¿Sueños o despertares?

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“Cuando este diario habló por primera vez con Xabier Etxeberria, guipuzcoano de 47 años, en junio pasado, su lucha particular era conseguir que Osakidetza, el servicio público de salud vasco, le administrara el tratamiento que más posibilidades tenía de curar su hepatitis C, la llamada triple terapia. Un mes antes había reclamado por escrito porque consideraba que se le denegaba “por razones económicas”. Osakidetza contestó, y vino a darle la razón. Le decía que, como su hígado aún tenía un grado 2 de fibrosis, no se le podía administrar, puesto que el criterio consistía en tratar con triple terapia los casos más avanzados, de grado 3 y 4 —el 4 equivale a cirrosis—.

Etxeberria, monitor de enfermos psiquiátricos, casado y con tres hijos, cuenta esta semana desde su casa en Oiartzun que ya está recibiendo el caro (30.000 euros; dura entre seis y doce meses) tratamiento que aumenta la tasa de curación del 45% al 75%. ¿Buena noticia? En realidad, no. Lo que ocurre es que, mientras esperaba — “totalmente agotado, sin energía”, cuenta—, Etxeberria ha empeorado y su hígado ya tiene una fibrosis de grado 3. Ahora sí, Osakidetza financia su tratamiento”.

Así comienza un reportaje de El País sobre la preocupante situación que vivimos. Se están escatimando medicamentos caros para enfermedades reales. Todas las medidas van en el mismo sentido. El Gobierno ha establecido ya también el copago farmacéutico hospitalario para dolencias muy graves como el cáncer o el SIDA. Hace falta tener mucho cuajo para hacer eso, pero se tiene y ya está. No pasa mucha factura. Gasas y tiritas van a pasar de tener un IVA del 10% al 21%. Parece ser que obedece a algún mandato europeo –que estos siempre están para “ayudar”- pero el resultado es el mismo.

Me he quedado muy pensativa con la viñeta de El Roto tras leer estas cosas. Mi vocación es despertarlos, pero prefieren sueños. Tampoco están mal si son constructivos, si sientan las bases de algo mejor. Docentes y padres de Baleares ya han despertado, quizás porque soñaban con una educación que no sea torticera y reaccionaria. La marea blanca sanitaria sigue dando guerra y éxitos en Madrid, habiendo logrado parar de momento la privatización de hospitales en la que tan empecinado está el PP local. Y eso que Gallardón el ultra entre los ultras se ha mercado un Código Penal que castiga hasta los twits que hablan de manifestaciones. Los portugueses han mandado a galeras al partido del conservador Passos Coelho en las municipales. Aunque, según nos cuenta la prensa, están “creciendo” y van tan bien. Evidentemente no lo ciudadanos. Como aquí. O es que son francamente desagradecidos con los amos de la tijera.

Hay quien se empecina en no abrir los ojos. Alguien me ha dicho en Twitter sobre mi queja de la elevación del precio en gasas y tiritas que “de toda la vida” se hizo con trapos desinfectados en agua hirviendo y no pasaba nada. Lástima que la fibrosis hepática no le haya tocado a ese ser tan comprensivo con la bota en el cuello.

Yo me voy a inclinar también por un sueño esta hermosa mañana de otoño. Por este sueño que esbozó Rafael Alberti.

PP: no es odio irracional, es rechazo justificado

Es cierto que ideológicamente prefiero una sociedad basada en los equilibrios, la justicia y la igualdad de oportunidades que en el “sálvese quien pueda y el primero yo”.  Entiendo que se dan diferentes tendencias sobre los valores a apreciar. Y admito, por supuesto, que existe la derecha y la izquierda, incluso gente a quien sus gustos personales le inclinan al tradicionalismo o a su contrario. Pero una cosa es la derecha conservadora y otra la actual cúpula del Partido Popular. Íntimamente relacionado con estos conceptos, también nos encontramos con otra dicotomía de enorme trascendencia: el periodismo y la propaganda. Comencemos con esto.

Entre las perversiones que han desvirtuando el periodismo se encuentra la de pedir siempre “al otro”. Le llaman objetividad, una de las más manoseadas palabras de la historia reciente. Han acostumbrado al público a ofrecer dos versiones más o menos contrapuestas de una idea para que elijan cuál “les gusta” más, y de paso aparecer investidos de imparcialidad.  En cada uno de sus artículos, un periodista debería –siguiendo esa visión- nombrar, por ejemplo, todas las corrupciones de todos los partidos y mostrar un punto de vista que llaman “plural”. Si en lugar de dar noticias u opiniones razonadas se trata de eso, deberíamos pedir cada vez el espacio del que dispone la enciclopedia británica. Ofrecer en el caso de España, lo que piensan PP, PSOE, IU, CiU, PNV, UPyD, EQUO, CC, ERC, Compromís, CHA, BNG, etc. Y sin duda sindicatos, grupos empresariales, y asociaciones ciudadanas de todo tipo que eludo anotar por razones obvias -sin falta uno porque se trata de ser muy objetivos y plurales-.

Y si tengo que elegir para abreviar, ¿con qué criterio lo hago? ¿Por tamaño? ¿Por peso? ¿Por sabor?… ¿Por lo que aporta a la claridad? Toda selección y priorización es subjetiva. Imprescindible, además, según vemos usar un lenguaje políticamente correcto para que no se asusten quienes engullen auténticas obscenidades en su vida real diariamente.  Si viene edulcorado es mucho más cómodo de digerir.

Hablando en plata, para resaltar las profundas aberraciones que ha perpetrado el PP en sus aciagos casi dos años de mandato, no hace falta “otro”. Es un problema en sí mismo.  Sería adorable, ciertamente, contar con una derecha que venerara los manteles borbados a punto de cruz y el café de sobremesa con ponche y pastas de las monjas benedictinas, pero lo que tenemos es un partido vandálico.

No es inquina sino rechazo razonado –al menos en el punto de partida- reaccionar ante el sistemático ejercicio de la mentira compulsiva que arranca desde el programa preelectoral, sigue con vengonzantes ejemplos y culmina en el intento de tapar las mayores evidencias. Con desfachatez inaudita. El gusto por mentir de Rajoy y buena parte de su equipo sería tema de psiquiatra de no demostrar intenciones tan claras.

Pasando a la acción de gobierno, hay que ser muy malas personas para cobrar a seres humanos  las medicinas de enfermedades gravísimas como el cáncer (y otras) y  en cantidades que por su elevada cuantía quizás no se pueden permitir. O para negar la asistencia sanitaria a personas de cualquier procedencia incluso porque pagan sus impuestos –indirectos al menos a través del consumo- en España.  O para vender el cuidado de  la salud de todos a fondos buitre.

Hay que engrosar el sector de los desalmados para permitir que haya niños y adultos pasando hambre en este país. Ver que solo en el colegio realizan su única comida del día y, encima, ponerle trabas.

Cerrazón ultraconservadora implican todas las medidas que, en educación, han venido a consagrar que solo estudien los ricos como antes del diluvio democrático.  O que se acepte con el mismo desparpajo la obtención del lucro como valor sublime con la imposición del catolicismo más reaccionario. El que rechaza hasta el Papa actual.

Empieza como crítica razonada, sí, y acaba en dolor pasional pero no menos argumentado. Porque se nos abren las carnes también al ver cómo se está acogotando el futuro al frenar la ciencia, la investigación y la cultura. Al prever que, por este camino, en dos años más no quedan de la sociedad española ni las raspas.

Un cuajo sublime se precisa para bajar sueldos, facilitar despidos, mermar subsidios, subir impuestos, consentir la evasión de capitales, hacer pagar solo el 10% a los amnistiados fiscales y toda la retahíla de medidas económicas que han venido a empobrecernos.

El mismo que para reducir el poder adquisitivo de las pensiones a personas, ya indefensas, que contrataron con el Estado que pagarían con impuestos de su trabajo durante décadas un retiro digno. Muy similar al exhibido para mutilar el Estado del Bienestar que venía suscrito en el mismo acuerdo de ciudadanía. El ataque frontal a los más vulnerables para aumentar la riqueza de los que tienen ya más que de sobra es propio de gente radicalmente mezquina.

No hablemos ya de la desvergüenza que se necesita para apañar leyes, tribunales decisorios y competencias de justicia de acuerdo con la ideología. Y con abusos tan palmarios que quienes lo sienten y no protestan debes ser porque andan con la boca abierta del pasmo.  Lograr así que los atropellos cuelen y que la sociedad consciente entre en sentimientos de indefensión.

Del manual de la iniquidad es perpetrar durísimos recortes sociales mientras se roba y despilfarra el dinero de todos, el nuestro, el de los mismos ciudadanos devaluados, tan a ojos vista.

De carencia absoluta de ética es vender semejantes abusos y arbitrariedades como bondades o soluciones imprescindibles por parte de todos los implicados en esa política de partido. Engañar con un futuro que no será.

Imperdonable por siempre es haber cercenado la alegría de vivir, la confianza en el porvenir de tantos ciudadanos, o haber idiotizado conscientemente a los más débiles de pensamiento.

Sí, seguramente “el otro”, “los otros”, nosotros, tengamos culpa también. Pero eso no supone atenuante alguno.  Ni alivia la irritación que produce vivir en esta cochambre. Y si abducidos o rendidos, nadie se apresta eficazmente a remediarlo, al menos llamemos a las cosas por su nombre y hagamos que el que quiera, se entere. No es políticamente correcto, pero contiene datos y argumentos, definiciones precisas. Igual es hasta periodismo. De opinión o valoración, naturalmente. Y en cuanto a claridad no creo que haya queja.

*Publicado en eldiario.es

Las reformas del Gobierno están dando ya fruto: el que se busca

El Gobierno prosigue su ambicioso plan de reformas que pronto darán fruto. Nos lo dice todos los viernes la vicepresidenta con voz de querer ser especialmente convincente, y, cuando les toca, el resto de los miembros del Ejecutivo. Entre las muchas virtudes que adornan a este equipo sin par debemos añadir su modestia: las reformas aplicadas sin pausa ya son más que evidentes.

Comenzaron buscando que el mercado laboral español ganara competitividad. Y sí, ahora ya rivalizamos en sueldos y derechos del trabajador con los chinos y bangladesíes o, entre los europeos, con rumanos y búlgaros. Había otras formas de ganar en la competencia. Se podían haber buscado proyectos innovadores de desarrollo como país que arrasaran por su originalidad y calidad, pero se optó por la devaluación de las personas como deferencia con los empresarios en cuyas cabezas y bolsillos no entra el concepto inversión productiva. Tanto ha gustado esta reforma del PP que el FMI ha pedido que se ahonde en ella.

Esto acarrea beneficios añadidos: se reforma también la sociedad. Quien tiene preparación, arrojo y ganas se va de España y salen de las listas del paro, y los que se quedan tragan y callan ante el temor de verse aún peor. Para los más rebeldes del interior, se aplican reformas del Código Penal y se ejecutan con severidad, logrando el mismo resultado: que no píe casi nadie y pasen por ser la dulce mayoría silenciosa que, dicen ellos, todo lo avala.

José Ignacio Wert ostenta un papel fundamental en el proyecto de reformar la propia sociedad. Ha emprendido acciones de amplio alcance. Devaluar la educación para que no se cuestione nada. Menos becas y más restrictivas para reservar la formación universitaria a los hijos de la gente destinada de forma natural a mandar, los de toda la vida. Se deja también a casi 600.000 escolares (más de la mitad de ellos) sin ayuda para libros de texto con idéntica finalidad. Se reduce drásticamente la promoción de la enseñanza de idiomas y de las becas Erasmus. Aunque se impulse la movilidad exterior y el espíritu aventurero conviene que emigren atados por el desconocimiento de la lengua y vuelvan con la cabeza baja a asumir la gloria de ser español. ¿Erasmus? Eso es lo que menos interesa, una convivencia universitaria sin barreras en donde prenden costumbres tan nefastas como la de pensar.

Las comunidades autónomas colaboran de forma entusiasta con la tarea del Gobierno. Sobre todo en la desvalorización de la sanidad pública y en su privatización. Ya se quejan las asociaciones médicas de la insalubridad de los centros gestionados por empresas con afán de lucro. Hasta ratas han mostrado como evidencia. Y ya se nota también el deterioro en la salud de los pacientes. Estas moderneces de asistencia de calidad para todos son equívocas.  La enfermedad propia o de seres queridos convierte en más vulnerables a las personas y es el momento de que asuman que mantener su salud cuesta dinero –los impuestos en realidad son los diezmos para los nuevos señores feudales- y que ese bocado es apetitoso como negocio. Que se lo pregunten a González y Lasquetty en Madrid que braman iracundos por la obstrucción judicial a su empeño.

A los ancianos ya apenas se les puede exprimir sino en adquisición de bienes y servicios y en voto. A un gran estadista, como quien tenemos al frente del Gobierno, no le tiembla el pulso para llevar a cabo las reformas precisas. Por eso se les baja las pensiones “ahorrando” 33.000 millones de euros que salen de su bienestar e instándoles a morirse rápido. Por su propia voluntad o por inanición, dado en cómo les quedará la pensión conforme más vayan viviendo. O hacerse un plan privado. Además vienen muy bien al Estado cuando las cuentas se desmandan. Está pasando en Polonia, cuyo Gobierno se propone confiscar la mitad de los activos de esos planes privados de jubilación.

Con todo esto y alguna cosa más, se ha logrado transformar también los hábitos de consumo. Han regresado a niveles de hace 20 años. O más allá en el equilibrio alimenticio. Ha aumentado la ingesta de pan y ha disminuido la de carne y otras proteínas como sucedía en la posguerra. ¿Qué nos creíamos? ¿Que todos podíamos comer como los ricos? O viajar  y gastar como los ricos al modo como se ha hecho en la promoción de una candidatura olímpica que se le había apetecido al PP y a sus amigos constructores, de ésos que tienen jet privado e invitan.

El que quiera casa que la pague. Quien pretenda calentarse o refrigerarse según las inclemencias del tiempo que apechugue con su costo. Los resultados de las reformas están siendo ya muy palpables.

La vuelta a una sociedad que sabe de su condición desigual trazada por el destino ha propiciado también que toda España esté en venta. Hasta los pisos de alquiler social se han entregado a una empresa como dios manda que meterá a los inquilinos en cintura. Lo más granado de la riqueza mundial –rusa, china, venezolana, estadounidense- está adquiriendo a precio de saldo nuestros edificios históricos o esos pisos que dejó la oportuna burbuja inmobiliaria –el antecedente de las reformas del PP-. Nos vamos a volver muy cosmopolitas. Con la gente que cuenta, con la que echa por delante el dinero y no hace ascos a nada.

El diseño es perfecto ¿es posible que no se haya advertido? No se trataba de crear empleo sino de abaratarlo. Ni de solucionar otra crisis que la que hace entrar los beneficios en aluvión a ciertas cuentas corrientes. De modular caracteres para crear súbditos dispuestos a acatar lo que ordena el poder y mostrarse convencidos de que “no hay otro remedio” que el propuesto, por muy a aberrante que parezca. De tomar el bastón del mando y aporrear con él si se hace preciso.

Eso sí, en tanto las reformas de Wert y Gallardón, dan sus frutos educacionales, se echa mano de otra reforma: la de los medios de comunicación. Se trata de pagar esbirros en dinero o en prebendas que manipulen la realidad. Es rentabilísmo. O de acogotar por sus deudas contraídas a quienes no se prestan con la misma diligencia a cumplir esa labor.

La intención era refundar la sociedad no el capitalismo. Si Europa se desangra en aumento de la pobreza, aquí nos la dan incluso toreada a puyazos. Y muchos aún ríen contemplando –incluso sufriendo- el espectáculo. ¿Quién ha dicho que el ambicioso plan de reformas no está funcionado? no cabe hacerlo mejor.

*Publicado en eldiario.es

Carta abierta al 24,5% de los españoles que aún sigue apoyando al PP con posdata para el resto

Está Vd. entre los 8.112.582 de personas que, según una encuesta de Metroscopia, votarían de nuevo al PP allá donde se les convoque. Representan Vds. el 24,5% de los ciudadanos con derecho a sufragio y el 17,2% de los residentes en España. Apenas 6 puntos más de electores otorgaron la mayoría absoluta a Mariano Rajoy, el 30,2%. La primera cuestión es saber si esos porcentajes le parecen democráticamente significativos para respaldar un cambio del modelo de Estado como el que se está dando en nuestro país. Pero hay muchas más que le planteo siempre que no sea beneficiario del sistema creado. Es decir, marido, mujer, hijo, primo, tío, amigo, vecino, chofer, o simple siervo clientelar del PP. No es previsible que ese grupo alcance ni al millón de personas, así que todavía se encuentra Vd. en un sector muy amplio cuyas motivaciones nos interesan.

¿Qué piensa cuando asiste a diario al rosario de robos de dinero público a gran escala que muestran las investigaciones judiciales y periodísticas? Ya sé que me dirá el consabido “todos lo hacen” pero ¿de verdad cree que son lo mismo de “iguales” todos o que no es punible un solo euro sustraído por parte de quien sea? Más aún ¿Vd. apoyaría a quienes atracan su propia casa? ¿Estima que un país puede funcionar con gente que, como Vd., avala la corrupción?

Nos gustaría saber también cómo se le queda el cuerpo al conocer que con el dinero de todos –el presupuesto del PP procede en un 95% de subvenciones públicas- sus favoritos se están llevando impresionantes sobresueldos, “indemnizaciones” y “becas” de alojamiento. Hasta un millón de euros más ha cobrado el propio Mariano Rajoy solo en un quinquenio, según las propias cuentas del partido presentadas al juez Ruz, y así buena parte del staff y durante años. ¿Sabe cómo se nos queda a la gente decente conocer estos datos? ¿Le importa algo?

¿Le da igual que le mientan? Porque Vd. sabe que nos han mentido a todos y reiteradamente. A la mayoría no nos da igual. ¿Confía en sus afirmaciones actuales que anuncian futuros prósperos? ¿En qué basa su confianza a la vista de la trayectoria?

Imagino que no ignora cómo ha crecido la desigualdad social en nuestro país. Estamos a la cabeza de Europa en esa progresión desde el inicio de la crisis. Y debe conocer que ya hay muchos niños que solo comen lo que les dan en el colegio. Una comida al día. No desayunan, ni cenan. Y que se están habilitando soluciones individuales para que durante las vacaciones la caridad les nutra al menos con esa ración mínima: una vez al día. O que han aumentado escandalosamente los juicios de faltas por hurto de comida. ¿Que siempre ha habido ricos y pobres? ¿Tanto? ¿De nuevo? ¿Se le ha ocurrido relacionar esta amarga realidad con las respuestas a las preguntas precedentes?

Es interesante que nos cuente qué le parece que haya gente que no paga apenas impuestos, que evade capitales mientras los demás cotizamos escrupulosamente, y que se les haya regalado, encima, una amnistía fiscal. La secretaría general del PP en su día consideraba una barbaridad algo similar.

¿Tampoco le importa que con el repago farmacéutico y la reducción de servicios de salud pública haya seres humanos que ya no siguen en la medida necesaria sus tratamientos médicos?  ¿Sabe que es por su culpa? ¿Es Vd. votante en Madrid? ¿Qué sensación le causa que empresas especulativas extranjeras estén pujando por nuestros hospitales como en una subasta? ¿Tampoco eso le mueve un músculo?

¿Y qué miles de familias pierdan sus casas por impago de créditos mientras se subvenciona con dinero público a los bancos? ¿Y que Europa pida también la dación en pago y el PP, al que Vd. apoya, se niegue?

¿Sabe que el PP ha creado en su mandato un millón de nuevos parados? ¿Que en las positivas cifras de empleo registrado de Mayo hay gente que figura 4 veces porque solo tiene un contrato de un día a la semana? ¿Y que el otoño se llevará los contratos estacionales? ¿Le parece que una reforma laboral que facilita el despido y la bajada de salarios es la solución? ¿Qué solución? ¿No recuerda lo que nos dijo la hoy Vicepresidenta de todo con otra mucho más tibia?

Cuando el partido que Vd. vota le dice que estamos “en el buen camino” ¿se ha preguntado en qué dirección va ese camino? ¿Qué modelo de país se ha previsto cercenando la investigación y devaluando sueldos o echando a la gente más valiosa hacia la emigración. ¿Eurovegas? ¿Conoce por cierto que el proyecto está parado acosado fuera de España por sospechas de corrupción?

Sabemos que Vd. es sobre todo una persona a quien le gustan las cosas “como dios manda”. Y parece ser que ese dios manda que la iglesia católica imponga sus normas en la justicia y en la educación de este país, que nos las imponga a todos. ¿Le compensa eso del desastre económico que nos aflige? ¿En qué dios cree que, según le dicen, propicia todas estas atrocidades?

¿Quiere Vd. para sus hijos una educación de asalariados precarios o la emigración?

¿Se ha enterado que la nueva Ley de Costas permite construir al lado del mar y que eso inflará de nuevo la burbuja inmobiliaria creada por José María Aznar y Rodrigo Rato –causa fundamental de nuestra crisis particular-  y puede alejar el turismo que es casi lo único que nos queda? ¿Tiene noticia de que también quieren acabar con los parques naturales para dedicarlos al lucro especulativo?

¿Se ha planteado que igual sus tertulianos gurús también le están mintiendo porque actúan más como propagandistas del PP (del cupo beneficiarios) que como periodistas o analistas? ¿No ha notado Vd. nada raro?

Sabemos que, si no vota al PP, no sabe a quién votar. Les ocurre algo parecido  a los 7.119.387 (el 21,5% del electorado) que también mantienen su apoyo al PSOE. A ese que suscribe pactos para secundar las políticas del PP y que espera que Vd. por ejemplo termine votándoles a ellos. ¿Ha pensado que hay otras soluciones?

Tampoco ignoramos que a Vd. le da miedo “lo difícil” ¿es más fácil sobrellevar los recortes actuales y futuros?

¿Cree que a la larga esto se arreglará por este camino? ¿Ha mirado cómo les va a los ciudadanos de Grecia y Portugal? Si “cree” que nosotros somos «diferentes», debería revisar la diferencia entre considerar cierto lo que no se ve y valorar la razón y los datos. Debería por fin enterarse de que los Reyes Magos y Santa Claus son los papás.

¿A Vd. le importa lo que le pase a la sociedad o solo a Vd. y su familia? En el segundo de los casos ¿Qué hace en un comunidad constituida en lugar de vivir en una isla para Vds.  solos? ¿Sabe que hay personas que se están jugando la vida por ayudarle? ¿Conoce por ejemplo lo que está haciendo -y lo que le cuesta- a Hervé Falciani?

Posdata para el resto de los españoles no adictos a PP y actual PSOE:

Dado que somos mayoría ¿Es lógico lo que nos está ocurriendo? ¿Qué mecanismos lograrían acabar con este insostenible desvarío?

Un 8 de Marzo de nuevo apremiante

Hace hoy justo un año que los medios se hacían eco de las palabras  en el Congreso del ministro de justicia de un casi recién estrenado gobierno, Alberto Ruíz Gallardón. Denunciaba lo que el considera una «violencia estructural» contra la mujer que obliga a abortar. Y, por ello, se comprometía “a defender el derecho reproductivo por excelencia de la mujer, que es el de la maternidad». Ya avanzaba que iba a primar «los derechos» del feto, sin decir aún que incluso con graves malformaciones. Fue su homenaje a las mujeres en el día Internacional que se nos dedica. Para que nadie se llamara a engaño. Este señor aún pasaba por “centrista”.

 De alguna manera, los 8 de Marzo de los últimos años habían adquirido un carácter festivo. Quedaba mucho por hacer. No solo en España, sino en un mundo donde ser mujer suele acarrear diversas condenas. Pero aquí parecía a comenzar dar frutos la larga lucha de 40 años que protagonizamos las mujeres españolas apenas se alumbró la Transición. Incluso antes. Hoy el retroceso camina al galope.

 Prácticamente todas las “reformas” de ese ciclón devastador que ha supuesto para la sociedad el PP, poco más un año de PP aún, van encaminadas a mermar el Estado del Bienestar y a devolver a la mujer a “su sagrado papel en la familia”, como sin duda tienen en mente. La crisis ha restado servicios que puede suplir perfectamente la persona que “de natural” tiene esa “obligación”. Cuidar niños, ancianos, dependientes. En familia. A su costa.

 Pepa Bueno, la directora de Hoy por Hoy en la SER, abría hoy a las 8 con aterradoras cifras y reflexiones. algunas de las cuales recojo y hago mías:

 “Sólo el 53% de las mujeres españolas está en el mercado laboral. Forman parte de la población activa y de ellas, un 26,5% está en el paro. Una tasa que se ha disparado, subió más de tres puntos en el último año. De los casi 700.000 empleos que se destruyeron en los últimos 12 meses en nuestro país, más de la mitad eran femeninos. La crisis las golpea especialmente a ellas que han acusado en primera fila los recortes en Sanidad, Educación y Dependencia: 150.000 cuidadoras se han quedado sin seguridad social y se les ha reducido la paga. Se eliminó el plan para crear nuevas escuelas infantiles y, a día de hoy, 400.000 españolas trabajan a tiempo parcial para poder cuidar de su familia, frente a sólo 15.000 hombres. Es decir, los minijobs ya están aquí y, de momento, feminizados: jornada laboral más corta, pero también salario más pequeño y por lo tanto menor cotización y peores prestaciones a futuro, por ejemplo, el paro en la vejez, menos pensión».

  Y, por otro lado, abierta la veda para imponer de nuevo esa ideología franquista que nos lastró durante décadas, renace el machismo. Ese actor, metido a político, Toni Cantó, que desde las filas de UPyD cuestiona el maltrato a la mujer. Y que es defendido, expresamente, por dos mujeres de su partido: la jefa Rosa Díez y la también diputada, Irene Lozano. Quien dice que rectificar es de sabios, mientras Cantó, ataca de nuevo para asegurar que “no se puede construir la igualdad a costa de los hombres”. Y el PSOE de Ponferrada (León) no tiene empacho en apoyarse en un condenado por acoso sexual para lograr la alcaldía de la ciudad. Dando ejemplo.

 Mientras se cercenan de nuevo los derechos de las mujeres, sus posibilidades de desarrollo, asistimos a ese despliegue de “féminas” –odiosa palabra que en este caso cuadra a la perfección- que ven machista establecer cuotas, como Cospedal y que, desde los más altos estamentos, vuelven a enlutarse en el falso recato, el incienso y la sacristía en pleitesía vaticana.

cospedal.soraya.mantilla

  El Periódico dedica hoy toda su edición a las mujeres. El gratuito 20 minutos, llena la portada. Todos volvemos a hablar hoy de una reivindicación que se creía ya al menos encauzada.   Y resulta que vuelve a ser necesaria y apremiante. Entretanto, la Comunidad de Madrid ha organizado un sarao estupendo con galletas, bombones, mascarillas capilares, un ‘personal shopper’ o una clase de aerobic ‘Zumba’ para celebrar el día de la Mujer Trabajadora.  Interesante el asesor para comprar cuando se conoce que las rebajas han registrado un histórico descenso del 20% porque ya no llega para eso. No hay nada de lo que hoy felicitarse. No, mientras esto no cambie.

 Detesto escribir en “los días de” y, sin embargo, hoy lo hago voluntariamente,  con preocupación y rabia. Lo peor es que hoy no es solo el Día de la Mujer trabajadora. Es también el día de la sanidad pública en cuya destrucción esta gente ha puesto el turbo. Con una obstinanción que hasta al más simple debería llamarle la atención. El de la educación. Toda. Tenemos ya hasta planes para cercenar la Universidad base del progreso de un país. Esto es un festín en el que solo vemos prosperar a las familias de quienes han tomado las riendas en asesorías y negocios. En el que la corrupción pudre las estructuras del Estado.

Sobre todo, es el día de la sociedad maltratada, si bien vuelvo a insistir que con la entusiasta colaboración de sectores de ella que no sé dónde tienen la cabeza… y la dignidad, y la empatía con sus semejantes. «Las obras de la libertad se construyen con mucha dificultad contra la historia, pero se derrumban con suma facilidad», escribía en su último libro  el filósofo Carlos Fernández de Liria. Para añadir: «La historia no devolverá jamás la razón que hoy se nos lleva. Cada milímetro que el mercado y el capital ganen a la razón hará falta luego reconquistarlo, contra la historia, con los mismos esfuerzos con los que en su día se le arrancaron». El capital, el mercado, la involución ideológica.

*Publicado en eldiario.es

Cuando vinieron a por mí…

Como todas las frases repetidas, el “ Cuando vinieron a por mí… ya no quedaba nadie que pudiera hablar en mi nombre” se ha convertido en un tópico… desactivado. La reiteración produce esos efectos en el infantilizado y vacuo mundo actual. Pero lo cierto es que responde a un hecho trágicamente real: la pasividad social alemana que permitió el triunfo del nazismo. Y de sus métodos. Curiosa la historia de su auténtico autor, Martin Niemöller. Tras el apoyo y el silencio, reaccionó tarde y… también fueron a por él. La ingenuidad poco experimentada acude, asimismo, a quitar hierro a la amenaza. Hablar de esto es provocar la jocosa alusión a la Ley Godwin. Y, sin embargo, algo muy grave está ocurriendo.

Primero fueron, sí, quizás a por los funcionarios. Inicialmente a los de la Administración. El neoliberalismo, ya sabemos, detesta lo público, en particular lo que puede brindar beneficios privados y, de él, solo adora las fuerzas que guardan… «su» seguridad. Y como no éramos funcionarios de la administración… nos callamos. Luego se lanzaron a por los sindicalistas que –mal o bien- equilibran el poder del empresariado si decide ejercerlo arbitrariamente. Tampoco hicimos nada. Todo lo contrario, teníamos ya sectores del pueblo llano a quienes enfrentarnos y odiar, olvidando a los auténticos culpables.

Los ataques llegaron después a otros funcionarios: los de educación y sanidad. A los servicios esenciales que ellos prestan a todos. La tijera ha funcionado a placer del mando. Algunos, muy conservadores, nunca pensaron que la plaga les alcanzara. Pero ahí está. En la ejemplar defensa de la educación y la sanidad pública que sus profesionales llevan a cabo, aún hay elementos que quitan pancartas contrarias al PP, como si los recortes llovieran del cielo.

Los autónomos y PYMES, tan queridos de Rajoy, tampoco pensaron que tendrían que echar la persiana definitivamente. Y así ha sucedido. En la huelga general del 14N di un paseo por mi barrio comprobando que comercios que abrieron en la anterior (29 de Marzo) estaban cerrados. Para siempre. Por quiebra. Debíeron pensar entonces que el asunto no iba con ellos.

Las exultantes expresiones de muchos ciudadanos el 21N de 2011, se han tornado sombrías, porque disminuyen su dinero, sus servicios, y su esperanza. Los parados que daban por hecho encontrar trabajo –incluso un familiar me lo dijo- siguen desempleados y, muchos de ellos, sin subsidio. Medio millón de personas más se han quedado  en la calle en este año. Nos dicen, sin sonrojo, que el próximo habrá muchas más en esa situación.

    Los emigrantes ¡ay! ellos sí lo sospechaban. Nada gusta más a la mente obtusa que culpar de sus desgracias al igual, y no al poderoso. Los estudiantes, dado que el Estado Mercantil y orweliano no quiere demasiada gente instruida, y mucho menos crítica y que ejerza ese derecho. Hasta a los bomberos han dejado en precario porque es más lucrativo reconstruir que prevenir.  Los enfermos. Dudo que previeran que también “irían a por ellos”. No son rentables. Curar dolencias graves sí lo es… si se paga. Por eso se privatiza. Los discapacitados. Los cuidadores de dependientes. Los mineros. Los niños con menos recursos. Las mujeres, tras tantos años de logros. Larga la lista de agraviados, siempre separados por parcelas y, a ser posible, enfrentados, en la que cada poco cae alguien más. Los ancianos, el nicho electoral de los conservadores, se encuentran con repagos farmacéuticos, merma de su poder adquisitivo en las pensiones… y la Tijera de Damocles sobre su futuro. Todo lo que parece intocable cae, además de personas y servicios fundamentales, Iberia, AENA, RENFE, el Registro Civil, todo es susceptible de lucro y prebendas para los elegidos por el poder. 

 Jueces, fiscales, abogados también han constatado que peligra la esencia de la Justicia para todos. También van a por ella, a por ellos. Y los nuevos códigos de leyes son arma contra todo ciudadano que proteste. Incluso pasivamente. El Penal, en opinión del CGPJ –poco sospechoso de izquierdista-, va más allá de lo que Franco se atrevió a implantar y el ministro explica, como un monarca o inquisidor medieval, que gobernar implica repartir dolor.

Siguen apostando contra las víctimas de la especulación financiera y la corrupción porque estas lacras no se persiguen, se amparan. Lo mismo que la evasión y elusión fiscal, mientras suben los impuestos para el conjunto de los ciudadanos. También han ido a por la objetividad de los medios públicos de comunicación que es la única vía que utilizan muchos ciudadanos para “informarse”. Es más útil a la eficacia del objetivo engañar y manipular.

¿No dijimos nada? Cuando aún no iban a buscarles, jóvenes, funcionarios, profesores, enfermeras, algunos médicos, estudiantes, yayoflautas, empleados y desempleados, economistas, investigadores, profesionales de toda condición, protestaron –protestamos e informamos- por el tsunami que iba a devastarnos. Pero muchos callaron, nos dejaron solos incluso en la defensa de sus propios intereses, y la marea destructora siguió avanzando. ¿Hasta dónde lo hará?

La zanahoria para liebres irreflexivas está colocada ahora en 2014. Pero hace 3 meses tan solo, Rajoy la había puesto en Junio de 2013. El FMI nos había dicho que en 2012. La UE proclamó solemnemente que sería en 2011. En 2010, dijo el entonces Comisario Europeo de la Competencia, Joaquín Almunia.

Y si algún siglo venidero llega esa recuperación ¿cómo será? ¿Macroeconómica o para que la noten el común de los mortales? ¿Volveremos a atar los perros con longanizas como decimos en Aragón? Bueno, el déficit griego y portugués sigue aumentado pese a todas las medidas de austeridad o la venta de todo su patrimonio público a manos privadas. Tanto ellos como nosotros entregamos las mermas al pago únicamente de los intereses de la deuda… que crece y crece. Eso sí, los ricos registran cada vez mayores beneficios. Gravísimos datos de aumento de las desigualdades sociales –con todo lo que implica- y una aclaración neta en el horizonte acerca de las políticas que se nos aplican: “ solo un par de pequeños países bálticos han experimentado pequeñas recuperaciones parciales de sus depresiones económicas, pero siguen siendo mucho más pobres de lo que lo eran antes de la crisis”, explica Paul Krugman. Ah, e Islandia, donde los ciudadanos tomaron las riendas y crece al 3%.   

 Y lo peor…cuando se va a por los ciudadanos y éstos “aguantan” y se dejan hacer y “no quieren saber”, la voracidad no tiene límites. Hay aún mucho con lo que arrasar. Y un día ya no habrá nadie que pueda auxiliarnos.

 *Publicado en eldiario.es

Un informe de Intermon Oxfam abunda en lo que el neoliberalismo imperante entiende por «recuperación». 18 millones de pobres en 2022.

España, cortijo del PP

Es cierto que les votaron 10.830.693 personas, el 30,2% de los electores, pero el PP cuenta con unos 800.000 afiliados y, de ellos, no serán más de un millar los que poseen capacidad de gestión. La bendita democracia, dicen, que ha otorgado un poder omnímodo a un partido aunque se haya basado en mentiras para alcanzarlo. Como que iba a solucionar la crisis y el paro, por ejemplo, cuando los ha acrecentado. Y eso al parecer no tiene consecuencias. Esperar 3 años más y sin exigir responsabilidades. Algo falla aquí ¿no?

El caso es que tenemos a un exiguo grupo que solo demuestra eficacia en haber convertido de nuevo España en su cortijo, como hicieron sus ancestros.

Cada mañana trae novedades que, no por esperadas, dejan de soliviantarnos. El Ministro Wert actúa de elemento de distracción al provocar innecesariamente a Cataluña con su nueva ley de “educación” y calentar al ultranacionalismo español de paso. Ha generado un problema donde no lo había. Entiendo la indignación en esa comunidad pero tan grave o más es que el tertuliano venido a más devuelve la enseñanza a tiempos muy remotos, incluso del franquismo. Acaba con Educación para la Ciudadanía que, recomendación del Consejo de Europa, imparten sin problemas en todo el continente, incluso en colegios religiosos. También con Ciencias para el Mundo Contemporáneo que se ha contado menos pero era materia decisiva. Vuelve a imponer la religión y la segregación de sexos. En general, acaba con cuanto sea innovación y formación del sentido crítico. La jerarquía eclesiástica católica -en sus horas más bajas- ha ganado la partida según nos cuenta el indignado artículo de uno de mis más antiguos y queridos amigos: Juan González Bedoya. Analfabetismo religioso, lo llama.

El resto de la casta tampoco se queda atrás. El Gobierno balear despedirá o cambiará de isla a los profesores que expliquen a los niños los recortes.  No lo considera educación, sino «opiniones» políticas.  Un tema gravísimo también.

El empecinamiento en destruir la sanidad pública es parejo. Nada puede con el decidido propósito de depositar nuestra salud en manos de empresas privadas ávidas de lucro. Hasta con presiones que apenas entendería la lógica de no ser que escondan muy oscuros intereses. Y con las habituales mentiras, como la de engañar con el costo del servicio. Siguen en huelga sus profesionales. Perdiendo dinero y ánimo ante la impotencia de un maquiavélico plan que continúa adelante. Se comete la barbaridad de cerrar el Instituto de Cardiología, va a ser el primero, y sigue el goteo de despidos. La salud el primer bien que poseemos.

Mientras, corren buenos tiempos para el «sector del lujo«, y en noticia de ABC, hablan de 17 años más para recuperar el empleo, hasta 2022. Se ve que el periódico conservador confía poco en la capacidad de relacionar conceptos de sus lectores. Debe tener razón el estudio, es un año menos de lo que nos da el FMI que lo cifra en 2023. Y De Guindos sigue hablando de «crecimiento negativo» y de que éste va a ser el peor trimestre de la recesión. Hasta ahora, quiere decir. Lo que viene, por este camino, es negro.

Y nos falta aún otro gran pilar de la sociedad: la justicia. Ya no es sólo que este gobierno amnistíe torturadores contra viento y marea, o que haya convertido en delito casi todo -en particular las protestas ciudadanas- o que haya subido las tasas para que solo pueda acceder a un servicio fundamental del Estado de Derecho quien tenga dinero, la guinda la ha puesto otra novedad que paso a relataros. Me habían avisado, pero no podía creer que llegara a tanto la desfachatez de este gobierno.

Se privatiza el Registro Civil y pasa a manos… de ¡los Registradores de la Propiedad!, el cuerpo profesional al que pertenece Mariano Rajoy Brey, aún titular de Santa Pola. Considerado anacrónico en toda Europa como ya hemos hablado aquí otras veces, el dueño del cortijo y sus ejecutores deciden potenciar a los Registradores para que cobren aún por más servicios. En el resto de los países de nuestro entorno son gratuítos. Solo una ciudadanía en Babia puede engullir esto.

No se puede llegar a más ¿no? me temo que la apisonadora es imparable, y sí puede llegar a más, hasta donde quieran.  Y no se entiende. Repito las cifras con las que empezaba. La definitiva: unos pocos ultraconservadores desaprensivos están destruyendo cuanto teníamos y era base de nuestra convivencia. El cortijo, amos, criados sin derechos. ¿De verdad querían esto 10 millones de votantes, al margen de los que viven de ello?

Emergencia: ya no es tiempo de juegos florales

Imaginemos un país donde se “vende” un Banco, el de Valencia, -hundido por el putrefacto PP de esa comunidad durante su larga hegemonía- por un euro. El agraciado es CaixaBank. Y se han ido por el sumidero 5.500 millones de euros de nuestros impuestos que ya hemos pagado y seguiremos pagando en calidad de vida. Imaginemos también un país en el que, 37 años después de su muerte, se rinde homenaje al dictador de cuatro décadas, y ni el gobierno lo impide, ni cruje la sociedad de arriba abajo. Ese mismo ejecutivo que amnistía por dos veces –enmendando la plana a la justicia con empecinado tesón digno de otras causas- a unos condenados por tortura. Del cuerpo de los Mossos de Escuadra. O en el que un chico de 21 años, Alfonso Fernández Ortega, está detenido -sin juicio- en la prisión de Soto desde el 14N, fecha de la huelga general, bajo acusaciones poco claras.

 Vamos a imaginar muchas más cosas, por ejemplo, que la OCDE nos pronostique para 2013 el peor año de la crisis, con 6,2 millones de parados, una deuda que dejó Zapatero en 68,5% del PIB y que va a llegar al 97,6%. O que la economía retrocederá el triple de lo que ha manejado el gobierno para elaborar los presupuestos. Más aún, que escuchemos decir al presidente Rajoy: “ Confío en que la OCDE se equivoque”. Y es que su gobierno debió de comprar la bola de cristal adivinatoria en un comercio chino de los que tanto nos gustan ahora. Ya nos venden por la tele las ganas que tienen los millonarios de ese país en venir a residir a España y comprar su permiso de residencia. Por 160.000 euros, viene de regalo con el piso adquirido.

 Pero es el momento de contar con otra hipótesis: la oposición política no hace otra cosa que participar en los juegos florales parlamentarios y mediáticos oponiendo tímidas críticas. Alguna enmienda o proyecto que barre la apisonadora del PP, como es sabido, pero que hace quedar bien. Creen.

 El PSOE sigue desmoronándose. Ya no le ha faltado más que la trama corrupta que afecta a altos cargos del PSC. Perdió 8 diputados en las elecciones catalanas y sus dirigentes -al igual que los nacionales- «se felicitaron» por el trabajo realizado. Es que las encuestas decían que serían peores los resultados. Grandioso. Es que esta nueva dirección –estatal- “lleva solo 5 meses”. Renovada ella, con caras e ideas sorprendentes y prometedoras, a ver si para 2.050 encuentran la senda perdida y salen del agujero en el que entonces se encuentren. Y en el que, visto lo visto, seguirán congratulándose de lo bien que lo están haciendo.

 Lo peor es que la ciudadanía es del palo «yo voto al que tenga posibilidades de ganar». Y solo ve dos caminos: PP y –todavía- PSOE. La izquierda más real que la que hoy representan los socialistas, ha ganado en Cataluña –si descontamos a ERC más local- 3 escaños que tampoco es para tirar cohetes, por mucho que también “se feliciten” por los resultados. Y aunque UPyD se dio allí un buen batacazo, su ultranacionalismo español gusta en el resto del Estado un poco más. Aunque sea de derechas o de izquierdas según convenga, o haya votado, de la mano del PP, en contra de llevar a cabo un referéndum sobre los recortes. El panorama así es idílico.

La sociedad no puede esperar más. Todo esto y mucho más es real, aunque parezca increíble. Nos encontramos en una situación límite. Achicando el agua que nos anega por todas partes. Con los profesionales de la medicina –todos los sectores: médicos, enfermeras, celadores, auxiliares, administrativos- fuertemente implicados en Madrid para que no nos desmantelen la sanidad pública, hemos de asistir impertérritos a las consignas del PP que insultan nuestra inteligencia diciendo que no se privatiza nada. Ah, vaya, que eso se llama “Plan de externalización de la gestión sanitaria” u “optimización de recursos”. Solo que se entregan al capital riesgo -para comerciar con nuestra salud por definición-  6 hospitales, un centenar de centros de atención primaria, el Instituto de Cardiología y otros servicios. Todo muy rentable. Se ha abierto un negocio de 400 millones de euros ¿Quién lo desprecia? Y ya se sabe que si no obtienen los beneficios deseados, también la Comunidad echará una manita para que se queden contentos.  “Optimizan” sus bolsillos y los de políticos y parientes implicados en esas empresas que es un gusto.

Algo más. Una pregunta clave, si le marean los datos. La medicina es una vocación de servicio público que ha de brear con las no muy agradables averías que arroja un cuerpo enfermo. Sus profesionales nos están alertando de la gravedad de estas medidas ¿A quién hace Vd. más caso? ¿A su médico o enfermera o… a los desprestigiados políticos?

Volvamos al principio. Hemos enterrado 5.500 millones de euros en un solo banco. Y quedan muchos pufos que cubrir en el sector. Las políticas neoliberales del PP están hundiendo la economía y nuestras vidas a extremos inimaginables. Cada vez pagamos más impuestos por menos servicios. Y nos “modulan” los derechos a diario. ¿Tanto le cuesta deducir a un sector de la sociedad lo que ocurre? ¿Por qué estamos mucho peor que hace un año? ¿Qué inventario ha añadido a todas las “herencias” –propias y ajenas- la actual gestión del PP? ¿En qué se justifican las mermas de sanidad, educación, cultura, ciencia, transportes, servicios… viendo quién se lleva nuestro dinero? 5.500 millones un solo banco, repito. 37.000 entre todos los afectados… por el momento. Los hospitales aún semiprivados «rescatados» con dinero público. Las autopistas. Lo que haga falta. Mientras, un hombre se ha suicidado en Navarra porque le desahuciaban al deber… poco más de 4.000 euros de alquiler. ¿Las estafas continuas nos han “externalizado” el cerebro?

 Atascado un sector mayoritario de la ciudadanía en mirar al Parlamento que le representa, que eligió para que cuidara de sus intereses, es hora de exigir a los políticos con dignidad y consciencia que acaben con este sufrimiento. Váyanse si es preciso, hagan huelga total, acudan a los Tribunales internacionales, no secunden más estos atropellos con florituras verbales y ninguna acción efectiva. Evidencien ante el mundo que no son cómplices de una acción de gobierno que degrada nuestra vida, sin que tengamos culpa alguna, y ni figuraba en los programas, ni se anunció -sino todo lo contrario- y nos sirven con continuas mentiras. ¿No ven la desesperación de mucha gente? ¿El atontamiento sumiso de otros? Aparquen el lirio y la hortensia ¡Y hagan algo de una vez!

*Publicado en eldiario.es

*Actualización: La cadena Husa Hoteles -ante las protestas en las Redes Sociales ( y solo en ellas, nada oficialmente)- ha cancelado el homenaje a Franco.

El PP desmontando «mentiras» en sanidad

Son tan majos… hasta dolores de cabeza quitan. No, la VISA no hay que sacarla (aún) en el médico, solo… para pagar en la farmacia… y todos los impuestos que conlleva sufragar las políticas neoliberales. El resto de los daños se pagan en especie: en salud.

Por cierto, segunda jornada de huelga de la sanidad pública madrileña. Y manifestación por la tarde en Neptuno.

Golpe a golpe

Cada mañana el mismo mecanismo aproximadamente. Abro los ojos esperanzada porque forma parte de mi carácter el intentar remontar. El día, ayer, acabó en bruma por las terribles noticias que se estaban produciendo, pero la noche suele disipar esa sensación. Con un café, me siento en el ordenador y miro la actualidad en distintas webs. También anda en mis genes el querer informarme… y comunicar lo que encuentro. Y twitter me brinda la oportunidad de ese remedo del periodismo que oficialmente me privaron de ejercer.

Me entero de los detalles que condujeron al suicidio a José Miguel Domingo, un granadino de 54 años que ayer se ahorcó poco antes de que la autoridad competente llegara a desahuciarle, a quedarse con la casa familiar por la que había pedido una hipoteca. No quiso sufrir, vivo, esa vergüenza.

Un informe del Consejo General del Poder judicial, de uno de sus miembros en realidad, denuncia prácticas abusivas de los bancos en el drama de los desahucios: 350.000 desde que se inició la crisis. Propone medidas para resolverlo. Entre ellas transferir a los hipotecados las ayudas a la banca. Pero la mayoría de los vocales del máximo órgano de los jueces decide lavarse las manos y lo rechaza.

Concretamos también lo que hemos venido contando en este blog (y en otros, claro está): que Zapatero sí hizo el trabajo sucio que Rajoy le acusa de no haber hecho y con el que pretende justificar sus recortes: entregar dinero público a los bancos para reflotarlos. Solo en 2010, se les dieron 87.145,47 millones. Es decir, salieron de los bolsillos de cada ciudadano a este fin 1.846,67 euros. Pero no era la primera vez. Ni la última.

Aún me duelen más, sin embargo, los 14 subsaharianos que han perdido la vida en una patera, los 40 al menos que dicen los supervivientes que también viajaban allí y han desaparecido. Esos 17 que han llevado vivos a Motril (Granada), con el horror en los ojos. Inmigrantes valientes, con ganas de lucha, que emprenden tan costosa aventura porque aún están peor en su tierra de lo que esperan estar aquí.

Siguiendo el periplo, veo que la Generalitat de Cataluña, henchida de independentismo populista y oportunista, ha dejado sin renta básica a los más pobres. Ah, sí, cambiáis derechos por jalear el deseo electoral de un partido cada día con más sospechas de pufos a sus espaldas. Dicho sea el «sospechas» por imperativo legal.

Y aún persiste mi indignación porque la funcionaria liberada -en permanente campaña electoral a la presidencia del Gobierno de España-, rescató con nuestro dinero a los hospitales de gestión privada. Iban a funcionar mejor, decía y presumía, pero perdían dinero y había que compensarlo. El objetivo era ése, no la salud de los madrileños que -como en otros lugares, bien es cierto- tenemos una sanidad cada vez más degradada.

El gesto, aún animoso aunque parezca imposible, se empieza a torcer al ratificar que la ultraderecha se abre paso en Europa. En la Grecia, sumida en la pobreza y la anarquía, los canallas de Amanecer Dorado ya han ganado la calle.  «Esto es como lo que pasó en Alemania en los treinta», dice el director de un espectáculo amenazado por los nazis griegos. Pero el ascenso del fascismo no solo ocurre en Grecia.

Casualmente, Isaac Rosa, nos trae a las calles de Madrid, a las calles de España, con la abrumadora presencia policial allá donde vayas. Y se pregunta: ¿A quién protegen? ¿Y de quién?

Un alcalde de Fortuna (Murcia) del PP: cambió votos por trabajo y vales de comida, según acredita una sentencia. Y las felonias descubiertas de Urdangarín, no cesan.

El Rey dice que ya se ven brotes verdes  en la economía y que el PP lo está haciendo de pura gloria. Por ahí, de viaje, a la India adonde ha ido a «vender» la Marca España.

Ya. Pero sale la EPA, y batimos otro récord de desempleo: 5.778.100 personas, 1 de cada 4 que quiere trabajar. Rajoy ha dejado a 835.900 ciudadanos en el paro en solo un año. Y eso que dice Sor Fátima Báñez que la reforma laboral funciona que da gusto.

Hay asuntos que urgen más que el empleo y la economía. El PP impone el trámite de urgencia para aprobar el copago judicial de Gallardón, pese a una y cien mil protestas.

Y, mientras, lo más visto en el ya desarbolado El País, es esto: «Cuando llegué ya estaba desnudo«. Un príncipe o así. De Inglaterra. En El Mundo y ABC lo que interesa es un fraude de consumo en el aceite de oliva virgen. En los dos periódicos. Su empecinado empeño en hablar de Cataluña, independentismo y lo malos que son, no cuaja en los lectores ni de esos medios. En eldiario.es que no pagan a los profesores de la Universidad Complutense por los recortes.

He llegado sin resuello al fin del café y de la lectura de prensa. Como si fuera un saco de boxeo al que aporrea la realidad… que producen personas concretas. ¿Golpe a golpe? Pues no, aún no, mejor verso a verso…

 

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