«Ayúdanos a prescribir la solución»

Nosotros diagnosticamos el problema… ayúdanos a prescribir la solución”. La ex candidata a la presidencia de EEUU por el partido republicano y líder del movimiento ultraconservador Tea Party que se aloja potente en su seno, Sara Palin, llamaba a sus seguidores a actuar. Señalando nombres con el punto de mira de un arma. El sábado la congresista demócrata Gabrielle Giffords, destacada en la lista negra de Palin, era tiroteada en el cerebro y, de paso, 18 personas más de las que 6 murieron.

En EEUU se preguntan si no ha ido demasiado lejos “el debate” político. Y en este momento histórico en el que vivimos en el que todo es opinable por encima de los hechos, unos creen –o sienten- que sí, y otros que no.

Uno de cada tres norteamericanos posee un arma y puede comprarla sin mayor dificultad. Cada año una media de 100.000 ciudadanos son víctimas en EEUU de heridas de bala. Pero los pobladores del país de las libertades poseen el derecho de decidir a quién disparan para evitarse daños propios o neuras propias. En este clima, una individua que pudo ser presidenta del aún país más poderoso de la tierra, señala dianas. Resulta que la congresista –que en este momento tiene un trozo de cráneo en el congelador a ver si reacciona y se lo pueden colocar de nuevo- luchaba con ahínco porque 50 millones de norteamericanos dispusieran de la libertad de no morirse o ver amputados sus miembros o conservar la vista o el oído, por no tener dinero para pagar un seguro médico, de esos que subvencionan a los políticos para que defiendan sus privilegios. Y también luchaba denodadamente contra la ley de inmigración de su Estado, Arizona, que tacha de delincuentes a quienes llegan de fuera y que incluso les culpabiliza por su aspecto físico.

Hace unos meses ya fue atacada la sede demócrata de Giffords y ella misma dijo que los señalamientos de Palin, podrían tener consecuencias. No, no tenía miedo, viviendo en un país que exporta «las libertades».


 

Hoy, algunos, sólo se preguntan si “el debate” político no ha ido demasiado lejos. Los equilibrados, objetivos y prudentes del mundo occidental, dicen que la pobre ex gobernadora de Alaska tan solo señalaba objetivos ¡políticos!, políticos nada más, a abatir. Y el corresponsal de El País en Washington, Antonio Caño,  directamente la exculpa. Más aún, recalca:

Es lógico, por tanto, que todos los paranoicos con armas simpaticen con los republicanos, como otros terroristas en otras partes se esconden tras un lenguaje presuntamente de izquierdas”. Precioso ¿eh?

La culpa la tiene la sociedad, se decanta la mayoría. Y algunos “se aburren” de ser señalados, porque al parecer permanecemos ciegos y sordos a ese clamor popular que se enseñorea de las calles pidiendo cordura y cambios.

Nosotros no tenemos Tea Party en España, aunque movimientos hay para crear algo similar. Tampoco Saras Palin, aunque mucho se aproximan quienes cuestionan la democracia cada vez que uno de sus presuntos chorizos es pillado con las manos en la masa. Pero nos sobran por doquier los comunicadores como Glenn Beck de la Fox, destacado ideólogo del Tea Party. Pueblan la TDT, con incendiarios mensajes de la mañana a la noche, a cambio de ansias de poder y dinero (siquiera sea en vales del Corte Inglés).

Un periodista norteamericano, del tipo de Iñaki Gabilondo del que ya nosotros carecemos en pantalla, acusa a quienes colaboran con el mantenimiento de este estado de cosas. Incluso Obama piensa ir a la Fox.

Hieren a una congresista valiente en el cerebro que es el órgano que permite ser persona, matan a 6 ciudadanos, entre ellos a una niña, y Obama pide… un minuto de silencio. ¡Venga ya! Gritan, gritan, manipulan, malmeten, y señalan objetivos en nuestra apestosa TDT que propiciaron los políticos y es libertad de expresión. Llegan las hordas franco-alemanas a las fronteras de la península ibérica a comérsenos vivos en nombre de más libertades, la de los mercados, y es que debe ser así. Y todo es opinable, y todo entretenimiento, y todo culpable inacción. A Obama le han quitado el Congreso y sus tímidas reformas, por no haber obrado con contundencia como prometió. Zapatero está en capilla por lo mismo. Bajar la cerviz y prestarla al estoque no es el camino en un mundo que ve crecer, impasible, cauto y “prudente”, a la ultraderecha impune.

TDT, informar, formar y entretener

Visto en la programación de tarde de VEO. Ya sabemos el objetivo de la televisión y de cualquier medio: informar, formar y entrener.

La publicidad comenzó a hacerse en directo, dado que entonces no había medios técnicos de grabación. Ahora, en el gran avance tecnológico de la TDT, también. Sólo que antes se especificaba que se trataba de un anuncio, aquí, aparentemente, es información sobre salud. Libertad digital Tv:

TDT: la televisión que quería parecerse a Internet

La televisión analógica ha muerto y hemos dado un gran salto tecnológico: la TDT, televisión digital terrestre, o Televisión De Todos, como gustan de llamarla. Los congregados en el Ministerio de Industria para ser testigos del hecho escuchamos a diversos conferenciantes –en su mayoría de empresas privadas que habían participado en el proyecto- comparar el hito con el propio nacimiento de la televisión. Es verdad que la señal llega con mayor calidad, que España ha sido pionera en cumplir el mandato de la UE y que, al terminar dos años antes que los demás, puede exportar su experiencia y conocimientos a otros países, dando negocio a esas empresas y desarrollando tecnología que nunca viene mal. Un juego de millones se ha barajado que excede a mis neuronas poco dadas a los números. Pero, si había que hacerlo, mejor que haya sido pronto y con buenos resultados. Ahora bien, de ahí a considerar una modificación del medio en el que se percibe el mensaje como equiparable al día en el que, de la “nada”, surgió una imagen viva y en movimiento, con sonido, que cruzaba el aire para ser percibida allí donde se encontrara un receptor, va un abismo.

Una a veces se siente como en tierra de nadie. Dediqué mi vida profesional a la televisión fundamentalmente y ahora la siento como un cuerpo extraño. Ni la siento en realidad, es algo ajeno a mí. Vi a los actores de la transformación tecnológica muy contentos -con razón sin duda-, y alguien habló de que en realidad se había cambiado el modelo audiovisual. Eso es cierto y lo que más me preocupa. De hecho, el presidente de Telecinco y de las cadenas privadas, rompió de alguna forma la tónica de autoparabienes para decirle al ministro que quedaban por ahí algunas cosillas pendientes. Aún me alarmé más.

Fueron muchos quienes se dirigieron al auditorio, con protocolarios “excelentísimas autoridades” o “querido ministro”, mientras revoloteaban cámaras, fotógrafos y la nueva generación de informadores. No vi a ninguno twitear la sesión, o usar ordenador de nin´gún tipo. Aquello era televisión en estado puro, es decir: pasado. Un mundo que vive ajeno a la realidad. Tan sólo la intuye. Por eso la televisión quiere parecerse a Internet. Todo lo que ofrece la TDT está ya en la Red. Ese gran avance de la interactividad que llegará, vaya por dios, “en el futuro”, consiste en poder comprar billetes de avión por ejemplo, o participar en encuestas. Incluso en adaptar la programación al gusto del consumidor: Internet, en una palabra. Con grandes limitaciones.

Andaba por allí Rodolfo Martín Villa, el histórico político de UCD, a la sazón Presidente de Sogecable. Y no en loor de multitudes. La conversación que mantuvimos a mi iniciativa me resultó enormemente divertida. Comenzó él con las congratulaciones por el cambio “histórico”, pero le hice ver la gran diferencia entre la llegada de la televisión en 1956, el cambio sociológico que supuso y la TDT, que no va implicar ninguno.

-Lo importante son los contenidos y ahí no veo avance alguno, sino todo lo contrario. El “nuevo modelo audiovisual” se limita a que tres cuatro grupos mediáticos difundan el mismo mensaje y cada vez con menor entidad- aventuré.

-Ya, es lo que pide la audiencia.- dijo él.

-El dinero- contesté de forma aplastante, aunque con perenne sonrisa.

-Bueno, sí, la publicidad.

-El dinero- seguí yo.

Bueno, sí el dinero- concedió él. De todos modos –continúo conciliador- tendemos a pensar que todo tiempo pasado fue mejor.

-Yo no. Solo tenemos presente y la promesa de un futuro incierto. Del pasado valoro lo que efectivamente fue mejor. Aquellos tiempos de UCD, cuando yo comencé, en el que se buscaba dar información a la sociedad y no publicitar las opiniones de los partidos, donde un ministro tenía que ganarse su aparición en la tele por producir una noticia.

Martín Villa siguió pensando que estaba ante una nostálgica del pasado. Entonces le conté mi papel activo en Internet. La diferencia entre el acto que acabábamos de presenciar y el Congreso de internautas en Huesca., totalmente conectado entre sí y con la realidad. Le vi muy sorprendido. Pero entonces llamaron para una foto. Apenas conocía a nadie. Al ministro, por supuesto. A Manuel Campo Vidal que sí contribuyó a generar el avance de la televisión. A un señor que desde un oscuro papel en TVE y con una pésima profesionalidad, supo arrimarse a la sardina del PP para prosperar -ni más ni menos que tantos otros hicieron con los partidos-. A dos conductores de “debates” de Veo (la cadena de El Mundo). Me quedé fuera.

El “Nuevo Modelo Audiovisual” deja en manos de los grupos iniciales, Antena 3 y Telecinco, todo el peso de la televisión en España tras las fusiones con las apuestas ¿fallidas? de Cuatro y La Sexta. Con una TVE adelgazada, incluso por su voluntaria dieta. Con las concesiones autonómicas en las que ha primado la voluntad de Esperanza Aguirre dando un gran peso de la ultraderecha. Apenas media docena de programas, siendo benévola –Informe Semanal a razón de cuatro temas por semana o el “Hoy” de Iñaki Gabilondo y alguno más- nos contarán las noticias con profundidad y elementos de juicio. No sé si algún programa apuesta por el entretenimiento de calidad. Muy pocos.

Analógica o digital, la televisión muere y está poblada de esos “Otros” de Amenábar que no saben que han muerto, como recordaba en Huesca Montserrat Domínguez. Quieren echar a los vivos. En inútil tarea. Eduardo Punset, un hombre inteligente -y libre sobre todo-, está advirtiendo estos días seriamente sobre los intentos de control de Internet, argumentando lo irracional de la tarea: «Hay una tendencia a considerar Internet propiedad del Estado que tenemos que evitar». A ello se aplican casi todos los gobiernos occidentales… defensores a ultranza de la Industria. Privada por supuesto. Donde manda patrón, no manda marinero. Pero ¿por qué se muestran tan felices?

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