Jack El Destripador como método de diagnóstico

Puigdemont, Catalunya, legalidad, PP, millones, Catalunya, Puigdemont, Puigdemont, imperio de la ley, millones, PP, PSOE, Ciudadanos, jueza homófoba, millones, empleo, legalidad, millones, PP, Puigdemont.  La cantinela suena en nuestros oídos de la madrugada a la noche.  Como una letanía se repite en un eco interminable de sonidos y textos. Interpretada desde la severidad de una maestra de escuela en el Telediario 1 que se torna júbilo en el “PP, ora pro nobis”, a la gomina de sus tertulias.

Agrias, justicieras, censoras, superiores de nacimiento en las ondas de las radios, la sorna mal disimulada entre los aposentados en la derecha de todas los televisiones.  Salta de ellas al papel, a las ondas de voz y de regreso a las pantallas de la temible red. Puigdemont, Catalunya, PP, millones, millones, we are the best, siempre the best, a por ellos. Agua, por favor, un vaso de agua.

Dice la magistrada Elósegui que el tribunal de Estrasburgo debía elegir entre un juez al servicio del gobierno y ella que es neutral. Neutral y homófoba. Y machista y retrógrada.  A veces la disyuntiva ni siquiera es tal y viene todo junto en el mismo paquete. Ése es nuestro drama, la España de hoy, la peor de siempre. Fuera de nuestras fronteras nos conocen bien pero en la Europa de los mercaderes pesa mucho contar con un contable que paga las cuentas a los acreedores de la deuda pública convertida por Rajoy en descomunal. Es el mercado, amigos.

Nuestras élites andan reunidas en Davos, Suiza, mira qué casualidad. Nieve y bancos. Bancos de cuentas opacas si se precisa, ciudadanos que votan hasta si vender pipas en los kioscos. A Davos hemos mandado un rey, jefe de Estado no electo, que da lecciones de democracia y riñe a Catalunya. Ningún otro jefe o jefa de Estado con corona ha acudido, nos lo contaba el catedrático Pérez Royo. Y no es una anécdota.

Toda la selecta delegación española ha podido constatar que Catalunya preocupa mucho, que los palos policiales del 1-0 hicieron un daño enorme a la Marca España.  Cómo será que TVE entrevista al presidente del BBVA -el bien pagado Francisco González- para que cuente que se siente tranquilo con el tema de Cataluña. Noticia de alcance. Si él está tranquilo, si los grandes magnates y empresarios de postín que se ocupan de nuestros destinos en Davos están tranquilos, no hay más que hablar.

La vicepresidenta sale con gafas retro y moviendo rítmicamente las dos manos, con dos dedos enhiestos (se llevan las maestras de derechas esta temporada) para decir que su jefe el impoluto, inmaculado, Mariano Rajoy,  hará cuanto sea necesario y más por evitar que Puigdemont vuelva a ser presidente de la Generalitat de Catalunya. Pide el gobierno un dictamen al Consejo de Estado, les dice que no procede, que Puigdemont tiene intacto sus derechos civiles -como los tiene el encarcelado Junqueras-, pero el gobierno del PP no se arredra. Ahora toca apelar al Constitucional. Para poner al alto tribunal en un brete. Expertos independientes lo consideran incluso «un fraude de ley».

En el recurso de inhabilitación preventiva de Puigdemont, al PP le apoyan sus socios. Ciudadanos saca a la palestra hasta a Girauta que ya es haber perdido el miedo al ridículo. Pedro Sánchez Castejón pone tuits. El empleo es precario, te están robando tu pensión, la electricidad está al doble de precio que hace una década, los estudiantes han de abandonar la universidad porque no pueden pagar la matrícula, este es un país rico con trabajadores pobres. A su bola, como un bot, limpio de responsabilidades. Pero al Gobierno de Rajoy ni tocarlo, ni siquiera a RTVE, una de sus voces más activas. De Rajoy y del PP.

Catalunya. Corrupción. Gurtel. ¿Qué me dice usted de corrupción?, alma de dios, son estrategias de defensa. En estéreo, en cadena de estéreos. Desigualdad de récord, injusticia, listas de espera médicas, privatizaciones, sarna en los hospitales, goteras en las UCI infantiles, te cambio balas por ciencia… déjadlo ya¡ qué plastas. El Bernabeu, el Atleti, el Barça, Messi, Zidane, Puigdemont, Cataluña, ¡Venezuela!, oh, my God, regresa Venezuela.

Seamos fuertes, ellos hacen lo que pueden. Sin meterse en algunas cosas. A ver si les vamos a decir a los empresarios qué es lo que tienen que pagar a las mujeres. El presidente alado levita en estado de ingravidez. En Davos toman canapés, la amenaza tuitera muerde sin fuerza. Lo que apalea es el BOE. O los juzgados, según toquen.

El ex president les ha hecho un buen roto. Está amortizado nos dicen, con suerte se convertirá en el catalán errante surcando las aguas y los aires europeos. Pero les lleva a maltraer. Interior lo busca hasta en aeropuertos que solo admiten aterrizajes en paracaídas. Puigdemont, convertido en el rebelde involuntario con bufanda y sonrisa, antihéroe de manual, es de lo poco que alivia la desvergüenza convertida en rutina que nos ha engullido. Y hay algo, mucho, de épica lucha contra el cíclope podrido. A ese nivel en el que nos movemos en España. Por los siglos de los siglos y desde los siglos de los siglos.

Los diagnósticos habituales ya no sirven, rebotan en los cómplices de este drama como en la pared de un frontón. Hay que ser todavía más didácticos con quienes ni siquiera se reconocen al mirarse al espejo. Lo que está ocurriendo en España es como si,  degollada la enésima víctima de Jack el Destripador, volviéramos a decirle: eso qué haces está mal. Te lo dije muchas veces, está mal. Y saliera la letanía en eco: Puigdemont, Catalunya, legalidad, PP, millones, Catalunya, Puigdemont, Puigdemont, imperio de la ley, millones, PP, PSOE, Ciudadanos, somos los mejores, millones, a por ellos. No sería lógico, ni aceptable.

Jack, el destripador, el más famoso asesino en serie británico, no llegó a ser identificado: quedó casi en un concepto. Las víctimas sí, eran reales y fueron asesinadas con la máxima crueldad. Los delitos quedaron impunes. Llevamos el mismo camino. Aquí nos están descuartizando el Estado del Bienestar, la decencia, los derechos y libertades,  y, al paso que vamos, la Democracia. Una parte de la sociedad es una amenaza para el resto, hemos de ser conscientes de ello. Con sus creencias, sus líderes, su nula autocrítica, la irresponsabilidad de sus actos sobre la sociedad. Y todo lo apaga la cantinela, Puigdemont y lo que sigue, ya saben, ya lo sufren.

Olvídense de razonamientos, no atienden a ninguno. Apelen como mucho a su dignidad, o a su sentido del deber por amor a la  España del PP y socios, para ponerse los primeros en la lista que autoriza a ser robados, engañados, degradados, minusvalorados, prevaricados, extorsionados, insultados, agostados. O no. Aquí elegimos lentejas: o las tomas o no las dejas. Y mientras no enfoquemos el fondo del problema, no hay salida.

Las cloacas del periodismo

Empecemos ahondando en misterios insondables de la realidad española. La pensión media subirá 3 euros al año hasta 2022, al incrementarse el mínimo previsto por la reforma del PP que desvinculó las prestaciones al IPC. Lo calculó Airef, Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal. Otros estudios estiman en 200 euros anuales lo que cada pensionista perderá en ese mismo periodo. La franja de edad en la que arrasa el PP en las elecciones es de 60 años en adelante. ¿Cómo es posible que prefieran esa opción que merma su poder adquisitivo? ¿Cómo, viendo que repercute en la ayuda que muchos ancianos prestan a sus hijos y nietos afectados por los recortes, bajos sueldos o directamente el paro atribuibles a las políticas seguidas? Porque creen que otros les dañarían más. Un amplio porcentaje está convencido de ello. Le han convencido de ello. Lo ven tan cierto como que existe el día y la noche.

Un gran número cierra los ojos, además, a la corrupción de su partido favorito. A los daños que causan sus políticas. «Personas de orden», según se ven, tragan el desorden como quien bebe un refresco. Los valores de la derecha no pueden incluir, honestamente, semejantes desviaciones. Así vemos a religiosas llevar a votar a ancianos seniles con la papeleta cerrada. Son millones los conservadores que se apuntan a una moralidad de fachada, sepulcro blanqueado de nuestros tiempos. El golpe en el pecho y el incienso no pueden tapar el saqueo público. Quieren creer quizás, como les dicen algunos, que «todos lo hacen» aunque sea clamoroso lo que realmente sucede y aunque, en decencia, nunca es una excusa.

Lo cierto es que la labor de los medios de propaganda del PP y del sistema en general –que pasan por ser informativos– constituyen hoy pieza clave de la situación que atravesamos en España. El referéndum celebrado en Venezuela por la oposición a Maduro ha sido ejemplo paradigmático. Ningún país europeo compartió la febril pasión de la prensa oficial española en sus portadas. Ni siquiera en Latinoamérica registró la noticia tal unanimidad. País por país, algunos medios la traían y otros no. La prensa argentina fue la que más espacio le dedicó. Pero no mayoritariamente como aquí. Tiene que tener una explicación, la tiene y es obvia.

Son, de continuo, titulares valorativos, intepretativos, opinativos, editorializados. Una de las primeras reglas del periodismo era, es, que la separación entre información y opinión ha de permanecer nítida. Es la prensa escrita, y las radios en machacona impenitencia, las televisiones, las tertulias en la que no suele faltar el desaprensivo que osa, desde la más acreditada bajeza moral, llamar miserable a la ex magistrada Manuela Carmena, hoy alcaldesa de Madrid por una formación de izquierdas. Y ahí entramos ya en las otras batallas de esta prensa activa en objetivos políticos. Cierra el círculo dominante Catalunya para evidenciar cómo algunos ciudadanos son capaces de engullir que hay votaciones ilegales malas, en Catalunya, y votaciones ilegales ejemplares como en Venezuela.

Cualquier persona con unas mínimas exigencias intelectuales –y éticas– vería la maniobra que ya muestran sin pudor. A toda esa gente que nos «instruye» no les importan ni en lo más mínimo los venezolanos, ni los catalanes, ni –si me apuran– seriamente las víctimas del terrorismo. No tanto como sus réditos políticos.

Pero se encuentran enfrente con esa ciudadanía desactivada capaz de comprar sus discursos, con todas sus comas, entonaciones y frames completos. Bruselas pide más ajustes cuando es clamoroso que las políticas del PP se han ensañado con los españoles para cuadrar sus cifras y encima no lo han logrado. Lean a Claudi Pérez. Con dos dedos de frente en uso, se cotejaría el aumento de la riqueza de los ricos en el mismo tiempo. Hasta la compra de coches de lujo. Sí, somos campeones de la desigualdad.

Y sin embargo millones de personas son capaces de preferir ese paquete a un cambio. Les han hecho temerlo más. Escuchar insultos a la inteligencia como los que despliega Pablo Casado –entre otros– deberían ser una poderosa llamada de alarma. Pero si les funciona con el número suficiente de seres votantes, les basta.

Se observan movimientos de periodistas, activos garantes del sistema y sus corrupciones implícitas entre ellos, abriendo una alternativa al PP que pase por el PSOE y un Podemos moderado. La vieja doctrina del Mal Menor que tanto daño ha hecho a este país. Es evidente que, en el actual estado de la situación, con tales injerencias y dopajes, ese gobierno nominalmente progresista represente la posibilidad más viable.

Un gobierno PSOE/Unidos Podemos debería acometer con urgencia dos medidas esenciales: tratar de rehacer RTVE y replantear las subvenciones y regalías que el gobierno reparte entre su prensa afín con nuestro dinero. Es lo mínimo en aras del derecho a la información e incluso a la libre competencia.

Llama la atención, en cambio, el escaso respeto que siguen mostrando los dirigentes de RTVE a las decisiones del Congreso. Articulado ya que habrá una presidencia por consenso,  ni se han inmutado ante las críticas a la manipulación que despliegan y justifica la urgencia de la medida. Se diría que la han acrecentado. Ese descaro va más allá del «manipula mientras puedas». No parece que exista el menor temor a perder la batuta. Si ya es difícil recuperar el prestigio demolido de RTVE, en estas condiciones sería su fin. Y el caso es que una radio y televisión públicas rigurosas ofrecerían una opción imprescindible a la ciudadanía.

Cribar las subvenciones para que dejen de ser instrumento político al servicio del que las otorga es medida ineludible para recuperar el derecho a la información. Sería interesante ver los nuevos babeos al surtidor del dinero.

Victoria Prego llamaba desde la Asociación de la Prensa de Madrid a resistir. Desde el servicio a la derecha, loas a distinguidos fiscales, ominosos silencios, hay quienes al parecer se sienten acorralados. No sé qué más pueden solicitar. Hasta el defenestrado director de El Mundo, Pedro Cuartango, dice que hay « menos libertad de expresión que en la Transición«. Las denuncias de Patricia López de Público por la odisea que se ha visto obligada a padecer al investigar la cloacas del Estado deberían haber suscitado un escándalo. Por no hablar de las denuncias de otros profesionales de toda solvencia como Rosa María Calaf Olga Rodríguez. Esto demuestra, por cierto, que hay periodismo y periodistas que ejercen su labor, lo injusto de las críticas generalizadas y que quien quiera obtener información rigurosa la encuentra.

«La neutralidad, el silencio y el miedo no son las mejores opciones ni para el periodismo, ni para la vida», dice el periodista de origen mexicano Jorge Ramos en una charla TED memorable Cuestionar y desafiar a los poderosos es regla para el periodismo. Lo que es azul es azul, pero «la neutralidad no me va a llevar a la verdad», explica quien comenzó desafiando al poder con 24 años en México y se vio insultado y expulsado en su madurez en Estados Unidos por los guardaespaldas del racista Trump.

La dirección está clara. Y si no son capaces de enfrentar esos desafíos profesionales, al menos que no colaboren de parte. De parte del poder. Es exigible que la desinformación interesada deje de ser un problema para la sociedad española.

 

Un país al que llamaremos H

rajoy.soraya.aplausos

Hay un país en el que viven numerosos políticos y periodistas consolidados, incluso jóvenes aspirantes a entrar en el paraíso de sus mayores. En ese país la economía funciona y crece como hierba en campo fértil. Sus gestores se sienten muy orgullosos de su obra y se dan parabienes de continuo. Aseguran que cualquier cambio de rumbo supondría un experimento condenado al fracaso, un disparate. Siempre cuentan con periodistas que aplauden sus políticas y rebaten hasta el mareo de la audiencia los datos que contradicen la euforia. Y con medios que les contratan al efecto.

Es un país en el que ha aumentado la pobreza, con especial incidencia en la infantil. Un exhaustivo informe de la OCDE señala al empleo precario, la temporalidad y los sueldos bajos como causantes. Es decir, los efectos buscados por la Reforma Laboral que así troceaba y repartía los puestos de trabajo que no se llevó la crisis, aquello, esto, nunca atribuible como culpa a los ciudadanos. Son vidas de personas que no quitan el sueño a los altos mandos del clan, los ven como simples anotaciones contables. De hecho, otra noticia alerta del grave costo de la depresión en la Unión Europea: 92.000 millones al año. No de la brutal extensión de la traumatizante enfermedad, sino de lo que cuesta a las arcas de sus empleadores. Pero esos dramas ocurren fuera del ámbito de felicidad que rodea a los que mandan.

Porque ese país, el suyo, es sin lugar a dudas un Estado de Derecho donde el imperio de la Ley se cumple a rajatabla. Sin excepciones. Todos son iguales ante los sagrados mandamientos que de la forma más ecuánime se promulgan, gracias a la iniciativa del Gobierno, con la aprobación de las Cortes legislativas y el riguroso cumplimiento de los tribunales de justicia, algunos nombrados por el propio Gobierno o sus socios. Su único objetivo: lograr el bien común y el respeto a todos y cada uno de los ciudadanos, sin discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

Lo de una vivienda digna para todos, sanidad y educación sin restricciones y algunos otros derechos se ha dejado un poco de lado porque cuesta dinero y hay otras prioridades a atender: sea rescatar bancos o autopistas que, con su buen hacer, terminan sosteniendo a la nación o a los que saben qué hacer con ella. Sea dar subvenciones, publicidad institucional, o meter la mano en la caja si la carne es débil y la cara muy dura. Ellos se organizan. Es de sentido común. La mayor parte de la sociedad lo entiende porque vivimos tan bien y nos compramos tantos aparatos electrónicos en cuanto aparecen en el mercado que compensa carencias, como las que cuenta la OCDE. De algunos de hecho, no de todos. Así que tampoco es mayor problema.

Una democracia consolidada en definitiva, que se respeta con pulcritud desde los más altos estamentos del Estado. Escrupulosamente sensibles al menor deseo de los ciudadanos, incluso cuando se expresa en críticas.

Tal es la armonía que los partidos que saben de esto, de su democracia, y los periodistas y medios de su círculo no tienen más remedio que plantar cara a quien llega en sus quejas al punto de querer cambiar algo. Se cogen las noticias, editoriales y lo que haga falta y se ataca y se venera, estratégicamente, para mantener el tinglado. Es ley de vida, el mal menor, siempre certero, hagamos el Sistema grande otra vez, faltaría más.

En ese país muchas personas siguen sin poder encender la luz o el fuego para cocer lo poco que brinda su despensa. A los niños los tienen masificados en el colegio, sin clases de apoyo, pagando algunos la maldad parental de insistir en llevarlos a la enseñanza pública. Algunas personas han ido suspendiendo sus tratamientos de enfermedades graves, cardíacas, desde que impusieron el copago para ahorrar. En vidas. Pero no los ven, estos se ven poco en los altos despachos y en las redacciones de élite.

En ese país se está deteniendo, encarcelando, llevando a juicio y condenando a muchas personas por protestar. O por sacar las urnas a la calle y preguntar. O por escribir tuits y cantar textos inconvenientes, o hacer teatro con marionetas. Son malos, escoria del sistema. Sí, algunos le llaman Sistema a esto.

Tampoco se trata de ser exhaustivos. No vaya a ser que no alcancemos el Nirvana, lugar en el que por lo visto se disfruta de gran confort. Claro que, en ese país, una anciana se planta ante el nigeriano emigrante que pide a la puerta del supermercado y le cuenta, pues lo normal, sus enfermedades. Y otra se va a la peluquería del chino, de esas que han puesto tantas y que peina estupendamente por 7 euros, y enebra monólogo:

— Pues yo trabajaba en el Instituto Nacional de Previsión, sabe usted.

— ….

— Oiga, le digo que si sabe usted qué era el Instituto Nacional de Previsión.

— Sí, le responde el peluquero, en una de las pocas palabras que conoce en nuestro idioma.

— Estaba en Conde de Peñalver. ¿Sabe usted dónde está Conde de Peñalver?

— Sí.

Y no le saca de ahí. Espitas de soledades y frustraciones. Siempre mejor que el anciano que aporrea el techo del coche que le ha cedido el turno en el paso de cebra, porque algo no fue de su gusto. O el joven sentado en el metro en un tintineo constante de piernas, pies y dientes. No pertenecen al club de los satisfechos aunque quizás votan para mantenerlos.

Ese país que vuelve a apalizar homosexuales porque es vital saber con quién se mete cada uno en la cama y prohibir y condenar. Ese país que sigue matando y cada vez más a las mujeres. Con saña, por derecho autoconcedido del ancestral machismo.  Ese país que lucha por volver tanto al pasado que hasta obliga a cambiar la Plaza de la Igualdad por su antiguo nombre de Divisiones azules de apoyos nazis y por ende franquistas. Ese país en el que la ultraderecha ya vuelve a respirar fuerte en clima amigo.

Ese país está en Europa, en la Unión Europea, que aprueba normas, hace reuniones, muchas reuniones, emite comunicados, insta a diferentes cosas. Y deja que la alcaldesa de Calais, Francia, del partido de Los Republicanos, el de Sarkozy y Fillon, en un estado gobernado por los socialistas de Hollande, condene, a muerte quizás, a miles de personas, dado que ha prohibido bajo sanción que nadie lleve comida a los refugiados. Como ese otro país, Hungría, que cobra 1.200 euros a los refugiados para cambiar de un campo de concentración miserable a otro algo menos miserable. Ese continente, que les deja vagar solos, sin atención, sin protección, que les deja morir solos, que les empuja a morir. Y que nos tiene en vilo no vaya a ser que nos coloque en Holanda a otro fascista.

Pues a esto le llaman Sistema, como digo. El país en el que viven los aposentados y la mayoría desconoce. O Casta o Trama, según las versiones, que es algo que enfada mucho a los que disfrutan del Sistema precisamente, y les lanza a escribir fieros artículo, de esos cargados de «presuntos» y «según ellos».

Igual a ese país hay que llamarlo H. Mudo, sin función, a lo sumo marco para el suspiro, para el lamento. Ése que a base de aspirar en quejido da forma a la jota, la más rotunda de las letras.

*Publicado en eldiarioes

A lomos de Panamá para acusar a Podemos

 

Un sí unánime del Congreso para que todos los agentes tengan chaleco antibala

 

Cada país afectado por las revelaciones de los Papeles de Panamá anda lamiéndose las heridas que le dejan sus corruptos. Evadir obligaciones fiscales no es una conducta honrada. Islandia ha echado a su presidente sorprendido con las manos en la cuenta opaca. Lo ha pedido a voz en grito la ciudadanía, harta de ser despojada por sus próceres. Otros lugares plantean preguntas a sus implicados. Cameron con la cuenta de papá y desempolvando cartas poco airosas con el respeto a las obligaciones tributarias. Los hay, como España, que tratan de enmascararlos. Es el caso de nuestra patria hija Argentina que ya tiene un presidente del gusto de las élites, no es cuestión de obstaculizar su camino por unas evasiones fiscales. En esa larga lista de los aprovechados habituales, de los que no se pierden una, hay naturalmente españoles. Pero aquí se da la más insólita de las reacciones: portadas e informativos se llenan con lo que llaman financiación de Podemos.

España es ese país en el que estos días la Comisión de Interior del Congreso ha constatado que el Gobierno del PP ha mantenido una “policía política” a su servicio. Entre sus cometidos, la elaboración de informes anónimos contra adversarios políticos. Se diría que los ha acaparado Podemos. La gravísima noticia hubiera sido destacada en la prensa seria de países serios, aquí no. Aquí publican, dados por ciertos, “informes” de ese cariz que vinculan a Podemos con la Venezuela de Hugo Chávez. Por lo demás, varias veces repetidos y desestimados por la Justicia. Pueriles, pocas cabezas se tragan que ese dichoso país caribeño eligiera a España para exportar sus políticas teniendo muchos otros países más a mano. Jamás tuvo la relevancia de hoy en España hasta que surgió Podemos.

Prensa y periodistas los repiten amplificándolos sin mediar ni investigación, ni crítica. La máquina del fango en acción. Apoya una de las grandes cadenas de televisión con un reportaje casual sobre Venezuela en prime time. No sobre Panamá, sobre Venezuela una vez más. Y La Razón se firma una portada capciosa de manual y en ella pretende sembrar la sospecha de otra financiación dudosa para Podemos: algunas personas que le prestaron dinero en crowdfunding –retornado tras el cobro por escaño- no tributan a Hacienda, unos pocos exentos al no tener suficientes ingresos. Los poderosos pillados en Panamá tampoco pagan aquí, pero eso no merece sus portadas.

Estamos sabiendo que el jefe de la UDEF (Unidad de delincuencia económica y fiscal) de cúpulas varias veces “renovadas” por el PP llamó al Supremo para impulsar una querella contra Pablo Iglesias. O que el informe que circula entre los medios incluye como financiación de Podemos una beca a Pablo Iglesias de una fundación de El Corte Inglés en 2008, 6 años antes de la formación de Podemos. Beca que reciben anualmente numerosos investigadores con total transparencia. No todo el mundo es rico por su casa. Las tres asociaciones de Jueces denuncian lo que califican de «insólita injerencia de la UDEF contra Podemos». Nadie más ha dicho nada. Y esto no es política, ni periodismo, echar a un partido político con trampas atenta la democracia. Con todas sus consecuencias.

El cúmulo de despropósitos, la inversión de dinero y efectivos para perseguir cada paso de Podemos, la difusión mediática con añadidos propios, es de suma gravedad. Tenemos implicada a la hermana del rey Juan Carlos en evasión de impuestos -40 años con cuenta opaca en Panamá que coincide exactamente con su reinado-, según la información del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ. A, Micaela Domecq, esposa del comisario europeo Arias Cañete. A implicados en la Gürtel del PP. Y, sin embargo, los esfuerzos fundamentales son para desprestigiar o sembrar dudas sobre Podemos.

Por si faltara poco, se lanza a cargar el obús con más metralla uno de los candidatos en liza para formar gobierno, Albert Rivera, quien obtuvo sus 40 escaños basándose en un programa de limpieza y regeneración que le diferenciara del PP. En el Congreso no hubo un “rifirrafe” político el miércoles como adora llamar el periodismo tópico. Hubo acusaciones de Rivera cuya falsedad tiene obligación de conocer antes de hablar. La cruel tijera del periodismo actual resume diciendo: «Íñigo Errejón rechazó las acusaciones de financiación ilegal». No, recordó que el Supremo ha archivado las querellas dos veces y la Fiscalía ha declarado que no hay caso, pidiendo que si alguien tiene dudas vaya a comisaria a denunciarlo de nuevo. Y no es lo mismo. Aquí pueden oír lo que la prisa periodística –o lo que sea- no incluye.

Es cierto que otros partidos sufrieron en el pasado los rigores de sucias campañas para desbancarles de sus opciones políticas. Siempre fueron los mismos. Y es un dato clave. Ni siquiera fue con esta virulencia y trampa manifiestas. A Adolfo Suárez, a UCD, se la cargaron muchos de quienes hoy militan en las filas del PP o sus herederos naturales. Fue una ejecución en toda regla que también sufrieron otros líderes como Julio Anguita del PCE. La campaña contra Felipe González la diseñó y aplicó la prensa de la caverna. Ahora más nutrida y con la complicidad de periodistas que  no quieren significarse.

Como en el cuento de la madrastra, a Iglesias, Errejón, Bescansa… les toca la ración amarga, mientras el hijo predilecto se lleva las mieles. ¿Para cuándo doscientos artículos sobre “el liderazgo de Albert Rivera” o quinientos sobre  «la financiación de Ciudadanos»? Dediquen a ello siquiera una décima parte de sus esfuerzos. Sobre el machismo congénito y ofensivo de dos de sus más señalados miembros, De Azúa y Girauta ¿No hay nada qué decir? ¿Dónde están los análisis y editoriales sobre el voto en contra de los naranjas a derogar la LOMCE o la Ley Mordaza? ¿saben los ciudadanos con minúscula cómo se explica ese voto? Este artículo del profesor Agustín Moreno da muchos datos, comenzando porque el programa educativo de Ciudadanos lo presentó un economista: Garicano. Informar es esto.

El periodismo es investigar, ordenar los datos, separar los hechos de las especulaciones. Como está haciendo el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ, con los papeles de Panamá. Ante la avalancha –de diferentes grosores y colores- para que exceda su labor y prácticamente juzgue y condene, se niegan. Lógicamente. Los descontentos tienen una larga lista de paraísos fiscales que investigar. Hay muchos más Panamá, amparados por el Sistema. Manden ahí a sus policías, periodistas y husmeadores, alívienlos de Venezuela que lo tienen ya muy visto.

A los periodistas sin mochilas nos están obligando a un papel que no es el nuestro y que resulta muy cargante ya. Tratar al menos de restablecer una cierta justicia en lo que se cuenta a los ciudadanos. Porque les va mucho en ello. Vemos a víctimas de este sistema corrompido, a obreros que trabajan de sol a sol, a jubilados  con sus pensiones en el aire  como no dejan de advertir desde instancias oficiales incluso, a los que sufrirán los nuevos recortes consecuentes al aumento del Déficit y la Deuda de la legislatura del PP, a saqueados por la corrupción y las decenas de Panamás, comprando el mensaje de la maldad y peligros de Podemos. Lo conveniente que es seguir como estamos inducen sin pudor. Y resulta clamoroso el silencio ante estos atropellos y ante la manipulación mediática. Porque no, no, salvo para adictos acríticos, esto no es política, ni periodismo: son negocios. Sucios. Privados.

La noticia no es ya si vuelven a sacar el ajado informe de la financiación de Podemos, sino por qué se está produciendo esta campaña. Se lo digo yo: para que nada cambie. Usted paga.

*Publicado en eldiario.es

PD.

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Gracias, @golondrinadnata

Pastora Gallardo, resume.

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La música la pone José Antonio Troyano: «Los pájaros en el Seto» de Los Cuentos de Hoffmann

¿Interfiere el derecho a la información la prensa oficial?

El Rey se encuentra en plena segunda ronda de contactos para buscar un candidato que se someta a la investidura como presidente del gobierno. Rajoy, el del partido más votado pero no con mayoría, va a negarse por segunda vez a aceptar el encargo, en situación insólita para la democracia. Pero no es eso lo que más ocupa a la prensa oficial española. Se encuentran en plena campaña para forzar un gobierno de su gusto -del gusto de los intereses económicos y políticos que parecen representar- o anticipando influencias por si hubieran de convocarse nuevas elecciones.  Lo que se está viendo estos días va más allá de provocar vergüenza ajena, es un puro bochorno.

El domingo, las portadas se resumían en:  Sánchez  Sánchez traslada,utiliza,reta, consigue. Susana fuerza. Podemos, malo.Ciudadanos, bueno. ¿Corrupción PP?¿Cómo?

kiosko.domingo.31enero.sanchez

No entré más a fondo. Alo largo del día se hizo popular el editorial de EL País, con este párrafo como nudo gordiano:

pais.editoria.contrasanzchez

Casualmente, para las elecciones alemanas dijeron todo lo contrario sobre la consulta a la militancia.

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Hoy el que fuera periódico de referencia español en la prensa internacional arrecia:

El PSOE, entre dos males

La política, la economía y las reformas sufrirán si hay que volver a las urnas.

¿La suya? ¿Su economía prioritariamente? Un párrafo de ese editorial:

Por lo demás, si el ego desmadrado y las ambiciones pueriles de los líderes lleva finalmente a la convocatoria de nuevas elecciones, el calendario previsible indica que no serían en ningún caso antes de mediados de junio, con lo que en el mejor de los mundos hasta finales de julio, o agosto, no habría aún nuevo Gobierno. Hasta entonces, y desde octubre del año pasado, España habría estado gobernada —es un decir— por un ejecutivo en funciones, sin capacidad de iniciativa legislativa, con un presupuesto que recusa la UE y aprobado a propuesta de un Gobierno agonizante y por un Parlamento no destinado a vigilar su ejecución. A partir de ahí —y entre otras cosas— el nuevo ejecutivo tendrá que revisar el presupuesto recusado por la Comisión Europea y elaborar uno nuevo para 2017 antes del 1 de octubre. No son buenas noticias para que los agentes económicos tomen las decisiones que les competen.

El Mundo no se queda atrás, ni mucho menos. Va varias leguas más allá:

Rajoy y Sánchez deben apartarse por el bien de España

¿De España? Vamos a ver:

Ha quedado claro, por activa y por pasiva, que Sánchez no está dispuesto a llegar a un acuerdo con el PP pese a que este partido fue el más que más escaños obtuvo con un amplia ventaja sobre el PSOE y pese a los gestos de Rajoy de tender la mano a una negociación sin ‘líneas rojas’. También el líder socialista se ha convertido en un obstáculo para los intereses del país y debería marcharse, aceptando el pobre resultado electoral y la realidad de que el pacto que busca sólo daría inestabilidad al país.

Lo realmente importante en estos momentos no son las personas sino el proyecto político que permitiría articular un Gobierno de coalición formado por el PP, PSOE y Ciudadanos, unido en torno a un programa de reformas y un calendario legislativo. Este Ejecutivo contaría con una amplia mayoría parlamentaria y dispondría de la estabilidad y la fuerza que necesitamos para responder a retos como el desafío del independentismo catalán, que ha decidido proseguir su hoja de ruta, la consolidación del crecimiento económico o la amenaza del terrorismo islámico. Los españoles hemos avanzado cuando hemos buscado soluciones juntos, aunque nuestros políticos parezcan haberlo olvidado. Es hora de volver a poner los intereses de los ciudadanos por encima de todo lo demás.

En el Hoy por Hoy de la SER -que me sigue pareciendo muy decente para los tiempos que corren- uno de sus colaboradores, Patiño, ha citado esta mañana a Isabel San Sebastián como una de las cuatro columnistas que, en ABC,  desechaban el gobierno que pretende Sánchez. A Isabel San Sebastián, repito.

Apartarse Pedro Sánchez, el secretario general ¿Por qué? En la lucha entre las baronías del PSOE la prensa oficial apuesta con todas su flota por la derecha con distintas sombras de Susana Díaz (Andalucía) y de García Page (Castilla-La Mancha) y Fernández Vara (Extremadura). Con alguno o bastantes más. La corrupción que sigue aflorando en el PP y que nos está anegando, ni se menciona. Pongamos la nota de humor mordaz que anticipaba hace días Bernardo Vergara en eldiario.es

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Por cierto, La Razón de Marhuenda y su staff anda con sus porcentajes imposibles, pero añade esta guinda en portada. Impunemente. Con la misma impunidad que Federico Jiménez Losantos incitó a la violencia contra miembros de Podemos, sin que ninguna instancia judicial haya intervenido. Y La Razón con ETA, otra vez ETA para asustar a sus acríticos lectores.

razon.podemos.eta

Lo que son las cosas, desde ERC en Catalunya les dicen esto a los que la prensa oficial tacha de rompedores de España. Toda una paradoja. Diario Público.

tarda.psoe.podemos

Podemos sigue colgado en los altillos del Congreso, también afectará a las comisiones. Infolibre nos revela que la Mesa del Congreso goza de algunas… mamandurrias.

mesa.congreso.infolibre

Ay, la recuperación. Como El País, con grandes profesionales aún dentro, trae también noticias, informa de este vergonzante récord que no tienen en cuenta los editoriales de todos los medios que impelen a seguir con la sonrojante derecha española.

Los contratos precarios alcanzan su máximo histórico

Los contratos temporales alcanzaron el récord de 17,07 millones en 2015 y los de por horas marcaron 6,4 millones

La guinda la pone Bruselas, con recochineo. ¿Por qué será que pasa esto tan imprevisible?

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Pedro Sánchez está demostrando una habilidad que no era notoria cuando fue elegido. Van a por él. Los «históricos» del PSOE afima otro titular, ay.  Caballo de Troya, dicen. ¡Pues no pretende hacer políticas algo más socialdemócratas¡¡

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… Y toda esta prensa que ya ni disimula su campaña. Es la guerra. Y en toda guerra una de las primeras víctimas es la verdad y, por tanto, el derecho a la información.

 

 

 

 

 

 

Periodistas amedrentados

Cuando dejo de escribir en el blog tantos días se me amontonan los temas. Porque la realidad es una máquina que los expele sin descanso. Como cada día, hoy he empezado a repasar la prensa y a twitear lo que considero más destacado. Las portadas traían esto:

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En la radio, en La SER aunque para mí sigue siendo la mejor, una informadora relataba con voz temblorosa desde Ejea de los Caballeros, Zaragoza, la historia de un hombre que se ha atrincherado en su casa tras disparar presuntamente a su yerno. Ha entrado la Guardia Civil y el hombre… “ha resultado fallecido”, ha dicho. La mayor parte de las noticias hablan también de “un hombre muere”… ¿De infarto?

Es una anécdota a pesar del luctuoso balance. Pero es que es así todo. También, otra periodista en estudio ha dado paso a la corresponsal en Bruselas hablando de alguna gestión de los preferentistas cuyos ahorros habían resultado atrapados “por la crisis”. No, bonita, ha sido por los bancos, por bancos concretos.  y no tenía nada que ver con la crisis.

Los telediarios de TVE echaron ayer el resto abriendo con los insultos a Rajoy de ese botarate que preside Venezuela. ¿Era la noticia más importante del día? No. Rotundo. Desdibujaron la pifia de Rodrigo Rato y completaron con anécdotas. Digan lo que digan, no basta con denunciarlo. No se puede ofrecer esa irrealidad a un millón ochocientas mil personas que siguen engullendo esos informativos. No todos, ni mucho menos, desarrollan sentido crítico para entrever motivaciones, por muy evidentes que sean.

Me cuentan que Antena 3 hizo algo similar. Luego, El Intermedio en La Sexta –del mismo grupo mediático- informó del Estado de la Nación Social, que nada tiene que ver con el que pinta Rajoy, el PP y los medios que ahora están a su servicio. Arriesgando mucho. Porque estamos viendo caer a periodistas fulminados como moscas.

En mi capítulo de ReaccionaDos detallo las servidumbres a las que los medios se han sometido por su mala cabeza en algunos casos. Sus acreedores, bancos, son ahora socios de la empresa, como sucede en PRISA. Y luego está el PP que hoy tiene la llave de subvenciones directas o a través de lo que eufemísticamente llaman “publicidad institucional”. La prensa escrita no deja de perder lectores.

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En el PP, además de sus intereses de partido, hay personas que no toleran el periodismo crítico. Con gran poder. Las víctimas son ingentes ya como digo. Y se calla. Porque al que protesta le cae también la expulsión. Y ahora escasean las posibilidades de trabajo.

Ahora bien ¿de qué sirve tragar? Por lo que estoy viendo, para autorizar a que embutan más para seguir tragando. Y las consecuencias son ayudar a mantenerse en el poder, por malas artes (no es una competencia leal), a gente que está haciendo cosas muy reprochables.

Periodismo sigue habiendo, más boyante que en los años recientes curiosamente. Tengo la suerte de poder escribir en uno de los medios que lo ejerce: el diario.es. Y hay más desde luego.

Tema esencial del día, para portada, son los pufos del antiguo prohombre Rodrigo Rato que pudo ser presidente de gobierno, porque el dedo mágico de Aznar lo barajó con Rajoy y Mayor Oreja. Su historia es impresionante. El mejor ministro de Economía de todos los tiempos -decían- pese a ser el autor material de la burbuja inmobiliaria -a medias con Aznar- con su ley de liberalización del suelo. Paso y huida de la cabeza del FMI, el pufo de Bankia, las tarjetas black y las putas, y ahora, para postre, el blanqueo fiscal propiciado por el colega Montoro.

En Público cuentan la peripecia completa, jugosa. Firman el artículo con iniciales.

El PP, nos cuenta Luz Sanchís en eldiario.es opta por la línea Rajoy: hacer como que no va con ellos. pp.rato.diaio

Ignacio Escolar anuncia en su artículo Cinco datos sobre la aministía fiscal de Montoro que nos van a cabrear. Y cabrean, sí. Y sería para que reflexionaran muy seriamente quienes apoyan a este partido.

Partido, por lo demás, al que Ruz insiste en desenmascarar en sus últimas acciones al frente del caso Gürtel, del que tan oportunamente ha sido apartado. Qué pena de país y de sociedad que tolera esto.

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Casi nos hemos olvidado -y es de ayer-  de cómo ahora nos dice el gobierno tan campante  que no se va a recuperar todo el rescate a los bancos. Como previmos y dijimos, nos va a costar muchísimo dinero (de ese que no hay para otras cosas, de ese que si se pide hay que devolver cuando eres un país como Grecia… o España y los acreedores son precisamente los bancos). El periodismo lo dio en distantes versiones.

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Hecho que contrasta notablemente con lo que nos repitieron hasta la saciedad.

La constitución del Parlamento andaluz es tema destacado del día, sin duda, que promete mucho en versiones. Ya he oído alguna -en apenas media hora- muy ofendida porque los grupos no apoyen a Susana Díaz que, por lo que se ha demostrado, calculó muy mal la jugada.

Y los 400 muertos en aguas del Mediterráneo que, al no viajar en avión alemán, ni en avión siquiera, ni proporcionar votos, no han merecido mayor atención mediática. Iñigo Sáenz de Ugarte nos explica claves que es preciso saber para entender lo que pasa. Así comienza:

Otro naufragio. Otra matanza. 400 muertos, o desaparecidos, que viene a ser lo mismo. Más tumbas en el Mediterráneo. Ese cementerio tan limpio en el que muchos europeos se bañarán despreocupados dentro de muy pocos meses. Se cumplen así las prioridades de los gobiernos de la UE. Italia clausuró el programa Mare Nostrum y la UE lo sustituyó por Tritón, un simple sistema de protección de las costas italianas con menos buques. El problema de Mare Nostrum, además de ser muy caro, es que servía para salvar vidas, vidas que acto seguido pasaban a residir en Europa. En opinión de gobiernos como el británico y el español, suponía un incentivo para intentar dar el salto. Esas vidas estaban mejor en el fondo del Mediterráneo como alimento de los peces. Ese es el incentivo que sería de utilidad.

Maruja Torres también habla del naufragio, y del sistema, y del periodismo… «de corte Corte Inglés».

¿De verdad alguien, aparte de los informadores de corte Corte Inglés, creen que se consiguió algo? No, el cinismo arranca desde la base: anda, vámonos a Barcelona, ciudad cuyas autoridades siempre mueven el rabillo para figurar en el Mediterráneo, luego hacemos una declaración y quedamos para la próxima. Vienen y se van, viajan y desviajan, desovan y paren papeleo como si no tuvieran vergüenza. Y entre tanto, en ese Mediterráneo que dicen querer proteger, oleadas de cadáveres de refugiados dejan que las olas les den el único abrazo al que se les otorga derecho. Qué lástima que los últimos 400 muertos por abandono generalizado no fueran a parar, las manos yertas por delante, a los pies de sus excelencias, como contundente rúbrica de su hipocresía.

¿Compensa secundar todo esto? ¿No informar, preterir, manipular directamente o marear con banalidades para distraer de lo esencial? ¿Por cuánto tiempo es soportable? ¿Hasta el final? Hemos visto caer a gente que tragó. Tragar no es un salvoconducto.

Terminando este artículo, veo que Infolibre trae la foto varios periódicos de tirada nacional que han cubierto su portada (como ya hicieran con el Banco de Santander en su día para ser todos iguales) con un anuncio de Coca-Cola, justo al día siguiente de que El Tribunal Supremo tumbara el ERE de la empresa. Según Cinco Días. es «para buscar un acuerdo».  La inserción no es masiva, en mi barrio están con sus portadas normales, con aquellas tan bonitas con las que comenzaba el atículo.  Igual esto es más real.

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El PP denuncia el «intento de manipulación informativa» para alarmar a la población

Es la primera actuación del gabinete de crisis del Ébola que preside la vicepresidenta del gobierno. En una línea bien efectiva. ¿Acallar bocas?

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Los propios profesionales se quejan de los fallos del protocolo y van a presentar una demanda. Así dieron «el master» en colocarse el traje, además de una charla de 20 minutos.

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Este es el kit de protección

Fotos de los propios profesionales

Fotos de los propios profesionales

Y ahora veamos hacía qué lado han manipulado los medios.

A TVE le pareció mejor poner fotos de un hospital alemán como si fueran del Carlos III en España.

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La insistencia en que Teresa se tocó la cara proceden de esto que rescató Fernando Berlín.

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Y ahora un pequeño surtido de otros medios…

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Hay un problema: esta gente es muy previsora, y ha dedicado su tiempo a pertrecharse de normas y leyes que permiten disuadir críticas a través de multas o cárcel. De profesionales de la sanidad o del auténtico periodismo. Claro que eso lo haría un gobierno no democrático y que le preocupara más la población (su salud en este caso) que mantenerse en el poder.

Castilla-La Mancha TV escenifica un insulto a la infectada de Ébola

No se conocen a esta hora dimisiones. Ni de Cospedal (a cuyo servicio está esta televisión pública), ni del tertuliano -Nacho Villa- que contrató para el papel de director, ni de esta desgraciada que se ha prestado al papel. Me dicen que se llama Yolanda Guirado, y actúa como subdirectora de «informativos».

Lástima, lástima..

Por cierto, este otro desgraciado -en la misma línea- es de Telemadrid. Hace falta un cuajo impresionante en ambos casos, para plantarse así ante una cámara. Lástima, lástima…

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Paisaje de la recuperación de Rajoy

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En apenas dos manzanas del Barrio de la Concepción de Madrid, barrio obrero y de lo que fue clase media antes de la guadaña neoliberal, he encontrado varias persianas echadas. No por agosto, para siempre.

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Las oficinas de prensa y propaganda del PP, mal llamadas periódicos de información, nos venden el mensaje de la recuperación. Este viernes el mentiroso mayor del reino tiene función estelar y la buena publicidad -los voceros del PP- prepara el mercado.

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Unas cifras macroeconómicas que no repercuten en absoluto en las personas. Un modelo de país basado en la brutal devaluación interna, con menos trabajo, menores sueldos,  disminución notable del nivel de vida y merma de derechos. Solo en eso y en el turismo que ya registraba notables descensos hasta que los conflictos en el norte de África retornaron las visitas. ¿Para siempre? La investigación y la ciencia han sufrido también los recortes de ese depredador sin escrúpulos. Y los negocios de autónomos y PYMES, a quienes embaucó especialmente, llevan esta vida: el cierre de muchas de ellos.

Y mientras, las familias del régimen (los Pujol no son los únicos) robando como si no hubiera mañana.

Torpe el que no vea la profunda relación entre una cosa y otra.

 

 

 

La credibilidad rota es irreparable

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Después de cuatro horas en las que miles de personas se manifiestan de forma pacífica, surgen los disturbios… a tiempo para entrar en los telediarios. Para acudir a las portadas de los medios afines al PP en ideología y carácter. Es un clásico. Encapuchados contra fuerzas pertrechadas prácticamente de armaduras. Jamás se vio violencia mayor dice la delegada del gobierno. Puede ser hasta cierto,  no sería raro -motivos sobran-, tampoco aclara quién la provocó; lo peor es el cúmulo de dudas que nos asaltan. Es que a este gobierno y todos sus adláteres ya no les creemos.

Las mentiras de Rajoy, de Soraya Sáenz de Santamaría, Cospedal, González Pons, Floriano, de cualquiera de ellos en quienes se repare, pueblan las hemerotecas, incluso de su viva voz. La falsedad como norma de vida, la falacia como deporte, los embustes como medio de obtener los fines perseguidos, la invención interesada llevada al extremo. Mucho más allá de las posibilidades de ser aceptada por una sola persona con dignidad y un cierto criterio, siquiera mínimo.

Es a diario. Este gobierno podría inventar el género del sainete trágico con todo lo hecho y dicho, filtrado, expuesto y no expuesto, en la tragedia de Ceuta. Saldada, no lo olvidaremos nunca, con la muerte de 15 inocentes. Escudados en esa sucia maraña ni una dimisión se ha producido, pero no nos han convencido.

Cuanto más impostan la voz para mencionar –paladeando cada sílaba- “Estado de Derecho” y “Democracia”, más notorio nos resulta su ancestral desprecio por estos conceptos. El engolamiento y la teatralidad al pronunciarlas va en proporción inversa a su estima por las libertades de los otros. No cuela.

La creatividad desplegada para embaucar con artimañas en los datos económicos sería de premio internacional si no fuera tan tosca. Reparemos en Cristóbal Montoro, por ser el más reciente. Va el hombre y se encarga un informe a un grupo de sabios –todos hombres, viejos y de traje riguroso-. Le dicen que hay que subir impuestos. Crece el temor de la ciudadanía esquilmada. Se planta en la rueda de prensa del consejo de ministros y rechaza a sus expertos porque la subida del IVA ya ha conseguido reducir el déficit y España está que se sale.  Ha cumplido paso por paso las técnicas de la manipulación –de Maquiavelo a Goebbles pasando por Esperanza Aguirre-. Llamas a unos técnicos para que digan lo que quieres, creas la alarma y luego rebajas la amenaza para que se acepte el mal menor sin rechazo. Y sales impoluto. Hasta agradecidos quedan algunos.Tan obvio que sonroja.

 Otra cosa es que existen muchas dudas acerca de si conseguirá alcanzar los objetivos de déficit. Lo que sí está claro –y tenemos que repetirlo- es que el PP ha elevado la deuda pública del 68,5% al 94% en insólito récord histórico y que esa cantidad por la que nos han endeudado no hay quien la pague. Pero Montoro ha cumplido con el sector bobalicón de sus votantes, ésos que no estiman su cerebro más que las uñas de sus manos.

 Cuesta mucho lograr credibilidad, es algo que se labra a lo largo de los años. Se teje con una sustancia rica pero frágil porque se quiebra al primer golpe o a los dos o tres errores. Como un cristal exquisito. Y no es posible pegar los pedazos rotos. Una vez que el político, el periodista, el médico, tu novio o tu padre te han engañado ¿Cómo volver a creerle? ¿Cómo admitir que ahora te dice la verdad? ¿Qué sentido tiene hacer ese esfuerzo?

 El paternalismo autoritario de la derecha más rancia –hay otra- se empecina en contarles a sus adeptos que la nevera está llena, aunque ellos al abrirla la encuentren vacía. En describirles los manjares que la pueblan a ver si olvidan las telarañas de su estómago. Les mandan a la socia dela Virgen del Rocío dando saltitos y ya entra el sueldo en casa. Abre la boca la poderosa vicepresidenta o sus rivales y amigos y la be vuelve a ser la be y no la zeta. Se le dispara el tic del ojo a Rajoy y ya encontramos guía para distinguir si la mentira es cum laude o solo digna de un aprobado en falsedad. No, ya ni dudas albergamos. No les creemos. Ni comprendemos siquiera cómo se atreven a declarar nada después de haber sido pillados en tan ingente cantidad de renuncios.

 Si los militantes activos del PP, investidos de periodistas para ocupar puestos claves en la manipulación, nos inundan a diario con portadas e informaciones falaces y exageradas, con auténticas obras maestras de la tergiversación ¿se puede creer algo de lo que cuenten? ¿La previsión meteorológica quizás? Puede que hasta eso esté movido por intereses. ¿Cómo discernirlo pues? ¿Para qué?

Harían falta semáforos para entender a los profesionales de la trampa. Ahora miento, ahora no, ahora sí, ahora no. Cuando el engaño es sistemático, cuando la verdad es una aguja en el pajar, ni merece la pena intentarlo. Decenas de manzanas podridas no dejan nada sano. Litros de tinta negra en el recipiente, lo tiznan por completo.

Todos necesitamos referentes, alguien en quien confiar, personas con credibilidad que enriquezcan nuestro propio criterio. Incluso nos conforten en la seguridad que aporta alguien fiable al lado, un soporte que no se hunde. Pero, señoras y señores del PP –por no hablar hoy de otros partidos-, a ustedes no les creemos. En absoluto. Se lo han trabajado a fondo. Ustedes no son de fiar, no alientan, empobrecen (en todos los sentidos) y no les compraríamos ni un caramelo porque cuenta con grandes posibilidades de estar envenenado.

*Publicado en eldiario.es