilos cuando en torno al 90% de la ciudadanía no confía un pelo en ti. El caso de Rajoy y Rubalcaba. Cuando los suspensos a ministros y políticos no libran a nadie.

A ver, no se trata de conservar una silla donde poner las posaderas y recibir sueldo y pensión estupenda (muy por encima del resto de los mortales), la política no se entiende sino como servicio a la sociedad.  Y ni un gramo de sensibilidad tienen para seguir a lo suyo como están haciendo. Lo suyo se lo pagamos nosotros.

Los conceptos éticos son para la vida privada, prefiero hablar de justicia cuando lo que está en juego es la sociedad, la organización de una colectividad.  Tendrá que llegar el día el que esta gente y sus corifeos de igual o peor ralea se vean obligados a asumir sus responsabilidad.  Cargarse la política y un país entero habría de tener consecuencias. Seguir así lleva al naufragio.

salveseelquepueda

FMI a los españoles: Cobra menos, paga más, jubílate a pie de tumba y muérete de inmediato

El FMI ha vuelto a echar un jarro de agua fría sobre la pretendida euforia del PP con sus datos económicos –esos que elige parcialmente para ocultar la realidad-. Tras la visita sobre el terreno de “los hombres de negro” el diagnóstico del Fondo Monetario es tétrico: prevé 5 años más hasta la salida de la crisis… y un paro desbordado que estaría en más del 25% al menos hasta 2018.

Sus recetas son profundamente neoliberales: propone rebajar los sueldos un 10% para crear empleo, a través de un gran pacto entre empresarios y sindicatos por el que los trabajadores acepten rebajas de sueldos y los empresarios se comprometan a crear empleo de forma significativa.

Para “motivar” a los empresarios, pide rebajar más las cotizaciones a la Seguridad Social. Y, como el Estado percibiría menos dinero, ha encontrado una solución: subir los impuestos indirectos, medida que afecta a toda la población. El FMI no considera que haya que “motivar” a los ciudadanos. Si encuentran un trabajo con un salario todavía menor del que ya ha dejado la reforma laboral con esa rebaja del 10% se pueden dar por contentos. No importa que tengan que pagar más –todavía más- por todo.

Y es que el FMI dice que, “aunque la reforma laboral de 2012 ha tenido efectos positivos como la caída de salarios en el sector público y grandes empresas, hay otros componentes que han tenido menos éxito» y es preciso «profundizar» en los cambios. Más tajo. Como ejemplo de estar en el buen camino, han puesto la «reforma» de las pensiones que nos cae en Septiembre, pero piden acentuar la poda.

Con todo, ve que ni aún por esas le cuadran las cuentas al gobierno, y por ello propone revisar también el gasto en educación y sanidad y dar otra vuelta de tuerca a la reforma de las pensiones. Es decir, la Biblia neoliberal desde los Consensos de Washington y Bruselas. Cargarse todo lo público.

El FMI prevé que bajará el consumo, pero a eso no le pone remedio. Ni a la contradicción de que difícilmente puede crecer nada –salvo el paro y los cierres empresariales- con semejantes restricciones.

El gobierno andaba hoy de propaganda con sus saneadas cifras de empleo registrado. Lo que ocurre es que el 93% de los contratos han sido temporales y un tercio de ellos, a tiempo parcial, “minijobs” en cobro. Fuera de la estacionalidad, el paro ha subido en 7.591 personas.

Lo grave es que en el proyecto neololiberal de asimilarnos a China, el PP no apuesta como ellos, como los chinos, por la innovación tecnológica. El modelo del PP,según estamos viendo, es precisamente cortar la investigación y basarse en la devaluación de la sociedad, el turismo para extranjeros y…  Eurovegas.

Es cierto que el FMI suele equivocarse en sus pronósticos, pero siempre es a la baja. Es decir, cuando prevé recuperación ésta merma sus porcentajes y sobre todo yerra en las fechas: pone la zanahoria un poco más allá cada vez. Como el gobierno, correligionario del FMI, cuando no anda de publicidad engañosa y asegura, como ayer mismo Rajoy, “Señorías, estamos saliendo de la recesión”. No estamos saliendo, pero además “salimos” más pobres y más fastidiados.

Aún así, según el CIS, el 32,5% de los españoles votarían hoy al PP en lo que llaman «estimación de voto». Cae, lo mismo que el PSOE, y se rasgan las vestiduras los medios por la quiebra del bipartidismo. Es que IU y UPyD suben un poquito, porcentajes absolutamente insuficientes para conseguir el poder.

Ante el escandaloso precio de un producto que necesitaba comprar, le he comentado a la farmacéutica -amiga- lo del FMI. Me ha respondido: Rosa, mejor no pensar. En estas creo que es absolutamente imprescindible volver a leer «La sociedad percebe tiene a su líder en La Moncloa«. Incluso Salmones contra percebes. Yo le he respondido: con «no pensar», cada día estamos peor ¿no? Creo que le he dado la tarde. Un ratito al menos.  A mí me la dan los del no pensar y hay que aguantar, el gobierno, el FMI y ese futuro que se prevé tan negro. Y, desde luego, no es por mi culpa, ni por la de muchos de vosotros.

Por cierto, el deseo del FMI para nosotros es recíproco.

*He cambiado el título por un comentario de @Kamchatka_H. Al menos, aún hay gente ingeniosa.

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