Mientras atendías al himno…

España vive un nuevo apasionado debate por sus esencias y sus patrias. Ahora con música, ministros de cultura y cultura de ministros, presidentes de partidos de derechas en función de gobierno y los coros habituales de apoyo a la moción y palo al disidente. Entretanto, hay movimientos decisivos -mucho menos entretenidos para el gran deporte nacional del chismorreo-, que cualquier ciudadano sensato debería tener en cuenta.

Luis de Guindos será vicepresidente del BCE. A los expertos les preocupaba que “los próximos altos cargos del BCE (…)  serán quienes lidien con la próxima gran crisis (…) los líderes europeos deberían elegir a los mejores”. Lo Explicaba Paul de Grauwe, de la London School of Economics, a Claudi Pérez en El País. La “próxima gran crisis”, anoten. La van anunciando. El sistema corrompido en el que vivimos se alimenta de esos movimientos. Cruje, y unos ganan y otros pierden. Sin importar las víctimas que orillan.

Los intereses han inclinado la balanza a favor De Guindos. En contra de la opinión del Europarlamento que prefería al candidato irlandés, Philip Lane. Doctor en economía por la Universidad de Harvard, profesor adjunto en la cátedra de Economía y Asuntos Internacionales de la Universidad de Columbia y actual gobernador del Banco de Irlanda. De Guindos es licenciado en economía por el Instituto de Estudios Financieros, CUNEF, en Madrid y Doctor por la Complutense.

El ministro del gobierno español carga en su maleta de marca haber sido el director para España y Portugal (y asesor para Europa) de Lehman Brothers, en el momento justo en el que quebró para ser históricamente la espoleta de la crisis que padecemos. Su gestión en España se saldó con recortes y mentiras. Los ciudadanos no íbamos a pagar nada del rescate y lo pagamos casi todo. El Banco de España dio por perdidos no menos de  60.000 millones del dinero públicoentregado para sanear el sistema bancario.

Así nos dirigimos a la “próxima gran crisis”.

Así y con una cadena de datos en España tan contundentes como indicadores de seria alarma.

Estamos con los bolsillos vacíos. Como país –amarillo y rojo y no pido perdón- con la Deuda Pública más alta de la historia y saqueando la hucha de las pensiones. La Deuda la han triplicado durante la “crisis”. La de la Seguridad Social creció más en 2017 que en los 22 años anteriores juntos.

 Como sociedad, con la tasa de ahorro bordeando el mínimo de su historia. El colchón se desinfla. Solo se ahorra un 6% de los ingresos, como media. Pero un 38% de los ciudadanos no puede afrontar ningún gasto extra. Los que ni les cabe encender la calefacción, ni hacer las tres comidas al día, parecen ya descontados.Y hay quien nada en la abundancia. La media se saca con todos ellos.

Los ingresos del Estado, vía recaudatoria, flaquean también y con manifiesta injusticia. En los impuestos han ejecutado una auténtica revolución en las últimas décadas. En este  recorrido que analiza Joaquín Estefanía vemos que desde los años noventa, ha habido un “desplazamiento de la carga tributaria desde las rentas del capital hacia las del trabajo”. Añadamos el consumo, con la espectacular subida del IVA. Los ciudadanos sostenemos el tinglado, con cada menos servicios a cambio. La evasión de capitales a paraísos fiscales goza, entretanto, de una salud envidiable.

Un panorama que afrontamos como país con sueldos cada vez más precarios. El asalariado medio español ha perdido, al menos,  347 euros de poder adquisitivodesde 2015. Y eso que al auténtico tajo se arrastra desde 2012, año en el que el PP implantó su Reforma laboral, aquella que, precisamente Luis De Guindo anticipó, satisfecho y haciendo méritos, en la UE como “ extraordinariamente agresiva“. Esto sí lo cumplieron. Ha arrojado un 26% de temporalidad y un 32% de asalariados cobrando el salario mínimo, entre otras pérdidas de derechos. Visto en millones, los contratos temporales han pasado de 12,8 millones en 2012 a 18 millones en 2017. Las mujeres y los jóvenes son quienes más lo sufren.  Casi la mitad de los contratos formativos actuales son de peones, camareros y dependientes, según CCOO.

Y, mientras, vuelven a inflar la burbuja del ladrillo. Los pisos para vivir se siguen diseñando como objeto de especulación y no como una necesidad social. Con algún matiz añadido.  La construcción de  vivienda de protección oficial se ha reducido un 93% entre 2007 y 2016. Los alquileres están por las nubes, sobre todo por su potenciación como uso turístico, caiga quien caiga. Los alquileres son mas caros que las hipotecas, dicen en las inmobiliarias. Pero las hipotecas exigen un compromiso de pago -so pena de desahucio-, que requiere un trabajo o unos ingresos fijos que, hoy por hoy, no se pueden asegurar. Ahora asistimos al boom de los autónomos, a los que aún se lo ponen peor en este punto.

Al mismo tiempo, no solo restan, sino que expolian servicios esenciales. La escuela pública ha vuelto a las  cifras de inversión de los años 80, como detallaba Antón Losada. “Tras sobrevivir a los recortes y a la precarización de los docentes, la escuela pública soporta una nueva oleada de acoso y abuso por parte de la vieja y la nueva derecha”, destacó Losada. Y ya ni se esconden.  Defendemos la educación concertada, claro que sí -de pago,  y subvencionada-  declara Cifuentes presidenta de la Comunidad de Madrid.

España ha perdido 12.000 científicos desde 2010 por los brutales recortes a la ciencia bajo la excusa de la crisis. Algunos por completo, se dedican a otra cosa.  Las empresas españolas, entretanto, invierten la mitad que la media europea en investigación.

Mientras atendías al himno, rojo y amarillo, para emocionarte o abochornarte, supimos por eldiario.es que la ministra Tejerina  frena en Europa una bajada de tóxicos en los fertilizantes. Fue alta directiva de Fertiberia, el mayor productor español de fertilizantes, que pertenece al grupo Villar Mir. El Gobierno se opone a que la nueva regulación introduzca límites de cadmio estrictos: “Nos sacaría del mercado”, dice un documento interno de Agricultura. Ni con la salud, se conmueven, no como con el himno de la exiliada fiscal en Miami Marta Sánchez.

Ese punto hemos de tenerlo claro. El negocio de la salud es un bocado muy apetecible para el sistema que nos gobierna y aplican políticas que lo favorecen como tal. La sanidad privada crece imparable a costa del deterioro del sistema público. La inversión en la sanidad pública cae 4.000 millones en 5 años. La sanidad privada ingresa 5.000 millones más. Entre 2009 y 2015.

 En el diario de la corrupción, tenemos hoy la declaración en juicio de uno de los grandes conseguidores de la Gürtel. ‘ El Bigotes’ apunta al marido de Cospedal y dice: “Venía a soltar ‘el mondongo’ y no le he visto en ningún banquillo”. Los espectadores del Telediario de TVE han recibido una versión muy recortada de la realidad, el marido de la ministra de Defensa no existe para la tele pública. En nivel presunto, surge  la número dos del PP de Málaga pagándose un máster y cenas de lujo con dinero público.

Los próceres del PP, inquietos por el ascenso en las encuestas de Ciudadanos, se dieron un buen homenaje hasta con carabineros y jamón de bellota en una comida, al tiempo que el PP pedía ahorrar para la educación de hijos y nietos y  para la pensión. Desde jóvenes incluso propugnan en un anuncio que los jóvenes empiecen ahorrar. Porque ya no se esconden. Es ideológico. Calculan que los jubilados perderán 350 euros al mes, a la larga, por las últimas reformas de pensiones.

La cultura oficial la tenemos en listón Marta Sánchez.

Ricos sí somos ahora, en recortes de derechos y demagogia. El Supremo acaba de confirmar la pena de tres años y medio de cárcel para el rapero Valtonyc, al que considera culpable de injuriar al rey Juan Carlos en sus letras. Lo que lleva a plantearse lo impropio de tal sentencia en un país democrático.

Todo esto y más pasaba mientras mirabas lo que se cotillea del himno. Los medios lo han ido contando, pero sin obtener el potente foco mediático y político del que disfrutan los temas viscerales. Aguanta Marta Sánchez. Sube puntos Anna Gabriel. Puigdemont es pieza fija.

Es para estar amarillo de ira y rojo de vergüenza.

¿En qué piensan los votantes del PP?

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Rajoy paseando con el imputado Baltar, presidente del PP de Orense,  en Avión.

Las encuestas preelectorales, aun con sus abrumadores errores de bulto en los más recientes comicios, siguen dando un notable porcentaje de votos al PP. En Galicia, una tercera mayoría absoluta. Cuesta entenderlo incluso con la apasionada contribución a la causa de gran parte de la prensa convencional. Esa fidelidad, dadas las circunstancias que concurren, siembra en numerosos ciudadanos reacciones que van desde estupefacción, alarma, irritación y escándalo a resignación y desencanto. Son muchos años, siglos incluso, bajo la égida de la derecha para sorprendernos. Y no la más presentable derecha. Hace trampas muy gruesas, visibles aunque se pongan gafas de cemento.

Como en la exitosa película protagonizada por Mel Gibson y Helen Hunt ¿En qué piensan las mujeres? Un accidente, muy grave, un atropello traumático del calibre de haber soportado el gobierno del PP en España cinco años ya y en numerosas comunidades autónomas más tiempo, nos permite hacernos una idea de cómo es su votante en la actualidad. Ni siquiera precisamos poderes extraordinarios: nos lo cuentan a diario sus protagonistas, en privado y en los medios a través de distintas portavocías. Lo peor es que hay más visceralidad que argumentos y éstos adolecen de abultadas lagunas.

A Rajoy, el fiasco de Soria para el Banco Mundial le ha supuesto un importante traspié, pero no lo suficiente para acomplejarle. Ni a él ni a sus seguidores, al parecer. Iniciamos semana con su apoyo expreso a Rita Barberá al nombrarla vocal en dos importantes comisiones del Senado: Constitucional y Economía. Encausada por el Supremo por blanqueo de capitales del PP de Valencia, la poderosa dirigente popular se bajó del tren que la conducía a Madrid y se dio la vuelta, mientras el PP le mantenía sus puestos en la Cámara Alta. Este miércoles protagonizarían todos ellos su dimisión parcial y con fórceps. Solo el PP, no el escaño. Supimos además que la mayor empresa de Sanidad Privada hace su agosto con nuestra sanidad pública, en especial la de Madrid. Y nos enteramos de que un comisario que ha prestado grandes servicios al ministro Fernández Díaz ficha por Prosegur, otra empresa privada gigante en este caso de la Seguridad. Es quien fue acusado de presionar a los investigadores del Caso Gürtel o de montajes contra Pablo Iglesias y Podemos.

El martes nos trajo también a Bárcenas retirando su denuncia contra el PP por el borrado de sus ordenadores. A Jaume Matas intentando pactar con la Justicia, según El Mundo, para no ir a la cárcel a cambio de contar la corrupción del PP, sus sobres y amaños. Un informe secreto de Agricultura que duplica el saqueo de Acuamed. Al denunciante de De la Serna contando a Moragas, jefe de Gabinete de Rajoy, sus comisiones en Argelia y Panamá, meses atrás. Rajoy lo incluyó en las listas del 20D sabiéndolo. Cada día así. Y a la espera de nuevos capítulos.

Apenas caben mayores abusos a la población y ahí siguen resistiendo varios millones de votantes del PP. Un periódico muestra la foto de niños entrando en barracones escolares en Murcia, y enseguida hay quien opone que en Andalucía hay 317 colegios así. El consabido consuelo del mal de muchos. Se está encontrando comprensión incluso para la medida que los gobiernos conservadores del Reino Unido quieren imponer: el Sistema Público de Salud retrasaría las operaciones de fumadores y obesos. La gente que «no se cuida» ha de ser castigada. Las afecciones de enfermos «culpables» han de pagarse al margen, por lo privado. No se expresa ni una queja a quienes hacen negocio con nuestra salud y «ahorran» en atendernos. A unos y a otros.

Precisamente, desde Londres avisan que su Sistema público de Salud. NHS, está dando los estertores. Es difícil sobrevivir a un cuarto de siglo de desangrarlo con las políticas ultraliberales que inició Thatcher y continuaron otros colegas Tories y los laboristas de Tercera Vía, los precursores de eso tan moderno que llaman socioliberalismo. Los británicos siguen votando esas medidas que les agreden, sin relacionarlas con el candidato que les gusta. En España, también ocurre el fenómeno. Tú rompes una botella llena y se derrama el líquido, pero para los fanáticos son fenómenos independientes.

Aquí, hay gente convencida de que Mariano Rajoy no es corrupto o de que la economía la gestiona mejor la derecha –la economía de todos, se entiende–.  Hay quien cree que Ciudadanos es de centro, incluso que es una «fuerza del cambio».  Multitudes son ya los convencidos de que Pedro Sánchez tiene la culpa de que no haya gobierno, como antes les persuadieron de que el díscolo era Pablo Iglesias. O quien piensa que es informar el objetivo de los programas en los que se sienta un Noble con pocas luces, periodistas faltones, machistas o que, dedicados a intoxicar, se inventan directamente las noticias. O utilizan métodos fuera de la deontología profesional  para obtener sus pistas.

Hay personas capaces de mirar para otro lado cuando nos asegura el gobierno que no van a rescatar al sistema bancario, sino que le ayudan por nuestro bien. Y luego les entregan del dinero de todos 51.303 millones de euros, aseguran que el Estado recuperará todo, y al final apenas pillamos la pedrea del 5% (2.686 millones) del premio que siempre se llevan los mismos, y alguna promesa de que podría ser algunos millones más, ni de lejos todo. Asisten impertérritos a la venta de nuestro patrimonio o al destrozo de paraísos naturales como está ocurriendo ya en Doñana.

No necesitamos poderes para saber en qué piensan. Todos hemos vivido experiencias en las que escuchamos atónitos cómo vuelven las realidades del revés y aseguran, por ejemplo, que sin el PP ya no tendríamos sanidad pública o pensiones. Sin reflexionar en el proceso que ha ido canibalizando el Estado del Bienestar, mientras engordan las cuentas de los beneficiarios de ese destrozo. Cuál es el futuro que cabe esperar a tenor de la trayectoria. Llegan a declarar en televisión que los hijos han tenido que emigrar, que están tristes por no verlos, pero que seguirán votando al PP, «a ver si lo arregla». Hasta el aumento de la mortalidad he escuchado defender «por lo bien que el PP trata a los ancianos» y alguna vez se tienen que morir. Ante los datos responden con firmeza que no se los creen, sin más. No ven manipulación sino serenidad en las tertulias de RTVE que se lleva a toda la Caverna junta a opinar. «No discuten, dejan hablar», dicen. Claro, están todos de acuerdo.

Les parece muy bonito y muy español, torturar y matar animales para divertirse, se divierten de hecho con el sufrimiento de un ser vivo, cuando esos atavismos fueron abandonados hace siglos por otros pueblos que los practicaban. Llegan al punto de votar al PP porque, «a pesar de todo», defiende los valores religiosos, cuando en conciencia apenas respeta ninguno, como no sea el de formas y decorados. Es imposible que no sepan que poca caridad cristiana tiene quien roba a sus semejantes en abuso de poder, o daña con sus recortes a tantos seres humanos.

Hay muchas personas –algunos millones de hecho– que aceptan las imposiciones, los errores, y hasta las traiciones, de su grupo político –y no solo en el PP– porque estiman más importante la fidelidad. O que no gane otro. Sobre todo eso. Las hay incluso que saltan con furia como si fueran abejas a quienes acaban de destruirles el panal contra un político del que solo saben que no les cae bien. O del que les han dicho una serie de aspectos que temen y que no se han molestado en consultar o reflexionar. Que perdonan los hechos y penalizan los supuestos. Hay incluso quien muerde la mano de quienes les quieren ayudar.

Muchos de ellos piensan que, en este país, «católico y decente», con solo unas pocas trampas que «se han hecho toda la vida» y «todos hacen», nos convertimos todos en emprendedores mil millonarios como Amancio Ortega. Y nuestros hijos y nietos –castigados con una ley de educación retrógrada–, sabrán jugar al fútbol y «nos sacarán de pobres». Y, como seres cuidadosos y obedientes, las empresas que se lucran con nuestra salud, no nos castigarán. O nos tocará la lotería porque en ella residen nuestros sueños, como dice el anuncio pergeñado por la Administración del PP.

¿En qué piensan los votantes del PP? En ellos mismos de una forma extrema, desde luego. Categóricamente no en la justicia social o el bien común, ni en limpiar esta pocilga y reconstruir lo dañado como sí hacen otros. Una cosa es votar derecha y otra al PP. El PP no es solo un partido conservador, aun siendo  de derechas en alto grado. Son sus anomalías las que convierten su sostén, tal como está, en un problema.

Seguir apoyando a este PP, corrupto y agotado, supone degradar la vida de muchas personas, dificultar sus aspiraciones, convertir sus sueños en pesadillas. Muchos de sus votantes las padecen también y lo saben. Pasará factura. Tanto daño no puede ser inocuo. Se ha roto el Compromiso Social en asuntos fundamentales y lo lógico es que tenga consecuencias. Una juventud, muy vapuleada, que ya no lee sus periódicos, ni ve a sus oráculos en sus televisiones, y pasa de sus ritos, tomará las riendas consciente de que se les ha perjudicado mucho.

Harán bien todos en ir pensando que las cosas han cambiado, o van a cambiar. «Todo esto no es gratis, todo esto acabará creándole problemas», decía este lunes Rajoy a voz en grito desde las pantallas de las televisiones en su permanente presión hacia el líder del PSOE Pedro Sánchez para que le dé el gobierno. Aplíquese el consejo. Los jóvenes no piensan precisamente en su PP. Muchas personas de todas las edades no piensan en su PP sino para dolerse. De hecho, en un Parlamento fragmentado, la mayoría de los españoles no quieren a su PP.

*Publicado en @eldiarioes

De Guindos, el hombre de los mercados

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De Guindos y Jean Claude Juncker,  no era animadversión sino camaredería

La consigna oficial es echar sobre Luis De Guindos todas las culpas de haber propuesto como Director Ejecutivo del Banco Mundial a José Manuel Soria. Informó erróneamente sobre algunos extremos, argumentan. Aunque, al mismo tiempo, sigue en pie que Mariano Rajoy esté en la presentación del libro en la que su Ministro de Economía explica la versión de su mandato y dado el título,  “España amenazada”, cómo la salvó.  El fuerte rechazo que el Caso Soria ha producido, obliga a alguna filigrana. Parece claro sin embargo que el Sistema apuesta más por apoyar a Rajoy, de existir la duda. En particular otro clan del PP, «los sorayos» de la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, que ganan esta batallacomo informa hoy mismo eldiarioes.  Contra De Guindos. Las familias de la familia andan revueltas.

Soria forma parte del círculo íntimo de Rajoy. Con García Margallo, Fernández Díaz, Arias Cañete, Wert,  Catalá, Tejerina y siempre Ana Pastor, con cuyo marido vemos corretear al presidente en sus veraneos en Galicia. Pretender, otra vez, la ignorancia de Rajoy sobre cuanto concierne a uno de sus mejores amigos es un nuevo fraude. A su vez, Soria  fue compañero de promoción de De Guindos, así que casualidades ni una. Las orlas dan mucho de sí. Sin ir más lejos, el agraciado con sustituir a Soria en el Banco Mundial es otro compañero de pupitre de De Guindos.

El nombramiento como ministro de Luis De Guindos resultó sorprendente por cuanto había sido el presidente de Lehman Brothers para España y Portugal, y su Asesor para Europa. Se ponía al frente de la economía española a un alto responsable de la empresa detonante de la gran crisis financiera de 2008. No solo eso, enseguida llamó a Íñigo Fernández de Mesa, su colaborador en el banco de inversión quebrado. Primero como secretario general del Tesoro, luego como Secretario de Estado de Economía.

Un libro de inminente publicación, editado por la sección informativa de la Revista Mongolia, nos da cuenta en su capítulo “La maldición de Lehman Brothers aún golpea España” de cómo llegaron a implantarse aquí antiguos directivos, cuando en el resto del mundo procuraron meterse discretamente bajo las alfombras de Fondos de Inversión o cualquier centro de operaciones especulativas. Lehman Brothers, bajo la dirección de De Guindos, tuvo un papel determinante, nos cuentan, en la emisión de cuotas participativas de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) que atrapó a 50.000 inversores.  En su quiebra, la CAM acabó en manos del Banco de Sabadell por un euro. Sí, el mismo banco cuyo presidente pidió un Podemos de derechas. Y se encontró con que Ciudadanos pasaba de la política catalana a la nacional.

El currículum de Luis de Guindos es espectacular.  No solo por sus estudios y premios, sino por su habilidad en ubicarse en los principales centros de poder. De forma similar, por cierto, a numerosos miembros de esta gran familia que opera en España. Nacido en Madrid en 1960, fue socio-consejero de AB Asesores, hasta su entrada en política de la mano de Aznar, en 1996. Llegó a ser secretario de Estado de Economía con él, pero antes hizo un periplo frecuente en los elegidos en el que pasó por la gestión de Renfe, el ICO, la SEPI, entre otras entidades. Las puertas giratorias le llevaron a otra estación habitual en políticos de su perfil: el Consejo de Administración de Endesa.

Ocupó pausas como profesor de la Universidad de Navarra y coordinó un libro para la Fundación FAES: España, claves de la prosperidad, prologado por Aznar.  El triunfo de Rajoy y su nombramiento, le pilló, casualmente, en PricewaterhouseCoopers. PwC, como director del área financiera. Consultora y auditora a quien se vincula  en aquellos días con el diseño de la t rama fiscal para eludir impuestos en Luxemburgo. De ella se beneficiaron más de 300 multinacionales, entre ellas varias españolas.

El conocido como “LuxLeaks” fue descubierto por el consorcio internacional de periodistas, ICIJ, y hasta el momento solo se conoce una condena: a los informadores. No irán a prisión, nos dicen, “solo” es un aviso a navegantes. El hoy presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, era primer ministro del país. La famosa foto en la que “estrangulaba” a De Guindos a su llegada a Bruselas, acabó en risas y abrazos.  Suerte de estar juntos.

Gran amigo de Rodrigo Rato, De Guindos negó, como él,  la burbuja inmobiliaria. Solo era “una evolución de precios al alza que se van a ir moderando con más viviendas en alquiler y más transparencias en los procedimientos de urbanismo”, según aclaró en entrevista para ABC (2003) en donde ya anticipaba su ideario hablando de ligar las cláusulas de salvaguarda de los salarios a la productividad. Luego, cuando el colega. Rato, se vio pillado, el entorno de De Guindos aclaró que su relación se había resquebrajado hace tiempo. El manual.

Su misión en el gobierno de Rajoy ha sido la de recortar y sacrificar a los españoles en los altares de la austeridad. Tarea en la que realmente ha cosechado éxitos espectaculares. No así en piezas fundamentales de los objetivos económicos que, según el PP, justificaban esas duras políticas. La Deuda Pública ha alcanzado niveles récord y el déficit también anda trastabillado. Manos privadas se han beneficiado, eso sí, de algunas privatizaciones. Duro con los ciudadanos y suave con los poderosos, es memorable el vídeo que recoge sus palabras al entonces Comisario  Olli Rehn en Bruselas como un alumno que quiere ganarse el favor del maestro: “Mañana aprobaremos una reforma laboral extraordinariamente agresiva”. Era el 8 de febrero de 2012. Los primeros pasos del gobierno de Rajoy marcando su impronta.

Y pasó el tiempo. De Guindos había dejado caer varias veces que buscaba otros horizontes fuera del gobierno de España. Así, el año pasado, intentó convertirse en presidente del Eurogrupo, pero fue vencido por Jeroen Dijsslboem, el presunto socialdemócrata holandés a quien debemos los rigores máximos de la austeridad  en tándem con el ministro alemán de Finanzas Wolfgang Schäuble. De momento, DE Guindos sigue aquí y, de caer, lo hará de pie.

Los españoles tenemos un grave problema, sí. Y no se soluciona apeando algunas piezas como Soria, De Guindos o Rajoy.  Es de mucho más calado. Y quizás el principal se centra en la desidia y voluntaria ignorancia con la que buena parte de la sociedad lo afronta embaucada en batallas banales.

Jenaro García, Gowex y la querencia del PP por los «emprendedores»

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Se llama Jenaro García, tiene 45 años y es el último exponente del pelotazo y la chapuza Marca España (del PP). La empresa de la que era Consejero Delegado, Gowex S.A, ha  presentado concurso de acreedores este domingo tras saberse que el 90% de sus ingresos eran falsos, no existían.

Gowex operaba, según su propia web, “en el sector de las telecomunicaciones y -decía- actualmente lidera la creación de Ciudades WiFi prestando conectividad WiFi Gratis y Premium en calles, parques y plazas, comercios y medios de transporte. El área de cobertura de la compañía se extiende en estos momentos a más de 80 ciudades a escala nacional e internacional, gracias a los acuerdos Público-Privados con Administraciones Públicas, franquicias, asociaciones y empresas de transporte”.

En efecto su principal fuente de ingresos en España han sido administraciones públicas. En particular Madrid, con organismos públicos, el Ayuntamiento, la Comunidad y la empresa de transporte público EMT.

El emplasto se ha descubierto gracias a un informe de la consultora norteamericana Gotham City Research LLC.  Tras cuatro años de sospechas acerca de Gowex -es decir, desde que las irregularidades se produjeron- ha concluido que las acciones de la compañía no tienen ningún valor, cero, y que el 90% de los ingresos del grupo «no existen». Jenaro García ha admitido ante la justicia que es cierto, que lleva 4 años falseando las cuentas, y que va a colaborar. Le han pillado y ya está. Ha pedido perdón y todo. Se lleva en España.

Precisamente aquí tenemos a Ana Botella con Jenaro, esta misma semana, cuando ya los rumores se materializaban en una estrepitosa caída de la compañía en bolsa. Oportuna y quijota, anunció incentivos para “emprendedores” como el susodicho.

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, con Jenaro García, consejero delegado de la fraudulenta Gowex

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, con Jenaro García, consejero delegado de la fraudulenta Gowex

Gowex decía solo hace unos días que facturaba 182,6 millones de euros, tenía recursos propios por valor de 94,4 millones y un nivel de caja de 54,8 millones. Todo mentira.

Jenaro García estaba tan en la créme que hasta el hoy Rey se fotografió con  él. Hay que mirar un poquito que bandejas sirve el PP.

Felipe VI con Jenaro García

Felipe VI con Jenaro García

Y es que Jenaro era -puede que lo siga siendo en ciertos ambientes a no tardar- un valor emergente. La generación de Felipe VI nada menos, según contaba El Mundo.

jenaro.generaciónfelipe

Es de temer que el fiasco, como siempre, lo pagaremos nosotros.  Véase Bankia. Los principales acreedores de Gowex son organismos públicos. El principal, el Instituto Oficial de Crédito (ICO), según eldiario.es. Hasta finales de 2013, el ICO le había concedido créditos por valor de 8,92 millones de euros. Otros créditos blandos por valor de 4,8 millones procedían del Ministerio de Industria. También recibió ayudas del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y del Fondo Europeo de Inversiones.

Elvira Rodriguez, presidenta CNMV apostó por Jenaro García y en contra de la  autora del informe

Elvira Rodriguez, presidenta CNMV apostó por Jenaro García y en contra de la autora del informe

Elvira Rodríguez, Pta de CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores)  por ser del PP, se puso al lado de la empresa e investigó al denunciante, a la empresa norteamericana. Elvira era asidua tertuliana de la TDT Party antes de llegar a tan altos destinos. Ahora habrá de responder por su gestión en este caso. Suponemos que no se irá de rositas también.

Jenaro García recibió muchos premios. Uno se lo dio ese gran visionario Mariano Rajoy quién dijo: “Una sociedad necesita referentes emprendedores como ustedes y por eso son tan merecidos estos premios”. A su lado, De Guindos que va para alto cargo europeo, asentía sonriente.

Rajoy con Jenaro García

Rajoy con Jenaro García

Parece una nueva novela del pelotazo nacional. eterna, patética, a erradicar, que siempre se nutre de la complacencia y colaboración del poder. Pero es una realidad y exige responsabilidades, políticas también.Todos damos con determinadas relaciones por afinidad, hasta las manchas coincidin con obstinada frecuencia sobre nuestros vestidos.  El PP parece tener una especial querencia por «emprendedores» del tipo Correa o este Jenaro García que en realidad ha resultado ser, según su confesión, un timador profesional. Querencia… como poco.

 

De Guindos: La prima «tendría» que estar por debajo de los 407 puntos

El ministro de Economía Luis De Guindos ha dicho que “la prima tendría que estar por debajo de los 407 euros”. Es el mismo que, con la plana mayor del PP, intensifica sus apariciones para contrarrestar las protestas populares de este 15S. La consigna en todos ellos es “Hay que hacer sacrificios para mantener el Estado del Bienestar, este período es transitorio”. Todos. Sirva el ejemplo de la inefable Cospedal. Es decir, este período «tendría» que ser transitorio, y los recortes a la población «tendrían» que solucionar la crisis. Tendrían.

Pero resulta que, lejos de ser así, los problemas se acrecientan cada día. Que se lo pregunten a los portugueses, pacientes y educados donde los haya, que han terminado por estallar. Cuantos más ajustes, más recesión… y más ajustes. Esto funciona así. Este sábado se cumplieron cuatro años de la caída de Lehman Brothers -el detonante de la crisis- y caemos sin frenos por el precipicio. Funciona así en el neoliberalismo… y en la incompetencia.

De Guindos, como todo el gobierno, van con el “tendría” colgado de la lengua, de sorpresa en sorpresa. Esta reforma laboral tendría que funcionar, pero resulta que hay más paro. Les dejamos sin sanidad y sin educación, porque tendrían que cuadrar las cuentas, y cada vez es mayor la bancarrota…

Imaginad a un piloto en vuelo, el depósito casi agotado cual Ryanair, viendo un monte por todo horizonte y gritando: «¡Aquí “tendría” que estar la pista del aeropuerto!»

A un conductor de autobús que ha enfilado camino al sur, toparse con Cádiz y refunfuñar: «aquí tendría que estar Huesca».

Al funcionario que ha detonado una explosión nuclear, disculpándose: «aquí tendría que haber estado la conexión con mi lista de música de jazz».

A un cirujano operando un infarto y, al hacer la incisión en la rodilla, poner ojos de plato al decir: «aquí tendría que estar el corazón».

Una enfermera me comenta: “en mi profesión no cabe el “tendría”. Es así. En muchas otras también. En las que juegan con las vidas de los ciudadanos sobre todas.  No se prueba un medicamento, una cura, a ver si resulta o no. No se aplica ácido sulfúrico sobre una herida pensando que “tendría” que curarse en virtud de no se sabe qué religión ideológica. Y no es admisible que a quien quema sobre lo dolido no se le expulse. Al menos.

Enriquecer a los amigos poderosos a costa de los ciudadanos de a pie, «tendría» que funcionar. Lo hace, para esos pocos. Pero este gobierno en sus declaraciones da la sensación de encima creer sus falacias. No se explican de otro modo sus estúpidas afirmaciones.

Lo raro es que la sociedad “tendría” que reaccionar ante tanto atropello y tanta incompetencia… y sólo lo hacemos una minoría. Quizás es porque esa gente «tendría» que usar la cabeza e informarse.

Claro que con la estrategia de la deseducación, desinformación y manipulación permante, todos «tendrían» que ser sumisos y aceptarlo… pero no sucede así.

15S. Madrid.

¿Tenemos que seguir pagando impuestos y votando o ya no?

El ministro Luis De Guindos dijo ayer en el Congreso que si la tendencia no cambia en unos pocos trimestres, “será imposible” pagar las prestaciones sociales. En respuesta al diputado de Izquierda Unida, Alberto Garzón, negó que tengan que ver en la recesión las políticas que practica el gobierno.

La gravísima afirmación ha pasado bastante desapercibida como es habitual. Y no se entiende. Porque si hasta el gobierno sabe y declara que este período que ellos llaman “transitorio” va a durar bastante más que “unos trimestres”, a lo que se nos está sentenciando es ya a la nada en el Estado del Bienestar: educación, salud, servicios públicos…

Con el respeto que caracteriza a Rajoy hacia los españoles y hacia el periodismo español en particular, dijo a dos medios finlandeses : “parece que tendré que pedir el rescate”. Lo demora a ver si esta vez le sale bien quedarse con Galicia de nuevo en las elecciones del 21 de octubre. Es lo que cuenta para él. Tendrá contrapartidas, el dinero no es un regalo sino un préstamo a devolver con intereses. Y ya estamos viendo a los griegos a quienes la Troika pide trabajar 13 horas diarias, durante 6 días y cobrando menos. Y quitando con su abultada jornada laboral empleo a otros. Los recortes no han solucionado la crisis de ningún país con problemas. Por el contrario, acentúan la crisis. Véase también Portugal. Así que podemos dar por hecho drásticos nuevos recortes.

La eternamente bronceada ministra de sanidad, servicios sociales e igualdad, Ana Mato, ya anda en su púlpito afilando la tijera. En su punto de mira las mujeres, las pobres, las de clase media, las que no disponen en fin, de un automóvil Jaguar en su garaje, como le ocurrió a ella que se lo encontró de sorpresa aparcado en su casa porque se lo había regalado a su marido Francisco Correa, principal implicado en la trama Gürtel.

Ana Mato anda revisando si saca del sistema de salud las mamografías –que tantas muertes han evitado por cáncer de mamá- o las pruebas de prevención del cáncer de útero. También ha pensado que algunas operaciones se pueden sustituir por la desprestigiada ozonoterapia. Esto se decía hace ya 8 años. Remedios naturales, tilas, rezos a la Virgen, probablemente. Técnicas de brujería ideadas, igual, en las largas sesiones de Rayos UVA. Algún infierno –mejor terrenal- acogerá a los autores de tanta víctima como se está produciendo.

Ya se notan las medidas aplicadas hasta ahora. Cada día nos sorprenden con al menos un atropello. Los padres con niños en acogida se han encontrado ya con la sorpresa de que acabó para ellos el trato especial en las farmacias y habrán de pagar el 40% de los medicamentos. Esos niños obligados a ser paridos por el PP porque lo manda la santa madre iglesia,  son, como vemos, abandonados a su suerte una vez que salen del útero materno.

Como venimos comentando, las pensiones también corren serio peligro con este gobierno. Y, en realidad, todo, tal como declaró ayer en sede parlamentaria el ministro competente.

Una pregunta tonta ¿Entonces tenemos que seguir pagando impuestos o no? Si no dan nada a cambio ¿Para qué vamos a seguir cotizando? ¿Para sostener a los bancos, a las empresas de armamento, a las fuerzas que llaman del orden y los privilegios de los gobernantes? Si nos quitan las prestaciones, no se vuelve a pagar un euro a Hacienda y punto ¿Funciona así?

 ¿Y votando? Si no hay otro camino que éste, el de empobrecernos, aumento de las desigualdades,  merma de derechos esenciales… si es que no entendemos la sabia economía que se llevan entre manos los que saben, lo de acudir a las urnas es un trámite innecesario. Joaquín Estefanía, en un profundo análisis de la cuestión, se hace la misma inquietante pregunta: «Si no hay libertad de elección empieza a ser un misterio por qué alguien querrá votar«.

 Hay mucha gente que compartimos otras formas de salir de esto y de lograr una verdadera democracia. Con mayor participación ciudadana y sabiendo que el primer objetivo es mantener y acrecentar derechos y libertades, las prestaciones que pagamos y que permiten llevar una vida digna, el bienestar común. Lo que está claro es que los gobernantes actuales no lo van a hacer. No saben y no quieren.

 En la República Democrática del Congo los científicos han hallado una nueva especie de mono. Los lugareños sí lo conocían, le llaman «Lesula», pero la «comunidad internacional» no se había enterado. Con la tecnología  y avances que tenemos, ya véis.  Pasó igual con el clítoris de la mujer, se descubrió antes América que la existencia de este apéndice sexual femenino.

   Como tantos otros primates, Lesula mira de una forma que hace pensar. Por ejemplo, en qué tienen en la cabeza -por comparación- los ciudadanos que consienten y amparan todo lo que nos está ocurriendo. Que tienen en la cabeza nuestros gobernantes. El cerebro rige desde la inteligencia hasta la ética.

Lo que no cuenta el PP

Las recetas que nos está extendiendo el PP nos llevan directos al abismo. Lo mismo que las que nos manda la UE porque son exactamente iguales: neoliberales extremas. Austeridad, reducción del gasto, déficit, déficit, déficit. La canción azul. La que vienen cantando desde que iniciaron su revolución en los ochenta. En España se añade el estribillo de “la herencia”. Trataré de hacer una síntesis de lo que más extensa y detalladamente trato, por ejemplo, en “La energía liberada”. Eso que nos tenían que contar a diario en los medios informativos y con programas especiales en vena.

La revolución neoliberal – experimentada con éxito (para ellos) desde los setenta donde al principio no se viera mucho (Latinoamérica y África, lugares que arrasaron)- se extendió a partir de la caída del Muro de Berlín al Occidente desarrollado, ya que había desaparecido “el enemigo”. Sus líneas de actuación son: Desregulación (supresión de controles al poder financiero por ejemplo que existían previamente), recorte del gasto público (para acabar con el Estado), reforma fiscal que favorece a los más ricos, liberalización del comercio internacional, o privatizaciones. Nos suena ¿no?

A España la hirió de muerte la burbuja inmobiliaria, que infló el PP con su Ley del 98 de liberalización del suelo, aunque ni antes, ni después se hubieran trazado unas líneas sanas de desarrollo. Su fin coincide con la crisis internacional. Les damos cantidades ingentes de dinero (hablamos de billones de euros) a los bancos y las cuentas se resienten. Hay que endeudarse más.

Pero resulta que los mercados sin control operan con unos “productos financieros” que la UE permite y que rayan la estafa. Ya no solo hablamos del poder omnímodo de las agencias privadas de valoración norteamericanas, también están los seguros de impago y otros mecanismos para apostar por la caída de valores (países con ciudadanos dentro) que proporcionan ganancias extraordinarias.

La debilidad de España –como las de Grecia y Portugal, casualmente además con gobiernos socialistas entonces en una mayoría europea de neoliberales-, la convierte en presa de la especulación sobre todo a partir de 2010. La “crisis de la deuda” del verano pasado ha sido una pura especulación también, la definitiva vuelta de tuerca. La pobre Grecia es la excusa.

De este modo, y lo cuentan unos franceses, en los últimos diez años (y acelerado desde que os digo) España ha pagado tres veces toda su deuda, a causa de los elevados intereses: un puro timo legal. No olvidemos tampoco que el banco privado de los bancos privados europeos, es decir el BCE que costeamos con dinero público, presta a los bancos al 1% y ellos lo dan a los Estados al 5% como mínimo. Negocio redondo.

El PP habla para tontos, estoy convencida, al menos para personas que no usan la cabeza para relacionar conceptos. Les dicen que «nadie puede gastar lo que no tiene» (acabo de oír a Monago de Extremadura diciendo que eso es precisamente de tontos no entenderlo). Y, claro, no les hacen ver que, si por ejemplo, se compraran una casa al contado -sin endeudarse-, tendrían que estar sin comer, ni adquirir ropa, ni utilizar un transporte, ni llevar a los niños al colegio o comprarle una prótesis dental al abuelo, en todo el año, o en varios años. Dosificarlo en créditos a un cierto plazo parece lo más lógico. Una cosa así es como funcionan las empresas y los Estados. Y mejor si no se les aplica la usura como se está haciendo ahora mismo.

Pero el PP saca completa la canción azul: De Guindos acaba de anunciar que se va a reducir un 40% la inversión pública. Invocando “la herencia” socialista, anda, sé serio, que la herencia es de papá Milton Friedman. Y qué hermosa casualidad, se reduce justo el sector público (sanidad, educación, etc ). Podíamos atacar a otras patas de la mesa neoliberal: que pagaran impuestos las rentas altas, pero eso no se toca. Luego vendrá el “ambicioso plan de privatizaciones”, de enajenar lo nuestro. Y la gente entregada: «nadie puede gastar más de lo que tiene», sí, amén; «hemos vivido por encima de nuestras posibilidades», Jesús que malos somos.

Es tan repetitivo el manual que resultaría tedioso si no estuvieran haciendo tantísimo daño. Se desgañitan los premios nobel de economía, Stiglitz y Krugman (y otros muchos economistas) diciendo que esto es un suicidio, llegan a decir que deliberado. Lo es. Pero los vivos se van a lucrar –se están lucrando- lo que jamás creyeron que la sociedad podría soportar. Algunos hasta avisaron. «Si los ricos no pagan impuestos se enfrentarán a una revolución» decía hace tiempo ya Paul Farell, un columnista del neoliberal Wall Street Journal.

La maquinaria neocon arrasa España como una apisonadora con tuneladora y pala mecánica incorporadas -diría que lleva hasta las bombas de racimo de la empresa en la que trabajaba el ministro de defensa-, cargada además de la hedionda caspa ideológica que guardaban en los roperos apolillados a la espera de la victoria. 630.000 parados más anuncia el PP que ya no miente con sus promesas de crear empleo inmediato, siquiera con sueldos y condiciones basura. Es que con la austeridad, con la reducción del sector público, se ahonda la recesión. Quien piense que algo cambiará en 2013 se engaña, pero igual para entonces ya no se acuerdan acunados por los cantos manipuladores de todo el coro neoliberal. Solo que cada vez nos van quedando menos plumas.

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