Iñaki Gabilondo -periodista único, luz incombustible en el gris periodismo de hoy- despidió la temporada el día 15 de Julio con una entrada impresionante, por su verdad, concisión y claridad. No sólo comparto lo que dice, lo he escrito varias veces aquí. El centro de la cuestión -tras haber situado perfectamente el problema y llegar finalmente a una pregunta fundamental como conclusión- es éste:
«Somos súbditos de los mercados, el régimen en que vivimos es una dictadura; una dictadura muy particular, una dictadura disfrazada con los ropajes de la democracia, pero una dictadura. Nuestros orgullosos estados, nuestros representantes políticos, y la mayoría de los ciudadanos fingen no darse cuenta y manejan toda la gesticulación de la normalidad democrática pero ya nadie ignora que los caminos están trazados, que fuera de ellos no hay salvación, y que nuestra libertad sólo puede ejercitarse en el pequeño margen de elasticidad -un poquito más para aquí, un poquito más para allá- que se nos autoriza. (…) la socialdemocracia ha quedado prohibida de facto. Bueno, se le permite gobernar con tal de que no sea con sus propios puntos de vista.
Y sí, la pregunta clave es ¿Qué hacemos?
(Gracias por la alerta @angelsmcastells)