Cómo se fraguan los desastres

Entra la extrema derecha neonazi en el Parlamento alemán por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Con fuerza: 88 diputados. Pierde escaños el bipartidismo, en particular los socialdemócratas de Schulz, que cosechan el mayor fracaso desde aquella aciaga fecha hace 80 años. ¿Cómo habrá podido suceder?, se preguntan los aposentados. Básicamente, con políticas de incremento de las desigualdades, desvirtuando la verdad y no queriendo ver las evidencias. La consecuencia es que se propicia lo que se dice combatir. Y así ocurre en gran parte de los temas trascendentales por no decir todos.

La rica Alemania ofrecía dos versiones en la prensa. Una crítica y otra que cantaba las maravillas de un país en el que todos eran felices y hasta, sobrados de pleno empleo, buscaban trabajadores para acogerlos en el idílico paraíso. La realidad se ha impuesto en los resultados electorales. Hay mucha gente descontenta, incluso desesperada.

Luego hay que entrar en detalles. Publicitaron el Efecto Schulz como la gran panacea. “ El ‘efecto Schulz’ pone contra las cuerdas a Merkel en los sondeos ”, titulaban  arrebolados vendiendo la piel del oso antes de cazarlo.  La euforia reinaba en las filas socialdemócratas tras secundar durante años las políticas de Merkel con ligeros retoques. ¿Cómo se habrá despeñado en votos? El partido de Merkel también ha sufrido enorme pérdida, un millón.

El bipartidismo menguante y su tenaz prensa de apoyo creen que basta publicitar profusamente sus deseos para que se conviertan en realidad, en contra de la realidad. De forma que terminan propiciando un fiasco. Fomentando lo que les causa alarma. En este caso, que la extrema derecha entre en el Bundestag.

España es otro ejemplo. El Efecto Sánchez lleva el mismo camino que el Schultz como el PSOE no deje de ponerse de perfil en los asuntos cruciales. No es un camino de rosas lidiar con la potente y nutrida ala derecha del partido pero no sirve de excusa. Sánchez habla por fin para buscar la equidistancia imposible que en nada influye en los preocupantes hechos que se suceden. Rodríguez Ibarra pide a Sánchez que forme gobierno con el PP, sin complejos. Gobierno uno, grande y libre. Alemania, la última derrota en sus filas, no les sirve de ejemplo. Albert Rivera se apunta y se incluye en el pack. Son los “gobiernos de concentración” sin ideología dominante en apariencia. En la práctica, conservadores, ultraliberales en lo económico y autoritarios. El líder de Ciudadanos pide suspender libertades: limitar y cerrar  las redes y páginas sin intervención judicial en un hipotético estado de excepción. Sus prelaciones están claras. Siempre lo estuvieron. Y aún andan destacados socialistas repitiendo que Pedro no es presidente porque no quiso Pablo.

Un personaje como Rajoy, un partido como el PP actual, pone peliagudo el apoyo del que disfruta sin sacar los colores. Este miércoles todas las portadas de la prensa de Moncloa y Corte traerán la foto de Rajoy con Trump. El presidente más desprestigiado de la historia de los EEUU. Con grandes afinidades con el nuestro, sin embargo. A los ciudadanos nos costará caro en compra de armamento. Y hasta en imagen: Trump no da precisamente prestigio. La preocupación por Catalunya se desvanece para Rajoy al cruzar el océano para esa promoción personal. Nos cuentan que Rajoy le ha pedido a Trump, el mesurado, ayuda con el tema de Catalunya. Se suma a la historia de los peligrosos esperpentos que ya nos brindó otra afamada pareja: Bush&Aznar.

El domingo en Zaragoza ocurrió un hecho de enorme gravedad. Unos 300 ultraderechistas con banderas de España, aguiluchos y rancia agresividad cercaron una reunión de cargos electos en busca de un acuerdo político para Catalunya. Con alcaldes dentro, incluso el de la propia Zaragoza. Con la presidenta de las Cortes de Aragón a la que dieron un botellazo. Un grave delito en las leyes que se mercó el gobierno. Se ha sabido que al menos un dirigente del PP de Zaragoza participó en el asedio. Y que policías nacionales se convocaron por WhatsApp para comentar e insultar y que algunos participaron en el cerco.  Es inadmisible en un Estado democrático, son garantes de la seguridad de todos los españoles.

No ha tenido apenas repercusión, no la que merece una agresión de tal entidad. Los medios de apoyo le dieron un tratamiento menor y llegaron a calificar a los acosadores de “manifestantes” o « manifestantes por la unidad de España«. No es política, la afectada es la democracia. No había policía suficiente para proteger a los reunidos, lo prioritario es que no se vote en Catalunya. Salieron entre insultos y escupitajos varias horas más tarde.

En la Alemania que va a sentar a los ultras en el Parlamento no gozaban de la tolerancia que tienen en España. Todo avisa. Intensamente, a veces. Y más cuando se siembran bidones de gasolina y cerillas.

Buena parte de los políticos de la asamblea celebrada en Zaragoza eran de Unidos Podemos o las Plataformas. Grupos que han mostrado una cierta tibieza con el proceso catalán y que ahora piden un acuerdo político. No deja de ser curioso. Los ultras no van contra los independentistas por mucha bandera que agiten, van contra la izquierda que pone en peligro el bipartidismo blindado, sus intereses. Todavía prensa y políticos culpan a Podemos del proceso independentista que ya es manipular la realidad. Su modelo está en crisis le den las vueltas que le den.

Miren a Alemania, a la que ha vuelto a meter en el Parlamento a la extrema derecha. A lo herederos de aquel genocida llamado Adolf cuyos pasos políticos fueron de estricta legalidad, por cierto. Hasta que dejaron de serlo. Dense una vuelta por Hungría y Polonia, paraísos ultras y  « la oposición europea a Merkel«, según ABC.  Ambos gobiernos reprochan a Alemania que se les esté culpando por triturar el  Estado de Derecho. Echen un vistazo a la América de Trump. Son un mapa de futuro.

Analicen la España que pierde derechos a manos del PP. Ayudado por partidos que no ven hora de implicarse en serio en lo que nos estamos jugando. O por una pléyade de establecidos, notables en las prosapias de la divinidad culta. Avalar de facto la política incendiaria de Rajoy en Catalunya, del fiscal que nombró y reprobó el parlamento, es toda una declaración de principios. Menos mal que Pedro Sánchez le ha dicho al Fiscal Jefe Mena que sea prudente.

 Las despedidas a la Policía y Guardia Civil e n vario s municipios españoles como si fueran a la guerra contra los catalanes evidencian un problema serio .  El “ A por ellos” de Huelva en particular o el de Castellón son hijos del cerril y arcaico franquismo sociológico que se fomenta desde el pensamiento oficial. El líder del PP castellonense se apresuró a difundir la gesta. La subdelegada del gobierno en Huelva  se apuntó a la cruzada. Al delegado regional en Andalucía estas despedidas le emocionan.

Portada bélica de ABC
 

La portada de ABC del martes, bélica, entiende el diálogo como imposición y derrota, el triunfo como humillación.  “Trapero acata pero no se cuadra”. 2017. Siglo XXI. Pregúntense otra vez qué hacen los neonazis tomando decisiones en el Parlamento alemán.

Lo del “ya te avisé” no suele funcionar. Pero todo esto vino de mucho antes, se vio venir y se dijo. El futuro llega como una bala: vamos camino del desastre por esta senda. Aunque se hagan los sorprendidos una y otra vez los cómplices de la situación. Llega un día que en el que los agraviados, los perdedores de sus victorias, se hartan e incluso empiezan a ver a través de las banderas. Ellos son nuestra esperanza.

¿Cómo resistir a esta obscena manta de miserias?

 

“¿Cómo transmitir a tus hijos que existe la Justicia, que el esfuerzo recompensa, que el mal se castiga… cuando vives lo contrario?” Las preguntas en Twitter de Lore Beltz, una joven madre aparentemente, son las que se hace cualquier persona dotada de conciencia. Y es cierto que la obscena manta de miserias que nos está cayendo no permite apenas ni recuperarse tras cada andanada. Allí tenemos vomitando corrupciones a los imputados de la trama Gürtel y otras tramas, en las que siempre está el Partido Popular. Y ves a sus portavoces eximiéndose de responsabilidades con un cinismo que excede todos los límites imaginables. Las mismas personas que se disponen a gestionar otra vez los asuntos de todos, apoyados por un poderosos y turbio sector del colega PSOE.

Oír a Francisco Correa, la cabeza visible de la Gürtel, es entender en qué terminó convertido el bipartidismo español. Y hiere tanto el saqueo, como la desvergüenza con la que se cuenta. Y la conspiración política a la altura de cómo se argumenta. ¿Se puede declarar sin sonrojo como ha hecho el portavoz de la Gestora del PSOE que “investir a Rajoy servirá para “sanar el daño” que hizo el PP”?  Modistos y curanderos por el mismo precio.

Produce indefensión comprobar que, cuando más ansias de cambio se pedían y se precisaban, vuelve a triunfar esa concepción de la política que consiste en sacar provecho de la sociedad que te ha dado las llaves del poder, sin el menor escrúpulo en saquearla. Y pensar que a unos cuantos millones de personas les da absolutamente igual que nos roben a todos.  Y que emigrar empieza a no ser una opción porque puedes toparte con la Raza Brexit que no te deje ni entrar en su paradisiaco país o que también te lo impidan en el resto de países que abrazan con igual ceguera la ultraderecha o, con más precisión, reeditan los fascismos.

Habrá tiempo de analizar el Golpe de Octubre en España que está a punto de mandarnos otra vez a la historia de la infamia, lo importante ahora es salir de la ira y el estupor para volver a preguntarse si ser decente vale la pena. Si buscar el bien común tiene algún futuro.  Si mantenerse en pie es preferible a la técnica para avanzar en el poder que definía Heinrich Mann en “El súbdito!: “Para arriba encorvarse, para abajo pisotear”. Estos días, el festejo del día 12 en particular, nos dejó pruebas hasta gráficas de ello.

“La resistencia es, seguramente, ese descubrimiento. Así que todas las apelaciones al desastre total, corrupción endémica y demás no suelen contribuir a la resistencia, sino que consolidan la reacción y niegan la posibilidad de oponer fuerza a la violencia del otro. Pero la resistencia no debe formar parte de la duda. Incluso si se cree que las cosas no tienen remedio, existe la obligación de estar decidido a cambiarlas”, escribía aquí la periodista Soledad Gallego Díaz en un estimulante artículo apelando a los “veranos invencibles”. (Puedes leerlo aquí).

No es solo cuestión de dignidad –que también-, pero no son solo valores éticos los que han de ser invocados. Las sociedades desiguales e injustas funcionan peor que las igualitarias y libres. En las primeras aumentan las tensiones sociales,  las enfermedades, los problemas mentales. Se reduce la esperanza de vida. Crece la violencia.  Las sociedades con mayor respeto a los derechos sociales, a los derechos en general, responden mejor a las crisis. Son incluso más competitivas.

Desde ese punto de vista pragmático, una sociedad más abierta permite desarrollar el potencial  de distintos modelos de creatividad, es más plural y rica. Las monolíticas -y más si  el grupo dirigente es como el que se dibuja ahora en España, ultraconservador y muy cerrado en ideas- se vuelva en crear zotes. Ese pavoroso prototipo de la mediocridad que rechaza la diferencia con la represión y la trampa.  No renta apostar por la injusticia. Basta ver las consecuencias de estar gobernados por personas con alma de general o sargento chusqueros.

¿Dónde estaríamos sin aquellos cuyo esfuerzo hizo avanzar a la Humanidad? Desde Copérnico a Darwin, a Newton, a Fleming si se quiere, a quienes siguen avanzando en el conocimiento científico. Algunos de ellos se dejaron más que la piel en su batalla contra la intolerancia. Que se lo digan a Hypatia de Alejandría. ¿Y dónde sin todos aquellos que prefirieron la firmeza de sus convicciones, el valor, a bajar la cerviz y tragar? Rosa Parks cuando se negó a bajarse de aquel autobús para blancos en Montgomery. Sin quienes cada día hoy siguen dando ejemplos de dignidad y de coraje en los mares de la vergüenza europea y todos los campos de la codicia.

¿El mal gana siempre? Muchas veces, demasiadas. Aunque no todo el que se arrastra consigue levantar al final la cabeza del barro. La maldad, la bajeza, la trampa, no vacuna contra la caída. A veces todo lo contrario, siempre habrá alguien más rastrero dispuesto a auparse sobre quien sea sin escrúpulos.

Nos acaban de hacer Nobel de Literatura a Bob Dylan. Nos lo han hecho en particular a aquellos que crecimos en varias primaveras de sueños de libertad, resistentes y fructiferos como los veranos invencibles. Sembrando bajo los adoquines las raíces de la posibilidad. Porque una cosa es retroceder, como está haciendo está sociedad, y otra regresar a las ideas que nos sustentaron en tiempos de avances. Ya son de todos. De los que tengan vista y coraje. Para volver a convencerse de que los tiempos están cambiando y  sumergirán como una piedra a los que se niegan a nadar con todos.

La respuesta existe. Vuela libre en el viento. Y pensar que no solo hay héroes y tiranos, la mayoría son simplemente arrastrados por la corriente.

*Publicado en ctxt.es

Podemos: notables al borde un ataque de nervios

No pueden creer lo que les está sucediendo. A sus ojos, la reunión de Podemos para decidir cómo quiere ser su partido pinta igual de mal que cada uno de sus pasos. Han decidido por su cuenta que las ideas que se plantean son decretos irrevocables y no propuestas –sometidas a votación durante toda esta semana-. Y se cumplen los peores pronósticos: ahora son menos radicales, y, sin duda,contradictorias. ¿Cabe mayor horror? Porque «populistas» no han dejado de ser ni aún así. Ocurre que los miembros de Podemos son muchos y preferían hablar de su futuro en Vistalegre, cómodos, y a salvo de las fuerzas de la Congregación de Notables. Hace unos días, los participantes en el Círculo de Úbeda (Jaén) fueron multados con 100 euros, por órden del alcalde del PP que consideró actividad que altera la seguridad colectiva reunirse en un parque público un domingo a las 12 la mañana.

 Ellos se reúnen en sus círculos, sus actos, sus restaurantes, escriben en sus periódicos y no hablan de otra cosa: ese populista hortera y desgraciado está embaucando a la sociedad. Lo que parecía un simple capricho, una aventura, lleva camino de convertirse en una relación seria. Ella, la sociedad, ya sabemos, es tonta; ni cuenta en esta historia. Lo que realmente resulta intolerable es que haya osado meterse por medio ese mindundi de tres al cuarto – esgarramantas decimos en Aragón que para esto somos muy expresivos. Incomprensible, desde luego. ¿Es que no les han mirado bien? Ese señorío, esa enorme altura intelectual, los trajes que usan, lo repeinados que van hasta por debajo del cuero cabelludo, tan excelsos que su democracia profiláctica les sale por el cogote. ¿En qué está pensando ese espantajo al creer que tiene algo qué hacer comparado con nosotros?, arguyen en voz baja o en alta.

Mentiroso y populista, no como nosotros que nos volcamos en llevar la verdad por delante, cumplirla hasta dejarnos la vida y no prometemos nada que no vayamos a cumplir. ¿Qué son esas paparruchas de la renta básica, la dación en pago o repartir las cargas? ¿Cómo va a ser viable eso sin que perdamos privilegios la gente que de verdad importamos? Los que sabemos lo que hay que hacer, lo que ella necesita, lo que quiere, lo que debe pensar, y cómo tratarla. La sociedad no sería nada lejos de nuestro lado. Él, en cambio, es un soberbio.

 Total, solo hemos rebajado los sueldos y mantenemos un paro alto pero ya empieza a revertirse con unos contratos estupendos. Mal pagados, por unas horas y fecha de caducidad, sí, pero algo es algo. ¿Subsidios? Los mínimos. Eso no fortalece el carácter y la autoestima, hay que esforzarse en buscar empleo. Es como si ella, la sociedad, no tuviera familia que, de toda la vida, es la que se ocupa de solventar las crisis económicas. Un plato de sopa siempre se encuentra, ya lo decía el anuncio.

 Es como cuando se quejan de los miles de niños que han entrado en la precariedad. ¿Tampoco tienen un colchón de parentesco que les ayude? Nosotros esto de la familia lo llevamos muy a rajatabla, da grandes satisfacciones colectivas. En particular cuando alguno accede a un buen cargo.

 ¿Unos bonitos copagos en la farmacia, repagos, dicen, ay, estos sectarios? es que había muchos abusos. Uno debe aprender el valor de las cosas. Los desahucios, oponen para calentar el ambiente. Hombre, es que si uno se compromete a abonar un crédito eso es sagrado. Los zarrapastrosos esos no hace más que contarles que, mientras, les hemos dado su dinero y el rosario de su madre a los bancos. Alma cándida, si no lo hacemos se hunde la economía. A saber qué haría ese gañán en nuestra situación.

 Es verdad que algunos se han pasado un poco, eso de las tarjetas para darse la vida de un virrey de las Indias, igual ha sido un poco descarado. Pero esas personas en su mayoría realizaban un trabajo. Y va el tipo y todos los de su calaña y les llenan la cabeza de pájaros: que si es el mismo banco que rescatamos. En fin, lo que es no saber de economía, no tener mundo, no saber estar, no codearse con los mejores: los que ganan más pasta.

 A ella, a la sociedad, no se le puede contar todo. Es cierto que algunas veces, por altos intereses superiores, escribimos y ocultamos lo que no conviene que sepa. ¿Para qué? Se preocuparía inútilmente.

 Y que algunas veces se desmanda, se queja, y hay que darle un buen correctivo, sí. Cuando uno tiene la misión de velar por la seguridad, por su seguridad, debe ser ejemplar en los escarmientos.

 ¿De qué se queja? ¿No tiene el fútbol, programas de televisión del corazón y de debates tan entretenedores? Ay, por allí se colocó ese pelele. A saber la vida que le daría. Porque además es un sujeto muy discutidor, un broncas. Todos ellos lo son. En su grupo hay discrepancias, no como nosotros que lo que dice el que manda va a misa. Si cambia el que manda, pues igual, también va a misa. O a otro lado, vamos, el caso es seguir al líder. Si es preciso se le hace la cama por debajo, pero dar ese bochornoso espectáculo no, los trapos sucios se lavan en casa.

 Con lo dócil que era ella, y ahora nos viene con éstas. La culpa es de él. Qué osadía desafiarnos, es inaudito. No puede estar ocurriendo esto. Además es que con él a la sociedad le irá peor…

 ¿Cabe peor?

 Lejos de reconocer sus muchos errores y tratar de enmendar alguno, la congregación de notables se empecina en persistir y aún agravar su actitud. No cabe cerrazón más suicida, más patética prepotencia. No han entendido nada. En ninguna relación humana funciona el imponerse porque sí, la soberbia sin causa, ese desprecio insuflado de superioridad a quien –al menos- no está tan cargado de porquería. En política, en periodismo, la valía hay que demostrarla a diario.

Están arrojando a media España en brazos de Podemos, quieran o no quieran. Es alentador ver que surge un movimiento así de ese fiemo que nos han echado encima. Suscita grandes esperanzas pero déjenle formarse y hasta cometer sus propios errores, antes de boicotear cada uno de sus pasos poniéndose en ridículo.  Produce rechazo tanta obsesión. Hacia quien ningunea e insulta, naturalmente.  Seguro que existen ciudadanos que aún creen en los milagros y que preferirían recobrar otras opciones, por el simple hecho de poder elegir. Para tener la sensación de vivir en un país sereno, maduro y democrático. Pues incluso a estos los están alejando con tan machacona insistencia.  Con esa arrogancia impropia. Al pavo real basta mirarle por detrás para verle el trasero.

40% no es mayoría absoluta

Cuatro no son más que seis. Una persona que mida 1.40 cms, no es más alta que la que alcanza 1,60 cms. 40 euros no son más que 60. Alguien con 40 años no es más viejo que otro con 60. 4 kilos de manzanas no son más que 6 kilos de manzanas, ni siquiera de peras. Repitan conmigo: 40% no es mayoría absoluta. Es minoría, igual que es más bajo el de 1,40, más viejo el de 60, menos euros 40 que 60, menos kilos los menos kilos.

 Parece mentira que hayan de ser esgrimidos ejemplos de parvulario ante el  propósito del PP de convertir en mayoría absoluta el 40% de los votos para que así sea alcalde el candidato de la lista más votada. Tienen la desfachatez de asegurar que de este modo es elegida la persona que desea la mayoría de la gente. No, la mayoría de la gente no, el 60% no la quiere. Pero ya hay abducidos que defienden este estrangulamiento de las matemáticas… y de la democracia.

 Apoyados en una mayoría absoluta precisamente, el partido de Rajoy ha metido el turbo para aprobar esta nueva reforma. En Septiembre, dicen. Ya. En el paquete al que han tenido la osadía de llamar de “regeneración democrática”. Con ácido sulfúrico la están procesando. Y puede que -tras los sucesivos atropellos, vía confusión de los tres poderes o leyes represivas incluyendo la ley mordaza- éste sea el definitivo descabello de nuestra hoy maltrecha democracia.

 Cospedal en Castilla-La Mancha ya ha dejado el Parlamento niquelado para perpetuarse en el cargo. “El pucherazo es tan brutal que se podría dar el absurdo de que el PP sea la segunda fuerza en número de votos, pero consiga una mayoría absoluta en escaños incluso si logra apenas el 35% de las papeletas”, escribía Ignacio Escolar quien alertaba de algo que esta sociedad debería grabarse en su ética: “un escándalo que tendría que indignar a cualquier ciudadano con el más mínimo respeto por la democracia, sea cual sea su color”.

 Engullido lo de Castilla-La Mancha como si nada, vamos a por el siguiente paso: la lista más votada dirige la alcaldía. Con un 40% de los votos que ya haremos algún apaño, porque ya ni esos porcentajes logran. Grecia, por ejemplo, otorga 50 escaños más al partido más votado al Parlamento aunque haya ganado por la mínima. Tras los alcaldes, vendrán las Comunidades Autónomas, y, finalmente, el gobierno de la nación. Otros países lo hacen, dicen. Sí,  también los hay que autorizan la pena de muerte. En todo caso, privilegiar a la lista más votada se da en países de claro bipartidismo. Aquí, el bipartidismo ha precisado de muletas periféricas, como mínimo.

 Dos partidos y punto. Eso es lo que quieren, sin duda, los miembros de la Congregación de Beneficiarios del Sistema. Y están lívidos por si la sociedad les echa del chiringuito en el que vivían tan a gusto. Con esa perspectiva en el horizonte, ya no se sienten ni cómodos. Y no se puede consentir.

 Esta reforma que Mariano Rajoy proyecta tiene un único y claro objetivo: deshacerse de lo que ellos llaman partidos pequeños, en particular de Podemos que en este momento les aterra. Consagrar el bipartidismo de PP y PSOE por decreto. Está dispuesto a hacerlo en solitario, de igual forma que su colega Cospedal ejecutó su pucherazo en Castilla-La Mancha. Esa máquina de cinismo y demolición sin rival, declaró en Mallorca –a la salida de su reunión con el Rey- que hay cosas que no se pueden aprobar en solitario y deben ser consultados todos los ciudadanos. Se refería a un referéndum en Cataluña, cuando leyes que han alterado gravemente nuestra convivencia nos la han clavado solos, sin apoyos ni acuerdo alguno. Ahora están empecinados en lo mismo. El portavoz del PP Alfonso Alonso ha declarado que “habrá medidas de regeneración democrática con consenso o sin consenso”. Lo que se entiende por democracia y diálogo, vamos.

 Dictar leyes para, a sabiendas, beneficiarse debe tener alguna tipificación contemplada en el Código Penal. Se parece mucho a la Prevaricación. Si es que algo de eso queda, las quejas de los profesionales de la Justicia acerca de las preocupantes reformas de este gobierno no cesan. Recordemos que el Tribunal Constitucional de la era Rajoy considera ajustado a derecho al más alto rango la Reforma Laboral que inspiró su presidente, antiguo miembro activo del PP.

 Otra explicación antológica la ha dado el portavoz adjunto del PP Rafael Hernando en una entrevista de Aimar Bretos en la SER. Esta medida evitaría, en su opinión…  ¡la corrupción urbanística! Esos partidos pequeños, cuando han sido elegidos, “lo primero que pedían era las concejalías de urbanismo”, argumenta. Pringados de corrupción hasta el tuétano, ellos no se fían de los pequeños. Cuánto mejor es el negocio a lo grande y, sobre todo, propio.

 Ése es el gran problema. La Congregación no se entera del profundo hartazgo que han generado. No quieren comprender que no se les quiere y no es porque la sociedad veleidosa haya caído prendada de otro. Perdiendo los papeles, exhibiendo sonrisas de prepotencia y terror ante lo que no logran entender, repiten lo dañino que es alejarse de sus brazos protectores. Esos que han consumado o permitido la estafa que ha devaluado nuestro nivel de vida y está matando el futuro de esta sociedad, de sus jóvenes en particular, tal como lo conocíamos. Los que nos han llevado a liderar el aumento de la desigualdad en Europa. Esos, a menudo inmersos en una impune corrupción, que cada vez menos gente está dispuesta a tragar.

 Ovejas descarriadas y sin seso, incapaces de ver lo que les conviene, los ciudadanos deben guiarse por los que sí saben. El País publicó un editorial, alarmado por el Barómetro del CIS que otorgaba a Podemos el segundo puesto en intención de voto directa. Y decía: “Uno de los riesgos de este sondeo es que el éxito de Podemos (la mitad de cuyos votantes de 2014 lo fueron en 2011 del PSOE o de IU) anime a otros a imitar su radicalismo populista”.

O dicho de  otro modo, a ver si diferentes partidos, fuerzas y personas se unen a otra forma de hacer política y los partidos grandes son los que pasan a ser pequeños que es el temor general dela Congregación. Ya está pasando, de ahí que les urja ponerle freno. Lo que quiera la gente y por qué, no cuenta. Más claro no lo pueden dejar.

Menos mal que el domingo, El País, en  una encuesta propia, vendía la recuperación del bipartidismo y del PSOE catapultado por “el efecto Sánchez”. En cuatro días da un vuelco a, en este caso, el voto estimado. A  ver si se lo creen y se calman, que estamos viendo mucha histeria.

 El 40% no es mayoría absoluta, no es mayoría siquiera. Es menos que el 60% a quien pretenden dejar en cueros. Es sobre todo menos democracia. Hay que explicarlo hasta la extenuación, apelar a la decencia de quienes tienen algún poder para impedirlo. No tendría vuelta atrás  Queda poco tiempo. El pucherazo del PP no se puede consumar. Si esto cuela también, nos merecemos cuanto nos ocurra.

*Publicado en eldiario.es

 

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