Nunca se sabe qué paja romperá la espalda del camello

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Caja Madrid, una entidad bancaria para gestionar dineros ajenos, era un arca sin fondo en la que una banda de indeseables entraba a llevarse dinero a discreción para caprichos. Ésa es la realidad descarnada que arrojan los datos que se van conociendo. En un país serio, con una sociedad sobre la que se desparraman unos niveles de corrupción e impunidad que pocas soportarían, alguien adoptaría una resolución contundente para dar respuesta a la indignación y la desolación que nos invade. Sería de esperar de la Fiscalía General del Estado algo más que “dejar actuar a Anticorrupción”. Poner todos los medios a su disposición, como mínimo.

Apuntada ya esta rapiña sin nombre en los correos de Blesa, como publicó este diario en 2013, fuimos asistiendo, en cambio, a una cadencia de actuaciones por completo alarmantes: la Fiscalía de Madrid pide la apertura de una investigación contra los medios que publican evidencias, recurre el ingreso en prisión de Blesa (dentro de la instrucción abierta por el juez Elpidio Silva en causa más amplia), y también lo hace el Fiscal General de Estado, que aquí no muestra la misma exquisita prudencia de ahora. El magistrado, Silva, finalmente, es llevado a juicio. Y condenado a 17 años de inhabilitación, es decir, han truncado su carrera judicial.

Entre los miembros de la Banda de las tarjetas black nos encontramos a quienes han dimitido o les han obligado a dimitir, los –pocos– que no hicieron uso de esta prebenda intolerable, y también a quienes defienden el abuso con desfachatez inaudita. Pablo Abejas, exconsejero de Caja Madrid, destituido como director de Economía de la Comunidad, defiende que todo era legal, todos lo sabían, y en este país se penaliza a los que ganan dinero. El angelito, como tantos otros, gastó alegremente 246.700 euros en lo que le vino en gana, al margen de sueldo y dietas.

Recapitulemos. Ingresos –a través de tarjeta en negro– que no pasan por Hacienda para tributar, como nos ocurre al resto de los mortales. Procedentes de una entidad que gestiona dinero de otros, que llegó a estafar incluso a ancianos con las preferentes y que se salda con una catastrófica gestión que el Gobierno nos hace pagar a todos en su voluminoso rescate. Obligada en sus estatutos a hacer una obra social, en la práctica se ve que eran los altos cargos, consejeros, políticos, sindicalistas y dirigentes de la patronal a quienes les tocaba en suerte. Cualquiera diría que el objetivo de agraciados y aspirantes es ascender en su carrera “al servicio de los demás” hasta pillar la VISA que todo lo compra.

Ignacio Escolar detalla pormenores indispensables del caso. Por ejemplo, que no es legal lo que hicieron, como pretenden hacer colar. Podrían haber incurrido en tres delitos: apropiación indebida, delito societario y administración desleal, penados hasta con cárcel. Varios políticos les apoyan o siembran la duda, mostrando un relevante indicio de lo que se cuece por sus feudos.

Lo peor es la abrumadora sensación de que este escándalo es la espuma pestilente de ese vertedero en el que vivimos, cuajado de cómplices. Caja Madrid y Bankia parecen haber regalado el dinero a espuertas a partidos, sindicatos, empresas, familiares varios, y no a cambio de nada. Eso sí, con una especial querencia por el PP, al que destinaba dos de cada tres euros de los “donativos”.

Y, sí, sin duda otras entidades lo hacen, lo que no es eximente alguno, sino todo lo contrario. Llueve tan sobre mojado que ya estamos empapados hasta la médula. Un partido que, según el juez, la policía y Hacienda, se maneja con caja B y se lucra de actividades delictivas gobierna España y numerosas comunidades autónomas y ayuntamientos como si esto no fuera con ellos. Y la Fiscalía también calla. Parece hablar tan sólo para “desimputar” privilegiados.

¿Toda esta banda de indeseables sabe que mientras ellos sacaban la VISA en los restaurantes o abrían cajas B, la gente es expulsada de su casa, tienen que ir ya por millones a comedores sociales, ha aumentado insosteniblemente la pobreza infantil o, entre otras muchas injusticias, no toma sus medicinas porque no les alcanza el dinero para repagos? Hace falta ser muy indeseable para justificarlo.

Muchos de ellos han hecho la carrera, en efecto, utilizando la política y, por tanto, el presunto servicio a los demás como método. Lo de “casta” se les queda corto. Actúan como grupo organizado y las técnicas son de mucha mayor altura y especialización. Insistiré hasta la saciedad en que el día en el que los españoles –sí, nosotros, ni siquiera los órganos competentes– toleramos que a Baltasar Garzón lo echaran tras iniciar la investigación de la Gürtel, iniciábamos un camino sin retorno. Pueden ser todo lo peculiares los jueces expulsados, pero no los han quitado de en medio por eso.

Buena parte de esta élite de desarrapados morales vive en un mundo tan irreal, tan lleno de regalías (a nuestra costa) que no son conscientes de su realidad. Incluso de que no nos pueden seguir insultándonos con excusas y bravuconadas. Los SMS de todo un presidente de Gobierno a su encarcelado tesorero dándole ánimos parecían el punto decisivo para no aguantar más. Veremos si lo son las tarjetas ‘black’, los créditos ultrafavorables que saldrán, o lo que venga.

A la hora de concluir este artículo, conocemos un contagio de ébola de una sanitaria que atendió a uno de los enfermos trasladados a España. Algo falló en las medidas de seguridad «de toda confianza». Con la sanidad pública semidesmantelada y semiprivatizada y en manos de estos gestores, cualquier cosa es esperable. Más difícilmente en el privilegiado mundo que se han fabricado. Son demasiados atropellos, demasiado tentar a la suerte. Deberían estar dando gracias de la mañana a la noche a que “el de la coleta”, como despectivamente le llaman, libere tensiones en las esperanzas que ha suscitado. Dice un proverbio árabe: “Nunca se sabe qué paja romperá la espalda del camello”.

*Publicado en eldiario.es 

Lo sucedido en España en 2013 hubiera hecho caer a cualquier Gobierno democrático

Un año en el que hemos perdido a Stèphane Hessel, José Luis Sampedro y Nelson Mandela no puede haber sido bueno. No para la humanidad. Lo inhumano de hecho ha avanzado en progresión estratosférica. La aberración de posponer cuanto atañe a las personas, al altruismo, al pensamiento racional, a la empatía con los otros, a la ética, por los más oscuros intereses ha triunfado plenamente. Para muestra el botón más cercano, el que nos duele y –haciéndonos más egoístas, menos humanos- desplaza cualquier otro interés: España, la triste España del PP.

Solo en ese plano extraviado de la lógica más elemental se entiende la permanencia al frente del gobierno español de Mariano Rajoy o de los miembros de su partido que han secundado de hecho cuanto ha sucedido. El gobierno salido de las urnas tiene toda la legitimidad por muy defectuosa que sea nuestra ley electoral pero los gravísimos escándalos que rodean al de España lo hubieran tumbado en cualquiera país democrático. Algo muy preocupante ocurre con nuestra sociedad al completo y, sobre todo, con las fuerzas que la dirigen.

Iniciamos 2013 leyendo en toda su plenitud los llamados “Papeles de Bárcenas”. Publicados por varios medios, pudimos ver el rosario de sueldos, sobresueldos, virtuales prevaricaciones y comisión de favores, contabilidad B para nuevas prebendas a ocultar, que venía anotando el ex tesorero del Partido Popular en todos sus detalles durante dos décadas. Lo negaron todo… salvo alguna cosa. Los voceros en nómina –de dinero o poder- hicieron cuanto pudieron por sembrar la confusión. No eran reales, decían; lo son. Asistimos a los más patéticos espectáculos, desde losfiniquitos en diferido a las pavorosas huidas del presidente. Cualquier gobierno hubiera caído solo con esto, no sucedió y aún hubo mucho más.

En julio leímos también los SMS enviados por Mariano Rajoy a Luis Bárcenas: “Luis, sé fuerte”, “Luis, nada es fácil, pero hacemos lo que podemos”. Hasta en el más corrupto de los países de cualquier época le hubiera costado la presidencia a su autor, pero nuestro Rajoy con todo su PP sigue ahí. Y continúan después de haber borrado los ordenadores de su ex tesorero –que la justiciano quiere investigar- o de haber sufrido un registro de 14 horas a su sede que ni se han dignado comentar. Continúa, lo que es si cabe peor, como si nada sucediese, sentando cátedra, con inusitada prepotencia. Inconcebible en democracia, impensable en una sociedad medianamente sana.

Hemos visto al presidente huir de los periodistas por los pasillos del Senado, comparecer en plasma, o hablar cuando le viene en gana para seguir engañando a los ciudadanos. Una persona sin una gota de credibilidad sigue soltando sus mentiras haciendo omisión hasta del pudor que es actitud humana bien primaria. Trivialidad o burla, Rajoy ha tenido la inmensa osadía de responder a asuntos muy graves con una letanía increíble en alguien que ocupa su cargo: Todo es falso, salvo alguna cosa (febrero). Les dejo, que hace un frío espantoso (marzo). La segunda ya tal  (junio). Fin de la cita (agosto). Está lloviendo mucho (octubre sobre la anulación de la Doctrina Parot). [Las acusaciones] no se pueden demostrar (octubre sobre Bárcenas a Bloomberg). Éste es el estadio en el que España ganó el Mundial (diciembre en el funeral de Mandela). “Ese asunto” (diciembre, el aborto que no se atrevió a pronunciar).

Después conocimos las andanzas de Miguel Blesa y su Caja de Ahorros pública hundida desde la que actuaba como un virrey de las Indias medievales. Y es que 2013 es el año en el que nos hemos sentido definitivamente huérfanos de justicia, a pesar de los loables y valientes intentos de algunos magistrados. Fiscales al servicio del Estado que crean la acción de desimputar o sacan de prisión a encarcelados (Miguel Blesa) o tribunales de justicia que entienden sus comprometedores emails como privados y no delictivos y, en cambio, estiman punible difundirlos. Con un nivel de estupefacción que nunca creímos conocer, hemos visto campar la impunidad sumiéndonos en la impotencia.

Es el año de la subida de las tasas judiciales para que no se pueda litigar. El año de la sectaria Ley Wert para la deseducación. El de imponer la Ley mordaza de Fernández Díaz para que el poder frene duramente las protestas de los ciudadanos, o la que privatiza la Seguridad del Estado dando poderes extraordinarios a los vigilantes jurados sin preparación. El de duplicar la venta de armas a países no democráticos. El de la amnistía fiscal o las destituciones de quienes meten las narices donde no conviene. El de las grandes contrareformas de Gallardón: Código Penal con -en la práctica- cadena perpetua, o la Ley del aborto más restrictiva de Europa que nos devuelve directamente al nacionalcatolicismo franquista. El del control gubernamental y político de los órganos judiciales. Todo por decreto ley y apisonadora parlamentaria, sin el menor consenso. El año en el que se rechaza de un plumazo la ILP avalada por millón y medio de firmas que pretendía paliar el drama de los desahucios.

2013 es el año en el que sube el déficit y la deuda pública a niveles inauditos mientras se sigue mintiendo a los débiles de mente con una soñada recuperación que solo beneficia a los que nunca sufrieron la crisis. En el que, por ejemplo, se regala por 1.000 millones de euros Novagalicia a un banco privado venezolano perdiendo 8.052 millones de dinero público allí enterrados. El que otros estamentos del poder en el partido conservador español venden a Goldman Sachs pisos de propiedad pública, en el mayor de los contrasentidos dado que la Constitución pide a los poderes públicos que velen por evitar la especulación en la vivienda. O el de la lucha encarnizada por entregar a manos privadas también la sanidad. El año en el que se está enajenando de saldo España entera. A potentados chinos, rusos y venezolanos a los que no se pide su historial.

2013 es el año en el que gracias al PP han aumentado las desigualdades, ha empeorado nuestra salud, ha caído por primera en años la esperanza de vida, ha mermado nuestro poder adquisitivo, cierran cada día más empresas, no se crea empleo o se registra un nivel de emigración superior a los duros años del franquismo.

Y es el año en el que el PP ha conseguido que sus propias tenebrosas sombras manchen a toda la Política, eje de la democracia. Y en el que el PSOE de Rubalcaba no está -como oposición mayoritaria-, a la altura del drama que vivimos, contribuyendo a crear indefensión en muchos ciudadanos. El año en el que los medios y los tertulianos habituales secundan con su silencio o directamente la manipulación la tragedia que nos asola.

2013 es el año en el que la sociedad parece haber sido definitivamente derrotada. Cuando hemos perdido no ya la esperanza sino el ánimo de volver a recuperarla. Cuando el rencor aflora sacando lo peor de nosotros para hacernos casi tan ruines como quienes nos gobiernan.

Si todo sigue así, 2014 será el año en el que volverán a prometernos la recuperación para el 2015 y tampoco pasará nada. Basta, al parecer, con tirar hacia delante con total desfachatez. Con tragar y callar, las víctimas. Que nadie lo endulce con subterfugios: lo sucedido en España sería impensable en un país realmente democrático, para empezar porque no lo toleraría la sociedad, ni sus jueces y políticos con mayor capacidad de actuación.

Feliz 2014… si podemos.  Podríamos.

*Publicado en eldiario.es

 

¿Nos vamos a Goa? A Goa, no a Gol

Vayamos con la primera parte. Exposición de motivos. Cuesta encontrar cuál de las noticias del día que genera el Partido Popular es más deleznable. Puede que sea ésta: Madrid se quedó con el dinero de 3.999 dependientes que había recibido del IMSERSO. 2011. Gobierno de Esperanza Aguirre y de su sucesor Ignacio González. PSOE en el gobierno central.

O, probablemente, los detalles de cómo el PP anda cerrando el círculo de la represión y la vuelta a algo muy parecido al franquismo. Esas medidas que con el Código Penal y la Ley de Seguridad Ciudadana están espantando a Europa. Lo nuevo es otra ley, no menos peligrosa. De Seguridad Privada la llaman, y faculta a unos empleados con uniforme -y ninguna preparación específica como sí tiene la policía o la guardia civil- a pisotear los derechos ciudadanos. Esto lo ha hecho el PP a pachas con CiU y PNV.  Un alto cargo ha dejado bien clara la razón, además de por esa querencia al autoritarismo: para favorecer al sector… en el que tienen tan buenos amigos.

Hay muchas derivaciones en todo esto. De un lado la privatización de la seguridad. Iñaki Gabilondo alerta de esta nueva muestra de lo que llama la enfermedad privatizadora del gobierno. Del otro ese círculo que se cierra y en el que Gallardón fue sentando las bases al elevar de forma prohibitiva las tasas judiciales para defenderse de los atropellos de la autoridad competente.

Autor: Puebla

Autor: Puebla

Tenemos una nueva tanda de correos de Blesa, que esta vez saca eldiario.es. Jugosa. El mangoneo de las preferentes. Los atajos de familia con dinero ajeno. El conchabeo de Caja Madrid con una fundación de Esperanza Aguirre (qué casualidad, otra vez), que llevarían al estupor a Rafael Spottorno, actual jefe de la Casa Real. Al punto de decir: “La desvergüenza y el despilfarro están llegando a unos límites que no resultan aceptables aun con anchas tragaderas”. Spottorno era entonces (2009) director de la Fundación Caja Madrid, y se quejó ante Miguel Blesa por la transferencia millonaria de fondos a medios de comunicación a través de uno de los entes estrella de Esperanza Aguirre, la Fundación Dos de Mayo, Nación y Libertad.

Infolibre insistía en el tema publicando un documento que prueba cómo Caja Madrid conocía que las preferentes eran un engaño.

No nos perdamos un trio de resoluciones en Justicia salidas en las últimas horas.

El juez Gerardo Martínez Tristán se quedará a decidir sobre la privatización de los hospitales de Madrid a la que es manifiestamente favorable, además de estar casado con una consejera nada menos que de Cospedal, cuyo gobierno ha dado fuertes palos también a los servicios públicos. No se ha tenido en cuenta  la recusación del PSM y la dimisión del Senado de Tomás Gómez. Tristán, además, ha entrado a formar parte del CGPJ, órgano de gobierno de los jueces, con la aquiescencia del PSOE de Rubalcaba. Han negociado con el PP y en el paquete entraba este señor. Por su mucha valía, seguramente.

Albiol, el alcalde de Badalona ( PP ) que repartió planfletos vinculando a los rumanos con la delincuencia, ha sido absuelto. Es libertad de expresión dice el juez. Lo asegura Alicia Sánchez-Camacho, la señora que tiene entre sus máximas prioridades vitales embutirse la cara de Botox. Alguien pregunta que si mandamos planfletos vinculando al PP con la corrupción será también libertad de expresión y no nos mandarán a las fuerzas represoras o esto no funciona así.

Y el Tribunal Superior de Justicia -dicen- Valenciano ha suspendido la entrada en prisión del alcalde de Torrevieja, condenado por corrupción a 3 años de cárcel, hasta que el Ministerio de Justicia -dicen- no decida sobre…. ¡su indulto!, sí, ése que pidieron prácticamente todos sus compañeros del PP valenciano.

No falta un detalle ¿eh? Pues solo que he tomado lo más sobresaliente. Bien, pues vamos con la segunda parte. A estas alturas del artículo, una amiga que dice me quiere mucho habrá comentado: “Ya está La Artal riñéndonos”.  La verdad es que una misma se aburre del monotema: los atropellos que se están produciendo en España en este negro período. Ya os lo dije un día -suscitando también interpretaciones un poco cogidas de trasmano-. No soy la única. Carlos Elordi se preguntaba hoy por qué no interesa como antes lo que sucede fuera, lo que sucede en el mundo, con lo que influye en nuestras vidas. Estamos demasiado ocupados apagando fuegos que no dejan de encenderse.

¿Y cuál es la solución? ¿Callarse? ¿Pasar? ¿Aburrir al personal? ¿Llorar en grupo?

Hay una estupenda de poder -y querer realmente- llevarse a cabo: marcharse de este desgraciado país. España tiene muy difícil remedio, se ha destrozado demasiado en este período. Y esa ola de podredumbre que invade los cimientos terminará por enfangarnos completamente. Hasta llegar a la precariedad económica quien no lo haya hecho ya. Hasta verse acallado y castigado solo por respirar disidencia. Hasta que la rabia y/o la tristeza nos pasen factura en salud. Tendría remedio pero en este pueblo de bueyes no parece que hoy por hoy sea posible. Vaya, ya estoy “riñendo”.

Me han hablado de Goa. No de Gol, aunque sean tantos quienes emigran allí también. Me refiero a un estado al sur de la India. Es barata la vida, dado su escaso desarrollo. Para irse a Suecia empieza a ser corto el poder adquisitivo y al paso que vamos acabaremos en los suburbios de Dehli. O… en los de Madrid o cualquier ciudad española. Mejor, mientras se pueda, en Goa, Entre playas, elefantes, mangos, aguacates y papayas. Y, supongo, pocos estímulos intelectuales. Si acaso nos vamos unos cuantos y fundamos allí una España decente en el exilio. Sin llorar.

Goa. India. Playa

Goa. India. Playa

 

Los correos secretos de Blesa

Infolibre, diario digital dirigido por Jesús Maraña, viene publicando noticias altamente alarmantes sobre lo que llama Los correos secretos de Blesa. Como a mí, a nuestra amiga Angels Martínez Castells, le ha llamado la atención el silencio que rodea la difusión, o más bien la falta de difusión de estos asuntos tan graves que implican a José María Aznar y a su yerno, Alejandro Agag, además de al ex presidente de Caja Madrid. Enlazo lo que cuenta Ángels:

«Y el asunto consiste resumidamente en esto: “correos electrónicos del entonces presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, nombrado para el cargo por su íntimo amigo y excompañero de pupitre José María Aznar, demuestran que este último ha hecho numerosas gestiones a favor de Einsa, empresa de material bélico que recibió contratos millonarios por parte de los Gobiernos de Aznar y que tenía un enorme interés en utilizar la influencia del ya expresidente español para ampliar mercados en Argelia, Libia y otros países. Además, Aznar utilizó parte de la estructura de la fundación que alimenta ideológicamente al PP, financiada en parte con dinero público, para ejecutar esas gestiones de carácter absolutamente privado. Aznar negó a través de un comunicado que “concluyera” ningún contrato con Einsa o que percibiera remuneración económica personalmente por esas gestiones, en las que le ayudaba un hermano de su yerno Alejandro Agag.”

Lo que no ha hecho Aznar es aclarar ni una sola de las conclusiones que se derivan de esos correos secretos a los que ha tenido acceso infoLibre y sobre los que Gabilondo ha lanzado preguntas tan concretas como sensatas: ¿Cuáles fueron las gestiones que hizo Aznar y hasta dónde le llevaron? ¿Le ayudó su amigo Blesa desde la presidencia de Caja Madrid, mientras (por cierto) llevaba a la quiebra una de las cuatro mayores entidades financieras? ¿Utilizó Aznar la estructura de FAES, cantera de las ideas y políticas que defiende el PP, para esas gestiones privadas? ¿Le parece normal a Aznar (expresidente del Gobierno de España con derecho a pensión vitalicia) trabajar como intermediario comercial para una empresa de material bélico?»

El Mundo contaba este domingo múltiples datos sobre Miguel Blesa. De él llega a decir para entrar en materia: La historia del inspector de Hacienda que iba en moto a hacer la declaración a Aznar y acabó viviendo como un nuevo rico sin vergüenza. El cazador de Caja Madrid, titula el artículo.

Àngels reparó en Agag, ya en su día, cuando surgió como el novio conveniente.

«Me sorprendió, por allá el año 2002, que cuando presentaban en sociedad al novio de Ana Aznar Botella se dijera de él, entre sus otros méritos políticos en el PP, que en el mundo de los negocios era conocido como un exitoso “comisionista”. Así, como lo leen, y aunque ahora he buscado registros y no los encuentro (quizás fue en alguna lectura de peluquería) recuerdo perfectamente el impacto que me produjo el calificativo, hecho naturalmente con ánimo muy laudatorio. Incluso había quienes dudaban si el braguetazo que parecía tan evidente no era sino todo lo contrario, y que quien “había hecho suerte”, como decimos en Catalunya, era la joven hija de Aznar. También la prensa “seria” opinaba al respecto, y por ejemplo Eduardo Inda nos presentaba este retrato del afortunado novio en el Mundo en enero del 2002, antes de la boda en El Escorial.

Prácticamente toda la vida escolar de Alejandro Agag, desde primero de EGB hasta tercero de BUP, discurrió en el colegio Retamar, del Opus Dei. Allí se codeó con los hijos de algunos de los mandamases de este país: los Suárez, los Ruiz-Mateos o los Calvo-Sotelo por citar sólo tres de los apellidos más conocidos»…

Me sumo por tanto a su preocupación, a la de pocos, en realidad:

«Por eso comparto con Jesús Maraña la desazón porque desde las impagables páginas de Infolibre(y de manera destacada de la firma de Alicia Gutiérrez) hace más de una semana que se están aportando documentos “que reflejan muy nítidamente el funcionamiento en España de una puerta giratoria por la que fluyen y se confunden los intereses de la política, el sector financiero, los negocios privados y los recursos públicos.” Y el lamento tiene mucho sentido porque la publicación de esos datos se produce en una casi completa soledad, únicamente rota, según reconoce Maraña, por espacios de independencia profesional como El Intermedio de La Sexta, algún informativo de esa misma cadena o de Cuatro TV y profesionales de una credibilidad incontestable como Iñaki Gabilondo, Miguel Ángel Aguilar o Pepa Bueno. Se produce incluso la paradoja de que periodistas que cubren la información sobre el Gobierno y el PP rebotan en las redes sociales las historias que desvelainfoLibre, pero no pueden publicar en sus medios ni una línea sobre el asunto.»

Y todavía cuenta más cosas Ángels… que concluye con esta reflexión:

«Ben Bradlee, redactor jefe del Washington Post cuando se destapó el Watergate, afirmó en uno de sus libros que “Si agarras a alguien muy bien por las pelotas, tendrás su corazón y su cerebro”. Y Jesús Maraña se apoya en esa cita para concluir:  «Aún no sabemos con certeza el alcance de lo que Blesa debía a Aznar y viceversa, ni de lo que Einsa tenía que agradecer a Aznar o lo que éste recibió de ella. Lo que sí sabemos es que las “pelotas” de las más potentes cabeceras periodísticas están bien agarradas por los propios acreedores de sus deudas. Y cuando un medio depende de intereses económicos o financieros, o de la influencia política que desde el Gobierno o un partido se ejerza para facilitar favores o soluciones, el “corazón” y el “cerebro” de ese medio salen tocados y los silencios son tan clamorosos como sus gritos. Lo cual debilita peligrosamente el corazón y el cerebro de la propia democracia.»

 

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