Lo ha confirmado el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro. Como ellos mismos decían es una medida que detrae el consumo y la economía y perjudica gravemente a los ciudadanos. «Es el sablazo que el mal gobernante les pega a todos sus compatriotas que ya están muy castigados por la crisis», en definición de Rajoy que hasta a apeló al pobre niño al que le subían los «chuches».
Pues ahí los tenéis. Y ni a Mariano Rajoy ni al resto del PP se les cae la cara de vergüenza. Ni la mayor parte de los ciudadanos se «REBELAN» como les pedía Esperanza Aguirre. Imperdible el vídeo para los desmemoriados.
Precisamente, Esperanza Aguirre lo explicó con mucho detalle en otro momento y coreando y todo. ¿Dónde están hoy los asistentes a aquel mítin o los que firmaron en contra del IVA?
También ataca el PP a los funcionarios del escuálido sistema público español, uno de los más reducidos de Europa. El que mantiene en pie el Estado del Bienestar en todos ellos.
Cómo será lo que está ocurriendo que Dolores Cospedal, saturada de decir y participar en planificaciones de mentiras, ha tenido un lapsus donde ha dicho la verdad. Habla de Castilla-La Mancha, el modelo a seguir en toda España. ¿O era la Comunidad valenciana de Camps?
Rubalcaba: «El terrorismo internacional no existiría si no existiera Internet». »¿Pues no son tan “nuevas” estas tecnologías? El atentado de Munich, fue en 1972, prácticamente sin Internet, y la respuesta israelí, desde entonces, antes de entonces y después de entonces. Supimos de Ben Laden en el primer atentado a las Torres Gemelas en 1993, también sin Internet masivo. El hallazgo de nuestro valorado vicepresidente ha desatado una tormenta jocosa en twitter.
Sinde (la de la Ley anti Internet) sobre la agresión al consejero de Murcia: “Me pregunto si tiene alguna relación este hecho, el hecho de que él sea precisamente consejero de Cultura y no de otro departamento, en las motivaciones de sus atacantes”. Ni Cospedal la mejoraría.
Arenas: “cuando llegue Mariano Rajoy a La Moncloa tras las generales de 2012, se podrá investigar de nuevo si la banda terrorista vasca tuvo algo que ver en la planificación de los atentados islamistas del 11-M de 2004”. Lo dijo en Veo7 de El Mundo, la empresa mediática a quien tan rentable le ha salido la patraña. En un país serio no se permitiría obtener beneficios económicos y políticos con la sangre de las víctimas del fanatismo.
Aguirre, sobre las cajas: “El que pasen a tener dueño me parecerá muy bien. ¿Que las nacionalice el Gobierno? Pues bueno, si lo hace como lo ha hecho el Gobierno inglés para luego privatizarlas… Ahora, si es para que ahora el Gobierno se convierta en banquero, pues no me parecerá bien”. Hoy, Gran Bretaña ha entrado en crecimiento negativo cuando lo esperaba positivo para “sorpresa” de neoliberales y público adormilado.
Aguirre, sobre su futuro político: «Estoy disponible para ir en las listas del Congreso». El peor grano en las posaderas de Rajoy I, el débil dubitativo.
Ana Botella, concejala de medio ambiente de Madrid y futura alcaldesa: 1)» la contaminación atmosférica que registra la capital no es nociva para la salud de los ciudadanos«. 2) «Los niveles que exige la UE son imposibles de cumplir». ¿En España miembro de la UE? Esto pasa por regir la vida propia en «creer lo que no se ve». Lo malo es que está al cargo de la vida de todos los madrileños.
Duran i Lleida : «Al Congreso sólo deben ir los ricos, nunca los pobres«. De la serie «curen los médicos la homosexualidad» o «separen a niños y niñas en los colegios».
Por el momento, Cospedal -tan prolífica en malintencionadas paridas- no ha abierto la boca.
No es divertido, es grave, muy serio. Con este plantel no puede haber una democracia en condiciones. Pero os propongo valorar las perlas políticas del día en una encuesta.
Día nublado y templado en Madrid. Sin ruidos de coches porque es festivo. Una delicia. Tanto como la espléndida primavera vivida estos días atrás. Lo maravilloso del tiempo son sus cambios, lo distintos escenarios que ofrece. Vaya esta sensación como saludo.
El terrorífico régimen comunista totalitario de Corea del Norte ha ejecutado a su ministro de Economía, porque –dicen- la ha hundido deliberadamente. Allí ejecutan ministros como nada, bien es cierto, y no siempre –o casi nunca- por las razones que argumentan. Pero el sucedido a este pobre señor da que pensar.
Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio. Ayer vi “Capitalismo, una historia de amor” de Michel Moore. Con envoltorio jocoso –para que no deprima– aporta datos y documentos incontestados del fiasco que nos asola. Congresistas norteamericanos, expertos, hasta religiosos, concluyen que no vivimos en una democracia. El poder político está secuestrado por mandos económicos que no creen en ella. Y asombra ver lo encantados que se muestran esos mismos políticos con su borreguil papel.
De cualquier forma, a Madoff, uno de los pocos causantes de la crisis que va a pagar por sus actos, un compañero de cárcel le ha roto la nariz y las costillas de una paliza. Los demás siguen felices, organizando cenas para ver cómo hunden más la economía, dado que ello les reporta mayores beneficios. El euro para ser más exactos, ya lo he referenciado varias veces. Y los políticos callados. Tan callados, que nuestra flamante ministra Elena Salgado ha aplazado la regulación de los ‘hedge funds’, -precisamente los “fondos de alto riesgo” sí, los que se reúnen en cenas-, como presidenta de turno del ECOFIN. Trata de incorporar al acuerdo a Londres, pero Londres dice que no, y bueno es Londres para que le lleven la contraria. Disfruta de un negocio estupendo con estas inversiones especulativas.
En casa, hoy tenemos libre ya a Luís Roldán sin haber devuelto los 10 millones de euros que robó, ni tampoco sus pisos, uno de ellos en París. El grueso del botín está escondido en paraísos fiscales, y ésa es otra de las cosas que no se toca. El Mundo –tan piadoso con los delincuentes- nos cuenta que vive de la caridad de un colega sin embargo, y que se ha casado con una rusa que conoció por Internet. Pero para conocer los pormenores de la historia hay que pagar.
La Asamblea de Madrid era ayer un solar. Por la alerta de un twit tuve ocasión de comprobarlo. No se encontraba apenas nadie del PP en sus puestos –y cuando digo nadie, es nadie-, ni siquiera en la mesa presidencial. Alguna desazón les mantenía alejados de sus obligaciones. Había dimitido –cesado o lo que fuese- Güemes, mientras su imputadísimo suegro dejaba la Diputación de Castellón por enfermedad -alega-, se presentaba Tamayo a ver a Esperanza Aguirre y ésta le daba con la puerta en las narices, y Tamayo enfurecía dando nombres, entre ellos se cree… ¡el de la entonces mujer de Correa! Si es que el mundo es un pañuelo.
En medio de tanta desvergüenza PSOE y PP se conchaban para no cambiar la ley electoral que Ignacio Escolar, en sus post de cabecera, y con ayuda de Vicenç Navarro demuestra cuán útil nos ha sido: “como ha escrito en Público Vicenç Navarro, ese sistema electoral injusto, que nació bajo la amenaza del golpismo, es una de las principales causas del subdesarrollo social de España, el país con menor gasto social por habitante de nuestro entorno”.
Esta nueva aristocracia aupada por nuestros votos, olvida que la soberanía reside en el pueblo y que son meros administradores de la voluntad popular. Que se les exige desde estar sentados en sus escaños –aunque no hagan nada- a obrar por el bien común. La sociedad también olvida exigirlo.
Para remediar cualquier posible conato –ése que acaba rompiendo narices-, el Gobierno aprueba hoy la Ley Sinde. Los derechos de cuatro pelagatos -y algún artista- que cantan priman sobre derechos fundamentales ciudadanos como la libertad de información y de creación. Internet es hoy el océano inmenso del conocimiento y su libre acceso enriquece a la población, no lograrán encerrarlo en cajitas, pero entorpecen el camino. Los internautas desunidos -y en puente, vaya por dios- no ayudan a solucionar el problema. Por eso, suscribo esta otra sensata opinión de mangas verdes. Pero el día llegará con el supremo hartazgo.
De nuevo, en memoria de Vidal-Beneyto reproduzco sus conclusiones.
Sólo una movilización popular e intelectual, insistida y de gran calado, podrá ayudarnos a acabar con tanta patraña y tantas desvergüenzas… ¿Cuándo dejaremos de tolerar tanta ignominia, cuando pondremos fin a tanta abominación?
Sin acritud. De buen rollito. En primaveral día nublado. La política suspende con todos los honores del suspenso. Pero aquí estamos nosotros ¿lo estamos?
Corrupción, boicoteo al Estatuto catalán, a la renovación del CGPJ o a la Ley de Dependencia. El PP se siente más cómodo con el ‘Estado de derecha’ que con el imperio de las leyes. ¿Dónde están sus liberales?
Entresaco párrafos:
La utilización de la idea de Estado de derecho por el Partido Popular ha llegado a ser agobiante. Se ha recurrido al Estado de derecho para rechazar el Estatuto catalán y el proceso de paz con ETA, para exigir la dimisión de cargos socialistas, y obsesivamente en la lucha antiterrorista, incluso de forma antropomórfica («confío en que el Estado de derecho mande a los terroristas a veranear a la cárcel», dijo hace poco un dirigente popular).
(…)
Los acontecimientos de los últimos años han mostrado que nuestro Estado de derecho no sólo está excesivamente manoseado, sino que además ha quedado vapuleado por sus más aguerridos defensores.
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Últimamente la atención se centra en los escándalos de corrupción, que son abundantes y algo pintorescos. Quizá el más llamativo de todos sea el de Carlos Fabra, el presidente de la Diputación de Castellón. Ha habido Fabras al frente de esa Diputación desde 1875, cuando la ocupó su tío-tatarabuelo Victorino Fabra, conocido como el Agüelo Pantorrilles. El actual Fabra está acusado de falsificar documentos oficiales, de cobrar cuantiosas comisiones, de fraude fiscal, y de manipulación del censo electoral de diversos municipios. Por si todo esto no fuera suficiente, Fabra se jacta de sus prácticas caciquiles: «Porque el que gana las elecciones coloca a un sinfín de gente. Y toda esa gente es un voto cautivo. Supone mucho poder en un Ayuntamiento, en una Diputación. Yo no sé la cantidad de gente que habré colocado en 12 años, no lo sé». Son palabras suyas que quedaron grabadas y que darán mucho juego a los historiadores del futuro que quieran establecer paralelismos con la época de la Restauración.
El juzgado de Nules (Castellón) que lleva su caso es una especie de triángulo de las Bermudas en el que los jueces van desapareciendo misteriosamente uno tras otro. Hasta ocho jueces han pasado por allí desde el año 2004. La gran esperanza de Fabra se llama Jacobo Pin, un juez que se ha presentado voluntario al puesto y cuyo padre es un abogado muy próximo al PP (fue cabeza de lista al Congreso en las elecciones de 1977). Seguro que este nuevo juez sobrevive a los extraños torbellinos que se llevaron a sus predecesores.
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Esta llamémosla «afinidad» entre algunos acusados de corrupción y los jueces que les juzgan resulta extremadamente inquietante. Francisco Camps se siente feliz de tener una relación con el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Valencia, Juan Luis de la Rúa, que, en sus propias palabras, va más allá de la amistad. El vínculo de De la Rúa con Camps no se limita a la esfera personal, pues el juez intervino en un acto preelectoral del PP valenciano en 2007. Camps cuenta también con la ayuda y el apoyo del vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial, Fernando De Rosa, quien se reunió con el presidente de la Generalitat Valenciana para ayudarle a perfilar una estrategia un día después de que la prensa se enterara de que Camps estaba implicado en la trama de corrupción y financiación ilegal del PP. De Rosa, que ha sido consejero de Justicia en el Gobierno valenciano, insinuó que Garzón estaba prevaricando al no abstenerse de instruir la causa.
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Quizá estas «afinidades» entre políticos y jueces contribuyan a explicar el descaro de Esperanza Aguirre, quien, en un pleno parlamentario, ante las acusaciones de corrupción que le lanzaba la oposición, extendió los brazos y las manos diciendo «¡Mirad cómo tiemblo!». En ese gesto se resume la gran incógnita de la democracia española: si estamos verdaderamente en el Estado de derecho tan anhelado por nuestros liberales o si nos encontramos más bien en un Estado de derecha. Creo que a la derecha, en el fondo, le convendría, por su bien, que en España hubiera un Estado de derecho. A los socialistas, en su momento, les costó reconocerlo y estuvieron a punto de deshacerse por ello. El Partido Popular parece de momento sentirse más cómodo con el Estado de derecha, aunque suponga acabar definitivamente con sus credenciales «liberales».