¿Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo?

Lo primero que publiqué en mi vida fue un alegato contra la Navidad. Contra su parafernalia e hipocresía. Tenía 17 años y, muy osada, me presenté en el vespertino Aragón Express y dejé el artículo en un sobre. Al día siguiente apareció en el periódico con un antetítulo: “La rompedora de tópicos”.

Aquellas celebraciones, las de mi niñez y juventud, eran casi humanas al lado de las que se fueron desarrollando con el tiempo hasta llegar a hoy. Quiero decir que sí tenían un punto entrañable en la reunión de la familia o en los menús de “tirar la casa por la ventana” que solo se producían esos días en todo el año. En “sacar” la vajilla o ver a mi madre maquillarse por única vez en los doce meses. Mi tío Fernando componía unos versos de resumen y anticipo, de cambio de ciclo, con referencias a quiénes y a qué le había parecido más destacado. Luego se comentaba en corrillos si había gustado o no. A mí siempre me encantaban.

Hubo Navidades exultantes en vida. De efervescencias absolutas. De seguir tradiciones por el placer de hacerlo, no por obligación, o volver a romper moldes. Y es cierto que la felicidad personal ha de aislarse de la general, pero las circunstancias que concurren, convierten a éstas en una de las peores de nuestras vidas.

Me asombra que, con la debacle en la que estamos inmersos, sigan llegando multitud de comunicaciones -ahora también por Internet, sobre todo por Internet- deseando “Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo”. Frase que detesto, por tópica y poco imaginativa, desde que tengo uso de razón, creo. Regresa la moda de enviarlas con escenas religiosas. Hasta con la mula y el asno que ha dicho el Papa en su ensoñación que no existieron como tales, pero que la jerarquía eclesiástica española decide que se pueden poner por tradición. Esos despropósitos continuos. Las hay también indignadas, poniendo de relieve los muchos atropellos de los que estamos siendo objeto. Pero todos me desean que sea feliz. Brinde no sé bien por qué, y sobre todo que el 2013 sea “próspero” y estupendo.

¿En base a qué razón va a serlo? ¿Cambia algo porque los arbitrarios calendarios salten de un mes a otro? Eso de entrada, porque si nos atenemos simplemente al futuro inmediato, con los mimbres que se han sentado no cabe esperar más que una profundización en el caos.

Amigos, que Rajoy y su “troupe” siguen ahí. Y parece que por mucho tiempo. Nos privatizan la sanidad, nos la recortan, y es asunto fundamental para estar vivos y sanos. Cercenan también la educación, la ciencia, la cultura, que en este caso es vital para ser personas. Dejan la justicia para los ricos, mermando las posibilidades de ejercer como ciudadano. Con un sin fín de chorizos impunes que hacen hervir la sangre. Cada vez más pobres, con menos seguridades, con el horizonte de empeorar… ¿Qué broma es ésta del Feliz Navidad y el Próspero Año Nuevo?

Porque sí, continúa ahí Rajoy y su enfermo PP. De codicia, ineptitud y ultraderechismo. Y los medios informativos que nos hablan de Cataluña y del fin del mundo. No todos. Hoy me han reconfortado Isaac Rosa, Iñigo Sáenz de Ugarte, Juan José Millás o Federico Mayor Zaragoza. Y, sí, la gente que se bate en las calles protestando contra tanta inmundicia. El problema es la masa ameba. La que sigue sustentando el tinglado y pensando que por arte de magia esto se arreglará sin más.

Los grandes afectos que me sustentan siguen ahí también. La esperanza en muchos –aunque insuficientes- ciudadanos con criterio y coraje. Pero no hace falta que sea Navidad para sentirlos cerca. Van, vais, a estar aquí pasados los espumillones y los brindis huecos. Próspero no lo creo, pero fructífero lo será en amor (algo más especial sería bienvenido 😉 )y –espero- en la búsqueda de soluciones. Lo mismo hoy, que mañana, que el día 1, o el 11 de Enero. Por cierto.. ¡Muchas gracias!

Buscando respuestas en Torres (Jaén)

Baltasar Garzón, Rosa María Artal y Federico Mayor Zaragoza

El encuentro prometía. Curso de la Universidad de Jaén en Torres, un pequeño pueblo de 1.500 habitantes en el que nació Baltasar Garzón. Él es su director académico. Y me encarga que dirija esta serie de conferencias y mesas redondas bajo el epígrafe “Crisis económica y ¿fracaso de la democracia?”, manos libres para llamar a quien estime oportuno. Federico Mayor Zaragoza dicta la apertura pidiendo “Más democracia, mejor democracia” y enciende al nutrido grupo de alumnos.

Juan Torres, Cándido Méndez, Antonio Martín Mesa, Manuel Pimentel y Juantxo López de Uralde

Hemos hablado de las causas de la crisis, del paro, de algunas soluciones como aprovechar los recursos en los que somos ricos. Energías renovables apunta Juantxo López de Uralde, «para no tener que importar petróleo por valor 50.000 millones de euros anuales… por el contrario, se recorta el impulso a los recursos naturales». El ex ministro de trabajo del PP, Manuel Pimentel (el único que en su día dimitió en desacuerdo con su partido), difiere algo de los métodos pero está seguro de que «se sale con empresas que creen valor». El empleo no va a mejorar a corto plazo. «La política del Gobierno agravará el problema», dice Cándido Méndez, y añade que “el gran diferencial es el precio de la energía, no la flexibilidad laboral”. “Es falso que la flexibilidad cree empleo», afirma también el catedrático de economía Juan Torres que, tanto en esta mesa, como en su propia conferencia al día siguiente “Contra la crisis, otra economía y otra forma de vivir”, se mostrará extraordinariamente didáctico desmontando todas las falacias de la economía neoliberal. Incluso le busca dinero al PP en múltiples partidas: eliminando las deducciones a las empresas que se han añadido recientemente se podrían obtener 5.500 millones, cuantifica, y así va sumando hasta encontrar ese dinero que nos hace falta y que evitaría destruir el Estado del Bienestar como se está haciendo.

María Jesús Montero, Boi Ruíz, Juan Tortosa y José Ignacio Echániz antes de comenzar la mesa.

La mesa más polémica, moderada por el periodista Juan Tortosa, habla de las consecuencias más palpables de los recortes aplicados como ocurre con la sanidad pública. Los consejeros de sanidad de Cataluña, Boi Ruiz (de CiU), y Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz (del PP) nos repiten hasta la saciedad que no hay dinero. Echaniz llega a declarar este inquietamente postulado: “En el Sistema Nacional de Salud, nada volverá a ser como antes”. María Jesús Montero consejera de Andalucía (del PSOE) respondió que «la sostenibilidad es una excusa para cambiar el modelo». Y niega que la privatización mejore la eficacia, sino al contrario, citando ejemplos. Boi Ruiz se impacienta: «estoy cansado de los mitos y los contramitos, muchas hipótesis las damos como tesis». Y explica que “que sobre algún elemento habrá que actuar en una «economía de guerra». La subida de impuestos a las rentas altas la descarta porque “no sirve para nada”. Àngels Martínez Castells interviene desde el público: “De que economía de guerra hablan? ¿han declarado la guerra a Andorra o la ciudadanía?” y cosecha enormes aplausos

Nino Torre, Angels Martínez Castells, Fanny Rubio, Lourdes Lucía y Juan Luis Sánchez

Vimos también, en otra mesa, la preocupación por la repercusión de la crisis económica en la calidad de la democracia. El peligro del descrédito de la política, de la pérdida de la distinción entre derecha e izquierda (como desarrolla Ángels), que viene a ser la diferencia entre la apuesta por ese estado empresa del que solemos hablar o un estado social. Lourdes Lucía afirma que quiere traer «un mensaje de esperanza con soluciones pero que, sin duda, al margen de su resultado, intentarlo merece la pena como proyecto de vida». Se habla, sobre todo, de la necesidad de ir cada vez más a una democracia participativa. El periodista Juan Luis Sánchez, cosecha un éxito arrollador hablando de ello al hilo de su capítulo en Actúa y su experiencia en el 15M. Comprobamos que más allá de los 50, pocas personas hemos entendido Internet (con perdón,  me incluyo en el «hemos»). “La Red dice…” interpela la moderadora Fanny Rubio. Y Juan Luis aclara que “la red no dice nada, es alguien, alguna persona, quien lo dice en la Red”. El joven periodista y un socialista de Asturias, Nino Torre, despiertan ilusiones, como nos ayuda entender Juan Tortosa en este “Los jóvenes, la Constitución y la Transición”.

Soledad Gállego-Díaz. Baltasar Garzón, Rosa María Artal, Ignacio Escolar y Rosa María Calaf

Para hablar de la “Influencia de los medios informativos en la crisis” que cierra el curso –y no por casualidad- tenemos a Ignacio Escolar, Rosa María Calaf y Soledad Gállego-Díaz. Concluimos todos que la tienen y mucha. No se informa adecuadamente, no se dan las claves. Dice Sol que desde siempre el poder ha tenido un decidido propósito de engañar. Y se muestran los mecanismos empleados para que la audiencia aprenda a identificarlos. Calaf cita los continuos eufemismos para disfrazar la realidad. Apunto una de las últimas aportaciones, la de Rodrigo Rato hablando de Bankia: «no es un agujero, son cambios de criterios contables» «no hay pérdidas, solo reducción de márgenes futuros». Y que los medios no desenmascaran.  Nacho Escolar resalta lo que para un auténtico periodista es obvio: Si «uno dice y el otro dice, la obligación del periodista es definir, con datos, quién miente».  «Sin información se carece de criterio» es afirmación rotunda y unánime. Conclusiones en este punto, pesimistas. No va a cambiar salvo que sean los propios ciudadanos los que identifiquen las falacias y omisiones y  busquen información. La Red puede ayudar.

En primera fila, todo el tiempo, Baltasar Garzón. Y un poco más atrás su madre de 82 años, ferviente admiradora de… Nacho Escolar. De su blog concretamente. Y es que un curso desarrollado en un pequeño hotel rural, permite una convivencia impagable. Que llegue Cándido Méndez a desayunar a las 8 de la mañana tras haber andando una hora por la sierra o ver a Juan Torres escribiendo muy concentrado en su blog.

Juan Torres López

Establecer tertulias únicas en la terraza contemplando la puesta de sol de Torres. O conocer más a fondo la extraordinaria personalidad de Baltasar Garzón, un hombre con un fantástico sentido del humor, apasionado por la vida, valiente, testarudo y hasta osado. Muy familiar, muy entrañable, que incluso recita versos porque un sobrino -que le acompaña al piano- se lo pide.  Hablan del destino.

Una inyección de buena gente. Y constructiva. María Garzón, Juan Manuel Faramiñán de la Universidad de Jaén, el alcalde Torres, Diego Montesinos, los organizadores, ponentes, los alumnos… Por eso quiero terminar con algunas frases que nos dejó Federico Mayor Zaragoza. La respuesta a nuestros problemas está en la sociedad, en cada uno de nosotros.

  • Quien sino todos. Todos. Nosotros, los pueblos.
  • Es nuestro compromiso pensar en los que vienen detrás.
  • Cada persona tiene el don de la libertad y puede con ella construir su futuro.
  • O, citando, a Burke: Qué pena que por pensar que puedes hacer poco, no hagas NADA.

No es una pesadilla: está pasando

 Se levanta uno con una losa encima a poco que se tenga consciencia y conciencia. No se puede hacer tanto daño social en 4 meses de Gobierno. Se les cae el país a pedazos –se nos cae- y persisten con inusitado empeño en la pertinaz destrucción del sistema de todos. Este jueves se consuma el atropello a la sanidad y la educación públicas con la aprobación de los decretos de reducción de 10.000 millones (adicionales sobre los recortes ya perpetrados en los presupuestos) a estos servicios. Y la vuelta a una televisión pública partidista (del PP) que también se aprueba por decretazo.

   Cada día los destrozos vienen en aluvión. Un día nos enteramos que se han de pagar sillas de ruedas y ambulancias “no urgentes”. Otro, que se suprime el diagnóstico de enfermedades a los recién nacidos porque también es caro. O que –en nuevos proyectos- se estudia el pago de la nutrición en dietas especiales a enfermos. Por ejemplo, por sonda, lo que les supondrá entre 119 y 920 euros mensuales.

    Que los recortes a la investigación suponen en realidad dejar los presupuestos a la mitad. Que habrá menos profesores y más alumnos por clase en los colegios. Que las tasas universitarias serán prohibitivas. Mientras, se subvencionan y promocionan los toros.

La corte de ilusos (y/o zoquetes) creen –a pesar de tanta mentira pasada, presente y futura- que así se arreglarán los problemas, pero si utilizarán la cabeza sabrían que se equivocan. Ningún país ha salido adelante recortando la educación y la ciencia (han salido solo y muy enriquecidos quienes utilizan a una sociedad ignorante). Lo que se amputa en lo esencial se dilapida en lo superfluo. Pero ni siquiera es eso: los resultados económicos que ofrece el gobierno del PP son catastróficos. Más paro, como no podía ser de otra forma con una ley que facilita el despido y los sueldos precarios, y una recesión galopante, consecuente con la política de “austeridad”.

Tenemos la prima de riesgo en niveles de peligro día sí, día no. El sistema bancario en bragas fruto de largos errores que competen a todos los gobiernos. Desde Felipe González (cuando los bancos españoles eran los que más dinero ganaban del mundo para nuestra perplejidad), a la burbuja inmobiliaria que infló el PP con su ley de liberalización del suelo de 1998 que ha podrido sus tripas fatalmente, a la alegría de Zapatero que no afrontó el problema. Y luego el desastre de las Cajas que, con sabrosas regalías a sus dirigentes, se desfondaron financiando circuitos de F1, megaobras, y hasta los pufos de los corruptos. El caso es que estamos supervisados ya. Y, como hace el neoliberalismo, por dos firmas norteamericanas que ya analizaron a los países a punto de rescate. Entrarán en los bancos, en sus contabilidades. Un fiasco completo. Por cierto ¿Alguien espera que en estas condiciones se reactiven los créditos?

 España no inspira confianza. Difícilmente puede hacerlo con un gobierno y un presidente, seleccionado entre el culmen de la incompetencia. Ana Mato, por ejemplo, se mercó el decreto de nuestros dolores con tantos errores que ha precisado su corrección en 5 páginas del BOE. Su escasa pasión por la cultura, les ha llevado a enviar un telegrama de pésame por la muerte del gran escritor mexicano Carlos Fuentes (premio Príncipe de Asturias, por más señas) atribuyéndole la paternidad de Artur Mas, porque hicieron un copia y pega del último pésame mandado. Hombre, que hubieran cogido el de Manuel Fraga que era mucho más sentido.

Escuchar a toda la corte, desde Montoro a Rajoy produce escalofríos y vergüenza ajena. Ana Botella pide a dios que ilumine a los gobernantes, y de otros campechanos y mentirosos compulsivos ya ni hablo. Parecen haber salido de la cámara de criogenización con la ideología con la que entraron hace 40 ó 50 años, ellos mismos o sus ancestros. Pues no resucitan ¡Gibraltar! Y prohíben ir a la Reina a Londres. Y ponen a la Guardia Civil a vigilar el peñón, en el que por cierto los gibraltareños son soberanos en sus decisiones, como dice el mandatario británico. ¿A qué juegan? A distraer de los problemas reales. Con ideología. Los ultras neoliberales sienten pasión por los conflictos internacionales que reavivan su patriotismo de hojalata. Desde Thatcher a Cameron en la propia Inglaterra, a este Rajoy indescriptible.

Mano dura con las protestas. Ninguneo, intento de minimizar su impacto (hábilmente secundado por los medios cómplices). ¿No es representativo de la sociedad el 15M por su número? Pues que alguien me explique cómo es posible volver al Medioevo a un país con el 23% del voto de los españoles y el 30.2% de los electores.

Preocupación, pesimismo, por uno mismo y por los demás. Una losa, ya digo. Que solo se aligera en las plazas reales de la protesta, o en las virtuales de Internet donde compartimos el pasmo y la rabia. Y es que no parece posible que todo esto esté ocurriendo, pero así es. No es una pesadilla, es una realidad aterradora. Sustentada, además, como digo, en unos resultados de gobierno que no pueden ser peores. O sí, a este paso llegamos al derrumbe. Ahora que, de las pesadillas se despierta, pero de la realidad también.

 

Actúa, un libro imprescindible

Paco Altemir

Me atrevo a recomendaros la lectura de este libro, avisando de antemano que no soy accionista de la editorial ni pertenezco a su consejo. Su lectura es un chorro de aire fresco primaveral en este túnel umbrío y atemorizador en que vivimos y en el que nos muestra la salida, hay luz al final pero depende de nosotros el llegar.

Comienza el libro Federico Mayor Zaragoza, ese Hombre del Renacimiento del Siglo XXI, nada de lo que es humano le es ajeno pues une a su condición de Científico y político con mayúsculas el de ser un poeta en cuyo último libro «DONDE NO HABITE EL MIEDO», nos invita con la coautora MARÍA NOVO a que hagamos frente a los «Amos del Universo» que emplean un método antiguo resucitado por los neoliberales de horca y cuchillo para someternos como pone de manifiesto Naomí Klein en su «Doctrina del shock». Son ellos los que nos temen: SOMOS MÁS, TENEMOS LA RAZÓN, Y NO NOS PUEDEN QUITAR ESA LIBERTAD A LA QUE, EN DEFINITIVA, ES LA CAUSA DE SU TEMOR.

Escribe un capítulo Baltasar Garzón, ese juez justo, valiente y cabal, que ha tenido la osadía de enfrentarse a esos señores de horca y cuchillo (y dentro de poco con derecho de pernada) y le han crucificado, poniéndole un sambenito, cortando su carrera y obligándole, como a tantos, a buscar el exilio. La experiencia que da el dolor por la traición ha abonado su mente para que nos cuente sus nuevas experiencias internacionales en el campo de la JUSTICIA, nos enseña el camino por lo que hay que luchar, no debe haber FRONTERAS para el Derecho y la Justicia.

Economistas críticos como Àngels Martínez Castells, Albert Recio y Carlos Berzosa, prefiero llamarles heterodoxos porque supone un plus de peligrosidad en esta época medieval, represora e inquisitorial que se avecina. Nos hablan de que existen otras alternativas económicas y que la privatización de la SANIDAD, no es solución pues habrá desaprensivos que se enriquecerán a nuestra costa. Un científico reconocido mundialmente como Einstein decía que para resolver un problema no se podían utilizar los mismos métodos que lo habían creado. Los pensadores heterodoxos , los que se salen de lo establecido son los que hacen progresar a la humanidad.

Nacho Escolar ese periodista de raza nos recuerda la IGUALDAD, tan apreciada por los norteamericanos en los albores de su democracia como cuenta Alexis de Tocqueville, y que es una condición indispensable para tener una auténtica libertad, no se puede tener LIBERTAD desde posiciones inferiores o subordinadas. hace muchoa años que lo pusieron de manifiesto los antropólogos que estudiaron el MATRIARCADO ORIGINARIO, se conocía la madre, no el padre, el cabeza de familia era el hermano de la madre. La MADRE no hacía distinción, quería a sus hijos por igual, la LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD eran inseparables, tres lados de un triángulo equilátero. El Mito de Caín vino a destrozar el triángulo al preferir un padre dominante y castrador a uno de los hijos. El sumiso ha sido el bueno hasta ahora, es hora de reivindicar la rebeldía de Caín, sin rebeldía solamente existiría la cobardía y la esclavitud.

Escriben otros periodistas sin miedo: Juan Luis Sánchez y Javier Pérez de Albéniz, cada uno de sus capítulos es impagable, un nuevo amanecer está próximo, existen obstáculos en el camino pero ninguno que no sea insuperable y no se pueda remover.

No puedo dejar de hablar de otra periodista de raza, Rosa María Artal , víctima de un ERE injusto en RTVE pero que no le ha impedido seguir con su vocación cada vez con más impetu, en el poco tiempo que la conozco ha escrito un libro, «La energía liberada» y ha coordinado REACCIONA y éste de ACTÚA. Creo que no ha hecho más que empezar, tiene una vitalidad y energía inagotables. En ACTÚA ha tenido la virtud de unir varias generaciones en un esfuerzo común, a la sabiduría senatorial ha unido la experiencia de la madurez y el dolor de las jóvenes generaciones que ven truncadas sus expectativas investigadoras por la incuria, dejadez, miopía e ignorancia de los políticos.

Jóvenes investigadores, Esther Samper y Sergio Pérez Acebrón cuentan en primera persona el drama que viven al tener que abandonar sus trabajos de investigación. Tendrán que ir al exilio , lejos de los suyos, a un lugar donde aprecien y hagan fructificar sus años de esfuerzo y dedicación. Las generaciones futuras notarán su exilio, como lo notamos los que ya tenemos una cierta edad y hemos conocido la ausencia de los mejores cerebros, pero esta España irredenta y analfabeta desprecia cuanto ignora.

Juanntxo López de Uralde es un vasco decidido y valiente, como diría Pío Baroja, ha dado muestras sobradas de ello defendiendo el Planeta Tierra, la Razón de ser de cuanto vive en él. Otra vez la incuria nos amenaza, incultura del ladrillo, asfalto y especulación, incultura de la resurrección de los trasvases y del cuidado de lo que queda de nuestras costas. Cuando la convicción destierra al pensamiento, cuando la incultura nos rodea por doquier, cuando las telebasuras ensucian todo, cuando el miedo nos acecha, hay que recordar a los héroes y sus enseñanzas, los lameculos y enchufados deben ser reciclados.

Rosa María Artal ha tenido el acierto de juntar a mi amiga del alma, Lourdes Lucía, cofundadora de Attac, con quien he trabajado tantos años y a quien tanto admiro con Sofía Roa joven pero con mucha experiencia profesional, se conocieron en el 15M por lo que es de fiar y es una garantía para los que ya estamos en la última o penúltima revuelta del camino de que la rebeldía va a continuar. Vuelven a proclamar que hay que desterrar el miedo para tener un futuro. No tienen cabida en este libro los acomodados, los bienpensantes, los egoístas, los conformistas, los vagos y demás gente de mal vivir.

Gracias a todos por la pasión que habéis puesto en vuestros capítulos, en la coordinación y en la edición, «nada grande se ha hecho sin pasión» decía Hegel.

ACTÚEMOS

*Francisco Altemir, alma de ATTAC, es un hombre con cuya rebeldía no pueden los muchos años que carga a sus espaldas.

Hay tantas Españas…

Hay una España que vive en los grandes centros de consumo. Una voz metálica de fondo les habla de la vuelta al cole, de la nueva temporada, de los pantalones ajustados, de los tonos rojo y gris, o rosa, o blanco y negro, de las ofertas del supermercado. En las pausas, música. Más o menos estridente o placentera según el nivel adquisitivo de los clientes. Parecen pensar que quienes acuden a centros baratos prefieren la chabacanería. Esta España se pasea entre inalcanzables relojes y trajes de marca o entre más asequibles pintalabios que satisfagan el gozo de comprar. Algunos, si no los ven, los roban. Y sus ciudadanos salen del recinto, pero siguen viviendo en el centro comercial que ahora les da cuenta de la gripe A, B o C, de que tienen que lavarse las manos, de que hay crisis, de unos cuantos accidentes y otros tantos sucesos. De los avatares de unos ídolos que podrían figurar en las estanterías de los comercios chinos de todo a un euro, que los harán sentirse superiores y en el fondo los invitarán a emularlos para ganar el dinero fácil. No suelen explicarles los porqués de todo ello, ya están políticos y expertos para dar su versión a gotas medidas. Siguen caminando entre luces frías, pocas salidas accesibles, y la voz impersonal que anuncia en reclamo adonde deberían dirigirse.

Hay otra España que desarrolla su existencia en un hormiguero. Trabaja. Sale de expedición y busca alimentos y cuanto precisa. Suele marchar en fila reglada, pero a veces se escapa y explora. Cuando encuentra un impedimento, reacciona buscando nuevas rutas. Cuida su refugio, clasifica. Cree que sus tareas son en bien de la colectividad aunque algún zángano desbarate los propósitos de la mayoría. El hormiguero es su hábitat, pero también sale a aspirar los olores de la vida y corta flores para su morada. Canta, si puede, como la cigarra. Y ama —desde la obrera a la reina, del macho fértil al soldado— instigada por sus poderosas feromonas.

Una más que zozobra abducida por la prisa. No sabe cómo, está embarcada en una lancha rápida sin timonel. Achica agua de las fugas si navega, trepa al palo de la vela supletoria, friega los suelos de la cubierta, cocina en un fogón lo que haya. Sin pausa, ni tiempo para reflexionar. Salta a trompicones cuando la barca camina en tierra. Se ahoga, respira. Y no siempre cobra.

Hay otra España que grita. Reside en un cuadrilátero de boxeo. Con toros que cruzan el ring y piezas de caza que hay que abatir. Buena parte de los contendientes fuman y beben sin control y aporrean a quienes intentan impedirlo. Desacreditan y rechazan a quienes no son como ellos. Se asoman a las cuerdas para vociferar que han de ser penalizados y apartados de la colectividad quienes usen su libertad y su criterio. Todos son hombres, hasta las mujeres. La virilidad extrema los caracteriza.

La quinta reside en España y en muchos otros lugares del mundo. Participa de buena parte de las que anteceden cuando le place porque le asisten todos los derechos. Deposita sus pertenencias en una o varias casas o urbanizaciones de lujo. Ellos las utilizan para dormir buena parte de las noches del año, no todas, y en los fines de semana si no viajan. Ellas entre tanto se entregan a cuidar de su cuerpo, de su cara, de su pelo, de su atuendo… Su mayor guía y en ocasiones tirano: la báscula, eje primordial de sus conversaciones. Las más comprometidas con la sociedad prestan apoyo a alguna asociación humanitaria, de habitual, católica. Ellos traen mucho dinero a las cuentas corrientes y más de una vez eligen la belleza verdadera como distracción. Absolutamente prescindibles, reliquias de un pasado que se resiste a morir.

La sexta España —y puede haber muchas más— solía llorar para alumbrar una vida nueva. Se albergaba en un paritorio. Llevaba siglos allí. Siempre en el crudo momento de las contracciones, las entrañas desgarradas, que, en circunstancias normales, se olvidan por completo con la venturosa llegada del hijo ansiado. Ésta apenas ha llegado a verle asomar la cabeza, pero el bebé que se sueña fuerte y sano se hace esperar. Muchos españoles lo aguardan desde el fondo de la historia. Antonio Machado, por ejemplo, aún debe hacerlo desde su exilio mortuorio francés, en el que —al menos— nunca faltan flores. En 1913, harto de la “España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía”, creyó ver nacer ¡ya! otra: la “del cincel y de la maza”, la “España de la rabia y de la idea”. Quizá sí estaba, quizás ya es un ser real y con futuro.

(De «La energía liberada» de Rosa María Artal)

¿O no?

Actúa. Una sociedad en la cazuela

 

El viernes pasado presentamos en Barcelona el libro colectivo Actúa, una evolución del gran éxito editorial -y social- de Reacciona.  Nos presentó Miguel Aguilar, el director editorial de Debate.

   Después traté de suplir, con resúmenes y citas textuales, a los autores de los 7 capítulos que no estaban presentes. Luego hablaron de su capítulo en Actúa los economistas Àngels Martínez Castells (La salud como mercancía, la sanidad como botín) y Albert Recio (Campeones del paro y la precariedad), el científico Sergio Pérez Acebrón (que con Esther Samper escribre Tiempos oscuros para la ciencia) y el  periodista Ignacio Escolar (La olvidada igualdad). Lo hicieron brillantemente ante una sala abarrotada, muy atenta y muy participativa.

Un familiar grabó -de modo artesanal-  mi intervención final sobre mi propio capítulo: Una sociedad en la cazuela.

Luego muchos amigos se acercaron a que les firmáramos libros y sobre todo a charlar un ratito. Con ganas de superar la depresión a la que nos aboca la terrible situación que estamos viviendo y de cambiarla para lograr una sociedad más justa.

 

Actúa, un nuevo diálogo de ciudadanos con ciudadanos

No había más remedio. Teníamos que seguir la senda y profundizar en lo que supuso Reacciona. Un año de enormes convulsiones desde el primer libro colectivo. Es cierto que, apenas 30 días después –y por una acumulación de circunstancias en las que también se encontraba la información aportada por Reacciona- saltaba en las calles de toda España el 15M buscando una nueva sociedad, más justa y participativa. Pero a la vez el derrumbe financiero, económico, político, social y hasta ético, desencadenado en 2008, asistía a una durísima vuelta de tuerca.

Se nos estaba preparando una auténtica burbuja que ellos llaman “crisis de la deuda”. Es una pura especulación que estalla el verano pasado (en la Unión Europea especialmente). ¿Qué hace? Reafirmar el triunfo de la ideología neoliberal y sus premisas de proporcionar más beneficios a unos pocos, a costa de la merma en las condiciones de vida de la población en su conjunto. A ese fin, incluso se reformaron Constituciones –como la española y en tiempo récord-. Y la crisis no se resuelve, por el contrario cada día se agrava.

Asistimos también a la sustitución de democracias por tecnocracias, comenzando nada menos que por Grecia, el país que inventó la democracia. Los instrumentos ejecutivos y parlamentarios de la UE para la toma de decisiones, además, parecen haber sido sustituidos por las reuniones entre la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Nicolas Sarkozy… o de Merkel consigo misma.

El triunfo del PP en todos los estamentos de poder del Estado. Que, además de un preocupante involucionismo ideológico, ha aprobado leyes muy graves para la sociedad como la reforma laboral o la merma de servicios fundamentales en los presupuestos.

Motivos para juntarnos en un nuevo libro había y hay, lamentablemente en aumento. En Actúa encontraréis más capítulos (12), más densos y puede que más radicales dado el empeoramiento de las circunstancias. Muchos autores repiten, y se añaden nuevos y nuevas materias. Somos 14 en total.

Nuestro querido José Luis Sampedro nos regala una frase en portada: “Este ocaso es el momento de la acción entre todos porque otro mundo no solo es posible, es seguro”.

Federico Mayor Zaragoza firma el capítulo de… el mejor Federico Mayor Zaragoza de la Historia. Cargado de análisis globales, de propuestas, de vehemencia razonada. Cuando habla de exigir la regulación de los flujos financieros y la inmediata cancelación de los paraísos fiscales, advierte:

Ésta es una medida que, no debemos engañarnos, sólo se aceptará si los ciudadanos dejan de tener sus nóminas depositadas en instituciones financieras que estén relacionadas con los paraísos fiscales o de comprar productos de aquellos fabricantes que no demuestren total independencia”.

Ideas concretas de acción que concluyen:

«Así se inicia la Carta de la Tierra : “Nos hallamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, un momento en el cual la sociedad ha de elegir su futuro… Hemos de unirnos para crear una sociedad global sostenible basada en el respeto a la naturaleza, los Derechos Humanos universales, la justicia económica y la cultura de paz”… ¡Actúa!… ¡”Sé tú el cambio”! proclamaba Mahatma Ghandi. La solución está, en suma, en el triunfo de la democracia a escala personal, local y mundial».

Un Baltasar Garzón al que han apartado de la carrera judicial hace un valiente y duro diagnóstico sobre la justicia en España y sobre la corrupción a todos los niveles que nos anega. No voy a entresacar sino un párrafo de su texto que él ha medido y matizado para ser leído completo:

“La mayoría de las sentencias de cualquier tribunal extranjero o internacional son más completas y complejas que las resoluciones que un tribunal o juez español. La presencia jurídica que en otro tiempo tuvo España en Iberoamérica, ya no la tiene. Si no fuera por la Agencia Española de Cooperación serian escasísimos los casos de jueces llamados a impartir conocimiento a la otra parte del Atlántico. El declive internacional de la justicia española es un hecho, acentuado en grandes proporciones desde el momento en el que España renunció a liderar la defensa de los derechos humanos y abandonó la bandera de la jurisdicción universal”.

Entra el joven periodista Juan Luis Sánchez. Habla de los retrocesos experimentados en Democracia, de refundar la “refundación” que nos han preparado. Su capítulo es enormemente brillante y crítico, plagado de datos, análisis, ironía, frescura, innovación. Como ejemplo, citaré los títulos de algunos de los epígrafes que desarrolla:

“Pulpo como animal de compañía”,“El león no se preocupa de lo que puedan pensar las ovejas”,“Pánico a la democracia en Grecia”,“Goldman Sachs, República Federal”, “España, un retroceso de 30 años”,“Capital riesgo invirtiendo en tu salud”,“La vocación de servicio público de Florentino Pérez”, “Ley SindeWert: matando moscas a cañonazos y evitando el verdadero debate”… Y varios más hasta llegar a… “Hacia la vida política del futuro”.

Todo pasa por los impuestos. Así Ignacio Escolar entra en la ardua tarea de explicar los desequilibrios de nuestro sistema fiscal y lo hace con auténtica claridad didáctica. Pero partiendo de una reflexión que lleva de continuo como hilo conductor: la vieja dialéctica –hoy aparentemente olvidada- entre “igualdad” y “libertad”. Europa lo resolvió con la socialdemocracia. Con una pregunta clave:

“Si la Europa arruinada de la posguerra fue capaz de construir el Estado del bienestar, ¿por qué la Europa próspera del siglo XXI va a ser incapaz de mantenerlo?”

Dice también Nacho Escolar:

Nuestra Constitución está redactada en 1977. Se nota. Hablar hoy de distribución equitativa de la renta –es decir, de redistribución de la riqueza, de igualdad– casi parece propio de antisistemas o algo peor. A finales de los años setenta era una idea que se asumía como indiscutible e indispensable para la prosperidad de toda la sociedad. Ahí sigue, en nuestra Constitución, aunque hace ya tiempo que este punto, como tantos otros, es papel mojado. La fiscalidad en España, como en el resto de Europa, cada vez es menos progresiva: cada vez pagan menos los que tienen más”.

El análisis económico de la crisis corre a cargo esta vez del catedrático y ex rector de la Complutense Carlos Berzosa. Algunos apartados: El déficit público ha sido consecuencia de la crisis y no al revés. La deuda, una cuestión de confianza, es decir, un problema en un mercado especulativo. El déficit y las comunidades autónomas que lo han creado fundamentalmente. Pero hay que distinguir en gasto y en inversión social. Un apunte:

“No deja de resultar paradójico, además, que algunos de los grupos que han sobrevivido gracias al dinero público utilizado para salvarles de la bancarrota, ahora con sus actuaciones en el mercado financiero exijan el recorte brusco de ese déficit. Eso sí, haciendo recaer los costes del ajuste sobre los trabajadores y empleados, de forma que estos grupos situados en las clases intermedias y bajas de la población sean los paganos de sus desmanes y excesos anteriores que les proporcionaron suculentas ganancias rápidas y fáciles”.

El economista Albert Recio, titula su capitulo “Campeones del paro y la precariedad”. Por él sabemos no sólo los porqués de haber alcanzado un intolerable récord -el mayor paro del mundo desarrollado-, sabemos también los defectos estructurales de España en esa materia, por qué tenemos unos de los sueldos más bajos de la Europa de nuestro nivel o que la UE empeora nuestra situación o qué nos supone la reforma laboral. Conocimiento y un punto de ironía, para concluir:

“Además de inteligencia y decisión, ello requiere también que sepamos tejer las alianzas, los compromisos, los procesos que nos refuerzan, que nos construyen como mayoría social frente a la reducida minoría que hoy maneja los hilos de la actividad económica y que nos está condenando al paro, a la precariedad, a la pobreza, en definitiva que pretende mantenernos como permanentes súbditos y esclavos”.

Àngels Martínez Castells escribe esta vez de salud, yendo más allá de la denuncia de las políticas sanitarias hoy cercenadas. Del iceberg completo del que solo vemos una punta en la superficie. Y comienza:

“Nos hemos acostumbrado a vivir en una sociedad insensible al sufrimiento y a la enfermedad, en la que apenas se da valor a la vida humana. Todavía bajo los efectos del shock, nos despojan de nuestros derechos y lo justifican con mentiras demostrables. Están convirtiendo la salud en mercancía y la sanidad en su botín, y todavía no conseguimos reaccionar con fuerza suficiente para impedirlo. Mientras, nos quieren culpabilizar de sus rapiñas. España es uno de los países de la Unión Europea que menos recursos públicos dedica a la sanidad, y que más puede presumir de su excelencia: es un blanco irresistible para los capitales privados. Dicen que el sistema de salud es “insostenible”, pero saben que no es verdad. (…)Lo realmente inaguantable es el sistema que ha creado estas condiciones que nos enferman, estas políticas ajenas a los derechos humanos, laborales y de ciudadanía”.

Esther Samper (Shora) y Sergio Pérez Acebrón son dos jóvenes científicos españoles. Ella se ha quedado en barbecho al cesar su beca en el Príncipe Felipe de Valencia. Él se fue hace ya varios años a Alemania donde trabaja en el centro biomédico más grande del país.

“El principal secreto del éxito alemán no reside en la inversión en equipamiento científico sino en su potencial humano. Alemania ha conseguido congregar a muchos de los mejores investigadores del mundo usando dos vías que, aunque aparentemente sencillas, parecen habérsele escapado a España”… ¿Cuáles? En Actúa están.

Profundamente conocedores de los problemas a los que se enfrenta la ciencia en España, apasionados por su trabajo, brindan soluciones que parecen caer del árbol de la lógica, porque…

“Estamos destrozando una vía prioritaria de desarrollo en lugar de potenciarla y eso es algo que no saldrá gratis. Las decisiones que se tomen en los siguientes años sobre la economía española van a ser decisivas para el futuro. Puede que tanto como para que se alce entre los países más desarrollados o, por el contrario, se sumerja en el abismo del subdesarrollo”.

La Emergencia Ignorada: La Crisis Ecológica. Juantxo López de Uralde desarrolla el trabajo. Porque “No tenemos Planeta B”, en una Europa que pierde el liderazgo y en una España con un gobierno de Rajoy claramente antiecologista –energía, costas, cambio climático, política de aguas, apenas se salva nada-. Con soluciones desde la acción individual a la colectiva que hay que leer con detenimiento. Porque…

“La suposición, evocada erróneamente por algunos ilusos, de que en realidad el deterioro ecológico es una materia secundaria frente el grave deterioro de las condiciones de vida generado por la crisis económica, ignora la fuerte correlación entre una y otra. Los impactos del quebranto ambiental están directamente relacionados con un empeoramiento en las condiciones de vida de cientos de millones de personas; e inciden directamente sobre los precios de los recursos más básicos y necesarios para la supervivencia”.

Repite Javier Pérez de Albéniz, el descodificador. Para abordar otra vez la cultura y la educación –por los gravísimos destrozos ocasionados en ellas-. De esta “Tierra de ignorancia” se puede destacar por ejemplo:

“Nos niegan la cultura y la educación para debilitar nuestras defensas intelectuales, para mantenernos estúpidos y sumisos. Siembran ignorancia para combatir la indignación. Desactivan las ideas para mantener el sistema, que es tanto como mantener la brecha entre ricos y pobres: cada vez hay mayor desigualdad en nuestra sociedad, puesto que cuando a los pobres se les niega la educación se les niega el futuro, haciéndolos aún más pobres. Desarman la cultura para enterrar el pensamiento crítico. Acaban con la educación para alimentar la ignorancia, el individualismo y la apatía, para evitar las movilizaciones. Diseñan un país a su medida, en el que los jóvenes eliminan el doctorado del currículo para poder trabajar de camareros. Y los intelectuales permanecen desaparecidos: consideran pretencioso involucrarse en la refriega cultural y política”.

“SIN MIEDO, HAY FUTURO”. Vibrante descripción de la lucha social, sobre todo en este año, por un futuro mejor. Del respeto conquistado, de los frutos logrados. Lo firman la incombustible activista fundadora entre otros de ATTAC  Lourdes Lucía y la joven periodista del 15M Sofía de Roa. Entre las muchas ideas que aportan, destaco ésta:

«En definitiva, se trata de mentes en las que han despertado ideas, ilusiones y esperanzas que no pueden morir. Los movimientos de protesta ciudadana surgidos durante todo el año 2011 no son más que el enfado, la vergüenza y la indignación que millones de personas expresan, de manera pacífica, alrededor del mundo. Es un proceso de cambio en el que cabe todo aquel que decida que es tiempo de tomar cartas en el asunto, en la cosa pública. Sólo hace falta acercarse a una asamblea para ser testigo y protagonista de este momento, participar en las acciones y actuar en tu vida diaria con la convicción de que el futuro depende de todos y todas las que no quieran decir a sus nietos: “Yo no hice nada por evitar el mayor retroceso de derechos de la historia y me dejé robar el futuro”. El futuro es ahora».

Cierra mi propio capítulo: “Una sociedad en la cazuela” donde explico la técnica de cocción de crustáceos hoy aplicada a servir a la sociedad en su punto de ingestión. A que repita el “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” y el “hay que confiar en el futuro porque al final las cosas salen bien”, Si el análisis de la información que recibimos es mi principal objetivo, planteo, entre otras cosas, una propuesta realmente revolucionaria: “Actúa: usa la cabeza”, reedúcate en raciocinio. Traduce la neolengua, qué son las privatizaciones de verdad, quiénes son delicuentes, quiénes violentos, exige que te den “los campos de fútbol” de las magnitudes económicas, házte tu propia tabla de “hectáreas” para cotejar magnitudes. No te dejes engañar, ni acobardar.

Este es el texto más largo que jamás haya publicado en el blog. Y sin embargo apenas resulta un pálido y desigual esbozo del libro. Cuesta 9.50 euros a pesar de sus 260 páginas, 4,74 en versión digital. Para llenarte de información, ideas, espíritu crítico y ganas de aventar la sumisión lo hemos escrito. «Somos el 99% de la población. Comprométete contigo y con los demás. Si, pese a todo, no has reaccionado, despierta. Si ya lo has hecho, actúa. Más. Con eficacia».

Este viernes 13 lo presentamos varios coautores en Barcelona. En Madrid será el 7 de Mayo probablemente.

Añorando el 1.900

Me descubro desde hace un tiempo mirando con envidia las series “de época”. Les veo moverse en amplitud de espacios, sin la masificación que padecemos ahora capaz de amargar el más apetecible de los disfrutes. Viajar en tren, con calma, haciendo amistades entre los pasajeros. Despedirse previamente de familiares y amigos diciendo: “ya te escribiré”. Oh, eso es una maravilla, nada de agobios con el teléfono, los emails, la disponibilidad absoluta y los requerimientos acuciantes. Sin televisión, sin radio… con libros, con música. Con charlas ante una taza de café, muchas veces en un precioso jardín. Sin ruido.

Cierto que la ficción sobre aquellos tiempos nos presenta esa vida placentera para las clases adineradas, había grandes desequilibrios sociales. Pero al fin y al cabo estamos regresando exactamente a eso, sin ninguna de sus ventajas aparentemente.

Leo que en 1912, hace exactamente un siglo, salió una marcha de sufragistas en Nueva York. El 6 de Mayo fue. Los juegos olímpicos se celebraron en Suecia. Escribían Kafka, Antonio Machado o George Bernad Shaw. Lenz hacía estudios sobre genética y Rutherford andaba descubriendo el núcleo del átomo. En noviembre un anarquista se cargó a otro presidente progresista español: José Canalejas. Un intelectual sólido en sus ratos libres.

La Belle Epoque fue una época de progreso. Tras un período tranquilo sin liarse a tiros, Europa vivió un período muy fructífero que favoreció los avances científicos, técnicos, sociales y económicos. El capitalismo de entonces mermó los privilegios de la aristocracia. La producción en serie que propiciaría el bueno de Henry Ford lanzando el Ford T, extendió el disfrute de algunos bienes, de hecho él pensaba que hacía un coche para que lo compraran sus empleados. Buena la armó.

Ambiciosos y optimistas, alumbraron el positivismo (defendiendo la ciencia) y el cientifismo (que proclama que la ciencia lo explica todo). En España se animaban a ahuecar la caspa a ver si se deshacían de ella los regeneracionistas. Y no me negaréis que un tiempo marcado en el arte por el Expresionismo y el Art Decó no merece la pena.

Seguro que no fue un tiempo ideal, pero imagino a nuestros ancestros plagados de ilusiones. Menos en España donde los involucionistas de siempre andarían viendo cómo cortaban las alas de todo lo que se moviera. Lo cierto es que no pintaban mal aquellos tiempos como punto de partida hacia algo mejor. Recuerdo haber visto un documental norteamericano estupendo donde hablaban de que poco después la mujer empezó a representar en el cine una heroína que unía a la belleza, la inteligencia y la rebeldía. La Gran Depresión (debida también a los excesos del capitalismo) cortó en seco ese camino. Es decir, que aquellas primeras puntadas del Siglo XX realmente torcieron la dirección emprendida. Y sin embargo fue ese siglo el de los grandes descubrimientos. No sé hasta qué punto de… el progreso. Creo que sí, que también, pero derivando la senda hasta el caos actual.

Porque… ¿Qué está pasando entonces con el Siglo XXI? El gran fiasco, acabo de leer. Regresamos en los derechos sociales al despido libre, la arbitrariedad de sueldos y horarios. Los enormes desequilibrios sociales. La sanidad y la educación vuelven a ser, a grandes zancadas, solo para los ricos. Para aquellos que se despedían diciendo “ya te escribiré” en los andenes de un tren que caminaba con parsimonia permitiendo contemplar el paisaje y los propios pensamientos. 

Me sorprendo a mí misma añorando aquel tiempo que no viví. ¿Decadente? ¿Hay algo más decadente que la civilización actual? Siempre he amado el progreso, no miro atrás para lamerme las heridas, quizás para afianzar algún pie inestable, pero creo que esto no era lo lógico en un camino hacia delante. La masificación, la prisa, el control, el consumismo insaciable, los grandes espectáculos de multitudes muy multitudinarias. El abandono de la razón por creencias y supersticiones de una gran parte de la sociedad desorientada. El ruido, el inmenso ruido que tapa todos los sonidos, incluso -de no estar atentos- los interiores. La desinformación por saturación. Pincho una web y aparece cargado de chirriantes mensajes que encima no me cuentan la verdad, o no toda la verdad. Y así los hay a millones. La ilusión de hace un siglo, las apuestas por la ciencia y el conocimiento ¿dónde están?

Haber llegado a la edad madura viendo el apogeo del Jazz, en un club neoyorquino, con un maligno cigarrillo que no sé si hace tanto daño como la sinrazón. Por cierto, lo haré pronto, pero permitidme que me conceda el pequeño lujo de decir: “ya os escribiré”.

El espíritu gregario

Vitus Bernward Dröscher, zoólogo, etólogo y escritor, fue uno de los divulgadores científicos más prólificos y exitosos del siglo XX. Un gran innovador también que destruía mitos sobre el comportamiento de los animales buscando deliberamente su comparación con la humana.

Nacido y criado en Alemania del Este sus más de 30 libros fueron traducidos a 20 idiomas, incluido el chino… y el español. Cuestionó el liderazgo del macho en los felinos, sobre todo; demostró que ninguna hembra animal deja llorar, tener miedo o pasar hambre a sus crías, y que los abrazos y cuidados en los tres primeros meses de vida forman adultos más estables. Que cuando vienen mal dadas por la fortaleza del adversario es mejor “aullar con los lobos“ –aunque se sea humano- que enfrentarse a ellos.

Cada cierto tiempo se rescata su experimento sobre las ovejas (real o atribuido). Explicaba Dröscher el carácter gregario extremo de esta especie que sigue al líder hasta la muerte y en manada. El pastor interpone un bastón al cabecilla del grupo y el resto salta en el mismo punto aunque ya no esté el impedimento. El caso alucinante fue el que aconteció cuando irrumpió un paseante con dos perros sueltos que atacaron a la oveja guía. Presa del pánico se arrojó al río y… fue seguida por todo el rebaño. Se suicidaron. Sin saber ni lo que hacían, claro está.

El espíritu gregario de los humanos es uno de los comportamientos que más me llaman la atención (probablemente porque carezco en absoluto de él). Me sucede con harta frecuencia en el coche. El conductor posterior me sigue (sigue a quien vaya delante, vaya) aunque se meta en una zanja –me ha ocurrido-. Entonces le sale el carácter y pita desaforado porque le estoy impidiendo… que caiga de lleno en ella, él quiere seguir por donde iba: tras del vehículo anterior.

 Lo explica también de alguna manera la Campana de Gauss: hay una tendencia humana hacia ir donde otros van –el centro en este caso- para sentirse arropado y no destacar. No destacar para no situarse a la intemperie de la soledad o la escasez de grupo. El humano gregario, eso sí, allí, en el calor del rebaño, grita para asentar sus reales.

Las ovejas mantienen esta actitud por condicionamiento genético, en los humanos es una elección. En el amplio horizonte de caminos que se le ofrecen, algunos optan por no cuestionar, no tomar iniciativas arriesgadas (aunque finalmente lo sean mucho más) y sigue a quien dirige el cotarro, bien o mal.

Con la que está cayendo dos encuestas coinciden que el PP consolida su posición entre sus votantes de forma abrumadora, e incluso aumenta su distancia con el PSOE. Veamos ésta más detallada. Será que los erráticos líderes socialistas que elige su militancia se topan con unos potenciales seguidores menos gregarios, no sé. El caso es que la manada del PP nos está arrastrando a todos al abismo. Por succión 🙂 

La mitad de las nuevas especies son insectos

Los científicos (concretamente los de la universidad del Estado de Arizona en EEUU) están muy sorprendidos: una de cada dos nuevas especies que encuentran es un insecto. Los últimos datos computados proceden de 2009, año en el que hallaron 19.232 especies nuevas: casi 10.000 por tanto eran insectos. No es que los investigadores no sepan de su extraordinaria abundancia, es que pasan los siglos y siguen apareciendo nuevos por miles.

La mayor parte (3.485) son escarabajos. Uno de ellos con pelo como el que muestra la foto. Los coleópteros –que es como en realidad los llaman- constituyen de hecho la familia dominante en el reino animal. Entre las diversas morfologías de la especie, es interesante destacar a los escarabajos peloteros como ejemplo. Comen excrementos propios y ajenos y lo curioso es que depositan sus huevos en materia fecal, de la que se alimentan sus crías para seguir de adultos con las mismas prácticas nutritivas.

Los insectos representan la mayor parte de la vida en la tierra. Los científicos calculan que hay 200 millones por cada ser humano, a menudo forman plagas. Se debe sobre todo a su asombrosa capacidad para reproducirse.

Hace años me llamó la atención el comportamiento del piojo que voy a traer como ejemplo de lo que seguramente ocurre con estas desconocidas especies. Los piojos poseen dos pares de testículos, cuatro testículos, vamos, y su pene vendría a ser proporcionalmente como el muslo de un humano. Atienden a casi dos decenas de hembras cada uno de ellos y pueden llegar a emplear hasta cinco horas en el coito. Es decir su fin es la procreación, su multiplicación y, salvo por la promiscuidad a la vista de todos, se comportan “como dios manda” para su fin colonizador. Son ectoparásitos, ya desde huevos (llamadas liendres) los piojos se adhieren al pelo de su huésped.

En la familia parásita destacan también las garrapatas que, con similar sistema de búsqueda de nutrición, se alimentan de sangre ajena (normalmente de mamíferos), propiciándoles al tiempo gran número de enfermedades infecciosas.

Sé que nos dan asco, que tal vez por ello menospreciamos su fuerza, pero puede ser una actitud suicida. Leo que solo el mar se libra de los insectos pero tampoco es un medio apto para los humanos. Sólo que sí puede ser, por su tamaño y agrupación en manada, que el agua les barra con más facilidad que a nosotros.

No descubro nada nuevo ya desde la fábula de los hermanos Grimm, con el flautista de Hamelin, se sabe que a las plagas hay que atajarlas cuanto antes.