Mundo S.A.

Trump dice que acabará con el Estado Islámico, pero con pocas tropas

La empresa Mundo S.A. anda revuelta estos días con la llegada a la dirección estratégica de un visionario (que es como se llama a los perturbados con éxito). Las normas van a cambiar con el fin de lograr el objetivo de siempre, aunque ya sin tapujos ni cortapisa alguna: el máximo beneficio para las arcas de las personas convenientes. Todo vale a ese fin.

Una cementera mexicana se ha ofrecido a construir el muro que prometió Donald Trump en la campaña que le ha llevado a la presidencia de Estados Unidos. El Grupo Cementos Chihuahua (GCC) se ha tragado las humillaciones que el magnate ha dedicado a su pueblo y a su país -con ellos dentro- y prioriza  “la oportunidad para su negocio” que supone levantar esa obra de separación. Dan ideas incluso. Entrevistados por Reuters, avanzaron que  el muro debería de ser alto  y ancho, dado que son especialistas precisamente en morteros y cemento de alta resistencia. «No podemos ser selectivos», explicó un directivo. El dinero a ganar es lo primero. Pan para hoy, mañana ya se verá y patetismo para todos los días.

La OCDE -que ha difundido pavorosas cifras de la desigualdad que vivimos- piensa que Trump impulsará el crecimiento. Con la llave del poder, se le ve con mejores ojos. El pequeño inconveniente es que prometió excluir a varios millones de personas “ilegales”, que se propone acrecentar la desigualdad por la vía de la bajada de impuestos y que, como muy escrupuloso con la limpieza de los negocios no es, nos puede embarcar en un fiasco de proporciones extremas.

Probablemente, use el sistema vigente que tan buenos resultados está dando en Argentina, según avanzan las noticias de la prensa neoliberal. España conoce bien ese mecanismo. Se trata de recortar hasta la extenuación a la mayoría de los ciudadanos para que aumenten las cifras de los grandes patrimonios y consorcios. Ya lo dijo el Nobel Josep Stiglitz: “la desigualdad ha sido una opción, no un resultado económico inesperado y lamentable”.  El dinero, como la energía no se destruye: lo que quitan a unos engrosa a otros.  Ni siquiera se redistribuye, se lo traga la codicia y la trampa.

Esa lista de la OCDE, por cierto, ratifica los niveles récord de desigualdad que ha alcanzado la España de Rajoy y todo el staff –otros partidos, medios a su servicio-. Lo que llamaron crisis ha convertido a nuestro país en el más antisocial de los  34 que componen el organismo, los más desarrollados. Con beneficios empresariales y sueldos en retroceso. Con rentas estancadas y el mayor aumento del número de trabajadores pobres. Son ya 3 millones que cobran menos de 9.615 euros anuales. Tienen un empleo pero no les llega para vivir. Añadan a los casi 4 millones de parados que seguimos teniendo.  Pero España presume de recuperación y nos han contado (en gota malaya) que este gobierno es el que da estabilidad. A este estado de cosas, se entiende. La gran desigualdad se produce, nos dicen, “pese a” la recuperación.  A esa recuperación.

El negocio es lo primero. También aquí. Andan algunos medios destacando sin descanso que con el fin de los atentados de ETA han perdido su trabajo 4.000 escoltas. No sabemos qué reflexión esperan provocar. Hay oficios que tienen fecha de caducidad o que precisan reconversión. Es evidente que es preferible vivir sin amenazas terroristas. Y que son personas que pueden emplearse en la Seguridad Ciudadana, en la protección de mujeres maltratadas por ejemplo.

¿Qué haría España sin Mercadona? Se dicen también medios conservadores en referencia al último programa de Salvados en “La Sexta”. Porque hay quien tiene “la sensación de que las empresas siempre pierden con “Evole”. Hombre, y es que si dan trabajo y la gente compra contenta, mejor dejarles tranquilos con lo que gusten hacer ¿Verdad?

Propugnan en general una manga ancha notable, hasta en procesos de corrupción, que viene a ser como la ley de la ventaja en el fútbol. Aunque con el árbitro parcial. El caso de Rita Barberá se inscribe en similar filosofía. El ministro de Justicia, nada menos, considera que las urnas han lavado la corrupción del PP. El de Justicia.

“Lo importante es tener trabajo”, le anima Pablo Casado (PP) a la gobernanta de hotel que le espeta el sueldo de las camareras de piso: cobran dos euros por habitación. Menos mal que existen también  directores de hotel como el de AC que llama a la explotación, explotación. Pero no abundan.

¿Y las relaciones internacionales? Albert Rivera (C´s) se opone a que vaya el Rey Juan Carlos al entierro de Fidel Castro. Jamás ha dicho una palabra sobre los viajes de nuestros monarcas y próceres varios a las dictaduras del petrodólar como Arabia Saudí. Ni él, ni nadie. Son negocios.

El beneficio económico por encima de la salud y la vida si se tercia. El fraude de los automóviles contaminantes que se inició con Volkswagen resultó ser un amplio problema del sector. Habían trucado el motor para que falseara la cifra en los test. ¿Y cómo se resolvió? La propia UE permitirá hasta el doble de emisiones de gases perniciosos.   La España del ministro offshore José Manuel Soria fue una de las primeras en solicitarlo. Siempre tan sensible con los balances de las industrias poderosas Respirar está sobrevalorado, si las empresas se forran.

La lista es ingente. Destrozar la verdad y manipular a conveniencia por el dinero inmediato. Embarcarse en pedir cementerios nucleares, sin pensar en el mañana… de varias generaciones. Trabajo para hoy. Y ya está. Mundo S.A. se muestra muy excitado con los aires que vienen, mucho más permisivos con los métodos de lucrarse a saco. Ungidos en ese altar donde sucumben dignidades, lógica, derechos, y lo que se ponga sobre la mesa. Algunos, cada vez con más intensidad y en mayor número, trabajan para cavarse su propia fosa. Textual.

Los actuales dirigentes pasarán, seguramente dejando un recuento de daños considerables. El más dañino, la alteración de la escala de valores, de los valores y derechos humanos.

Creer a Cáritas o a Montoro y los «marhuendas»

Creer o razonar, ésa es la cuestión. Cáritas ha presentado un demoledor informe sobre el aumento de la pobreza en España desde el inicio de la crisis que evidencia un agravamiento con la gestión del PP, y Cristóbal Montoro acusa a Cáritas de venir provocando, dado que los datos que aporta, dice, no se corresponden con “su” realidad.

Nos hallamos ante una disyuntiva clara: creer a esa peligrosa organización extremista radical de ultraizquierda vinculada a la Iglesia católica española por demás progresista o a un ministro fiable como pocos, incapaz de mentir y volcado en el bien común. Se organizan los habituales falsos debates –espectáculo para vender– en donde un lado de la grada “cree” a Montoro y el otro a Cáritas y una termina por certificar que vive en un país con un decisivo predominio de idiotas que explica la caótica situación que padecemos.

España es el país europeo con más pobreza infantil sólo superado por Rumania. Casi el 30% de los niños están en riesgo de pobreza, nueve puntos más que la media europea. El 12% de los españoles con trabajo no reciben el salario que cubra sus necesidades. También ha aumentado la pobreza de los ancianos, cuando además se ha incrementado el número de familias completas que viven sólo de la pensión de los abuelos. ¿Nos lo creemos o preferimos seguir las zanahorias de recuperación que nos presenta el PP? ¿Nos atenemos a los datos o miramos cómo los retuercen en las pizarras de la complicidad mediática?

Porque es muy fácil saber la verdad. Basta con atender a todos los indicadores, todos, para ver que reflejan ese descomunal aumento de la pobreza y la desigualdad en España.

El índice Gini –el más conocido y valorado– refleja en España un 34% de desigualdad (en una escala que va del 0 al 100% y en el que 0 sería la perfecta igualdad y 100%, la completa desigualdad). Suele crecer muy lentamente, por milésimas, y en cambio ha subido 2,7 puntos para España durante la crisis. Sólo Letonia supera a España, con un 35,2%. Alemania tiene el 29 % y Noruega, el 22,5%.

En datos de Eurostat, España saca la nota más alta en desigualdad de los 28 miembros de la Unión, un 7,5, medidos esta vez del 0 al 10. Aquí superamos incluso a Letonia. Alemania baja a un 4,6. Y Noruega, al 3,3.

Veamos la OCDE: las rentas más bajas en España han perdido un 33% de capital; las más elevadas, un 3%. Al 10% de la población más rica, apenas le ha afectado. “El retroceso de las rentas bajas no ha sido tan notable en ningún otro país desarrollado”, firma la OCDE. Y añade: el 30% de la población más rica recibe más ayudas que el 30% de los más pobres. De filiación liberal, la OCDE advierte: “las prestaciones asistenciales para los desempleados de larga duración y para las familias de trabajadores pobres deben ser fortalecidas urgentemente”.

Seguimos por el Informe Global de la Riqueza de Credit Suisse. Pese a los recortes y la crisis, el número de millonarios ha crecido en el mundo y en España. Tenemos 47.000 conciudadanos más que añadir en el último año a los que les sale el dinero por las orejas. Ésos no se pueden quejar, ésos son a los que mira Montoro y su patrocinador Rajoy. Y sus compinches mediáticos y la sarta de bobos que contemplan la filigrana sin usar ni una neurona en el empeño. Hay que estimarse en muy poco para no aventar hasta el receptor de televisión cuando le presentan ciertos panoramas.

La Comisión Europea, este mismo lunes, también certifica que los recortes y subidas de impuestos se han ensañado con los hogares españoles más pobres, liderando con Reino Unido ese ranking, dado que otros países repartieron las cargas de forma más equitativa. El incremento del IVA del PP –que fue el mayor de toda la zona euro– ha tenido consecuencias devastadoras. El empleo no tiene ni el más pequeño signo de recuperación, advierte el informe. El recorte en inversión social (no gasto) nos está volviendo mucho más vulnerables. También señalan que, como consecuencia de estas políticas, ha aumentado la pobreza y la exclusión social.

El mundo entero, una vez más, contra la España “de bien”, la de derechas, y sus colaboradores necesarios. Pero es que organismos patrios también aportan datos. El Instituto Nacional de Estadística, el INE, cuantifica cómo han disminuido los salarios en España, en especial los de las rentas más bajas, que están en caída libre. Mientras los ricos se forraban, por ejemplo, los consejeros del IBEX.

Y ya no nos faltaba más que Cáritas. A la que Montoro, este lunes, ha dedicado un amago de rectificación con la prepotencia habitual, sin entrar, por supuesto, en el fondo.   El informe de Cáritas llama particularmente la atención sobre las descomunales cifras de abandono escolar en España y lo que implica. Las generaciones de jóvenes sin trabajo que no podrán acceder a una jubilación. Cita informes internacionales que reflejan el profundo deterioro de la sanidad pública. El poder, los marhuendas y los que potencian y acentúan el sabor de los marhuendas para desvirtuar el producto niegan hasta lo que contemplan nuestros propios ojos: cómo van cayendo en la precariedad tantos ciudadanos, cómo no pueden ni calentarse adecuadamente en invierno, la angustia por nuestro propio futuro si –por decencia– no pertenecemos a las corruptas castas de la Gürtel y similares.

Hay un grupo que les cree o duda. Es el mismo que les compra el mensaje de la violencia radical de los manifestantes que quiere, les cuentan, desestabilizar el Estado de derecho. De atemperar sus atropellos, ni palabra. Los que andan de corrillos por la calle temerosos de que les quiten ese pienso rancio con el que –a toque de campana– les suministran miedo.

Entonces, ¿qué hacemos? ¿Creemos o nos guiamos por la realidad? La creencia se basa en la fe, considerar cierto lo que no se ve, lo que carece de fundamentos. Rechazar incluso la razón y las certezas. Confiar no es creer –aunque se utilicen como sinónimos– porque se apoya en bases sólidas.

Cuando tratamos de explicarnos por qué triunfa esta solemne estafa que vivimos, acabamos en esa conclusión: todo se debe a una minoría decisiva de crédulos que actúan ante su partido y su medio con ceguera religiosa. Para alimentar su idiocia trabajan sus políticos y sus falsos periodistas. Con ellos les basta y les sobra. No necesitan más para mantenerse. Pero no es un eximente, son culpables de cada daño que causan. En sus manos, la verdad es como este valeroso ser humano arrodillado por la fuerza, a quienes estos mediocres y pusilánimes coautores, todos ellos, gasean para inmovilizarlo y acallarlo.

*Publicado en eldiario.es

*Hablando del clan de los marhuendas, ved lo que ha publicado Periodista Digital -sin pedirme permiso una vez más- fusilando literalmente mi artículo. Ésta es la versión que han hecho de él, de este mismo que veis. Con un par.

La OCDE dispuesta a que no queden de los españoles ni las raspas

La OCDE que en su último informe avanza que 2013 va a ser el peor año de la crisis en España y que llegaremos casi al 27% de desempleo con 6,2 millones de parados, acaba de pedir al Gobierno una serie de medidas:

Subir el IVA a turismo, del transporte y de los libros. Y aplicar el régimen general a más bienes y servicios.

Endurecer las condiciones para cobrar el desempleo.

Un contrato único y un menor coste del despido improcedente.

Una nueva reforma de las pensiones y la supresión de la jubilación parcial.

Suprimir las deducciones en el IRPF por pensiones y por compra de vivienda.

Abolir la extensión legal de los acuerdos de negociación colectiva de nivel superior o reemplazarla por un régimen de consentimiento previo.

Liberalizar completamente los horarios de venta de las grandes superficies, llamando al orden a las regiones que mantienen aún restricciones.

Todo ello, política neoliberal de la que gusta y ejerce el PP.

Como expertos, saben que así todo irá mucho peor, pero como decía el viejo chiste: «Mejorar no mejorarán pero la vida se les va a hacer muy larga».

 

Previendo el futuro

No, la bola de cristal no sirve para nada: para engañar a los adictos a engañarse. Los humanos poseemos la potencial característica de relacionar conceptos y sacar conclusiones. De usar en el cóctel antecedentes y contexto (los humanos periodistas deberíamos hacer de la aportación de este punto a la sociedad un elemento fundamental). En los tiempos que vivimos de desmemoria algunos llaman a esto “adivinación”. Lo peor es cuando confunden la inquina con la racionalidad, como si todos nos moviéramos sólo por instinto como buena parte del resto de los animales. No, no, yo no le tengo otra “manía” a Rajoy y al PP que la que se deriva del mal que infieren a la ciudadanía.

Veamos. La OCDE afirma que, en España, “el paro volverá a subir con fuerza en 2012”. Superará con creces los cinco millones de parados. Y llegará al 23% de la población activa y que apenas mejorará unas décimas en 2013, año que por tanto seguiría registrando niveles récord de desempleo. Seamos sinceros, más allá de esa fecha ya no ven. Pero desde luego que se vayan olvidando los esperanzados (la esperanza es un sentimiento sin raíces reales) de los 3,5 millones de puestos de trabajo que iba a crear Rajoy, según González Pons.

En el informe de este organismo neoliberal (porque es la doctrina que impera en economía) que agrupa a los países más desarrollados (el 80% del PIB mundial) y que goza de algún prestigio más que el FMI, se advierte sin embargo de la consecuencia inevitable de la austeridad. Las erráticas políticas neoliberales de contención de gasto -que Rajoy anda prometiendo cumplir a muerte-, tienen como consecuencia lógica «un debilitamiento de la demanda interna» y “una contracción aún mayor de la actividad económica”, dice la OCDE. (He leído que “La OCDE vaticina”, no, usa la cabeza para deducir).

Rajoy espera tener lista la nueva “reforma” laboral para su primer consejo de ministros, antes del 23 de Diciembre. Lo primero que hizo fue reunirse con los banqueros. Esta semana lo hará con empresarios y sindicatos. “Rajoy apremia a sindicatos y empresarios a gestar un nuevo marco laboral”, “portavocea” Cospedal, pero añade: “si no lo hacen, el nuevo Ejecutivo tomará decisiones por sí solos, el Gobierno gobernará”. Es decir que tras años de no ponerse de acuerdo, los empresarios no tienen sino persistir en su actitud. Porque ¿qué modelo elegirá el conservador Partido Popular… el de la patronal o el de los sindicatos?

Para seguir relacionando conceptos no tenemos más que ver los salvajes recortes aplicados por los conservadores portugueses que sin embargo tienen ya su nota en el bono basura y una previsión de recesión seria: el 3%, según Fitch. Cuanto más ajuste social, más recesión. Y a costa de perder servicios elementales. ¿Y qué está haciendo el PP en Galicia o Murcia quitando la sanidad a los parados? ¿Qué hace Cospedal en Castilla-La Mancha? ¿Qué los hermanos convergentes de Cataluña? ¿Qué «margen de duda» cabe como piden los abducidos cómplices de esta situación?

La OCDE da recetas a España, aunque solo para “mejorar la confianza del mercado financiero”: nuevos planes de ajuste fiscal, con medidas como: aplicar el IVA máximo a otros bienes y servicios que ahora se benefician del tipo reducido, lo que supone una subida del impuesto; más impuestos al gasóleo para transporte y un impuesto de sucesiones nacional. ¿Y de subir impuestos a los ricos? ¿Y de perseguir su evasión fiscal? ¿Y de acabar con el robo de las arcas públicas que perpetra la corrupción política? ¿El PP? ¿El que afirma que se ataca al estado de derecho cada vez que la justicia pesca a uno de los suyos con las manos en la masa?

Un último dato: el Ministerio de Exteriores británico avisa a sus embajadas del riesgo de un estallido social grave, especialmente en Italia… y España. ¿Será que no tienen confianza en la pregonada confianza de la que alardea Rajoy?

Con todo, la alerta de por dónde van los tiros la dan los voceros de la derecha. Nos lo cuenta, como todos los días, José María Izquierdo, citando a un sujeto al que ampara El Mundo: Pero, ¿qué pasa si una empresa cierra? Pues nada, todo está solucionado: “Cuando tal desastre sucede, las familias desesperadas no acuden al sindicato a solicitar ayuda, sino que llaman a la puerta de su parroquia. Porque la Iglesia es la gran institución caritativa del mundo -caritas significa amor- y la única que realmente se preocupa de los desfavorecidos y jamás les abandona”. Ahí estamos. Ora pro nobis. Dominus vobiscum.

Caos en las aulas

En la clase estamos muy preocupados. Algunos, bien es verdad. A la mayoría de los chicos se les ve muy entretenidos con piruletas, la nintendo, móviles y ordenadores en los que husmean el tuenti. Nos los dieron a todos, pero unos pocos preferiríamos estudiar, ya que estamos aquí, para llegar a ser adultos de provecho. Cada cosa a su hora.

Hoy ha venido una profe adjunta y nos ha dicho que está muy feo descargarse cosas por Internet. Que eso es robar. Y que no lo vamos a poder hacer nunca jamás. Claro que la hemos visto por los cristales hablar muy compungida con unos catedráticos norteamericanos que mandan mucho en el colegio, no sabemos por qué, y que gritaban ni se sabe. La profe ha señalado a unos cuantos de la clase con el dedo y hemos podido deducir que pedía ayuda a sus superiores estadounidenses para que convencieran a los díscolos. Entre los líderes de grupo, naturalmente, los chicos normales que protestan no veas las palizas que se llevan. En eso el profesorado es muy ejemplarizante, hasta al ejército han llamado en algunos casos.

Iban todos de un lado para otro. Algunos más de la clase han prestado atención, no muchos. Nacho, que es un alumno muy responsable, nos ha explicado a todos los que pasaba. Pero, entonces, han llegado unos señores que parecían empresarios, con unos trajes estupendos y relojes de marca en sus muñecas, han agarrado por la solapa a la profe adjunta y le han espetado con autoridad: O se para lo de Internet o ponemos a todos los alumnos, sin faltar uno, de cara a la pared. No sabemos bien qué pasará aunque se ve que quien más grita, es quien gana.

Con ser desagradable el incidente, no es ni con mucho lo peor que nos está pasando. Porque día sí, día no, se presentan en la clase unos tipos con muchas ínfulas. Se llaman “mercados” nos ha contado el profe, todos los profes nos lo cuentan. A veces vienen ellos en persona, otras -las más- nos mandan a sus delegados que disponen de muchos.

En lo que va de curso, nos han quitado los libros y los cuadernos, las mochilas, la pizarra, una pata de cada silla –con lo que es un suplicio mantenerse en equilibrio-, el bocadillo de media mañana y el postre. Las nintendo y todo eso no, el profe asegura que las necesitamos para estar contentos. A algunos nos parece que el profe sufre, pero es que todos vociferan mucho y bastante tiene con ir como una peonza por todo el recinto a atender lo que pide quien presiona más.

Ahora han venido, en medio de semejante guirigay, unos gafapastas que dicen ser de la OCDE ¿qué será eso? Sector mercados, sin duda. Han dado un empujón al profe y se han sentado en su mesa. Nos dicen que vamos a tener que dejar la escuela porque el mundo nos necesita trabajando. Ya. Para cobrar una pensión a los 70 años, precisamos emplearnos desde muy jovencitos. Anuncian que lo de los subsidios ya veremos, de todos modos, que se gasta mucho en eso. En realidad, vamos a tener que pagar por trabajar y muchas otras cosas que nos andamos pasando unos alumnos a otros en notas, muertos miedo, porque muertos de miedo estamos todos:  los mercados lo exigen, para ganar ellos mucho dinero, y comprarse muchos coches, y pisos, y joyas, y manjares, y viajes paradisíacos.

El profe, que parecía tan majo, anda de lado a lado del aula. Nos están quitando los zapatos, los guantes, las bufandas, los anorakcs, mientras, él sonríe para que no se enfaden los mercados.

Muchos alumnos siguen jugando con el ordenador. Algunos aprovechan el desconcierto, para mangar las tizas, los punteros, la pantalla, las mesas, que eran de todos. Nos cobrarán entrada hasta para salir al recreo, y el que quiera jugar a la pelota, o subirse a un columpio, tendrá que cotizar lo que ellos estimen. Los veo muy espabilados, creo que van para mercados. Y se entrenan desvalijando cuanto pillan. A mí, sin ir más lejos, unos chicos me han vaciado el bolso. Ni el móvil me han dejado.

Algunos de mis amigos dicen que esto hay que pararlo. Unos proponen romper los ordenadores en protesta por eso de Internet, otros dicen que hay que centrarse en que no nos sustraigan las simientes del jardín, los más que habría que asomarse a la ventana a pedir ayuda a ver si alguien nos oye.

En la puerta aguarda un profe nuevo. Con venerable barba cana. Da un paso hacia delante, otro hacía atrás, y vuelta a empezar. Dice que nos enseñará el Catón, origen de todos los principios, y que preguntará a todos lo que queremos, para ver si le dejan hacerlo. Los mercados le sonríen y le dan palmaditas en el hombro. Se ve que el profe nuevo es un hombre feliz, nunca soñó que llegaría a ocupar ese puesto, en realidad él iba para registrador de la propiedad ¡qué edificante historia de superación personal! Por eso, está radiante. No como el todavía titular, esta pobre, hoy, marioneta, que sigue deambulando por el aula, tapando agujeros, y destapando todos los boquetes que le piden sus superiores.

Cada día estoy más preocupada. En realidad, de lo que más tengo ganas es de gritar. Y eso que por todas partes me aconsejan que no me inquiete. Apenas nos queda nada. Sólo una enorme pantalla de televisión. Con voces muy sonoras, tranquilizadoras y monocordes.  Y, en efecto, en ella nos aseguran que todo va bien.

Algunas precisiones al Banco de España

El Banco de España se suma a las tesis de la patronal y del PP, para insistir en que la reforma laboral es “clave”. Ahora lo argumenta: el coste del despido en España se situó en 2008 en «más del doble que la establecida de promedio en los países de la OCDE». Sólo que no dice que España está muy por debajo de “la media de la OCDE” en prestaciones sociales.

El Banco de España, es decir, su Gobernador Miguel Ángel Fernández Ordoñez, considera que estas «serias ineficiencias» se ven amplificadas por la «escasa sensibilidad» de los salarios reales a las condiciones cíclicas de la economía.

Creo que ha llegado el momento de recordarle la tabla que incluí en mi libro según datos de Eurostat, la oficina estadística de la UE:

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  Fuente: Eurostat 2008

   En 2009, el salario mínimo subió a 624 en España, sigue en el mismo lugar de la tabla.

Según la OCDE, precisamente, el salario real medio español ha bajado un 4% en los últimos diez años –a pesar de que se vivían tiempos de crecimiento económico- y somos el único país -de cuantos estudia este acreditado organismo- en el que se ha producido un descenso del poder adquisitivo. He aportado datos, reiteradamente, sobre la carestía de nuestros precios y sobre nuestro nivel desequilibrado de impuestos.

Ahora bien, el Gobernador del Banco de España, no debe cobrar menos que el Presidente del BBVA: 9,8 millones de euros anuales más un fondo de pensiones acumuladas y un bonus trienal que le pone en mano cada año 20 millones de euros. O, como mínimo, lo que se llevan a casa los presidentes de las principales empresas españolas: en torno a 4 millones de euros anuales de salario. Con revalorizaciones del 15% anual. Son los quintos mejor remunerados de Europa.

España votó socialista. Puede que haya llegado la hora de agarrar el toro por los cuernos. Tener el control de los bancos y empresas a quienes se inyecta dinero, competir en «el libre mercado» con otros métodos no especulativos, y contar con un banco emisor que vele por los intereses de todos los españoles, no sólo por sus colegas adinerados. Facilitar el trabajo de los pequeños y medianos empresarios. Hay que hacer reformas en nuestro mercado laboral, sin duda. El modelo productivo heredado y mantenido se ha demostrado fracasado. Pero es algo bien distinto a que paguen la crisis los asalariados, los miserablemente asalariados, y que se amanece con despidos a quienes cobran una ínfima parte de quienes gestionan nuestros intereses. Siempre olvidan que están en el cargo debido a nuestro mandato.

Ah, que es demagogia, amarillismo… cuéntamelo en la cola del paro.

Se han acabado los paraísos fiscales… y estudio mudarme a Gibraltar

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¿No era tan difícil acabar con los paraísos fiscales? Pues la OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, lo ha hecho en menos de una semana. Fue uno de los puntos más llamativos y esperados de la reunión del G20, el 2 Abril: terminar con la impunidad de ciertos Estados o territorios que aplican un régimen tributario intensamente favorable a los ciudadanos y empresas no residentes, que se domicilien a efectos legales en el mismo. Las ventajas que dan a sus nuevos ciudadanos -que ni están obligado a pisar su suelo- son una exención total o una reducción muy significativa de los principales impuestos. La segunda característica esencial es que estos países consagran el secreto bancario y la protección de datos. Nadie te pregunta de dónde obtienes tus ingresos.

Con estas premisas no es fácil saber el dinero que en ellos se esconde, pero el FMI hizo una aproximación en 1999 -hace diez años nada menos- y concluyó que los activos extraterritoriales incluidos en sus balances generales alcanzaron los 4,6 billones de dólares, de los que 0,9 billones estaban en el Caribe, 1 billón en Asia y la mayoría de los restantes 2,7 billones correspondían a los centros financieros internacionales, es decir, Londres, los servicios bancarios internacionales (IBF) estadounidenses y el mercado extraterritorial japonés (JOM). Pongamos un ejemplo, en Gibraltar, que lo tenemos bien cerca, las empresas allí asentadas fiscalmente pagan entre 200 y 300 libras al año en un único pago fijo. Poco más de 200 ó 300 euros anuales, dado que la libra se cotiza a 1,04 euros.

Pues bien, la OCD acaba de anunciar que ya no hay ningún país en la «lista negra», ya no hay paraísos fiscales. Uruguay, Costa Rica, Filipinas y Malasia, los cuatro únicos países que figuraban en ella hace una semana, han prometido ser buenos chicos y cumplir las normas.

La OCD es, en contra de lo que pueda parecer, un organismo serio. Compuesto por los 30 Estados más ricos y desarrollados del planeta (acaparan el 70% del mercado mundial), lleva casi medio siglo dedicado a coordinar las políticas económicas y sociales de estos Estados. Elabora informes, aconseja, dicta. Es decir, que ellos se lo guisan, ellos se lo comen.

No es que no les preocupen los paraísos fiscales, no, para demostrarlo, la OCDE dispone también de listas grises de varios tonos. En la»gris oscura» se encuentran 36 Estados, incluidos Andorra, Gibraltar, Liechtenstein, Barbados, Liberia, Bahamas, Bahrein, Belize, Bermudas, Islas Cayman y Panamá -y los cuatro recién reivindicados-. En la «gris clara» se sitúan, Austria, Bélgica, Brunei, Chile, Guatemala, Luxemburgo, Singapur y Suiza. Las listas de colores se comprometen a «intercambios de información suficientes como para situarse en la parte gris». Y todos tan contentos.

El secretario general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría, se muestra, de hecho, feliz con haber echado lejía a su lista y aclarado el negro -la han lavado igual que al dinero sucio-. El G20 había amenazado -nada más que eso- con sancionar a los paraísos fiscales. Gurría dice que, en todo caso, no habría que llegar a tanto: es partidario de olvidarse de las sanciones porque «el clima ha cambiado» en las últimas semanas. Para Gurría, más importante que las sanciones es el hecho de que todos los países tachados de paraísos fiscales se hayan comprometido a colaborar con la OCDE y estén firmando acuerdos bilaterales para intercambiar información y salir de la opacidad bancaria.

Contando con que, además, para obtener esa información había que solicitarla de paraíso en paraíso, me planteo un dilema: ¿Contribuyo a la laxitud general del planeta o a la de España en particular? Porque mudarse a Gibraltar, con sol, mar y playa, una colina, monos, y la posibilidad de pasar uno a tomar pescaítos todos los días a La Línea de la Concepción, practicando inglés para que no se oxide, viajes baratos a Londres que me encanta… no parece mal plan. Es el territorio británico más próspero y estable, y uno de los países y territorios con mejor calidad de vida y niveles de seguridad del mundo, según el estudio Jane’s Country Risk de 2008, realizado por el Jane’s Information Group, nada menos. Está además excluido de la «armonización» del IVA. Pagar 200 ó 300 euros anuales de impuestos. Viendo la BBC en lugar de las cadenas de televisión españolas. Sin la obligación de escuchar en todos los telediarios a Rajoy y el «este dice, el otro dice». Además, no es un paraíso fiscal, no existen los paraísos fiscales, no contravengo ninguna norma ética. Es una opción en principio apetecible.

   La otra opción es intentar que la corrupción se acabe con continuas denuncias. Pero no parece que sirvan de mucho y estoy ya muy mayor.

gibraltar