#BlackFryday en España

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Hemos importado -como hacemos siempre con todo cuanto fomente el consumismo- el Black Fryday norteamericano: las rebajas prenavideñas.

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Y, como me gusta ver los fenómenos sociológicos por mí misma, me he acercado a un centro gran comercial situado en el barrio de Vallecas, Madrid.  El aparcamiento rebosaba anticipando el interior.

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Bolsas

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Bolsas

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El carrito lo mismo sirve para el bebé que para más bolsas.

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En el gran templo de la baratija, uno que ha llevado su impronta a la Gran Vía de Madrid para convertirla definitivamente en un mercado de saldos, parece encabezar la lista de éxitos del día.

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Montones… de gangas.

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Zapatos que por 13 euros indican cuánto habrán cobrado quienes los fabricaron y que aseguran un cuidado extremo de esos pies que renovamos cada año ¿o son los pies para toda la vida?

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Y navidad, para los niños, para educar a los niños en el gusto exquisito.

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Y después… bolsas. En el suelo para tomar un respiro.

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Es Black Fryday. Descuentos. Más barato o más caro, en todos los rincones. #AhoraQueNosEstamosRecuperando

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Liquidación total

La escenografía de las liquidaciones por cierre en el paisaje urbano ofrece un heterogéneo muestrario que, probablemente, refleja el carácter del comercio que se salda. Cartones escritos a mano, en variopinto colorido, tamaño  y distribución, verja echada. Puede servir. ¿Nos damos un paseo por esta tienda llamada España?

Ofertamos, para empezar, una abultada deuda que se agranda por momentos y que nunca podremos pagar. A menos que adoptemos medidas muy drásticas y seguramente ni aún así. Casi veinte puntos lleva aumentados en apenas un año en evolución exponencial.

Disponemos de unos pobres muy aplicados. No encontrará Vd.  nada más competitivo en el mercado, ya que han crecido en desigualdad con los ricos como nadie en Europa y a un ritmo mucho mayor (2,7 puntos desde el inicio de la crisis), según avala el prestigioso informe Gini.

Damos, pulverizando precios, el impresionante stock de parados –récord del mundo industrializado-, al que en el último mes se han incorporado otros 79.645, con lo que ya se hace difícil hasta su almacenaje. Se los entregamos con subsidios mermados y un estigma de culpabilidad que los hace virtualmente dóciles. Les hemos colocado el cartel de “vagos” y eso mina la moral a cualquiera.

El lote de empleados lo encontrará Vd. también rebajado al límite, dado que les hemos disminuido salarios y derechos. No le diré sino que un 30% de ellos ya vive bajo el  umbral de la pobreza. Solo encontrará índices similares en Grecia y Rumanía.  Algunos se ven obligados, junto con muchos parados, a hacer uso de los servicios sociales para cubrir necesidades básicas, como comer, ya sabe Vd –comen, eso no se lo niego-. Pero no se preocupe que no le serán gravosos porque hemos disminuido estos apoyos de emergencia en un 65,4% y aguantan. Y eso que ya atienden a más de 8 millones de personas.

Los funcionarios son una ganga, prácticamente se los regalamos. Hemos de deshacernos de ellos como sea (menos mal que son pocos, en los países desarrollados de Europa tienen muchos más). Trabajan en sectores muy lucrativos que tenemos previsto desarrollar tras el cierre. Ya hemos enajenado gas, electricidad, telecomunicaciones, transportes, bancos y muchas empresas y edificios públicos y no ha ocurrido nada, y tenemos en el almacén dispuestos hasta el tren y el metro. Oportunidades inmejorables, por cierto.

En la sanidad hemos practicado unos retoques que abaratan mucho los costes. Algunos enfermos se nos mueren o no pueden acceder a tratamientos, con lo que merma algo el monto. Y a buena parte del resto lo verá Vd. tan bien educado que incluso vienen con la aplicación de “Es que ha habido muchos abusos” o, bien, “Poniendo un poco cada uno, salimos de ésta”.

Estos resultados parten sobre todo de nuestra acreditada trayectoria en rebajar la educación. Ahora le hemos dado un pulido que le garantiza esta compra y las demás, sin apenas problemas. España encabeza el fracaso escolar en Europa y hemos subido los precios de la Universidad, suprimiendo becas también, para que aquí no estudie ni dios, si Vd. me permite la expresión.

Por los bancos y cajas con pufos no se apure, que si Vd. dispone de alto poder adquisitivo, se los entregamos reparados y hechos un pincel. Si le interesa alguna autopista en quiebra,  disponemos de varias en cuyo saneamiento andamos. Y de parques temáticos del vicio para invertir.

En cuestión de medio ambiente ningún inconveniente tampoco. Vd. puede hacer uso  de cuanto ladrillo y campo de golf precise. Y hemos habilitado una nueva ley de costas que le permitirá legalizar chanchullos y hasta construir encima mismo del agua. Si opta por utilizar productos para contaminar en cualquier actividad o ubicación, le hemos suavizado las condiciones legales para que Vd. lo haga a placer.

En mujer, hemos vuelto al modelo de hace varios años. Más dependiente, precisada de tutelaje, más mujer auténtica. Tiene mejor salida en estos tiempos y nos gustan las tradiciones. Trabajamos ahora en un patrón que les convenza de volver a casa, a su sagrada misión, elevando el precio de las guarderías, el de  libros y comedores, suprimiendo las ayudas a la dependencia, en fin todo un programa eficaz para el objetivo.

Los jóvenes. Carne fresca, mentes preparadas. Los estamos echando a todos. Son legión, casi la mitad de ellos están sin empleo. Reducimos así el estocaje de parados y nos libramos de gente que, por su edad, puede ser más inquieta.

La oferta más irresistible es la de corruptos. Contamos con todos los modelos y calidades. Disponen de sección fija en los informativos y cuentan con un bagaje sin igual. Todo lo que Vd. haya pensado encontrar en el mercado. Conspiración para alterar el precio de las cosas, falsificación de documentos, prevaricación, blanqueo de dinero negro, subvenciones fantasma, comisiones irregulares, traspasos contables, sobres, valijas. Contamos además con ayudas: hemos rebajado el presupuesto para la inspección fiscal o vemos que Suiza, conociendo el paño, ofrece a España alternativas para prorrogar la amnistía fiscal a los defraudadores. Los corruptos vienen sin cargas –no suelen gravarse con impuesto o peaje alguno- y pueden incluso hacer sus tropelías en período electoral que no pasa factura. Y es que la ética española es nuestro producto estrella de saldo.  

La justicia también la tenemos muy apañada, ya sabe Vd. las cosas que pasan en esta tienda, pero es que además hemos subido las tasas y ya solo podrán litigar o recurrir los ricos de toda la vida, como dios manda.

¿Los ciudadanos? Han sufrido la mayor caída del poder adquisitivo en 27 años, están hipotecados, pierden sus casas. ¿Cuántos le envuelvo?

Por los medios ningún cuidado. Buena parte de ellos están también a favor de la liquidación y tenemos en oferta las televisiones públicas, tan remodeladas algunas que Vd. no las conocería. No le digo más que por primera vez en la historia Cruz Roja recaudó en su fiesta de la Banderita para los españoles necesitados y todos los medios lo que contaron fue el que el Príncipe había dejado su mesa petitoria para desplazarse andando por la calle. Sacaron un millón de euros. Dos días después se gastaba el gobierno la misma cantidad en un desfile militar, y eso que dejaron el presupuesto en un tercio.

 Cierto que hay muchos ciudadanos que protestan, cada vez más, pero a este fin hemos previsto una reforma del Código Penal que o los entrulla o los calma. Es tan moderno que no hay otro igual en democracia. Fíjese Vd., hasta 6 años pueden caerles por tirar piedras en una manifestación. 4 por resistencia a la autoridad o 1 año por emitir convocatorias o mensajes “que sirvan para reforzar la decisión” de lo que consideren “alterar el orden público”. Y tenemos el comodín del Delito contra la Nación que da mucho juego.

 Estamos seguros de que Vd. encontrará entre todas estas ofertas varios productos que le interesen. Incluso puede llevarse el comercio entero. Si no es Vd., otro lo hará, esto es una liquidación total en vistas a diversificar el negocio y obtener cada día más beneficios. Privados, como debe ser. Anímese, le estamos brindando una ganga que es –perdóneme- de tontos rechazar. Y, por si acaso, a la salida le darán a Vd. unos billetes de lotería para aumentar sus ingresos de una forma segura y razonable. Los clientes siempre eligen de los montones más grandes, incluso del montón más grande. A ver si tiene suerte, y esta vez, por milagro, le toca y puede volver a reflotar la empresa.

*Publicado en eldiario.es

 

Incongruencias de la vida cotidiana

1) ¿Con qué cara saldrán hoy los presentadores de los telediarios a dar noticias del día, supuestamente auténticas, después de habernos servido que unos milenarios magos de Oriente entraron por las ventanas, con imagen falseada incluida?

2) Vista la visceral polémica suscitada con la ley antitabaco, me pregunto: ¿Los ciudadanos iban a los bares a fumar? ¿¡¡¡?

3) ¿Los camareros no fumadores no podía emplearse en bares y restaurantes donde no se fumaba?

4) ¿En qué cementerio se agolpan las 50.000 víctimas que, dicen, ocasiona el tabaco anualmente?

5) ¿Cómo se puede defender en el Parlamento de Estrasburgo y en el español la prohibición de fumar en espacios públicos y, decir luego en las tertulias, que no están de acuerdo con la Ley (PP)?

6) ¿Cómo se puede dedicar tanto espacio y energía a discutir de la ley antitabaco mientras suben -en tibia respuesta social e incluso indiferencia- todos los precios de los servicios básicos y se rebajan todos nuestros derechos ciudadanos?

7) ¿Por qué pagamos los precios más elevados de Europa en numerosos servicios –tarifa plana, telefonía móvil, comisiones bancarias, cultura-, cuando nuestros sueldos son, con suerte, la mitad de los de nuestros privilegiados vecinos?

8 ) ¿Por qué salimos a la calle en masa para celebrar actos festivos (recibir a los Reyes Magos o a la selección de fútbol) y tan poco para exigir nuestros derechos?

9) ¿Tenemos los armarios vacíos y vamos desnudos por la calle como para necesitar nueva batería de compras en rebajas? ¿Por qué pueden ahora venderlas más baratas si antes nos cobraron mucho más?

10) ¿Qué argumento es: “me gusta” o “no me gusta” a la hora de enjuiciar incluso un sistema económico?

11) ¿Por qué la palabra “libertad” es un cajón de sastre?

12) ¿Por qué hasta en la equilibrada Alemania manipulan fraudulentamente los alimentos causando daños a la población humana y solo para abaratar costes?

13) ¿Por qué tenemos que ir viendo de “homologar” al infecto régimen chino cuando viene cargado de dinero sucio?

14) ¿Por qué nos fascinan las hojas del rábano mientras otros se comen el fruto?

15) ¿Por qué somos tan idiotas?

¿Dónde están los servicios mínimos de la conciencia?

Hay que reconocer la suprema habilidad de “el sistema” para lograr que buena parte de la sociedad culpe a los trabajadores del metro de Madrid de sus males. Para ello cuentan con la colaboración necesaria de los implicados. La encuesta de esta mañana en la SER así lo revela. “¡A MÍ! me han fastidiado, he tenido que coger dos taxis”, decía un señor visiblemente enojado. Caros taxis vive dios. A los mercados financieros, a los políticos, no se les exigen servicios mínimos, ni responsabilidades. Cuando son el origen del problema. ¿Por qué se rebajan salarios, pensiones y prestaciones sociales?

Los entresijos del conflicto concreto -con el salto a la torera del convenio, con una ley de huelga preconstitucional, con unos servicios mínimos que declara ilegales la justicia dos años después, eso sí-, casi son lo de menos en lo que es más preocupante: la mirada corta, el egoísmo estúpido y la insolidaridad de mucha gente. ¿Dónde están los servicios mínimos de la justicia para resolver antes los litigios, por cierto? ¿Dónde los del parlamento que lleva 32 años sin hacer una ley de huelga democrática en la que no sea la empresa la que decide arbitrariamente el porcentaje que tiene que trabajar?

La aristocracia del periodismo ha visto herida su sensibilidad por las formas con las que se manifestaba la asamblea de los trabajadores de metro. Que precisan un salto de varias décadas, hacia delante por supuesto, en los medios para lograr objetivos es cierto. Y que los sindicatos se han ganado a pulso su desprestigio también. Un día encontré un párrafo significativo en un artículo de El País (Agosto 2008). Entrelíneas lo decía José Antonio Herce, socio de Analistas Financieros Internacionales: «los sindicatos ponían el grito en el cielo si el peso de los salarios bajaba hacia el 50% del PIB, pero eso ocurría hace mucho tiempo«. Hace mucho tiempo, sí. Y los sueldos españoles se quedaron en las cloacas de Europa.

De ahí a que Esperanza Aguirre, parte seriamente implicada en el problema del Metro de Madrid, mente hasta a Lenin, va un abismo. Populista de manual, ariete de “el sistema”, «el sistema» en sí misma, revierte en quienes han parado el metro y han llevado a sus usuarios a coger taxis y aguardar autobuses, la responsabilidad de estos tropiezos. Caros taxis, ya digo.

Será que, buscando taxi, no se han enterado de cómo los ricos han superado ya la crisis que provocaron los bancos en donde guardan el dinero, ése que no atesoran en el limbo de los paraísos fiscales como remanente. Viene en el informe Merryl Linch que manejamos estos días, empresa poco sospechosa de ser bolchevique.

Por favor, no se me confundan de enemigo”, escribe Manuel Cruz, recordando quién paga la crisis y cuánto les necesitamos. Caros taxis.

Cada día las páginas de los periódicos se pueblan de algunos chorizos más que caen, perseguida su corrupción por la policía. Tampoco hay servicios mínimos en nuestras conciencias para reaccionar a cómo nos roban nuestro dinero, porque es nuestro, del contribuyente. Caros taxis, cara estupidez, carísimo egoísmo.

  Y, entre taxi y taxi, o metro y metro, tampoco parece que nos incomoda que nos hayan subido el IVA, y el gas natural y el butano. Los periodistas nos recuerdan que, precisamente, hoy ¡comienzan las rebajas! ¡Qué bien!

«El sistema» tiene sus reglas aprobadas en los posos del café y a cambiar cuando convenga. Portugal hace uso de una arcaica e ilegal “acción de oro” para retener su telefonía y la Europa azul neoliberal, los propagadores de “el sistema” se rasgan las vestiduras. Los países más importantes de Europa, salvo Gran Bretaña, protegen sus intereses nacionales a muerte, conservan sobre todo la propiedad, el control, de su sector energético. Por métodos legales eso sí, como se demostró en el caso Endesa. Las formas legales son muy importantes, esenciales. La semántica, la reina de nuestro tiempo. Se logra lo mismo, más, y no se ve uno sujeto a dedos acusadores. ¿Dónde están los servicios mínimos de la decencia?

JRMora ha encontrado una pista para hallar los de la conciencia social española.

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