La involución marca la pauta informativa

Salvini expulsa a un vendedor ambulante.

Cada día trae una lluvia de sobresaltos informativos que se diluyen como las piedras en los círculos del agua. Solo quedarán unos pocos en la relevancia: los más polémicos, los más entretenidos, los más útiles a determinados intereses. La agenda de la actualidad está más clara de día en día. La involución ha colado en el sumario los temas que más le favorecen. Peor aún si cabe que sus fake news, es cómo marcan lo que hay que ver y discutir, los fogonazos que tapan el resto, lo que crea y fideliza ideología

De repente, todos hablando de hombres maltratados, denuncias falsas de malvadas mujeres, niños asesinados “por sus mamaítas”, ocultaciones premeditadas de las estadísticas públicas. Desaprensivos cum laude las difunden a propósito. Con éxito. Todos hablando de esa irrealidad. Flagrantes mentiras que caen por su peso.  Se aportan datos serios que las rebaten pero da igual, las cabezas que las creen y propagan son impermeables a la verdad. Como  todo, ha sido estudiado.  Los hechos no cambian lo que “creen” los adictos.

Constituyen un temible ejército que se nutre del mismo viejo oscurantismo medieval sustentado en la ignorancia, en los bajos instintos del mal pensar. El amplificado éxito de sus correligionarios les ha proporcionado confianza en sí mismos. Se oyen y se leen estos días comentarios de personas que evidencian problemas mentales notorios al punto de llegar a mostrar temor por las mujeres, por ejemplo. El machismo congénito que nubla la razón viene atizando desde tribunas de más entidad. Y luego todo se discute, sin cesar, dando vueltas y más vueltas, hasta engordar bolas mayúsculas.

 Fuera de las noticias destacadas, se van cociendo movimientos muy a tener en cuenta. La “Academia del Occidente judeo-cristiano” que pretende crear Steve Bannon en Europa sigue su andadura. A cuentagotas se ha ido hablando de ella –The Times en septiembre y varios otros medios-  El vicepresidente italiano, el fascista Matteo Salvini, les  ha cedido el monasterio de los Trisulti, en Collepardo, un pueblo de apenas mil habitantes en los Apeninos. De origen cartujo, ahora cisterciense, fue construido en 1204. La protesta vecinal ya ha llegado a las calles de la localidad. Preguntan, y con razón, de dónde sale tanto dinero para montar ese centro.

Es una pista a seguir. El dinero. Los centros ideológicos de la ultraderecha ultraconservadora tienen a manera de sucursales en los medios de comunicación –no diré informativos- de países estratégicos. Con relación entre sí o por coincidencia de objetivos. 400.000 votos andaluces a un partido de extrema derecha plena han llenado las programaciones de televisiones y radios y las portadas de los diarios. A toda hora. Se crea la necesidad, la avidez de ellos. Ningún país democrático llevaría a sus pantallas a la Fundación de un  dictador, que por otro lado ni siquiera existiría, ni a los defensores de la Manada del salvajismo machista, ni a tantos que sonrojan. Y ahí están, discutiendo a voces las bondades de unos y otros. La involución, la audiencia, los ingresos que proporcionan, marcan las prioridades informativas.

Ya apenas importan la agenda social. Los desahucios que permanecen, el trabajo precario, los 600.000 niños que no han tenido juguetes estas navidades por ejemplo. Solo el programa de la ultraderecha, presuntamente debatido en las tripas de los que tragan los anzuelos lanzados con profusión.

Sin empacho alguno, la derecha española más aterradora desde la dictadura es llamada en los periódicos centro-derecha. Y sus delirantes propuestas acaparan un desmesurado porcentaje de la atención mediática en los informativos generalistas. Dados a conocer y lavados, el camino está hecho. De esta forma, se llegan a ver imágenes como la de Salvini en Italia adorado por la multitud que pasa de largo ante el agravio a un vendedor ambulante.  Pocas imágenes más reveladoras de lo que está ocurriendo. 

   Bannon, Salvini, Orban, Le Pen, Abascal y Casado si se tercia  y el resto de la ultraderecha europea se están organizando, es cierto. El tenebroso Bolsonaro abre las puertas de Brasil a las bases norteamericanas y a unos niveles de regresión increíbles.  El primer objetivo de todos ellos, de todo el movimiento,  es acabar con los derechos –ni siquiera plenos- logrados por las mujeres.

Para distanciarse del apelativo “fascistas”,  hablan de occidente judeo-cristiano, la doctrina que ha castrado a millones de seres, imbuyendo complejos de culpa. De tasa o peaje de dolor por la felicidad terrena. No guardan relación alguna racionalmente, pero son útiles porque atan, paralizan.

Bannon trabajó primero con Donald Trump. El avanzado de la corriente. Trump no es una casualidad. Es el prototipo. El propio Bannon tampoco aparece porque sí. ¿De dónde sale tanto dinero preguntan los italianos de  Collepardo que se temen ver llegar a la flor y nata del fascismo mundial?

Es cierto que ya nos pueden manipular hasta el cerebro –dentro de unos cauces-. Aunque más que los bots rusos -situados en la cima del ranking de los peligros-, está todo el entramado que explicaba en un artículo magistral hace más de un año, aquí, Marta Peirano.  El nuevo mercado del marketing digital ha contaminado el debate político en todo el mundo. Mercenario, Capitalismo 3.0. Nada más, y nada menos, decíamos. Dinero que piensa en dinero.

Y aun así, el mundo se mueve. Y mucho. Al menos  3,5 millones de mujeres indiasse unieron el día 2 en una cadena humana que cubría 620 kms. para pedir igualdad en un fenómeno nunca conocido antes allí. Y no lo verán en los medios y programas de masas.

La Hungría de Orban hace aguas por pura lógica. No se puede criminalizar a los emigrantes y sacar el trabajo que realizaban.  La llamada allí “Ley de esclavos” para los húngaros está levantando ampollas. Por ella, las empresas pueden demandar a sus empleados hasta  400 horas extra al año a pagar en diferido en hasta 3 años.  Miles de húngaros salen a  protestar ¿Lo han visto en alguna tertulia? ¿En las portadas de la  prensa? Será interesante ver qué ocurre en Andalucía con el gobierno de derecha -caso de que llegue a formarse con el apoyo y las exigencias de VOX-. Porque serían clavado ideológicamente al húngaro.

EE.UU. elige a número récord de mujeres para Congreso, con un 22 % de escaños
EE.UU. elige a número récord de mujeres para Congreso, con un 22 % de escaños EFE

Pero quizás es en Estados Unidos donde los movimientos están siendo todavía más notables. Trump ha perdido el control del Congreso, en las elecciones de medio mandato. Las marchas de cientos de miles de mujeres que renegaron de su presidencia desde el primer día, las protestas que cristalizarían en las denuncias de agresiones sexuales de la violencia machista han desembocado en un récord de mujeres congresistas: 102 de 435, cuando antes eran casi testimoniales. Nancy Pelosi, la sólida demócrata que fue la primera mujer en presidir la cámara de Representantes en 2007 vuelve al puesto. No lo tendrán fácil los republicanos.  Son datos que aporta Angels Martínez Castells citando a personas, mujeres, que remiten a otra agenda. La hay.  “Como escribía la periodista Jill Abramson a The Guardian, «Washington ha dejado de ser de Trump». Y lo demostraba Deb Haaland de Nuevo México abrazo a Sharice Davids de Kansas, de la nación Ho-Chunk. Ellas dos son las primeras mujeres indígenas americanas que tienen escaño”, en esa larga e insólita lista de congresistas, llena de diversidad, de realidad. EEUU ya cambia.

Porque existe otra agenda informativa, otras prioridades, otras realidades a destacar antes de lo que nos presentan como una condena irremisible a la ultraderecha.  No podemos abrir espacios de conocimiento en los cerebros cerrados e impermeables pero tampoco ser condescendientes con el daño que infieren al conjunto de la sociedad. Y sí podemos desconectar de los mensajes capciosos que pasan por ser noticias y circunscribirse a la información.  Completa, sin lagunas y apartados. Si la actitud fuera masiva, algunas cosas cambiarían.

Por salud democrática, por salud mental, hay que desconectar de la basura.

2018, no digan que no avisó

2018 ha sido un año de confirmar pesadillas y alumbrar certezas más esperanzadoras. Un año decisivo que nos sitúa en una encrucijada en la que todo puede ser y dejar de ser. Los hechos destacados nos sitúan ante un cambio de gobierno en España, fuertes convulsiones políticas o la entrada de la ultraderecha en el Parlamento andaluz. Pero otra historia debajo nos recorre sembrando el camino de frutos y de malas hierbas, dispuestos a coexistir o destruirse. Un 2018 determinante que nos lleva a un 2019 todavía más trascendente.

Sobrevuelan en este final de año los Santos Inocentes más que ningún otro. Los de Miguel Delibes y Mario Camus. Los del señorito Iván y la milana bonita. Andalucía ha dado entrada en sus instituciones a la ultraderecha, a un Vox que manda y ya nada volverá a ser igual. Culpables sin inocencia, víctimas sin culpa.  Se avisó. Se avisó tanto. Las democracias otorgadas pueden desvanecerse de la noche a la mañana, recordábamos este 15 de mayo. Múltiples y muy claros síntomas apuntan a un camino que conduce al fascismo. La versión siglo XXI. Y a una creciente campaña para su normalización, decíamos.

El periodismo. El periodismo son antecedentes. Y gritan cada día mostrando los trazos que se van tejiendo. Uno descubre, otro lava.

Pedro Sánchez, redivivo secretario general del PSOE, se decide a presentar una moción de censura contra Rajoy. Y se convierte en presidente del gobierno en Junio. Expulsar al PP de la Moncloa era una exigencia ética. Es una organización que ha parasitado el país con ayuda de una red de apoyos mediáticos, jurídicos y empresariales apenas invisible. Y ha infectado a la sociedad que lo contempla sin gran inquietud. Todos saben lo que han hecho. Pero enseguida dejan de saberlo porque la tupida maquinaria disuelve la memoria.

Cristina Cifuentes dimitió como presidenta la Comunidad de Madrid
Cristina Cifuentes dimitió como presidenta la Comunidad de Madrid

El periodismo. El periodismo ha desenmascarado antes a Cristina Cifuentes y su máster imposible.  Se ve obligada a dimitir como presidenta de la Comunidad de Madrid en una de esas patéticas agonías que protagonizan algunos políticos empecinados en no ver ni su realidad. Siguiendo el protocolo PP, el protocolo España, la llenan de aplausos en Sevilla. Cospedal dice: «hay que defender lo nuestro y a los nuestros». Por serlo. Ella también caerá. Como su encarnizada rival, Soraya Sáenz de Santamaría, cuyo poder omnímodo y férreo se deshace como un terrón de azúcar con la salida de Rajoy. Las cloacas del Estado meten mano. Villarejo, los sicarios mediáticos. Y el periodismo que descubrió el pastel del Máster se ve enjuiciado por revelación de secretos a los periodistas Raquel Ejerique e Ignacio Escolar de eldiario.es. El mundo al revés.

La justicia.  Los tiras y aflojas, los tiros y yerros con el procés. El poder judicial político. El Tribunal Supremo que se enmienda a sí mismo en favor de los bancos en otra decisión históricamente bochornosa. Exime al comprador del impuesto de las hipotecas, se lo asigna al banco, y se desdice. El Supremo cotiza en Bolsa. La Justicia. España. A cuentagotas nos da un respiro. Ana Botella y siete cargos de su Gobierno, condenados a pagar 25 millones por vender pisos públicos con rebajas a fondos buitre. Por la tenacidad de sus denunciantes sin duda. La gente lo hizo.

El PP elige a Pablo Casado como su presidente. También tiene un historial académico de epatar. Su máster termina aderezado de un «posgrado en Harvard» que resulta ser un curso de cuatro días en Aravaca, Madrid, y con otro de la misma universidad y uno más de Georgetown. Tres en un solo verano, 2008. El caso Cifuentes, descubierto por eldiario.es, ha sido mucho más que una investigación periodística concreta, ha destapado un entramado de privilegios y trampas en titulaciones universitarias. Para marcar élite, casta. Y sin esfuerzo. Casado dice que no pasará nada. Él sabe. No pasa. Con él. Y ahí lo tenemos. Soltando por su boca y la de su equipo barbaridades del quince como huesos de aceituna. Y sus seguidores olvidan corrupciones y mentiras. No me digan que ellos mismos no avisaron. Décadas. Solo en la Comunitat valenciana, los años de  vino y rosas, de despilfarro y corrupción han acumulado una deuda de 46.000 millones de euros. Es impagable, el esfuerzo presupuestario solo puede llegar a abonar intereses.  Deberían estar bajo una mesa abochornados, pero sigue presumiendo.

En paralelo, tenemos a un político, con aspiraciones a presidir el gobierno, amado por medios y encuestas como nadie fue amado jamás. Solo ve españoles allá por donde camina. Muy precisos: ni rojos, ni azules; ni viejos, ni jóvenes; ni trabajadores, ni rentistas. Albert Rivera ha reeditado el discurso del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera. Lo lanzó en un acto que tuvo su momento culminante con Marta Sánchez y su versión del himno de España. No me digan que no avisaron.

PP y Ciudadanos forman gobierno en Andalucía, apoyados por Vox, sin pinza democrática en la nariz. Prensa, radio y televisión lavan y lavan. Ya les llaman centro derecha.

Miembros del gobierno de Pedro Sánchez, PSOE. EFE, Chema Moya
Miembros del gobierno de Pedro Sánchez, PSOE. EFE, Chema Moya

Gobierno de Sánchez. Espectacular entrada con un equipo de ministras en minoría y gentes sobradamente preparadas. Por algunas zonas van haciendo aguas con ayuda de la presión, discriminada, de la prensa conservadora. Pero lo cierto es que sigue vigente la ley Mordaza, el dictador Franco en su Mausoleo, la reforma laboral del PP, el rechazo a la Ley de Justicia Universal. Lo más contundente y efectivo, la subida del salario mínimo a 900 euros, o mejor dicho el cambio de tendencia para recuperar poder adquisitivo. No es suficiente pero supone un avance, absolutamente necesario. Lo propuso Unidos Podemos, una formación que pierde algo de gas, dicen medios, encuestas. Con la colaboración de la misma prensa, sin duda, y por sí misma. En momentos críticos como estos, se precisa algo más que medidas de gobierno parciales. Destacable la labor mediadora de Pablo Iglesias. Y el electorado que no abandona.

Se diría que los dirigentes, también del centro-izquierda, van entendiendo las reglas del juego. Quién mueve los hilos y para qué. Difícil remontar. Algunos lo hacen. Francia se echa en la calla en amarillo, como la Catalunya insumisa que, con independencia o no, prefiere no bajar la cabeza. Los a por ellos y los resentidos rabian. Mientras es más visible su poder, el que siempre han tenido.

Inmigrantes sudamericanos inspeccionados en EEUU
Inmigrantes sudamericanos inspeccionados en EEUU

Volvimos a ver en 2018 niños desolados entre uniformes que les arrancan de las manos de sus padres. En la América grande de Donald Trump no caben. La violación de las leyes internacionales que ya ni respetan la prioridad de las vidas en peligro en los mares de la escapada migratoria. La UE que mira para otro lado, los ciudadanos que miran para otro lado.

En los trazas de la realidad, la foto del rey emérito Juan Carlos I con el príncipe heredero saudí -vinculado al descuartizamiento del periodista crítico Jamal Khashoggi-  que se disuelve como tantas otras cosas de la institución. Los fastos para recibir a Xi Jinping, el presidente del país del dinero y el destrozo de los derechos humanos. El declive de la UE, comandado formalmente por un presidente beodo como metáfora de sí misma y por los intereses nacionales de sus miembros. La mujer de 65 años que se suicidó en Madrid cuando iba a ser desahuciada de su casa. De todos los que fueron echados de sus casas, y de cuantos resistieron.

El dolor convertido en espectáculo, una vez más. El niño Gabriel. La indescriptible desolación de los padres. Las cámaras, las conexiones, la catedral de Almería con pantallas gigantes en la explanada.  La maestra que corría hacía un reluciente infinito y cuya vida plena fue segada por un sátiro. Las decenas de asesinadas y maltratadas que se olvidan. A las que combate el machismo feroz manipulando a favor del fascismo.

Manifestación en Pamplona por la sentencia a La Manada. EFE/Villar López
Manifestación en Pamplona por la sentencia a La Manada. EFE/Villar López

Las mujeres. Fue un mazazo, no por esperado, menos traumático e indignante.  La Audiencia de Navarra dictó sentencia contra “la manada” exonerando a sus miembros del delito de violación.  Los detalles enervan.  Y se agravan con la interpretación de los magistrados. No se resistió. Se juzgaba a la víctima,  al parecer, a la mujer vejada, a la mujer. La sentencia dio la vuelta al mundo para nuestro escarnio, para una nueva evidencia de lo que es España hoy. The Washington Post, The Guardian o The New York Times destacaron que dos miembros de ‘la manada’ pertenecen a «cuerpos militares». En España esto cuenta.   Mucho. De igual modo que se pena con cárcel un rap, y se dan por sobreseídas  las denuncias presentadas contra agresiones de la extrema derecha. El cerco en Zaragoza a 400 dirigentes de izquierda sin ir más lejos. No me digan que no avisaron.

El 8 de Marzo las mujeres salimos a la calle y hasta los oportunistas se tiñeron de violeta. Tampoco se habían enterado, pero la realidad se plantó en sus narices. Las mujeres españolas han parado el mundo, decía la prensa internacional. No lo activamos, lo revivimos. Y allí nos hemos quedado, organizadas, con distintos cometidos en turnos. Las periodistas tuvimos una atalaya privilegiada. Vimos crecer desde una reunión de apenas 50 mujeres de nuestra profesión a más de 7.000 firmantes de un manifiesto y a un grupo de Telegram que resultó ser una portentosa lección de realidad. Y comprobamos que lo mismo sucedía en multitud de sectores profesionales y casi en cada esquina y cada casa de España.  Culmen del hartazgo. Un potentísimo mensaje  de rabia mezclado con la alegría de la reafirmación. El futuro ya lo estamos haciendo. Y es imparable. Avisamos, seguimos avisando.

“La prensa está al servicio de los gobernados, no de los gobernantes”, afirmaba en su auto el Supremo estadounidense al enjuiciar el falso Informe McNamara (1971) que nos contó en enero de 2018  The Post, los papeles del Pentágono, de  Steven Spielberg.  Periodistas de medio mundo  nos emocionamos. Y, como en la película, nos dijimos: Cómo nos gustaba esto.  Nos gusta, a pesar de todo. Y ver a miles de ciudadanos estadounidenses a las puertas del Tribunal Supremo luchar por su derecho a la información y por la libertad de expresión. Puestos a volver atrás, a desandar el camino, mejor sería regresar a la reivindicación de los derechos. En lugar de aprestarse a destruirlos como se está haciendo ahora.  Con mayor impunidad. Con crecidas complicidades.

Nos jugamos la democracia. Y la memoria y la dignidad. Las tenemos. Milanas bonitas en vuelo, libres, a preservar.

Pedro Duque, mente lógica y abierta

Es el nuevo ministro de Ciencia de Ciencia, Innovación y Universidades del gobierno de Pedro Sánchez. El astronauta e ingeniero aeronáutico español Pedro Duque, tendrá a su cargo lo que probablemente son tres de sus grandes pasiones. Lleva en las venas la lógica, el premio al esfuerzo y la igualdad de oportunidades. Por tanto combate la pseudociencia.  «Defender la homeopatía es más sangrante que negar que pisamos la Luna», ha declarado. Y cree que no todo es opinable. Algo que tanto cuesta entender.

Nació el 14 de Marzo de 1963 en Madrid, en el Barrio obrero de San Blas. Hijo de un controlador aéreo, pronto reveló su vocación y sus extraordinarias aptitudes para el estudio. Se licenció con matrícula de honor –y nota media de 10- en Ingeniería aeronáutica en la Politécnica de Madrid. Mientras estudiaba, trabajó como becario en diversos proyectos del Laboratorio de Mecánica del Vuelo. Contratado por una empresa privada, empezó a colaborar con la Agencia Espacial Europea en 1986, en Alemania. Se especializó en programas de órbitas de naves espaciales y participó en el control de vuelo de los satélites ERS-1 y EURECA.

Fue seleccionado como astronauta entre 6.600 aspirantes y se preparó en EEUU, en la NASA. Voló al espacio por primera vez en 1998 durante 9 días, en el Trasbordador espacial ‘Discovery’. Se trataba de investigar el Sol y la falta de gravedad. Cinco años después regresó al espacio a bordo de la nave rusa ‘Soyuz’, que le llevó a la Estación Espacial Internacional. El astronauta español desarrolló un extenso programa experimental -25 trabajos- en las áreas de biología, fisiología, física, observación de la tierra, educación y nuevas tecnologías.

Era el año 2004 y Pedro Duque apenas acababa de regresar a establecerse de nuevo en España. Mi pasión romántica por la ciencia me llevó a llamarle para un libro en el que pregunté a hombres muy diversos sobre la mujer. Fue una entrevista en la que nos costó entrar por la temática infrecuente para un científico, pero muy ilustrativa. Duque es una persona que responde con absoluta racionalidad y puede resultar demoledor por ello, y a la vez tiene un punto de ironía en la mirada y hasta una cierta piedad por las preguntas que no le encajan.

Como todo, su feminismo es resultado de la lógica, del equilibrio también como solía repetir. «Yo no entiendo cómo se puede decir que el 50% de la población es raro, desde el punto de vista estadístico es una contradicción muy grande. Es imposible», me dijo sobre los grandes tópicos de los hombres sobre las mujeres.

Le había visto rodeado de centenares de niños, celebrando el Día de la Ciencia en el Recinto Ferial Juan Carlos I de Madrid, atendiendo sus preguntas y primándolas sobre las de los periodistas. Feliz de ese contacto. Duque cree que todo empieza en el colegio, en la familia, de niños. Desde luego, la prevención del machismo.

– «Los únicos esfuerzos que van a valer de algo son los que se hagan en los colegios de primaria. Todos los demás, son solo parches y paliativos. Lo que hay que hacer es enseñar a los niños y a las niñas a convivir de otra manera y a no tener relaciones jerárquicas entre ellos. Hay que empezar desde pequeño. La labor del maestro es fundamental y de tías y abuelas, de tíos y  abuelos…»

A sus alumnos les contaba cosas tan interesantes y prácticas como que, si la tecnología espacial se extendiera a la aeronáutica, se podría volar de Londres a Nueva York en 35 minutos, saliendo de la atmósfera y volviendo a entrar. A mí me pareció fascinante.

No le asustan las mujeres inteligentes como a otros muchos hombres, lo que sin duda le va a venir muy bien en el Consejo de Ministros.  Al pedirle que me citara un nombre de mujer a la que admirase, Pedro Duque no recurrió, como se hacía hasta hace poco única e invariablemente, a Marie Curie. Recordó a una de las más injustamente olvidadas: Ada Augusta Byron, hija del escritor con el que apenas convivió, condesa de Lovelace, la precursora de la programación informática por intuición y deducción. A mediados del XIX.

– «Lo que sí es admirable es que personas, sean hombres o mujeres, a quienes no les han dado formación, se hayan impuesto a sí mismos disciplina, tirar para adelante y demostrar que podían llegar a grandes cosas»

En sus tuits recientes sigue en la misma tónica: «La educación pública y realmente gratuita es la base para el desarrollo. No perdamos a los genios, una de esas niñas podría ser muy grande».

La mujer, su mujer, el apoyo de alguien, el contrapunto. «Es completamente innatural estar todo el tiempo tratando de tomar las decisiones solo. Siempre tiene que haber alguien que tenga otro punto de vista. Es interesante contrastar todas las decisiones. Contar con quien tengas confianza absoluta».

Pedro Duque ha saludado su nombramiento como ministro con un tuit que le resume y que emociona.

Pedro Duque@astro_duque

Ojalá estuviera mi madre. Siempre @forges

La democracia puede desvanecerse de la noche a la mañana

Dejemos de llorar por el 15M. Dejemos de pensar en lo que puedo ser y no fue, porque lo que hoy amenaza nuestro presente aterra. Dejemos de llorar por la leche derramada dado que estamos en trance de verter lágrimas de dolor irreparable. Múltiples y muy claros síntomas apuntan a un camino que conduce al fascismo. Con algunos matices diferentes, la versión fascismo siglo XXI. Y a una creciente campaña para su normalización. Algunos de sus exponentes están ya en la agenda mediática. Y en los propios medios incluso.

La ultraderecha actual viene envuelta en modelos de diseño y una vaciedad de mensajes que se inscribe en lo pueril. Es lo que cuadra a la sociedad, a una parte de la sociedad, que se ha dejado formatear a esa misma imagen. El cuñadismo al poder que podría caer en la tentación de saltarse buena parte de los procesos imprescindibles en democracia. Abusar de los atajos, de las fakenews que al mismo tiempo dicen combatir en un redoble del cinismo. Temibles sus señalamientos y su irresponsabilidad. Trump es el prototipo, pero no está solo. El modelo se está expandiendo y brotan esquejes por medio mundo. En Europa. En España. Sin reparar en la extrema peligrosidad del fenómeno.

Nuestro país es proclive a esa tendencia. Un artículo de The New York Times se preguntaba hace unos días  por qué se están rompiendo tantas democracias y citaba en la primera frase a España: “Italia, Polonia, Hungría e incluso España: la democracia europea está en ruinas”. Luego venía un listado de los habituales.

Una de las razones fundamentales -explicaban los autores y  lo comparto completamente- está en el poso que dejan las dictaduras. “Más de dos tercios de los países que han pasado a la democracia desde la Segunda Guerra Mundial lo han hecho bajo las constituciones escritas por el régimen autoritario saliente”, dicen. En esas circunstancias han procurado  salvaguardar a las élites y darles una ventaja en política y en competencia económica. “Para lograr estos fines incluyen factores como el diseño del sistema electoral, los nombramientos legislativos, el federalismo, las inmunidades legales, el papel de los militares en la política y el diseño del tribunal constitucional”.

En este contexto y con una severa recesión económica puede ocurrir que “el descontento ciudadano cristalice en furia e incite a los votantes a expulsar en masa a los partidos políticos tradicionales”. Y “conducir finalmente a la desaparición democrática” cuando los actores principales de la política apelan a la demagogia.

En España, clavan el diagnóstico. Nosotros tenemos viejos y nuevos entusiastas adictos a la demagogia. Además.

El sustrato antidemocrático, impregnado de corrupción, nos lleva a asistir a hechos espeluznantes que no hubieran sido admitidos hace bien poco. No en el famoso 11M del 11.  Ahí tenemos vigente y renacido un Ducado de Franco que se están comiendo todas las élites y que, como decía nuestro compañero Carlos Hernández, no será tan difícil de suprimir cuando Felipe VI le quitó a su hermana y a su cuñado el Ducado de Palma.  Es un conjunto inmenso  donde el viejo franquismo y la eterna ultraderecha sientan sus reales sin el menor pudor. Un sector de la justicia se muestra tuerta al enjuiciar sus atropellos.

Es un país en donde está a punto de entrar en la cárcel una persona por cantar. Se juzga a una revista por un chiste. A la mínima –y a causa de las reformas que votaron y no retiran PP, PSOE y Ciudadanos- cualquier cosa puede ser considerada terrorismo. Es un país en el que el bocazas mayor del reino propone desde los micrófonos bombardear Barcelona, atentar en Alemania, o descargar una  escopeta sobre políticos que le cae mal, en total impunidad.

Es un país en el que los líderes de Ciudadanos, Rivera y Arrimadas en cabeza, presionan para saltarse la voluntad de la mayoría de los catalanes y los propios mandatos constitucionales y no solo seguir sino intensificar la soga del artículo 155 en Catalunya. Pedro Sánchez, reunido con Rajoy, se apunta al tutelaje. Se ha mostrado dispuesto a activar el 155 con contundencia, si el Govern toma el camino de Torra y  a mantener el control de las cuentas públicas de la Generalitat . Desde el PSOE,  Pepe Blanco propone que Rajoy nombre presidenta a Arrimadas (el gran plan del sistema) porque es «lo normal». ¿En serio no chirría todo esto a los demócratas?

Denunciarlo no es apoyar las ideas y los excesos del nuevo presidente catalán, Quim Torra. O cualquier disyuntiva excluyente entre blanco o negro. Salvo la que preserva  valores fundamentales como la verdad, la justicia, la democracia. Precisamente los que no admiten medias tintas. El problema es que la torpeza malintencionada actual no entiende o no quiere entender que el maniqueísmo se supera al término de la infancia. Esta puede ser la gran falla de base que nos está conduciendo a un futuro realmente temible.

Hablamos ya un día de El cuento de la criada ( The Handmaid’s Tale), publicado por la escritora canadiense Margaret Atwood en 1985, y renacido en 2017 al convertirse en serie de televisión. En una nueva introducción, la autora apunta ideas clave: “Como nací en 1939 y mi conciencia se formó durante la Segunda Guerra mundial, sabía que el orden establecido puede desvanecerse de la noche a la mañana”. Asegura que no sirve decir “esto aquí no puede pasar”. Porque, “en determinadas circunstancias puede pasar cualquier cosa en cualquier lugar”.

Cita Atwood los temores que suscitó Trump desde que puso el pie en la Casa Blanca. Con él se instaló “la percepción de que las libertades civiles básicas están en peligro junto con muchos de los derechos conquistados por las mujeres”. Porque “las mujeres y sus descendientes han sido la piedra de toque de todo régimen represivo de este planeta” a lo largo de la historia. No ocurre solo en EEUU ni mucho menos. Repasen la lista de las democracias en ruinas.

Añade la autora de El Cuento de la Criada que “muchos regímenes totalitarios han recurrido a la ropa -tanto prohibiendo unas prendas, como obligando a usar otras- para identificar y controlar a las personas. Así resulta mucho más fácil señalar a los herejes”.  No pienses en amarillo, se podría añadir. Usa rojigualda en bandas anchas o estrechas.

Ve Margaret Atwood  al alza –también-  “la proyección del odio contra muchos grupos”.  Muchos. Los extremistas solo ven odio en el odio ajeno. Y no olvida hablar de la complicidad con la tiranía de algunos entre las propias víctimas. Los que aceptan la merma de sus derechos a cambio de una cierta protección.

La democracia, toda tu vida, se puede ir al traste en un momento, en cualquier momento. Te pueden matar a sangre fría en una protesta cuando se abre una cadena de resultados previsibles. Eligen a Trump, un necio, ególatra y malintencionado. Por sus intereses personales cambia su embajada a Jerusalén en el polvorín israelí.  El Ejército mata  a 49 palestinos. Hiere a más de 2.400. Así, precisamente, triunfaba la involución en El Cuento de la Criada.

El principal valor de escribirlo ayuda a que no se cumpla, dice  Margaret Atwood, quizás para alentar la esperanza. A buscar resortes para salir de ese canal de bordes elevados que nos impide ver el conjunto y el rumbo, desde luego.

En 2011, una gran parte de la sociedad española entendió, tras la indignación de las plazas del 15M, que no debía votar otra vez al gobierno del PSOE. No atendió tanto a la segunda parte del enunciado: tampoco al PP.  Y así le dio mayoría absoluta. Manos libres para cuanto quiso y quiere hacer.

Ahora mucha gente va comprendiendo que el diluvio de destrozos, insultos y desfachatez del PP hacen insostenible su gobierno. Y se disponen a solucionarlo –dicen las encuestas y los medios, dicen, dicen que no sé yo- entregando el poder a Albert Rivera y sus Ciudadanos. Cada vez que España tiene un problema serio, se va más a la derecha.  Y a una sociedad más banal, más perdida.

El Parque Juan Carlos I y las garrapatas del «yo primero»

 

Movil primavera 2018 498Redescubrí el domingo el Parque Juan Carlos I de Madrid que, con el tiempo, se ha convertido en un lugar precioso y muy bien ortganizado. Con campiñas para perder la mirada y tumbarse en la yerba.

Movil primavera 2018 518

Juegos para niños y mayores. Jardines específicos. Zonas de comer trayendo los alimentos de casa.

Monumentos como estos dedos que escapan de la tierra.

Movil primavera 2018 488

Un canal. Con suerte puedes ver a gente en bicicleta, pasando por la orilla del agua donde otros reman. El domingo había mucha gente, pero todavía podían encontrarse muchas zonas donde sobresalía el canto de los pájaros.

Movil primavera 2018 527

En el exterior, un cómodo aparcamiento. Hoy, martes, estaba completamente lleno. Con colmo. Con coche cruzados en la última rendija.  Trabajadores de la zona me han confirmado que allí aparca todo el mundo durante horas. De oficinas y de donde les viene en gana. De forma que no hay lugar para quienes van al parque y utilizan su vehículo.

Movil primavera 2018 530

El colmo ha sido ver a una pareja que ha aparcado en los espacios reservados para discapacitados. Y se han ido andando con todo garbo a la feria de Gourmet Arquitech que se desarrolla en el Recinto Ferial cercano. Sospecho que su discapacidad esencial  es en la ética.

Ser ciudadano, vivir en comunidad implica no aprovecharse de los demás. Ese aparcamiento es  para el parque. La Feria tiene uno enorme, de pago, eso sí. No es de recibo tampoco ocupar durante horas ese espacio a diario por trabajar allí cerca o donde alcance el bus, no es el cometido de ese aparcamiento.

Movil primavera 2018 528

El cambio del domingo al martes en este parque me ha parecido un símbolo de ese Madrid que cuenta entre sus vecinos con una parte de seres notablemente incívicos que solo piensan en ellos mismos. Y cuyas actitudes se demuestran en múltiples facetas

En el parque seguían cantando los pájaros y se disfrutaba de una tranquilidad paradisíaca. Pero hay gente que no sabe vivir sin subirse sobre los demás y complican la vida a otros.

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Adoctrinamiento: Nuevas técnicas para viejos fines

La manipulación para adoctrinar ha entrado de lleno en nuestras vidas. Operaba ya desde hace tiempo, pero ahora se ha hecho oficial. El escándalo de Cambridge Analytica, la empresa británica que ha utilizado los datos de 50 millones de usuarios de Facebook para influir en sus conductas políticas, nos lleva a otra dimensión. La campaña de Trump en EEUU y el Brexit inglés habrían estado seriamente afectados por esta injerencia. No eran bots rusos: en la génesis estaba la extrema derecha pura y dura. Detrás de Cambridge Analytica se encuentran -entre otros- Breitbart News y Stephen Bannon, que fuera asesor esencial de Trump.

El mecanismo es simple: bastan una docena de likes para definirte y ser usado. Aquí lo explican de forma muy didáctica. Luego, empresas como Cambridge Analytics recogen y venden los registros. El modus operandi, sucio y sensacionalista, lo muestra Íñigo Sáenz de Ugarte a través de un reportaje de Channel 4, cuarto canal de la TV británica. La empresa acredita su experiencia en muchos más países que EEUU y GB que no eran ninguna minucia. Se trata de cambiar la mente de las personas, no tanto por la persuasión como por el dominio de la información, dicen los propios autores.

España es capaz de ir con mantilla a las procesiones de Semana Santa y utilizar los más avanzados instrumentos tecnológicos para  los más viejos fines. Y aquí entra la ministra Cospedal. En los ratos libres que le deja la compra masiva de armamento –para el que sí hay dinero-, está poniendo en práctica el diseño de país que promueve el propio Rajoy al frente de todo el PP.  El dominio de la información es básico en esta estrategia, pero ni siquiera esconden la voluntad de influir en la opinión pública en aspectos con claro trasfondo ideológico.

Eldiario.es adelanta la exclusiva -que no encuentra el eco que el asunto requiere-. Defensa destina 600.000 euros a subvencionar a quienes adoctrinen sobre las Fuerzas Armadas. El Plan Estratégico de Subvenciones 2018-2020 del Ministerio premiará a personas y organizaciones que se dediquen a ejercer esa influencia. Con métodos de este calibre que conviene destacar:

Se destinarán 200.000 euros por ejercicio a campañas que aumenten la sensación de riesgo de la población y muestren cómo ayuda el Ejército a mitigarlo. Se trata de una estrategia a gran escala: la ministra ha firmado convenios con colegios y medios de comunicación con el mismo objetivo, dicen Carlos del Castillo y Laura Galaup.

En el mismo sentido, el PP ha hecho público ya el temario que adelantó este diario para ilustrar a escolares de entre 6 y 12 años del concepto que el Partido Popular tiene de España. La inmigración como riesgo, el rey y su boda, el deber de defender a España y asistir al desfile de las Fuerzas Armadas, banderas, himnos, o el pasodoble de la posguerra “Banderita” para momentos de asueto.  Hasta presenta como riesgo “las armas de destrucción masiva” que inspiraron a Aznar para la invasión de Irak, siendo el único dirigente que no ha pedido disculpas.  El contenido completo de la asignatura, aquí. 

A la vez, nos refieren que “ El Congreso acelera el estudio de las noticias falsas”, como están haciendo ya numerosos países. Se ponen a ello, diputados y editores de, entre otros, esos medios tan fiables que a diario nos ilustran con su opinión indiferenciada de la información. Incluso con la manipulación directa, uno de cuyos últimos hitos han sido los sucesos de Lavapiés. Por cierto, a la mayoría se les ha extraviado el inmigrante al que golpeó la policía en la nuca, llevaron de cualquier manera a un portal y que Juan Luis Sánchez  encontró malherido en un hospital.

Esta comisión se va a ocupar, nos dicen, de atajar la desinformación, las Fake News. O controlar lo que entiendan por ellas -podría ser-,  que nunca verán como la viga en ojo propio. Y, según la noticia, de “al mismo tiempo, hacer una lectura geoestratégica y militar de la cuestión”. Su objeto de trabajo: “Las noticias falsas o tergiversadoras con intención de intoxicar masivamente, o Fake News”. Es decir, lo que ha hecho Cambridge Analytica en la campaña de Trump y el Brexit. O el ideario que el gobierno del PP quiere introducir para modelar la opinión pública a su imagen. De una forma organizada. A la vista de los hechos, es práctica habitual en sus portavoces y en los medios afines que son mayoría. Esto es un cambio cualitativo.

Cada paso nuestro en Internet deja huella. Mi búsqueda del reportaje de Telva donde Inés Arrimadas hacia su puesta de largo con las estancias regias del Parlament como decorado, me llenó el ordenador de ofertas de vestidos largos de ocasión. Todos conocemos esa experiencia. Nuestros datos son recogidos y usados para fines muy precisos. La maniobra de apoyo que se está desplegando va destinada a silenciar “la competencia” que fluye aún por la libertad de las redes.

No pudo soñar el adoctrinamiento mejores herramientas. Esta macabra estrategia parece haber modelado ya a una parte sustancial de la sociedad para que llegue a no reparar en los peligros que la acechan. Enfoca lo que quiere difundir, desplaza lo que quiere ocultar. Asuntos  más llamativos y de menor transcendencia distraen de lo principal.  De alguna manera, muchos ya han entregado su mente, como infectados por un troyano informático al que pudieron y aún pueden eliminar.

El tiempo de los idiotas

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Mariano Rajoy en Avión, Orense, durante una campaña electoral

José Carlos Lorenzana es minero, uno de los que anduvo hasta Madrid en aquella histórica marcha de 2012. Llegó a ser alcalde de su pueblo, Pola de Gordón (León). Luego vendrían las decepciones y la dimisión. Íntegro, coherente, enorme luchador, formuló una inquietante pregunta tras leer que la Fiscalía pide no juzgar al PP por el borrado de los ordenadores de Bárcenas: “¿Quién de vosotros estaría dispuesto a sacrificar su carrera profesional, y probablemente su vida familiar,por combatir algo, la corrupción, que dos tercios de los españoles justifican y ven bien?”

La cuestión nos martillea de continuo a muchos, la oímos a menudo, la vemos en los comentarios a los artículos . Les votarán igual, la mayoría ni se molesta en leer reflexiones que quedan para un sector de concienciados de antemano.  El dopaje que proporciona la corrupción altera los resultados electorales y, dentro de ella, la formidable máquina de apoyo a la propia corrupción del sistema. Pero es cierto que tenemos un problema. Los motivos de preocupación son fundados. Está adquiriendo caracteres de plaga, al punto que se busca cómo tratarla. Nos enfrentamos a la creciente influencia de los idiotas.

El concepto de “idiota” nació como una definición. En la Antigua Grecia. Describía a una persona egoísta y que se desentendía de los asuntos públicos. De ahí vinieron los añadidos peyorativos, la torpeza y cortedad de entendimiento, porque quien descuida su papel en lo común ha de saber que alguien lo hace por él. Muchas veces en contra de sus propios intereses y no existe ineptitud mayor.  Las evidencias del masivo ascenso de los nuevos idiotas son abrumadoras. Todo el sistema aboca a este modelo. De hecho algunos ya han llegado a los gobiernos y desde luego al staff directivo de periódicos. Multiplicando por esporas cada día el crecimiento del fenómeno.

Ya se hacen estudios y se esbozan manuales para tratar con los idiotas, aunque no los llaman exactamente así.  Nos están hablando de personas que se mueven por emociones y rechazan los argumentos, pétreas ante razonamientos, aunque les muestren su error. Seres irracionales, por tanto. Hace unos días el periodista científico de El País Javier Salas publicó un exhaustivo trabajo sobre el tema que titulaba: ¿Por qué no cambiamos de opinión aunque nos demuestren que estamos equivocados?Los datos contrastados convencen menos que los mensajes emocionales. Diversos estudios revelan las limitaciones de la razón, añadía. En algunos individuos más que en otros, eso es notorio, pero en número creciente.

Están y proliferan ya en múltiples campos.  Un informe europeo saca los colores a la sanidad en España por sus listas de espera y su excesiva dependencia de la privada. Noticia de hoy, y de todos los días desde que el PP y sus correligionarios convirtieron nuestra salud en un botín o al menos en objeto de lucro. Ha ocurrido ante nuestros ojos: nos han ido vendiendo parte de la sanidad. Con la connivencia de millones de votantes incapaces de relacionar hechos con consecuencias. Ya se advierte que hay pacientes de primera y de segunda para enfermedades caras. Si le cae un cáncer a un precario lo machaca doblemente. Y tiene culpables.

Los idiotas directos se ven desde lejos. Los antivacunas –que cita Salas- son capaces de poner en riesgo la vida de sus hijos, de perderlos en esa apuesta.  Y de ponernos en peligro a todos. Tras la homeopatía, avanza ahora la curación mental del cáncer que divulgan algunos pregoneros de la irracionalidad.  Y lo asombroso es que encuentran sitio en auditorios públicos, en Universidades, para impartir su palabrería. Acabamos de asistir a la sentencia judicial que exculpa a un curanderode la muerte de un chico con cáncer que, por su consejo, abandonó la quimioterapia. Al final, fue consciente de la brutal equivocación. Su padre se está empeñando en alertar del peligro a otros.

Con idéntica actitud, millones de personas ponen en riesgo su estabilidad, su futuro, sus vidas también, por sus decisiones personales. Los expertos consultados por Salas, los que lo analizan en otras publicaciones, coinciden en que un gran número de personas están dispuestas a creer lo que quieren creer y guiados tan solo por sus emociones. Lo que en sociología se llama «percepción selectiva». Unas orejeras que borran lo que no les interesa.  Nada les hace cambiar de opinión, a no ser la persuasión –con múltiples cautelas para que no se replieguen recelosos- de alguien que se haya ganado su confianza. Emocionalmente. Estamos en estas manos.

Este viernes, en la tertulia de Hoy por Hoy en la Cadena SER el periodista Antón Losada se esforzaba con paciencia infinita en hacer comprender a una tertuliana -que se presenta como periodista- que existían otras vías para la recuperación que la precarización de los trabajadores. ¿ Y dónde está escrito? ha respondido en un reto tras varios cortes similares. Fuera de ideologías es inadmisible la presencia de una indocumentada para hablar en serio, decenas de libros le ampliarían el campo del conocimiento, pero se mostraba tan impermeable como el prototipo del que hablamos. Las tertulias indiscriminadas han hecho un daño inmenso. No está en el mismo plano la realidad y la mentira, ni los argumentos fundados y las creencias.

Salvo excepciones, una sensible diferencia separa a los idiotas de sus líderes, guías o gurús. Sea un político, un tertuliano, o un vecino. Ellos dan discursos precisos para objetivos precisos, nada emocionales, aunque lo parezca. Tienen mucho más claros sus intereses que aquellos a los que manejan. La comunicación masiva ha reforzado y aglutinado a los idiotas. A los dispuestos a creer ciegamente, por ejemplo, que la culpa de sus males es de los inmigrantes y cuanto les quieran inocular. Numerosos estudios reflejan que este tipo de personas son un campo abonado para los bulos. Y crecen, tanto los bulos como quienes los tragan.

Trump acaba de hacer un discurso del Estado de la Unión con “medias” verdades que es la perfecta definición de las mentiras completas. Él y su equipo hablan de “hechos alternativos” cuando dan datos falsos, Y así mientras Trump lanza una reforma fiscal que favorece a los más ricos, arenga a sus seguidores con la América que sueñan, porque así la quieren y la ven sin importar que sea cierta.

Italia se prepara este domingo a sacar las urnas en unas elecciones complicadas. Los partidos tradicionales se han ido a pique en las encuestas, también en Italia; es la tónica, fruto de sus errores. Matteo Renzi, el deseado centrista italiano, está en las últimas. Encabeza los sondeos el Movimiento 5 Estrellas de Bepo Grillo, ya sin Bepo Grillo. Pero -lo contaba Sagrario Ruiz de Apodaca, la corresponsal de RNE – los jóvenes se desentienden de la política y creen, no sin razón, que los políticos no resolverán sus problemas. Sus problemas. Lo común, lo público no les interesa.

En España es el tiempo de los cuñados, de los que todo lo saben sin saber nada, que es otra de las acepciones del idiota de todos los tiempos. Esponjas y ecos de miles de tópicos. Los que tienen miedo al frío y al calor, según toque, y otorgan su confianza a quienes les mienten y saquean como es fácilmente comprobable.  El personaje de buen simplón tranquilo que interpreta a Rajoy le funciona de maravilla entre sus adeptos. Como la campechanía de Aguirre en su día. Los políticos de la derecha en particular conocen la eficacia de un casting adecuado: el bocazas busca broncas, la listilla, la divina de la muerte, el eficiente y cumplidor ejecutivo. Con obtener más votos que el siguiente ya sirve. Y el marketing lo sabe: es el tiempo de potenciar a los idiotas, de quiénes eligen serlo, obcecación inamovible, insolidaridad manifiesta.  Incapaces de reconocer a su verdugo nublados por la devoción que le profesan.

La fidelidad al PP está en  el nivel que explicó Donald Trump para los suyos: “Podría pararme en la Quinta Avenida y disparar a alguien y no perdería ningún votante”.  Se han parado ya, disparan a las pensiones, al empleo, a la decencia en grado sumo. El PSOE, pese a su caída, mantiene también adhesiones inquebrantables y acríticas. Y entretanto, según dicen, Albert Rivera asciende diciendo “ Sr.golpista y prófugo…” e Inés Arrimadas acude a una entrevista sin saber cuáles son las reivindicaciones feministas del 8 de Marzo, vive sin saberlas. Dice que le parece que no las comparte porque van contra el capitalismo, pero que lo tiene que ver aún. Luego lo confirma: el feminismo hace daño al capitalismo. Miles de electores se identifican con ellos. Con Podemos el sentimiento de rechazo inducido ha funcionado.

Donde realmente triunfa la pasión como guía es en el desafío secesionista. Algunos dejarían su vida en el empeño sí sirviera para aplastar al orgulloso catalán. De hecho lo están haciendo, al permitir en nombre de su odio que les roben tantas cosas. Que nos roben a todos tantas cosas. He escuchado personalmente que se culpa “a los catalanes” hasta de las carencias sanitarias de la otra punta del mapa.

Telediario 1 TVE
Telediario 1 TVE

 La campaña intensiva y permanente de los medios ayuda. El telediario de TVE ha abierto este viernes con el supuesto chalet de Puigdemont en Waterloo como segunda noticia, tras el temporal, resaltando cómo había ironizado «el gobierno» con el alojamiento del depuesto President. Ya hasta los chistes del PP son noticia estelar. Aunque lo haya  desmentido su entorno.  Numerosos medios le han dado similar tratamiento.

En el fondo es la reacción –visceral – a un enorme desconcierto. Llama la atención del visitante exterior la proliferación de banderas españolas en las fachadas, incluso en barrios obreros con múltiples víctimas golpeadas por lo que llaman la crisis. Se diría que buscan un paraguas, un amparo, un sentimiento de pertenencia. Emocional. Sin premisas lógicas. Quienes manejan el tinglado, quienes se aprovechan de él, mantienen la cabeza mucho más fría. Saben cómo estimular a quienes se mueven con la pasión aparcando su cerebro.

Un mundo exclusivamente lógico y matemático sería invivible. Las emociones abren caminos, ayudan a explorar horizontes, acortan el proceso a las soluciones, hacen vibrar, moverse, activan el motor de la acción, de la creación. Pero, por si solas, no servirían como base de funcionamiento para ningún país. Y menos éstas que han poseído a grandes sectores de la sociedad, tan pueriles e inmaduras. Odio, me gusta, fulmino, creo. Ay, el creo.

Si el remedio es la persuasión, el guía que encandile en este maremágnum de intereses, mal vamos. Cuesta asimilarlo, pero está pasando: hay una influencia decisiva de seres que obran postergando la racionalidad. ¿Adónde conduce esto? ¿Qué le decimos a Zana y a todos los demás? ¿Qué nos decimos a todos nosotros?

¿Y saben qué? Todavía hay millones de personas que lo siguen intentando.  ¿Será otra forma de ser idiota?

 

España ha entrado en una deriva tenebrosa

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Ultras a las puertas de la concentración en Zaragoza. Foto: Eduardo Santos (Podemos)

Creo que España vive una de las mayores crisis de su historia. Han confluido los lastres del momento mundial con los peores genuinamente patrios dibujando un retrato desolador. Algunos arrancan desde los confines del tiempo para llegar a esta instante preciso de explosión. La noticia, aún peor, es que no es el final, por este camino queda mucho dolor por sufrir, mucho deterioro por experimentar. Una crisis que tiene culpables, incluso entre las víctimas. Muchos deberían mirarse en el espejo a ver si se reconocen y reaccionan.

La involución que ha sobrevenido a este país con la excusa de la crisis catalana debería hacer sonar los tiembres de todas las alarmas. Tanto como el retrato deplorable de una parte de la sociedad, irracional y vengativa, que ha emergido. La factura va a ser impagable. Si son de los que prefieren el Viva España que no reconoce como himno ni la propia hija del cantante que la popularizó, pueden seguir tomando el soma. ¿Qué es el soma? Lean. “Un mundo feliz” de Aldous Huxley les será muy instructivo. Mejor aún -más corto y da menos trabajo-, las amargas reflexiones del ex simpatizante nazi Martin Niemöller, autor del famoso “Cuando vinieron a por mí”. Ya han venido, y vendrán a por más, a por los soplagaitas también.

Porque el problema español es la deficiente educación, no la erudita –que también- sino la que enseña a discernir y actuar en valores. Y la que no engulle, a diferencia de aquí, fallos estructurales como la corrupción. Si hay unos cuantos millones de personas, en la calle y en los partidos, a quienes les gusta retozar en el fango, sepan que eso no ayuda a ningún crecimiento. Y que son responsables del daño que infieren a otros conciudadanos con principios éticos más exigentes y del golpe desestabilizador que dan a la democracia.

 Un atentado al Estado de Derecho”, la “corrupción en estado puro»  del PP que aflora en la Gürtel. Así de claro lo acaba de decir en el Congreso Manuel Marocho, inspector jefe de la UDEF, la unidad de investigación de la misma policía a la que aplauden muchos cuando apalea a ciudadanos por orden del gobierno. Marocho afirmó además que sufren presiones y que Rajoy y la plana mayor del PP cobraron sobres en negro. Dinero que se retrae de los derechos de los ciudadanos. Los medios “concertados” con el PP no publicaron nada  de esta noticia en las portadas como una nueva página en la historia de la manipulación. Y RTVE, la televisión pública estatal, lo censuró de su minutado.

Esta política de los medios contrasta con la de gran parte de sus viñetistas que muestran el sentido crítico del que el periodismo está careciendo. De ahí que varios hayan sido despedidos de los diarios en los que trabajan. Un manifiesto con la firma de cien ilustradores denuncia el  #HumorAmenazado

¿Y los partidos que sostienen a un PP en minoría para que gobierne como lo está haciendo? ¿Y lo que supone de caldo de cultivopara múltiples arbitrariedades? El PSOE,  Ciudadanos, nacionalistas varios, ¿Qué explica el apoyo? No cuela ya ninguna excusa o evasión. No, en personas que piensan. El maquiavélico “fin que justifica los medios” se dejó bajo la silla muchos principios. Sepan para quién trabajan y el país que forman.

Tenemos a numerosos dirigentes catalanes en la cárcel. No hagan caso a The Times que los llama “ Los prisioneros de Rajoy” en un editorial, no;  sigan haciendo caso a los voceros del bloque que son los más entusiastas en considerarlo muy justo y respetuoso con la ley.  O a sus tripas que les piden ensañamiento. Y sobre todo, pasen horas en la disquisición semántica de si son presos políticos o políticos presos. Recuerden que a estos ya los han trincado -con las justificaciones que sea-, y que van por más. Y denle un par de vueltas a la idea.

  España no es Turquía, dicen. Pues camina hacia a ella a pasos agigantados. Con presos políticos, políticos presos, por su actuación política. Y sigan desgranando la madeja. ¿A qué viene la intervención de las cuentas del Ayuntamiento de Madrid por parte del reprobado ministro Montoro? ¿Porque su gestión es mejor y les deja en evidencia? Llevan tres años incumpliendo el déficit.  El Samur y los colegios infantiles, les molestan.  En particular la gestión del gasto (o inversión) en los ciudadanos. Los gráficos claman. Y los detalles. Usar medidas coercitivas y autoritarias como batalla política es sucio. Quien lo apoya, se pringa.

  Se está judicializando la política hasta terrenos abusivos. Plantean querellas desde el Fiscal General reprobado hasta sindicatos policiales hacia compañeros de profesión como el cesado Mayor Trapero de los Mossos o la alcaldesa de Barcelona a quien acusan de “desobediencia”. No hay querella alguna hacia los participantes en la guerra sucia de «Las cloacas del Estado». Hay que volver a preguntarse quién manda aquí y cómo siguen tragando los socios del PP también el paquete de altos cargos que ellos mismos reprobaron.

Llaman a comparecer ante el juez hasta unos jubilados – dice al menos la noticia de prensa– que se sintieron injuriados por ser calificados de «nazis» –sigue diciendo la noticia de prensa- durante una manifestación ultra que cercó la Asamblea de Unidos Podemos en Zaragoza el 24 de Septiembre. Concentración que impidió a los reunidos, más de 400 cargos públicos, salir del recinto durante horas y en la que fue agredida la presidenta de la Asamblea de Aragón. Impunemente. La investigación de los hechos se encuentra en « un limbo legal» que puede acabar en nada y que contrasta con la celeridad otorgada a los denunciantes ofendidos por la calificación de «nazis». Vean en este vídeo el talante de los congregados y sus gritos pidiendo la ejecución de los acosados.

 El caso es que se ha citado –dice la noticia de prensa de El Periódico de Aragón, difundido por gran número de sus colegas- a Alberto Garzón y a Pablo Echenique. A otras personas y también a Javier de Lucas, Catedrático de Filosofía del Derecho y de Filosofía Política de la Universidad de Valencia, y a mí,  según la nota de prensa sin que nadie lo haya confirmado con nosotros . Ni Javier De Lucas ni yo estuvimos en esa asamblea, ni en esa ciudad, ni hicimos otra cosa que manifestar en Twitter la opinión que nos merecía ese cerco. Como otros miles de personas. Como Garzón y Echenique con todo el derecho. Si se va a penalizar la opinión –ya se está haciendo en algún caso- pasamos a otra dimensión. Y si se trata de amedrentar, también.

Ni Javier de Lucas ni yo hemos recibido la citación que afirma la prensa hemos recibido. No sabemos si sus fuentes les han anticipado un proyecto antes que a los interesados o se ha repensado la inaudita admisión a trámite o ni siquiera existe. Y aún he de añadir algo más. Mi profesión no es haber sido transitoriamente, durante apenas un mes, “candidata número de 2 por Zaragoza por Unidos Podemos”. Como independiente, que nunca explicitan. Mi profesión es el periodismo que vengo ejerciendo desde hace casi medio siglo con algunos resultados a constatar. Nunca ser “candidata” es una profesión o el título de por vida y menos cuando ni salí elegida. Algo que no lamento, por un balance de variables, aunque no reniego de aquella experiencia. Ni soy ni fui militante de Podemos ni de ningún partido y no he participado en actividad política alguna desde entonces. No así otros informadores que actúan de claros voceros de algunas formaciones. La ley del embudo siempre es injusta.

Pero parémonos un poco ¿La querella o lo que sea es por tuits o retuits? Ahí tenemos a toda una presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, llamando fascistas a 5 millones de personas. Fascistas, facción Fake Winston Churchill en una cita falsa que se le atribuye. Para ella no rigen las denuncias. Ni siquiera las de corrupción que anegan al partido que preside en Madrid. Cifuentes, eso sí, demuestra su incapacidad para un trabajo en favor de una ciudadanía a la que, según su ideología, desprecia e insulta.

Lo que sí está clara es la guerra emprendida por quienes detentan el poder, tantas veces con trampas –el dinero B es una trampa-  y sus soportes en otros estamentos para mantener sus abusivos privilegios. Se llega a la conclusión del profundo deterioro de la política, el periodismo “concertado” con el poder (en definición ultranatura de nuestra profesión), una parte de la justicia y un sector decisivo de la propia sociedad.

Y a otra más personal a la que, a pesar de múltiples avatares, no había llegado a aproximarme tanto: Es inútil informar a los que no quieren oír, ni ver, ni saber.  Quien no se haya enterado de lo que ocurre, ha tenido tiempo sobrado de hacerlo. Serán ellos quienes deberán explicar a sus familias, a sus vecinos, al resto de sus conciudadanos, por qué nos han traído y mantienen en este lodazal. Sepan las víctimas inocentes a quien se lo deben. Las culpas están perfectamente definidas. España ha entrado en una deriva tenebrosa, que no acaba aquí.

Péguense entre ustedes y recojan sus despojos. La vida es demasiado importante y corta para malgastarla en batallas inútiles, e inútil es ocuparse de la gente tóxica. De la vida, forma parte hacer lo que creemos en conciencia. Informar también, a pesar de todo.

*Publicado en eldiarioes 

Adoctrinamiento neoliberal desde el colegio

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El artículo (de Mario Saavedra en Economikon) es  modélico. Documentado, con testimonios. El resultado nos sitúa ante una realidad muy preocupante: están abduciendo a los niños desde los 15 años para entregarlos al neoliberalismo más desaforado. La enseñanza en España estrena asignatura de Economía, a raíz de un Real Decreto del Gobierno del PP de enero de 2015. Optativa para Ciencias Sociales. En Formación Profesional cuentan con otra llamada «Iniciación a la Actividad Emprendedora y Empresarial», cuenta Saavedra. De ella, aún no tenemos noticia. Distintas editoriales se han puesto a la tarea de cumplimentar el mandato del gobierno. El mensaje está claro.

  •   Hay que ir pensando en un plan de pensiones privado desde la temprana adolescencia.

“Son muchas las razones para contratar un plan de pensiones cuanto antes”, se lee en el libro de economía de 4º de ESO de McGraw Hill, una de las editoriales más reputadas en España. “Un caso especial es el de las mujeres, que necesitan planificar mejor la jubilación”, dice el texto para chavales de 15 años, coordinado por Anxo Penalonga»,  añade Saavedra.

  • El gasto social daña el crecimiento económico. No aclaran de quién. Yendo mucho más allá que hasta ahora en esa senda que considera «gasto», algo lesivo por tanto, a lo que es inversión en los ciudadanos.
  • El “paro se produce porque el mercado de trabajo no funciona libremente” y si “los salarios fueran flexibles para bajar o subir en función de la oferta y la demanda, no habría paro”. Escribe otra de las editoriales, dando una de los no muy diferentes versiones del problema.

El artículo, excelente como digo, ha consultado a profesores de distintos colegios. Algunos tratan de compensar el profundo mensaje ideológico con otros datos de la realidad. Con los efectos secundarios que no figuran en los textos. Pero eso depende del profesor por lo que vemos y en desequilibrio: no es lo mismo un libro homologado que recortes de prensa. Y merece la pena leerlo completo aquí, viendo las ilustraciones. Vuelvo a enlazarlo 

En este mundo que se deshace en desigualdades y crueldad, sus gestores han dado un salto cualitativo de envergadura: instruir a los niños en las presuntas bondades del neoliberalismo. En su «sálvese quien pueda» que tantos beneficios produce a unos pocos.  Y tanto daño a muchos más. Basta leer los postulados de la nueva asignatura. Al final, pagaremos impuestos solo para sustentar políticos y fuerzas de seguridad.

¿Realmente saben los ciudadanos lo que están haciendo con los niños? Un gobierno del PP, votado por 8 millones de personas, y apoyado por Ciudadanos y PSOE con su abstención, lo hace posible. Con el impagable -o sí- apoyo de una abrumadora mayoría de medios y periodistas a su favor.

 

Un gobierno con desgana

 
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, en la tribuna de oradores del Congreso. /EFE
 

Es como si Rajoy pretendiera dar a su Gobierno un carácter transitorio, como si lo hubiera abordado con la misma indolencia que imprime a todo lo que no sea el fútbol y algunos otros intereses. No ha presentado grandes novedades, ni propone un ápice de renovación. Equilibrios de poderes en el PP. Salen Jorge Fernández Díaz y García-Margallo, como aconsejaban a Rajoy algunos de sus diarios de apoyo a los que tanto debe. Deja en Hacienda a Montoro, sin atender a las mismas recomendaciones, y no hay cambios notables.

Entre las caras nuevas, el ministro de Exteriores, Alfonso María Dastis. 61 años. Diplomático de carrera, funcionario con gran experiencia, era hasta ahora el Embajador de España ante la UE. Uno de los más jovenes es Íñigo de la Serna, 45 años, actual alcalde de Santander. Tras diez años en el cargo, gobernaba ahora en minoría gracias a la postura de los concejales de Ciudadanos. El Supremo acaba de tumbar su plan urbanístico, considerado irreal en sus proporciones y con fuerte recalificación de suelo no urbanizable. Lo más apropiado para hacerse cargo de Fomento con todas sus obras.

Soraya Sáenz de Santamaría sigue siendo la mano derecha de Rajoy. Y en justo pago, mantiene la Vicepresidencia y añade Administraciones Territoriales. Puesto clave para controlar lo que llaman «la deriva catalanista» y la financiación autónomica. Hasta el último momento ha estado en pugna con María Dolores de Cospedal, nueva ministra de Defensa, estirando de la cuerda cada una de las dos rivales de poder, por el control del CNI. El Centro Nacional de Inteligencia parece haberse convertido en una codiciado instrumento. Lo mantiene la vicepresidenta; del mal, el menor.

Cospedal viene avalada por ser la más activa con la tijera en su etapa como presidenta de Castilla-La Mancha y ahora le toca gestionar el legado de Morenés con sus grandes compras de armamento. Por fin cumple su gran sueño de ser ministra y seguro que, dado su carácter de dureza inapelable, se sentirá cómoda en la función.

Interior le ha correspondido a su amigo Juan Ignacio Zoido, juez de profesión y sin ninguna experiencia en las labores que ahora se le encomiendan. Exalcalde de Sevilla, fue delegado del Gobierno en la comunidad manchega. Los indicios apuntan a que será un Fernández Díaz con acento andaluz; comparte con su predecesor el fervor religioso y una ideología fuertemente conservadora. Amigo también de la jueza Alaya entró por ello en algunas controversias, precisamente con el PSOE andaluz, el gran artífice de que Rajoy siga en el gobierno. Activo en Twitter y hasta discutidor, en este punto representa una cierta novedad respecto a sus colegas. Rafael Catalá se queda con Justicia donde ha prestado grandes servicios a la causa del PP.

La voz amable  de Íñigo Méndez de Vigo será la encargada de la Portavocía del Gobierno. Cargo que va a compatibilzar con Educación, Cultura y Deporte. Asuntos baladíes para el PP, se conoce, que no merecen ministerio individualizado. Méndez de Vigo fue, casualmente, el anterior Embajador ante la UE. Barón de Claret, de los de verdad, de la nobleza.

Mujeres pocas, las fieles escuderas de Rajoy como García Tejerina que repite en otro multiministerio: Agricultura, Pesca y Alimentación y Medio Ambiente. En cambio Fátima Báñez se queda solo con su Empleo y… Seguridad Social en lugar de Servicios Sociales. Su trágica Reforma Laboral es la prueba de cómo Rajoy siempre puede contar con ella.

Servicios Sociales e Igualdad han recaído en Dolors Montserrat, una abogada y diputada catalana perteneciente a una sólida saga del PP en la Comunidad. Y que, por cierto, debe un par de millones largos de euros a Hacienda. En esta lotería de intereses, le ha correspondido también Sanidad, nada menos. El modelo catalán de salud es a menudo más duro que el del resto del Estado, no es la mejor inspiración. Sanidad tampoco merece un Ministerio propio pese a su vital importancia. Transferida la gestión a las Comunidades Autónomas, precisa de directrices generales.

Luis de Guindos, que soñó con ser presidente del Eurogrupo, se queda en el gobierno. Bien servido, eso sí. Mantiene el Ministerio de Economía, sin Vicepresidencia. Y añade Industria que es un buen bocado. Álvaro Nadal, del clan de los «sorayos», gran apoyo de Rajoy y hasta ahora jefe de la Oficina Económica del Gobierno, se ocupará de Energía, Turismo y Agenda Digital. Como se puede apreciar, tres sectores íntimamente relacionados de igual modo.

La desgana puede ser contagiosa, fundamentada. La ardua noticia fue ya que Rajoy volviera a formar gobierno en sí y  ésa ya la tragamos, aunque permanezca sin digerir. Parecía inconcebible que un partido encausado por corrupción y con sus tesoreros y múltiples miembros sentados también en el banquillo, continuara gobernando. Pero ocurren cosas en esta España nuestra como que el partido nominalmente socialista, PSOE, haya llegado a niveles de ruptura y escarnio por darle de nuevo el gobierno. De los regeneradores de Ciudadanos –que hasta han impedido una comisión para investigar al PP de Aznar en la Guerra de Irak– poco más se puede decir. El bloque ha levantado un muro de apoyo, defensa y exclusión de los enemigos. La apariencia de transitoriedad no implica que no vaya a durar 4 años más. O 5.

Insistir quizás en que no es cierta la consigna que repiten en los medios: Rajoy no tenía mayoría. No le votaron 16 millones de personas, algunos de esos millones (los de PSOE y Ciudadanos) votaron precisamente para que no gobernara.

No hay novedades. Las que siguen la línea del PP. Más recortes y subidas de impuestos. De algún lado han de salir los 5.500 millones que, nos dicen, «Bruselas exige», como consecuencia de la gestión de Rajoy incumpliendo el déficit. La Deuda Pública sigue impagada y casi impagable tras el extraordinario aumento registrado en estos años. Las pensiones en el punto de mira. Los trabajos precarios no dan confianza alguna en su mantenimiento por esta vía. Y veremos qué pasa con la Ley Mordaza con un PSOE que multa y cesa con saña a sus miembros coherentes por negarse a hacer presidente a Rajoy.  Siquiera de forma testimonial.

Nada cambiará a mejor para los ciudadanos, para los jóvenes emigrantes que seguirán sin poder volver, o hacer planes de futuro en España. Para los trabajadores entrados en la pobreza, «pese» a la recuperación, como suelen decir. El 28% están en riesgo de exclusión social por la bajada de salarios, según Intermon Oxfam. Para el conjunto  de la sociedad en sí. Esto va de otro palo.

*Publicado en eldiarioes