España, cortijo del PP

Es cierto que les votaron 10.830.693 personas, el 30,2% de los electores, pero el PP cuenta con unos 800.000 afiliados y, de ellos, no serán más de un millar los que poseen capacidad de gestión. La bendita democracia, dicen, que ha otorgado un poder omnímodo a un partido aunque se haya basado en mentiras para alcanzarlo. Como que iba a solucionar la crisis y el paro, por ejemplo, cuando los ha acrecentado. Y eso al parecer no tiene consecuencias. Esperar 3 años más y sin exigir responsabilidades. Algo falla aquí ¿no?

El caso es que tenemos a un exiguo grupo que solo demuestra eficacia en haber convertido de nuevo España en su cortijo, como hicieron sus ancestros.

Cada mañana trae novedades que, no por esperadas, dejan de soliviantarnos. El Ministro Wert actúa de elemento de distracción al provocar innecesariamente a Cataluña con su nueva ley de “educación” y calentar al ultranacionalismo español de paso. Ha generado un problema donde no lo había. Entiendo la indignación en esa comunidad pero tan grave o más es que el tertuliano venido a más devuelve la enseñanza a tiempos muy remotos, incluso del franquismo. Acaba con Educación para la Ciudadanía que, recomendación del Consejo de Europa, imparten sin problemas en todo el continente, incluso en colegios religiosos. También con Ciencias para el Mundo Contemporáneo que se ha contado menos pero era materia decisiva. Vuelve a imponer la religión y la segregación de sexos. En general, acaba con cuanto sea innovación y formación del sentido crítico. La jerarquía eclesiástica católica -en sus horas más bajas- ha ganado la partida según nos cuenta el indignado artículo de uno de mis más antiguos y queridos amigos: Juan González Bedoya. Analfabetismo religioso, lo llama.

El resto de la casta tampoco se queda atrás. El Gobierno balear despedirá o cambiará de isla a los profesores que expliquen a los niños los recortes.  No lo considera educación, sino «opiniones» políticas.  Un tema gravísimo también.

El empecinamiento en destruir la sanidad pública es parejo. Nada puede con el decidido propósito de depositar nuestra salud en manos de empresas privadas ávidas de lucro. Hasta con presiones que apenas entendería la lógica de no ser que escondan muy oscuros intereses. Y con las habituales mentiras, como la de engañar con el costo del servicio. Siguen en huelga sus profesionales. Perdiendo dinero y ánimo ante la impotencia de un maquiavélico plan que continúa adelante. Se comete la barbaridad de cerrar el Instituto de Cardiología, va a ser el primero, y sigue el goteo de despidos. La salud el primer bien que poseemos.

Mientras, corren buenos tiempos para el «sector del lujo«, y en noticia de ABC, hablan de 17 años más para recuperar el empleo, hasta 2022. Se ve que el periódico conservador confía poco en la capacidad de relacionar conceptos de sus lectores. Debe tener razón el estudio, es un año menos de lo que nos da el FMI que lo cifra en 2023. Y De Guindos sigue hablando de «crecimiento negativo» y de que éste va a ser el peor trimestre de la recesión. Hasta ahora, quiere decir. Lo que viene, por este camino, es negro.

Y nos falta aún otro gran pilar de la sociedad: la justicia. Ya no es sólo que este gobierno amnistíe torturadores contra viento y marea, o que haya convertido en delito casi todo -en particular las protestas ciudadanas- o que haya subido las tasas para que solo pueda acceder a un servicio fundamental del Estado de Derecho quien tenga dinero, la guinda la ha puesto otra novedad que paso a relataros. Me habían avisado, pero no podía creer que llegara a tanto la desfachatez de este gobierno.

Se privatiza el Registro Civil y pasa a manos… de ¡los Registradores de la Propiedad!, el cuerpo profesional al que pertenece Mariano Rajoy Brey, aún titular de Santa Pola. Considerado anacrónico en toda Europa como ya hemos hablado aquí otras veces, el dueño del cortijo y sus ejecutores deciden potenciar a los Registradores para que cobren aún por más servicios. En el resto de los países de nuestro entorno son gratuítos. Solo una ciudadanía en Babia puede engullir esto.

No se puede llegar a más ¿no? me temo que la apisonadora es imparable, y sí puede llegar a más, hasta donde quieran.  Y no se entiende. Repito las cifras con las que empezaba. La definitiva: unos pocos ultraconservadores desaprensivos están destruyendo cuanto teníamos y era base de nuestra convivencia. El cortijo, amos, criados sin derechos. ¿De verdad querían esto 10 millones de votantes, al margen de los que viven de ello?

La España de Lujo

¿Crisis? No para todos, no para quienes pagan menos porcentaje de impuestos que los demás y poseen un enorme poder adquisitivo. El sector del lujo español creció un 25% en 2011 y sus expectativas son tan amplias que incluso han registrado la marca “Luxury Spain”.  Para el conjunto de la población la Agencia de calificación norteamericana Fitch nos decreta severos recortes en sanidad y educación bajo amenaza de rebajar la nota. Hay que costear el lujo de los privilegiados.

Ciertamente los potenciales compradores españoles ven aquí muchos exponentes del lujo español. Que se juzga a un juez porque intentó investigar el franquismo o porque ordenó escuchas a los cabecillas de la Gürtel que los medios extranjeros vinculan al PP sin el menor pudor. Que la víscera hispana y alguna hipocresía de altos vuelos no pone reparos a que se practiquen escuchas a los acusados del asesinato de Marta del Castillo -y ya no para prevenir la muerte por desgracia- y que sea intolerable que, con todos los parabienes judiciales, se quiera ratificar y poner trabas a que los acusados de Gürtel siguen lavando capitales a través de sus abogados como ha declarado Garzón.

O que se entierra con toda loa a un ex ministro franquista (en el diario conservador británico The Telegrhap le llaman directamente «de un gobierno fascista«) y se le quiera poner hasta una calle. Y que haya controversia en el Parlamento de la UE porque pretendan homenajear al mismo nivel a Fraga y a Václav Havel.

O que la afamada corrupción española -que sienta estos días en el banquillo a dos ex presidentes de comunidades autónomás- alcance hasta a la familia real, es algo que destacan en particular los periodistas extranjeros con la boca abierta.

Estas cosas son muy “luxuriosas” sin duda y afianzan nuestro prestigio de país democrático y moderno como el que más. Inspiran una gran confianza.

Pero el hecho es que en 2011 el sector del lujo creció una barbaridad mientras la mayoría de los españoles sufrían duros ajustes. Y la Asociación ad hoc -la del Lujo- prevé que en 2012 van a aumentar el crecimiento y crear empleo. ¿De dependientes? Los que venden productos de lujo se muestran muy orgullosos de su condición. En El Corte Inglés te miran con desprecio al preguntar si el precio de la pelliza de marca es el 50% de 265 euros y te aclaran sorprendidas (en este caso) que no, que costaba el doble. Y cuando acudo con un chaquetón rojo que compré años atrás de oferta y ellas saben que es muy barato llegan a dudar si podrás pagar lo que estás mirando. Hasta en 3 ocasiones me ocurrió.

Pero hay que ser positivos. La única salida para este país que duplica el paro de la UE es, como nos estimula el gobierno, ser emprendedores. Así que vamos a ponernos a ello.

¿Qué tal fabricar unas mantas para los colegios sin calefacción -porque las administraciones han despilfarrado tanto que no les pueden pagar- ribeteadas con pedrería de strass? De este tipo:

 

Agua cara, muy cara. Llenas las botellas con la del Moncayo y decimos que procede de Noruega y las vendemos a 80 euros unidad. Hacemos trampas, claro, pero utilizando el significado auténtico de la picaresca, y además les damos un producto de excelente calidad.

Habrá que hacer bolsos, sin duda. De esos que se regalan normalmente a las políticas. Joyas (no sé si estará bien traficar con diamantes de sangre, mejor darles también gato por liebre). Ropa, eso es fundamental. Imprescindible contar con una marca. “Inmensamente hartos” puede que no nos abra mercados.

 ¿Qué os parece “Morons´ Soup”. Disponemos seguro de grandes creativos y como las prendas serán carísimas no hará falta mandarlas a fabricar en China como hacen ya las grandes firmas, se cosen por sueldos dignos y se les cobran a precio de oro -más de oro aún de lo que ya pagan-  y seguro que nos salen las cuentas. Trajes para vestir en los barrios exclusivos, en las fiestas, o para ejercer la política.

                                                                                                                                                               Con los beneficios obtenidos quizás podamos aventurarnos al gran negocio de los coches, los de lujo subieron sus ventas en 2011 más de un 80%. Metalúrgicos en paro y todo tipo de autónomos para los materiales podrían hacerlo. Seríamos muy emprendedores y nos darían beneficios fiscales.

  Quizás podamos incluso trabajar en innovación y excelencia y adaptar un modelo nuevo de vehículo dándole toques históricos. Igual les divierte y lo compran.

Lujo es la abundancia de cosas no necesarias. Quizás deberíamos ser muy emprendedores en rebosar dignidad y volver este mundo y este país en lugares habitables para todos. A veces se emplea la palabra lujo para designar cosas muy buenas o extraordinarias. De eso, de dignidad, ya hemos dado -unos cuantos- alguna lección.

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