Tan transparente como el fondo de un pantano

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Foto de Raquel P. Ejerique. De Terra, que ha asistido a la «rueda de prensa».

Rajoy ha hablado de ofrecer “la máxima transparencia para que todo quede claro”… en una sala de prensa en la que los periodistas seguían su monologo a través de un monitor. Como en Fahrenheit 451. Y, claro está, sin la posibilidad de hacer preguntas.

Lo ha negado todo. “Nunca he recibido ni repartido dinero negro. Nunca. Es falso. Todo lo que se ha dicho es falso”. Ha añadido por cierto: “Lo estoy leyendo para no alzar la voz”. Como si nunca nos hubiera mentido.

Ha anunciado que va a presentar declaraciones de la Renta y del patrimonio. Como… si en ellas figurara –de existir- el dinero negro.

Ha denunciado una campaña  de «acoso y derribo » contra el PP por unos papeles que él considera “apócrifos” (Fabuloso, supuesto o fingido, según la RAE). En este sentido afirma, por ejemplo, que “la cuenta en Suiza no tiene nada que ver con el PP”. Solo era el ex tesorero del partido con despacho aún en él cuando sus cuentas y el presunto tráfico de sobres fue publicado.

No piensa ni dimitir ni variar un ápice su discurso. «Si piensan que al PP se le puede amedrentar con técnicas de agitación, están equivocados. Hay que agitarnos mucho». O “Si creen que voy a abandonar la tarea que los españoles me han encomendado, se equivocan”. Anuncia por tanto que ni una cuadrilla de percebeiros experimentados logrará arrancarle de la roca a la que se ha asido.

Reivindicado la calidad de la política Rajoy ha dicho sumiéndonos en la perplejidad: “Yo sé ganarme la vida, yo he trabajado fuera de la política”. 

Convendría recordar hoy, respecto a la transparencia y colaboración para esclarecer las sospechas de corrupción que han afectado al PP, cómo actuaron respecto al entonces Juez, Baltasar Garzón. El magistrado fue quien inició el proceso por la trama Gürtel que tiene hoy casi un centenar de imputados.

 La investigación se produce a raíz de la denuncia de un concejal del Partido Popular en Majadahonda que tenía relación con el cabecilla,  Francisco Correa.  Garzón, ayudado de los investigadores policiales y judiciales,  logró ya desentrañar una compleja red de favores, obsequios interesados, cajas B, adjudicaciones ilegales de contratos, valijas volando a paraísos fiscales, y altos cargos enfangados (del PP), que, presuntamente,  habían robado dinero público. El delito es real, perdón por la obviedad, solo faltaba el juicio para atribuir responsabilidades y penas.

 Fue Garzón quien metió en la cárcel a Correa y quién implicó en la trama a Luis Bárcenas.  Por los indicios que creyó observar ordena grabar las conversaciones de los presos encausados por la trama con sus abogados. Fueron avaladas por la Fiscalía,  las continuó otro juez sin ser denunciado por ello y,  escuchas del mismo  tipo, en el caso de Marta del Castillo, por ejemplo, no recibieron ni una objeción de la judicatura.

Desde el mismo momento en el  que el Baltasar Garzón abrió en la Audiencia Nacional las investigaciones del caso, el PP intentó, sin éxito, recusarlo como instructor alegando «enemistad manifiesta contra el partido». Presentó su propia querella por prevaricación.  Y saludó en un comunicado la denuncia que llevaría a la inhabilitación del Juez y su expulsión de la carrera judicial.

La cúpula policial que investigó la trama fue cesada por el PP, inmediatamente, nada más llegar al poder.  Y poco después el jefe y 6 inspectores de Hacienda que habían llevado el caso Gürtel. Por cierto, esta nueva cúpula también fue cesada por, en este caso, investigar el ático en la Costa del Sol de Ignacio González, el presidente –heredado- de la Comunidad de Madrid, según confirmó Interior.

 La comparecencia de un monitor en una sala de prensa debería llevarnos a los periodistas a no decir ni media palabra del discurso de Rajoy. Pero es válido como información y testimonio de la grave equivocación del presidente del Gobierno de eludir toda responsabilidad e ignorar a una ciudadanía altamente indignada.  Ha añadido, aferrándose al cargo respecto a la recuperación: “Estamos en el camino. Sé que todavía no se ven los frutos. Ya se verán”. Una caótica gestión económica ofrece como señuelo un acto de fe. Un día se arreglará. Y mientras viscosas sombras de inmundicia se tapan con soberbia y una losa tan transparente que parece nunca más podrá volver a poder penetrar el sol. Si tanta es la transparencia… ¿por qué tantos obstáculos? Y algo que nos afecta a todos el PP incluido ¿Qué hubiera sido del caso Gürtel y sus ramificaciones de haber continuado Baltasar Garzón en el cargo? Hubiéramos ganado tiempo y muchos de los presuntos delitos… no hubieran prescrito.

*Publicado en eldiario.es Aquí con añadidos posteriores.

He visto cosas que no creeríais (parte enésima)

ULTIMA HORA: Garzón condenado por las escuchas de la corrupta Gurtel. Por unanimidad del Supremo. 11 años de inhabilitación.

Y ahora seguimos…

GRECIA.

Todos pendientes de Grecia. De si su gobierno tecnócrata e impuesto por “Bruselas” se decide a bajar las pensiones de sus jubilados para pagar a los especuladores. Los niños se desmayan de hambre en los colegios, algunas madres abandonan a sus hijos por no poderlos mantener a ver si con suerte los encuentra alguien que les dé mejor vida. Los presos de las cárceles llevan desde el domingo sin comer, porque no hay dinero.

Todo es por los 110.000 millones de euros que les dieron el año pasado y los 145.000 que les prometen desde hace varios meses a cambio de recortes y privatizaciones. A los bancos europeos les han regalado –confesos- 1,6 billones de euros, más medio millón recientemente en vías de créditos. Sin contrapartidas.

Durante el tiempo de la zozobra griega, los especuladores han apostado a la caída de Grecia como buitres voraces aguardando la rapiña, y haciendo caja -jugosa- a diario a través de “productos financieros” intolerables que ampara la UE y todo el poder internacional. Grecia no es una ficha en el tablero, es un país con personas dentro.

JUSTICIA EN ESPAÑA

Contemplamos aterrados a Garzón defenderse de sus imputaciones –tres, como nunca había sucedido- y las acusaciones de una organización ultraderechista –legal- a quien no le gusta que se hurge en la mierda del franquismo. Ya lo escribió Nacho Escolar en uno de los mejores textos que he leído cuando empezaba a sonar simplemente las imputaciones de Garzón: había osado pisar “El jardín secreto”.

Comenzaba así:

«Es una constante en los cuentos, leyendas y religiones de todas las tradiciones. El poder –sea dios, el rey o la propia sociedad– impone un tabú, una manzana prohibida, un jardín secreto que no se puede hollar, so pena de sufrir los peores castigos. Aquel que se atreve a comer del árbol de la ciencia, aquel que pisa el jardín prohibido, debe pagar por ello«.

Otro juez, José Castro, también se ha metido donde no debía, al parecer. Investiga a Iñaki Urdangarín, un sujeto ahíto de pruebas en su contra. De una dimensión que llega a asombrar. Con trato preferencial de la justicia, no es suficiente. Castro ha osado también levantar la tapa de la corrupción en Baleares, del ex presidente del PP, Jaume Matas. Pues van a por él también. Desde el Poder judicial. Le investigan por filtraciones, por lo que sea, aterra ver la similitud con Garzón.

EL PARO

Comparece Rajoy por fin en el Congreso. Dice que en el año 2012 continuará creciendo el paro. Coincide en su apreciación con el Banco de España, el BBVA, FUNCAS, FMI, o JPMorgan. Lo explica “por la herencia recibida”. Es mentira. La causa –y es la que también valoran estos organismos- es la austeridad, las políticas de ayuste del déficit público. Las que llevó obligado Zapatero viendo desangrarse el empleo en España. Las que empecinadamente sigue Rajoy. Caminamos hacia una cifra de paro no conocida en un país desarrollado: entre 5.700.000 y 6.000.000 Y el presidente del gobierno y del PP busca con su reforma laboral abaratar aún más el despido, y alegrar un poco las cifras con contratos que pagarán sueldos de miseria para los del “algo es algo”, que terminarán siendo todos. ¿Para qué va pagar más un empresario si puede solventarlo con 400 euros mensuales?

Pero muchos de los votantes del PP creen a Rajoy. Tampoco se molestan mucho los grandes medios en sacarles del error.

CORRUPCIÓN

Y siguen aflorando más casos de corrupción. En la Comunidad Valenciana por la visita del Papa. En su caja de ahorros que nos ha costado 5.000 millones al erario público y que perdía ingentes cantidadesAsí, por ejemplo.  ¿Y dónde está aquí la justicia auténtica? Menos mal que no hay dinero. No para sanidad, salud y servicios públicos. ¿Llegaremos a las pensiones como en Grecia? ¿Al hambre?

EN MANOS DE DIOS

Pero tenemos a dios. Un colegio público de Madrid restringe la carne en los menús infantiles “por la cuaresma”. El Colegio de Infantil y Primaria Virgen de la Encina de Hoyo de Manzanares cambia pollo, cerdo y ternera por merluza y bacalao.

¿De verdad los españoles, los europeos, han votado tales atrocidades? ¿Qué responsabilidad nos deben a los demás, en cualquier caso, quienes consienten todo esto?

Periodismo, del rigor a la escoria

Saturación, desmesura, loa y boato en la muerte de un hombre que, en cualquier país decente, hubiera sido juzgado por sus crímenes durante la dictadura. No pasó ni con él ni con los demás actores y herederos de aquel atroz desatino. La España más negra, rigurosamente trajeada, se muestra sin recato porque vuelven a tener la sartén por el mango. “Comprensión” y hurto de información en algunos medios. El periodismo es testigo de la realidad, es también la realidad, y la nuestra hiede en gran medida.

Foto: Público

Doscientos medios acreditados para el juicio contra Baltasar Garzón, muchos de ellos extranjeros. Así podrán contar lo que se cuece en España. El magistrado español goza de un enorme prestigio fuera. La primera vez en la historia que un juez es juzgado por prevaricación por escuchas de conversaciones de los acusados con sus abogados. Del insigne Correa, el denunciante, forrado de dinero hasta las pestañas, por aquella venturosa ubicación de su agencia de viajes tan cerca de la sede de un importante partido. Granito a granito se hizo de oro, un gran emprendedor. Parece que las charlas venían jugosas. Pero aún primando los derechos de imputados por corrupción -en virtud de múltiples pruebas- siempre se aplicó a los jueces instructores como mucho una falta, nunca la prevaricación que conlleva 17 años de inhabilitación, así ya no mete la nariz donde no debe. Un juicio en el que no se admiten pruebas de la defensa ni las recusaciones que pide Garzón. A ver qué dice el periodismo independiente mañana.

Caro le salió a Garzón iniciar el sumario de la Gürtel. Desempolvó el proceso que instruía sobre el franquismo para convertirle en el primer y único juzgado en relación a la dictadura. Por intentar investigarla. La extrema derecha denunciante se alió con una presunta izquierda judicial ahíta de envidia, Salieris salivando por ver si por fin podían romperle el piano a Mozart.

Algunos periodistas precisan mostrar su profunda objetividad. Cierto que Garzón persiguió lo mismo al GAL que a ETA, delitos económicos o dictaduras (extranjeras, claro está) ¡pero!… tiene sombras, entró en política… dejando su cargo. Los demás jueces no son políticos oficialmente. Los dirigentes financieros que ya se sientan en múltiples gobiernos tienen bula. Qué lamentable periodismo.

Pies de los dignos trabajadores del cotilleo

En la clínica Jiménez Díaz esta mañana, 8 medios, cámaras en ristre, aguardaban horas en la calle a que saliera Terelu Campos (estrella de programas del corazón) que va a ser operada de un cáncer de mama mañana. He mostrado mi disgusto, como periodista, por verlos allí “con la de cosas que hay que contar que no sé cuentan”.

-¡Nosotros también somos periodistas! ¡Váyase a tomar por el culo, por el culo!-, me ha dicho gallito un fotógrafo.

Las largas pruebas para detectar una posible alergia, me han llevado a salir otra vez al cabo de un rato. Entonces se han animado a la táctica mafiosa de intentar amedrentarme disparando sobre mí fotos con flashes repetidos. Una nena ha preguntado: ¿en qué medio trabajas? Es ilegal retratarme si yo no quiero. Pero para los traficantes de cotilleos de braga y bragueta esto carece de importancia. Están respaldados por los medios que compran y venden basura, gracias a esa sociedad cómplice de que existan. Sería hermoso ver llegado el día en el que el único trabajo que pudiera darles de comer fuera el de recoger melones o limpiar fosas sépticas.

Hace muy pocos días murió otro periodista –de la televisión francesa en este caso- por estar en Siria informándonos de lo que allí pasa. Aquí, con muchos matices y excepciones, descubro algunos segmentos de nivel preocupante. Incluso tibieza e ignorancia personal. A algunos que no llegan ni a saber qué es el periodismo. ¿Compromiso? Pero ¿qué me dices? Harto de tus catequesis estoy, pareces una plañidera con perdón para las plañideras. ¿Compromiso? No, yo soy objetivo, solo quiero contar historias y no indicar a qué partido se debe votar ¿Cómo? ¿Quién dijo tal cosa? Vamos que no saben ni qué es el compromiso pero tampoco el periodismo.

Nos cocinan una “reforma” laboral que acaba con un siglo de derechos laborales. Acabo de oír a Rajoy decir, ante empresarios naturalmente que es con quien él habla, que se trabaja en ver si se negocian los sueldos en las empresas. Con la presión de más de cinco millones de parados. Dése por exprimido. Política, economía, sociedad y periodismo a juego.

Sé, porque pateando las calles y carreteras de España durante una larga carrera profesional en activo, pegada a la comunicación que hoy nos permite mantenernos en contacto en Internet, en las plazas de la democracia también el año pasado, hay otra España maravillosa por encima de tanta mierda. Pero como no sea más visible y eficaz las toneladas de caspa macilenta nos van a sepultar.

El paradigmático caso de Baltasar Garzón

 El Supremo ha decidido llevar a juicio al magistrado Baltasar Garzón por las escuchas del ‘caso Gürtel’. De esta forma, Garzón, y el portavoz socialista en Valencia, Ángel Luna –acusado por mostrar una copia del sumario en las Cortes regionales- son los primeros en dar cuenta ante los tribunales en relación a la trama que ha detraído del erario público miles de millones de euros. Es decir, uno por investigar a los corruptos y otro por denunciarles. Garzón, que ya está suspendido en sus funciones en la Audiencia Nacional, se enfrenta a un delito de prevaricación (que acabaría con su carrera) por ordenar intervenir las comunicaciones de los cabecillas de la trama en la cárcel, avaladas por la Fiscalía, y que otro Juez continuó. Los presuntos autores, empresarios y políticos, de un delito nada presunto,  siguen esperando a que resuelvan sus múltiples recursos para ralentizar la investigación hasta hacerla casi inviable, como ha ocurrido en muchas otras ocasiones.

La investigación policial y judicial, a raíz de la denuncia de un concejal del Partido Popular en Majadahonda que tenía relación con el cabecilla, Correa, (conviene no olvidar este origen)- permitió desentrañar una compleja red de favores, obsequios interesados, cajas B, adjudicaciones ilegales de contratos, valijas volando a paraísos fiscales, y altos cargos enfangados (del PP), que han robado dinero público (eso es la corrupción política). El delito es real, insisto en la obviedad, solo falta el juicio para atribuir responsabilidades y penas, y muchos dudan de que llegue a celebrarse, o no en su integridad, entrando a formar parte de ese inmenso océano de la impunidad que ni siquiera pasa factura social.  Numerosos imputados políticos, entre ellos Francisco Camps, siguen en sus puestos, aspirando a la reelección porque como dice el candidato del PP a la Moncloa, Mariano Rajoy, entre otros muchos, «el auténtico juicio es el de las urnas».

El juez del Supremo Alberto Jorge Barreiro ha abierto juicio oral a Garzón con la misma celeridad que Varela lo hizo para encausarle por su intento de investigación del franquismo. Garzón ha relacionado en algunas declaraciones ambos hechos, que su persecución empezó cuando metió las narices en la Gürtel.

Baltasar Garzón concita odios y despierta pasiones y siempre se le cuelgan las muletillas de “juez estrella” y “polémico”. Terribles delitos en el país de la mediocridad, no solo intelectual sino moral. Con todos sus defectos que sin duda los tendrá como cualquier otra persona, dénme un millar de “Garzones” y damos a este país la vuelta. Ha investigado con igual rigor al GAL y a ETA, luchó por la jurisdicción universal con algunos frutos (Pinochet) y, por ejemplo, se ha dedicado con ahínco a combatir la corrupción. Pero para algunos, incluso presuntos progresistas, sus logros se enmascaran por las emociones que provoca su personalidad.

Baltasar Garzón es uno de los autores de Reacciona, el libro que he coordinado. Fue un empeño personal mío, a pesar de los muchos enemigos que se ha ganado, (precisamente por eso) y él estaba muy ocupado, pero aceptó participar. Y quería que Garzón estuviera en un libro con pretensiones de cambio. tanto por su trayectoria como por el escándalo que supone su enjuiciamento por el impune franquismo que aún pagamos como indeleble pecado original de nuestra generación. Me parece intolerable, me parece gravísimo, para nuestra presunta democracia.

Baltasar Garzón comienza su capítulo, Reaccionar para avanzar, desarrollando esta idea:

«Alguien ha dicho que nos ha tocado vivir los tiempos de la vergüenza, la mediocridad y la renuncia».

Y sigue con éstas, por ejemplo:

“Desafortunadamente, la capacidad de indignación, motor de la capacidad para reaccionar, está vacía. El nivel de adormecimiento es muy peligroso porque conduce al desinterés más absoluto por lo público y por lo solidario. Nada es mío y por tanto, nada tengo que hacer por mejorarlo”.

“La corrupción como fenómeno que genera injusticia y desigualdad entre los ciudadanos, debería levantar océanos de protestas y rechazo frente a quienes deberían ofrecer respuestas para erradicar esas prácticas torticeras en una sociedad y no lo hacen. Por el contrario, en España, todo es diferente, la situación se torna peculiar porque no da miedo ser corrupto, incluso se festeja al que lo es, lo que preocupa y desfavorece es que te descubran”.

Garzón propone a los políticos “un “contrato con los ciudadanos”, un lema electoral común: “no mentiremos a los ciudadanos”, “no prometeremos nada que no cumplamos”, “no jugaremos con la necesidad y la esperanza del pueblo”, “no subastaremos sus sentimientos y legítimas aspiraciones”, y también, porque no, les haría una petición: “hagan que los ciudadanos españoles crean en la política”.

“En todos los países democráticos que conozco y que han tenido un período dominado por la represión y la dictadura se han hecho esfuerzos para contarlo y explicarlo en los planes de enseñanza; como también se ha intentado dar una respuesta desde la justicia. Aquí, 75 años después todavía se sigue sin reconocer una parte de la historia”.

“Desgraciadamente en el mundo occidental actual hay demasiados espectadores y pocos protagonistas. Vivimos en una sociedad epidérmica preñada de superficialidad en la que a quienes se comprometen y pelean por mejorar y cambiar las cosas, se les persigue y aniquila”.

Corrupción en España Vs. países decentes

 El ministro japonés de Exteriores Seiji Maehara, figura ascendente en la política de su país, se ha visto obligado a dimitir por haber aceptado una donación de 50.000 yenes (450 euros) de una mujer de Corea del Sur, residente en Japón desde hace años. La ley nipona prohíbe las donaciones de extranjeros. La mujer le conoce desde niño y Maehara asegura que en nada ha influido el regalo en sus actuaciones, pero en los países decentes corrupciones y cohechos (siquiera atisbos de ellos) tienen consecuencias.

Para saber qué pasa en España con estas cosas, ved más abajo (aunque no haga falta, que ya lo sabéis). Quizás, añadir un dato: Garzón declara hoy en el Supremo como imputado por las escuchas que ordenó como Juez en la investigación del caso Gürtel, hoy con noticias frescas. La defensa de Correa le pide 17 años de inhabilitación. Y puede ser que hasta la consiga. En este país somos exquisitos con los presuntos delincuentes de guante blanco… o manopla choricera.

  «La corrupción es incompatible con la democracia, hiere gravemente a los propios fundamentos del sistema», decía Jimenez Villarejo. Y tanto. está inscrita en los genes de muchos españoles «comprensivos» y así nos va. ¿Recordáis cuando propuse legalizarla? Ya falta menos, el PP se dirige en bólido a La Moncloa.  Democráticamente, claro está. Con los votos ciudadanos.

¿Qué democracia hay que preservar?

La secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton –que no es de lo peor que ha pasado por la Casa Blanca- dice que las revelaciones de wikileaks “atentan contra la comunidad internacional” -¿De qué democracia me está hablando?- y que se propone cambiar… el sistema de comunicaciones. Se deduce que para seguir obrando con la misma impunidad y de nuevo en el secreto.

Un periódico neoyorquino siguiendo los pasos de algunos congresistas

Leer periódicos -de los de verdad- ha vuelto a convertirse en un ejercicio apasionante después de años de terrible tibieza. Se lo debemos en particular al osado fundador de wikileaks, Julian Assange, y a algunos de sus informadores. Por ejemplo, un chaval de 22 años a quien se vituperó ampliamente por sus “peligrosos sueños de gloria”, y que hoy se pudre en una cárcel militar estadounidense. Ambos son o serán “daños colaterales”.

Porque lo que fundamentalmente revelan los cables de las embajadas norteamericanas, hoy a la vista pública, es que EEUU presionó a gobiernos para que no prosperaran las demandas de sus “daños colaterales”. En el caso español, su “daño colateral”, era un ser humano que adoraba el periodismo y se arriesgaba porque la sociedad viera lo que él mismo veía a través del visor de su cámara. José Couso murió en el Hotel Palestina de Bagdad en 2003 (durante la ilegal invasión de Irak) por fuego norteamericano. Al lado de sus compañeros que se salvaron de casualidad.

Leyendo los cables, se aprecia que la embajada estima que el gobierno le da buenas palabras, algún apoyo concreto a la «posición norteamericana«, pero no mucho más. El resumen de Carlos Yárnoz -que presumiblemente cuenta con más información-, las visitas, llamadas y parabienes del fiscal general del Estado español Cándido Conde Pumpido o del fiscal Javier Zaragoza, y de varios otros,  tan colaboradores para tapar el caso, son bastante más preocupantes. Esas presiones  (y su exitoso resultado) aparecen como de muy dudosa legalidad y, desde luego, ponen en solfa la soberanía nacional. Y no fue el único caso. Los vuelos de la CIA, Guantánamo, también habían de ser discretamente obviados. Para el limbo de la justicia se arbitraron después pagos, 85.000 dólares preso acogido, informa El País, y visitas al jefe, a Obama, para la foto. Penoso. El gobierno dice que toda esta información es falsa o está manipulada. O que los contactos se han hecho dentro de la legalidad. Según los documentos publicados por El País, El Fiscal Zaragoza haría «todo lo posible para que el caso de Guantánamo no cayera en manos de Garzón, sino en las del juez Ismael Moreno«. También habría prestado oídos al fin de la jurisdicción universal que tenía España. Le molestaba a EEUU. Y a Israel. Fue una de mis primeras entradas en el blog. Ya no disponemos de esa competencia.

En el conchabeo sobraba, además de algún otro miembro de la judicatura, el juez Baltasar Garzón. Nunca le olvido.  Su caso es uno de los más asquerosos sapos que estamos engullendo. Encausado y apartado de su carrera, por meter las narices en el franquismo y siempre donde no «se debe» y donde no lo hacen otros. Pero, claro, es que es “muy protagonista”. Gran delito. ¿De qué democracia me están hablando?

En Alemania tuvieron otro “daño colateral”. Un ciudadano, Khalid El-Masri, fue secuestrado y torturado por la CIA y el departamento de Estado norteamericano se limitó a decir: “Seguro, nosotros secuestramos y torturamos al chico equivocado, pero considerad el contexto político”. Añadieron algo más: si vais a por los nuestros de la CIA «se resentirán las relaciones bilaterales”. Exactamente lo mismo que decían a los españoles. Al fiscal anterior, Fungairiño a quien EEUU adoraba, sin duda, por sus méritos colaboradores. Puede que en todos y cada uno de los países. La diferencia es que Merkel plantó cara, aunque, bien es verdad, porque había “un clamor popular”. La sociedad reaccionó y lo hizo, desde luego, por lo que contaban los periódicos. También se dispara el diferencial de justicia entre España y Alemania. Somos más amenazables.

Porque nosotros tenemos el país que tenemos. Los mercados no se han enterado de que Duran i Lleida vaticinó que “se tranquilizarían al ver el resultado de las elecciones catalanas” (donde han triunfado sus primos hermanos neoliberales), y nos están dando unos palos épicos. El diferencial con el bono alemán (el financiero) ha llegado esta mañana a los 300 puntos. Cuando se alzó hasta los 240 los cimientos temblaron.

Porque resulta que Hillary considera que divulgar su basura (y sin duda la de muchos otros países) atenta contra la comunidad internacional, pero los mercados no, y la especulación financiera sigue su camino implacable. Y van a por nosotros. ¿De que puta democracia me están hablando? ¿Quién eligió a los mercados? Duran i Lleida no les “ha tranquilizado” y parece que tampoco el «sonado» triunfo del PP catalán, que ha logrado 65.000 votos más que en 2006, sin llegar al techo que obtuvo en 1996. Pero Esperanza Aguirre aprovecha el despiste para ver cómo vende lo que es nuestro. ¿De qué democracia me hablan? Sin empleo, rebajados sueldos y pensiones, derechos laborales y humanos.

Apenas por ningún lado que se la mire, merece preservarse este remedo de democracia que unos pocos han fabricado imbecilizando a una sociedad que se ha dejado robar la verdadera y que costó años y sacrificios obtener. Yo, ésta, se la regalo empaquetada dentro de un orinal.

Pero ¡que no cunda el pánico! La escritora británica Heather Brooke escribe hoy en The Guardian: «Wikileaks: la revolución ha comenzado y será digitalizada. La web está cambiando la forma en que las personas se relacionan con el poder, y la política no tendrá más remedio que adaptarse«. Ayer lo decíamos aquí. Solo espero, ruego, que en eso no sea España, una vez más, diferente. Somos más de los que dicen que somos.  No faltes tú.

En agosto sí hay noticias

Forges en El País

 

Rajoy, desde su silente descanso, ha desplegado a sus lugartenientes para avivar conflictos y sacar réditos políticos exacerbando los sentimientos primarios de los ciudadanos (que es la genuina definición de la demagogia). Según González Pons, se vive casi un clima bélico en Melilla y la culpa es ¿adivinamos? De Zapatero. Un periodista único, testigo presencial durante décadas de lo que allí ocurre, Enrique Meneses, da todas las claves de un problema, que no surgió ayer,en un artículo que concluye:   

“Nadie se ha querido parar a pensar que el rey alaouita tiene que tratar con mucho tiento el latente independentismo bereber”.   

Una última hora de la SER anuncia que José María Aznar se va a plantar en Melilla con un par… 

El agosto griego   

Javier Valenzuela nos enseña en una brillante Cuarta Página de El País, cómo debemos poner nuestras barbas a remojar. Entresaco el meollo, pero es un goce leer el texto completo por su gran calidad. Y por su carácter ilustrativo.   

«En 2009, a causa de la crisis financiera internacional, Grecia ya perdió un 10% de sus ingresos turísticos. Fue un duro golpe para un país en el que uno de cada cinco trabajadores -y el 18% del PIB- depende de ese sector. Pero lo peor estaba por venir. A lo largo del pasado invierno se supo que el déficit público y la deuda nacional de Grecia eran de dimensiones descomunales. Peor aun, Atenas había estado engañando durante años a Bruselas a la hora de presentar sus cuentas. Se desencadenó así un periodo de turbulencias en los mercados financieros internacionales y de ataques contra la cotización del euro.   

Recién llegado al poder, el Gobierno socialista de Yorgos Papandreu tuvo que adoptar medidas urgentes de austeridad para paliar la desastrosa herencia dejada por su predecesor, el derechista Kostas Karamanlis. Como es habitual en el sistema capitalista, tales medidas (reducir los ingresos de asalariados, funcionarios y pensionistas; alargar la edad de jubilación; abaratar el despido; subir los impuestos indirectos; disminuir los servicios públicos; privatizar lo que quede de patrimonio nacional) se centraron en los más débiles, en los votantes de Papandreu.   

Pero Grecia, la tierra de Mikis Theodorakis, es un país con corazón de izquierdas (y no solo socialdemócrata; comunistas y anarquistas tienen aquí más peso que en otros países europeos), así que no tardaron en llegar huelgas y manifestaciones. Algunas de ellas, las más violentas, fueron noticia internacional y provocaron el aluvión de cancelaciones.   

A decir de muchos griegos, las protestas están siendo menores de lo habitual en este país (menores, por ejemplo, que las provocadas en diciembre de 2008 por la muerte de un estudiante a causa de un disparo policial). Pesan tanto un sentimiento colectivo de resignación como la idea de que es injusto cebarse en Papandreu (como escribió el profesor Guy Burgel en Le Monde del pasado 6 de marzo, «no es fácil ser de izquierda y predicar la austeridad a los que ya son pobres, aunque sea para corregir la ineptitud y la corrupción de un anterior Gobierno de derechas»)».   

El día en el que se privatizó la guerra   

  Desarrollo el tema en www.escolar.net, a partir de la noticia puntual:   

Karzai, el presidente que, en todo el mundo, menos manda en su propio país –Afganistán- (a salvo del que ocupa la presidencia del llamado gobierno transicional de Somalia), ha dado una patada a la mesa y concedido 4 meses de plazo para que abandonen Afganistán las “empresas de seguridad” que allí operan. Un eufemismo –uno de tantos- que esconde a auténticos mercenarios de la guerra. ¿Qué han hecho para que un débil presidente adopte tan drástica medida que le enfrenta a EEUU? Son 40.000 efectivos. De 52 empresas diferentes. Y Karzai argumenta que han causado “incidentes trágicos y horrorosos“.   

Hay más. El goteo constante de corrupción desvelada en el partido del «todo se rompe y es culpa de Zapatero«.  Su magnitud asombraba a los propios autores.    

Los dejados de la mano ¿del sistema? Hoy en Pakistan.   

Y no nos olvidemos que Garzón sigue imputado, fuera del cargo y de España.   

Vergara en Público

Los ciudadanos que amaban las tramas escandalosas

Italia vive un par de escándalos más en esa interminable saga que dirige Silvio Berlusconi. Aldo Brancher se ha visto obligado a dimitir de su cargo de ministro “de nada” para el que fue nombrado 17 días antes por su amigo el presidente. Este ex sacerdote, que en su día hizo votos de castidad y pobreza, es hoy dirigente de Fininvest, el holding de Silvio Berlusconi, y está casado. Tenía que enfrentarse a juicio en Milán por apropiación indebida de un millón de euros en el intento de compra del Banco Antonveneta. Y su colega le introdujo en el gobierno, sin cometido, para que dispusiera de inmunidad. El juicio siguió pese a todo. Ahora ha dimitido, en una emotiva escenificación ante el magistrado, al parecer para lograr la reducción de un tercio de su pena, caso de ser condenado.

Italia se enfrenta también a la llamada “ley mordaza” que va a comenzar a tramitarse. Con la nueva legislación se restringirá al mínimo la realización de escuchas telefónicas y su difusión en la prensa bajo penas de cárcel para los periodistas. Se están produciendo numerosas manifestaciones de protesta, pero “Il Cavaliere” continúa su marcha imperturbable contra los derechos democráticos que le garantice impunidad –para él ,y sus amigos y colaboradores- y la salvaguarda de ¡el negocio!

¿Cómo puede estar sucediendo todo esto en Italia? En España una de las imputaciones a Garzón es por la denuncia de Correa al habérsele practicado escuchas, autorizadas por el juez y avaladas por otro magistrado, Antonio Pedreira. El Tribunal Supremo, como sabéis, admitió a trámite esa demanda del presunto cabecilla de Gürtel. Más aún, ese ciclón democrático conocido como Manuel Fraga, dijo ayer que “Garzón debía estar lo más lejos posible de España”.  A mí  me resulta penoso vivir sin Garzón en España, con Fraga en las antípodas lo haría encantada.

El reencuentro con un amigo francés que lleva una década sin vivir en España, ha propiciado que contestara a sus preguntas sobre la actualidad de nuestro país que él sigue aunque no al detalle. Para mi amigo la trama Gürtel se vinculaba sólo a Valencia. Le fui relatando todo desde lo más trivial: cómo el sastre tomaba medidas para los trajes en el Hotel Ritz donde el President se alojaba, la exigencia de que le fueran traídas trabillas italianas imprescindibles para su atuendo. Seguimos por la Comunidad de Madrid, por el asunto del espionaje a miembros del PP por agentes relacionados con el propio gobierno regional del mismo partido –porque ese espionaje sí se ha producido al margen del largo proceso de imputación de responsabilidades- , los ceses fulminantes a quien contraviene los postulados de la Presidencia. Pasamos a Baleares. Nada le extrañó de Matas. Apenas supe darle detalles del estado de las investigaciones en Castilla León o Galicia.

-¿Y siguen con mayoría absoluta? –preguntaba él, tras haberme escuchado entre risas, asombro y preocupación-.

Así es, en efecto. aumentándola. Un par de ministros franceses han dimitido por asuntos turbios, pero sintetizar lo que ocurre en España a un extranjero ávido de ponerse al día -con la corrupción, la economía sumergida, o un neonazi mantenido en su cargo de policía-, produce auténtico sonrojo.

   Y el goteo prosigue sin pausa. Hoy en Alicante, pringados hasta las pestañas, es demasiada presunción creer en la inocencia de estas auténticas cataras del Niágara de la corrupción. Y eso si que «atenta contra lo más sagrado» que tanto le gusta exgrimir al máximo líder del PP Mariano Rajoy cuando saca a pasear su discurso mogigato y conservador. «Lo más sagrado» es el dinero y la confianza de los ciudadanos. Para un político al menos que, simplemente, es su represante. Y no «para forrarse» a su costa. 

Berlusconi es un producto del fracaso de la política, del que cada vez se ven más ejemplos. ¿Cómo es posible que el vibrante pueblo italiano tolere sus atropellos en nombre de un más que dudoso uso de la democracia? Probablemente es porque buena parte de la sociedad está anestesiada con la televisión de “Il Cavaliere”. Pero Belén Esteban es también “hija de Berlusconi”, como lo es “la Patiño” y una larga lista. No sé si en Italia disponen también de esas televisiones ultrafascistas que han propiciado los poderes públicos del PP en la TDT. La deriva hacia la involución en ambos países mediterráneos es similar. Y tampoco consuela mirar hacia esa UE azul de Barroso, y casi hacia ninguna parte. En realidad, preguntada por quién en España representa una ilusión, una salida en política, no se ve a ningún cabeza de lista, ni a la mayoría de las cùpulas. ¿Qué hacer?

Causa o vehiculo, la ciudadanía parece asistir al cruel escenario donde se juega su futuro como a un espectáculo que puede apagar e irse a dormir. Una ágil trama hasta con escándalos que le entretienen. Lo he dicho más de una vez -al punto de parafrasear títulos de lo que escribo-, resulta aterradora la confusión entre realidad y ficción que tiene hoy la sociedad. Los escándalos no se cuentan para amenizar el ocio del personal y qué diga: “jo, qué barbaridad”. Están sucediendo, son hechos, y les afectan.

  Los alemanes explicaron que ellos «no se enteraron bien» de lo que estaba pasando cuando Hitler empezó a actúar, tras haber sido elegido en las urnas. Y eso que no disponía de la televisión como arma. Pero el programa «lúdico» que nos es ofrecido, no se elabora solo, hay guionistas, directores, productores… y consumidores. Y esto no pinta como comedia, va camino de tragedia. Más aún, es absolutamente previsible, porque calca su trama una y otra vez, y a lo sumo introduce más elementos desestabilizadores. Y no podemos cambiar de canal, no podremos cuando los sicarios llamen a la puerta de cada cuál. 

No sé, los franceses se tiraron a la calle a la semana de contarles que prolongaban la jubilación de los 60 a los 62 años (¡qué cosas les hacen a los frances, eh¡). No servirá de nada. La oposición casi absoluta a la guerra de Irak en España no sirvió para que parase la invasión, y su artífice más cercano, Aznar, sigue pontificando allá donde le parece. Entonces ¿no hacemos nada?

(Por cierto, no soy responsable ni cobro nada por la publicidad que me han metido sin consultarme por alojarme gratis el blog, voy a tratar de solucionarlo)

¡Qué vergüenza!

Es el grito unánime de quienes asistimos impotentes al linchamiento de un juez que osó hurgar mínimamente en el intocable franquismo ¡Qué vergüenza! A Garzón lo han liquidado. Sus propios compañeros. Oyendo contranatura a organizaciones de ultraderecha y a oscuras rencillas y envidias personales. Juan José Millás lo expresa muy bien: “Le han roto las piernas, pero han hecho que parezca un accidente”. Y José Saramago nuestro sentimiento: Las lágrimas de Garzón son las mías.

Lo sucedido con Garzón consagra la pervivencia del antidemocrático franquismo en la sangre de España y nos sitúa ante el bochorno internacional. Las referencias al caso se contabilizaron ayer entre las diez noticias más vistas de todo el mundo. Y las criticas y reacciones solidarias cuajan los periódicos desde New York Times hasta Le Monde. Todos hablan del poder de la ultraderecha española, todos sacan las vergüenzas de este país a la intemperie.

Nos espera una nueva semana de prueba en el terreno económico –ya hablaremos de ello-. El «mercado» no está satisfecho con el duro ajuste anunciado y su portavoz, el FMI, pide más recortes, hasta en la cobertura sanitaria. En buena lógica, encontrarse ante un país bananero debe influir.

Estoy harta de la caspa y el fango que inundan este país. Me avergüenzo de nuestro poder judicial y en buena parte del político. Del oscuro Salieri Varela. el patético ejecutor de la «vendetta«. Siento auténtico bochorno de que ostenten cargos públicos gente como el melífluo y atildado Francisco Camps, quien –vestido de trabilla italiana, más que presuntamente costeada con fondos públicos- se permite decir, con total impunidad, anteayer que “ya han echado a dos (Garzón y Bermejo) y que ahora van a por los demás”. El juez cuya estrella no podrán apagar era independiente, por eso acumuló tantos odios. Camps vincula así el linchamiento de Garzón a la venganza por investigar la trama corrupta de la Gürtel. La camorra no lo hubiera hecho mejor.

Cerca de él, me abochorna otra de sus “amiguitas del alma”, Rita Barberá, que en un país serio no podría ser más que alcadesa de un pueblo con 300 habitantes. Y Trillo, responsable de un ministerio que llevó a la muerte a 62 militares españoles en el colmo de todas las chapuzas, que ve imputados a sus subalternos y se libra de castigo penal. Pero sigue en la vida pública, en cargo de responsabilidad, cuando alguien con decencia ante situación similar, se hubiera retirado a cultivar coles en un discreto huerto murciano. ¡Qué decir de Mayor Oreja! Aquel que considera el franquismo «una época de extraordinaria placidez», que se manifiesta contra leyes constitucionales españolas que no casan con su retrógrada ideología y que es nuestro representante más votado para Europa.Y el gris e indeciso Rajoy, el de la mala memoria que olvida sus años de gestión, el que ofrece la misma confianza para sacarnos a flote que un pelele ciego, mudo y sin brazos. Y la osada Cospedal que se inscribe en la cuadrilla de cínicas e indocumentadas mujeres del PP.

Y no perdono a quienes, dentro del PP y en su masa electoral, no reaccionan para acabar con este circo de tarados. En Francia tienen a Le Pen, sí, en Italia a Berlusconi, pero el cruce caricaturesco de los dos probablemente solo se da en España. Y en Honduras. Y en Guinea. ¿Cómo van a respetarnos fuera?

Me avergüenzan los socialistas que tampoco reaccionan. Los que también ven vengados los problemas que les ocasionó Garzón -al descubrir sus errores y delitos- y hablan de respeto a las decisiones judiciales, lavándose las manos. U otra indocumentada: Leire Pajín, que me obliga a meterme debajo de una silla cada vez que abre la boca. Y sobre todo nuestro presidente que no ha tenido las agallas de salir a contarnos cómo “el mercado” y sus propagandistas le obligaban a doblegarse y  me preocupa que no nos haya pedido ayuda –que a ese nivel estamos de peligro-.

Me irritan hasta más allá de lo soportable los Díaz Ferrán, Rouco Varela, piomoas y asimilados, los Manolo Lama y numerosos rostros mediáticos que inducen la imbecilidad y la falta de escrúpulos, y hasta los Florentino Pérez. Y la sociedad muda, y los tibios, y los que viven en Babia y  los epsilones fabricados en probeta que no son conscientes de su situación. ¡Qué vergüenza! «La sociedad está anestesiada y no es consciente de lo extremadamente peligrosa que es para ella misma», dijo ayer Rosa María Calaf en un acto público. Sí, porque el lobo acecha debajo de la cama aunque nos duerman con dulces nanas.

Estoy harta de la mala educación, insolidaridad y egoísmo de los españoles que cada día nos embiste en múltiples expresiones. De la corrupción y la chapuza. De los que, con la mejor intención, aún creen que el liberalismo era aquél de las meritorias empresas familiares que -jugándose su patriomonio en responsabilidad no limitada o anónima– daban trabajo de por vida. Me saturan los que han engullido la patraña de que el capitalismo nos hará ricos a todos, incluso que nos dará a todos la oportunidad de robar y especular impunemente. No, esto no funciona así. Son habas contadas, y la calculadora la tienen otros.

Pero España no son ellos, y aún confío en buena parte de aquellos a los que dediqué mi último libro. A algunos de ellos invoco de nuevo:

A los profesores que luchan por educar seres responsables y libres. A mi fontanero, y a todos los fontaneros, pintores, albañiles, abogados, médicos, investigadores, profesionales de cualquier oficio que, como él, cumplen puntual y eficazmente su trabajo. A quienes ceden el paso. A quienes piensan en los demás. A quienes dan calor. A los cumplidores, a los que no se resignan, a quienes protestan por lo que hay que protestar. A los que esperan, a los idealistas, a los que no se amoldan al criterio imperante y piensan que dinero, mercado, utilitarismo, no merecen veneración. A los jóvenes periodistas y creadores, compañeros de nuestro afán innovador. A todos los que, en definitiva, aspiran a cambiar el mundo, empezando por el suyo propio.

Depresión

Resulta difícil sustraerse a un punto de depresión ante lo que está ocurriendo, si se tiene un mínimo de conciencia. Uno actualiza al despertarse el estado de su vida que dejó la noche anterior y las circunstancias le atenazan. Acabamos de sufrir en nuestras carnes la evidencia de que el poder político ha sido anulado, sometido, y avariciosos humanos de carne y hueso –escondidos bajo el eufemístico nombre de “los mercados”- han tomado las riendas para hacerse con el dinero de todos. El dinero, el esfuerzo, las esperanzas, el futuro de todos.

Los medios informativos oficiales –que forman parte del mismo ente- saludan con alborozo la rendición de nuestro presidente, José luis Rodríguez Zapatero. No podía hacer otra cosa, había que evitar males mayores, hay que seguir alimentando a la bestia conforme a sus voraces deseos. De aquella vieja utopía, la democracia, nos olvidamos.

Millones de epsilones secundan la trama. Adouls Huxley los diseñó como la última e ínfima casta del proceso productivo, aquellos a quienes se privaba de oxígeno, imprescindible en la formación del cerebro, porque “no necesitan inteligencia humana”. El mundo feliz es para otros. Cada vez para menos. Porque ya ni siquiera se produce, salvo en la explotada china y adláteres, la sociedad subsiste –aún- con el tráfico de aire financiero a cuya respiración no tiene acceso.

En una confabulación cósmica, la situación mundial confluye en España con un renacimiento -nada inocuo- del poder ultra, ése que nunca fue sancionado. El juez que intentó hurgar mínimamente en él, va a ser apartado de la carrera judicial y con total ensañamiento. La lenta justicia española se ha puesto el turbo para defenestrarle, con una celeridad que nunca le conocimos. No quieren ni que se exilie, buscan mantenerle en el reducto hispano, humillado y vencido. En el resto del podrido mundo en el que vivimos, no se permitiría. Quizás en Honduras, en Guinea, en alguna otra república o monarquía bananera. Pero las cruzadas internacionales sólo se hacen por dinero, quizás como siempre, en realidad. Sólo que, ahora, sin excusas, sin subterfugios, a cara descubierta. Los epsilones lo permiten, repitiendo el discurso marcado.

Del mal inevitable, hay que elegir el menor. Marcharse, que nos hagan sitio a todos en La Haya, en Berlín, en toda Suecia, en Canadá, incluso en Francia, por supuesto. Ya no hay esperanza. Ni la de enarbolar la estaca que un día, malamente, tímidamente, es cierto, funcionó.