La fotografía es fresca, de ahora mismo. Tras un mes con zanja, la cierran –hasta la próxima ocasión- y pintan en el paso de cebra en distinta dirección que el resto. Como veréis tampoco nadie se ha molestado en asfaltar las grietas ancestrales que pueblan la calle. Han alisado lo nuevo, pero lo han hecho, al revés, para elevar un monumento a la chapuza. Otra perspectiva.
Pues bien, al entrar en casa, recibo una multa por aparcar sin distintivo en zona azul. No es cierto, siempre cojo el recibo y nunca me paso de tiempo. Libré hace unos meses batalla épica contra el Ayuntamiento de Madrid por lo mismo. En aquella ocasión –y dado que la multa figuraba en el parabrisas, no en el caso que hoy me apuntan- conservé el resguardo. El esperpento llegó al extremo de que el recurso me fue denegado pese a presentar ese recibo, y solo un buen funcionario –casi el único que trabajaba mientras el resto tomaba café- me solucionó el problema. La semana pasada tiré todos los papelillos azules y verdes que aún llevaba en el coche desde hace un par de meses. Lo justo: no tengo pruebas frente al atraco legal. Es su palabra contra la mía. He destruido las pruebas, como digo, de que no era culpable (pura democracia). La persona que ha traído la multa ha respondido a mis preguntas que lleva repartidas 60 multas esta mañana, y que sí es un fuerte incremento sobre lo habitual.
Toca pagar el IBI y el abusivo y nuevo impuesto de las basuras ¿Hasta cuando voy a sufragar los despilfarros del Ayuntamiento de Madrid? Las sedes, los túneles, las construcciones fantasmas para Madrid 2016. O las de la Comunidad, con esa ciudad de la Justicia que languidece, como muchas otras cosas. Su infinita ineficacia. ¿Quéreis otra foto?
Los votantes españoles quieren entregar al PP el mando de España. No tienen en cuenta, al parecer, lo que hacen en las corporaciones que gobiernan.
Ah, «todos son iguales» me acaba de decir un vecino. Unos «menos iguales» que otros, pero, en efecto el problema es de enormes magnitudes. Estoy harta de que, en menudo y en grande, me roben a manos llenas. Harta de los cohechos, malversaciones y demás, que se llevan mi dinero. Harta del despilfarro y mala gestión. Cada vez que leo declaraciones de políticos –hace poco una consejera de Madrid en un sarao en Rimini- me digo ¡En Rímini! Y, probablemente, con mi dinero.
Sin vacaciones este año –hay que pagar a quienes nos esquilman-, me acogen en Sevilla unos días. Estoy a punto de salir si consigo hacer la maleta. Actualizaré menos, quizás, ya veremos. Aquí os dejo el salón para que comentéis cuanto queráis y de lo que queráis.
PD.
Creo que layla no quiere que me vaya… o se apunta al viaje.