Cuando Francia lideró la oposición a la Guerra de Irak… que terminó por alimentar a ISIS

Era el 14 de Febrero de 2003 y Dominique de Villepin, Ministro de Exteriores del entonces gobierno conservador francés, pronunció un discurso memorable en la ONU. Tras desgranar argumentos y consideraciones, concluyó con este vibrante final al que han colocado música para acentuar su carácter épico.

Señor Presidente, a los que se preguntan con angustia cuándo y cómo vamos a ceder a la guerra, yo diría que nada, en ningún momento, en el seno de este Consejo de Seguridad, será hecho con precipitación, incomprensión, desconfianza o miedo. En este templo de las Naciones Unidas, somos los guardianes de un ideal, somos los guardianes de una conciencia. La pesada responsabilidad y el inmenso honor que son los nuestros deben conducirnos a dar prioridad al desarme en la paz. Y es un país viejo, Francia, un viejo continente como el mío, Europa, que les dice hoy,  que ha experimentado guerras, la ocupación y la barbarie. Un país que no olvida y sabe todo lo que debe a los luchadores por la libertad venidos de América y de otros lugares. Y, sin embargo, no ha dejado de estar de pie frente a la historia y el hombre. Fiel a sus valores, quiere actuar con decisión con todos los miembros de la comunidad internacional. Cree en nuestra capacidad para construir juntos un mundo mejor».

Villepin llegaría a ser presidente del gobierno de la República francesa. Escritor, poeta, historiador, hablando varios idiomas entre ellos el español, fue un político controvertido que suscitaba rechazo en algunos compañeros de partido, en particular en Nicolas Sarkozy que mantenía con él una fuerte rivalidad. El hoy nuevamente candidato de la derecha le llevaría varias veces a juicios bajo acusaciones de las que Villepin salió absuelto.

De liderar el rechazo a la guerra de Irak, Francia ha pasado a liderar… la guerra contra el terrorismo de ISIS. Aunque no es un Estado como tal. Aquella guerra -que sí se llevó a cabo con la excusa de unas armas de destrucción masiva que nunca existieron- fue precisamente el inicio de este terrorismo descarnado que desgrana ISIS (recordemos los artículos de Olga Rodriguez e Ínigo Sáenz de Ugarte). El armamento que se  vende a los terroristas y a quien inspira y subvenciona esta degeneración violenta del Islam, el petróleo que se les  compra de contrabando, son añadidos posteriores que entran en la ecuación. Con otros muchos a valorar.

Impresiona hoy escuchar al conservador Villepin, mientras el socialista francés Hollande lidera una acción belicista totalmente contraria a aquel espíritu  y Europa derriba sus señas de identidad, inmersa -si es así- en la «precipitación, incomprensión, desconfianza o miedo». Al menos es lo que está experimentado con todo el conjunto buena parte de la sociedad.

Esta terrible paradoja  lleva a grandes reflexiones. Radical contraste en el discurso, en las reacciones y en las acciones.

La guerra de los intereses oscuros

A estas alturas de la historia, unas pocas cosas están claras:

  1. las víctimas de varios países asesinadas o heridas en París por el terrorismo yihadista el viernes 13 de Noviembre, en primer lugar.
  2. El origen de este fanatismo cruel al extremo: en el contexto de la invasión de Irak. Previamente, por supuesto, estuvo Afganistán. Donde EEUU llegó a entrenar -según fue apuntado- al propio Ben Laden para desestabilizar a los rusos que ocupaban el país. En Irak asistimos a una importante escalada. Tomemos el artículo de Olga Rodriguez que ha sido testigo directo en la zona de múltiples fases de sus desarrollo. Un gran trabajo del que entresaco unas cuantas ideas fundamentales:

    «Los inicios de lo que después sería el ISIS

    Los antecedentes que dieron lugar al ISIS surgen en el contexto de la ocupación de Irak. Tras la toma del país por las tropas británicas y estadounidenses (y españolas hasta 2004), se formaron diversos grupos armados para luchar contra los invasores.

    Entre ellos aparece la autodenominada organización de la base yihadista en Mesopotamia (procedente de Jamaa al Tawhid wal-Jihad, nacida en 1999), conocida en la prensa como Al Qaeda en Irak. Posteriormente se uniría a otros grupos bajo el nombre primero de Consejo de Muyaidines y después, en 2006, Estado Islámico de Irak.

    ISIS se fortalece y avanza tras múltiples errores en la zona y por parte de EEUU sigue contando Olga Rodriguez:

    El ‘Estado Islámico’ en Siria

    La represión gubernamental iraquí contra todo tipo de queja o protesta aumentó y llevó al extremismo a algunos sectores de la oposición.

    Lo mismo ocurrió en Siria, donde las revueltas habían estallado en marzo de 2011. El ‘Estado Islámico’ de Irak envió una delegación a Siria en agosto de 2011, cuando la guerra civil siria ya estaba en marcha, tras el aplastamiento de las revueltas por Bashar al Assad.

    El líder del ‘Estado Islámico’ de Irak, el clérigo Al Bagdadi, formateado tras su paso por la cárcel de Camp Bucca y la guerra, anunció en 2013 la creación del ‘Estado Islámico’ de Irak y Levante (Siria).

    El auge del ISIS 

    En 2014 el ‘Estado Islámico’ se hizo fuerte en Siria e Irak. Miles de hombres del ISIS, armados y protegidos con humvees y tanques, tomaron varias ciudades iraquíes sin apenas resistencia.

    Guerra de intereses:

    La guerra contra el terror

    Los aliados de EEUU en Siria en la coalición que bombardea el país han sido entre otros la monarquía absolutista de Arabia Saudí, que sigue consintiendo el apoyo al Daesh desde su país.

    Washington y los saudíes también operan juntos, con Emiratos, en la coalición que bombardea Yemen, donde están creando más caldo de cultivo para el terrorismo con ataques como el que el pasado septiembre mató a 131 personas e hirió a cientos más.

    Las matanzas como la de París son habituales en Oriente Próximo y Medio, ya sea por ejércitos o por grupos terroristas. La llamada guerra contra el terror, la estrategia de las bombas y las intervenciones, se ha mostrado ineficaz: lejos de menguar, el terrorismo y la violencia crecen.

    François Hollande decía el sábado que la masacre de París es un acto de guerra. En realidad Occidente participa en una contienda desde que se involucró en Afganistán armando a los muyaidines que devinieron en los talibanes. Luego llegarían Irak, Libia, Siria, Yemen… Pero al ser guerras que se libran lejos de nuestras fronteras, solo nos acordamos de ellas cuando algún macabro eco llega a nuestros territorios».

  3. CÓMO SE FINANCIA ISIS. Para una de sus fuentes, el contrabando de petróleo, veamos en este caso el artículo de Miguel Ángel Medina en El País, del año pasado, sin que se sepa nadie haya hecho nada por cambiar esta situación:

    «El Estado Islámico controla zonas petrolíferas al norte de Irak y vende petróleo de contrabando«, señala Rojo. «La organización no tiene oleoductos ni barcos, pero despacha el combustible en enormes camiones a intermediarios que van a comisión. Este crudo, que venden a un 30% del precio del mercado, se recibe en los países vecinos y no es descartable que acabe llegando Occidente tras haber sido refinado en otro lugar», añade (el arabista Pedro Rojo.

  4. La guerra declarada por Hollande es un error. Para este punto tenemos, de nuevo, a Íñigo Sáenz de Ugarte, guerraeterna, en otro análisis imprescindible de principio a fin. Pero señalemos algunos puntos:

    «Es un triunfo para ISIS

    Declarar la guerra al grupo yihadista supone concederle un triunfo propagandístico de consecuencias difíciles de prever. Es el mismo estatus de combatiente en la guerra contra Occidente que Al Qaeda siempre anheló. ISIS no es un Ejército. Las personas que disparan con fusiles de asalto contra civiles en un restaurante o una sala de conciertos no son combatientes ni protagonistas de ninguna guerra. Son asesinos que deben ser perseguidos y detenidos. Si la policía y los servicios de inteligencia necesitan más medios y competencias para hacer frente a esa amenaza, ese es un debate que una sociedad democrática debe ser capaz de afrontar.

    «Ignorar el origen de las ideas de ISIS

    Lanzar una guerra contra ISIS en Siria es inútil si no nos enfrentamos a la base ideológica que anima a los grupos yihadistas que operan en Siria u otros países. De lo contrario, acabar con ellos será sólo una etapa más en una guerra interminable. Si Hollande es sincero en su intención de acabar con la funesta ideología que está detrás de ISIS, debería señalar al país que ha alentado y financiado la versión más violenta del salafismo en las últimas décadas.

    Ese país es Arabia Saudí. El pacto fundacional del Estado saudí entre la dinastía que lo formó y los clérigos wahabíes continúa siendo la base ideológica de un país que inocula al resto de sociedades musulmanes su visión retrógrada del Islam, con la ayuda de los fondos inagotables del petróleo. Para ellos, los fieles de otras religiones son una influencia impura, y en ellos incluyen a los musulmanes chiíes, y por tanto de una manera u otra deben ser combatidos.

    El presidente francés, Françoise Hollande ejemplifica, precisamente, el doble rasero de muchos líderes occidentales. Esto sigue diciendo Sáenz de Ugarte:

    Hollande, el nuevo campeón de la lucha contra el terrorismo yihadista, viajó recientemente a Arabia Saudí para vender cazas militares por valor de 6.000 millones de euros, además de otros muchos contratos civiles. Si ISIS es el mal absoluto, parece que eso no impide hacer negocios con los arquitectos de ese mal en caso de obtener beneficios económicos.

    No, no es una guerra (y no necesitamos un Bush francés) había titulado Sáenz de Ugarte su artículo.

    Esta es la conclusión:

    España y Gran Bretaña sufrieron en la década pasada ataques similares al ocurrido en París. Con ser horrible, esta es una situación por la que hemos pasado antes en Europa. Hemos visto a jóvenes ver sus sueños mutilados, a padres enterrar a sus hijos, a trabajadores asesinados cuando acudían a sus puestos en el transporte público. Siempre hemos tenido delante el mismo dilema y, a pesar de haber cometido muchos errores cuyas consecuencias aún estamos pagando, ha persistido en la mayor parte de la opinión pública europea la idea de que restringir al máximo los derechos civiles y embarcarse en aventuras imperiales en Oriente Medio sólo puede agravar nuestra situación. Si no somos como los terroristas, y no lo somos, tenemos que demostrarlo. España lo demostró después del 11M.

    Es el momento de apoyar a Francia de múltiples maneras porque es un aliado y porque sufre ahora lo mismo que sufrimos antes nosotros. No es el momento de lanzarse a las armas junto a un líder político desacreditado hasta ahora en su país y que iba en camino de ser derrotado en las próximas elecciones. No necesitamos un George Bush francés.»

    Apenas es una aproximación, hay muchos matices que sin duda figuran en los artículos completos y en otras publicaciones.

  5. Rebaños de simplistas y patrioteros, siguen los mandatos de los amos del sistema y sus portavoces. Lo más cierto e irremediable son los muertos y los heridos, de todas las guerras libradas por intereses espurios varios. hollande.paseillo

 

Una cuña para hacer palanca

Eneko.20 minutos

Eneko en 20 Minutos

La Europa ultra-azul teme seriamente que François Hollande, el candidato socialista francés, logre la presidencia de la república. Por ello se ha visto obligada a mover ficha. La propia “jefa” de facto en persona, Angela Merkel, se ha puesto a diseñar un “Plan de crecimiento” que estudiarán el resto de los países con toda la parafernalia que sea precisa para dar la impresión de que se está produciendo un cambio.

Este nuevo Plan Marshall –que incluso así de pomposamente empieza a anunciarse- es la perdiz que marean de vez en cuando (junto al establecimiento de la Tasa Tobin a las transacciones financieras) si algún elemento perturba la gran estafa a los ciudadanos que nos están perpetrando. ¿Queréis un poquito de crecimiento ante tanta austeridad? Venga, va, os damos una zanahoria para correr tras ella. De hecho, es tan “original” el Plan Merkel que rescata el Banco Europeo de Inversiones (BEI) –al que tienen depauperado- porque fue precisamente el instrumento que Hollande anunció para poner en marcha inversiones.

Saber lo que hay que hacer para crecer, saben. Por eso hablan de acometer proyectos de infraestructuras, energía y tecnología: el caramelo viene bien envuelto. Ahora bien, leo que piensan dotar al plan de la “astronómica” cifra de 200.000 millones de euros. Veamos, 700.000 dieron al primer fondo de rescate de los países hace justo dos años en el aciago día en el que doblegaron a Zapatero a su política neoliberal. 1,6 billones de euros a los bancos, dicho por Almunia, y ya llevan 1 billón más en líneas de crédito a un 1% de interés para que nuestras queridas entidades lo presten a los Estados que les dan el dinero al 5% ó 6% y cierren el grifo a los particulares, dado que les sale mucho más rentable especular en la burbuja de la deuda.

Por lo que veo lo que van a pedir a los gobiernos para inyectar al BEI son 10.000 millones entre todos, para pipas, con perdón. Pero barajan otras opciones para engrosar el presupuesto. Cuenta Claudi Pérez:

«En la próxima cumbre, tras las elecciones francesas, la Comisión presentará un menú de opciones que pasa por capitalizar el BEI o recurrir a la ingeniería financiera para acometer proyectos por importe de unos 200.000 millones a través de avales, eurobonos para financiar inversiones o todo tipo de vehículos financieros sofisticados, o incluso con la creación de una agencia europea de infraestructuras».

Es decir, de nuevo “ingeniería financiera” (o sea, aire financiero sin fondos reales), y sobre todo «la participación de la iniciativa privada» para que se aproveche de esos 200.000 millones de euros que alcanza el plan.

Con todo y cuando ya se está con el agua al cuello no es mala noticia. Las políticas de austeridad han sumido a Europa en el caos y están acabando en España con su ya de por sí precario Estado del Bienestar. Enlazo el análisis de Joaquín Estefanía “Creadores de escasez” por si lo queréis leer después con calma: “Dos años después del inicio de las políticas de austeridad extrema el panorama es desolador: Se multiplica el paro, la exclusión, las clases medias se empobrecen y mueren empresas”. Como repetimos hasta la extenuación aquí, “Las ayudas estatales al sistema financiero están en el epicentro de buena parte de los problemas de déficit y endeudamiento”. Y “Mientras los beneficios (de unos pocos) siguen siendo individuales, los riesgos (de la mayoría) se socializan”.

Veamos, en el más que probable caso de que Hollande gane, todavía no sabemos qué le permitirán hacer. A la España de Zapatero nada, dada su ruina propia. Francia es un país decisivo en la UE, pero a Obama tampoco le han dejado -con su mayor o menos colaboración- llevar a cabo sus intenciones de acabar o moderar esta estafa.

En España, tenemos al PP-Atila que, por convicción, no dejará en pie nada que beneficie el Estado del Bienestar, que corta, saja y privatiza con fruición, y que está dispuesto a emplear la máxima violencia para acabar con la contestación social. Y eso en “ausencia” de una oposición socialista que no da respuestas adecuadas (Aquí también es interesante leer después el análisis de Soledad Gallego-Díaz , «El presidente perplejo» sobre el panorama político español). Pero…

El “Efecto Hollande” ya ha hecho una muesca. Le temen y aún no ha ganado siquiera. Hay lugar para una cuña desde la que hacer palanca. Es la sociedad la que debe exigir sus derechos y parar esta locura. Si ya sueltan zanahorias, dejemos de ser liebres mecánicas. Constituimos una mayoría de seres humanos de carne y hueso, alma y cerebro (salvo los que reniegan de tal condición para seguir siendo monigotes) y, con las armas de la razón y de la no violencia, podemos hacer valer nuestro poder. Me temo que no hay otro remedio.

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