El gobierno ha aprobado este viernes por sorpresa una rebaja desde el 21% al 10% del IVA para… el mercado del Arte. No es la primera vez que este ejecutivo y el propio presidente consideran la cultura exclusivamente una industria, un sistema de consumo más como las judías verdes o el chorizo, o los coches y ladrillos. Así, la compra venta de objetos artísticos ha merecido la benevolencia del depredador gobierno del PP y conoce una sustancial rebaja.
Dice la vicepresidenta que es una “medida de apoyo” a galeristas, anticuarios, marchantes, algún artista se beneficiará también, pero lo esencial es el negocio, alentar los negocios.
Bienvenida sea cualquier rebaja relacionada con la cultura, sean cuales sean los caminos. Claro que, no es que vayamos a ser mal pensados que no lo somos en absoluto, pero precisamente la compra-venta de objetos de arte es uno de los mecanismos básicos de lavado de dinero negro. El ABC, como los premios de la lotería o así. Que no, que nadie dice que éste sea el caso, pero fijaos qué bien vendría lavar unos cuantos miles -más, unos cuantos miles más- con un IVA algo mas decente. Mil sobre hojuelas ¿a que sí? Porque no deja de ser casualidad que, de todo a cuanto podían rebajar el IVA, sea precisamente al mercado del Arte. Se conoce que hay fuerte demanda social de adquirir antigüedades y cuadros de cotizadas firmas.
Ha dicho Soraya Sáenz de Santamaría que con esta medida se pretende equiparar a España con otros países de la Unión Europea. Con la propia España antes de que llegará el PP sería también. Lo que ocurre es que Europa lo que apoya es la cultura, a libros, música, conciertos, exposiciones, sin mercado explícito de por medio. No tan ostensiblemente.
España soporta ahora -desde que llegaron las huestes de Rajoy- el IVA cultural más caro de Europa, un 21%. Incluso el Portugal -que nos antecede en el calvario y que aplica un 23% a casi todo- reserva el 6% para los libros. Los recortes perpetrados por el PP han supuesto un ataque frontal a cuanto suponga cultura, es como si le tuvieran una especial ojeriza. La ley Wert desprecia en el bachillerato las artes escénicas y restringe la música y la plástica. Ni un solo euro se destina ya a la compra de libros para bibliotecas públicas. Se resienten los museos con importantes mermas, hasta El Prado (“turístico”, “Marca España”) ha visto reducido su presupuesto en un 30%. El Teatro Real de Madrid el 23%. Teatro e igualmente cine, música y festivales asisten a momentos críticos por la tijera. Ni la Convención de la UNESCO DE 2005 que manda proteger y promover las expresiones de la diversidad cultural se tiene en cuenta a pesar de que España la suscribió. España ha pasado a ser uno de los pocos países que considera, oficialmente, la cultura una mercancía más.
De esa consideración se salvan sin embargo el arte emblemático. ¡Como las fallas de Valencia! arte puro. La reducción del IVA también alcanza a estos festejos de la capital valenciana, así como a las hogueras. La alcaldesa, Rita Barberá, ha convocado una rueda de prensa urgente para cuenta de la buena nueva, según cuenta eldiario.es.
Puestos a defender negocios -con alma dentro al menos- se podría hacer con tino. Venga, ánimo, que no es un libro lleno de peligrosas ideas, ni siquiera una película…
Duele, por ejemplo, ver el emblemático Palacio de la Música, mi primer cine en Madrid cuando la capital parecía un mundo desarrollado, convertido en una tienda de ropa de medio pelo. De ésas que cosen los esclavos del sistema por unos pocos euros. Se confirmaron los temores de eldiario.es. Los más negros. Sutiles sus dueños proyectaron como última película «Antes de que el diablo sepa que has muerto» de Sidney Lumet. Para eso no hay reducción de IVA.
Antes de que el diablo sepa que ha muerto, Zaragoza mantiene otra joya: el cine Elíseos. Sufre la pátina del tiempo y difícilmente sobrevivirá con media docena de espectadores por sesión. Igual podemos darle un nuevo uso: mercado del arte, mercado. Con tan poca atención que recibe y tan poca gente que lo visita podría prestarse a entrar con sacas y salir con sacos a un IVA reducido. Si fuera el caso que sin duda no lo es, ya digo.