La corrupción ¿bien de interés cultural?

Tribuna que me publica El País:

España fortalece sus tradiciones. A su vanguardia, el PP libra denodada batalla para que los toros sean declarados bien de interés cultural, patrimonio protegido por la UNESCO y anticonstitucional su prohibición. En consecuencia, ampara la fiesta en algunas de las comunidades que gobierna. Y no está solo, políticos de otros partidos y sectores de la cultura lo secundan.

En tales circunstancias, tal vez tenga sentido esta modesta proposición: ¿y si nos planteamos consagrar la corrupción como «bien de interés cultural»? ¿No les parece a ustedes lamentable que españoles de bien sean detenidos y hasta encausados basándose tan solo en indicios y pruebas? Piénsenlo, declarar la corrupción bien de interés cultural, también de interés turístico y hasta patrimonio nacional a proteger, no tendría sino ventajas. Se pueden esgrimir sólidos argumentos que fundamenten la propuesta…

 (Seguir leyendo y votad, si os gusta… )

 Más abajo, muchas sugerencias para leer y oír despacio en el fin de semana…

Ternura y miedo

Y tras la ternura de Forges…

Cataluña aspira la caspa

Manel Fontdevila en Público

 

 Como con el fútbol, sobre las corridas de toros, todos tenemos opinión. Son asuntos que exigen poco esfuerzo de conocimiento y que provocan pasión, cóctel mágico que nos hace sentirnos vivos. Dado que todavía no he visto a un defensa colgado por los pies, ni a un portero banderilleado, ni el balón –hoy llamado “pelota”- suele dejar sin algún ojo a los espectadores, estimo que hay razones objetivas en el asunto de prohibir los toros.   

Siento una profunda envidia de Cataluña. Allí es posible que el Parlamento debata leyes promovidas por la iniciativa ciudadana. Y se oyen argumentos a favor y en contra –en lugar de insultos en busca de adeptos-, y los partidos dan libertad de voto a sus diputados. Cierto que seguramente lo consideran un tema menor, pero ver a los políticos evadirse de la férrea disciplina de partido  y utilizar su propio criterio me parece un avance. Un ejemplo a seguir. En Madrid, la “fiesta” ha sido declarada de interés público manu militari. Y aquél que se cantea sin babear al jefe (o a la jefa) –que le colocará o mantendrá en el puesto- termina por dejar su dignidad debajo de la cama.   

Sucede que yo quiero sentirme orgullosa de España. Es un sentimiento atávico e incomprensible que te liga a la tierra donde has nacido.  A veces lo hago. Pero quiero más. Si me ha alegrado profundamente la decisión de Cataluña es porque me avergüenzo de un pueblo que disfruta con la tortura a un animal. Conozco todos los argumentos que alaban el espectáculo, la estética, la muerte digna, el negocio, las dehesas, el arte, nada justifica gozar con el sufrimiento de un ser vivo. El día que los mataderos de vacas, corderos, pollos… pongan gradas para asistir a una lenta ceremonia de despiece y desangrado, agonía y muerte, consideraré que es lo mismo torear en una plaza que comer carne.   

Y desde luego me niego a aceptar que las corridas de toros sean “la fiesta nacional”. Las siguen un 30% de la población, quizás el mismo de siempre. La tortura y la sangre, el macho que doblega, no pueden ser la fiesta por antonomasia de un país europeo del Siglo XXI. Y no lo es. Porque lo conozco bien –me despedí prácticamente de Informe Semanal con un reportaje sobre el toro a mi iniciativa-, constato que todo el mediterráneo vivió en la antigüedad esa terrible mezcla de amor, odio, envidia, dominación… al toro, y que el desarrollo les llevó a suprimir algunas “tradiciones”, como ésa. También fue “tradición” la tortura de los seres humanos o las peleas de gladiadores en el Coliseo de Roma.   

La caspa se ha revuelto sin embargo. Los díscolos catalanes atacan sus cimientos. El mismo PP que promovió la prohibición en Canarias –porque allí les importaban un pito los toros-, se rasga las vestiduras. El hecho más grave desde la transición. No prohibamos los toros, sino los derechos de las mujeres. Mezclemos –todos- churras con merinas.   

Al pobre bravo toro de lidia, ni le dejan copular con las vacas, para que llegue virgen al sacrificio y nada le altere, ni un recuerdo. Así me lo aseguraron los hermanos Miura, nada menos. Es uno de los animales más obtusos y cortos que se conocen. Un hombre le tortura en la plaza vitoreado por la muchedumbre. Se juega la vida. Por el arte. Por dinero.  ¿Ése es nuestro símbolo? Bien de interés cultural en Madrid, la patria de los castizos, Saturno goyesco que se alimenta de sí mismo y no deja crecer ideas nuevas.   

   

Visto en este blog

Heroicidad y miedo, a propósito del Cabanyal

Cuando en conversaciones triviales con desconocidos alguien se queja de cualquier cosa y concluye ¿y qué se puede hacer? Yo respondo visceralmente: la revolución. Ni advierto que me repito, lo digo sin pensar. Les hace mucha gracia. Pero el otro día, la cobradora de una gasolinera me respondió: ¿y qué nos pasaría? El miedo detiene muchas iniciativas. No soy partidaria en absoluto de la violencia, la rechazo con toda firmeza, pero hay formas de rebelarse pacíficas, sin restar presión, puede que incrementándola.

Solo que el mundo no funciona así y el primero en dar la cara, sufre en efecto toda la represión, recibe todas las tortas, para entendernos. De ahí nace la figura del «Héroe«, la punta de lanza en solitario. O casi. El Cabanyal, barrio marinero de Valencia, lleva casi una década luchando contra el proyecto municipal de derribar sus casas para prolongar la avenida Blasco Ibáñez y llegar cómodamente a la playa en coche, con olor a limpio y a nuevo. El problema es que allí residen seres humanos que no quieren ver sus hogares hechos añicos. Son muchos los que aseguran, no únicamente los vecinos, que el Ayuntamiento no ha cuidado el barrio, no ha invertido dinero en él y se ha degradado inflando bolsas de marginalidad. Los pobres sobran a Rita Barberá y Francisco Camps, –los dos están empeñados en el proyecto y ataviados de Vuitton y Milano con trabillas italianas, es comprensible-. Es mejor arrasar el contorno que rehabilitarlo -aunque lleve un siglo en pie-, y, sobre todo, hacer una avenida como dios manda.

La batalla por ambas partes es épica. El Cabanyal fue declarado por un gobierno anterior del PSOE Bien de interés cultural. Recursos y decretos se cruzan. En este momento el litigio está así:

En diciembre el Ministerio de Cultura paraliza con una orden el plan de la prolongación, y la Generalitat responde con un decreto ley. El gobierno recurre el decreto ante el Tribunal Constitucional y la Generalitat valenciana convirte su decreto en ley. Esto fue el martes de esta semana. Hoy el Consejo de Estado ha declarado inconstitucionales algunos apartados del decreto valenciano. ¿Me seguís? La historia con el detalle de todos los pasos aquí.

El caso es que Rita Barberá, con su ley a la brava y aprovechando que se desvelaba el sumario de la Gürtel, mandó al Cabanyal la piqueta y comenzó a derribar casas. Y siguió ayer. El enfrentamiento se saldó de esta forma:

O así, en la versión de la televisión autonómica valenciana:

Resulta que Canal 9 gastó 11 millones de euros en la visita del Papa en 2006 que iba a reunir a los que entienden por familia la católica. En un contrato a una empresa bajo sospecha en la trama Gürtel. Ese día me encontraba yo en Valencia. Había ido para hacer un reportaje de Informe Semanal sobre el accidente en el metro que causó la muerte de 43 personas –entre ellas el conductor- y heridas a 47. Un abultado balance mortal que no suele ocurrir en el primer mundo.

Las cajas negras del metro revelan que el tren iba a 80 kms. por hora, el doble de lo permitido. Que el maquinista tardó 42 segundos en llegar desde Plaza de España a la curva de Jesús, y que desaceleró dos veces al final. Esa maniobra evita justo la detección del llamado “hombre muerto”, mecanismo del que sí dispone el tren. ¿Por qué actuó así? Su autopsia no ha mostrado ni restos de alcohol o drogas, ni desvanecimiento previo o infarto.

Un maquinista de otro convoy nos enseña con la plasticidad de la imagen esto:

  «Nosotros en la línea 3 disponemos del sistema “ATP” que me regula en todo momento a la velocidad que puedo circular. Ahora mismo puedo circular a 70 y en las curvas me limita a 50. Ahora vais a ver como entro en una curva que me va a limitar a 30 y a mi me es imposible entrar a mas velocidad del que me limita la curva y me limita el sistema». Y, desde luego, el tren se ralentizaba, y no podía pasar de 30. El equipo de Informe Semanal estábamos en la cabina.

La 1, la del accidente, carecía de ese sistema. Los trabajadores pedían medidas de seguridad a la empresa precisamente para la linea 1 y acababan de levantar la convocatoria de huelga en los días de visita del Papa que habían convocado para reclamarlas. Comisiones parlamentarias y juicios determinaron que había sido un accidente, sin otra responsabilidad.

Por supuesto, aquel 3 de Julio, las flores de las coronas para los muertos fueron rápidamente apartadas para colocar las de la visita papal. Aquel día convivían en una ciudad dos sentimientos tan opuestos –dolor y alegría, el negro y el blanco- que hacían daño.

 Así que ¿la revolución, la heroicidad, o mirar para otro lado? ¿Y si la punta de lanza fuera una mole de ideas?

Ah, desde hoy en Madrid adoramos al toro, desde hoy es Bien de interés cultural. Como el Cabanyal.

Esas pobres víctimas

La iglesia católica.

Víctima de una campaña que considera delito la pederastia, fuera de ley especial que rige en la organización. De una sociedad que no entiende “el mal de muchos” como río revuelto en el que nada expulsando culpas precisamente quien predica la virtud. De una verdad –humana, claro está- que distingue entre “murmuraciones” y “difamaciones” y hechos probados, con sus denuncias, y sus seres humanos agredidos por abusos sexuales, como testigos.

Los toreros. Y todo el mundo que rodea el espectáculo de la lidia.

Porque algunos desaprensivos están poniendo en cuestión el arte de torturar un animal y el disfrute de los aficionados con el sufrimiento y muerte del toro. Cuentan con muy comprensivas ayudas, incluso a los más altos niveles, en su misión, pero ser discutido en lo que se ha hecho toda la vida, incomoda. Y no vaya a ser que se coarte de alguna manera el ejercicio del toreo.

Los implicados en casos de corrupción.

Que tienen encima a jueces estrella que sólo van a lucirse, obligándoles a ir a los juzgados, con lo bien que se está disfrutando de las rentas del trapicheo. Menos mal que no serán capaces de hacerles devolver lo robado. Hasta ahí no llegan.

Esperanza Aguirre.

 Víctima de nacimiento.

Farruquito.

Un personaje mediático a quien tuvieron el valor de ingresar en una cárcel por haber atropellado a un señor, con resultado de muerte, y haber huido sin intentar socorrerle. Afortunadamente, corrieron en su ayuda algunos medios de comunicación que resaltaron el sufrimiento que estaba padeciendo el artista.

Futbolistas.

 Un número notable de ellos son víctimas de sanciones por cosas tan inocentes como dar un codazo en la nariz a un compañero y partírsela. También gozan de gran apoyo informativo.

Toyota.

Una víctima de la “mala publicidad”. Total Toyota sólo ha tenido que retirar del mercado 2,3 millones automóviles para corregir un fallo en el acelerador, en uno más de una serie de retiradas del mercado que la empresa ha ido teniendo que anunciar. El pedal del acelerador de varios modelos podía encallarse o no volver correctamente a su posición.

El juez Francisco Serrano.

Criticó la ley de violencia de género y señaló con datos proporcionados y fehacientes, cómo las mujeres denuncian falsamente por montones. Una pobre víctima de la dictadura del feminismo radical.

El gobierno israelí (y sus predecesores).

Víctimas de un peligroso “antisemistismo” que cuestiona los bombardeos y privación de libertad a los palestinos, sin entender que es una respuesta al terrorismo de éstos, aunque suela saldarse con un desproporcionado número de víctimas palestinas en los enfrentamientos.

Hay muchas más víctimas en realidad, pero de ellas no se habla tanto.

» Los cocodrilos vierten lágrimas cuando devoran a sus víctimas. He ahí su sabiduría«.

(Sir Francis Bacon)

Cotización bursatil de los pecados capitales

El Parlamento catalán está debatiendo –con auténtica pasión- prohibir las corridas de toros en la comunidad, como creo que casi nadie ignora en este momento. Un auténtico juicio a la llamada fiesta nacional en el que se pide la opinión incluso de filósofos. Uno de ellos; Jesús Mosterín, ha revolucionado al auditorio con sus afirmaciones (hasta los políticos, cómo no, hacen airadas declaraciones al respecto). Lo que el filósofo catalán dice parte de la distinción entre moral –costumbre adoptada por una tribu- y ética –costumbres de varias tribus adoptada como norma común-. ¡Qué cosas -¡y cómo!- se debaten en Cataluña! La Comunidad de Madrid se ha apresurado a declarar la lidia bien de interés cultural. No sabemos si privatizada o no.

Sea moral o ética, las religiones suelen condenar lo que la católica llama “pecados capitales”. Algo realmente serio, dado que «destruyen la vida de gracia y crean la amenaza de condenación eterna a menos que sean absueltos mediante el sacramento de la penitencia, o siendo perdonados después de una perfecta contrición por parte del penitente». Pues bien ¿nos atreveríamos a asegurar que estos pecados permanecen inmutables a través del tiempo o son tan relativos como los toros?… según los mire una buena parte de Cataluña o la otra parte con Madrid abanderando a un sector español que los estudios cifran en el 26,7%, con mayoría de varones y edad superior a 45 años. Vamos a verlo.

LUJURIA. Vicio consistente en el uso ilícito o en el apetito desordenado de los deleites carnales. Me atrevería a asegurar que este pecado ha sufrido una fuerte devaluación como tal pecado.

GULA. Apetito desordenado de comer y beber. Algún autor moderno ha añadido el consumo desorbitado. No sé si estaréis de acuerdo conmigo pero este pecado es irrelevante en estos momentos, como tal, como infracción.

AVARICIA. Afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas. Es evidente que la avaricia lejos de ser hoy un pecado ni venial siquiera se ha convertido en virtud. Más aún, en la raíz de nuestro sistema económico. Sus máximos practicantes, además, gozan del mayor respeto y consideración. Y de gran poder.

PEREZA. Negligencia, tedio o descuido en las cosas a que estamos obligados. Sin comentarios. Demasiado obvio.

IRA. Sentimiento no ordenado, ni controlado, de odio y enojo. Estos sentimientos se pueden manifestar (describe Wikipedia) como una negación vehemente de la verdad, tanto hacia los demás y hacía uno mismo, impaciencia con los procedimientos de la ley y el deseo de venganza fuera del trabajo del sistema judicial, fanatismo en creencias políticas y generalmente deseando hacer mal a otros. Una definición moderna también incluiría odio e intolerancia hacia otros por razones como raza o religión, llevando a la discriminación.  Parece evidente que políticos y medios informativos –paradójicamente con más ahínco los conservadores- se encuentran en gravísimo pecado mortal. Ah, pero resulta que la IRA también cotiza a la baja, siempre como transgresión, no como práctica, ni mucho menos.

ENVIDIA. Tristeza o pesar del bien ajeno. Buena definición también la de Dante Alighieri: «amor por los propios bienes pervertido al deseo de privar a otros de los suyos». En el purgatorio de Dante, el castigo para los envidiosos era el de cerrar sus ojos y coserlos, porque habían recibido placer al ver a otros caer. Cotización irrelevante asimismo. Y menos en España.

SOBERBIA. Viene a ser la madre de todos los pecados. Genéricamente se define como la sobrevaloración del Yo respecto de otros. “En casi todas las listas de pecados”, dice la Wikipedia -lo que me hace ver que esta relativización del pecado no es nueva-, «la soberbia (en latín, superbia) es considerado el original y más serio de los pecados capitales, y de hecho, es también la principal fuente de la que derivan los otros”.

Varias personas, muy conservadoras y defensoras por tanto del capitalismo actual, han respondido a mis requerimientos sobre qué entonces explica las injusticias de tan desequilibrado sistema, con la misma respuesta: la maldad humana. Un concepto moral ¿ético? ¿Le espera la condenación eterna o se resuelve con un supuesto arrepentimiento confesado en privado o no? Porque ya sabemos que tanto El infierno de Dante como los griegos, estas cosas las saldaban de forma mucho más cruenta.

Dado que los pecados ya no son lo que eran, propongo que se llame a las cosas por su nombre: delitos, en varios de los casos. Y que, en consecuencia, se extreme la aplicación de la justicia sobre los infractores.

Y digo yo, el parlamento catalán –que, en mi opinión hace muy bien en enjuiciar a los toros- ¿no podría plantear también algunas de estas actitudes mencionadas? No sé si tendrían el mismo eco mediático. ¿No debería hacerlo la sociedad? ¿O es que las considera virtudes a imitar? ¿Cuál más?

Vamos a echarles una mano, tanto a la iglesia católica (por si decide revitalizar nuevamente la condena vía pecados), como a los poderes públicos y la propia sociedad.

(admite selección múltiple)

La grandeza nacional

Aminetu Haidar ya está en casa, reforzada su inmensa dignidad, su tesón y su coherencia. Pero ahora resulta que España, el gobierno de España por supuesto, lo hizo todo mal. ¿Hubiera sido mejor tirarla al mar antes que acogerla cuando Marruecos no la dejó entrar? Es que además ha precisado –dicen- ayuda de Francia y EEUU para solucionar el problema. El caso es que se ha resuelto y que nadie –ni los países más poderosos, ni la UE que ayer mismo planteó una resolución y luego la diluyó- osa enfrentar al régimen alauita (Francia y EEUU le han tratado con mimo) a pesar de la evidencia de que cómo pisotea los derechos humanos. “Hay intereses” dicen. Claro que sí, fundamentalmente económicos, aunque no solo.

Ya hablamos hace unos días del mito sobre el prestigio internacional de España. Tenemos el que nos corresponde y el que nos hemos labrado. Poco. Y a lo largo de toda nuestra Historia. Lo asombroso es que en lugar de trabajar codo con codo por mejorar la situación estructural en el fondo y aunar esfuerzos por tener más voz fuera, aquí hundimos al gobierno haga lo que haga. Por intereses siempre. De poder y también, cómo no, económicos, que no dejan de ir ligados.

Detenidos en la hojarasca se nos nubla el futuro. Conflicto épico porque Cataluña abre la puerta a prohibir los toros, y lo debate por una iniciativa ciudadana. Estoy con Ignacio Escolar, punto por punto. Sólo España conserva la primitiva –en el más estricto sentido de la palabra- pasión/odio por el toro con la que nacieron buena parte de las sociedades antiguas. Llamar “fiesta nacional” a disfrutar incordiando, torturando y matando a un animal, ya dice bastante de nosotros. El mejor crédito para nuestro prestigio internacional. Pero hay que mantenerlo por intereses económicos –cortos- y por “el alma y tradición” españolas -¡qué miedo!-.

Igual que aflora, de nuevo, sólo con rascar apenas la superficie el eterno machismo español. Dos o tres post más abajo lo veréis. Y hoy hasta alguien que valoro con pasión, Ramón Lobo, se apunta con cierta frivolidad a la gracieta.

Se rechazan normativas europeas –como la que motiva la airada protesta de los taxistas- o la tendencia mundial de prohibir fumar en lugares públicos. Hasta Italia no lo permite, que ya es decir. Personalmente, me complica la vida, fumo, pero intento no ir en contra de la globalización, para una vez que acierta. Mucho habría que hablar en este punto de intereses económicos cortos.

Y el cambio climático. La cumbre de Copenhague nació aguada y en la mejor de las conclusiones no solucionará el problema. Es en España, por nuestra ubicación y por bastantes cosas más, donde más ha subido la temperatura. Los cultivos agrícolas –hasta la uva para el vino- se trasladarán más arriba y pocos querrán venir a cocerse en nuestras playas rodeados de cemento. A nuestro Presidente le dio la vena poética en su discurso en la cumbre y no planteó grandes resoluciones. Mal. Pero no nos quedemos en las hojas, como decía, que no les interesa mucho más el asunto a los demás.

Bajemos a la realidad. Una jueza belga autoriza que dos niños regresen con su padre  -belga- acusado de maltrato. Ha fallado en contra de la madre española con este argumento: «España es un país inferior a Bélgica. Albacete es una ciudad peligrosa».

Aún aguardo por cierto a que el defensor del cliente en los ferrocarriles belgas conteste a mi protesta por haber sido maltratada y discriminada -a comienzos del verano- en un tren de su país, al responder que era española, pese a mi 178, mi aspecto “europeo” del norte y hablar en inglés. Pero ellos sí defienden su grandeza… o su miseria. Atad cabos.

«Fiestas» de San Fermín: parte médico del domingo

Europa Press y diversas agencias:

El sexto encierro de los Sanfermines, protagonizado por toros de Miura, ha dejado al menos cinco heridos por asta de toro. La carrera ha sido muy peligrosa, después de que un toro quedase descolgado del resto de sus hermanos.

Uno de los corredores heridos ha recibido una primera cornada en el tórax. Y otra segunda le ha provocado una  herida de 15 centímetros en la parte posterior del muslo bajo el glúteo y le ha llegado hasta el hueso de la pelvis. El corredor se encuentra ya en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), después de ser operado. Su pronóstico es grave, aunque estable a salvo de complicaciones. Preocupa especialmente su herida en el pecho. Tiene fracturada la segunda costilla y puede afectarle a un pulmón.

 Otro corredor presenta un pronóstico grave tras ser empitonado en el cuello. También se encuentra en la UCI y los dos doctores confían asimismo en que salve la vida. 

También han sido empitonados otros tres corredores, uno en el muslo que ha sido atendido en el puesto de Espoz y Mina, otro en el brazo en la zona del Ayuntamiento y el último en la espalda en Mercaderes.

Además de los cinco heridos por asta, han sido trasladados a centros hospitalarios de Pamplona otros seis corredores con diversos traumatismos.

En concreto, en el Hospital de Navarra han ingresado tres corredores, uno con traumatismo craneoencefálico en Santo Domingo, otro con traumatismo abdominal también en Santo Domingo y el tercero con un baretazo lumbar en Mercaderes.

En el Hospital Virgen del Camino se encuentra un mozo con traumatismo en la rodilla en Mercaderes, otro con traumatismo craneoencefálico y contusiones en extremidades también en Mercaderes, y el último con una posible fractura de tobillo en Telefónica.

Leo que “Hermitaño” –quien seguro estaba en la ganadería cuando hace dos años la visité para un reportaje de Informe Semanal-, se “ha cebado” con el primer corredor.

El Mundo añade:

“La traición de los ‘miuras’

Los de Miura han traicionado a los organizadores de los encierros. Son elegidos para correr en fin de semana porque su nobleza hace que sus estadísticas de heridos en la calle sean bajas incluso en días con el recorrido atestado de corredores, como ha ocurrido de nuevo este domingo. ‘Ermitaño’, burraco, herrado con el número 10, ha sido el principal responsable, pero no el único, porque la carrera ha tenido peligro de principio a fin”.

Han conseguido, por tanto, que vea el vídeo del encierro. El pobre animal, rodeado de cientos de personas, se ha caído y se han ido sus compañeros. Los mozos le acosaban, incluso después de empitonar a algunos hombres.  Siempre es bueno ponerse en el lugar del otro para entender cualquier cosa. Es un animal, sí, pues con mayor motivo, porque parece que no son tan racionales como los humanos. Se ha visto solo y rodeado de gente. ¿Es ilógico lo que ha pasado?

Ver: Sanfermínes, fiesta con partes médicos.

Sanfermines, fiesta con partes médicos

Asisto cada día, cada año, desde el 7 al 14 de Julio, estupefacta, a esa orgía de salvajismo que –en mi opinión- son los “Sanfermines” y que acompaña mi vida desde que tengo uso de razón. Un país civilizado no puede permitirse esas tradiciones bárbaras por mucho turismo y glamour que atraigan. Es mi pensamiento, “incorrecto” respecto a ciertas tradiciones, lo sé.

“¡Por fin! hemos conseguido una víctima mortal, y varios heridos de consideración!”, se dirán en el telediario, imagino que en voz baja. Porque ayer, ante tres encierros “limpios”, la informadora se mostraba inquieta y «prometía» sangre para hoy. “Los toros de Jandilla ostentan el récord de corneados”, vino a decir. No había que desesperar, era “la crónica de una muerte anunciada” (uno de los mejores títulos literarios de la historia, por cierto). Porque sí, TVE y Cuatro retransmiten los encierros, desplazan grandes operativos, la audiencia les responde. Pero si no hay sangre en condiciones, el morbo decrece. La emoción reside en ver cuantos palman.

Una víctima mortal hoy, empezamos bien. El toro le ha sajado una arteria del cuello desde el pulmón. Otro de los heridos, con las tripas fuera. Otro, con neumotórax.  Muertos, parapléjicos de por vida, graves secuelas, ha dejado la tradición pamplonica. Ellos se lo han buscado. El mundo entero en Pamplona a correr entre los toros, a retar a la muerte. Valentía. Coraje. ¿Estupidez?

Cada año, casi cada día, nos mentan a Hemingway para avalar con la devoción de un escritor de fama mundial por San Fermín, esta tradición española. Uno de los más grandes, sin duda, pero no olvidemos que se descerrajó una escopeta encima para abandonar este mundo.

España la tiene tomada con el toro. Uno de los animales menos inteligentes que existen. Fiereza, brío, potencia y poder le son atribuidos. Sus descomunales testículos, los cuernos que embisten y enfrentan al riesgo, su belleza, lo han situado en el punto de mira de los humanos desde los ancestros. Símbolo mítico desde la Antigüedad, de toda la cultura mediterránea -que le atribuía poderes de fecundidad y lo unía a la muerte y a la resurrección-, sólo en España permanece arraigado en la vida cotidiana. La fiesta se vive en muchos lugares con el toro, hasta llegar en los más atávicos a apoderarse de sus testículos, en la errónea creencia de que también se traspasará su energía. Fueron dioses mediterráneos pero también victimas de sacrificios rituales. En la lidia española y de su área de influencia, el toro muere.

Me enteré en la ganadería de Miura de algunas peculiaridades del animal bastante desmitificadoras. Se encuentran tranquilos en terreno conocido –yo los vi- y sólo pelean, como todos los animales, por el poder en la manada. Otra cosa y muy distinta será cuando lleguen al espacio extraño de la plaza, o de las calles de Pamplona. Entre los 4 y los 6 años harán su viaje final. Entretanto, se alimentan con productos naturales y no copulan jamás con una vaca. Mueren vírgenes. La tarea de reproducción se encomienda a los sementales seleccionados y a las vacas también elegidas por sus características.

Unos pobres animales criados en el campo son arrojados a las calles de una ciudad atestada de gente, muchos de ellos borrachos. ¿Imagina alguien su pavor? Nadie guardará hoy un hipócrita minuto de silencio por la víctima mortal, ni por la crueldad a la que someten a unos animales. Tan preocupados las autoridades por cuidar a golpe de decreto nuestra salud –tabaco, cinturones de seguridad-, no osan entrar en una ¿fiesta? que acaba con partes médicos. ¿Y la eutanasia? ¿No está prohíbida? ¿Tendrán que ir los enfermos incurables a las calles de Pamplona en Julio?

Todos tranquilos. “Capuchino”, el toro asesino, morirá también esta tarde de una estocada. “Mucho mejor que en el matadero”, “La “magia” del toreo” –sí, conozco los argumentos-. Sólo que una concurrida plaza disfrutará viéndole expirar.

La victima es Daniel Jimeno Romero, de 27 años, natural de Alcalá de Henares. Le ha visto -quien haya querido- ensangrentado y con la muerte pintada en el rostro. Una vida truncada. Habrá más, no desesperen. “Los Jandilla nos visten de luto”, titula ETB… ¿los Jandilla? ¿Nadie más pone los medios para que se produzca la tragedia? De algo hay que morir, por otro lado. Y cada uno elige por qué objetivos se enfrenta al riesgo.

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