Carta abierta a Rajoy de todas las asociaciones de jueces y fiscales

En la presente Legislatura se está produciendo una indeseable avalancha de reformas legislativas, impuestas por el Ministerio de Justicia en el ámbito de la Justicia. Dicha imposición se está realizando sin consenso con el resto de fuerzas políticas presentes en el Parlamento y despreciando los criterios técnicos de todas las organizaciones representativas directamente implicadas en el posterior desarrollo práctico de la reformas (jueces, fiscales, secretarios judiciales, abogados, procuradores y funcionarios). Por supuesto, despreciando los intereses más legítimos de los ciudadanos, que desconocen alcance social de las reformas puestas en marcha por el Ministerio de Justicia.

De esta forma, se disgusta a la ciudadanía, que cada vez se siente menos representada en las instancias que organizan la vida y la convivencia en el país y más alejada del Ministerio de Justicia, al que día a día viene valorando más negativamente. Pero al mismo tiempo, el Ministerio de Justicia, centrando su actuación en un mero ejercicio del poder por la vía de la imposición sin consenso y sin diálogo, olvida no ya la mejora efectiva del sistema que administra, sino también las condiciones de vida en general de los administrados y de todos los españoles.

La situación se ha agravado sensiblemente en los últimos meses, en los que el discurso oficial ha ido por cauces y derroteros divergentes con los problemas y sensibilidades sociales. En ningún momento se ha atisbado en el ministro responsable la más mínima intención de acercamiento al mundo real de la gente y al papel vital que la Administración de Justicia juega en la democracia y en la defensa de la libertad.

De hecho, el Ministerio de Justicia no ha conseguido organizar un programa de reformas capaz de sintonizar con la realidad social ni con la situación de la Justicia. Y, mucho menos, capaz de entusiasmar a la sociedad con propuestas veraces, transparentes y bien comunicadas para restablecer la estabilidad perdida, la confianza y el empuje necesario con el que superar la gravísima crisis económica, social y política en que está embarcada España. Una crisis que no es necesario describir de manera más prolija, pues está en la mente de todos y en todas las conversaciones.

El cuadro sintomático en materia de Justicia se resume, hasta el momento, en este conjunto de despropósitos:

– Intento de reforma del Consejo General del Poder Judicial, promovido por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, con la finalidad de cercenar la división de poderes y de quebrantar la independencia judicial.

– Ley de tasas, con fijación de cuantías desproporcionadas, que atentan al derecho fundamental a la tutela judicial efectiva.

– Privatización de la justicia, reduciendo las competencias del marco judicial y traspasándolas a otros colectivos.

– Inexistencia de inversiones en materia de justicia, donde se mantienen ratios de población con jueces y fiscales en rangos ínfimos, equiparándolos a niveles de países de segundo orden.

– Ausencia de agilidad en las normas procesales.

– Endurecimiento innecesario del Código Penal, donde se introducen nuevos tipos penales, devenidos de asuntos puntuales con impacto en la opinión pública. Esta reforma sobresaturará las Fiscalías y los juzgados con competencias penales, con una reducción de los medios personales para poder afrontar dichos asuntos.

– Carencia de propuestas que solucionen las problemáticas mas acuciantes de los ciudadanos como serían los desahucios hipotecarios.

– Falta de modernización en la Administración de Justicia.

En relación con la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que cumplirá su tramitación legislativa el próximo martes 18 de diciembre en el Parlamento, denunciamos la falta de audiencia real que han tenido al respecto las asociaciones profesionales correspondientes, su inadecuación a las normativas europeas, su innecesaria tramitación por vía de urgencia y, en definitiva, su imposición mediante un ejercicio de fuerza sin escuchar a quienes, conocedores de primera mano de la situación, van a proceder a su aplicación. Se trata de una interpretación de la política que consideramos carente de sentido de Estado.

Ante la falta de respuesta a nuestros requerimientos por parte del Ministerio de Justicia, solicitamos el voto negativo o la abstención de los grupos parlamentarios en la votación correspondiente. Y anunciamos la promoción de todos los recursos y procedimientos disponibles en derecho para que sea derogada lo antes posible y sustituida por otra ley más razonable, más razonada y debidamente consensuada, en coherencia con nuestro compromiso con la Justicia y en defensa del interés general de la sociedad española.

Instamos tanto al Presidente del Gobierno como al Ejecutivo en pleno que asuman un compromiso real en defensa de la Administración de Justicia, para que esta pueda cumplir las elevadas funciones constitucionales que tiene asignadas. Los representantes de las asociaciones de jueces y de fiscales continuaremos reclamando soluciones para que nuestro sistema judicial pueda seguir garantizando los derechos fundamentales en el marco de nuestro Estado Constitucional.

Madrid, 17 de diciembre de 2012

ASOCIACIÓN PROFESIONAL DE LA MAGISTRATURA

ASOCIACIÓN JUDICIAL FRANCISCO DE VITORIA

JUECES PARA LA DEMOCRACIA

FORO JUDICIAL INDEPENDIENTE

ASOCIACIÓN DE FISCALES

UNIÓN PROGRESISTA DE FISCALES

ASOCIACIÓN PROFESIONAL INDEPENDIENTE DE FISCALES

*Visto en eldiario.es

Mariano Rajoy dice que todo es culpa del PSOE. Todo. «Cargarán con una culpa histórica. Hay que decirlo alto y claro». Y sin despeinarse.

Liquidación total

La escenografía de las liquidaciones por cierre en el paisaje urbano ofrece un heterogéneo muestrario que, probablemente, refleja el carácter del comercio que se salda. Cartones escritos a mano, en variopinto colorido, tamaño  y distribución, verja echada. Puede servir. ¿Nos damos un paseo por esta tienda llamada España?

Ofertamos, para empezar, una abultada deuda que se agranda por momentos y que nunca podremos pagar. A menos que adoptemos medidas muy drásticas y seguramente ni aún así. Casi veinte puntos lleva aumentados en apenas un año en evolución exponencial.

Disponemos de unos pobres muy aplicados. No encontrará Vd.  nada más competitivo en el mercado, ya que han crecido en desigualdad con los ricos como nadie en Europa y a un ritmo mucho mayor (2,7 puntos desde el inicio de la crisis), según avala el prestigioso informe Gini.

Damos, pulverizando precios, el impresionante stock de parados –récord del mundo industrializado-, al que en el último mes se han incorporado otros 79.645, con lo que ya se hace difícil hasta su almacenaje. Se los entregamos con subsidios mermados y un estigma de culpabilidad que los hace virtualmente dóciles. Les hemos colocado el cartel de “vagos” y eso mina la moral a cualquiera.

El lote de empleados lo encontrará Vd. también rebajado al límite, dado que les hemos disminuido salarios y derechos. No le diré sino que un 30% de ellos ya vive bajo el  umbral de la pobreza. Solo encontrará índices similares en Grecia y Rumanía.  Algunos se ven obligados, junto con muchos parados, a hacer uso de los servicios sociales para cubrir necesidades básicas, como comer, ya sabe Vd –comen, eso no se lo niego-. Pero no se preocupe que no le serán gravosos porque hemos disminuido estos apoyos de emergencia en un 65,4% y aguantan. Y eso que ya atienden a más de 8 millones de personas.

Los funcionarios son una ganga, prácticamente se los regalamos. Hemos de deshacernos de ellos como sea (menos mal que son pocos, en los países desarrollados de Europa tienen muchos más). Trabajan en sectores muy lucrativos que tenemos previsto desarrollar tras el cierre. Ya hemos enajenado gas, electricidad, telecomunicaciones, transportes, bancos y muchas empresas y edificios públicos y no ha ocurrido nada, y tenemos en el almacén dispuestos hasta el tren y el metro. Oportunidades inmejorables, por cierto.

En la sanidad hemos practicado unos retoques que abaratan mucho los costes. Algunos enfermos se nos mueren o no pueden acceder a tratamientos, con lo que merma algo el monto. Y a buena parte del resto lo verá Vd. tan bien educado que incluso vienen con la aplicación de “Es que ha habido muchos abusos” o, bien, “Poniendo un poco cada uno, salimos de ésta”.

Estos resultados parten sobre todo de nuestra acreditada trayectoria en rebajar la educación. Ahora le hemos dado un pulido que le garantiza esta compra y las demás, sin apenas problemas. España encabeza el fracaso escolar en Europa y hemos subido los precios de la Universidad, suprimiendo becas también, para que aquí no estudie ni dios, si Vd. me permite la expresión.

Por los bancos y cajas con pufos no se apure, que si Vd. dispone de alto poder adquisitivo, se los entregamos reparados y hechos un pincel. Si le interesa alguna autopista en quiebra,  disponemos de varias en cuyo saneamiento andamos. Y de parques temáticos del vicio para invertir.

En cuestión de medio ambiente ningún inconveniente tampoco. Vd. puede hacer uso  de cuanto ladrillo y campo de golf precise. Y hemos habilitado una nueva ley de costas que le permitirá legalizar chanchullos y hasta construir encima mismo del agua. Si opta por utilizar productos para contaminar en cualquier actividad o ubicación, le hemos suavizado las condiciones legales para que Vd. lo haga a placer.

En mujer, hemos vuelto al modelo de hace varios años. Más dependiente, precisada de tutelaje, más mujer auténtica. Tiene mejor salida en estos tiempos y nos gustan las tradiciones. Trabajamos ahora en un patrón que les convenza de volver a casa, a su sagrada misión, elevando el precio de las guarderías, el de  libros y comedores, suprimiendo las ayudas a la dependencia, en fin todo un programa eficaz para el objetivo.

Los jóvenes. Carne fresca, mentes preparadas. Los estamos echando a todos. Son legión, casi la mitad de ellos están sin empleo. Reducimos así el estocaje de parados y nos libramos de gente que, por su edad, puede ser más inquieta.

La oferta más irresistible es la de corruptos. Contamos con todos los modelos y calidades. Disponen de sección fija en los informativos y cuentan con un bagaje sin igual. Todo lo que Vd. haya pensado encontrar en el mercado. Conspiración para alterar el precio de las cosas, falsificación de documentos, prevaricación, blanqueo de dinero negro, subvenciones fantasma, comisiones irregulares, traspasos contables, sobres, valijas. Contamos además con ayudas: hemos rebajado el presupuesto para la inspección fiscal o vemos que Suiza, conociendo el paño, ofrece a España alternativas para prorrogar la amnistía fiscal a los defraudadores. Los corruptos vienen sin cargas –no suelen gravarse con impuesto o peaje alguno- y pueden incluso hacer sus tropelías en período electoral que no pasa factura. Y es que la ética española es nuestro producto estrella de saldo.  

La justicia también la tenemos muy apañada, ya sabe Vd. las cosas que pasan en esta tienda, pero es que además hemos subido las tasas y ya solo podrán litigar o recurrir los ricos de toda la vida, como dios manda.

¿Los ciudadanos? Han sufrido la mayor caída del poder adquisitivo en 27 años, están hipotecados, pierden sus casas. ¿Cuántos le envuelvo?

Por los medios ningún cuidado. Buena parte de ellos están también a favor de la liquidación y tenemos en oferta las televisiones públicas, tan remodeladas algunas que Vd. no las conocería. No le digo más que por primera vez en la historia Cruz Roja recaudó en su fiesta de la Banderita para los españoles necesitados y todos los medios lo que contaron fue el que el Príncipe había dejado su mesa petitoria para desplazarse andando por la calle. Sacaron un millón de euros. Dos días después se gastaba el gobierno la misma cantidad en un desfile militar, y eso que dejaron el presupuesto en un tercio.

 Cierto que hay muchos ciudadanos que protestan, cada vez más, pero a este fin hemos previsto una reforma del Código Penal que o los entrulla o los calma. Es tan moderno que no hay otro igual en democracia. Fíjese Vd., hasta 6 años pueden caerles por tirar piedras en una manifestación. 4 por resistencia a la autoridad o 1 año por emitir convocatorias o mensajes “que sirvan para reforzar la decisión” de lo que consideren “alterar el orden público”. Y tenemos el comodín del Delito contra la Nación que da mucho juego.

 Estamos seguros de que Vd. encontrará entre todas estas ofertas varios productos que le interesen. Incluso puede llevarse el comercio entero. Si no es Vd., otro lo hará, esto es una liquidación total en vistas a diversificar el negocio y obtener cada día más beneficios. Privados, como debe ser. Anímese, le estamos brindando una ganga que es –perdóneme- de tontos rechazar. Y, por si acaso, a la salida le darán a Vd. unos billetes de lotería para aumentar sus ingresos de una forma segura y razonable. Los clientes siempre eligen de los montones más grandes, incluso del montón más grande. A ver si tiene suerte, y esta vez, por milagro, le toca y puede volver a reflotar la empresa.

*Publicado en eldiario.es

 

En nombre de la mayoría absoluta

El PP está llevando a cabo con inusitada presteza lo que parece un cambio del modelo de Estado en España. Se apoya en la mayoría absoluta que otorgaron a Mariano Rajoy 10.830.693 ciudadanos, el 30,37% del electorado. Conviene recordar que con más porcentaje y más votos, Zapatero no la consiguió en los dos anteriores comicios.

No cabe poner en entredicho la legalidad del Gobierno del PP de acuerdo con nuestras leyes electorales, pero sí preguntarse –a la vista de sus actuaciones– si no está aplicando una mayoría “absolutista” para obtener los fines que persigue. De entrada elude a casi el 70% del electorado que no apostó por Mariano Rajoy. Tampoco da la impresión de pensar en cuántos ciudadanos se inclinaron por él creyendo –en el más estricto sentido de la palabra– que solucionaría la crisis. Lo más grave sin embargo es la torsión del propio concepto de democracia, no solo en actitudes, sino en leyes que se han puesto en vigor. 

Un Gobierno democrático ha de atenerse a normas y convenios de mayor rango que los resultados electorales. Para empezar, España es “un Estado social y democrático de Derecho”, según consagra el Artículo 1º de la Constitución. Social, no mercantil. Y por tanto asegura una serie de derechos a los ciudadanos.

El derecho a la sanidad, por ejemplo. Está recogido en la Constitución española, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y está declarado desde 2010 por la ONU –de la que formamos parte– “Derecho Humano esencial”. Pues desde este 1 de septiembre, el PP deja sin sanidad pública gratuita a más de 150.000 emigrantes y numerosos españoles que no cumplen los requisitos de una salud pagada en virtud de contratos de trabajo.

La reforma laboral tampoco parece ajustarse escrupulosamente a varios artículos constitucionales: el derecho al trabajo (artículo 35), el derecho a la negociación colectiva (artículo 37) o el derecho a la libertad sindical (artículo 28). El Gobierno –y su prensa afín– atacan en particular a los sindicatos.

Por muchos que sean sus errores, su labor también está avalada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 23.4: “Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses”. En este sentido, que hayan dejado de ser vinculantes los convenios laborales en las negociaciones colectivas sitúa al trabajador en la indefensión ante el empresario. Agravada de día en día en el país que ostenta el récord de desempleo del mundo desarrollado.

Estamos viendo cercenado el derecho a la justicia con las leyes de Gallardón –que prácticamente reservan los recursos a las sentencias a los más ricos y que han sido protestadas por el propio poder judicial– o la supresión o restricción de los turnos de guardia de oficio en algunas comunidades autónomas. Asistimos atónitos a presiones gubernamentales para adoptar determinada postura como ocurrió para intentar salvar a Dívar. La separación de poderes es consustancial a la democracia.

Sería prolijo para un artículo enumerar lo que no es sino una actitud. ¿La que expresó en el Congreso de los Diputados el exabrupto de la popular Andrea Fabra? Recortes e incrementos nada inocentes. Copagos, merma de la ayuda a la dependencia y al desempleo, dificultad de acceso a la cultura como si ese valor esencial fuera accesorio, colegios segregados por sexo, discriminación de los alumnos en los comedores según su poder adquisitivo, pavor a las tecnologías de la información en los textos escolares, el aborto, la mujer tutelada de nuevo, la  familia, la autoridad frente al diálogo… una vuelta al pasado, en definitiva, con fuertes tintes del capitalismo salvaje al uso. Un cambio del modelo social.

El flagrante asalto a las radiotelevisiones públicas que han vuelto a ser “de partido” y con destituciones arbitrarias debidas a la inquina personal de dirigentes del PP, como ha ocurrido con Ana Pastor en TVE. O el de Javier Gállego y su Carne Cruda de Radio 3 (RNE) por ser crítico, libre y brillante como pocos.

Con una gestión económica nefasta hasta límites que ni los más críticos y conocedores de datos podían anticipar, con un país a las puertas de un segundo rescate, en el que todas las cifras económicas se desmoronan y pierden los ciudadanos calidad de vida y derechos en cascada, el PP se desliza por terrenos peligrosos en el modelo de Estado en el que está empecinado.

Y, además, la agenda del presidente como secreto inviolable. Comparecencias parlamentarias –de Rajoy y de todo su equipo– que son sistemáticamente rechazadas por la mayoría absoluta. O la ausencia de auténticas entrevistas periodísticas y ruedas de prensa.

Hemos visto inducir conceptos perversamente erróneos que no parecen basados solo en la ignorancia, al asegurar varios miembros del partido gobernante que “la soberanía popular reside en el Parlamento”, según atestigua el vídeo, por ejemplo, de la ministra Fátima Báñez. Es en el pueblo donde reside, y las Cortes la representan.

Un Gobierno ha de gobernar, pero ¿hasta dónde llegan las prerrogativas de su mayoría absoluta? Si decidiera –que de ningún modo es el caso– abolir la propiedad privada, ¿sería legítimo también? Pues muchas acciones en la línea ideológica del PP asisten al mismo contrasentido.

El ensañamiento con los funcionarios del sector público por ejemplo, está destinado tan solo a privatizar servicios esenciales de este… Estado social que costeamos con nuestros impuestos, en beneficio de unos pocos.

¿Todo vale con las mayorías absolutas? Terribles ejemplos del pasado hacen temer que no. La relajación actual de los valores democráticos o la prioridad del pago a la especulación sobre las necesidades de los ciudadanos dibujan inquietantes escenarios. También se decidió la inclusión de esa prelación en la Carta Magna, sin más trámite, por la mayoría de PSOE y PP, en este caso juntos.

Es la inacción de la sociedad la que posibilita estas conductas desviadas de las que se convierte en cómplice. No basta con acudir a las urnas. Cuando creemos en fundamentos básicos de nuestra convivencia, como es el valor democrático del voto, hay que pensar en sus condicionantes. Nadie como José Luis Sampedro definió mejor lo que nos ocurre, yendo a las auténticas causas de la situación que nos está llevando al abismo:

¿Democracia? Es verdad que el pueblo vota y eso sirve para etiquetar el sistema, falsamente, como democrático, pero la mayoría acude a las urnas o se abstiene sin la previa información objetiva y la consiguiente reflexión crítica, propia de todo verdadero ciudadano movido por el interés común. (…)  Se confunde a la gente ofreciéndole libertad de expresión al tiempo que se le escamotea la libertad de pensamiento”.

Vivimos tiempos muy duros que pueden llevar a perversiones indeseables. Leyes y factores por modificar, de forma apremiante ante el cariz de los acontecimientos. Pero cuando se ha incumplido el programa y las promesas electorales, cuando la palabra de Rajoy (y de su equipo) es papel mojado tras la lluvia de los hechos caída sobre él, y cuando asistimos al cambio de un modelo de Estado, lo mínimo que se le puede pedir a un partido democrático es que coteje en las urnas si ésa es la voluntad de la mayoría real y convenientemente informada. Nuevas elecciones. ¿Con este panorama político? Esa es ya otra historia que también habrá que contar.

*Publicado en Zona Crítica. eldiario.es

¿Separación de poderes en España?

El juez, Jacobo Pin, que dirige la instrucción del caso Fabra desde hace tres años, ha denunciado presiones de la Audiencia Nacional de Castellón para que cierre la causa por cohecho contra el prohombre del PP en la provincia. Es consciente de lo inhabitual de su petición de amparo al Consejo General del Poder Judicial pero, dice, que se está «perturbando su independencia».

Pin lleva 3 años a cargo del caso y es el noveno juez que ha pasado por la causa ya que todos sus predecesores “desaparecieron” casualmente –merece la pena leer el resumen completo de la información de María Fabra en El País-.

Se da la circunstancia de que el titular de la Audiencia de Castellón, Carlos Domínguez, es amigo del imputado Carlos Fabra, y fue cuestionado por este hecho. Para su reelección en el cargo contó con el apoyo… de Fernando de La Rosa, amigo de Camps, y que actualmente preside el CGPJ –el órgano de gobierno de los jueces- tras la renuncia forzada de Dívar. De la Rosa es el mismo que se fue dos veces a la Patagonia con cargo al erario público (el conjunto de los vocales se gastaron 360.000 euros en esos menesteres). Y es quien tiene que solventar la petición de amparo de Jaboco Pin, el magistrado que se queja de presiones en el caso del antiguo Presidente de la Diputación de Castellón y destacado miembro del PP.

Por otro lado, Baltasar Garzón ha sido condenado a pagar 482 euros al presunto cabecilla de la trama Gürtel vinculada al PP, Francisco Correa. Es en concepto de costas por el caso que inhabilitó al entonces juez instructor Garzón por escuchas a los abogados, consideradas ilegales -y legales en otros procedimientos judiciales como el caso de Marta del Castillo-. Correa, pendiente de juicio después de 3 años, ha salido de la cárcel en libertad provisional.

   Además de la inhabilitación de Garzón y su expulsión de la carrera judicial por esta condena de la denuncia promovida por Correa y a la que el Supremo dio la razón, el PP nada más llegar al poder, cesó y sustituyó tanto a la cúpula policial que había investigado la Gürtel, como al grupo de la Agencia tributaria que había igualmente llevado la Gürtel.

 La separación de poderes es condición sine qua non de la democracia. Y la corrupción el cáncer que la retrae y puede anularla también. Los países más prósperos para sus ciudadanos -los nórdicos por ejemplo- carecen de corrupción institucional y política.

 La prima de riesgo y los intereses para pagarla han sobrepasado el límite, somos un país rescatado a cuya sociedad se le están prácticando los más duros recortes. Nuestro presidente por la gracia de los votos ya ha encontrado a un nuevo culpable para la quiebra española, ya no es Zapatero, ahora son las Instituciones de la UE: él jamás. Mantengo con vehemencia que todos los problemas se atajan desde los cimientos: la corrupción y la antidemocrática concomitancia de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial tiene podridos nuestros cimientos ¿»presuntamente»? Y con el apoyo de una parte de la sociedad aborregada y corrupta. Mientras no solucionemos esto, nada haremos cambiando los cierres de las puertas para que no entre el aire, o enmoquetando los suelos de los pisos: el germen está en la base.

Y no entiendo que a estas alturas del día, no haya dado explicación alguna al caso de Jacobo Pin el ministro de Justicia. Ni que gran parte de medios, periodistas y ciudadanos de cualquier profesión o actividad permanezcan impasibles ante lo que está ocurriendo. Todos los países que han consentido este estado de cosas han terminado pagándolo muy caro.

En el nombre del pueblo… la Justicia

“Cuatro vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) han pedido la dimisión de su presidente, Carlos Dívar, durante el pleno extraordinario para pedir explicaciones por los 20 viajes de fines de semana de cuatro días o más a Puerto Banús (Marbella) con cenas de dos personas en restaurantes de lujo. El vocal que denunció a Dívar, José Manuel Gómez Benítez, no ha pedido su renuncia en el pleno, pero ya lo había hecho con anterioridad. En la reunión, que ha durado cinco horas y que se ha celebrado en el más completo hermetismo, sin teléfonos móviles ni Internet para evitar filtraciones, otros siete vocales han pedido la dimisión Benítez”. Así comienza una crónica indispensable que firman en El País José Yoldi  y José Antonio Hernández.

Tras una trama que se lee con el vómito a flor de boca, hay un párrafo c lave:

“El caso es que la inmensa mayoría de los vocales saben que los viajes a Marbella no eran oficiales y también con quién cenaba el presidente, pero no quieren hacer sangre. Solo si Dívar en un error de cálculo intenta alguna jugada extraña —el viernes pasado había pedido los gastos de viajes y protocolo de todos los vocales, pues había dicho que si él caía no lo haría solo— o les miente podría provocar que un grupo de vocales —a algunos de los que se han reunido estos días los funcionarios les llaman “los indignados”— se ponga de acuerdo en hacerle caer. De momento, las componendas de poder son más importantes que el repudio a la inmoralidad y a la falta de estética”.

Cuando recibí el texto para Actúa de Baltasar Garzón fui leyendo, atónita su diagnóstico de la Justicia española. Ya destaque la pérdida casi absoluta de relevancia internacional que señala, o la mala calidad técnica que se da comparada con otros países en opinión de Garzón. Pero contaba más cosas y no me resisto a incluir varios párrafos de su capítulo del que he tomado prestado el título para este post:

 “Desgraciadamente, aquellos que se atreven a alzar la voz dentro del ámbito de la Justicia para mostrar su rechazo,  son  los menos, pero también los mejores, porque ante la “amenaza” de la “Corporación” con sus instrumentos organizados, se impone el silencio y la sumisión.

 (…)

 En el sistema judicial español, hay buenos jueces, pero eso no es suficiente cuando el sistema falla por arriba y cuando se percibe muy alejado de lo que una sociedad moderna y democrática, como la española, necesita.

(…)

Resulta necesario abordar una serie de medidas que contribuyan realmente a la limpieza del poder judicial y a alejarlo del ámbito de influencia que existe en la actualidad por parte de otros colectivos del mundo de la empresa, la política y  la abogacía. La confusión que se produce entre estos ámbitos da la impresión que está diseñada para obtener posiciones de ventaja ante quien debe mantener la distancia necesaria con aquellos que pueden estar sometidos a su jurisdicción.

Las participaciones remuneradas de jueces y magistrados en encuentros, cursos y conferencias, seminarios o proyectos dirigidos y financiados por empresas, colegios de abogados o de otros profesionales, entidades de seguros o bufetes de abogados que tan frecuentes son, resulta inaceptable. Es imposible que se guarde la imparcialidad cuando se reciben emolumentos de quienes después tienen que actuar en el juzgado o tribunal defendiendo intereses particulares contrapuestos. En tales casos se produce un conflicto de intereses que, ni siquiera es entre el juez y quien lo  apoya o financia, sino entre aquél y la propia sociedad a la que debe defender y que por esa actitud sufrirá las consecuencias. Lo mismo acontece con la dependencia fáctica de algunos profesionales de la justicia de algún grupo político o económico.

 Resulta inaceptable la imagen de un magistrado en ejercicio y en el más alto tribunal que a la vez desarrolle una función docente como responsable de un área de un lobby dedicado a promocionar cursos y conferencias y que está financiado por bancos y entidades privadas y por bufetes de abogados que tienen casos en la jurisdicción del afectado, y no consta que se abstenga en los casos correspondientes. Pero es que, en todo caso, la imagen que se da resulta inadmisible. Como la que se obtiene con la asistencia masiva de las más altas esferas judiciales a actos, palcos futbolísticos y otros eventos propiciados por particulares o políticos que pueden verse afectados por actuaciones judiciales. No dudo de la honorabilidad de esos funcionarios, pero no está bien. No solamente hay que serlo, sino también parecerlo. En definitiva, lo que se busca es que deje de ser una opción personal y pase a ser una obligación legal”.

Y más…

¿Empezamos a llegar ya a este punto?

Entre las muy graves noticias que se producen a diario destaco ésta de la perfecta excusa: Interior propone que se impute a partidos y sindicatos si sus afiliados causan daños. El ministerio quiere incluir esta medida, que alcanzará también a las asociaciones, en la reforma penal que endurecerá los delitos relacionados con el orden público.

Recordemos únicamente que tras el Crack del 29 llegó la Gran Depresión que desembocó en esto:
http://youtu.be/KKr8FqJUlrg
 

Aquí se truncó nuestra historia…

Un gobierno de un país europeo protestando por un programa de humor de otro país vecino. Presionando para que los guiñoles franceses dejen de tomar el pelo a España, como si los tentáculos de la censura pudieran llegar hasta ciudadanos formados y libres que no dependen en absoluto de Madrid.  Haciendo un ridículo patrio que a todos nos atañe.

 Un país que crucifica a un juez por investigar la corrupción y el franquismo y pide que se haga “campaña internacional” para devolver el prestigio mundial perdido por el pasmo que fuera tienen con nosotros.

 Un presidente que acude a su primer consejo europeo y lo único que hace al margen es solicitar un aparte con el primer ministro británico David Cameron para reclamar Gibraltar.  

 Un país donde los ultras califican de ultras a quien no está asentado en el extremo-centro. Como si supieran el significado peyorativo del concepto.

 Un país donde se miente para ganar unas elecciones y luego se desdice en los hechos, sin rubor, para mutilar los derechos laborales como nunca en el último siglo. Abriendo la puerta a una rebaja y arbitraria de los sueldos de todos.

 Un país en el que la soberanía popular es engañada, apaleada, y los poderes que emanan de ella como la justicia no pueden ser ni criticados. O los que no se sabe de dónde emanan gozan de impensables privilegios en el siglo XXI, como si viviésemos aún en el XVI.  

Definitivamente nuestra historia, nuestra esperanza de progreso,  se truncó… el día que la Virgen del Pilar dijo que no quería ser francesa…  🙂

http://youtu.be/lZkEW8bN3ng

Historias de la guerra (Para Baltasar Garzón)

Belchite

Mi padre murió a los 87 años (en 2001). Durante el verano de su larga agonía -y en medio de una cierta nebulosa que empezaba a empañar su brillantísima cabeza- una tarde comenzó a hablarme de la guerra, de su participación involuntaria en el bando “nacional” en el que fue movilizado. De la batalla de ese Belchite que ha guardado sus ruinas como una memoria pétrea e indestructible de aquel horror.

La lucha y el miedo -en una persona especialmente valiente- estaban tan vivos como si todo estuviera sucediendo el día anterior. Presumía de no haber pegado un solo tiro, de seguir sus ideas –como yo intento hacer- y, si era preciso, buscando recovecos en las situaciones difíciles para no traicionarse. Pero estuvo en el frente, oyendo silbar las balas y viendo caer a sus compañeros. Y tantísimas décadas después, oliendo la muerte próxima, era esa angustia lo que quería contarme.

Mi madre –su novia entonces- seguía en Zaragoza. Una bomba mató a su mejor amiga. Y ella no estaba muy lejos. Mi sólida abuela, viuda desde los 30 años, analfabeta, trabajaba para sacar adelante a sus dos hijos de portera en una casa que también les daba alojo. Un día, los “nacionales” fueron a buscar a unos vecinos. Mi madre les gritó que no se los llevaran. Hizo hincapié en la madre, embarazada.

-“El mal hay que cortarlo de raíz”, le respondieron. Y así fue: nunca más regresaron.

Al día siguiente se la llevaron a ella, a mi madre, y la ingresaron en la cárcel.

Contaba mi padre muchos años después –no sé si añadiendo algún varonil detalle épico- que se escapó en un coche de su sección con su amigo Manolo. Ida y vuelta apresurada. Y que sus gestiones lograron sacar a mi madre de la cárcel, aunque “las cosas estaban muy feas” para ella.

Mi madre no se sacó de su mente la suciedad de la cárcel durante toda su vida. No muy larga: 68 años.

Hoy, gracias a Baltasar Garzón, algunas personas han podido contar sus historias en público, ante un tribunal por primera vez en tres cuartos de siglo. Mucho más graves desde luego. Pero desde el dolor que siento por el triunfo del ataque que se ha perpetrado contra el juez Garzón, he recordado aquellas vivencias de mis padres. Y me libera contarlo. Precisamente hoy.

Pensaba en mi ingenuidad que aquello era agua del pasado. Pero las chanzas y alegría de alguna responsable política, los brindis con champán, los respetos y acatamientos frotándose las manos, el amparo a la corrupción, la coacción a quienes buscan la Justicia, me sitúan ante una realidad que da mucho miedo y de la que son cómplices, incluso sin darse cuenta en ciertos casos, algunos de mis conciudadanos. ¿Heridas abiertas? Es que los herederos naturales de quienes iniciaron y mantuvieron aquella y otras atrocidades las raspan todos los días.

 

 La madre de Serrat era de Belchite.

He visto cosas que no creeríais (parte enésima)

ULTIMA HORA: Garzón condenado por las escuchas de la corrupta Gurtel. Por unanimidad del Supremo. 11 años de inhabilitación.

Y ahora seguimos…

GRECIA.

Todos pendientes de Grecia. De si su gobierno tecnócrata e impuesto por “Bruselas” se decide a bajar las pensiones de sus jubilados para pagar a los especuladores. Los niños se desmayan de hambre en los colegios, algunas madres abandonan a sus hijos por no poderlos mantener a ver si con suerte los encuentra alguien que les dé mejor vida. Los presos de las cárceles llevan desde el domingo sin comer, porque no hay dinero.

Todo es por los 110.000 millones de euros que les dieron el año pasado y los 145.000 que les prometen desde hace varios meses a cambio de recortes y privatizaciones. A los bancos europeos les han regalado –confesos- 1,6 billones de euros, más medio millón recientemente en vías de créditos. Sin contrapartidas.

Durante el tiempo de la zozobra griega, los especuladores han apostado a la caída de Grecia como buitres voraces aguardando la rapiña, y haciendo caja -jugosa- a diario a través de “productos financieros” intolerables que ampara la UE y todo el poder internacional. Grecia no es una ficha en el tablero, es un país con personas dentro.

JUSTICIA EN ESPAÑA

Contemplamos aterrados a Garzón defenderse de sus imputaciones –tres, como nunca había sucedido- y las acusaciones de una organización ultraderechista –legal- a quien no le gusta que se hurge en la mierda del franquismo. Ya lo escribió Nacho Escolar en uno de los mejores textos que he leído cuando empezaba a sonar simplemente las imputaciones de Garzón: había osado pisar “El jardín secreto”.

Comenzaba así:

«Es una constante en los cuentos, leyendas y religiones de todas las tradiciones. El poder –sea dios, el rey o la propia sociedad– impone un tabú, una manzana prohibida, un jardín secreto que no se puede hollar, so pena de sufrir los peores castigos. Aquel que se atreve a comer del árbol de la ciencia, aquel que pisa el jardín prohibido, debe pagar por ello«.

Otro juez, José Castro, también se ha metido donde no debía, al parecer. Investiga a Iñaki Urdangarín, un sujeto ahíto de pruebas en su contra. De una dimensión que llega a asombrar. Con trato preferencial de la justicia, no es suficiente. Castro ha osado también levantar la tapa de la corrupción en Baleares, del ex presidente del PP, Jaume Matas. Pues van a por él también. Desde el Poder judicial. Le investigan por filtraciones, por lo que sea, aterra ver la similitud con Garzón.

EL PARO

Comparece Rajoy por fin en el Congreso. Dice que en el año 2012 continuará creciendo el paro. Coincide en su apreciación con el Banco de España, el BBVA, FUNCAS, FMI, o JPMorgan. Lo explica “por la herencia recibida”. Es mentira. La causa –y es la que también valoran estos organismos- es la austeridad, las políticas de ayuste del déficit público. Las que llevó obligado Zapatero viendo desangrarse el empleo en España. Las que empecinadamente sigue Rajoy. Caminamos hacia una cifra de paro no conocida en un país desarrollado: entre 5.700.000 y 6.000.000 Y el presidente del gobierno y del PP busca con su reforma laboral abaratar aún más el despido, y alegrar un poco las cifras con contratos que pagarán sueldos de miseria para los del “algo es algo”, que terminarán siendo todos. ¿Para qué va pagar más un empresario si puede solventarlo con 400 euros mensuales?

Pero muchos de los votantes del PP creen a Rajoy. Tampoco se molestan mucho los grandes medios en sacarles del error.

CORRUPCIÓN

Y siguen aflorando más casos de corrupción. En la Comunidad Valenciana por la visita del Papa. En su caja de ahorros que nos ha costado 5.000 millones al erario público y que perdía ingentes cantidadesAsí, por ejemplo.  ¿Y dónde está aquí la justicia auténtica? Menos mal que no hay dinero. No para sanidad, salud y servicios públicos. ¿Llegaremos a las pensiones como en Grecia? ¿Al hambre?

EN MANOS DE DIOS

Pero tenemos a dios. Un colegio público de Madrid restringe la carne en los menús infantiles “por la cuaresma”. El Colegio de Infantil y Primaria Virgen de la Encina de Hoyo de Manzanares cambia pollo, cerdo y ternera por merluza y bacalao.

¿De verdad los españoles, los europeos, han votado tales atrocidades? ¿Qué responsabilidad nos deben a los demás, en cualquier caso, quienes consienten todo esto?

El paradigmático caso de Baltasar Garzón

 El Supremo ha decidido llevar a juicio al magistrado Baltasar Garzón por las escuchas del ‘caso Gürtel’. De esta forma, Garzón, y el portavoz socialista en Valencia, Ángel Luna –acusado por mostrar una copia del sumario en las Cortes regionales- son los primeros en dar cuenta ante los tribunales en relación a la trama que ha detraído del erario público miles de millones de euros. Es decir, uno por investigar a los corruptos y otro por denunciarles. Garzón, que ya está suspendido en sus funciones en la Audiencia Nacional, se enfrenta a un delito de prevaricación (que acabaría con su carrera) por ordenar intervenir las comunicaciones de los cabecillas de la trama en la cárcel, avaladas por la Fiscalía, y que otro Juez continuó. Los presuntos autores, empresarios y políticos, de un delito nada presunto,  siguen esperando a que resuelvan sus múltiples recursos para ralentizar la investigación hasta hacerla casi inviable, como ha ocurrido en muchas otras ocasiones.

La investigación policial y judicial, a raíz de la denuncia de un concejal del Partido Popular en Majadahonda que tenía relación con el cabecilla, Correa, (conviene no olvidar este origen)- permitió desentrañar una compleja red de favores, obsequios interesados, cajas B, adjudicaciones ilegales de contratos, valijas volando a paraísos fiscales, y altos cargos enfangados (del PP), que han robado dinero público (eso es la corrupción política). El delito es real, insisto en la obviedad, solo falta el juicio para atribuir responsabilidades y penas, y muchos dudan de que llegue a celebrarse, o no en su integridad, entrando a formar parte de ese inmenso océano de la impunidad que ni siquiera pasa factura social.  Numerosos imputados políticos, entre ellos Francisco Camps, siguen en sus puestos, aspirando a la reelección porque como dice el candidato del PP a la Moncloa, Mariano Rajoy, entre otros muchos, «el auténtico juicio es el de las urnas».

El juez del Supremo Alberto Jorge Barreiro ha abierto juicio oral a Garzón con la misma celeridad que Varela lo hizo para encausarle por su intento de investigación del franquismo. Garzón ha relacionado en algunas declaraciones ambos hechos, que su persecución empezó cuando metió las narices en la Gürtel.

Baltasar Garzón concita odios y despierta pasiones y siempre se le cuelgan las muletillas de “juez estrella” y “polémico”. Terribles delitos en el país de la mediocridad, no solo intelectual sino moral. Con todos sus defectos que sin duda los tendrá como cualquier otra persona, dénme un millar de “Garzones” y damos a este país la vuelta. Ha investigado con igual rigor al GAL y a ETA, luchó por la jurisdicción universal con algunos frutos (Pinochet) y, por ejemplo, se ha dedicado con ahínco a combatir la corrupción. Pero para algunos, incluso presuntos progresistas, sus logros se enmascaran por las emociones que provoca su personalidad.

Baltasar Garzón es uno de los autores de Reacciona, el libro que he coordinado. Fue un empeño personal mío, a pesar de los muchos enemigos que se ha ganado, (precisamente por eso) y él estaba muy ocupado, pero aceptó participar. Y quería que Garzón estuviera en un libro con pretensiones de cambio. tanto por su trayectoria como por el escándalo que supone su enjuiciamento por el impune franquismo que aún pagamos como indeleble pecado original de nuestra generación. Me parece intolerable, me parece gravísimo, para nuestra presunta democracia.

Baltasar Garzón comienza su capítulo, Reaccionar para avanzar, desarrollando esta idea:

«Alguien ha dicho que nos ha tocado vivir los tiempos de la vergüenza, la mediocridad y la renuncia».

Y sigue con éstas, por ejemplo:

“Desafortunadamente, la capacidad de indignación, motor de la capacidad para reaccionar, está vacía. El nivel de adormecimiento es muy peligroso porque conduce al desinterés más absoluto por lo público y por lo solidario. Nada es mío y por tanto, nada tengo que hacer por mejorarlo”.

“La corrupción como fenómeno que genera injusticia y desigualdad entre los ciudadanos, debería levantar océanos de protestas y rechazo frente a quienes deberían ofrecer respuestas para erradicar esas prácticas torticeras en una sociedad y no lo hacen. Por el contrario, en España, todo es diferente, la situación se torna peculiar porque no da miedo ser corrupto, incluso se festeja al que lo es, lo que preocupa y desfavorece es que te descubran”.

Garzón propone a los políticos “un “contrato con los ciudadanos”, un lema electoral común: “no mentiremos a los ciudadanos”, “no prometeremos nada que no cumplamos”, “no jugaremos con la necesidad y la esperanza del pueblo”, “no subastaremos sus sentimientos y legítimas aspiraciones”, y también, porque no, les haría una petición: “hagan que los ciudadanos españoles crean en la política”.

“En todos los países democráticos que conozco y que han tenido un período dominado por la represión y la dictadura se han hecho esfuerzos para contarlo y explicarlo en los planes de enseñanza; como también se ha intentado dar una respuesta desde la justicia. Aquí, 75 años después todavía se sigue sin reconocer una parte de la historia”.

“Desgraciadamente en el mundo occidental actual hay demasiados espectadores y pocos protagonistas. Vivimos en una sociedad epidérmica preñada de superficialidad en la que a quienes se comprometen y pelean por mejorar y cambiar las cosas, se les persigue y aniquila”.