Se han acabado los paraísos fiscales… y estudio mudarme a Gibraltar

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¿No era tan difícil acabar con los paraísos fiscales? Pues la OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, lo ha hecho en menos de una semana. Fue uno de los puntos más llamativos y esperados de la reunión del G20, el 2 Abril: terminar con la impunidad de ciertos Estados o territorios que aplican un régimen tributario intensamente favorable a los ciudadanos y empresas no residentes, que se domicilien a efectos legales en el mismo. Las ventajas que dan a sus nuevos ciudadanos -que ni están obligado a pisar su suelo- son una exención total o una reducción muy significativa de los principales impuestos. La segunda característica esencial es que estos países consagran el secreto bancario y la protección de datos. Nadie te pregunta de dónde obtienes tus ingresos.

Con estas premisas no es fácil saber el dinero que en ellos se esconde, pero el FMI hizo una aproximación en 1999 -hace diez años nada menos- y concluyó que los activos extraterritoriales incluidos en sus balances generales alcanzaron los 4,6 billones de dólares, de los que 0,9 billones estaban en el Caribe, 1 billón en Asia y la mayoría de los restantes 2,7 billones correspondían a los centros financieros internacionales, es decir, Londres, los servicios bancarios internacionales (IBF) estadounidenses y el mercado extraterritorial japonés (JOM). Pongamos un ejemplo, en Gibraltar, que lo tenemos bien cerca, las empresas allí asentadas fiscalmente pagan entre 200 y 300 libras al año en un único pago fijo. Poco más de 200 ó 300 euros anuales, dado que la libra se cotiza a 1,04 euros.

Pues bien, la OCD acaba de anunciar que ya no hay ningún país en la «lista negra», ya no hay paraísos fiscales. Uruguay, Costa Rica, Filipinas y Malasia, los cuatro únicos países que figuraban en ella hace una semana, han prometido ser buenos chicos y cumplir las normas.

La OCD es, en contra de lo que pueda parecer, un organismo serio. Compuesto por los 30 Estados más ricos y desarrollados del planeta (acaparan el 70% del mercado mundial), lleva casi medio siglo dedicado a coordinar las políticas económicas y sociales de estos Estados. Elabora informes, aconseja, dicta. Es decir, que ellos se lo guisan, ellos se lo comen.

No es que no les preocupen los paraísos fiscales, no, para demostrarlo, la OCDE dispone también de listas grises de varios tonos. En la»gris oscura» se encuentran 36 Estados, incluidos Andorra, Gibraltar, Liechtenstein, Barbados, Liberia, Bahamas, Bahrein, Belize, Bermudas, Islas Cayman y Panamá -y los cuatro recién reivindicados-. En la «gris clara» se sitúan, Austria, Bélgica, Brunei, Chile, Guatemala, Luxemburgo, Singapur y Suiza. Las listas de colores se comprometen a «intercambios de información suficientes como para situarse en la parte gris». Y todos tan contentos.

El secretario general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría, se muestra, de hecho, feliz con haber echado lejía a su lista y aclarado el negro -la han lavado igual que al dinero sucio-. El G20 había amenazado -nada más que eso- con sancionar a los paraísos fiscales. Gurría dice que, en todo caso, no habría que llegar a tanto: es partidario de olvidarse de las sanciones porque «el clima ha cambiado» en las últimas semanas. Para Gurría, más importante que las sanciones es el hecho de que todos los países tachados de paraísos fiscales se hayan comprometido a colaborar con la OCDE y estén firmando acuerdos bilaterales para intercambiar información y salir de la opacidad bancaria.

Contando con que, además, para obtener esa información había que solicitarla de paraíso en paraíso, me planteo un dilema: ¿Contribuyo a la laxitud general del planeta o a la de España en particular? Porque mudarse a Gibraltar, con sol, mar y playa, una colina, monos, y la posibilidad de pasar uno a tomar pescaítos todos los días a La Línea de la Concepción, practicando inglés para que no se oxide, viajes baratos a Londres que me encanta… no parece mal plan. Es el territorio británico más próspero y estable, y uno de los países y territorios con mejor calidad de vida y niveles de seguridad del mundo, según el estudio Jane’s Country Risk de 2008, realizado por el Jane’s Information Group, nada menos. Está además excluido de la «armonización» del IVA. Pagar 200 ó 300 euros anuales de impuestos. Viendo la BBC en lugar de las cadenas de televisión españolas. Sin la obligación de escuchar en todos los telediarios a Rajoy y el «este dice, el otro dice». Además, no es un paraíso fiscal, no existen los paraísos fiscales, no contravengo ninguna norma ética. Es una opción en principio apetecible.

   La otra opción es intentar que la corrupción se acabe con continuas denuncias. Pero no parece que sirvan de mucho y estoy ya muy mayor.

gibraltar

2 comentarios

  1. José Miguel Hierro

     /  9 abril 2009

    !Loa paraísos fiscales¡. La especie humana siempre buscará la manera de esconder aquellas riquezas ganadas, generalmente con el sudor del de enfrente, para poder poder disfrutarlas, que lo han sido de manera fraudulenta, por lo general.

    Creo que en el sistema capitalista está la auténtica matriz del problema. el esquema compositivo: el dinero, la propiedad privada y los medios para hacerme cada vez más rico, aunque tenga que robar en todo tipo de esquemas.

    Lo que creo es que el sistema adolece de falta de medios de control, pero eso debiera ser un sistema adecuadamente perfilado, porque existen medios para subsanar los errores que pudieran aparecer. Pero aquellos que se quieren aprovechar del mismo, entienden que cuantos menos investigación más posibilidades de enriquecerme tengo, de la manera que sea.

    Así que estimo que se debieran exigir todo tipo de fórmulas para que aquellos amigos de lo ajeno, sobre todo no ganado con un esfuerzo adecuado, desparecieran del mercado.

    Pienso que el Ministerio Fiscal cuando viera un grado mínimo de corrupción debieran actuar de oficio, sin esperar a ver si alguien presenta una denuncia, que para eso tienen armas adecuadas, además que la ley se lo debiera exigir.

    Creo que lo que realmente falta es regulación y que cuando estos ladrones son descubiertos se les debiera exigir como fianza aquella cantidad que se supone que han defraudado, por lo menos podríamos recuperar aquel patrimonio robado, de otra forma no podrían salir de la cárcel hasta en tanto no lo hubieran devuelto

  2. Creo que los medios están tergiversando las noticias sobre lo que los supuestos acuerdos realmente son: meros compromisos formales o pequeñas reformas de poco calado. La famosa lista negra ya se publicó en el año 2000 y aparte de algunos tratados bilaterales firmados con USA y con la UE (principalmente con sus propias colonias) no ha habido una implementación sustancial de ningún cambio. Incluso en el caso de firmarse acuerdos de intercambio de información fiscal, si estos no incluyen un intercambio automático sólo se van a actuar en muy pocos casos, donde las implicaciones criminales son muy claras. Además el secreto bancario sólo afectará a las cuentas que estén a nombre de ciudadanos extranjeros, no a las de sociedades. Es justamente tras estas cuentas donde se esconde la inmensa mayoría de los capitales defraudados. Las nuevas medidas sólo afectarán a algún pequeño despistado…

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