Mientras atendías al himno…

España vive un nuevo apasionado debate por sus esencias y sus patrias. Ahora con música, ministros de cultura y cultura de ministros, presidentes de partidos de derechas en función de gobierno y los coros habituales de apoyo a la moción y palo al disidente. Entretanto, hay movimientos decisivos -mucho menos entretenidos para el gran deporte nacional del chismorreo-, que cualquier ciudadano sensato debería tener en cuenta.

Luis de Guindos será vicepresidente del BCE. A los expertos les preocupaba que “los próximos altos cargos del BCE (…)  serán quienes lidien con la próxima gran crisis (…) los líderes europeos deberían elegir a los mejores”. Lo Explicaba Paul de Grauwe, de la London School of Economics, a Claudi Pérez en El País. La “próxima gran crisis”, anoten. La van anunciando. El sistema corrompido en el que vivimos se alimenta de esos movimientos. Cruje, y unos ganan y otros pierden. Sin importar las víctimas que orillan.

Los intereses han inclinado la balanza a favor De Guindos. En contra de la opinión del Europarlamento que prefería al candidato irlandés, Philip Lane. Doctor en economía por la Universidad de Harvard, profesor adjunto en la cátedra de Economía y Asuntos Internacionales de la Universidad de Columbia y actual gobernador del Banco de Irlanda. De Guindos es licenciado en economía por el Instituto de Estudios Financieros, CUNEF, en Madrid y Doctor por la Complutense.

El ministro del gobierno español carga en su maleta de marca haber sido el director para España y Portugal (y asesor para Europa) de Lehman Brothers, en el momento justo en el que quebró para ser históricamente la espoleta de la crisis que padecemos. Su gestión en España se saldó con recortes y mentiras. Los ciudadanos no íbamos a pagar nada del rescate y lo pagamos casi todo. El Banco de España dio por perdidos no menos de  60.000 millones del dinero públicoentregado para sanear el sistema bancario.

Así nos dirigimos a la “próxima gran crisis”.

Así y con una cadena de datos en España tan contundentes como indicadores de seria alarma.

Estamos con los bolsillos vacíos. Como país –amarillo y rojo y no pido perdón- con la Deuda Pública más alta de la historia y saqueando la hucha de las pensiones. La Deuda la han triplicado durante la “crisis”. La de la Seguridad Social creció más en 2017 que en los 22 años anteriores juntos.

 Como sociedad, con la tasa de ahorro bordeando el mínimo de su historia. El colchón se desinfla. Solo se ahorra un 6% de los ingresos, como media. Pero un 38% de los ciudadanos no puede afrontar ningún gasto extra. Los que ni les cabe encender la calefacción, ni hacer las tres comidas al día, parecen ya descontados.Y hay quien nada en la abundancia. La media se saca con todos ellos.

Los ingresos del Estado, vía recaudatoria, flaquean también y con manifiesta injusticia. En los impuestos han ejecutado una auténtica revolución en las últimas décadas. En este  recorrido que analiza Joaquín Estefanía vemos que desde los años noventa, ha habido un “desplazamiento de la carga tributaria desde las rentas del capital hacia las del trabajo”. Añadamos el consumo, con la espectacular subida del IVA. Los ciudadanos sostenemos el tinglado, con cada menos servicios a cambio. La evasión de capitales a paraísos fiscales goza, entretanto, de una salud envidiable.

Un panorama que afrontamos como país con sueldos cada vez más precarios. El asalariado medio español ha perdido, al menos,  347 euros de poder adquisitivodesde 2015. Y eso que al auténtico tajo se arrastra desde 2012, año en el que el PP implantó su Reforma laboral, aquella que, precisamente Luis De Guindo anticipó, satisfecho y haciendo méritos, en la UE como “ extraordinariamente agresiva“. Esto sí lo cumplieron. Ha arrojado un 26% de temporalidad y un 32% de asalariados cobrando el salario mínimo, entre otras pérdidas de derechos. Visto en millones, los contratos temporales han pasado de 12,8 millones en 2012 a 18 millones en 2017. Las mujeres y los jóvenes son quienes más lo sufren.  Casi la mitad de los contratos formativos actuales son de peones, camareros y dependientes, según CCOO.

Y, mientras, vuelven a inflar la burbuja del ladrillo. Los pisos para vivir se siguen diseñando como objeto de especulación y no como una necesidad social. Con algún matiz añadido.  La construcción de  vivienda de protección oficial se ha reducido un 93% entre 2007 y 2016. Los alquileres están por las nubes, sobre todo por su potenciación como uso turístico, caiga quien caiga. Los alquileres son mas caros que las hipotecas, dicen en las inmobiliarias. Pero las hipotecas exigen un compromiso de pago -so pena de desahucio-, que requiere un trabajo o unos ingresos fijos que, hoy por hoy, no se pueden asegurar. Ahora asistimos al boom de los autónomos, a los que aún se lo ponen peor en este punto.

Al mismo tiempo, no solo restan, sino que expolian servicios esenciales. La escuela pública ha vuelto a las  cifras de inversión de los años 80, como detallaba Antón Losada. “Tras sobrevivir a los recortes y a la precarización de los docentes, la escuela pública soporta una nueva oleada de acoso y abuso por parte de la vieja y la nueva derecha”, destacó Losada. Y ya ni se esconden.  Defendemos la educación concertada, claro que sí -de pago,  y subvencionada-  declara Cifuentes presidenta de la Comunidad de Madrid.

España ha perdido 12.000 científicos desde 2010 por los brutales recortes a la ciencia bajo la excusa de la crisis. Algunos por completo, se dedican a otra cosa.  Las empresas españolas, entretanto, invierten la mitad que la media europea en investigación.

Mientras atendías al himno, rojo y amarillo, para emocionarte o abochornarte, supimos por eldiario.es que la ministra Tejerina  frena en Europa una bajada de tóxicos en los fertilizantes. Fue alta directiva de Fertiberia, el mayor productor español de fertilizantes, que pertenece al grupo Villar Mir. El Gobierno se opone a que la nueva regulación introduzca límites de cadmio estrictos: “Nos sacaría del mercado”, dice un documento interno de Agricultura. Ni con la salud, se conmueven, no como con el himno de la exiliada fiscal en Miami Marta Sánchez.

Ese punto hemos de tenerlo claro. El negocio de la salud es un bocado muy apetecible para el sistema que nos gobierna y aplican políticas que lo favorecen como tal. La sanidad privada crece imparable a costa del deterioro del sistema público. La inversión en la sanidad pública cae 4.000 millones en 5 años. La sanidad privada ingresa 5.000 millones más. Entre 2009 y 2015.

 En el diario de la corrupción, tenemos hoy la declaración en juicio de uno de los grandes conseguidores de la Gürtel. ‘ El Bigotes’ apunta al marido de Cospedal y dice: “Venía a soltar ‘el mondongo’ y no le he visto en ningún banquillo”. Los espectadores del Telediario de TVE han recibido una versión muy recortada de la realidad, el marido de la ministra de Defensa no existe para la tele pública. En nivel presunto, surge  la número dos del PP de Málaga pagándose un máster y cenas de lujo con dinero público.

Los próceres del PP, inquietos por el ascenso en las encuestas de Ciudadanos, se dieron un buen homenaje hasta con carabineros y jamón de bellota en una comida, al tiempo que el PP pedía ahorrar para la educación de hijos y nietos y  para la pensión. Desde jóvenes incluso propugnan en un anuncio que los jóvenes empiecen ahorrar. Porque ya no se esconden. Es ideológico. Calculan que los jubilados perderán 350 euros al mes, a la larga, por las últimas reformas de pensiones.

La cultura oficial la tenemos en listón Marta Sánchez.

Ricos sí somos ahora, en recortes de derechos y demagogia. El Supremo acaba de confirmar la pena de tres años y medio de cárcel para el rapero Valtonyc, al que considera culpable de injuriar al rey Juan Carlos en sus letras. Lo que lleva a plantearse lo impropio de tal sentencia en un país democrático.

Todo esto y más pasaba mientras mirabas lo que se cotillea del himno. Los medios lo han ido contando, pero sin obtener el potente foco mediático y político del que disfrutan los temas viscerales. Aguanta Marta Sánchez. Sube puntos Anna Gabriel. Puigdemont es pieza fija.

Es para estar amarillo de ira y rojo de vergüenza.

Los desafíos que se ocultan tras las banderas

En la empresa de formación de líderes de mercado apuntaron, quizás, el lema: los partidos del bipartidismo (y sus soportes) son «constitucionalistas». Gentes de orden –vienen a definirse– que no tuvieron ni el menor reparo en cambiar en tres días de agosto (2011) la Constitución del 78.  En su reforma del artículo 135, consagraron que el pago a los acreedores del Estado «gozaría de prioridad absoluta», por encima de cualquier necesidad de los ciudadanos. Los «constitucionalistas» de PSOE y PP lo firmaron sin complejos –» muy contento», Rajoy– y a Albert Rivera que andaba ya en Cataluña con sus Ciudadanos no se le oyó un ruido.

Curiosamente, la Deuda Pública española va desde entonces al galope. El Gobierno del PP la ha incrementado en niveles y ritmo de récord y ya debemos más del 100% del PIB y más de un billón de euros. A pagar, con intereses, por encima de nuestra salud, educación o pensiones, si es el caso. Esto sí que es un desafío. Y conviene recordarlo estos días en los que tanto se abusa del término para circunscribirlo a Cataluña.

Como los más 40.000 millones de euros, según ha dicho el Banco de España, más bien 48.000 con suerte, que se dan por perdidos del rescate bancario. Echen cuentas. Es ese mismo que no nos iba a costar ni un euro a los contribuyentes. Inolvidable la convicción con la que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaríaaseguraba la gran virtud de la «reestructuración bancaria», sin coste para los ciudadanos. Redondear esta jugada y seguir tan satisfechos sí que es un desafío. Como endosarnos la quiebra de las  autopistas. También sale del erario común pagar las pérdidas a las constructoras privadas, ustedes ya saben.

Y mientras la atención mediática la centraban en Cataluña, el BOE publicaba este miércoles el acuerdo comercial de material militar del Estado español con Arabia Saudí. Sin ninguna consideración a las críticas por su participación en los ataques a Yemen o a la financiación del terrorismo yihadista que se le atribuye. España ha incrementado exponencialmente la venta de armas a la cuestionada monarquía saudí. De 2013 a 2016 le ha vendido armamento por valor de 1.361,42 millones de euros. Más aún, el Gobierno decretaba en el BOE el secreto del acuerdo. Un órdago mayúsculo del que nada dicen los «Constitucionalistas del 135», ni la mayoría de los medios.

Mientras tanto, los multimillonarios se han duplicado con creces en los últimos cuatro años de la era Rajoy. 549 personas disponen de un patrimonio superior a 30 millones de euros. Ya es salir vencedor de un órdago descomunal que las víctimas de estas políticas acepten como normal el aumento de la desigualdad que les perjudica.

Menos mal que vivimos una «primavera del empleo», según la ministra Báñez, aunque la contradiga la realidad. Un milagro que cambia un empleo aceptable por cuatro precarios. A cuatro trabajadores, por tanto, que han de vivir con la cuarta parte de un salario.  O que contabiliza como contrato los de 1 semana. Se llama Reforma laboral y es la que manda a la calle a 266.362 personas en un solo día, el 31 de agosto, fin de temporada.  Ya es triunfar en los desafíos que la degradación abismal de trabajo en España cuele y que la delegada del Gobierno en la materia se permita mofarse sin atisbo de pudor.

Se puede hacer de otra manera, como Portugal, pero parece que los «Constitucionalistas del 135» no están por la labor.

Ya hablamos de la inolvidable comparecencia en el Congreso de Rajoy para responder de corrupción sin siquiera nombrarla. Y de su ostensible altanería para dejar bien claro que la oposición susceptible de echarlo por una moción de censura, no lo hará. Y de las cuevas de Alí Baba plagadas de altos cargos del PP que los utilizaron para aprovecharse hasta de sacar tajada de los colegios. Y el triturado de los ordenadores de Bárcenas, de la empresa, como dijo sin sentir mayor vergüenza democrática la vicepresidenta. Ya es desafío presentarse de esta guisa a las urnas y conseguir el gobierno por el apoyo de otros partidos.

No es la única bandera, por cierto, que se usa para tapar el saqueo de la público, la catalana acumula tras de sí la indescriptible y larga rapiña del clan Pujol y la política de comisiones por obra pública que ejecutó la derecha y obvió la izquierda. «Son nuestros ladrones», ya saben.

A todo esto ayuda la colaboración inquebrantable de algunos medios, en apuros económicos, ideológicos o profesionales. La prensa, radio y televisión en campaña de apoyo de cuanto Rajoy es y representa, junto a sus socios y colaboradores necesarios. Con una televisión pública estatal, RTVE, de auténtico bochorno y que corre el peligro de no cambiar en otro enorme desafío a la lógica.

O esta proliferación del odio ultra, las agresiones y el desequilibrio a la hora de afrontarlos. Las  mujeres están siendo atacadas como en las tribus más cerriles y, las progresistas, en medio de un clamoroso silencio.

Órdago a la grande es echar abajo desde el gobierno que no se corte la luz a usuarios sin recursos como había impuesto el nuevo Ayuntamiento de Valencia.  O rechazar obras de menor costo económico y gran aprovechamiento social como en el de Madrid, ayuntamiento que además ha disminuido la deuda. Por dinero no es. O vender viviendas sociales a fondos buitre y no recibir otra crítica mediática que al acento de una relaxing cup of coffee. O comenzar el curso escolar en la Comunidad de Madrid -y no será la única- con niños en barracones y cientos de ellos desplazados.

La sociedad española tiene ante sí grandes desafíos, sin duda. La comprensión, el diálogo, la altura de miras. Recuperar la sanidad, la educación, la cultura recortadas y preteridas. Aprender a ver, rescatar la dignidad, priorizar la decencia, dejar de engullir la corrupción y la mentira, la hipocresía. Aventar de nuestras vidas la crispación interesada, la desesperanza imbuida. Mientras, los «Constitucionalistas del 135» harían bien en enfrentar el soberano desafío de devolver los derechos mermados a la ciudadanía. Y, junto a los medios, no dar por hecha una miopía generalizada que no sabe ver tras las cortinas de humo.

La propina

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Escribir una leyenda

Un enrejado metálico sustentado por torres separa la zona pública y la privada del Parque de Chamberí en Madrid. Llegarse hasta esa tela entretejida que detiene el paso, permite visualizar una historia que en el fondo es la eterna relación entre los señoritos y el pueblo llano. Eterna, en España sobre todo. Una trama de desequilibrios que se repite. Por su gestación, ni siquiera por los usuarios. No falta ni un ingrediente.

Quiso el guión que fuese por entonces hasta marquesa consorte la protagonista principal. Esperanza Aguirre, convertida en presidenta de la Comunidad de Madrid gracias al «Tamazayo» en 2004, inaugura en 2007 por primera vez –hubo más– el que dice ser un complejo deportivo y de ocio en lugar privilegiado de la capital. Ha modificado el plan de Alberto Ruíz-Gallardón –que también puso una primera piedra– para construir un parque de 120.000 metros cuadrados sobre el tercer depósito del Canal de Isabel II, ubicado en un barrio, Chamberí, con 150.000 vecinos. Aguirre le va a comer un buen pedazo para destinarlo a un Campo de Golf privado. Y, claro, entre que las pelotas se salen y cualquier persona puede entrar sin pagar, le levantan el vallado. En aquella inauguración, entre gritos a favor y en contra, Aguirre se dio unos pases de fútbol con Florentino Pérez, a la sazón presidente de la empresa constructora y un par de futbolistas famosos.

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Siempre me ha parecido una propina de parque. Los usuarios habituales se han acostumbrado sin duda, pero produce cierto impacto verles disfrutar del trozo que les quedó en los bordes, frente a ese campo casi vacío por lo general. Caminar, jugar al fútbol, subir a las instalaciones del parque infantil, o sentarse, con esa vista.

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La asociación vecinal es potente y ha luchado durante una década por tener un parque completo para el barrio, escaso de zonas verdes. El empeño dio su fruto, con la ayuda del cúmulo de irregularidades que jalonaron el proyecto de Aguirre. Hasta que la justicia lo tumba por considerarlo ilegal, en doble sentencia. Vean aquí un resumen de la peripecia.

Y de nuevo la España perenne resucita. La sentencia habla de restablecer la parcela al estado físico previo a la ilegalidad, lo que implica para los vecinos quedarse también sin la propina que les dejó el PP de Madrid a través de sus sucesivos presidentes: Aguirre y González. Y, como por milagro, irrumpe un afamado tertuliano especializado en estas labores y cuenta al vecindario que todo es culpa… de Podemos y un sector díscolo del PSOE. Ante hechos ocurridos, como siempre, mucho antes de nacer. El sector díscolo del PSOE, desde luego el de Podemos. Disculpen que no enlace su cosa para no contribuir a las visitas de la publicación.

¿Y los vecinos? Las dos actitudes del manual. De un lado los que nunca se movieron y ahora culpan a los que sí lo hicieron de quedarse sin el algo es más que nada. Niños llorosos que no van a poder jugar al fútbol llegaron en protesta por alguna parte, ancianos que tampoco van a poder bajar a pasear. Del otro, el mayoritario, un cúmulo de propuestas para mantener las instalaciones existentes y añadir nuevas en el terreno ganado. Y, sin duda, tirar el separador de tela metálica. Parece que las instituciones implicadas, Comunidad de Madrid, Ayuntamiento, Canal, tienen buena disposición al arreglo. Si no se cruzan otros intereses.

Lo llamativo es la aceptación de la propina en lugar de los derechos. El ataque al mediador. El dardo envenenado convertido en noticia, tan oportuno. De esta forma, la parábola del parque propina ayuda a ver una realidad bastante más general de lo que se cree.

Empleos, como propinas del sistema. Porque aunque es cierto que las propinas valoran servicios, a veces se convierten en versiones modernas y dulcificadas de la limosna. Con los saques que de vez en cuando da la patronal pidiendo, por ejemplo, pagar por debajo del salario mínimo a los menores de 25 años. O contando como trabajo emplearse a tiempo muy parcial. «En 2016, se firmaron 176.400 contratos de un día de duración», contaba el economista Eduardo Garzón entre otros datos igual de impactantes.

La salud y la vida incluso como propina, si nos portamos bien. En 10 años el Estado ha pagado a la sanidad privada de Madrid 1.500 millones de euros, según denuncia CATMadrid, la Coordinadora antiprivatización. La factura anual es un buen pellizco mientras se deteriora la pública niveles hasta de derrumbe físico. Y pásense por otras muchas comunidades: Andalucía, Cataluña, y la mayoría que quiera usted mirar. En junio publicaba Raúl Rejón en eldiario.es otra sustanciosa historia de enriquecimiento en la sanidad a costa de dinero público. Nada raro si tenemos en cuenta que la inversión en sanidad pública ha descendido en Madrid, desde Aguirre precisamente, un 77%, según informe de CCOO.

La luz que ilumina, la electricidad llave que calienta, cuece o conserva, es otro lujo que se entrega graciosamente a los mortales. El ministro de Energía dice que hay que «acostumbrarse» a precios de la luz más altos, en momentos en los que su cuantía ha alcanzado la alarma social.

En los medios también se huele la propina de la que debe dotarse a puestos de cierta relevancia. De otra forma no se entenderían actitudes tan dóciles al mando, o a los deseos del mando.

En política, se acuerda un salario mínimo de 800 euros y luego se firma uno de 700 como un logro. Entibiar exigencias descabalga objetivos. Devaluar los sueños los convierte en propinas. El alpiste en el comedero, frente al banquete en el que otros se atiborran con el dinero de todos.

Estamos llegando a un punto en el que hasta la democracia se está convirtiendo en una propina. Su principal característica es la discrecionalidad con la que se otorga, impredecible en su cuantía y momento. Generalmente para agradecer dadivosamente un servicio. Mucho reconocimiento deben, sin duda, a la paciencia y templanza de esta ciudadanía, pero no a base de paguitas de marqués a vasallo.

En sentido estricto, los trabajos, los servicios, requieren una compensación formal y adulta. Contractual. Y las propinas sobran. De otra forma, es lo primero que se quita. Textualmente ya. Harrods, la potente cadena de grandes almacenes británica, sorprendió a los trabajadores de sus restaurantes hace unas semanas requiriéndoles el 75% de las propinas que recibían de los clientes, según denunciaron los sindicatos. Difícilmente se puede llegar a mayor mezquindad y a mayor sumisión de los afectados. La degradación de los derechos, por necesidad en el caso de los empleos, es arma de doble filo. En esto, el primero que acepta marca tendencia. También recuperar terreno y derribar vallas. Porque hay veces que se baja tanto la cabeza que ya no se puede volver a levantarla.

*Publicado en eldiarioes

Una oferta de trabajo irresistible

La he encontrando en mi periplo descendente por las páginas de la web de El País, tras declaraciones de Rajoy y los temores al «populismo». Copio y pego:

Dependiente/a telefonía Campaña Navidad

Sobre el Puesto

Adecco selecciona para importante empresa del sector de las telecomunicaciones una posición como comercial en punto de venta, para la zona de Madrid.Funciones:

– Venta y comercialización de los productos y servicios de telefonía.
– Atención y asesoramiento a clientes.
– Coordinación con su grupo de trabajo para alcanzar los objetivos individuales y grupales.
– Gestión administrativa de las ventas.
– Organización y mantenimiento de tienda, control de stock.

Requisitos imprescindibles:- Formación profesional Comercio y Marketing / Bachillerato / equivalente.
– Experiencia reciente de al menos un año en atención al cliente de forma presencial en el sector de la telefonía.
– Orientación a resultados y ventas.
– Orientación al cliente.
– Microsoft Office nivel medio.
– Internet y correo Electrónico.

Requisitos valorables:

– Cursos de atención al cliente y Técnicas de venta.
– Capacidad de negociación y orientación al cliente, comunicación interpersonal.
– Orientación al trabajo en equipo.
– Dinamismo y capacidad de comunicación
– Iniciativa y capacidad de organización y planificación.

Adecco ofrece una posición como comercial en punto de venta para la atención directa de sus clientes en las tiendas de la compañía de telecomunicaciones en la zona de Madrid.
Incorporación inmediata, formación previa con la empresa.
Contrato: temporal 1 mes para Campaña Navidad.
Salario: 7,69 euros bruto/hora + comisiones en función de consecución de objetivos
Horario: jornada 39hs/semanales, distribuidas de lunes a domingo en función de cuadrante. Se requiere disponibilidad de horarios«.

 

Temporal, con toda la semana pringada domingo incluido, a 7,69 euros bruto/hora. Más comisiones, eso sí, pero en función de objetivos, ay. El viejo chiste de que, a la vez, ha de llevar una escoba para barrer en los desplazamientos por la tienda también se cumple. Ésta es una de las funciones del puesto: Organización y mantenimiento de tienda, control de stock.

El País ya podrá incluir ésta entre las «profesiones de éxito» con las que recibió, alborozado, unas cifras recientes de empleo.

pais.profesioneséxito

Rajoy consigue dejar el paro al nivel que se lo encontró

elmundo.paro.agosto

Los medios están alborozados y la mayoría de ellos se desparraman en columnas para dar la gran noticia: tras dos años y medio de gobierno, Rajoy ha logrado volver al paro que se encontró. El registrado, aunque también la EPA refleja cambios en el mismo sentido.

Muchas cosas han quedado en el camino. Por ejemplo, ha disminuido la población activa en 651.864 personas. Con enorme alegría y disposición se han ido a la “movilidad exterior”, a conocer mundos, a ganar igual 9 euros a la hora, o 7,  en el paraíso alemán para luego ir regresando a casa, mermadas bastante las esperanzas. O a ver si exprimen un poco más a la familia porque ya acudir a apuntarse en el INEM no merece la pena.

Ocurre también que ahora el trabajo que se obtiene en España -gracias a la Reforma laboral de Rajoy- es mucho más emocionante. Nunca sabe uno cuándo, ni cuánto va a trabajar, ni cuando le van a echar, trasladar o cambiar las condiciones laborales. Solo el 4% de los nuevos contratos, por ejemplo, son indefinidos. La EPA contaba entre los empleos, al 1.200.000 personas que trabaja un día a al semana. O a los 837.000 que tan solo tienen que molestarse en ir a la empresa una hora a la semana. Claro, se cobra lo que se cobra, lo que estipula el mercado, que eso sí tras la reforma se ha quedado muy apañadito, a nivel de tercer mundo.

Las ministras de Sanidad, Ana Mato y de Empleo, Fátima Báñez, acudiendo a un festejo en foto de archivo

Las ministras de Sanidad, Ana Mato y de Empleo, Fátima Báñez, acudiendo a un festejo en foto de archivo

Báñez además ha conseguido ahorrar un montón de dinero a las arcas del Estado. Ana Requena cuenta en eldiario.es que en junio el gobierno pagó 1.945,7 millones de euros, 19% menos que en el mismo mes del año anterior. En prestaciones al desempleo, millones de personas que no encuentran nada cobran menos, y algunas no reciben subsidio alguno. Si por falta de medios, la gente palma, aún “ahorrará” más. Y su colega, otra ejemplar ministra, Ana Mato, que lleva Sanidad. No olvidéis que el dinero, nuestro dinero, se dedica a lo importante, a regalar bancos, por ejemplo, como esa Caja que ha comprado el BBVA a precio de amigos. O para aviones de combate.

El País ha elaborado este cuadro, muy claro, de esos números que representan a personas. Más del 68 % no reciben prestación, según sus datos.

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Realmente merecía la pena tanto recorte (sanidad, educación, servicios, todo), la devaluación absoluta del trabajo en España, la merma de derechos, para conseguir que nuestro gran problema, el paro, se viera solucionado por Rajoy: después de haberlo aumentado, ¡ya lo tiene como lo encontró! ¡Qué maravilla!, precarizado como dios manda, pero igual. Menos mal que hay más de 600.000 personas que, por lo que sea, ya no se apuntan al paro, porque si no a Rajoy no le cuadrarían las cifras. Pero es una persona afortunada. No hay más que ver adónde ha llegado.

El electorado sabe reconocer la gran recuperación llevaba a cabo por Rajoy y la férrea oposición socialista, y así el Barómetro del CIS de Julio refleja una nueva caída del bipartidismo.  Y un nuevo ascenso de Podemos, que se sitúa como tercera fuerza política y a solo 6 puntos del PSOE.  En la intención de voto directo los resultados son espectaculares: 12,8 PP, 11,9 Podemos, 10,6 PSOE (antes de la elección de Pedro Sánchez en la que ellos confían). Un 19% no votaría y un 18% no sabe.

Ahora bien, el PP sigue ganando. Hay millones de personas a las que les gusta la emoción y valoran estos logros. Y el servilismo, no veas.

 

Lo utópico (Podemos) y lo pragmático (regalar bancos rescatados con dinero público)

La congregación lo tiene claro: las propuestas de Podemos y la izquierda en general son irrealizables. Id y comunicad la sentencia de la alta magistratura por los cauces habituales. Y la consigna vuela en todos los tonos, desde la condescendencia a la amenaza e incluso la desesperación. Alguna mosca entre los votantes se pegará al reclamo impregnado de miel. O de hiel.

 Lo auténticamente quimérico hubiera parecido un sistema en el que se paga con dinero de todos el rescate a los bancos por sus malas prácticas. Y que, como sucedió este mismo lunes, se regale prácticamente Catalunya Banc al BBVA perdiendo casi 12.000 millones de euros procedentes de nuestros impuestos, a los que prevén añadir no menos de 300 millones más para cubrir distintos pufos como las preferentes o las cláusulas suelo. Que se prime –y se logre- en general el enriquecimiento desmesurado de unos pocos a costa de la mayoría. Y ahí lo tenemos. Lo irreal era imaginar que ciudadanos adultos aceptaran una merma radical de sus condiciones de vida sin rechistar, como así han hecho. Que permitieran la rebaja de sus sueldos, el restringir la comida de sus hijos o cercenarles el futuro. Devaluar su educación, repagar en sanidad llegando a prever que si cae una enfermedad cara te puedes dar por muerto si no tienes dinero para curarte. Ilusorio resultaba que personas poseedoras de unos derechos, unos servicios y una vida perdieran tanto y no montaran un auténtico escándalo. Que bajaran la cerviz ante el brutal aumento de las desigualdades que han traído políticas deliberadas para llegar a ese fin. Pero ha sucedido.

 A cualquiera que le hubieran dicho hace 5 años que tragaría lo que ha tragado, no lo hubiera creído. Sería digno de ver cómo se expresan los ejecutores en sus reuniones, deben estar asombrados de que cuele tanto atropello, tanta mentira, tan burdas consignas. A alguno de ellos –como Santamaría o Montoro- hasta se le escapa a veces una risa burlona.

 Las aberraciones que pasan por ser de lo más coherente y ortodoxo tienen un amplio recorrido.  Por ejemplo que un gobierno pague a una empresa que produce terremotos  (de Florentino Pérez por más señas) dinero público para que cese esa actividad. O que hayan quedado impunes las muertes de seres humanos a quienes se disparó pelotas de goma en Ceuta mientras nadaban indefensos. O que se maltrate de forma alucinante a los enfermos. Como al que han reducido su pensión de invalidez absoluta, entendiendo que «ayudar a los enfermos es como un trabajo» y que igual no está tan malo. O que sancione la presunta bondad de la Reforma Laboral su inspirador, devenido en presidente del Tribunal Constitucional por el cupo de jueces que pertenece al PP. El propio hecho de que los tribunales de Justicia se formen por cuotas de partidos da idea de la calidad de nuestra democracia que, por definición, establece la separación de poderes.

 Pura ficción hubiera parecido que se fuera convenciendo sucesivamente a la opinión pública de que “alquilar es tirar el dinero”, “comprar es una inversión que siempre se recupera”, “te dimos la hipoteca por un valor, pero ahora que no puedes pagar las cuotas, se ha depreciado que no veas”,“vete a la calle que este piso es del banco y encima le debes dinero” y “ni se te ocurra acercarte a parar el desahucio que te clavo una multa de 30.001 euros”. ¿A qué eso hubiera parecido por completo absurdo?

 Lo delirante era suponer que un partido con caja B –según confirma la policía judicial, el juez y Hacienda- siga tan campante al frente del gobierno. Que continúen cobrando sobresueldos –al menos los que según Rajoy “cobra todo el mundo” por no hablar de que para algo estará ahí esa caja de dinero negro- y que se atrevan a hablar de regeneración. Habrá que oír sus carcajadas sin micrófonos.

 Lo fantástico es comprobar que todo esto y mucho más es obviado o aligerado por unos medios de comunicación entregados al poder o al dinero que palia su ruina (por una temporada al menos). Porque algunos políticos ya habían avisado –siquiera en conversaciones grabadas- que entraban en esto “para forrarse” o que pretendían joder a los perdedores en las urnas, como dijo en sede parlamentario la diputada popular Andrea Fabra en aquellos inicios prometedores. Pero, como periodista, me cuesta entender, me parece irreal, que existan personas amparando, desde la manipulación de la verdad, los atropellos a una sociedad a la que deberían prestar un servicio público. Lo asombroso es que pase por información la propaganda, por debate el espectáculo, por periodismo los intereses de partido y de empresa.

Cuando la congregación de notables afirma que una política diseñada para el bien común es utópica ¿en qué razones se basa? Dado que económica y socialmente es viable otra fiscalidad, la persecución del fraude, exigir la devolución de lo robado de las arcas públicas, o –entre otras muchas medidas- recuperar sectores estratégicos que muchos países incluso con mayoría de derechas conservan ¿Por qué dicen verlo irrealizable? El ataque de terror a que otra forma de organizarse les levante de la poltrona, es de una evidencia diáfana. Alguna desequilibrada anda como una peonza pasándose de vueltas. Entonces, ¿a qué se refieren?  probablemente a que los poderes fácticos –buena parte de ellos mismos, para concretar- no permitirán que se alteren sus beneficios y prebendas. Y a que ellos, no solo no pondrán el mínimo reparo, sino que contribuirán a que todo siga como está. Sea cual sea la forma que se elija para detener el avance de la sociedad. Entonces ya estaríamos hablando de otra cosa, no de política realista. Ni siquiera de política.

Cuando un político, por muy bien intencionado que sea, afirma que es utópico atenuar las desigualdades y acabar con los recortes y abusos, que una vez que llegas al poder las cosas cambian, debe reconocer su impotencia y marcharse. Dejar sitio a otra persona que obre para lo que fue elegido: representante de la sociedad, uno más que trabaja por ella. No para sí mismo o para su grupo.

Y aquí estamos, con un sistema en el que la corrupción a todos los niveles y por múltiples flancos nos enfanga. Con una deuda pública disparada a un insólito 97% cuando “venden” recuperación. Saqueados, empobrecidos, engañados, insultados, apaleados, amordazados por leyes hechas para mantener los privilegios de unos pocos. ¿Esto es lo pragmático, lo realista?

 ¿Cuándo van a entender que hay amplios sectores de la sociedad que están hartos de ellos? ¿De qué se sorprenden? Llega un momento en el que, lejos de ser utópico, resulta de los más práctico asegurarse de que uno va a poder vivir con lo que gana, curarse si enferma, llegar a la vejez con una pensión digna, poseer derechos, no sufrir humillaciones en su dignidad, defenderse de las agresiones con una recuperada y regenerada justicia, ser libre y hasta feliz. Que como varias de mis amigas, jóvenes periodistas, podrán ejercer su profesión honestamente, en lugar de trabajar de dependientas en Primack, cajeras en Ikea o realizar innumerables masters para luego, preparadísimas, no encontrar trabajo. En la línea de muchos otros profesionales de cualquier actividad.

  Lo práctico, lo posible, lo conveniente, es acabar por la vía de las urnas con este sistema que hizo posible el sueño de pisotear a toda una ciudadanía haciéndole engullir que eso es lo normal y lo realista.

*Publicado, con título corto, en eldiario.es

Todavía hay 349.300 parados más que cuando Rajoy llegó al poder

pais.epa,junio.2014

La noticia es tan importante que, El País, el periódico cuyos principales accionistas son ahora Liberty y Morgan Stanley, le dedica todas las columnas de su portada en la web. El resto de los medios muestran similar júbilo.

Nada leo de la precariedad de los contratos, consagrados ya los que son a tiempo parcial y temporales como los mayoritarios. Ni cómo están remunerados, dado que la reforma laboral ha supuesto una bajada generalizada de sueldos. Hoy me contaba una periodista en Twitter el caso de un contrato de un día, 9 horas trabajadas por 30 euros. Pero tampoco reseñan los datos esenciales de cuando Mariano Rajoy llegó al poder. Una gestión se mide en la distancia, en su trayectoria. Las noticias suelen necesitar sus antecedentes.

Veamos:

La EPA del cuarto trimestre de 2011 recogía la escandalosa cifra de 5.273.600 parados, un 22,85% de tasa sobre la población activa. Tomo la reseña oficial del mismo periódico que hoy estalla en columnas de alborozo.

Hoy, tras dos años y medio de gobierno, el PP tiene el número de desempleados en 5.622.900 (curiosamente El País señala que es «el más bajo desde el cuarto trimestre de 2011» pero, vaya por dios, olvida poner la cifra de entonces). Y la tasa de paro en el 24,47%.

Es que ahora los medios grandes de información (en caída libre de lectores) se han vuelto muy positivos. Quieren animar a la gente, y desterrar recuerdos que podrían enturbiar el gozo que disfrutamos.

Hoy, a pesar de la gran «movilidad exterior», como ellos la llaman, hay 349.300 parados más que cuando Rajoy fue elegido presidente ¿No debería preguntarse algún medio qué diablos ha hecho para aumentar el paro y además la precariedad? ¿No es una cuestión imprescindible? ¿Cómo se puede elogiar a un gobierno que tiene mayor desempleo del que encontró? ¿Que nos están vendiendo todos ellos?

 

Gráfica elaborada por ABC en la que se ve claramente que con Rajoy subió el paro más aún que con Zapatero

Gráfica elaborada por ABC en la que se ve claramente que con Rajoy subió el paro más aún que con Zapatero

 

Mariano Rajoy, récord histórico en demolión de un Estado Social

Autor: Artsenal

Autor: Artsenal

Quienes acusan a Mariano Rajoy de ser tonto, decir insensateces o “no haber tomado la medicación”, confunden conceptos con tierna ingenuidad. Se puede ser mediocre, acumular muy escasa cultura y curiosidad intelectual, poseer incluso poco criterio en asuntos generales y tener muy claro el objetivo de sus esfuerzos. Existen numerosos ejemplos de este tipo de personalidad, en la historia de España en particular. Mariano Rajoy sabe perfectamente lo que hace: lo que se propuso, ha conseguido destruir el Estado social y el modelo de convivencia que teníamos, en apenas dos años y medio. Un maestro con la piqueta. Va quedando menos tiempo y como, a tenor de sus actuaciones, el Parlamento le sobra, ha comenzado a esprintar.

 En el último Consejo de Ministros, el 5 de Julio, el gobierno llegó al colmo del abuso del Decreto Ley al aprobar de golpe decenas de medidas sin pasar por el Congreso. El Decreto Ley está previsto, según la Constitución, solo para casos de “extraordinaria y urgente necesidad”. Ni siquiera existe en los países con gran tradición democrática, y, cuando como Obama estos días se utiliza, piden excusas. Pero el equipo de Rajoy lo ha usado con profusión hasta llegar a este macropaquete de 172 páginas del BOE, como si hubiéramos sufrido el impacto de un meteorito de monumentales proporciones y hubiera que hacer frente a graves emergencias. Entre el sinfín de medidas, hay algunas de tan extrema y perentoria necesidad como privatizar el Registro Civil. Y de paso privatizar nuestros datos para que el Libre Mercado, o quien sea, tenga una sólida base de información. Y casi nadie se ha inmutado, eso es más alarmante aún. Algunos sí, calificando los hechos de “ escándalo democrático”. Lo es. Luego, a lo largo del martes, la oposición se plantó exigiendo al gobierno que tramite esas leyes -26- por el procedimiento ordinario. Veremos.

Curiosamente, mientras leía esta noticia, los informativos irrumpieron con la vomitona propagandística de Rajoy en FAES que los medios compraban sin rechistar. Vivimos, con su gestión, en el mejor de los mundos. La sanidad es hoy más universal que nunca. No ha acabado con el Estado del Bienestar, sino que lo ha potenciado. Más aún, en España, gracias a él, disponemos de uno como no lo tiene casi nadie en el mundo. A Rajoy no le importa pasar ni por tonto ni por mentiroso -lo revierte  a su favor-, sabe a quién dirige sus palabras. Con asegurar los votos precisos para ganar, el resto no cuenta. Nada, ni nadie cuentan, solo sus fines y los de los suyos. Y eso lo viene cumpliendo con la máxima eficacia. Inigualable.

La demolición del sistema social en el que vivíamos ha sido sistemática, programada e inapelable. La primera gran andanada se produjo en febrero de 2012, apenas iniciada la gestión, con la Reforma Laboral. Un año después 691.700 personas habían engrosado el paro y se habían destruido 850.500 puestos de trabajo, según la Encuesta de Población Activa (EPA). El número de personas ocupadas se había precipitado a mínimos, al nivel de 2002. Y así siguió.

 Todavía padecemos hoy más paro que cuando Rajoy llegó al poder, pero el gran objetivo se ha cumplido: todo el trabajo en España se ha degradado y ya es  “competitivo”, ya proporciona los beneficios necesarios a quien los tiene que tener. Somos la mano de obra barata, tirada, que ya ha descendido a rivalizar con la de los países en desarrollo. Es suprimir derechos laborales, regalar el despido y rebajar los sueldos como no suele tolerarse. Por mucho que quieran creer a Rajoy, todos cuantos hoy cobran menos que hace 4 ó 5 años mantendrán siquiera alguna duda. Un titular encantador resumía la paradoja: “Los salarios vuelven a bajar en el primer trimestre [2014] pese ala recuperación”. Sí, y los ricos son cada vez más ricos, sorprendente ¿eh?

 Rajoy, de la mano de Fátima Báñez, ha convertido en basura el empleo en España. Hemos llegado a la profunda anormalidad de que los contratos indefinidos y a tiempo completo ya no sean mayoría, como lo eran. Temporales y por horas ¿quién organiza así su vida? Trabajar ya no da para vivir, ya no saca de la pobreza. Por algo nos encontramos con la aberración de tener a un tercio de los niños españoles con necesidades incluso alimenticias. Hablamos de desnutrición (la de los niños) y de hambre (de los padres por quitárselo ellos para dar de comer a sus hijos) ¿Cómo se atreve a presumir de nada Rajoy? ¿Cómo se atreven a amparar los medios sus mentiras no aportando los datos completos? Esa indiferencia ante el daño causado aumenta el agravio.

 El siguiente paso fue empezar a desmontar la sanidad y la educación públicas. Con enorme prisa, con decisión. No les tembló la mano, no. Los prepuestos de 2013 -presentados en Abril de 2012 para no perjudicarse en las elecciones andaluzas- les daban fuertes tajos a ambos conceptos. Pero es que 6 días más tarde, añadieron 10.000 millones de merma. 28.500 empleos ha perdido la sanidad española. 24.000 profesores en los colegios, 8.000 en las universidades públicas.  Cifras récord, desconocidas en España, y solo entendibles si nos hubieran caído encima miles de obuses.  Así ha sido. Rajoy dice mantener en España un Estado del Bienestar como pocos. Siempre muy modesto, solía situarse 6 o 7 puntos por debajo de la media europea, a años luz de los países nórdicos, Francia o Alemania. Zapatero lo incrementó ligeramente, ahora no quedan ni los restos y menos dejarán si pueden.

El copago en dependencia crece un 68%… desde la crisis, nos vuelve a contar una noticia. No, todos los repagos parten de Ana Mato, otra de las ejecutoras de Rajoy. Los mismos que han llevado a pensionistas y parados a tener serios problemas para re-pagar medicamentos y por tanto se ven privados de elementos esenciales para su salud. Para dos años y medio de labor, no se puede pedir más.

 El PP que comanda Rajoy reúne una explosiva amalgama: derecha aguda e integrismo religioso, una falta de escrúpulos de dejar atónitos, ultraliberales en lo económico y con acentuadas dosis de populismo y manipulación. Son los perfectos representas del “padre estricto”, autoritario y paternalista, que definía George Lakoff en “No pienses en un elefante”. Él, ellos, saben lo que hacen. Reconstruir lo devastado por Rajoy será muy costoso. Añadamos las privatizaciones y ventas de saldo de cuanto era nuestro o el insostenible palo asestado a la investigación, al futuro, al modelo de país. Épica labor… si llega la ocasión. Porque ¿cuánto tardará en decir que la democracia ha alcanzado con él la cota del ideal soñado? ¿Se atreverá a alguna “reforma” más para que nadie, a través de “sorpresas” en las elecciones, tuerza la misión que parece creer le ha reservado la Historia?

*Publicado en eldiario.es

El gobierno decidirá quién está enfermo para trabajar y quién no

Las ministras Ana Mato y Fátima Báñez acompañadas de otros miembros del gobierno del PP

Las ministras Ana Mato y Fátima Báñez acompañadas de otros miembros del gobierno del PP

Dos portentosos cerebros como son los de las Ministras Fátima Báñez y Ana Mato decidirán quiénes están lo suficientemente enfermos como para no ir a trabajar y quienes no. Dotadas ambas también de una especial sensibilidad hacia los afligidos –como lo demuestra por ejemplo la retirada de la tarjeta sanitaria a seres humanos perpetrada por Mato- ya no serán los médicos sino unas tablas del BOE las que marcarán la duración de la baja laboral.

Según lainformacion.com, “el Gobierno prepara un Real Decreto sobre incapacidad temporal que incorpora tablas con la duración media de las bajas por enfermedad en función del diagnóstico, la ocupación y la edad del trabajador, con el objetivo de luchar contra el absentismo laboral injustificado y ahorrar dinero al sistema”. Ahorraremos, permitidme el inciso, para pagar a los bancos intereses de la deuda pública que Rajoy ha hecho crecer como nadie en más de un siglo. O para pagarles sobresueldos en A, que en B ya se los apañan ellos.

Como ya dejaron intuir desde su llegada al poder, el PP se dispone a dar un poder casi omnímodo a las Mutuas. Su subida en el escalafón será aprobada por el gobierno en Julio, y en el Real Decreto –que sancionará ya Felipe VI, mira por dónde- figurará la tabla de enfermedades y tiempos pergeñada por Báñez y Mato. Personas ambas que no han trabajado en su vida, por cierto, a excepción Mato de unas tutorías en la UNED. Y con un criterio de toda solvencia las dos, igualmente. Báñez encomienda a una virgen el trabajo de su departamento, el empleo, y Mato, a la sazón responsable de sanidad, recomienda el uso de tisanas para algunas dolencias.

Es decir, con unas cuantas avemarías y una tila después de cada comida, uno deberá ir a trabajar aunque sea mediomuerto. Y si no, a la calle, a la tumba, y sitio para otro.

Al margen de todas las bromas macabras que podamos inventar, la osadía de este gobierno de caja B -impune por el momento hasta políticamente-, no tiene límites.

 

La única verdad de Rajoy: «Hemos invertido la dirección de nuestra marcha»

rajoy.debate

Rajoy: “Ha variado nada menos que el rumbo, señorías: hemos invertido la dirección de nuestra marcha; hemos pasado del retroceso al avance, de la caída a la recuperación, de la amenaza a la esperanza. Por resumirlo todo en una imagen, si me lo permiten, hemos atravesado con éxito el cabo de Hornos”.

Fue prácticamente su única verdad: “Ha variado nada menos que el rumbo, señorías: hemos invertido la dirección de nuestra marcha”. Cuesta encontrar entre tanta mentira de Mariano Rajoy una verdad en su discurso del Estado de la Nación, pero ahí esta: nos hemos dado la vuelta y vamos hacia atrás. Y costaba, vaya que si costaba. Atravesar con un barco un cabo de tierra exige un descomunal esfuerzo. Otra cosa es el cisco que mente tan privilegiada como la del presidente del gobierno español se ha armado con la historia naval de España.

Ya no es solo el descomunal aumento de la deuda pública (para mayor gozo de los queridos acreedores) o del paro. Recordad siempre que lo cogió en el 22,85% y lo tiene en el 26%. Es la apabullante marcha atrás que hemos registrado como sociedad. Mutilando la justicia, coartando derechos.

Los sueldos han bajado el doble de lo que dice el gobierno, ¡según el Banco de España!, su Banco, su España. Ese mentir como deporte  que se contagia a ya la mayoría de los medios grandes muertos al palo de la subvenciones en muchos casos con enorme placer. En cada exposición del líder –y vaya líder- despliegan los halagos inverosímiles para los lectores que no saben realizar lo que leen con la realidad. Los más «ecuánimes» acuden al socorrido: uno pinta un panorama estupendo, otro u otros apocalíptico. ¡Tablas de nuevo! ¡Premio!

Hemos entronizado a una suerte de bufón con mala ralea y pasión por mentir. Del mismo modo que su ministro de interior condecora a una Virgen con la más alta distinción policial: La medalla de oro al mérito ídem. Hace bien pocos días menté que terminarían haciendo alto cargo a un caballo como Calígula, pues ahí estamos.

Vuelta atrás. Puede que pocas cosas sean más gráficas para mostrar esa involución que el programa que durante varias horas de lunes a viernes dedica la televisión pública, RTVE, a la caridad. Las víctimas del sistema que propicia el gobierno con sus políticas salen a mendigar para entretener a la audiencia y que se sienta «más buena» y «más afortunada».

2014-02-05 16.11.59

El trabajo se le ha encomendado a Toñi Moreno, y a una productora -cómo no-. Según una información publicada por El Confidencial, ‘Entre todos’ -que así se llama el programa- tiene presupuestado un gasto de 3,68 millones de euros por temporada. Su conductora tiene un salario de alrededor de 175.000 euros, lo que supone que por cada programa cobra unos 1.400.

Muy gesticulante, se emociona y llora con las desgracias ajenas. O no se sabe bien, no se sabría por sus expresiones si se entristece, se burla o simplemente está defecando algo más que ideas.Pero conflictos no, nada que altere la España profunda a la que representa, a la que hemos vuelto de la mano de Rajoy. Esto dijo a una víctima de malos tratos: «O denuncias o te callas para el resto de tu vida».