El BCE interviene en política para asfixiar a Grecia

Mario Draghi, actual presidente del BCE, foto encontrada por @guerraeterna

Mario Draghi, actual presidente del BCE, foto encontrada por @guerraeterna

El BCE ha recordado a los griegos que están internados en una prisión de la que no pueden escapar fácilmente. Y los alcaides del centro penitenciario (también llamado eurozona) no sólo tienen las llaves sino la firme voluntad de que nadie pueda saltar los muros. Ni tampoco mejorar las condiciones de vida en las celdas». Es el demoledor comienzo del artículo firmado por Íñigo Sáenz de Ugarte, guerraeterna.

Las fuerzas del neoliberalismo, la UE de Merkel, han decidido segar de raíz la rebeldía de Grecia, a través de su BCE, ese llamado Banco Central Europeo que actúa como Banco de los bancos privados. Y que, por su peculiar estatuto no responde ante nadie, ni puede prestar dinero a los Estados directamente sino a sus bancos privados -insistamos- para  que sean ellos los que lo faciliten a los gobiernos, si es el caso, y  se saquen unos dineros con la gestión. Así se diseñó.

El artículo de Guerra Eterna tiene un significativo título: 252 palabras del BCE contra dos millones de votos. Y alude a ese comunicado del BCE del que hablamos anoche, en la entrada anterior del blog, para cortar las alas al nuevo gobierno griego.

«En la noche del miércoles, el Banco Central Europeo ha emitido un comunicado de 252 palabras con el que pretende neutralizar los 2.246.064 votos obtenidos por Syriza en las últimas elecciones. En otras palabras, no es culpa del BCE si los votantes eligieron al partido equivocado. Ya no aceptará la deuda griega como garantía de los préstamos que concede a los bancos de ese país para prestarles dinero con el que salvaguardar su liquidez. Es decir, para que puedan seguir operando con normalidad.

Como es habitual con el BCE, la decisión está disfrazada con la terminología habitual que siempre se refiere a las normas de la institución. Se levanta una excepción que hacía posible algo imposible: el estatus crediticio de esa deuda ofrecida por los bancos no estaba a la altura de los mínimos exigidos, pero se les había concedido ese derecho como parte del programa de rescate del país. Dado que el nuevo Gobierno ha anunciado que el mantenimiento de ese sistema condena al país a la pobreza y quiere cambiar las condiciones, el BCE dice que la excepcionalidad toca a su fin. ”Actualmente no es posible asumir una conclusión exitosa de la evaluación del programa”, dice el comunicado en ese lenguaje frío que intenta hacer ver que se trata de una decisión forzada por las circunstancias, casi un fenómeno natural inevitable, como la crecida de los ríos que sucede a una fuerte tormenta o deshielo.

El comunicado no es en sí mismo el inicio del Armagedón bancario. Los bancos griegos no dependen por completo de la deuda pública de su país para presentar garantías. Pero el BCE les dice, también con palabras finas, que las necesidades de liquidez de esos bancos tendrán que ser satisfechas por su banco central correspondiente, que es el que tiene su sede en Atenas. No es mi problema. No vengan aquí a pedir ayuda.

¿Está apostando el BCE por una fuga masiva de depósitos, no ya de las grandes empresas, sino también de los ciudadanos? Sería de una irresponsabilidad increíble y además hay que recordar el anterior párrafo. Desde principios de enero, ha habido una retirada importante, no masiva, de fondos del sistema financiero griego, y eso no ha causado el pánico».  Seguid leyendo aquí, merece la pena, es de lo mejor del día. 

Mario Draghi, recordemos, era vicepresidente y presidente para Europa de Goldman Sachs, la empresa que ayudó a los muy corruptos conservadores griegos a maquillar sus cuentas para entrar en el euro. La decisión actual contra Syriza es totalmente diáfana. A Merkel se le ha acabado la paciencia -tiene poca según vemos- y pretende quitarse de encima, por aplastamiento, a la mosca griega.  Y de paso disipar la nube que en España crece con Podemos.

No nos engañemos, nosotros estamos en la misma cárcel. En ella nos han metido el PP de Rajoy  y el PSOE de Zapatero -cuando aceptó el chantaje-. Debemos tenerlo en cuenta, no son anécdotas. Lo patético es que Pedro Sánchez se haya aprestado a colocarse de lacayo del principal carcelero local. A unos niveles de degradación que, francamente, no entiendo cómo no hacen saltar al partido entero, a las personas decentes que debe haber ahí. Ved, si no, esto, el día que se supo la pérdida de 200.000  empleos en el mes de enero. La firmeza de las convicciones de este tipo también.

Estamos en uno de los momentos más críticos de nuestra historia reciente, y de los más decisivos. El mando no tolera insurrecciones a sus postulados: tijera y miseria para el lucro de quienes cuentan para ellos.

La democrática UE está abocando a la Grecia de Syriza a buscar el dinero que le niegan (con notable arbitrariedad, ya que Draghi va a repartir una enorme cantidad a su antojo, excluyendo a Grecia) fuera: en Rusia, en China, en inversores privados incluso. La ambición ciega de quien comanda esta Europa va camino de esa devastación. Hasta Obama recomendó facilitar el camino a Grecia para ayudar a su reconstrucción, incluso estima por experiencia que así afrontaría mejor sus deudas. Merkel, Draghi, Rajoy, De Guindos, (con el desustanciado del PSOE de comparsa) buscan la asfixia ejemplarizante.

Asombra que ciudadanos normales sigan apoyando esta sinrazón con sus votos. En España también. Una pesada maquinaria propagandística actúa a favor. Pero no es eximente.

Estamos en una de las más vitales encrucijadas de nuestra historia. Lo más suicida es mirar para otro lado. Porque lo cierto es que todas las cartas están expuestas, no hay engaño ya.

De cómo Zapatero se ha quedado en cueros

José Luis Rodríguez Zapatero anda vendiendo su libro. Como varios otros políticos. Son los únicos –al margen del famoseo de tres al cuarto- que obtienen algún rendimiento económico de lo que solía ser la noble pasión de escribir. De paso, “desnudan” sus almas tal como ellos las ven e intentan arropar sus errores. Solo que Zapatero, el anterior presidente socialista español, ha quedado algo más en evidencia. Aunque si lo pensamos también es algo que les ocurre a los demás. La palabra escrita a través de muchas páginas es muy evidente aunque se intente disfrazarla.

Zapatero nos cuenta pues en su libro, como cedió a las presiones del Banco Central Europeo. Presidido entonces por Tritchet, le daba órdenes precisas como si el presidente del gobierno español fuera un pelele. Como si lo fuera. Me hace Usted un decreto por aquí, me recorta por allá. En una palabra, resulta indignante leer esta cartita.

Como cuenta Gonzalo Cortizo, “España no fue el único país que recibió un documento similar. En aquellos días las cosas en Italia no iban bien y Berlusconi recibió un documento similar. La diferencia con España es que la prensa italiana si tuvo acceso al documento en tiempo real y su opinión pública pudo conocer la trastienda de la crisis, el porqué de las cosas”.

En aquellos días, sí, tocaba exprimir a los ciudadanos para pagar la estafa financiera que se había precipitado irremediablemente desde la caída de Lehman Brothers. Como se les fue de las manos, el BCE –precisamente- comenzó a soltar dinero para equilibrar las cuentas –es lo que ha vivido Rajoy-, sin dejar de oprimir a la sociedad. Compuesta por ciudadanos y por una serie de individuos que ni se molestan en tener esa consideración, es la que calla y otorga ante cualquier desmán. La sociedad.

Alabé a Zapatero, frente a una batería de críticas mediáticas y políticas sin precedentes, porque alguna cosa hizo. Intentaba equiparar España en derechos, subir la inversión social. Eso fue lo que más me llamó la atención. Buscaba ampliar permisos de paternidad, avanzar en la igualdad de género. Elevó por ejemplo las miserables pensiones españolas -aunque siendo tan bajo su punto de partida se quedaran casi igual de miserables-, pero el tiempo le ha quitado hasta los calzoncillos. Cortizo lo explica perfectamente:

“Hasta el acuerdo con la editorial, el expresidente del Gobierno se negó hasta la saciedad a hacer publica la carta. No se la entregó al Parlamento, a pesar de las constantes peticiones por escrito del diputado Gaspar Llamazares. Tampoco se la entregó a Rajoy, entonces en la oposición, que lo exigió desde la tribuna en el pleno extraordinario convocado para abordar la tormenta financiera que asolaba ya a nuestro país. En aquel debate Rajoy le dijo a Zapatero: «Tenemos derecho a saberlo en esta cámara». Zapatero ni siquiera respondió en uno de los múltiples mutis por el foro político que rodearon a la famosa carta que, para entonces, se había convertido en un «santo grial» de los periodistas de política y economía.

El ex presidente del Gobierno sabe que un libro tiene más tirón si incluye documentos inéditos. Sin embargo, la carta del BCE tenía como destinatario al presidente del Gobierno y fue enviada al Palacio de la Moncloa. Dicho de otro modo, Trichet y Fernández Ordóñez le enviaron esa misiva al presidente Zapatero, no al ciudadano Zapatero. ¿Con qué derecho la publica ahora el ex presidente y recibe dinero por hacerlo?”

Ésta es pues la tan repetida historia de cómo un presidente español -y múltiples políticos- se queda en cueros a poco que se raspe. Bochornosa actuación, despreciable. También les pasa a la mayoría. Habrá que aguzar la vista, si alguna vez se puede…

¡Se llevan los muebles!

El asunto huele un tanto raro, pero la imagen no puede ser más simbólica: un colegio de Madrid –el Santa Illa- es embargado con los niños dentro. “Se han llevado hasta las tizas”, relataba el padre de una alumna. Los críos llorando y algunos progenitores con los bálsamos de la mentira: “el lunes los Reyes Magos traerán otros muebles”, relata El País.

El caso es que siguiendo las noticias de diversos periódicos podemos deducir que el colegio es privado, laico y bilingüe. Aloja a entre 160 y 300 alumnos –que ya es diferir-, de edades comprendidas entre los  3 y 17 años, y el propietario ha dicho que arrastra “problemas con la Seguridad Social desde los años 90” –que también es mucho arrastrar-. Se le requirió el pago reiteradamente, nos dicen, y hoy se ha ejecutado la orden judicial.

A nosotros también se nos están llevando los muebles. Bruselas “trabaja” con Rajoy en ver si se flexibiliza la exigencia del déficit, pero el BCE que es quien tiene las pelas (nuestras) –y perdonadme que escriba con esta llaneza- le ha dicho a De Guindos que de eso nada. Qué desgracia: habrá que hacer ajustes. Y justo –maravilla de las maravillas-… después de las elecciones andaluzas. Ajustes drásticos. Muy drásticos.

Más aún, la Comisión Europea –es decir, “Bruselas” otra vez- pronostica que vamos a estar todo el año en recesión:  un 1%, otros organismos auguran más. Los mismos que también prevén que lleguemos a los 6 millones de parados. Y no han cogido la bola de cristal, ni mucho menos han hablado de la “herencia” –como hará el PP para engañar a incautos-, no, es la consecuencia lógica. El impacto de la crisis de deuda (ése truquillo para especular), los recortes en el sector público y el bajo consumo privado debido al paro y al alto endeudamiento, producen esos efectos. La “herencia” en todo caso viene de cuando Zapatero empezó a practicarnos políticas neoliberales que nuestro amado gobierno piensa llevar al límite.

Y hablan de 2012, pero así llevan 4 años y siempre dice «Bruselas» que se va a arreglar, mirad,  y cada vez vamos peor. Entiéndase bien claro: nosotros.

Y encima este viernes hay nuevas medidas muy eficaces: todos los empresarios a quienes la administración adeuda dinero van a poder ir a los bancos y cobrarlas. Calculan que son entre 30.000 y 50.000 millones (ayer hablaban de unos 15.000) ¿De dónde van a salir? Si la subida de impuestos apenas sobrepasa un ingreso de 4.000 y no paran de ajustar ¿Les ha tocado la lotería y no nos lo han contado? ¿Cómo entregarán los bancos ese dinero? ¿Quién paga los intereses? ¿O es que también van aconsejar a los bancos que “si se tienen a bien” no los carguen como han hecho con la «dación en pago» que nos venden muchos medios junto con pianos varios? Incluso que los bancos costeen esa deuda. Mira que me da que no va a pasar eso. ¿Y si al final, Santa Illa no lo quiera, justifica todavía más recortes?

Vergara. Público

«Santa» IIla, un colegio laíco.. hum… Y de ese sector que tanto le gusta al PP, el privadoaunque no «como dios manda». Antes de que Felipe González extendiera la edudación a todos y gratuita, los colegios eran o escuelas nacionales como se podía, o colegios religiosos -de pago y… con unos pocos alumnos gratuitos como guarda con dolor y un cierto orgullo mi memoria…  Y los de los ricos que nos contaba Gila.

Gracias a Piezas y a Zana.

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