A esta España le revientan las costuras

Nuestro ánimo, el de los ciudadanos decentes, va estos días como un acordeón. Y no porque seamos emocionalmente inestables. De repente,  el sistema que venía avisando de graves desajustes, se ha abierto en canal por varios frentes esenciales. Lo ocurrido va más allá, con ser mucho, del máster de Cifuentes o del ridículo internacional en la persecución del Procés catalán.  La mugre que ha quedado al aire intoxica.

Todo lo aflorado en este par de semanas trepidantes nos ha situado ante una realidad insoportable que sin embargo se ha sedimentado. La cultura de la apariencia, el gusto por la farsa, la trampa y la mentira. El uso particular de lo público. La cadena de favores y temores clientelares. La amenaza como defensa. La existencia de una tupida red. Lo que Cifuentes ha hecho no es otra cosa que aplicar el protocolo habitual en el PP, con Rajoy de máximo oficiante. Negar hasta las más palmarias evidencias y lanzar acusaciones como maniobra de disuasión. Sembrar la duda por ver si todavía quedan votantes que crean en los cuentos de hadas. Que los hay. Y ahí permanecen aunque las letrinas desbordadas les lleguen a la boca. El modus operandi se aplica con eficiencia en toda eventualidad.

El caso Cifuentes es paradigmático. Durante unos días, desde el 21 de Marzo, fuimos leyendo en eldiarioes un cúmulo de informaciones de estrepitoso escándalo que partían de una bomba para las personas decentes, para los miles de ciudadanos que se esfuerzan en cumplir la legalidad: Cristina Cifuentes obtuvo su título de máster en una universidad pública con notas falsificadas.

Sigue una primera comparecencia exculpatoria de la Rey Juan Carlos. Los vínculos y puestos obtenidos por participantes en el caso. El instituto que opera con fondos públicos y lucro privado dentro de la universidad. Los trasiegos de la amiga cambiando notas con una habilidad mágica. Las presiones buscando coartadas. Las firmas falsas en el tribunal. Las continuas mentiras de Cifuentes.

La comparecencia de toda una presidenta de la Comunidad de Madrid en la Asamblea que le pide cuentas helaba la sangre. Empecinada en la negación, con  tono alto y chirriante, plena de arrogancia, esparciendo basura y amenazas, querellas con petición de cárcel a los periodistas Ignacio Escolar y Raquel Ejerique por informar. Sonriendo, despreciando, y dando muestras de la certeza de sus apoyos. Es evidente que no ha actuado sola. Ninguno de ellos lo hace. Y que no está sola aún. Hasta este momento al menos. Ya llegará el «esa persona de la que usted me habla» y, con suerte, una buena colocación en el organigrama.

Argumentan los portavoces de Podemos y el PSOE, regurgita a Cifuentes el del PP, y llega Ignacio Aguado de Ciudadanos y anuncia: “Hablaré con PSOE  y Podemos para que esta misma tarde… Pongamos en marcha una comisión de investigación”. ¡Una comisión de investigación!  La sensación de impotencia, de tristeza, invadió a muchos ciudadanos.  Se convirtió en tema de conversación hasta con desconocidos. Y ahí se mantienen: Ciudadanos no ha cambiado su negativa a secundar la moción de censura que ha presentado el PSOE y apoya Podemos.

No hay acta, no hay constancia de la presentación del trabajo. El director del presunto máster echa la culpa al Rector. Porque reconoce haber “reconstruido una hipotética acta”. De la nada, con firmas falsas, ante las informaciones de eldiario.es. En tres horas para tapar el chanchullo. Se consensuó la fecha a alegar y hasta la ropa que supuestamente usó Cifuentes. Entramos en terreno delictivo. La Universidad ha llevado el caso a la Fiscalía. Es insultante que siga estando en el cargo y que la apoye su partido –todavía-  y Ciudadanos.

El problema es cuántos títulos más están falsificados. El de Javier Maroto, vicesecretario del PP, tampoco era cierto aunque figuraba en la web de su partido.  Lo dijo él. Y lo que implica. Buscar el título y no el conocimiento casi es lo de menos, si pensamos en que esta gente tiene a su cargo desde la sanidad y la educación a todas las cuentas públicas, con ese talante. No debemos olvidarlo. Es origen y consecuencia.

Y siguen los fiascos, ya con gran proyección internacional. La gestión del Procés ha sido una chapuza de dimensiones cósmicas. Y por más que voces sensatas les avisaron, persisten acrecentando el ridículo. De alguna manera, comparte en muchos puntos el esquema habitual de esa red, y añade alguno más de extrema gravedad.

En lugar de buscar cauces a sentimientos que no nacieron ayer, ni mucho menos con Puigdemont, se ha buscado la máxima confrontación por intereses políticos destinados a lograr réditos electorales. Se ha usado la fuerza. Se ha exacerbado al máximo la manipulación de instintos primarios en una parte de la sociedad muy proclive a ello. La bandera del  “a por ellos” cubrió muchos huecos existenciales en atávicas necesidades de pertenencia. Más simbólica que con contenidos, más en la vuelta a una idea ultraconservadora de España. Una estrategia en la que ha participado Ciudadanos con tanto o más ahínco que el PP. Y con mayor beneficio.

Y como colofón y por encima de todo, el papel de la justicia española con arriesgadas atribuciones de delitos que ha tumbado la europea.

La Audiencia de Schleswig -Holstein, el land alemán donde se detuvo a Carles Puigdemont, le ha puesto en libertad y rechaza que exista delito de rebelión en su caso. Por lo que, en una eventual extradición a España, no podría ser juzgado ya por este supuesto. Sí contempla la malversación de fondos públicos, negada por Montoro. “Unos mismos hechos no pueden ser delictivos en un país y no en otro dentro del ámbito de la Unión Europea”, dice su abogado Gonzalo Boye. Pero España está entrando en la tentación de enquistarse en el error. Anuncian que Lamela anda pensando en recurrir al Tribunal de la UE.

Tengamos en cuenta que la justicia belga ha dejado en libertad sin fianza a los exconsejeros Toni Comín, Lluis Puig y Meritxell Serret. Y ha abierto diligencias por el geolocalizador que Interior puso en el coche de Puigdemont.  Y que se decidió actuar en Alemania y no en Finlandia, Suecia o Noruega, a  ver si les iba mejor. Estos atajos españoles tan toscos. Que Escocia ha amparado a Clara Ponsatí. Y que el Ministro de Justicia suizo, según VilaWeb, habría dicho: « Falciani no será moneda de cambio por Rovira«. El Ministerio del Interior, en otra jugada errática, reactivó este jueves una vieja o rden de detención contra Hervé Falciani reclamado por Suiza y sus bancos, que ha venido colaborando con el Gobierno en la persecución del fraude fiscal.

ABC, con una portada en la que osa acusar a la justicia europea de “dar aire al golpismo”,  incluye declaraciones de asociaciones de magistrados. Muy ofendidos, reivindican el derecho a tener una justicia «a la española», diferente a la universal. Uno de ellos dice que «No cumplir una euroorden implica no reconocer la soberanía de un Estado». La soberanía ha de ajustarse a derecho.  En los medios, la gradación de insultos, ha llegado a su cenit con el inefable Losantos que incluso ha sugerido atentados. La policía alemana ha dicho haber tomado nota.

La tesitura es seria. Queda fuera de toda lógica juzgar por rebelión a cargos de inferior rango al President  pero el entramado que rige en España ha demostrado que es capaz de esas cabriolas. Esperemos que no le caiga toda la culpa al ex Mayor Trapero de los Mossos al que acusan hasta de organización criminal.  La cordura que ahora sería necesaria no parece que esté ni se la espere.

No pueden disimular las felonías hasta ese punto. Pero reflexionemos si no será éste nuestro único consuelo porque el desastre que se ha adueñado de nuestro país suele saldarse con cierta impunidad. La red teje su tela como las arañas. Habría que emplearse a fondo para seguir la estela del impulso de justicia que sí se ha producido.

Lo cierto es que nos hallamos en una lucha abismalmente desigual.

 
 

Su España les gusta… ¿Y la europea?

A ellos, les gusta su España. Lástima que se la vengan a arruinar unos cuantos seres erráticos y descarriados. Les atarán corto. Ya lo hacen. Ha habido tropiezos. Nada que no puedan reconducir los medios concertados, tan expertos en el arte del “afinar” que, a menudo, se pasan produciendo más de un ecce homo. Puigdemont se marchó a Bruselas antes de ser conducido a la cárcel como varios miembros de su gobierno. Se pulió más aún la orden de búsqueda y captura con algunos trazos añadidos y, cuando se vio que la Justicia belga iba a darles un disgusto, se retiró la petición.  Entraron en la nueva “figura” jurídica acuñada por Gonzalo Boye: el no prófugo. Si cruza la frontera, el cesado President catalán será detenido pero podría asentarse en Perpignan: España no le persigue en el extranjero. Para redondear el descrédito, el ministro Catalá pidió a Bruselas cambiar las euroórdenes. Le dijeron que no. Y al “corte” comunitario lo cubrió un tupido velo.

 Pedro J. Ramírez, desde el ala ultramontana, el furor y la mano dura, se duele de que España haya hecho el ridículo internacional. Al sector de los permanentemente establecidos podía ponerle voz Ignasi Guardans, antiguo miembro de Convergencia: “Los Jueces belgas ya no tendrán la opción de opinar sobre un Código Penal y una sociedad política que ignoran. Acabó el show. O vuelve solo, o ahí se queda. Aplausos, Juez Llarena”. Tiene un punto: La justicia, universal, depende de “la sociedad política” a no ignorar. Rajoy y su amplia y bien seleccionada corte se aplauden de continuo porque cuanto hacen, lo hacen bien. Y los intelectuales tipo Pérez Reverte en lanzamiento de libro dicen que les da asco todo. Todo lo que no sean ellos. A ellos, en conjunto, les gusta su España. Ellos se gustan.

Se habla de Golpe de Estado. De varios. El españolismo feroz ve Golpe de Estado en Cataluña. Puigdemont y los independentistas hablan de Golpe de Estado hacia Catalunya. Algunos parámetros muy serios se han alterado en toda España a cuenta del conflicto catalán, ¿cómo se le llamaría? Bulle una tunda de Golpes sin sentido. O con demasiada intención.

Su problema es que fuera saben lo que pasa en España. Y obran en consecuencia. En el reparto de cargos internacional no nos cae ni uno. El último gran nombramiento fue el  de Rodrigo Rato como Director Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Ya nos vale. Como para repetir. Dejó plantado el despacho justo antes de desencadenarse “la” crisis. Las críticas a su gestión fueron lacerantes desde dentro del propio organismo. Luego se descubrieron varios presuntos pasteles de corrupción en terreno patrio que aún no ha sentenciado la justicia. Tan rápida para unos asuntos, tan lenta para otros.

Mientras, acaba de ser elegido un portugués como Presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, un prestigioso economista, ex ministro, crítico con la austeridad. Un puesto que De Guindos no consiguió en pugna con  Dijsselbloem.  Portugués es el Secretario General de la ONU Antonio Guterrés. Y el vicepresidencia del BCE, Vítor Constâncio. Otro puesto al que aspira nuestro actual ministro de Economía.  No  son distinciones formales, influye en las políticas. Nunca hemos tenido tan poca representación internacional en puestos claves como con el gobierno de Rajoy. El último miembro español en el BCE fue González Páramo y acabó en 2012. En su día, España tuvo altos cargos comunitarios como Javier Solana, Josep Borrel, Almunia, o Enrique Barón, todos ellos del PSOE. Loyola de Palacio del PP, también. Ahora nos limitamos a Arias Cañete que, llegado con todo su bagaje que incluía hasta machismo de solera, no obtuvo otra cosa que una comisaría. Arías Cañete en Acción por el Clima y Energía -decisiva pero escasamente valorada- es toda la representación para la cuarta economía de la Eurozona. 

En Europa, en el mundo, saben lo que pasa en España. No es posible ignorar la corrupción que suelta a diario su chapapote por distintos puntos del país. Y ya se revuelven hasta jueces que denuncian presiones. Son conscientes del autoritarismo desplegado por el PP y que no deja de dar señales de alarma. De este martes, la imputación por injurias al rey y a España por una pitada colectiva en un partido de fútbol.

Conocen la gestión que se ha hecho del conflicto catalán que debió abordarse con soluciones políticas. Las cargas policiales contra ciudadanos indefensos que pretendían votar en Catalunya el 1 de octubre fueron más reveladoras que decenas de artículos con argumentos. Lo saben desde Estocolmo a Wisconsin. Le pueden poner aquí todas las cintas de colores que quieran, es así. Diarios influyentes de la prensa internacional consideran que la justicia española no es independiente. Vuelve a ser imprescindible buscar información en el exterior menos contaminada que la local de los grandes medios. Es lo que hace de continuo el periodista Fernando Berlín. No se pierdan su resumen:  La mano que mece la cuna judicial.  Unas elecciones con líderes encarcelados son muy poco presentables en criterios estrictos, y aquí vamos por ampliar la jugada con más implicados. ¿No saben? Los independentistas hacían planes para lograr la independencia.

Europa sin embargo apoya a Rajoy, comentan muchos. Sí, estos tinglados funcionan por sus utilidad, siempre hay gente que se aprovecha dentro y fuera del país. Lo tildas de asunto interno y termina por colar todo. Déjenme que les muestre un ejemplo gráfico. Varios países europeos cuentan ya con gobiernos de ultraderecha. Tras Hungría, Polonia entró en ese bloque. La UE empezó mostrando su “honda preocupación” por la deriva autoritaria de Varsovia. Ya saben que Bruselas lo primero que hace es  “mostrar su honda preocupación”. Así llegamos al día que “ advierten”. Pasan a la fase de los proyectos: “ La UE estudia suspender el derecho de voto de Polonia”. Sigue la de los apremios:  “ La UE concede un mes a Polonia para rectificar su reformas judiciales”. Para no precipitarse, se prolongan los plazos: “La UE concede tres meses a Polonia para rectificar su reformas judiciales”. Este viernes,  Polonia aprobó esas reformas.

El problema no es, a pesar de todo, cómo nos ven fuera. España tiene la costumbre de vivir de espaldas al mundo. La dictadura de Franco fue la última en cerrar fronteras por décadas. Siempre encuentran un contubernio para explicarlo. El judeo-masónico a estas alturas ya no colaría, funciona mejor el maquillaje y la ocultación. El problema es la realidad interior.  Una España pringada de corrupción y graves desajustes subsiguientes. Con un presidente que cada día suelta o hace un despropósito. Dice que quienes borraron los ordenadores de Bárcenas 35 veces hicieron “lo habitual” y les felicita. Se coge un  spot de Marca España y se lo apropia para la campaña. Es su cortijo. Su España les gusta.  A sus socios parece que también.

Rajoy y su PP están en el gobierno porque le apoyan Ciudadanos y la abstención del PSOE. El problema es lo que nos ocurre a los españoles bajo esta administración, por muchos que sean los paripés electorales. El problema son los medios concertados que atribuyen culpas al “enemigo” que minimizan para su bando con la ley del embudo. En corrupción. En sanidad y suma y sigue. El problema es una parte de la sociedad que se mueve por impulsos viscerales, capaz de reeditar las Cruzadas hasta con vencedores y vencidos. Una sociedad que deja pasar en cambio graves desajustes.

No es inocuo. Lo pagamos. Cuando un país se hunde con estas premisas tiene consecuencias. La España del PP y socios no presenta otro modelo productivo que depreciar la vida de los ciudadanos a quienes les toca el lado oscuro. No hay otro modelo de desarrollo y de futuro. El sálvese quien pueda como lema. Y esperen a su relevo Ciudadanos, si ocurre. Ya están condenadas hasta las pensiones que formatean suelos electorales productivos. Nos están quitando todo. Cuando su España no les guste, ya no habrá remedio.

Ha tomado la delantera una vez más la España que desprecia cuanto ignora, la que presume de lo que carece, la que tiene nueve cabezas embistiendo de cada diez como nos advertían voces sabias desde los confines de la Historia. Porque no toda nos manda a la Covadonga de la Reconquista. En tiempos de sociedades muy polarizadas, con una permisividad aterradora a la irracionalidad, sigue habiendo otra España por construir.

El Efecto Susana, el Efecto Patxi y la verdad tozuda

Susana Díaz, Patxi López y Pedro Sánchez, antes del debate de primarias del PSOE.
Susana Díaz, Patxi López y Pedro Sánchez, antes del debate de primarias del PSOE. MARTA JARA.

Cada vez que se da un hecho político de cierta trascendencia en España asistimos a una cascada de opiniones literal. Más que clarificar se diría que empujan en una dirección, arrollan y anegan. Lunes, 15M de la nueva era, los tres candidatos a la Secretaría General del PSOE se enfrentan buscando el apoyo de la mayoría. Leyendo entre líneas, oyendo entre ruidos, parece claro que –en la confrontación– Susana Díaz no ha respondido a lo esperado. A lo esperado por quienes la promueven. De ahí que hayan pasado a ensalzar la figura de Patxi López que para algo estaba allí. Pedro Sánchez es, de nuevo, el enemigo a abatir.

Por supuesto que la presidenta andaluza recibe múltiples parabienes, con el vasco en la recámara por si acaso. Pesos pesados mediáticos mantienen que Díaz fue la ganadora del debate, con esa salvedad. Siempre nos quedará Patxi. El diario El País entra en la desesperación prodigando artículos y editoriales con idéntico mensaje. Saca a sus espadachines toreros para llamar poco menos que llorica a Sánchez, retuerce posverdades.

El culmen llega con el editorial Pasado frente a futuro, que otorga a Sánchez el pasado y el futuro a los otros candidatos. Según el diario de PRISA, «tanto Susana Díaz como Patxi López pusieron en evidencia la inconsistencia de las tesis sostenidas por Pedro Sánchez». Para ellos quedó demostrado, demostrado, que la abstención del PSOE que hizo posible el Gobierno de Rajoy fue obligada por los malos resultados electorales. Tal como dijo Susana Díaz. Demostrado con la prueba del algodón. Más aún,»tanto Susana Díaz como Patxi López demostraron querer mirar hacia delante e incluso poder trabajar juntos el día después», concluye. Sí, ahí está el quid: trabajar juntos.

De repente, muchos descubren a Patxi López, un peso pesado del PSOE, sin duda. Presidente del Congreso en la breve legislatura con Pedro Sánchez que luego votaría abstención. Porque son directrices del partido aunque no las comparta. El que fue lendakari con el PP. El que lideró, según contaba Ignacio Escolar, la revuelta que empujó el paso atrás de Carme Chacón en favor de Rubalcaba. Es el espíritu del PSOE, dicen con lágrimas en los ojos desde Victoria Prego a Iñaki Gabilondo y muchos otros. Con una puesta en escena de colega, moderado y conciliador, ha sido visto como la solución. Sobre todo para alejar a Sánchez.

Fue López quien más dijo saber lo que estaba ocurriendo en el socialismo europeo para, paradójicamente, reclamar seguir en lo mismo. El otro futuro, Susana Díaz, apuesta por hacer reformas manteniéndose en el 100% PSOE de toda la vida que dice representar. Algo no cuadra en la línea argumental.

Los alemanes daban, casi al mismo tiempo, otra prueba palmaria de hacia dónde va la socialdemocracia que colabora con la derecha. Y los «efectos» que se inflan hasta creerlos ciertos y se pinchan en contacto con la realidad. El «efecto Schultz» llegaba a una vergonzante derrota en  Renania del Norte-Westfalia. Es el Estado alemán con mayor población, donde ha gobernado –con una breve interrupción– durante los últimos 50 años. El SPD bajó 8 puntos, mientras subía 6 el partido de Angela Merkel y entraba… la ultraderecha. Es otro efecto de las políticas actuales.

Meses atrás ocurrió en Holanda con el partido de Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo. Y en Francia el socialismo ha entrado en barrena con Manuel Valls. No se ha privado ni de certificar que «ha muerto», tras contribuir a ello desde el gobierno hasta hace poco. Su peregrinaje para obtener un puesto en las filas de Macron tiene a los franceses atónitos.

Lo que ocurre con el socialismo europeo es esto. La única vía positiva, y muy positiva, la ofrece António Costa en Portugal, presidiendo un gobierno de coalición de izquierdas, cuyos integrantes apuestan por salir del caos precedente y por el bienestar de los ciudadanos. Hiere escuchar voces en el PSOE pensando en beneficios diferentes, a modo de acusación. Sánchez beneficia a Podemos, dice Elena Valenciano –y otros–, pasando por alto con cuanta abundancia la abstención del PSOE «beneficia» al PP. Y apoya sus desmanes, que no es punto intrascendente.

España siempre parece ser una excepción. Un país donde gobierna un partido enfangado en corrupción, donde la Fiscalía es un agravio permanente, y medios potentes hacen política y más, sin el menor pudor. Pero, Europa, el mundo incluso, demuestran que por este camino no hay salida. Pedro Sánchez, su equipo, aportan al menos un cambio de tendencia, aún con algunos hándicaps de su líder. Giros de opinión o de estrategia y errores pasados producen menos intranquilidad que algunas certezas de sus contrincantes.

Hay que señalar que no quedó demostrado en absoluto que fueran los malos resultados electorales quienes motivaron la abstención del PSOE dirigido por la Gestora. No hay relación causa-efecto. El PSOE que realmente perdió apoyos, 4,3 millones de votos, fue el de Rubalcaba que sigue sentando cátedra. No dejaba de ser la tendencia europea ya, con un PASOK griego hundido, y por las mismas causas. Es cuestionable también ese «pasado de división y rencor» atribuido a cuatro columnas, que de estar más vivo y presente entra en la sala a morder también a los candidatos. Y ese «aferrarse a la abstención», que sus detractores mediáticos afean a Sánchez, es actualidad plena y sigue dando su fruto: el PP está en el Gobierno ahora mismo.

Susana Díaz acusó a Sánchez de haber perdido apoyos en el partido, de ser él mismo su principal problema. «Hasta a Felipe González engañaste», dijo. No es que el expresidente goce de su momento de mayor prestigio precisamente. Antonio Hernando, otro que dejó en la estacada a Sánchez, tampoco. Pasó del no es no al sí es sí y todo lo que haga falta, sin pestañear. Como otros tantos. Amores que matan, desamores que depuran y revitalizan.

Nunca se ha visto un debate político más sincero. Susana Díaz y Pedro Sánchez se tiraron a la yugular del contrario, con verdades y mentiras no repartidas por igual. Patxi López cumplía su papel con más retranca de la que muchos de mis colegas vieron. El partido socialista ha llegado a un estado lamentable. El PSOE que el viento se llevó, se lo llevó; lo echaron. Y, como decía el cantor, el tiempo que va pasando como la vida no vuelve más.

En la excepción española, columnistas sólidos siguen contemplando a pesar de todo al PSOE como alternativa de gobierno porque «Podemos ha tocado techo». Entierros prematuros al margen, lo único cierto hoy por hoy es que ni uno ni otro cuentan con la posibilidad de formar gobierno como no sea con un acuerdo como en Portugal. Con Susana y Patxi no sucederá, con Pedro no se sabe, pero es más factible.

Quienes tumbaron a Pedro Sánchez de la Secretaría General con las armas que todos vimos difícilmente consentirán readmitirlo en el mando. España se juega pues mantener un futuro con el PP, con este PP que abochorna. Un gran apoyo trabaja para que nada cambie: buena parte de la prensa. Contra el tiempo y la realidad.

*Quisiera acabar con un recuerdo a otro periodista asesinado en México: Javier Valdez Cárdenas. Otro más. Su muerte, acribillado a tiros, ha causado hondo dolor en su país tan acostumbrado a estos desmanes que apenas se difunden, ni reciben condenas internacionales. En su Twitter había colgado un artículo escrito apenas 5 horas antes de salir la noticia de su muerte. Numerosos periodistas como él, arriesgan su vida –algunos la pierden– por informar incluso en localidades pequeñas. No cambian el mundo, aspiran a que sus conciudadanos sepan la verdad que les atañe. La verdad, no la posverdad. Merece la pena que recordemos que estos periodistas, este periodismo existe, frente a tantos individuos que denigran nuestra profesión a diario, incluso desde atalayas que no merecen. A los ciudadanos les cabe elegir. Para elegir con cordura, hace falta saber.

Umberto Eco y Harper Lee, ruiseñores e ideas

Ha muerto Umberto Eco. Este viernes 19 de Febrero. En Milán. En su casa. A los 84 años. Y ha sido como si se fuera con él esa cuña perfecta que mantiene asombrosamente equilibrios en este mundo a la deriva. Una cabeza prodigiosa, cordura matemática, integridad sólida, azote de corruptos, despertador de perezas mentales,  un ser total, un hueco desolador.

Apresurados gacetilleros nos cuentan que fue un escritor y filósofo italiano, experto en semiótica… y célebre sobre todo por su novela El nombre de la rosa. Lo que son las cosas, Eco , leo, “no alcanzaría la verdadera fama ante el gran público hasta 1980 con la publicación de su más conocida novelas ‘El nombre de la rosa’, con la que obtuvo varios premios y que fue llevada al cine. Otra de sus obras más conocidas es ‘El péndulo de Foucault’ publicada en 1988″.

Añada usted unas frases del autor. Diez, es mejor cuando vienen en packs de fácil retención (7 o 11 dan mucho menos juego), y tiene lista la noticia cultural del día.

La profundidad y singularidad de la obra de Eco resulta inabarcable en somera descripción. Solo para invitar a zambullirse en ella y tratar de seguir las ideas con las que el gran pensador explicaba el mundo y despertaba curiosidades y rebeldías. Pero estaré cayendo en el otro lado que deja la cuña ausente: la de competir en las formas con la grandeza de Eco para servir las ideas a una sociedad que en buena parte no quiere enterarse. Solemnizar en justicia a quien no quiso ser solemne.

“Umberto Eco era una inteligencia imparable, un hombre imponente. Su memoria parecía una máquina nueva siempre, su discurso era a la vez apocalíptico, risueño e integrado; no dejaba que la melancolía que persigue a todo semiótico le rompiera la velocidad del pensamiento, y se reía del mundo a la vez que explicaba su podredumbre”, escribe Juan Cruz que le entrevistó varias veces.  Es quien mejor explica su último libro, Número cero (2015) (objeto de otras frívolas interpretaciones, dado que habla de Internet):

En este libro, Número cero, integró algunas de sus columnas, que llamaba burstinas, para construir un fresco insolente pero real de los peligros a los que se asoma este oficio de explicar la realidad. El periodista puede ser corrupto sin saberlo y sabiéndolo, y puede ser sumamente farsante e ignorante, puede el poder utilizarlo y él puede utilizar al poder, y no necesariamente las nuevas tecnologías de que dispone van a mejorar su relación con las bases viejas en las que se sustenta el oficio. El resultado de esa mescolanza de imaginación y columnas incluyó a Mussolini y a Berlusconi en una especie de fresco divertido e inquietante que nosotros, los periodistas, no leímos con vergüenza ajena sino con la propia vergüenza de estar ante un análisis y un aviso del abismo que nos conmueve”, escribe Juan Cruz dando en una de las claves esenciales que influyen en este tiempo.

En El País también, en ese diario que se pierde por las alcantarillas, leo sin embargo otro ejercicio de brillante retórica acerca de Umberto Eco, firmado por Borja Hermoso. Algún lector precisará diccionario, que así están las cosas.

“Con los dedos de una mano hay que contar fiscales de la estulticia y la ignorancia tan solventes como él, tan trabajadores, tan insistentes en la preocupación por la estupidez y la patraña”, describe.

Ahonda Borja Hermoso en El Nombre de la Rosa, esa novela “llevada al cine e interpretada por Sean Connery” con la que resumirán a Eco buena parte de los medios, ya lo están haciendo:

Cuidado: son posibles múltiples lecturas —la narrativa, la filosófica, la moral, la histórica— , es un libro que acuña un género fascinante, el thriller medieval, pero también un pasquín revolucionario frente a los profesionales de la verdad absoluta, lleven en el macuto metralletas, biblias, coranes o banderas: “Huye, Adso, de los profetas y de los que están dispuestos a morir por la verdad, porque suelen provocar también la muerte de muchos otros, a menudo antes que la propia, y a veces en lugar de la propia”. Y de ahí, seguidito, a las cruzadas de los cruzados de uno u otro signo.

Umberto Eco ha muerto el día en el que Europa se desmoronaba un poco más. Tras el austericidio decretado por Merkel y el resto del lobby neoliberal, ejecutaron a Grecia y ahora se rinden ante el Cameron británico para que Reino Unido no se vaya de la UE.  En el camino de las concesiones se dejan derechos que fueron razón de ser de la Unión. Las derivas neofascistas de varios países del Este ahondan en la debacle, aunque la firma ha sido unánime, los 28. Ya venía bastante muerta: Europa  –como leí ayer- “se ahogó este verano en el Mar Mediterráneo”. Sí, y en todas las vallas que ha levantado para aislar su egoísmo y canto a la desigualdad social.

Este 19 de Febrero se nos fue también Harper Lee, la escritora estadounidense que escribió una de las mejores novelas de la historia: Matar a un ruiseñor. Menos mal que igualmente se llevó al cine para que se enteraran más personas. Y con un inolvidable Gregory Peck de ojos inmensamente limpios y tenaces.  Escrita en 1960, su personaje, Atticus Finch, mantiene la vigencia de la integridad, la honradez y la firmeza frente a los ataques de la intolerancia. Esos que han vuelto a recrudecerse.

Umberto Eco se ha llevado la cuña que mantenía medio en pie este equilibrio que todavía no ha derrotado el alma y la inteligencia. Era un referente -quizás el último- de la Europa de los valores que apenas respira ya. La razón y la belleza son necesarias para andar el camino. Imprescindibles. Algo se va, pero todavía viven ruiseñores, incluso cargados de ideas, a pesar de todas las dificultades.

“Europa Republicana y Estoica”, por Miguel Veyrat.

Miguel Veyrat
Del libro “Babel bajo la Luna”, Calima Ediciones, Palma de Mallorca, 2006 págs. 164-168

 

ESPAÑA mira de nuevo hacia arriba por el pozo viscoso de la historia
Allá en el disco apagado de la noche una voz una estrella al fin nos llama
Rotas las harcas blancas dispersos los clanes rojos
Esta vez ya pierden todos
Caballero el que se esconde y el que huye
Jugadores de Ventaja y el tramposo
El garitero y el matón
Obispos buhoneros volved las baratijas a su sitio los ídolos al polvo
Y la esperanza al mar
Ríos impasibles bajan llamando a juntarse
En un estuario de romance y germanía
Tu palabra proscrita suena ahora
En húngaro celta caló lituano o vallecano sajón
Aventando sus acentos por si queda luegoluego
Tensa lengua virgen que cruzara el río por fablar lengua del otro
Y abrir caminos nuevos sin más oficio que romera
Romera sin otro nombre ni pueblo alguno
Mas ¿Por dónde remontar tanta corriente de la historia y geografía
León Felipe? No bajan los ríos hasta España con renuevos
Los Pirineos los detienen los desvían y se quedan en Europa
Y si alguno brota en la vertiente
Equivocada se marcha para arriba el Bidasoa podría
Encolar de nuevo a la Galia y Sepharad pero es de Euzkadi
Que después de inventar el castellano para ensanchar más Españas
En la alfombra mágica del mar fundando Chile
Y los jesuítas dar vueltas y más vueltas al mundo en la cáscara de nuez
De la nada descubrir océanos presidir la Cocacola de la nada
Guerreros y pastores curas y arrantzales de universos
Los mandarines nacionales encerraron de nuevo a la aldea en caserío
Y al éste y el aquél
Y al país en un corral rama dorada reinjertada en Nemi Arbola Gernikako
¿Cómo haremos para hablar en europeo?
En España los ríos también son horizontales
Como el tiempo lamen las quebradas y se van a navegar a Portugal
O a besar Mediterráneos cuando no deslíen mansos hacia el sur
Buscando ayuso el viento del estrecho que aún habla algarabía con desmayo
¿Cómo haremos? En la celda en lo sólido también
Se acurrucan los rincones y no tenemos Rines Dwinas
Volgas que crucen las fronteras como lenguas ni Escaldas Danubios
Loiras que surcan cada día el pecho del poeta Jacques Darras
Ni Ródanos ni Tíberes
Benditos porque aquí tan sólo un Ebro macho divide países
Enteros secretamente internos
Y el Douro con el Tajo se nos ríen
Ocultos trasosmontes al hacerse navegables
¿Cómo cómo iremos de Gibraltar a Inglaterra
La vieja raposa avarienta?¿Cómo adorar los Flandes sin degollar primero
A los Carlos Albas y Felipes?
¿Cómo la dulce Francia Alemania fiera
Y la suave Italia vendrán sin encontrarse con Españas montaraces?
¿Cómo cuándo encantará Sigfrido a Margarita de Navarra?
¿Cómo Juan Boccacio posará para Velázquez?
¿Durero retratando al Arcipreste? ¿Festejará Ausiás March
A la papisa Juana? ¡Goya pintará con brío las fazañas de Mijail Viteazul!
¡Arroyo iluminaría la Purísima y Murillo la cabeza de Lutero!
¡Munch los Comuneros de Castilla y Ribera los canutos de Lyon!
Cabezón ya va instruyendo a Bach en el arte de la fuga
Freud y Jung analizan a Unamuno Azaña y a Carrillo
Mientras Nazim Hikmet le compone una ordalía a Juan de Austria
Y Virgilio susurra a Góngora inspirar directamente a Mallarmé
En luminoso rodar de dados por mente y geografía
¡Nos haremos juntos catedral de bruma al sol de las Españas!
Evaporen nuestros sesos nubes rojas gris acero velazqueñas
Y así naveguen para llover torrenciales
Dando voces a los gritos que ensanchan las vocales y ejecutan consonantes
Destrozando la garganta de capitanes y frailes
Llueven vivamente Ignacio Domingo e Isidoro se juntan en arroyos
Con el charco de los Borja —por la puerta falsa gotean Vives y Espinoza
Teresa Ben Arabi el de Tudela y algunos Traductores de Toledo
Peregrinan a Iria Flavia por ver a Prisciliano durmiendo en la tumba
De Santiago antes de reunirse en congreso en La Sorbona
Con Servet Cajal Ha-Levi Lulio
Abentofail Juan de Yepes y el quieto De Molinos
¡Ah que nacen nuevos ríos por Europa de tanta torrentera
Que les llega desde España por las nubes!
Los poetas dejan de sonar bandurria y
Masturbarse de espaldas a la Meca
Soñar no cuesta
Nada y has venido tú a mirarte la cara
En las lágrimas que caminan hasta el mar por el río y la tormenta
En la gran luna deste espejo falso
Sin límite alguno ¿Quién me puso centinelas en las nubes?
¡Traidor meteco!
¿Quién dijo que en España los reyes siempre fueron extranjeros?
¿Cortés a la Malinche? ¿Viriato a don Pelagio?
Si hasta los borbones ya nos hablan catalán
Pero también de América el oro se anduvo —Quién hace tanta bulla
Y ni deja afuera a recriar por el Norte nuevos reyes financieros
A testar las islas que van quedando en el cadáver lleno de mundo
De Pedro Rojas abrazado al dulce César—Que no se preocupe
Vuarcé que nos comportaremos
En la Europa lo único que sabíamos hacer con gallardía
Envidiar Mentir Matar ya se nos va olvidando
Ahora sólo trabajamos por encargo
Poetas caminad conociendo —Por cierto
¿Qué qué le quisieron qué le vieron al italiano Garcilaso
José Antonio Primo de Rivera y el propio Alberti y sus muchachos?
¿Algún resabio totalitario? ¡No es posible!
Sabed que no hay Misterio ni Babel del Santo Oficio bajo la Luna Nuestra
Que tanto valen Benito Fraga Adolfo Stalin
Como Franco Aznar o Ratzinger Torquemada bailando sobre muertos
La farsa de Luis Napoleón por Brumario dieciocho vestido de rapero
Empecemos de nuevo
¡A entenderse!
Vamos a contar mentiras
¡Construyamos la Santa Transición!
¿Y la Segunda y otra y una más y otra y otra
Nueva reluciente hasta lograr la más perfecta Involución?:
Y la península párase por la espalda abozaleada impertérrita
En la línea mortal del equilibrio
España mira de nuevo a la larga vomitona de su historia
Mas si uno en cada uno —y los que vengan de fuera
Penetramos despacito por la lengua en cada otro
El único misterio será de qué modo estar ya juntos
Calentitos al sol de las conciencias
¿Amor se llama a ésto?
¿Recompuestos los campos rojos dispersas las harcas blancas
Acordado el fiero turco
Caerán las fuentes finalmente por el Sur?
¡Ah romper el nudo de las sectas y las lenguas desatrancando
El pozo la Historia! ¡Liberar Babelia por la nueva Roma
Republicana y estoica! Traducir el nombre de Europa a tantas mentes
Como gargantas gritar puedan un día
Diurno claro atento y fértil: ¿Aguedita Nativa Miguel?
Llamo busco tanteo en la oscuridad no me vayan a haber dejado solo
Y el único recluso sea yo: Di mamá?

Huyendo hacia la esperanza

Un joven de 23 años y nacionalidad cubana ha sido hallado muerto en el tren trasero de aterrizaje de un avión de Iberia procedente de La Habana. Se llamaba Adonis G. B.

Entre estos chicos estaban Yaguine y Fodé ¿los primeros? ¿los más decididos?

Entre estos chicos estaban Yaguine y Fodé ¿Los primeros? ¿Los más decididos?

Recordaré mientras viva otra historia similar. Especialmente por la carta que los chicos portaban en sus bolsillos. Se trataba de dos niños guineanos que murieron también congelados en el tren de aterrizaje de un avión con destino a Bruselas. Fue en Agosto de 1999 y en pocos días la noticia de su tragedia fue absorbida por la nada del olvido, apisonada por el tanque de cualquier otra nueva actualidad.

Sus nombres -porque todas las personas los tenemos-, Yaguine y Fodé. 14 y 15 años. Estudiantes en Guinea-Conaky, decidieron ingenuamente cambiar el mundo. Su carta, escrita en correcto francés, comenzaba así:

“Excelencias, Señores miembros y responsables de Europa:

Tenemos el honorable placer y la gran confianza de escribirles esta carta para hablarles del objetivo de nuestro viaje y del sufrimiento que padecemos los niños y los jóvenes de África.

Pero, ante todo, les presentamos nuestros saludos más deliciosos, adorables y respetuosos con la vida. Con este fin, sean ustedes nuestro apoyo y nuestra ayuda. Son ustedes para nosotros, en África, las personas a las que hay que pedir socorro”.

Decían más. Dios todopoderoso, “su” -nuestro- creador, nos ha dado a los europeos “todas las buenas experiencias, riquezas y poderes para construir y organizar bien su continente para ser el más bello y admirable entre todos”. Querían ser como nosotros, querían que les ayudásemos a ser como nosotros, pedían excusas por atreverse a escribirnos esta carta.

Frases hirientemente reveladoras. Súplicas, admiración por nuestra sabiduría, respeto profundo, ni una pizca de envidia o resquemor, y un grito :

“Ayúdennos, sufrimos enormemente”.

Creo que no voy a añadir ni una palabra.

Nueva propuesta de permuta

A grandes males, grandes remedios. Ando profundizando en la serie de medidas radicales para erradicar problemas. A la propuesta revolucionaria de permutar Valencia por Dinamarca y Madrid por Suecia, añado nuevas proposiones de cambios.

Exposición de motivos:

Camps ya es candidato a la presidencia de la Comunidad Valenciana. Lo pidió en todos los tonos, y Rajoy I El Resoluto, ha terminado por ceder. A quienes mientan la presunción de inocencia consagrada en todas las Constituciones democráticas, habría que preguntarles si creen que ha sido ésa la razón para la designación de Camps. Porque ni aún en la más recalcitrante derecha presumo tamaña ingenuidad. El señor de las trabillas ejerce un sospechoso poder sobre el líder del PP que escamaría a cualquiera. Pero la ciudadanía valenciana se dispone a premiar a su Presidente encausado, otorgándole más votos aún de los que tiene y le han permitido hacer y deshacer a su antojo en su feudo.

Por el contrario:

En Alemania –según nos cuenta  Ignacio de la Torre–    un financiero corrupto ha terminado por suicidarse ante el rechazo social a su conducta.

“La empresa alemana para la que trabajaba había pagado sobornos generalizados para la obtención de contratos. Él había satisfecho muchos de estos pagos, pero había pedido y obtenido retrocesiones de dichos pagos. Cuando el escándalo salió a la luz cayó la cúpula de la compañía. Él pasó por la cárcel, aunque poco tiempo. Al salir, acudió a jugar al golf a su club de toda la vida. Terminó su último hoyo, y entró a comer en la cafetería social. Al verle, los presentes se pusieron en pie y abandonaron el recinto, dejándole solo. Él acabó su comida. Volvió a su casa. Se suicidó”.

Los ciudadanos alemanes tienen muy claro a quiénes le encienden la luz roja.

 No es el único caso. Chorizos los hay en todas partes, especialmente punibles entre la casta política. La sociedad británica montó en cólera y exigió responsabilidades (que se arbitraron), al conocer los chanchullos de sus diputados. La Ministra francesa de Exteriores, anda en serios apuros para permanecer en el cargo debido a unas sospechosas vacaciones en Túnez. La opinión pública se lo exige.

Argumentos:

La UE moribunda no es Europa. A Europa se la ama, a pesar de Bruselas. Por el civismo de sus ciudadanos. Habremos de aprenderlo.

Proposición:

   Traer a los europeos transpirenáicos a España. Diseminarnos a todos nosotros por Europa. Nada de lo que nos está ocurriendo sucedería si la sociedad no quisiera. A los males generales que asolan a esta generación enferma, España suma… unas tragaderas con la corrupción que nos engullen a la población entera. No todos son iguales, no todos lo hacen, si lo hacen todos, es porque nosotros lo permitimos.

 De momento, yo me pido Berlín.

Españoles, cada día más europeos

  Mi viejo sueño de que los españoles seamos tan europeos como solían serlo los ciudadanos del lado norte pirenaico –antes de que llegara la UE con la guadaña azul-, está más próximo a cumplirse. La crisis de los no ricos ha cambiado nuestros hábitos de consumo. Ahora invertimos más en todo lo que implica estar en casa –gastos corrientes de luz y electricidad-, alcohol y tabaco… y eso sí, telefonía. Nos quedamos en el dulce hogar pero llamando a otros ¿para paliar la soledad? ¿el hastío que produce la convivencia quizás? Al mismo tiempo ahorramos en comida –que en los españoles es algo contra natura- y en salud y educación que ya se sabe son cosas superfluas.

   Veo grandes paralelismos con los más arraigados europeos. Ellos también prefieren permanecer al cobijo de sus paredes, sobre todo por no gastar. Tampoco derrochan en comida. Los holandeses por ejemplo emplean en esa partida el 15% de sus ingresos, mientras nosotros hemos llegado a dilapidar la mitad de lo ganado en viandas. Le dan a la bebida más que nosotros por lo general, en contra de la fama extendida. Para ellos educación y salud sí son prioritarios. Y se comen sus soledades y frustraciones, con unos buenos lingotazos o con pastillas, en lugar de llamar por teléfono que es caro.

 

    Claro que esta casa en Lund, Suecia, de tres plantas, con este jardín…

Cuesta 400.000 euros. Y ganan el triple que nosotros. Ese prototipo europeo nos interesa ¿a que sí? Mirad la frutería. Hace 2 años, pero los tomates costaban el equivalente 2 euros. El kilo naturalmente.

   En su empeño de homologarnos a los europeos, el futuro inquilino de la Moncloa casi por mayoría absoluta ha elegido el modelo británico de Cameron. No tiene muy claro cuál es ese modelo pero le suena bien, declara que «da confianza». De acuerdo, aceptamos los recortes de los ingleses, pero por favor queremos todo el paquete completo. también ellos ganan el triple que nosotros, ni un subaltero cobra menos de 1.000 euros, y así se aceptan de mejor grado los ajustes.

   Puestos, hasta no nos importaría ser como los franceses, que ganan el doble, con una inversión cercana al 30% en gasto social (frente al 21% español), y que se jubilan –para su irritación- a los 62 años, tras el duro ajuste decretado por Sarkozy.

   Rajoy medita nuestro futuro, entre lo que sabe y no sabe, dice y no dice, pensando por encima de todo en la moral de nuestros ancestros. En eso España es y debe ser diferente, reserva espiritual del mundo entero. ¡Matrimonio homosexual!, ¡no, no, eso no puede ser!, esas cosas se hacen a escondidas. Y aquí le vemos sonriendo dulcemente en su despacho, atesorando esa foto tan tierna a su izquierda que preside la estancia.

Juicio al tren

12 muertos y 14 heridos (3 en estado crítico). Ha ocurrido esta noche en Castelldefels (Barcelona). Fueron arrollados por un tren -diferente del que se habían apeado-, al cruzar las vías por un lugar indebido cuando se dirigían a la playa a celebrar la verbena de San Juan.

El tren es mi medio de transporte favorito. Conozco su funcionamiento en España y fuera de ella. Mucho ha llovido desde aquellos que consagraban las diferencias sociales al habilitar vagones “de tercera”, modismo que se convirtió en tópico degradante para designar a ciertos ciudadanos. Un día se acabó también su proverbial impuntualidad, ahora salen y llegan como un reloj suizo. Algunos…

Los ferrocarriles españoles comenzaron a modernizarse con el AVE Madrid-Sevilla construido para la Expo del 92. Hoy tenemos un nivel de Alta Velocidad como en los países más desarrollados. De hecho, más que en la mayoría.

En un principio fue una renovación de fachada y, de alguna manera, lo continúa siendo. Frente a los modernos convoyes persistían incontables kilómetros de vías anticuadas y, lo que es peor, de vía única. Es decir, el tren tenía que parar en una estación para que pasara el contrario. Esto ocasionó graves accidentes por choque, sobre todo en los primeros años 2.000. Que yo sepa esta circunstancia persiste en parte. He encontrado noticias de obras de construcción en diferentes tramos y, también, de supresión de pasos a nivel, otro terrible problema que sigue afectando al trazado ferroviario español.

El hecho es que –dado que he pateado buena parte de España-, he visto y tenido que atravesar vías sin ningún paso: ni subterráneo, ni alzado. En un gran número de comunidades. Y también por pasos inferiores estrechos, sin escalera mecánica, donde uno se ve obligado a arrastrar la maleta, y ya no digo si tuviera que moverse en silla de ruedas. Imposible. Quiero con esto decir que la desgraciada imprudencia de los jóvenes de Castelldefels, corresponde, sin duda, a un hábito.

La nefasta dirección del hoy resucitado para la política Álvarez Cascos se cubrió con un manto de impunidad. Las deficiencias en la construcción del AVE Madrid-Zaragoza-Barcelona llegaron incluso a parecer insoslayables. La locura de hacer una estación en Yebes, a varios kms. de Guadalajara, para unos 15 viajeros diarios, pero, eso sí, cerca de la urbanización de familiares de Esperanza Aguirre, fue otra de sus proezas. Las vías y pasos a nivel de todo el territorio allí se quedaron. Y lo que sí hizo fue “organizar” RENFE, separarla en distintas empresas –Grandes líneas, Alta Velocidad, etc..-. En las charlas propiciadas por retrasos, averías y demás de los trenes desfavorecidos, un interventor me contó: «Antes teníamos una veintena de altos cargos, ahora más de doscientos«. Creo redordar que dijo exactamente 240.

Porque en esa política de fachada de la que hablaba, se llega de Madrid a Barcelona, en AVE, en menos de 3 horas y… en 7,24 a Vigo ó 6,22 a Almería, en anticuados  talgos o intercitys. Por viejos, el talgo era comodísimo. La distancia entre Madrid y estas ciudades ronda los 600 Kms. En todos los casos. Algo menos a Almería.

Se ha hecho un enorme esfuerzo. Ojala en todos los servicios de este país se hubiera hecho el mismo. Pero… se ha expulsado del tren a muchos viajeros por lo elevado de sus precios. 113 euros Madrid-Barcelona, más de 200 en ida y vuelta, en oferta de Internet, lo más barato. En la caótica página de RENFE ya no es fácil encontrar otros costos que no sean para adquirirlos en web. En ventanilla es más caro. Y así ocurre que no se saca todo el rendimiento a la enorme inversión. El AVE español tiene el 20% de ocupación, comparado con el de Francia, dijo un experto en un reportaje de Cuatro. Si es así, estamos hablando de un dispendio que habría de ser resuelto… bajando precios.

Por otro lado, la rentabilidad ha suprimido líneas y paradas. José me escribe, adjuntando fotos, sobre el abandono en muchas zonas. No todo el mundo dispone de coche, no a todas partes llega el autobús que ha de sufrir atascos de carretera. Quitar el tren a una ciudad o pueblo, es quitarle vida.

Los trenes que conozco de Europa son mucho peores que el más viejo de los españoles. En Suecia, por ejemplo. Y no hablemos del que enlaza Alemania, Bélgica y Francia. Sus deficiencias motivaron un post francamente irritado.

Interior del tren internacional germano-belga-francés

A mí me gustaba el tren que caminaba algo más despacio para saborear el paisaje, para hacerte sentir “en viaje”. El que propiciaba conversaciones y aventuras. El que me permitía fumar -en el vagón de los apestados-, mientras leía o veía una película. Pero es lo que hay.

En este juicio al tren, lo absuelvo, a expensas de que corrija sus errores. La lástima ha sido ese accidente de Castelldefels que ha teñido de sangre, el rojo festivo del fuego. Todo mi apoyo para los familiares de las víctimas.

La Europa viciada

En el más puro estilo Rajoy/Aznar/Cospedal y comparsa, compareció el nuevo presidente húngaro y dijo que su país estaba en la miseria y que sus predecesores habían mentido en las cuentas. ¿Resultado? Batacazo en las bolsas, la temible “intranquilidad” de los mercados. De poco servirán las excusas y matizaciones posteriores de que no era para tanto, el missil ya ha salido.

El mayor varapalo (paradójicamente por el anuncio de la bancarrota húngara) se lo ha llevado España. El viernes el diferencial de la deuda española con la alemana subió hasta los 192 puntos básicos. Se pagó a 4,58%. Estamos al borde del “bono basura”. Pero Rajoy y Aznar –ni siquiera enlazo sus envenenadas e irresponsables declaraciones- siguen azuzando la llama para contribuir al hundimiento de nuestro país. ¿Esperan llegar a la Moncloa, decir que los socialistas lo hicieron muy mal y que todo se solucione? Hungría es el ejemplo. La niñería de su nuevo gobierno les va a costar muy cara. También a nosotros, en un mercado “globalizado”.

Una encuesta de El País dice este domingo que el 77% de los españoles no quiere que repitan de candidatos ni Zapatero ni Rajoy. Es la frase de moda, un latiguillo que uno escucha allá donde vaya: “Zapatero está acabado pero… es que votar a Rajoy…”.

Poco importa ya quien ostente el cargo de presidente de un país. Quizás algo, en los fuertes como Alemania o Francia, Gran Bretaña incluso. Gallardón ganaría las elecciones con algo más de ilusión ciudadana, aunque duplicara el déficit con obras megalómanas y despilfarro. Entre los socialistas apenas veo coherencia y brillantez en gente como Elena Valenciano, Jaúregui o Madina, no se si alguno más. Pero las decisiones las tomarán los “mercados” y “Bruselas”.

En 1992 se firmó el Tratado de Maastricht que dio origen a la Unión Europea tal como la conocemos. Expurgando viejas cintas de Beta he encontrado auténticos tesoros –de los que espero daros cuenta-. No es el mayor, pero me ha parecido interesante este reportaje sobre Maastricht, porque refleja algunos defectos de partida. Por cierto, la tenue critica contenida en el reportaje me costó salir durante unos años de Informe Semanal.

Gran Bretaña, como tantas veces, lastró el proyecto. La Europa económica se impuso a la Europa social, no se solventaron errores estructurales que han acabado –veinte años después- con una UE anquilosada y burocrática.  Además de exponente de ineficaz despilfarro: contar con un presidente permanente, por ejemplo, nos cuesta seis millones de euros anuales.  Los ínfimos sueldos españoles subían el 8%, Europa y el PP los congelaron prácticamente y nos hicieron perder un 4% de poder adquisitivo en la década 1997/2007, según la OCDE). Y Europa no ha llegado a ser lo que se propuso, seguramente ayudada por esas lacras. Interlocutor con EEUU… y con Japón, se decía. Surgió la China agazapada, tras liberalizarse el comercio en 2005. Anecdóticamente, la moneda finalmente pasó a llamarse euro. Y ahora el euro sufre los embates de la especulación calculada.

  Europa es «azul», y azul es el mundo -hasta el rojo- sucumbido a los intereses de especulación económica. El Príncipe de Asturias Alain Touraine, como ya apunté, culpa a esta Europa -no a la idea que tanto amamos-  de los problemas que padecemos. Y cada vez somos más los que creemos que esta crisis no se resolverá. ¿Algo más que apuntar?

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