Rajoy, un presidente normal para un electorado normal

Mariano Rajoy ha vuelto a sacar del fondo de armario el concepto “normal” que nunca le ha fallado hasta ahora entre sus votantes normales. Gentes toda ellas con un “sentido común”: el de la normalidad de la derecha española. Común, normal, frecuente, ordinario,  general, universal. Como el Barón de Claret, ministro Portavoz, o la Condesa consorte de Murillo, Esperanza Aguirre por su casa, a la que le acercan los pies a los juzgados para responder de alguna de las tramas de corrupción de su partido. Lo normal, en el PP.

Sin irnos tan lejos, García Albiol, defenestrado en Catalunya, encuentra que no está a la altura del cargo quien suena para la presidencia de la Generalitat: Elsa Artadi, Doctora en Ciencias Económicas por la Universidad de Harvard. “Esta señora no ha demostrado nada”, dice el líder popular. Para precisar a su jefe, Mariano Rajoy, que urge a buscar un presidente “normal”, porque, en caso de que no le parezca normal a él, mantendrá el 155. Lo normal en una democracia.

En España ya llevamos dos legislaturas con un  presidente normal llamado Mariano Rajoy. Más los previos de toda su carrera política con hilillos de plastilina y una catástrofe ecológica incluidos. En su mandato ha recortado hasta en medicamentos de uso común como antiácidos –por mano de la Señora del Confeti Ana Mato- porque una ciudadanía con ardor de estómago conoce mejor el valor de lo normal. Aquel medicamentazo del que tan poco se habla tenía ese único objetivo: fastidiar porque de ahorro, nada de nada. La normalidad de Rajoy y sus lugartenientes en las CCAA se llevó ciencia, cultura, educación, sanidad, ayuda a la dependencia, a la lucha contra la violencia de género. Lo normal. En el PP.

Lo mejor es que todavía queda bastante de dónde tirar. Un consejo de ministros el de este viernes destinado a dar satisfacción a los sentimientos de su electorado normal. A esta gente le gusta la Cadena Perpetua –que esto es la Prisión Permanente Revisable- y extendida a más delitos. Aunque no sirva como disuasión – lo argumenta Ignacio Escolar al detalle– la venganza satisface a un determinado tipo de personas normales versión PP. España tiene una larga tradición en los placeres de este tipo. El desollamiento de infieles en los gloriosamente normales tiempos de la Inquisición parece que fue muy reconfortante. Por cierto, como siga en vigor el delito de blasfemia en esta normal democracia española del Siglo XXI, podríamos volver a reeditarlo. Ni siquiera es constitucional ahora, como explica Joaquín Urías, ex magistrado del TC.  Pero si la quiere la gente normal del PP está todo dicho. O la lapidación que también descarga muchas tensiones en los que arrojan la piedra.

Las pensiones están sentenciadas. El saqueo de la Hucha de reserva, tan ideológico, es solo un síntoma pese a su magnitud.  El gobierno ha decretado medidas nada inocentes este viernes. Un plan de estímulo para fondos de inversión, tal cual, a los que reducirá comisiones para apoyar a bancos y usuarios con la capacidad económica de suscribirlos. Los nuevos pensionistas-si llegan a serlo- cobrarán cada vez menos. Hasta el 30% según algunos cálculos. Por eso el presidente normal del gobierno ha dicho que vaya pensando el personal en hacerse un plan privado sí o sí. Lo reiteran a menudo en todas las voces, pero ahora ya lo presentan como inevitable. En EEUU ya van por los  79 años para seguir subsistiendo trabajando en minijobs.

Lo “normal” es hacerse un plan de pensiones. Solo que la inmensa mayoría de los ciudadanos no puede afrontar ese gasto.  Únicamente  el 25,7% lo hacían en 2013, al inicio de la precarización más brutal, según el libro de dos economistas solventes: Juan Torres y Vicenç Navarro. Y no va a mejor. A 3,90 euros están pagando la hora en España, contaba Laura Olías en eldiario.es, ahorre usted así para el plan de pensiones y para el resto de los gastos. En aumento, con las privatizaciones y copagos. Los votantes normales del PP -pensionistas, el grueso de su electorado- se niegan a ver las evidencias, al parecer, o algo les compensa.

Vayan ahorrando también para la educación de sus hijos y nietos. Lo normal en los nuevos tiempos. Cifuentes acaba de  regalar suelo público para un colegio en el que habrá que pagar.  Es la tónica. Y el normal apoyo a la ideología de la desigualdad. La Comunidad de Madrid se sitúa en cabeza de Europa, solo por detrás de la Hungría de ultraderecha oficial , en segregación de escolares. Los ricos con los ricos, los pobres con los pobres. Con ayuda de dinero público en muchos casos. Y gracias. Ahorre para el futuro, lo anuncia el Presidente normal.

Rajoy, Sáenz de Santamaría, Báñez, De Guindos, Cospedal, Zoido, Casado, Hernando, son la normalidad del PP que valoran sus votantes. Y Cañete, Camps, Wert, Mato, Soria, Celia Villalobos, viviendo aún de las rentas en mayor o menor grado. Los mejores, será, de esa derecha española tan normal.

Los votantes del PP son capaces de tragar y apoyar una corrupción que salpica con su mugre en cada nueva declaración de sus propios autores. Avalan la educación clasista aunque procedan de capas con escasos recursos y se lo pongan más difícil a los suyos. Se da ese nivel. Sustentan la precarización y privatización de la sanidad. Ni con la salud cejan en su cruzada. Engullen sin problemas las mentiras flagrantes, el uso partidista de la justicia. El borrado y machaco de los ordenadores de Bárcenas y que la Fiscalía diga que no es delito en contra del criterio de jueces. Son personales normales, tan normales como Rajoy.

Se diría que al electorado del PP con un buen palo al que se desvíe de su normalidad y unos cuantos whatsapps de escarnio para enviar a las amistades ya les compensa. Convierten en asunto nacional cualquier estupidez. Aunque, entretanto, se dejen saquear y propicien el saqueo de todos. La educación en valores ha fallado ostensiblemente en España bastante más que la gramatical, que también.

Lo anormal -tras décadas de mayor o menor progreso- es salir como la gente del PP. Pero no desviemos la atención de lo esencial. Un votante puede equivocarse –al punto de creer que es normal lo que hace el partido al que entregaron su confianza-, pero los auténticos responsables de este escarnio son otros. Son los políticos y medios que secundan la profunda anormalidad en la que vivimos. Aquellos, entre los periodistas, que ofrecen una visión distorsionada e interesada de la realidad. El PP que calla y otorga desde todos los puestos de poder y quienes se auparon en las elecciones prometiendo que nunca apoyarían un gobierno de Rajoy. En este caso, Pedro Sánchez y Albert Rivera. No solo lo mantienen en La Moncloa sino a todas las leyes regresivas que uno o los dos anunciaron revocar. Los que siguen subiendo y bajando en los sondeos ante una ciudadanía desconcertada que ve desmoronarse sus pilares sin saber cómo afrontarlo.

 

*Publicado en eldiarioes 9/02/2018 – 

El PSOE suscribe con el PP un pacto suicida

Rajoy y Sánches firman el que llaman Pacto Antiterrorista

Rajoy y Sánches firman el que llaman Pacto Antiterrorista

Coincido con quien dice que al PSOE ya no le quedan pies a los que dispararse. Sin necesidad alguna de pringarse en la deriva involucionista del PP, ha suscrito un peligroso pacto con el gobierno que incluye -de rebote- instaurar en España la cadena perpetua. Entre otras muchas cosas.

Ya desde el primer artículo considerar terrorismo  «desestabilizar las estructuras económicas y sociales» es, en manos del PP y por lo que se ve del PSOE, un comodín para, por ejemplo, encausar a quien proteste por la entrega a los poderes financieros de dinero público (léase el rescate bancario) que ya hicieron constitucional los mismos partidos. Ese artículo 135 que da prioridad al pago de los acreedores sobre las necesidades de los ciudadanos. Esperemos que no estimen como desestabilización, y por tanto terrorismo, perder las elecciones a manos de quienes «no les gustan».

Cuesta entender que a estas alturas y con una legislación penal que ya es durísima en España (como detalla Ignacio Escolar), Pedro Sánchez y quienes le apoyan (medios incluidos) hayan sentido esa llamada perentoria de lo que denominan «responsabilidad de Estado» y de la que cabe aguardar futuras ediciones vía pacto…  para no abandonar la poltrona. Sánchez había dicho que no pactaría con el PP y le ha faltado el tiempo.

Y cuesta entender que un partido (en el caso de querer ser decente) pacte y sostenga a otro tan embadurnado de corrupción y que está perpetrando graves daños a la ciudadanía y un sin fin de arbitrariedades. Veamos un par calentitas de esta mañana.  El destrozo ocasionado en el empleo y con el paro.  O una más de las continuas prebendas que se otorgan.

Si el daño para la sociedad es notorio,  resulta incomprensible el que el PSOE se infiere a sí mismo. Los halagos de los establecidos no faltan, las críticas de sus potenciales votantes son un tumulto.

Artsenal

Artsenal

Malagón

Malagón

Manel Fontdevila

Manel Fontdevila

Íñigo Sáenz de Ugarte lo explica con «meridiana» claridad como diría el maestro en «La cadena perpetua y  el valor de las líneas rojas del PSOE«. Aconsejo su lectura completa, éstas son algunas de las ideas que expone:

«No sé cuántos Pinochos se podrían conceder a Pedro Sánchez por su decisión de firmar en La Moncloa el pacto antiterrorista que incluye una medida ante la que él dice que se opone con todas sus fuerzas. Lo que es seguro es que hemos sido testigos de algo que incluso está por encima del nivel de Kerry. Porque se ve pocas veces que alguien intente negar algo que acabamos de ver con nuestros propios ojos. En tiempo real.

El acuerdo pactado por el PP y el PSOE no surge del vacío. Sus firmantes se refieren por ejemplo a «las nuevas y diferentes formas que adopta la amenaza terrorista» (sin precisar en qué medida es diferente ISIS a lo que siempre ha sido y ha querido hacer Al Qaeda). Además, el pacto se produce justo cuando el Gobierno de Rajoy va a introducir en el ordenamiento jurídico español una figura que creíamos incompatible con la Constitución: la cadena perpetua, denominada ahora «prisión permanente revisable». Lo pactado incluye específicamente una referencia a un asunto tan importante como este, aunque lo hace digamos que por eliminación: «En todo caso, el presente acuerdo no se verá afectado por los posibles cambios en el sistema de penas que puedan producirse en el futuro en función de las posiciones mantenidas por las partes en el curso de la tramitación de la reforma del Código Penal».

En el futuro. Las negritas son mías, porque hay que destacar este ejemplo de doble lenguaje al dejar claro que hay algo que queda fuera de la literalidad del acuerdo, que quizá se produzca o no en el futuro, pero que todos sabemos que va a ocurrir en cuestión de días. Ante esos delitos, y en este caso hablamos de delitos muy graves, la pena que se les asigne tiene la mayor importancia. No es una cuestión menor que se pueda obviar. Sabemos que el PP tiene la intención de emplear su mayoría absoluta para aprobar un agravamiento de las penas.

Pero el PSOE ni siquiera puede afirmar que el asunto de la prisión permanente se queda en esa ausencia ya reseñada. En otra página del acuerdo, se dice que «a los delitos de terrorismo con resultado de muerte les será siempre aplicable la máxima pena privativa de libertad recogida en el Código Penal». El PSOE acepta esta frase, que como tal no es sorprendente, precisamente cuando la reforma del Código Penal está en marcha en el Parlamento.

Por tanto, y contralo que afirma el secretario general del PSOE, el pacto incluye, avala y asume que la cadena perpetua va a ser un hecho para el que sólo faltan los trámites parlamentarios correspondientes. Y el PSOE da al Gobierno la cobertura política necesaria para presentar este cambio de la máxima repercusión legal como una prolongación del consenso con el principal partido de la oposición».

Y la conclusión demoledora:

«España es un país con un bajo índice de criminalidad violenta. Es una sociedad que resistió el impacto dramático de una matanza como la del 11M sin adulterar el sistema de libertades ni propiciar la venganza como sustituto bastardo de la justicia. Hay que reconocer que también es un país donde muchos políticos intentan conservar el poder o llegar a él apelando a los más bajos instintos de la población. A veces, con líneas rojas que no significan nada».

El PSOE y muchos de sus seguidores fieles y acríticos protestan arguyendo que no avalan la cadena perpetua y que incluso han presentado recurso de inconstitucionalidad. Le han abierto la puerta como vemos, han avalado al PP, sin otra necesidad que Pedro Sánchez abriera los telediarios por una vez – que es lo que empieza a parecer- y presentan un papel para que se arregle lo que han firmado.  De locos.

La cuenta del PSOE escribe que el comunicado aclaratorio que se les atribuye es un «fake», es falso. En su lugar remiten al editorial de El País.

Lee este editorial.Mira más allá Un acuerdo por años remite al Código Penal de cada momento No se aprueba la perpetua

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Personalmente me parece que la foto que abre este artículo se contrapone con la que pongo de cierre. Son dos actitudes muy distintas. En Grecia y en España.

El Ministro griego Varoufakis y el Presidente del Eurogrupo Dijsselbloem

El Ministro griego Varoufakis y el Presidente del Eurogrupo Dijsselbloem

Han perdido el pudor

La UE –esa «cosa» que nos manda y que ignoramos- acaba de decidir “aplazar” los objetivos sobre educación y pobreza. Prefieren dedicar los esfuerzos a empleo, investigación y clima, tareas esenciales también, sin duda. Ahora bien, parece que la auténtica base para un cambio de tendencia sería dar de comer y de vivir a quien carece de medios y desasnar –con perdón por la expresión- a la ciudadanía infantil y sobre todo a la infantil/adulta. Es cuestión de prioridades. Claro que si prescindieran de dietas, telefonos móviles -muchas veces para uso privado-, coches oficiales, fastos sin fin en sus cumbres, una burocracia que sume su efectividad en el caos y cuantiosas subvenciones a “estudios” muchas veces inútiles (pero que dotan a sus autores de oficina, secretarias y algo más), igual podían dedicar ese presupuesto a hacer algo sobre educación y pobreza. Ocurre igual en nuestro propio país y sus autonomías, textualmente en todos sus extremos. Mirad por ejemplo las subvenciones de la Secretaría de Estado para la UE, que dirige Diego López Garrido. En el apartado 26 encontramos incluso a Europa en Suma que consolida, como tanto os he contado, su vocación de receptor de dinero público, causa de su «reestructuración«.

Lo que ocurre es que, además del norte, han perdido el pudor. Un día más insisto en la desfachatez de reunirse en una cena el selecto club de los poderosos –que nadie eligió para obrar sobre nosotros-, decidir que van a hundir el euro, y encima hacer declaraciones a los periódicos. Antes eran más discretos, pero vista la reacción a sus desmanes ¿para qué se van a ocultar? Viator en los comentarios nos reseñaba el otro día el artículo de Jacques Juliard en Le Nouvel Observateur.”Imagine por un instante lo que podrían ser las consecuencias de un naufragio del euro: la cascada de quiebras comerciales e industriales, el desbordamiento del paro, el ascenso de regímenes populistas o dictatoriales. La factura de la crisis de 1929 fue la Segunda Guerra Mundial. Aprisionada entre Al-Qaeda y Goldman Sachs, dos amenazas diferentes pero complementarias, la democracia tiene el deber de poner los medios para defenderse”.

Añadía Juliard esta otra reflexión que me lleva a la comparación con la derecha española: “El reciente discurso de Nicolás Sarkozy en Davos, el templo del capitalismo financiero, es de una claridad meridiana. Es Nicolás Sarkozy quien afirma: “Al colocar la libertad de comercio por encima de todo, se ha debilitado a la democracia, porque los ciudadanos esperan de la democracia que les proteja”. Es el mismo Sarkozy quien insiste: “En las estadísticas se veían aumentar las ganancias, pero, en la realidad, las gentes veían que las desigualdades aumentaban”.

Puede que sea la derecha española quien más haya perdido el pudor de todo el orbe, si nos atenemos a la política. Ayer, por circunstancias que no vienen al caso, recalé intencionadamente en “La Noria”. Quizás intentaba lobotomizarme para ser una feliz y despreocupada espectadora de Telecinco. En ese obsceno programa se ocupaban de la cadena perpetua como si fuera el calzoncillo de un concursante de Gran Hermano. Sólo que esto es real. El brillante padre de Mari Luz ha decidido sumar su apoyo al PP para impulsar la inscripción de la pena perpetua en el país con el Código Penal más duro de la UE y con menor delincuencia –aseguran las estadísticas-. Le entiendo. Sólo que la democracia estableció que no se puede –porque no es sano- convertirse en juez y parte. La Ley del Talión solo genera violencia.

Allí había un saco de agresivas bilis manipuladoras a la que llamaban periodista y Maria Antonia Iglesias, quien –con todos sus defectos- es una buena profesional de la información, y  me apena ver en esas lides. Porque allí únicamente se trata de exaltar los bajos instintos del auditorio -la demagogia en definición de manual- que estalla en aplausos o abucheos, no de buscar un debate serio, Nunca lo hay cuando nos limitamos al “éste dice, el otro dice” y punto.

Decía el padre de Mari Luz que el ochenta por ciento de la sociedad apoya la cadena perpetua. No es cierto aún, pero quizás llegue a serlo. Ayudada por él mismo, y por los progenitores de Marta del Castillo, la única entre el más de medio centenar de víctimas de la violencia de género anuales que merece atención mediática, por razones distintas a la información y la búsqueda de la justicia y la verdad.

El PP está encantado con el apoyo del brillante Juan José Cortés, y no le hace ascos a instaurar la cadena perpetua. Cuando en «La noria» comenzaron a abordar el aborto y la pederastia, ya no pude más y desconecté. Los populares también han arriado la bandera del aborto, no, casualmente, la de la pedofilia eclesial. Y dicen que retirarán la ley –la del aborto, claro está, que mantuvieron en vigor durante sus 8 años de gobierno-, y que suprimirán Educación para la ciudadanía. Y veremos qué pasa con los matrimonios homosexuales. Y, sobre todo, con las políticas económicas inscritas en el más rancio capitalismo que nos ha llevado al desastre. La mil millonaria consorte Cospedal ya adelantó el otro día que la ley de dependencia es una sangría. Y con su vergonzosa tolerancia a la corrupción -que no es igual en todos los partidos, por mucho que se empeñen- Han perdido el pudor, ya digo. Mientras, el PSOE anda en Babia.

Discutía anoche también con una amiga conservadora -empeñada en hablar de política a toda hora aunque a mí me repatee- que me anunció su intención de votar al PP –de volver a hacerlo, más bien-, algo a lo que tiene todo el derecho, por supuesto, pero quizás no a intentar convencerme de sus argumentos. Cree que Rajoy es “buena persona” y “merece una oportunidad”. La tuvo -incluso como vicepresidente- en los 8 años de gobierno del PP. Y a mí personalmente esta larga oposición me ha permitido conocerle más como ser humano, dado que sale todos los días y a toda hora opinando, salvo cuando no le conviene y se calla, como en el caso de Matas. Y los periodistas tan contentos.

“Una constante del PP –especialmente de su núcleo duro– es ver conspiraciones por todas partes. Hasta conspiran entre ellos como ha sucedido entre Esperanza Aguirre y la mano derecha de su rival Alberto Ruiz Gallardón. Ver una conspiración “entre Rodríguez Zapatero y ETA para debilitar España” es de traca valenciana pero Rajoy no se atreve a contradecir al que sabe es un rival protegido por Aznar al que no quiere enfrentarse cara a cara y del que se libró después del Congreso de Valencia mandándolo al Parlamento Europeo para alejarlo de otras conspiraciones”, dice mi querido Enrique Meneses en “La conspiración de los necios”.

Le dije a mi amiga que -perdida la esperanza de ver una regeneración de la derecha española- empiezo a aceptar la idea de tener en la Moncloa, en las televisiones, en la economía, en la justicia, en la educación, en la sanidad, al actual PP -no han querido ser otro-, porque será lo único que haga reaccionar a la sociedad y reviente de una vez cambiando el sistema. Y es que por algo la UE pospone arbitrar objetivos para mejorar la educación.

Pero no perdamos la sonrisa y la fuerza. Quien no tiene a Messi dispone de un día primaveral para airearse, porque no, con Telecinco no repito.

Actualización 29 marzo

Tan de actualidad el post que, pensando en el atentado del metro de Moscú, repito una de las frases del texto, de Juliard:  «Aprisionada entre Al-Qaeda y Goldman Sachs, dos amenazas diferentes pero complementarias, la democracia tiene el deber de poner los medios para defenderse».

Entre la cadena perpetua y las montañas azules

Las Montañas azules (Katoomba, Australia) Foto: JA Rodríguez

Son las montañas azules. Están en Australia. Me han llegado en un correo de mi querido amigo José Antonio Rodríguez. Lleva ya más de dos años dando su vuelta al mundo. Ahora está en las antípodas. Prometedora sugerencia para el tiempo que nos ha tocado vivir. Cadena perpetua -¿para cuando pena de muerte?-, vapuleo al inmigrante, machismo vigoroso y orgulloso de sí mismo, el involucionismo vuelve a abrirse paso en nuestra sociedad, pese a las amargas huellas que ha dejado en la historia.

 Os voy a contar una historia que la que conozco algunos detalles por encima del común de la audiencia. Año 2003. Acababa de conseguir regresar a mi adorado Informe Semanal. Me encargan hacer un reportaje sobre el asesinato de Sandra Palo, concretamente al hilo de la vista del juicio.

 Sandra tenía 22 años, y un accidente en el coche familiar le habia ocasionado pérdida de masa encefálica y una disminución de su capacidad intelectual del 53%. La mayor de 3 hermanos en una familia que habita en el barrio de Getafe (Madrid), en un quinto piso sin ascensor. Rubia, 178 de estatura. Sale a una discoteca «light» con su novio y un amigo del centro ocupacional donde trabajan. Al regresar, a las 11 de la noche, pierde el metro en la Plaza Elíptica. Preocupada de llegar tarde a casa, emprende la marcha por la carretera.

Un coche con 4 chicos, 3 de ellos menores, se cruzan en su camino. Se va a cometer uno de los crímenes más terribles de los que tengo conocimiento. Varios: violación múltiple, atropello reiterado con el coche (hasta 10 veces pasaron por encima de ella), y quemarla viva con gasolina. No cabe mayor sadismo. Ningún animal actuaría así.  El amigo discapacitado, al que han echado los agresores, llama a la madre de Sandra y le dice que «si acaso ven que no llega, hagan algo».

 En esa casa de Getafe la vida quedará truncada para siempre. Todos podemos entender la lucha de los padres, esa amargura e impotencia que va a acompañarles el resto de sus días. De todo mi desgarro por lo inevitable, me lamento sobre todo por el único que allí aún puede salvarse: el hermano pequeño obligado a vivir en el más dramático ambiente. Se corta con tijeras la amargura que flota en el aire. Con toda razón. Más no cabe.

Detenidos los ya autorers convictos, vemos que uno tiene 18 años, pero los otros no alcanzan la mayoría de edad: 17, 16 y 14 (El Rafita),en el momento de los hechos. La condena para estos últimos es la que pide el fiscal; 8 años de internamiento y otros 5 de vigilancia en los primeros. Para el más joven 4 años de internamiento y 3 de libertad vigilada. Es el máximo que permite la ley de responsabilidad jurídica del menor.

Es imprescindible saber quiénes son estos chicos. Nos dirigimos a uno de los barrios de origen y en el que operaba la llamada “banda del chupete”, a la que pertenecían los encausados. Jamás hubiera creído que existiera semejante lugar en el centro de Madrid, se encuentra cerca del estadio Vicente Calderón. Son viviendas de realojo y de protección oficial. Nos alertan de que no entremos por sus calles. Taxistas para urgencias y repartidores de tele-pizza sólo llegan hasta la entrada. Lo hacemos, a pesar de no estar en guerra alguna que nos pueda dar réditos. Más aún, mandando el PP en España, en Madrid y en TVE, no encuentro demasiadas facilidades del director del programa más que para dar más una pincelada del barrio. Estas son algunas respuestas de los vecinos. “Hay de todo lo que pasa es que no voy a hablar claro”… “Uno está metido en la tienda y no ve lo que hay”, ”yo tengo bastante con mi vida, tengo dos hijos presos en Navalcarnero por la droga, y bueno, pues gracias a dios están bien allí, los veo muy bien esperamos que quiera dios que salgan curados”, “¿los menores?, la mitad de ellos no van al colegio… No van… andan sueltos por la calle…”

La «banda del chupete» acumula 700 denuncias en el momento de asesinar a Sandra Palo. Entre los encausados por este hecho uno tiene 26 asuntos pendientes de tramitación, otro 17 y el menor de 14 años (El Rafita) ya lleva 8. Por este juicio dos han sido defendidos por abogados de oficio y a uno de ellos no le han ido a ver los padres en todo el proceso. El progenitor del tercero, apoya a su hijo, quiere que pague por lo hecho y ha contratado para él una abogada. Confesó y facilitó la detención de sus compinches. Ha sufrido amenazas.

 Emilia Zaballos, su abogada, nos dice: “el apoyo del padre lo ha tenido, pero el desarraigo es muy grande, la familia se ha desestructurado varias veces, el padre ha contraído varios matrimonios con los que ha tenido diferentes hijos… En cuanto a la educación, es un niño que carece de ella en todos los aspectos. Es deficitaria tanto en su formación a nivel educacional, a nivel de principios éticos, morales. Es un niño que bueno…su nivel de autoestima es bajísimo, es prácticamente analfabeto, es un niño que le cuesta muchísimo poder leer y escribir, es un niño que incluso los hábitos de higiene los tiene poco arraigados”.

Analizando con los expertos la Ley del Menor vemos que es similar a la que rige en Europa. El problema es que se hacen leyes pero no se les dota  del suficiente apoyo presupuestario. Lo mismo que a los centros de reinserción. El famoso Rafita estaba encausado por 8 delitos a los 14 años y, como a todos los demás, no le había ocurrido nada. No se habían tramitado. A los 14 años había experimentado que sus acciones quedaban impunes. No hay tiempo. No hay –o había- dinero. En lo tocante a la justicia poco parece haberse avanzado. El defensor del menor de la Comunidad de Madrid decía estos días que los centros funcionan mejor y logran buenos resultados en general. No lo he comprobado.

Tampoco hay medios, evidentemente, para hacer efectiva la disposición de libertad condicional vigilada. Cuesta dinero poner a alguien detrás de él, con sus turnos, para ver qué hace (no hablemos ya de recuperarle, aunque tiene ya 21 años). Es mucho más barato y efectivo, hablar y pedir la cadena perpetua. Ese vaquero del oeste que llevamos dentro se siente mucho más satisfecho descerrajando tiros en la calle solitaria.

¿Necesito preguntar todo lo que estos datos suscitan? ¿A qué nos aboca la sociedad que hemos creado o hemos dejado que nos creen?

Australia. Las antípodas. Las maravillosas montañas azules.

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