La revolución árabe y las redes sociales

Vivo expectante y emocionada la rebelión que se gesta en el mundo árabe. Por muchas razones. Una de ellas, por cuánto se parece a la que derribó el Muro de Berlín hace poco más de 20 años a la que tuve el privilegio de asistir en directo. Para cuando Alemania del Este, la RDA, cayó, ya lo habían hecho gran parte de sus vecinos: una llama prendió en un reguero sembrado por todo el suelo de influencia soviética, en el corazón de sus ciudadanos sobre todo. Igual está sucediendo en el Magreb primero, en Egipto ahora. Túnez ya ha expulsado a su dictador, mientras hierve Egipto, y se mueven Argelia, Yemen, Jordania…

Todos los muros los derriba el ansia de libertad. Y de justicia. Y de dignidad. Y, también, el hambre o la penuria y la riqueza mal repartida, tan relacionada con los anteriores conceptos. Se está dando una importancia desmesurada a “las redes sociales” en la revuelta árabe. Como os he comentado alguna vez, me encuentro a caballo de dos mundos que quieren hacerse antagónicos sin serlo: “creadores versus internautas”, decía hace nada la ministra de cultura. Como si los “creadores” se comunicaran por señales de humo, escribieran en papiro o elaboraran música con latas. Frente a ellos, los herederos de Luis Candelas, van a ver cómo les chupan la sangre porque todo lo quieren gratis. O se unen en la indignación sorteando censuras. Es muy peligroso esto de las “nuevas” tecnologías. Hay mucha gente, intelectuales incluidos, gobernantes -que es lo que peor- que no entienden Internet, y, como no lo entienden, le tienen miedo. Y temen perder el control. Y extienden su miedo para atemorizar a la población, con el único deseo de no perder su poder.

Cuando cayó el comunismo no había ni móviles, ni casi teléfonos fijos en aquellos países sojuzgados. Pero igual se enteraron sus ciudadanos de qué les pasaba y qué querían hacer. Porque, insisto, hay un deseo irrenunciable cuya carencia se hace insoportable: la libertad. Y con ella, repito, justicia y equidad, dignidad. Y hay, también, otra sensibilidad humana inscrita en los genes que busca comunicarse con los otros, especialmente cuando sufre y ansía, cuando ve una salida.

¿Qué las redes sociales han mejorado la comunicación? Vaya si lo han hecho, de forma portentosa. Por eso quieren coartarlas desde el poder. Menudo riesgo los ciudadanos unidos y hablando entre sí. Pero solo es un instrumento. Empleado por realidades diversas.

En una impagable conferencia que dieron Ramón Lobo, la presidenta de la Casa árabe de Madrid y Javier Valenzuela, para presentar el libro de este último, Javier dijo que las dictaduras se derriban en la calle, con sangre y con muertos –y bien lo están sabiendo tunecinos y egipcios-, no haciéndose “amigo” de tal o cual iniciativa en una página de Facebook. Ahora bien, para comunicarse y unir voluntades es fantástico.

Es la sociedad en Red la que está logrando encontrar resquicios al sistema del atado y bien atado. Wikileaks es un ejemplo. Ciudadanos asiduos de este blog, sin ir más lejos, están intentando también detener la ejecución del embargo de la casa de José Luis Burgos en huelga de hambre contra el Banco de Santander. Sorteando el entramado oficial.

Hace 20 años intuí que tan podrido estaba el Muro de Berlín por su fachada oriental como por la occidental. Acribillado por los mercados neoliberales y todos sus sostenes, ese otro cerco que nos aprisiona engrosó su basura en dos décadas hasta apestar desde lejos, y muestra hoy la inmundicia de sus cimientos. Llegará también el día en el que sus víctimas reaccionarán. Es nuestra hora. Con redes sociales o con tambores de montaña a montaña. Es que, normalmente, los humanos con dignidad la reivindican, más pronto o más tarde.

Jóvenes ¡Feliz indigencia!

Joven, el día en el que cumplas 26 años y medio (curioso aniversario) se acaban tus posibilidades de jubilarte a los 65 años cobrando la pensión íntegra, si no tienes un contrato fijo y de por vida. España dobla la tasa de paro de la UE y lidera el desempleo en todos los tramos de edad. Resulta que depende de cada organismo fijar qué es ser joven, de modo que hay una nebulosa entre los 25 y los 35 años de la que apenas existen datos. La horquilla de cifras baila entre el 15 y el 30% de paro en esa edad. Y sí sabemos que por debajo de los 25 hay ya un 43,6% sin empleo, que ha subido casi 4 puntos en un año. Añadamos una precariedad laboral del 30%, también la mayor de la UE, y esos contratos temporales tan majos que no computan para nada. Y por unos sueldos estupendos que ni llegan en muchos casos al salario mínimo, tan mínimo, que solo Portugal, Grecia y algunos país del Este los tienen tan bajos.

Durao Barroso, a la sazón uno de los presidentes de la UE (que suele tener 3 al mismo tiempo), está muy preocupado por los datos de España, mientras impulsa –como todos sus colegas- políticas neoliberales que agravan la situación. El gobierno también padece honda inquietud por esa lacra que sufre nuestro país. Y arbitra medidas que no dan muchos resultados efectivos, pero en lo que realmente se apresura con ahínco es en fijar reformas de pensiones leoninas, y mermas laborales, porque hay que tranquilizar a los mercados. Quien más sufre sin embargo es todo el PP privatizador y neoliberal cum laude.

El despertador es un trasto inservible en el día a día, y la hora de levantarse depende de cuánto tiempo se quedó uno ante el televisor o el ordenador la noche anterior. A temporadas se intenta enviar curriculums, o acercarse a las colas de las oficinas de empleo (o desempleo). Por supuesto uno no puede disponer de su propia casa, ha de vivir con los padres o compartirla con compañeros. En Suecia, por ejemplo, los jóvenes se siguen emancipando en torno a los 20 años. Todos los países de nuestro supuesto nivel andan por cifras del 5% de paro en este tramo.

El resucitado Jesús Caldera dijo el otro día en una tertulia que los parados españoles no se tiran a la calle con metralletas –es un decir- “porque existen redes sociales”. Sí, la familia, como en los países subdesarrollados, ultraconservadores y totalitarios. España está también, 7 puntos por debajo de la media del gasto social en Europa. Lo único cierto es que el PSOE sí ha subido la inversión en este asunto que al PP le importa un pito -así lo ha demostrado-

Los jóvenes de Túnez y Egipto están en la calle derribando dictadores y “sistemas”, porque sienten que les han robado el futuro. Si queréis más datos, Javier Valenzuela, los aporta a diario, y también en su reciente libro. La UE cómplice calla ante la revuelta no le vayan a desmontar el chiringuito a sus amigos inversores.

Querido joven desconocido, queridos jóvenes familiares míos también, a vosotros también os han robado el presente y el futuro. Ni trabajo, ni pensiones, ni casi vida propia. Si no reaccionáis -porque tiene solución-, no me queda sino desearos una feliz indigencia.

Hace varias décadas, a mí me sirvió esta canción

Bob Dylan – The Times They Are A-Changin’

Entre el miedo y la idiocia

Ir de vacaciones empieza a ser una actividad de alto riesgo para los españoles, a juzgar por el tiempo que ocupan en los telediarios y el resto de los medios sus avatares, si los tienen. Casi mes y medio –con sus días y sus noches- llevamos escuchando las quejas de los que se quedaron en tierra por el conflicto de los controladores. Pero, ¡no me vais a creer!, a otro grupúsculo que se solazaba en Túnez han tenido la osadía los lugareños de echarles a un dictador en su presencia y crearles leves contratiempos. Estas cosas no se hacen.

El tratamiento informativo de la revolución que está viviendo Túnez daría para una tesis doctoral. Es posible encontrar análisis acertados, pero la derecha al completo (inclúyase en ella al PSOE y a Televisión Española) busca provocar miedo. Esos alborotadores alteran el orden y pueden hacer “pupita” a la gente de bien. Una vez más aclararé que entre la basura informativa dominante, TVE lo hace mejor, pero le atribuyo más responsabilidad porque son los únicos que, en teoría, no sirven intereses económicos. Hagamos la salvedad, en TVE y en este tema, de Monserrat Boix. Y acentuemos la culpa en la pobre Pepa Bueno que “no tiene más remedio que empezar el telediario en Túnez”, o en ese muchacho del fin de semana tan bien educado en asustarse cada vez que una hoja vuela fuera de su órbita. Con lo bien que nos venía el dictador tunecino para los negocios europeos.

Pasemos al desgraciado suceso de la agresión a un consejero autonómico de Murcia. “La policía sospecha que han sido los antisistema”. ¡Acabáramos! Y la cínica Cospedal que el PSOE por su agresividad. ¿En qué medio español se puede trabajar para mostrar agresividad -de ser el objetivo- desde la izquierda? ¿Y quién ha sembrado huracanes por doquier? ¿Y por qué no me dan los antecedentes del conflicto que tiene en pie de guerra a buena parte de la población murciana debido a los duros ajustes decretados por su gobierno? ¿Justifican el romperle la cara a un político? No, a los políticos no hay nada mejor que romperles las prebendas, y a los medios conservadores –en su más genuina acepción- también. Pero igual aclaramos porqué cuando el hartazgo es supremo surgen la violencia indiscriminada. Y lo prevenimos y todo. Con actuaciones justas por supuesto. De cualquier forma, la investigación de la autoría apenas está iniciada y un puño americano no lo usa cualquiera.

  Son tan selectivos, tan gregarios, tan disciplinados, muchos medios. Ni media palabra, o timidísimas, de este ciudadano, José Luis Burgos, que mantiene su segunda huelga de hambre para no perder su casa. Con depresión, en silla de ruedas, y sospechando que tiene la batalla perdida (y con ella la salud y puede que la vida). Y si algo se dice, se huye de mencionar el misterioso «banco» -el Santander- ante el que protesta.  El sistema no se toca, y sabemos quién manda. Informe Semanal, cómo no, hizo un magnífico reportaje sobre los desahuciados de las hipotecas. ¿Dónde están el resto? ¿Dónde los telediarios públicos sin «ataduras» comerciales?

Aquí no se mueve nadie. Las pantallas, las ondas, los papeles, y las webs oficiales, destilan adoctrinamiento para educar en la docilidad utilizando el miedo y fomentando la idiocia. Hay que mantener el sistema, ése que vende y vende nuestro patrimonio –hoy comienza por ejemplo la eufemística «liberalización» del espacio aéreo- o tiene al Corte Inglés, CEPSA, Cruz Campo y demás, patrocinando oficialmente el aniversario de la Constitución de 1812. Ni aquel histórico momento se salva de las garras del «libre mercado». ¡Viva la Pepa en promoción!

La verdad es que volverse “todo el mundo” debe tener su aliciente. Seguir entusiasmados la décima edición de Operación Triunfo, o la no sé cuantos de Gran Hermano, informarse en el debate de opiniones de La Noria, entretenerse en el TD2 de entre semana. Ver presentadoras plásticas, aceptadas sin crítica, cuando ya ni en Hollywood se lleva. Igual hasta se puede mantener esta situación eternamente. Apretando un poquito más cada vez los derechos y el cerebro y ya está. Igual sí es posible.

Norte de África: en la hora del supremo hartazgo

A pesar de que la protesta ya ha causado no menos de medio centenar de muertos, los jóvenes de Túnez y Argelia han dicho basta. Zine el Abidine Ben Ali en Túnez (23 años en el poder) se ha visto obligado a ceder, hacer concesiones y declarar que no optará a un nuevo mandato, pero ya no es suficiente. Llega un día en el que la corrupción y las precarias condiciones económicas,  la falta de futuro, la desfachatez de los poderes, obligan a actuar. Pero atentamos al dato que reseña J.M.Muñoz:

«El paro se sitúa en el 13%, pero el dato que ofrece la profesora resulta estremecedor: «alrededor del 30% de los jóvenes no encuentran trabajo, y ese porcentaje se eleva al 60% entre los titulados universitarios». Y cuando dan con un empleo, es difícil aceptar que merezca la pena».  ¿Cuál es la diferencia con España y sus pacíficos afectados?

Una verdadera revuelta popular en el norte de África clama por sus derechos y sabedores de que Europa no les ayudará. Cuando el hartazgo se hace supremo, no tiene vuelta atrás. Sobre todo, si le ayuda la educación.

Javier Valenzuela, auténtico experto en la zona, analiza las claves en este excelente artículo: «No quieren teocracia, quieren libertad, trabajo y dignidad«.

“Obsesionados por los árboles del islamismo y el yihadismo que les ocultan el bosque de una región gangrenada por el autoritarismo, la corrupción, el raquítico desarrollo económico y las profundas desigualdades sociales, muchos europeos no aciertan a entender estos días lo que está ocurriendo en el norte de África: espontáneas y virulentas revueltas juveniles en Túnez y Argelia, reprimidas a sangre y fuego por los gobernantes. Y sin embargo, la clave de interpretación es bien es sencilla: la juventud del Magreb y el valle del Nilo tiene sed de libertad, trabajo y dignidad, está más que harta de malvivir.

Desde el Atlántico al mar Rojo, los países norteafricanos tienen una serie de características comunes. Viven allí unos 200 millones de personas, un tercio de ellas menores de quince años y dos tercios menores de cuarenta. Estamos hablando de una población joven y vitalista, que, además, ya no es tan analfabeta. El medio siglo transcurrido desde las independencias de esos países ha hecho que muchos norteafricanos tengan hoy estudios primarios, secundarios o hasta universitarios, y no sólo los varones, también las mujeres.

Ese mayor nivel de educación se corresponde con una menor resignación y unas mayores expectativas de vida, a lo que cabe añadir que los jóvenes norteafricanos saben cómo va el resto del mundo: ven por satélite las cadenas de televisión occidentales, y también la árabe Al Yazira, y, aunque sea en mugrientos cibercafés, son entusiastas de la información y la comunicación a través de Internet.

De raíz derechista, proamericana y liberaloide, como el de Túnez, o de raíz izquierdosa, tercermundista y socialistoide, como el de Argelia, los regímenes norteafricanos llevan lustros sin satisfacer las más mínimas expectativas de sus juventudes. Ni dan empleo (el paro entre universitarios puede llegar al 40%), ni garantizan libertades y derechos, ni tan siquiera ofrecen ocio y entretenimiento. Ni pan ni circo»….

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18.00 Urgente

El presidente de Túnez abandona el país y el Ejército toma el control, según Al Jazeera.

Mahmoud Ben Romdhane, del Movimiento opositor Renewal ha declarado a la BBC que las últimas informaciones que tiene indican que el presidente tunecino ya no está en poder y que se ha producido un golpe de Estado”, informa El País.

18.45

El presidente del Parlamento tunecino asume el poder hasta la organización de elecciones democráticas dentro de 40 días, informan a EL PAÍS fuentes desde Túnez.

18,55

Las televisiones tunecinas emiten imágenes en las que los manifestantes abrazan a los soldados tras conocer el anuncio de la salida del poder del presidente del país. http://www.itele.fr/direct

24.00

Análisis Javier Valenzuela: «Una revolución árabe democrática«.

Análisis Sami Naïr: «La revuelta de los descamisados«

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