Por España, los presupuestos del PP y lo que haga falta

El PP pide al PSOE que le preste cinco diputados para evitar lo que considera “un chantaje del PNV” que quiere retirar el artículo 155 antes de votar sí a los presupuestos del Gobierno. Albert Rivera reprocha a los socialistas que se conviertan en «cómplices de los separatistas». Así, sin anestesia, lo dijeron este lunes en el TD1 de TVE. Después, salió Rivera para opinar que ese apoyo hay que darlo “Por España”. Y ya. Frase de PSOE diciendo que no. Ni pío de Unidos Podemos, ni siquiera del PNV que era el aludido. Es un clásico. En aumento.

El presidente de Ciudadanos se ha aplicado desde muy temprano en la labor, a insistir a Sánchez, en los Desayunos de TVE. Le ha dicho que «no tenga miedo» en abstenerse para  no poner en jaque “las medidas que alivian el bolsillo de los españoles».  Desde el diario El País avisaban al PNV que las inversiones millonarias para Euskadi están en el aire y que hasta el tren rápido se puede retrasar si no hay acuerdo.

Un duro trabajo en equipo para conseguir que el PP siga en La Moncloa. Por España. Por su idea compartida de España. De aprobarse, el gobierno subirá algo las pensiones mínimas, bastante más el sueldo de los funcionarios. La mayor partida en personal se la llevan policía y Guardia Civil.  Hay   69.060 euros más para la Casa Real que se añaden a los 7.887.150 de los que disponía. El gobierno se sube un 1.5%. A Rajoy le suponen 1.200 euros. A los magistrados del Tribunal Constitucional se les aplica el mayor aumento: un 12%.

En la misma línea de bolsillos tenidos en cuenta por los presupuestos, el de Defensa sube por primera vez a más de 8.000 millones de euros tras un fuerte incremento de casi el 7%. El Ministerio en su conjunto ve ampliados sus fondos en más de 3.000 millones.   Aportes en Sanidad y Educación del 3,9 % y el 3 % que no enjugan ni de lejos los durísimos recortes aplicados por el PP desde sus primeras tijeretazos en 2012 y, por ejemplo, baja el IVA de los cines del 21% al 10%.

El PP destina solo 46 millones a la ayuda a la dependencia. Los bolsillos de estos españoles cuentan mucho menos que los de otros. Comparen cifras y prioridades. Casualmente era uno de los temas del acuerdo de investidura entre PP y Ciudadanos. En un baño de realidad, Rivera aceptó, recientemente, rebajar sus pretensiones iniciales de 440 millones de euros a 130. Montoro los ha dejado en 46, que fue lo que eludió gastar el año pasado de los 100 presupuestados. Rajoy vuelve a destinar cero euros a la Memoria Histórica y  Víctimas del Franquismo. Como un empecinamiento en la inquina hacia los perdedores de la guerra. Pero «por España» hay que apoyar todo esto. Por esta España.

El partido de Albert Rivera, con él en cabeza, se multiplica en los medios. Más que nunca desde que “asciende en las encuestas”, que es el nuevo valor de referencia noticiable.  Ahora, para echar el resto en que salgan adelante estos presupuestos.

 En la práctica, Ciudadanos es el más sólido armazón para el PP.  Para cuanto el PP implica hoy. Por España. De momento, Ciudadanos no ha retirado su apoyo a Cifuentes, aunque estudia operaciones en diferido, según se apunta.  PP y Ciudadanos han vetado juntos más de 50 iniciativas en el Congreso. Entre ellas, volver a vincular la subida de las pensiones al IPC.  Resulta casi enternecedor ver otro estudio –aunque cada vez los miro con mayor cautela-  detectando que700.000 votantes mayores de 65 años, hartos del PP se han pasado a Ciudadanos.

PP y Ciudadanos se han puesto de acuerdo, además, para no suprimir las tasas judiciales o para no asumir las exhumaciones de la guerra civil y la dictadura. Todo “Por España”, que esto de España le ha dado una inyección de oxígeno impagable a Ciudadanos. A su idea de una España ultraconservadora, de símbolos más que de contenidos y mano dura o inflexibilidad  harto selectiva. Y una política económica neoliberal, opuesta por tanto al “ciudadanos libres e iguales” que proclama Rivera cuando se refiere al nacionalismo de otros.

Difícilmente se puede encontrar un partido más insostenible que el PP actual. El Partido Popular se ha hundido en sus miserias. Aún con la lavandería presta a dejar su imagen impoluta. Y la propaganda, disfrazada de periodismo, como apoyo incondicional. Pero, cuidado, que el horizonte no está precisamente claro. La hiperactividad de Albert Rivera para que Rajoy siga en el gobierno hasta que se considere oportuno, no parece que sea por España, ni por los bolsillos de todos los españoles. Y menos cuando se advierte que existe cierto apremio.

Todo esto pasa ante nuestros ojos como en un tiovivo. Adormecedor. Si no se aprueban los presupuestos, podría irse al traste la legislatura. Si salen adelante, potencian esa España volcada en los privilegios de unos y el desprecio de otros. Con un refuerzo tal del militarismo y las Fuerzas de Seguridad que cabe preguntarse, visto lo visto, adónde nos encaminan. El PSOE ha dicho que no los apoyará. Hasta ahora, su abstención ha sido esencial para que Rajoy sea presidente del gobierno. Ahora avanza que, si Rajoy fracasa, habrá de enfrentarse a una moción de confianza o a elecciones.

El tiovivo sigue girando.

El dolor como espectáculo una vez más

Lo más terrible de esta historia es que se ha segado la vida de un niño de 8 años. Un niño, Gabriel Cruz, que nos atrapó con su sonrisa cautivadora y su pasión por la vida. Después, la desolación de sus padres. Indescriptible, inabarcable. Con la generosa invocación de Patricia Ramírez, la madre, pidiendo “que no se extienda la rabia”.  «Gabriel no se lo merece, ni yo, ni su padre, que está destrozado», ha explicado. Y, naturalmente, no le han hecho caso. Esto es España.

La desmesura es absoluta. Retransmisión en directo -o con largas conexiones- del funeral en todas las cadenas de televisión nacionales (salvo La 2). Autoridades presentes y enlutadas. Equipos desplazados para informar in situ. La Catedral de Almería con pantallas gigantes en la explanada para que el público pueda seguir la ceremonia religiosa. El dolor convertido en espectáculo, una vez más.

Ver y leer esta mañana de martes, desarma. Hay un pestilente hedor a pasado y derrota. Es la misma España, reprimida, aburrida y vacía devota de El Caso en tiempos remotos, amplificada sin fin. Legiones de informadores rastrean cualquier punto o persona que haya tenido relación con Ana Julia Quezada, la pareja del padre, Ángel Cruz, que fue detenida como sospechosa con el cuerpo del niño en el maletero de su coche. Desatando todo tipo de especulaciones incluso contradictorias. Pero las turbas también contribuyen al espectáculo.  Pidiendo muerte a las puertas de la Comandancia de la Guardia Civil, dispuestas al linchamiento por su propia mano. O  buscando “a los periodistas”, que ahora son muchos y de toda condición. “Les hace ilusión”, leo. Las dos Españas, siempre, siempre.

La España capaz de lo más sublime y de lo más deleznable. Y ambos extremos se juntan en este caso, como en muchos otros. Como en el 11M, cuyo aniversario nos ha sacudido también esta semana. Entonces ya se apuntaba una degeneración del periodismo español -y de la política- que cedió incluso a cambiar portadas por la llamada del presidente Aznar.  Hubo grandes diferencias, sin embargo. Como la dignidad de los reporteros de Informe Semanal de TVE negándose  a aceptar la  manipulación, en un duro enfrentamiento que se saldó a favor de la información.

Utilización política y espectáculo se unen de nuevo en este caso. Nos conocemos tanto el tema, que esta vez incluso lo advirtió la madre de la víctima pero no sirve de nada cuando la caja de las audiencias o de los votos va anotando ganancias. De la mañana a la noche otra vez. ¡Otra vez! Repitiendo los escasos datos disponibles, como en una cinta sin fin. Por eso a veces, el asunto gana si se dramatiza. Y se pone como aquella moviola del fútbol para detener los gestos de la sospechosa, Ana Luisa, y comentarlos.  Un relato, en voz masculina, con un tono inaudito de un género que ignoro. No ha sido el único. Triunfa la escuela de “La mirada del asesino”  (ABC), morbo que se saldó con la impunidad habitual.

Airean detalles escabrosos al límite que faltan al respeto a la pobre criatura y a su familia. Ah, qué bien les hubiera venido a algunos un vídeo aficionado tomando la agonía de Gabriel. La sospechosa se ha confesado autora del asesinato ante la policía, pero ni previamente se respetó la presunción de inocencia. Un Derecho fundamental, junto con otros que se quieren en entredicho, desde la Lex Romana, incluso para los más crueles asesinos. Porque, de otra forma, volveríamos a la Ley de la Selva. Y los Estados democráticos no funcionan con esos parámetros por mucha que sea la indignación personal. Quien, tras un juicio con todas las garantías, sea culpable de asesinar a Gabriel merece todo el peso de la Ley, pero de la Ley.

Lo que quieren muchos es el ojo por ojo. Y allí s e planta el PP con su ley de Prisión Permanente Revisable, es decir, Cadena Perpetua, al calor urgente de los más bajos instintos.   ¿Adivinan, si no lo saben ya, qué político aprovechó la capilla ardiente de Gabriel para arrimar el ascua a su ley? Rafael Hernando, claro está.

¿Y adivinan quién se cambió de lacito a última hora de la tarde del lunes para volver del revés lo que solía decir?

Ciudadanos se opondrá a la derogación de la prisión permanente revisable, endureciendo además el agujero del tercer grado para garantizar el cumplimento efectivo de las penas. http://4upress.com/la-enmienda-de-ciudadanos-a-la-prision-permanente-revisable-intenta-tapar-el-agujero-del-acceso-al-tercer-grado/2846 

La lección de Patricia no va con ellos. Con esa ley del PP en vigor han asesinado a Gabriel y a Diana Quer. No evita muertes. Su objetivo es la venganza, no la justicia. Existe en algunos países aunque no es ningún argumento en un mundo que se está ultraderechizando a niveles críticos. Tampoco funciona allí donde está. Ni la pena de muerte.

Y luego la que fue condenada, antes de juicio:  “ mujer”,  «negra», «carnicera», «de izquierdas«-. Solo por mencionarlo, en el curso de un argumento amplio,  se le echa a Ignacio Escolar, director de eldiarioes,  la caverna encima, con todas las técnicas de la manipulación.    Él mismo lo cuenta y explica.  Los grandes incitadores del odio en general. El machismo sale en pleno a hacer causa general con este tema. Hay más asesinatos, más violencia, pero unos son más mediáticos que otros. Asturias ha enterrado a la enésima mujer asesinada  y apenas nada sabemos de ella o de su verdugo confeso. Y hay dos mujeres más desaparecidas en el Principado. Bien es verdad que seguramente no existe nada más trágico que un ataúd blanco casi más pequeño que la fotografía. Los niños muertos a la intemperie en las playas de la injusticia, quizás a la par, que también tienen culpables.

La verdad es que he dudado mucho en escribir de este tema. El corporativismo se protege y no gustan las críticas, de hecho no se prodigan. Pero también es por una cierta sensación de impotencia. Parar esa inmensa rueda es tarea prácticamente imposible. Lo impregna todo. Los mayores éxitos tienden a dejarse instrumentalizar. Hasta las revistas del corazón se  apuntan a la marea feminista. En rojo, azul y naranja.  Para volver a la tarea del sensacionalismo sin pausa a las pocas horas. Todo es una inmensa madeja. Que se deja mucho periodismo por el camino. Igual hay que llamarlo de otra manera.

Quiero confiar en la fuerza de las mujeres sin hipotecas. Quizás en otros colectivos inmensamente hartos como los pensionistas avisados y tantos que ya no aguantan más. Esto tenemos que arreglarlo. Oigan a Patricia, ella sabe.  De la más grande herida, de la más noble mirada.

Las mujeres salimos a la calle y hasta los oportunismos se tiñeron de violeta

No lo vieron venir. Tampoco esta vez. El estallido de feminismo  español que se materializó el 8M ha puesto sobre la mesa varias evidencias. Una de las preliminares es que políticos e informadores, cuya obligación es estar atentos a cómo respira la sociedad, seguían en sus altas torres de marfil. Y bastaba con mirar. Lo escribí aquí la víspera. Es mucho más que una huelga de un día. Es un tsunami de razones y coraje. La fuerza feminista nos va a envolver. Y nos va a empujar a un futuro constructivo que ya es presente, que ya lo estamos haciendo. La suprema cerrazón hará el ridículo. Así ha sido. Decenas de imágenes y de voces nos lo muestran. En toda España. Una impactante explosión violeta.

Es cierto que durante la última semana las periodistas tuvimos una atalaya privilegiada. Vimos crecer desde una reunión de apenas 50 mujeres de nuestra profesión a más de 7.000 firmantes de un manifiesto y a un grupo de Telegram que resultó ser una portentosa lección de realidad. Periodistas muy jóvenes y algunas menos jóvenes organizaron esto y el chat entre 2.400 de nosotras reveló un caudal de ideas, capacidad de organización, claridad, sensatez y respeto. Desde diferentes ideologías se aunaron fuerzas en un objetivo común que estaba por encima de cualquier otro. Y comprobamos que lo mismo sucedía, como culmen del hartazgo, en multitud de sectores profesionales y casi en cada esquina y cada casa de España. Un potentísimo mensaje  de rabia mezclado con la alegría de la reafirmación.

Es curioso que el 7 de Marzo convivían en las portadas, en alguna al menos, los mensajes feministas con intensas llamadas de la Caverna. Eldiarioes supo del temario que preparan dos ministerios juntos nada menos, Defensa y Educación, para implantar en los colegios una especie de formación del espíritu de su España. Militarista, y con unos sesgos preocupantes de caspa añeja como la de hacer cantar a los niños de primaria hasta el  pasodoble, Banderita, de aproximadamente los años 50 del siglo pasado.

¿Cómo es posible que la manifestación feminista del 8 de Marzo conviva con esa otra España? Las mujeres españolas han parado el mundo, dicen los titulares de la prensa internacional. No exactamente, lo han reactivado. Y alaban esta España prodigio de madurez, creatividad, y afán constructivo.  Lo que está pasando es la verdadera Marca España, cuando se libra de las rémoras de la involución.

La que ha dado poderosas muestras de su existencia. Los titulares del trágico 11M de 2004 también ensalzaron el ejemplar civismo y valentía de los españoles  -pese a la torpe política de ocultamiento del PP, bien es verdad-. Pasó de nuevo el 15M de 2011. La Spanish Revolution dejó boquiabierto al mundo por sus valores. Tanto fue así, que Ana Botella presumió de ella en un folleto promocional de sus Olimpiadas para Madrid. Mientras Cifuentes,  delegada del gobierno entonces, mandaba a las Fuerzas de Seguridad… a velar con las porras las manifestaciones.

Las dos Españas perviven y se agigantan. Pero ésta, la marea violeta de las mujeres, es la más transversal de todas. Capaz del acuerdo y el trabajo común, como gran sustrato de partida. Y es reconfortante ver el potencial de las mujeres jóvenes, igual que ellas reparan en la lucha de  las mayores que se encontraron marchando codo con codo. Ellas tienen muy claro lo que quieren y lo reclamaron por toda España.

 Esto es en la Puerta del Sol. Madrid hoy recoge como en otros lugares de España la voz de las mujeres pidiendo igualdad.

Hay que afianzar lo obtenido y planificar el futuro. Partidos y sindicatos han quedado en evidencia con sus “microparos” y tibieza. Otros se han caído de bruces en el ridículo. De los opìnadores baste reseñar  al que aseguró que las mujeres se morirían de vergüenza al conocer el manifiesto. Esencial, desenmascarar a los oportunistas, a cuantos nos trajeron hasta aquí o se proponen mantenernos en la desigualdad que mejor sirva a otros intereses. Con la brecha salarial se ahorran muchos millones. Hasta 42.000 millones anuales, según se ha evaluado. No es vendetta, es prudencia ante peligros ciertos.

La reconversión en feministas de toda la vida durante la jornada de huelga merece especial atención. Habría que haber visto las sedes del PP y de Ciudadanos mandando a comprar tela violeta sin saber si la vendían en el mismo comercio chino que la rojigualda. Sin torcer un gesto, allí fueron apareciendo desde Rajoy a Cospedal o Albert Rivera y Arrimadas, con  el lazo más grande de todos, sin temor a ser tenida por comunista. Dicen que Rivera citó incluso a Clara Campoamor que, junto a Kant, debe formar parte de sus lecturas favoritas. Hoy ya se ha atribuido el éxito de la huelga feminista. Y nos dieron las 19,05 y hasta Pablo Casado se declaró feminista. La mártir de la jornada fue Begoña Villacís que se presentó en la manifestación de Madrid a gritar libertad y fue increpada verbalmente por su oportunista cambio de chaqueta. Ella misma lo ha mostrado.

Los de siempre vuelven a subirse al autobús para cambiar su propia historia. Ahora con lacito violeta.  Y es importante, vital, estar alerta. Su Marca España se ha mantenido gracias a esos oportunismos sin escrúpulos. Y en cuanto puedan volverán a su ser natural. Esencial, insisto. Uno de los grandes daños de España es haber aceptado el “Mal Menor”, como solución. Que se suban al carro elementos desestabilizadores no es un mal menor, es un daño mayor.

Oí en el autobús a una mujer decir que donde mejor están las mujeres es en casa. Todavía. A un hombre, explicar las locas que había visto tapando la calle Goya en bicicleta a primera hora de la mañana. Seguro que encontrarán donde rearmarse. Fundamentalmente, en la carcundia mediática.  Ahora soplan con el viento favorable pero encontraran cómo volver a las andadas. Tertulianas incluidas.

Aviso a navegantes: esto no acaba aquí. Estamos vigilantes y hay mucho entuerto que deshacer. Más pronto que tarde, ha de llegar la respuesta a las reivindicaciones, a todas. Habrá que insistir si se demora. Incluyamos que el papel de la mujer en los medios ascienda de forma que este vendaval de luz y progreso inunde las pantallas, los audios y los textos. Aprendamos nosotras también a valorar a quienes trabajan en silencio y con efectividad de las poses de un día. Del oportunismo que también aquí se produce.  Cambiar la sociedad implica situar el foco en lo que es justo ponerlo.

El 15M,  El Roto publicó una viñeta histórica en El País: “Los jóvenes salieron a la calle y súbitamente todos los partidos envejecieron”. Hay que descubrirse ante esa capacidad española. El jueves, las mujeres salimos a la calle y paramos el mundo. Solo un momento, para que se diera la vuelta, nos mirara y nos viera.

Cruzada «patriótica» por Gibraltar

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