Es la conversación que se repite y oyes en cuanto prestas oído: ¿te vas de vacaciones? ¿cuándo te vas de vacaciones? unas veces de forma mecánica y otras para marcar las diferencias. Y allí se deshace mucha gente en excusas para ocultar que no va a salir a parte alguna. Según datos oficiales, más del 40% de los españoles no puede afrontar el gasto de costearse una semana de vacaciones. ¿No se han enterado que ha aumentado la desigualdad social y por tanto la pobreza? A muchos no les llega ni para encender la calefacción en invierno o el aire acondicionado en verano, así que lo de hacer la maleta y pagar un viaje ni hablamos. Un gran número es ese tiempo el que pueden permitirse: una semana. Y el verano crudo son 8 semanas al menos. Y al menos pueden responder: no, si ya he vuelto. Los convencionalismos al uso.
Son muchas las causas por las que no se viaja en agosto. Es más caro que ningún otro mes del año. Los lugares de destino suelen estar más saturados. Pero pensemos también en que hay muchos más obstáculos: el dinero en primer lugar, como comentamos. No contar con él o no ser las vacaciones la prioridad del gasto. Hay personas que no pueden viajar por estar enfermas o tener un enfermo pendiente de evolución. Las hay que no tienen con quién hacerlo, que no coinciden las fechas o las apetencias con su círculo de afectos y prefieren no emprender en soledad el viaje. Múltiples razones aparcan ese sentimiento general de euforia vacacional que se vende como mayoritario.
La sociedad está organizada para cumplir el tópico: ¿no te vas de vacaciones? apremian cuando no han visto movimientos en un tiempo. Y llegan a crear complejo o insatisfacción: la depresión vacacional de los otros. Como quien no tiene 4 cuñados en la cena de Nochebuena. Seamos claros, la escasez no es un demérito, empieza a serlo el que tantos se lucren a costa de otros.
La sociedad, de cualquier forma,.debería ser menos cuadriculada y no agarrarse tanto a los estereotipos. Más considerada y educada, también. Por supuesto que es muy saludable -física y mentalmente- cambiar de aires, y sobre todo disfrutar aporta grandes dosis de vitalidad. Pero no todos pueden o quieren afrontarlo con el gasto de un viaje. Ni todos tienen al tío en el pueblo, o viven de por sí en lugares idílicos de los no haca tanta falta moverse. Hagan el favor de no dar la murga.Si pensarán en los demás verían que esto es al fin y al cabo un tanto anecdótico, pero igual les caben muchas responsabilidades por las causas de la situación.
¿Cuándo te vas? Madrid está vacío, dicen, por poner un caso. Pues al margen de algunos políticos haciendo el paripé de que no tienen vacaciones, que es un derecho que los neoliberales tienen entre ceja y ceja quitar, hay zonas de Madrid que están llenas de gente. Pueblan los centros comerciales con niños y todo, criaturas. Los parques. Las zonas del centro que no suelen visitar. Y se ven los mismos pobres de solemnidad pidiendo por las calles. Madrid, Cuenca, León, Cáceres, Albacete… están vacíos. No, va por barrios, la realidad existe hasta en Agosto. Y como digo no todos, aunque puedan, quieren irse de vacaciones, como no lo logran cuantos quieren.
Al menos, insisto, no den la lata los predicadores del tópico. Ni se acomplejen los que llevan mal no ser como los demás, o como dicen que son los demás. La culpa, de ser un agravio, es más de quienes mantienen a esa élite que gobierna para la desigualdad que de aquél a quien no le salen las cuentas. O las posibilidades. O las ganas.
Bernardo Vergara ha hecho hoy su viñeta sobre esto en eldiario.es Por eso me he animado a tocar el tema y darle la razón.