¿Por qué no se puede incomodar con impuestos a los ricos españoles?

Pregunta Ignacio Escolar ¿Por qué los recortes sociales de Zapatero son para junio y las subidas de impuestos a los más ricos serán «en su momento”?

Elena Salgado declaró que si subía las tasas a las SICAV se irían de España. «El capital viaja a la velocidad de la luz«, declaró en concreto. Y en ésa idea sigue hoy mismo. Pero de hecho se han ido ya, como sucede en todos los países desarrollados, en busca de mano de obra “barata”, es decir, explotada.

 Puestos a reflexionar qué nos supondría su partida, vemos que fuera no mueren por el sello español. Se han trabajado a fondo que así sea. Sólo un centenar de empresas españolas son reconocidas internacionalmente. Las principales: Inditex, Telefónica, los Bancos y los Clubes deportivos. Nuestras estrellas económicas representan un 2% de las marcas mundiales. Sólo hay tres entre las 100 grandes compañías del orbe. La primera que aparecía en la lista Forbes de empresas 2008 -no encuentro la de 2010, quizás no la hagan ya-, es el Banco de Santander, que figuraba en el puesto número 58. Telefónica estaba en el 76 y Repsol YPF, en el 92. Puede que nos les convenga demasiado competir en el mercado internacional, sin las prebendas de las que gozan aquí.

Siempre son los mismos y el año pasado, el de la crisis,  incrementaron su patrimonio -como siempre- sobre el anterior. El único rico de solemnidad como individuo es Amancio Ortega (Inditex) eso sí en el puesto 9. Hay que llegar hasta el 400 para encontrar al grueso de los demás. Florentino Pérez con todo su esfuerzo está en el 536. Y para bucear por el resto de los Billioners de todo el mundo y sus ganancias, aquí el enlace en inglés.

 Pero veamos,  la mayoría de nuestros millonarios lo son por sus inversiones en el mercado de valores, luego tampoco dan trabajo, salvo ¿a los corredores de bolsa? Los importantes suelen ser de otros países.  Inditex fabrica fuera de España. Luego aquí emplea básicamente a dependientas. Telefónica también tiene operadoras «deslocalizadas» en países latinoamericanos. Están los técnicos, a ésos parece que dan trabajo. Los bancos a personal de gestión. ¿Y los clubes de fútbol? A los jugadores, entrenadores y equipo técnico, a los que cuidan el campo y a los vendedores de camisetas y de entradas. Vamos, nada que ver con Altos Hornos de Vizcaya o los Astilleros de Vigo, que ya no convienen a los nuevos tiempos. Ahora no se fabrica, no se da trabajo y riqueza a la zona, se juega en el casino.

  Dejan dinero, eso sí, en los comercios de lujo, siempre que no vayan a comprar a Roma o Nueva York.  En los restaurantes idem. En los clubs de golf e hípicos selectos. ¿Los fabricantes de yates?  Quizás -es una sugerencia- podríamos pasar sin ellos y reciclar a los afectados por su marcha.

  ¿Por qué no se puede incomodar a los ricos españoles? No veo otra explicación que por miopía intensa. Y, quizás, por seguir un modelo y un mito, sin analizar la realidad.

Actualización: gracias al primer comentario recuerdo que «los partidos obtienen el 70% de sus recursos de la banca«. Claro que, hace unos días, escuché a Carlos Elordi (Cadena SER) decir que pagan los créditos que reciben del BCE al 1% y lo prestan al Estado español al 4% ó 5%. Me sigo quedando con la miopía, por no insultar, vamos.

¿Nadie se cuestiona «El sistema»?

Eneko en "20 minutos"

A la vista de las portadas, editoriales y debates de hoy, ha llegado el Apocalipsis. No es para menos: más de cuatro millones de parados, se miren en el cómputo que se miren. Especialmente significativa es “La España insostenible” con la que titula a toda página El Mundo. Ahí se dice bien claro –entre todas las alarmantes cifras económicas-: “Ya sólo hay 17,5 millones de cotizantes, los mismos que hace 5 años”. Es decir, que Zapatero ha visto comerse todo el empleo que se creó en su mandato, para volver exactamente  adonde empezó, adonde dejó la ocupación el PP -caso de ser los gobiernos y no los empresarios quienes en el libre mercado facilitan trabajo-.

La dramatización de la realidad con la que El Mundo trata este dato no puede ocultar sin embargo los palos de ciego dados últimamente por nuestro gobierno. Herido y acosado, se dispone a plegarse a las exigencias del “mercado”, de “el sistema”: no sólo disminuir las pensiones, sino afrontar la eufemísticamente llamada “reforma laboral”, para adaptarse a lo que le pide el capitalismo.

El FMI –ése sólido pilar democrático que ha hundido con sus consejos ultraliberales las economías más pobres- afirma que España habrá de bajar sus salarios. Ayer, en “La ventana” de la SER –no sé en Intereconomía porque ni la veo ni la escucho- dos expertos economistas, se preguntaban, muy sueltos, y sin atisbos de duda o réplica, que ¿hasta cuánto? “Los trabajadores marroquíes siempre serán más baratos que los españoles”. Pues ni les cuento en China, Taiwan o Corea, que puedes tenerlos en el tajo 12 horas por 50 euros y 6 días semanales. Argumentan como explicación la baja productividad española que –además de no ser tan flagrante como dicen- parece ser no compete en absoluto a quienes organizan y dirigen las empresas, sino a que los españoles de  a pie somos muy vagos.  Esos empresarios honestos y preparados que tienen a Díaz Ferrán como presidente, son modélicos.

  Otro organismo internacional, de profundo contenido social, la OCDE, aplaude la idea de prolongar la edad de jubilación, y va más allá: debemos hacernos seguros PRIVADOS de pensiones.

¿Estamos hablando del mismo país, España, donde las grandes fortunas españolas han ganado en 2009 un 27% más que el año anterior (6.800 millones de euros en 12 meses y parece que no son más de 300)? ¿El mismo donde el conjunto de empresas que cotizan en el IBEX lideraron las ganancias de Europa con un 30% de subida? ¿Aquél en el que las SICAV cotizan un 1% de impuestos? ¿El que también lidera la economía sumergida europea? ¿El de la corrupción endémica? Todo ello es intocable, e incuestionable, e innombrable, el problema son los trabajadores peor pagados de la antigua Europa y Zapatero.

¿Nadie se cuestiona el sistema? El que rige en el mundo, el de los 4.000 millones de personas –la mayoría de la población- que se mueren de hambre, y para los que no parece existir la libertad que esgrime el capitalismo para existir. El que inyecta dinero a los bancos para que todo siga igual. El que pide a un presidente noqueado que haga pagar el coste de la crisis a los trabajadores, a la población en general, como hacen todos los demás países. Para que todo siga igual. ¿Hasta cuándo? El sistema no puede ser más egoísta, injusto y desequilibrado, pero giramos en una rueda de molino en la que ya solo vemos las hojas del rábano. Tranquilos, que hay más, a partir de ya vamos a tener fútbol todos los días, sí, de lunes a domingo. ¿Qué mal, que paro, se resiste a un gol de Cristiano Ronaldo, el bien pagado?

Manel Fontdevila, en Público

  Por cierto, hace 2 meses me hice la misma pregunta y, lejos de mejorar la perspectiva, ha empeorado.

Actualización 4/3/2010

El Banco de Santander ha obtenido en 2009 «los mejores resultados de su historia«. Casi 9.000 millones de euros e importantes cifras de conjunto.

Zapatero, entre puñales y lanzas

La UE recela de Zapatero, nos cuenta La Vanguardia en un artículo recopilación de lo que dicen varios medios extranjeros, no sólo europeos. Los foráneos que se sienten superiores a nosotros, siempre han recelado de España. Les divierten nuestras gracietas, venir a tomar el sol y beber vino, pero si se trata de jugar en serio, nos infravaloran. Insisto en el mito autoengullido de nuestro prestigio internacional: no lo hemos perdido, nunca lo tuvimos. Si acaso en los tiempos de los salvajes imperios, cuyos titulares –todos- harían mejor callando. Añadamos la filiación ideológica de la mayoría de los periódicos que “recelan” de Zapatero, con el Financial Times o el liberal The Economist. Es lógico que la Europa azul no simpatice con Zapatero, y engulla sin empacho a Berlusconi.

Fue recibido con expectación sin embargo. Las desnortadas izquierdas italiana y francesa, veían en él una esperanza. Incluso, Time en septiembre del 2004 le dedicó portada: «Spain’s new man» –como recuerda La Vanguardia- y Newsweek en abril del 2006: «Making socialism work».

Eran tiempos de bonanza económica. Reales. Llegamos a crecer un 4,1% en el primer trimestre de 2007, y en la primera legislatura de Zapatero se crearon 3 millones de empleos. The Economist entonces, no tenía más remedio que admitirlo, y nos llamaba la “estrella euro” –parece que nadie está libre de las frivolidades del instante, unas y otras-. Los países del Este incorporados a la UE querían imitar el “modelo español”. Y todo lo que afirmo está documentado.

Parece inútil ya insistir en que nuestro crecimiento se asentaba en la burbuja inmobiliaria –que Zapatero no creó en absoluto pero tampoco abordó que no es igual culpa-, en el escaso tejido industrial and so on, que dirían los ingleses. Tampoco parece escuchar nadie que cada crisis del idílico sistema capitalista supone el mismo enriquecimiento o superior de los empresarios y banqueros, y cada vez menor creación de empleo y mayor merma del poder adquisitivo. Lo explicó muy bien hace unos días Viçens Navarro, otro predicador en el desierto. Que es el sistema lo que falla y que no tiene solución alguna porque nadie osa afrontarlo y porque esas cabezas que nos rigen desde despachos privados –y que cabrían todos en un banquete-, no piensan tolerarlo porque a ellos les va muy bien. ¿Podía haberlo hecho Zapatero con minoría parlamentaria, andando entre zancadillas y campos de minas, y con 17 gobiernos más de las comunidades autónomas?

2009 ha sido el año de la crisis, comentábamos en otro post. La mayoría de los españoles somos más pobres y más austeros, y cuatro millones de personas se encuentran sin empleo. En el mismo período, las grandes fortunas españolas han obtenido un 27% más de beneficio que el año anterior, lo que en su rico estatus vital supone 6.800 millones de euros, repito: 6.800 millones de euros. En 12 meses. No queda ahí la cosa: el conjunto de empresas que cotizan en el IBEX cierra con un 30% de subida y lidera las ganancias de Europa. El Banco Santander un 76%, BBVA 55%. El 2008 había sido el peor año de su historia, pero nunca perdieron, solamente dejaron de incrementar aparatosamente sus beneficios. Y, añado, las SICAV –de donde sacan su sustento estos señores y señoras-, muertas de risa pagando un 1% de impuestos. La ministra de economía dijo que no se las podía tocar porque se irían fuera. Como fuera se van los empresarios ingleses ante la subida de impuestos, y, sin que nadie les suba nada, buena parte de las grandes firmas y empresas que quieren ganar más explotando a los trabajadores del Tercer Mundo.

Mariano Rajoy concede hoy entrevista a El Mundo. Se ve en la Moncloa. Nadie lo hubiera pronosticado, pero así lo vemos todos ya. Tampoco habla inglés y cuando enjuicia Europa -como hizo en Informe Semanal- lo hace con la pobreza intelectual de un poco avisado  jugador de tute de un casino provinciano. “Cuando gobierne bajará el paro” ¿Cómo?, por fin avanza algo: “Apoyo un contrato con menor indemnización siempre que se vincule a más estabilidad”. A esto los clásicos lo llamaban “la cuadratura del círculo”, porque esta admitiendo ya que apoyará abaratar el despido, de los trabajadores peor pagados de la EU de los 15, salvo Grecia y Portugal. “Recortar el gasto requiere coraje, valentía. Yo estaría dispuesto a congelar el sueldo a los funcionarios para deducir el déficit”. Tres apuntes: Con el PP los funcionarios siempre han visto congelado su sueldo. Entre ellos están todos los médicos y enfermeras de la sanidad española, por poner un ejemplo, no sólo los ocupantes de mesa que obstruyen nuestras demandas en la administración. España tiene el gasto social más bajo de la UE –a excepción de algunos países del Este, y Grecia (Portugal nos ha superado ya)-. Zapatero se ha empeñado en mantenerlo al menos, contra viento y marea, y se ha negado hasta ahora a abaratar el despido y bajar los sueldos.

Habas contadas en un gran fiasco mundial y en una España ciega que no parece unir las palabras del PP con el despilfarro de sus ayuntamientos y autonomías. Con las privatizaciones a la contra del tiempo futuro –hoy aún la nomenclatura capitalista se atrinchera en el poder, pero caerá, como caen todas-. A ellos, y también a los socialistas, les son imputables desde luego los agujeros del presupuesto, consecuente a una falta de rigor y planificación.

Entre los puñales, rompo pues estas lanzas de verdad a favor de Zapatero. Pero lo pone muy difícil. Aznar entregó a sus amigos las gallinas de oro de las grandes empresas públicas que privatizó por un plato de lentejas para las arcas públicas, Zapatero ha organizado el fiasco de la comunicación guiado por sus afectos. Para dejar al final el patio como estaba: Antena 3, Telecinco y una TVE menguada, porque veremos si sus competidores se aprestan a financiar esta maravilla que tanto nos gusta de televisión sin anuncios.

Pero hay más. Zapatero se contraprograma. Sólo a él se le puede ocurrir tapar el inicio de la presidencia española de la UE, con el emplasto de la Ley Sinde que no tiene recorrido legal por su incongruencia, para dar satisfacción a un puñado de adictos trasnochados. Y levantar contra él a quienes le apoyaban, y, lo que es peor, al futuro que pasa por formas de comunicación imparables entre la sociedad, ese ente que les sustenta. A Zapatero y a todos los demás.

La sociedad, educada en la ignorancia y la frivolidad, terminará por abrir los ojos, sobre todo cuando se empobrezca definitivamente y cuando, por ello, empiece a prestar atención a otro mundo que, informado, abre nuevos caminos. Es suicida situarlo también enfrente y de uñas.

Yo también quiero mi SICAV

CAMISETAsicav 

  Son un selecto club de poco más de tres mil personas. Y reúnen un capital de casi 25.000 millones euros. Con diversos accionistas que amplían los beneficiarios hasta unos 400.000, atesoran ellos solos un capital mobiliario similar al que disponen los 17 millones de hogares que existen en España, según la última EPA. El trimestre pasado, en plena crisis, con esos cuatro millones y pico de parados que nos agobian, han logrado un 8% más de beneficios. Pero en lugar de tributar al 30% -como buena parte de los españoles- o al 18% ahora, y al 21%  cuando se aplique la subida a las rentas del capital, lo hacen al 1%. En los últimos cinco años han ganado  8.000 millones de euros y han pagado 56 de impuestos.  Son los dueños de las SICAV,  sociedades de inversión de capital variable -variable siempre hacia arriba-.

   El País nos desvela hoy que, además, han inventado unos pequeños trucos que todavía les permiten tributar menos: reducen el capital.  

   “La reducción de capital obliga a tributar sólo por el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, modalidad operaciones societarias, a un tipo que oscila entre el 0,5% y el 1%, dependiendo de la comunidad autónoma en la que están inscritas. Si el accionista de una Sicav, en lugar de rescatar su dinero a través de una reducción de capital con devolución de aportaciones lo hiciera mediante la liquidación de la sociedad, el cobro de dividendos o la venta en el mercado de sus acciones tendría que afrontar una tributación por las plusvalías que esta operación acarrease del 18% actualmente y de hasta el 21% cuando entren en vigor los cambios fiscales sobre el ahorro anunciados”, explica el periodista David Fernández. Y pone el ejemplo de Amancio Ortega, el hombre más rico de España, privilegiado socio de la lista Forbes de multimillonarios, que quita de aquí, pone allá, para pagar menos. Como todos, sólo que hablamos de cantidades astronómicas y de estrategias muy elaboradas.

  A los accionistas de SICAV los gobiernos los tratan muy bien, porque temen que –aunque son muy patriotas y muy españoles la mayoría de ellos- se vayan con el dinero a otro país. Ya manufacturan sus productos algunos de ellos en paraísos del incivismo laboral, pero es que podrían llevarse las cuentas corrientes de los bancos y la titularidad de sus empresas. Y por ahí no podemos pasar.

   Así que «yo también quiero mi SICAV». Los atropellos sufridos me están haciendo sentar la cabeza, y voy a ver de aminorar estos molestos prejuicios éticos que me aquejan. Quiero llevar una melena jugosa alimentada con ricos productos -dado mi sexo, porque calva y bajita es más difícil-, comer a diario en Horcher o similares, salir en los periódicos –poco, siempre venerada y elegante-, viajar, ir a fiestas, y figurar en las listas de Forbes que me aportaría un círculo internacional, cosmoplita, y muy selecto. Quiero, sobre todo, que no me atraque Hacienda. Y que me respete, que una tiene su corazoncito.

  Varios amigos habéis pedido también vuestra SICAV, con todo el derecho, en los post en los que he aludido al tema. De hecho, la frase con la que hoy titulo, la sintetizó Viator, con el que, honestamente, repartiré beneficios. Así que Davalon ha elaborado la camiseta que os presento. Muy «casual», con estilo. Busquemos una fábrica en Taiwan o China que nos la fabrique en serie y cantidades industriales. Salgamos a la calle con ella. Vayamos a las agencias tributarias con ella, a todos los organismos oficiales. Usémosla los miembros de los 17 millones de hogares que apenas llegamos a reunir el capital de los dueños de las actuales SICAV españolas. Todos sin pagar. Que se construyan solas las carreteras, la sanidad, la educación, la cultura, que funcione aún menos esa molesta justicia.  Y que nadie nos copie la idea que le meto un pleito de campanillas, contratando los mejores despachos de abogados que pronto ya podré pagar. Derechos reservados.  Liberalismo.  Anarquía multimillonaria. SICAVs. Y es que como me enfade –aún más- me voy de este país. Aviso.

España, retrato en caspa y fango

Velada de masoquismo indolente. “Cuéntame” vuelve a ser la parodia infantil de sus orígenes. En los inverosímiles currículos de sus protagonistas – que han cubierto casi todas las profesiones, ideologias y actitudes-, Alcántara padre se apunta a reconstruir España desde ¡la democracia cristiana! en UCD para vendernos, otra vez, el pernicioso cuento de la idílica transición. Luego salió la España de charanga y pandereta en un documental que se había iniciado con tino la semana pasada y que se volcó ésta en el espectaculo trivial. Pero allí estaba ese pueblo español de base. que emerge en caspa a la superficie ocultando el resto, el que habla a gritos, no sabe articular -ni mucho menos modular-, las palabras, presume de su ignorancia y que engulle lo que le echen sin cuestionarlo, carne de manipulación. El typical spanish es una definición. Absolutamente consecuente consigo misma, con una mayoría.

Cada día parece degradarse. Mi querido Javier Pérez de Albéniz traduce hoy a “martasdelcastillo” los huesos perdidos del poeta Federico García Lorca que podría extrapolarse a todos los masacrados por el franquismo. ¿Qué diría la sociedad si se tratara a los restos de la joven sevillana como a aquellos? Una lúcida comparación, muy gráfica.

Soliviantados unos pocos por lo que está aconteciendo, también otro admirado amigo, Ignacio Escolar, habla hoy de esta España de “putas, toros, curas y militares”. España actual, aunque lluevan desarrollos.

El vistazo matutino a los medios, en efecto, no puede ser más demoledor. Del lado que se tome:

PSOE Y PP se unen para rechazar en el Congreso una regulación de la prostitución y prohibir los anuncios que la publicitan, esos con los que hipócritamente palian pérdidas los periódicos.

También rechazaron acabar con las fiestas populares donde se maltrata a los animales, salvajes orgías de sangre que divierten al personal y que constituyen casi las únicas noticias que los medios internacionales recogen de nuestro país. Desde los Sanfermines a la tomatina de Bunyol con plasma rojo artificial. Así se nos conoce fuera, es nuestra carta credencial.

Los dos partidos mayoritarios -PP votando en contra y PSOE absteniéndose- se unieron igualmente para no reprobar al Papa por su afirmación de que el uso del condón aumenta los problemas del SIDA. Lo dijo en África, un continente donde la mujer no tiene voz frente al uso que de ella hace el varón. Y pare hijos sin cesar, como, por cierto, hacen todos los países atrasados, incluída la España de hace medio siglo.  La Iglesia ha bramado de nuevo, sólo porque se haya planteado la reprobración.

Un juez archiva el caso del llamado “Matagatos” del PP, un joven de nuevas generaciones y entonces candidato al ayuntamiento de Talavera de la Reina, que mostró sonriente en un espeluznante vídeo gatos muertos por su mano y algunos amigos. El juez considera que fue fruto de una cacería sin ensañamiento.

 De mucha mayor trascendencia, otro Juez, De la Rúa, en Valencia, hace oídos sordos a un demoledor informe policial sobre la trama corrupta del PP en la Comunidad. Costas dice que todo, ¿incluídas estas conversaciones, (intervenidas por orden judicial) con su inconfundible voz?, es un montaje y, además, del ministerio del Interior.

 Luís Díez, entretanto, nos cuenta el interesante trabajo de nuestros políticos, ocupados en ¡la cría del caracol! Es en serio, lo he comprado, lógicamente. Por una elemental regla de tres, el tiempo y medios empleados en este asunto, no se han utilizado en otros.

 Las grandes fortunas españolas, acogidas amorosamente en las SICAV, han ganado en un sólo trimestre (de destrucción de empleo) un 8% respecto al anterior. Imagino que inmersos en el desánimo general, tampoco estarán contentos, porque solían obtener no menos de un 30% más de beneficios en cada evaluación anual. Aunque, bien mirado, no andan muy lejos, de seguir así sería el 24% en 2009.

   Mientras España pone obstáculos a la entrada de veraneantes que «sospechosamente» no quieren alojarse en un hotel sino en casa de amigos, como contaba ayer, nos hemos convertido en el paraíso de las mafias de todo signo. Esos entran, se asienta, y trafican sin problemas. Y, gracias a ello, y a todo lo que antecede, hay algo en lo que no estamos «a la cola de Europa», sino en cabeza: el consumo de cocaína.

  En mi post de ayer, algún comentario aseguró que lo que contaba «era un cuento chino», cuando le basta ir a una comisaría de policía, preguntarlo, y llevarse los impresos con los requisitos.  En un comentario de meneame respecto a la noticia relacionada de un niño boliviano de 7 años retenido en Barajas por no llevar la carta de invitación cuando sus padres tienen residencia legal en España, otro cabestro dice: «Y por qué coño no retenieron a los 3?!», con un par.

  El chiste de Peridis hoy, finalmente, nos muestra a Zapatero hablando en la ONU y pensando «de buena gana me quedaba a vivir aquí arriba».

 Esta España, sin terminar, mal organizada hasta el bochorno -además de todo lo visto a diario-, nos espeluzna a muchos, menos de los necesarios para cambiarla. Ciertamente, la civilizada Alemania se dispone a dar un severo corrector a los partidos tradicionales como muestra del disgusto de la población. Las críticas a Obama en EEUU no pueden ser más severas por parte de quien se resiste a sus innovaciones esenciales. No vivimos en el mejor de los mundos, pero hay grados y grados. La España de caspa y fango consentidos y alentados, queda malparada en la comparación. Y además la tenemos más cerca, es la nuestra.

   Hace un día maravilloso en Madrid y he estado escuchando esto mientras escribía. A pesar de todo, hoy puede ser un gran día:

   Joan Manuel Serrat – Hoy puede ser un gran día

Precisiones sobre impuestos y clases «medias»

 La pretensión del Gobierno de subir los impuestos a las rentas más altas, ha provocado una gran convulsión social, a pesar de que la falta de apoyos parlamentarios, pone altamente en cuestión que pueda ser aprobada. PP y adláteres aseguran que afectará a las clases medias ¿60.000 euros anuales es un sueldo de clase «media»? Pues de los innumerables e indignados comentarios de particulares, cabe deducir que en España hay muchas personas que sí ingresan cada año 60.000 euros –que sería el baremo sobre el que se aplicaría la reforma-. Médicos, titulados universitarios de toda condición, no ganan 60.000 euros al año, al menos en nómina. La segunda gran objeción es que los ricos no pagan y, de ello, algunos deducen que es mejor dejar las cosas como están.

Primera cuestión: se estima que la economía sumergida en España supone un 23% del PIB (Producto Interior Bruto), unos 208.000 millones de euros. Esta cifra duplica prácticamente la media de la UE, engrosada con nosotros. Nuestra fama de corruptos se extiende por el mundo entero.

Hay más. Recuerdo uno de tantos taxistas que despotrican del Gobierno socialista pero no reparan en contar su vida y sus trapicheos sin ningún pudor. Éste nos dijo a mi hijo y a mí, que tenía dos taxis y que el otro lo llevaba su hijo que “afortunadamente también cobraba el paro”. Conozco muchos más casos. Añadió el taxista que tenía piso propio, desde luego, y que la pécora de su mujer se había empeñado en pedir una hipoteca para una segunda vivienda.

El país de los invisibles billetes de 500 euros. Aquí circulan más de la cuarta parte de los billetes de 500 euros de toda la zona europea que los utiliza, casi el 70% del dinero en papel en España (actualmente) es en ese formato. Hay para pagar a negros, con dinero negro, negras ruinas inmobiliarias que han endeudado hasta el cuello a los españoles. El país donde se contrata minusválidos psíquicos y no se les paga –mi sobrino con síndrome de Down, por ejemplo, y varios de sus amigos-.

“¿Lo quiere Vd. con factura?… No habrá un español que no haya escuchado esa pregunta. La reparación del coche, el electrodoméstico, la pintura del piso, el cambio de las cañerías, hasta el abogado. Sin factura no te cobran el IVA y te ahorras un dinerillo que luego puede salir muy caro: no puedes demostrar el trabajo que te han hecho si no es satisfactorio. Y él no lo declara.

¿Qué pensar de un colegio concertado que infla el número y horas lectivas de los profesores y el de los alumnos para cobrar más subvenciones? Lo hizo el San Isidoro de Granada, y se le multó por ello. Pero, en un país serio, los padres hubieran retirado a sus hijos de un centro sin ética ¿Qué les van a enseñar a sus criaturas? Cómo prosperar en España, sin duda.

Ésta es nuestra realidad. Y a ella se aferran quienes se consideran clase media, por encima de los «mileuristas» (11 millones de personas según Técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda (Gestha), el 58% de la población) y siempre que éstos no defrauden también y trabajen bajo mano.

Porque parece que el español se siente rico, o clase «media», por atesorar un piso hipotecado, un coche pagado a plazos, o disfrutando de vacaciones gracias también a créditos. El sistema les ha amarrado y defienden a su verdugo. Su rapiña (o/y su ignorancia) les engaña: apenas tienen nada en las manos sino deudas.

Pero la clave está en los ricos de verdad. Insisto en lo de ayer: el 86% de las rentas superiores a diez millones de euros (bastante más de 60.000)  no cumplen sus obligaciones fiscales, ni declaraban tampoco el Patrimonio. Datos también de GESTHA.

El periodista Ignacio Escolar lo resumía a la perfección:

“En España los impuestos son progresivos. Un empleado paga hasta el 43% de sus ingresos. Un empresario paga el 30% de sus beneficios (que no ingresos). Y los ricos muy ricos pagan el 1% a través de una SICAV (Sociedad de Inversión de Capital Variable). En 2005, después de que algunos inspectores de Hacienda fisgasen en las SICAV, donde guardan sus dineros las grandes fortunas, el Congreso votó de emergencia y casi por unanimidad que fuese la CNMV, y no la molesta Hacienda, quien las vigilase (es un decir). En España los impuestos son progresivos: cuanto más tienes, menos pagas. Y así progresivamente”. Hoy insiste al preguntarse:» ¿Acaso lo del 1% de las Sicav bajó del monte Sinaí escrito en las tablas de la ley y por eso no se puede tocar

Admito que causa profundo desasosiego el gubernamental ahora doy 400 arbitrarios euros, ahora los quito, ahora los doy a unos sí y a otros no. Y lo mismo con los 2.500 de los cheques bebé. España precisa una profunda reforma fiscal que un gobierno socialista debería afrontar al modo europeo, escandinavo sobre todo –gestionado ahora sin complejos por la derecha liberal-. Y las primeras medidas son que paguen más quienes más tienen, pero de verdad. Empezando por la reforma de la tributación de las SICAV. Este punto es esencial, y el único que puede dar credibilidad al Gobierno en esta materia. El PP -a la vista de sus declaraciones- jamás lo hará.

Y, si todas las clases “medias” que roban y defraudan, quieren trasladar sus vidas, sueldos y negocios a otros países, estaremos encantados. No creo que les acojan más que en repúblicas bananeras, pero nosotros podremos comenzar a construir una España ética. La tarea aguarda desde hace siglos.

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