Jornada de reflexión

roto.cerilla

Un establecimiento acogedor en un país de turismo de primera

2013-07-16 17.30.53

Éste está en Madrid. Y había pensado si será por la crisis y el panorama que tenemos en España. Que estamos todos de un humor de perros hambrientos y con garrapatas. Y nunca mejor dijo. Pero antes de la crisis, encontré en una zona de descanso en la autopista Madrid-León, en la localidad zamorana de Mombuey,  un cutre bar de carretera, regentado, sin duda, por alguien amante de que las cosas funcionen. O no funcionen de otra manera a como él lo tiene previsto. No sabe -como el de Madrid- nada del lema del viejo mayo francés: “prohibido prohibir”. Y así sus poco aseadas paredes estaban  plagadas de letreros. A saber:

“No se sirve en la terraza”

“Perros no”

“No se admiten comidas ni bebidas de fuera”

“Los servicios son exclusivamente para nuestros clientes”

“Las consumiciones serán abonadas al ser servidas”

“Para pagos con tarjeta consumición mínima diez euros”

“No cambiamos billetes de 500 €, ni de 200 €”

“Este establecimiento no dispone de farias, puros o similares”

“Importe exacto” –en la máquina de tabaco-.

…. “Hay zumo natural de naranja”.

Nueve prohibiciones y una sola esperanza: el zumo natural. Los servicios no cerraban la puerta y estaban llenos de pintadas. Una ventana con cristal transparente daba a un aparcamiento más alto, desde donde se podía contemplar sin problema las partes pudendas de los usuarios del water.

Por no hablar de la capital del reino. Un centro sucio que arroja todas las caras de la pobreza. Esta semana el aparcamiento de la calle Sevilla -el más próximo a Sol- tenía cerrados dos de los tres accesos. Uno por obras. El ascensor averiado. Quedaba uno para todos los clientes que tuvimos que aguantar una temperatura insoportable de calor para poder sacar el ticket y huir. Luego en la tele me contaron que tuviera cuidado con los golpes de calor. Hasta que no se queden fritos tres o cuatro turistas por servicios como éste las autoridades no harán nada. En el spa portugués y en los coches oficiales uno no se entera de los problemas ciudadanos.

Menos mal que con el tajo a la investigación –el CSIC está incluso en peligro de cierre– nuestra única fuente de ingresos y de «futuro» como país es el turismo.

#14N