Educación para el «rajoyismo»

Es probable que buena parte de los ciudadanos que votaron al PP en noviembre confiaran en que solucionaría la crisis económica tal como prometía con vehemencia. La carencia de un análisis riguroso les llevó a esa ingenua suposición. Lo que es menos probable es que le dieran mandato para imponer una transmutación ideológica que implica prácticamente un cambio de la sociedad que la catapulta varias décadas atrás. Pero ahí estamos.

Mariano Rajoy es un hombre convencido de que “todo el mundo” es como él. Por eso nombra ministros y altos cargos que son calcos de él mismo. Tal vez con la excepción de Soraya Sáenz de Santamaría a la que ve como una chica lista que ha sabido ganarse su aprecio a costa de lo que sea.  La vicepresidenta es solo una mediorajoy.  O De Guindos que vendría a ser un Rajoy educado en Wall Street. El resto son clones.

En su ambicioso propósito ahora se ha propuesto convertir a todos los niños españoles en “rajoyes”, de la mano de wert-rajoy. La nueva asignatura que sustituye a Educación para la Ciudadanía apuesta con claridad por ese propósito.

Nada de temibles “orientaciones ideológicas”, es decir explicar racismo, xenófobia, sexismo, homofobia… ni mentar las referencias a los afectos o el sexo, las relaciones entre hombres y mujeres o la valoración crítica de la división sexual del trabajo, que han sido eliminados.

Suprime también del temario las referencias a la pobreza en el mundo, la falta de acceso a la educación como fuente de pobreza e incluye en ese apartado lo que denomina ‘conflictos del mundo actual’, es decir, el terrorismo, los estados fallidos, el fanatismo religioso y el nacionalismo excluyente, quedando entendido que el nacionalismo excluyente no es el ultraespañol, ni el fanatismo religioso el católico, que son los que “dios manda”.

Va a ser una asignatura (a estudiar desde el inicio del curso) en la que se enseñen lo que el PP denomina los derechos civiles, políticos, económicos y sociales o los valores fundamentales de la Constitución (ésa que cambió de un plumazo a pachas con Zapatero y Merkel para consagrar que el pago de la deuda especulativa tiene prioridad a cualquier necesidad de los ciudadanos que sostienen el tinglado con sus impuestos y votos). Y sus símbolos, eso que no falte, Entre los grandes valores, con carácter destacado, la supremacía de la propiedad privada (cuyo desarrollo didáctico puede dar grandes aportaciones del tipo «lo mío, es mío»).

El Mundo ha hecho un interesante trabajo de comparación de las asignaturas. Ésta por ejemplo:

Así en la descripción que el Ejecutivo de Zapatero acordó en 2006 se puede leer: «Individuos y relaciones interpersonales y sociales, trata los aspectos personales: la autonomía y la identidad, el reconocimiento de las emociones propias y de las demás personas. Propone un modelo de relaciones basado en el reconocimiento de la dignidad de todas las personas, del respeto al otro aunque mantenga opiniones y creencias distintas a las propias, de la diversidad y los derechos de las personas. A partir de situaciones cotidianas, se aborda la igualdad de hombres y mujeres en la familia y en el mundo laboral. Un aspecto prioritario, relacionado con la autonomía personal, es siempre la asunción de las propias responsabilidades»

Mientras, la modificación aprobada este viernes por el Consejo de Ministros recoge en el mismo apartado lo siguiente: «El Individuo y las relaciones interpersonales y sociales, trata de la libertad de las personas, su autonomía, la asunción de responsabilidades, identidad y condición moral, así como de los hábitos personales y sociales relacionados con la alimentación saludable y el fomento de la actividad física. Todo ello basado en el reconocimiento de la singularidad de todo ser humano y de los distintos caracteres y maneras de ser, así como la dignidad de todas las personas y de manera particular de aquéllas con discapacidad«. Un punto éste último destinado a las personas con malformaciones que quiere obligar a parir a las mujeres Gallardón-Rajoy, para condenarlas al sufrimiento y dejarlas sin ayuda alguna del Estado.

Otro “peligroso” texto eliminado es éste:

..”ayudar a generar un sentimiento de identidad compartida, a reconocer, aceptar y usar convenciones y normas sociales e interiorizar los valores de cooperación, solidaridad, compromiso y participación tanto en el ámbito privado, como en la vida social y política, favoreciendo la asimilación de destrezas para convivir«.

Sanos, deportistas, sin nada en el cerebro, competitivos, egoístas, insolidarios, venerando el lucro económico como objetivo vital, ultrareligiosos, ultrapatriotas de esa España una, grande y “libre” que ya inventó aquel otro señor que tanto añoran. Irreales.

Así es o así se ve Rajoy. Patrón oro de la perseverancia. De lograr lo que se propone, con paciencia, salvo el resolver el problema económico como se le encomendó que, por el contrario, sus políticas han acrecentado. Pecata minuta si un día esta España puede contar con muchos rajoyes, dispuestos a llevarnos a la ruína pero sólidos en valores medievales. A rastrear soluciones, erguidos y firmes, atléticos, mirando donde mira el líder, junta la camarilla en unión y comunión.

Rajoy, vacaciones 2012

La contrarreforma ultra

Todavía no ha comparecido Rajoy ante el parlamento español desde su toma de posesión en diciembre y ya su gobierno aplica la contrarreforma ultra con una celeridad digna de mejores empeños. La derecha “como dios manda” se muestra exultante en sus titulares de prensa: adiós a la educación de Zapatero, dice en florida portada ABC, sólo a modo de ejemplo. Su gozo es similar a nuestra desolación.

“»¡Qué dolor, qué pena de país!» arguye el hispanista Ian Gibbson al contemplar el escarnio que se esta practicando con el juez Garzón a quién, en su opinión y en la de muchos, está sentando en el banquillo “toda la derecha española”. Añadiría que, precisamente, desde que decidió investigar su corrupción, en la trama Gürtel, que nunca nos olvidemos destapó un miembro del PP insatisfecho con el reparto.

La más rancia, la más casposa derecha de nuestra desgraciada historia aflora satisfecha para restablecer el “orden”, su orden. No les falta un detalle, ni uno.

Nuestro flamante presidente aprovecha su primer consejo europeo para citarse con el premier británico David Cameron y plantearle la cuestión ¡¡¡de Gibraltar!!! mientras, en efecto, se enjuicia por primera vez en décadas a una persona por el franquismo: el magistrado que intentó pedir alguna responsabilidad y compensación.

El nuevo ministro de una cultura relegada a segunda división, el afable tertuliano José Ignacio Wert, tumba a las primeras de cambio Educación para la Ciudadanía. Lo había anunciado durante años Rajoy, siempre les molestó, o para ser más precisos irritó. Establecida por recomendación del Consejo de Europa (el que se ocupa de valores democráticos y poco tiene que ver con la UE) en 2002, se imparte en todo el continente sin objeción alguna ni siquiera en colegios católicos. La España diferente del tópico levanta otra vez la barrera de los pirineos.

Encuentra otro problema Wert con la educación, en este caso en Ceuta y Melilla que se les llena de marroquíes, en «avalancha», que osan querer “aprovecharse” de la educación. En estas condiciones, con esta gente pobre y en absoluto “como dios manda” no se puede garantizar resultados en la materia para ningún alumno. El problema es que, como cuenta guerraeterna, ni siquiera es cierta esa «avalancha». Pero, abierta la caja de Pandora de Gibraltar por este insensato PP, igual Mohamed VI le arregla el problema reivindicando esas dos ciudades autónomas españolas. Y ¡habrase visto! no queremos otra enseñanza sino la contaminada de conservadurismo para los españoles, y vamos a educar a otros.

Y el aborto. El “centrista” Gallardón, a la sazón ministro de Justicia, no de sanidad, inicia ardiente su cruzada para restaurar el primer aborto de culpabilidades, obligaciones y permisos. La mujer es una menor de edad, una fábrica de parir para el dios de la derecha, para guardar los “valores” y sufrir hasta la muerte y en silencio dentro de “el entorno familiar”. Sin dejar de ser una notable hipocresía ¿Por qué no se animan los Mayor Oreja y los obispos a montarle una manifestación al PP por mantener aún así ese aborto? ¿A qué no hay coraje para presentarse incluso en esta UE prohibiendo toda interrupción del embarazo?

El “concepto nación española”, la autoridad del profesorado, en breve –que también lo anunció Rajoy- el respeto al empresario por ley…. Y además los trasvases, otra inyección de dinero a los bancos, mientras se recorta en sanidad y educación. ¿Hay quién dé más en apenas un mes?

 Conozco personas que se siente tan felices por la restauración de la caspa que ya ni me apetece hablar con ellas, pero la mayoría incauta que votó al PP lo que soñaba en creencia absurda era que arreglara la economía. Todas las previsiones nos encaminan a la recesión, como causa directa de la «austeridad», y a 6 millones de parados, pero, eso sí, se hará exprimiendo aún más a los privilegiados trabajados con más recortes económicos y de derechos en la reforma laboral. 5.300.000 parados ahora y lo importante es Gibraltar y la contrarreforma ultra. Están tensando tanto, tanto, la cuerda que temo las consecuencias que de todo esto se deriven.

 Entretanto cojamos la mantilla española para escuchar a Machado en la voz de Joan Manuel Serrat…

La efímera unión nacional del fútbol

 

Si alguien nos hubiera dicho a algunos de nosotros que saldríamos a tirar cohetes por las ventanas porque un equipo de fútbol se alzase con la victoria, tal vez no le hubiéramos creído. España sonríe de punta a punta, parece dolerle menos la hipoteca y lanza vítores patrios. Nuestro país vive un momento nacionalista exacerbado y, en cierto modo surrealista, por algo tan cuantificable como que un balón entra en la portería un número de veces adecuado. El fútbol crece como nexo de unión cuando faltan otros símbolos que nos muevan la pasión y a actuar en positivo. Lo escribí el 27 de Junio de 2008 en Soitu. Y sigo teniendo memoria ¡qué dure! por favor ¿Nadie más lo recuerda?

Tres días después, seguí. Nadie puede minimizar la alegría colectiva de todo un país porque su selección de fútbol se proclame campeona de Europa. Suenan gritos de «España, España«, en la calle; la explosión de júbilo arranca del corazón. La gente parece precisar salir a la ventana para comunicar y compartir su alborozo, tirarse a la calle –previa escalera y puerta- para que ninguna pared obstruya su exaltación expansiva. Un fenómeno nuevo ha prendido. Unión e ilusión han formado un cóctel mágico.

Enormemente apoyado con publicidad y difusión, desde el comienzo de los tiempos televisivos: el fútbol mueve más negocio que cualquier otro deporte. Punto decisivo pero no total para saber porqué un país diverso, que apenas tolera al diferente aunque sea su vecino, al que le duele la crisis económica, llora, ríe, se lanza a las fuentes en piscina, abraza a quien tiene al lado sin preguntarle a quién vota, beba hasta precisar atención médica, o se envuelve en la bandera española que aún sigue siendo rojigualda.

Europeo de fútbol 2008

La bandera se libra de lastres, quizás también de contenidos. Como, quizás, debería ser. Se ha disparado un proyecto colectivo por un tema sobre el que todo el mundo tiene opinión, porque no exige mayor esfuerzo intelectual.

Unión e ilusión tiñen las calles, aún, a pleno sol del día, suenan cláxones y trompetas. Unión e ilusión en la selección española y en la ciudadanía. ¿Y si sustituimos la palabra fútbol en todo el fenómeno? ¿Si, mejor, con ella añadida, impregnamos de su espíritu todas las empresas que queramos acometer? Proyectos que unan en lugar de dividir, que conozcamos hasta poder formular opiniones sobre ellos, aceptar la diferencia, acometer las dificultades con sentido positivo, no rendirse, luchar, disfrutar del empeño. Si fuéramos capaces de eso, España alcanzaría otros trofeos que, aún, nos son precisos. La vida cotidiana no es mejor porque anoche un equipo de fútbol marcara el gol suficiente para ganar. Sólo es más agradable. Recuperemos ese aliento para mejores metas, para todas las metas. También podemos.

Pues bien, los dos años que siguieron han protagonizado –sino acrecentado- la desunión y el caos tradicionales. Más aún, España se enfrenta hoy a una crisis económica mundial y particular, rendida a los vencedores. Hasta la ley de costas se va a reformar para consagrar el desastre urbanístico que tan caro nos va a costar en una de nuestras principales fuentes de ingresos: el turismo. En lugar de dotar a España de una banca pública en competición con la privada que tantos apuros hace pasar, se privatizan alegremente las Cajas de Ahorros, saludadas con alegría por tanto indocumentado, incluso delante de un micrófono. El dominio político en plan cortijo se podía y debía haber solventado -con rigor y disciplina, cualidades que existen en el acervo humano-, en lugar de entregar las Cajas a la voraz sanguijuela del capital privado. Sigue y crece la cinta sin fin de los «chorizos» del PP -presuntos hasta la condena, pero con apabullantes indicios- robando a manos llenas dinero de los ciudadanos allí donde tienen gestión. Y sus descaradas protestas a las formas de detención. ¿Cómo si fueran los peores delincuentes? Sí, han traicionado la confianza de los ciudadanos a los que representan y han saquedado sus impuestos ¿Hay algo peor que eso para  personas «de bien«? Y Educación para la Ciudadanía, cede a los chantajes del PP y a la debilidad del PSOE, y se convierte en una “maría” .

Fui una conversa al fútbol de la selección –casi sólo a ése, si descontamos al Barça en competiciones europeas, por lo mismo, por la calidad- hace ya dos años. Y vibraré el domingo con La Roja. Pero de ahí a sumarme a esta infantil histeria colectiva, -con pulpos y supercherías alentadas y jaleadas incluidos-, de pensar que algo va a cambiar en España si la selección gana, va un abismo. Como veis la experiencia demuestra que no. El fútbol no es argamasa, es diversión. Aprendamos, como digo, a conocer a fondo asuntos cruciales para poder opinar sobre ellos sin sonrojo, igual que lo hacemos sobre el maravilloso Villa . Proyectos comunes que unan en lugar de dividir. Sin duda es posible, solo falta querer.

   No pretendo aguar la fiesta, todo lo contario. Apoyaré a La Roja el domingo conteniendo la respiración y exhalándola con toda el alma en un grito si ganan. Resulta tan difícil amar sin dolor a este país, que para una vez que nos brindan la oportunidad, hay que aprovecharla a fondo. Yo lo haré. Soñando que no es del todo imposible trabajar en una empresa colectiva.

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