El agua de Aragón y los #8 de Yesa

Hace unos meses, en noviembre de 2015, Jordi Évole dedicó uno de sus reportajes de Salvados (La Sexta TV) al Pantano fantasma de Jánovas, Huesca. Y como suele suceder con lo que hace el brillante y querido compañero, el programa tuvo un gran impacto al descubrir un tema complejo de los que han forjado nuestra historia como país.

Años 60. La compañía hidroeléctrica vasca Iberduero (hoy Iberdrola) se dispone hacer un embalse  en el Río Ara que sepultará el pueblo de Jánovas y los de Lavelilla y Lacort, en virtud de la concesión que le ha sido otorgada por el gobierno en 1945. E inicia los desahucios. A partir de ahí sigue la prolongada peripecia de un pueblo que se resistió a desaparecer bajo las aguas y lo consiguió. Aunque se convirtiera en ruina fantasmal hasta que sus habitantes –presos de la acreditada tenacidad aragonesa- volvieron a ponerlo en marcha muchos años después.  Apenas para plantar unas cosechas. Pero ahí sigue.

El programa de Jordi Évole #jánovas evidenció que «las compañías eléctricas diseñaban la política eléctrica en la España franquista», como dijo algún interviniente. El cúmulo de arbitrariedades que jalonaban los procesos regidos por  el “ordeno y mando”.  La valentía y la dignidad de los que emulan a David enfrentado a Goliat. O el daño que, sin embargo, causan: “Soy mayor y no he encontrado a nadie que me explique lo qué es la justicia porque yo no la he visto”, concluía Paca Castillo, una vecina de ya 88 años que nos heló la sangre. A mí me la heló desde luego.

Pues bien, hubo muchos pantanos, saltos y presas que sí se hicieron en Aragón. Los ciudadanos veíamos, desde niños, cómo desangraban nuestros ríos para llevar energía a las regiones vecinas más ricas.  Cómo anegan los pueblos con todos los recuerdos de vida. Cómo los aragoneses terminaban emigrando adonde hubiera luz y trabajo.  Es una comunidad cuyas voces apenas contaban ni cuentan dado que tiene la densidad de población más baja de España (junto a Extremadura).

La historia de Aragón es la eterna reivindicación del agua, de los regadíos, para quedarse en casa y poder vivir.  Más de un siglo ya batallando y esgrimiendo argumentos. Desde Joaquín Costa, el político más destacado del Regeneracionismo –España siempre tiene esa asignatura pendiente- diseñando una política hidráulica para las personas,  a otros muchos. A todos aquellos que a lo largo de décadas se empeñaron en buscar el progreso para su tierra aprovechando sus recursos sin ser un almacén que va quedando deshabitado.

yesa

114 kilómetros separan Jánovas de Yesa. Aunque cuesta recorrerlos casi dos horas. Allí se ubica uno de los pantanos más grande de Aragón, regulando el río que lleva su nombre y que da origen al Canal de las Bardenas. Este sí se construyó.  En los años 60 también. Se inundaron pueblos y campos de cultivo. De sus aguas, se beneficiaron más abajo.  Hasta un balneario de aguas termales quedó sepultado.  Siempre el dilema: se lleva agua a la gente, o gente al agua. O a otros recursos. Somos comunidades de personas o empresas.

Pues semejante pantano, con aprovechamiento turístico incluso, no es suficiente. Hace falta más agua que extraer, dicen, y más energía que producir. En los 70 se redacta el primer proyecto de recrecimiento de Yesa que triplica su superficie. Ante la oposición local, el plan se mantiene pero reduce sus dimensiones. Prevé anegar  varios pueblos de nuevo. Y alega que el agua es para las necesidades de Zaragoza y regadíos varios. Los concesionarios son las grandes constructoras de España, las habituales, Ferrovial-Agromán, FCC  y ACS. Las obras se iniciaron ya en 2001 con problemas de consolidación que ocasionaron grietas.

La batalla legal y social para detener el recrecimiento de Yesa ha venido implicando desde a varias asociaciones aragonesas a organizaciones ecologistas como Greenpeace.  Han presentado denuncias, querellas criminales –como las incoadas contra tres ex altos cargos del Ministerio de Medio Ambiente- y una denuncia por destrucción de Patrimonio Histórico-Artístico (porque afecta a 22 kms del  Camino de Santiago  en dos tramos) denunciado también ante la Unesco. Todas las sentencias han fallado en contra de los denunciantes. El recrecimiento de Yesa sigue adelante.

Ahora miren por favor esta foto:

8deyesa

Según el acto de apertura de juicio oral, son unas 150 personas que el 10 de Octubre de 2012 sobre las 9.55 de la mañana se hallaban concentradas en el punto kilométrico 1,6 de la carretera A-1601 “con intención de quebrantar el principio de autoridad”.  Tras tres avisos por megafonía a partir de las 10,15 se da orden de iniciar la carga a las 10,25.

El acta da cuenta de los nombres y cargos de los miembros de la Guardia Civil que participan. Son 22 efectivos GRS. Terminan desalojando y no se producen detenciones. Días después se denuncia a 8 personas (todos hombres) que, según el documento del Fiscal, habrían causado lesiones a 15 miembros de la guardia civil. Repito 8 manifestantes son denunciados por lesionar a 15 guardias civiles entrenados en acciones antidisturbios.

Dadas las leyes vigentes con el gobierno del PP, les piden a cada uno entre cuatro y seis años de cárcel y 22.000 euros en indemnizaciones.

El juicio es este 23 de Mayo.

Les apoyan entre otros el 80% de los municipios de Aragón según sus datos.

Más información: https://8deyesa.org/ y https://8deyesa.org/2015/12/10/os-presentamos-a-los-8-de-yesa/

“David” está cada vez más solo ante Goliat. Creo que los 8 de Yesa necesitan ayuda y difusión.

Ante la privatización del agua de Madrid

Por razones que no vienen al caso he seguido durante años las peripecias del agua de París. Privatizada en los tiempos iniciales de esta fiebre que impulsó el ascenso neoliberal (los ochenta), había llegado a tal grado de deterioro y carestía que ha tenido que ser nuevamente remunicipalizada. Los intentos por devolver el agua al control público parten de no menos de 5 años atrás por lo que he venido viendo. Es lo que ha llevado deshacer el entuerto.

En loor de multitudes incautas, Esperanza Aguirre se propone privatizar también (padecemos ya “su” sanidad deteriorada de día en día aunque pintada y con hilo musical) el Canal de Isabel II. Como sus obras, Aguirre también cuela como válida en algunas mentes: «es tan campechana». Pintada y con hilo musical, ya digo.  

Un poco de historia. Desde hace 160 años, la empresa pública Canal de Isabel II capta, depura y distribuye con eficiencia el agua para todos los ciudadanos de la Comunidad de Madrid. Además de eficaz, el Canal es una empresa rentable, con unos beneficios anuales que rondan los cien millones de euros. Unos beneficios que revierten en toda la ciudadanía. Y el agua es de gran calidad, aquí nos sobran las embotelladas. ¿Seguirá así cuando la Presidenta de la Comunidad de Madrid la privatice?

Juantxo Uralde también se lo pregunta: “De una altísima calidad, el agua se recoge en los bosques del Guadarrama, y se acumula en los embalses de las cuencas altas. El agua de Madrid es motivo de envidia para otras ciudades. ¿Qué ganamos transfiriendo este caudal a manos privadas? O mejor dicho, ¿acaso ganamos algo?”

¿Por qué la va a privatizar Aguirre entonces? Precisamente porque es rentable, porque los llamados “inversores” privados la quieren. Según Angels Martínez Castells en Reacciona, «el sector del agua genera unos ingresos anuales de más de un billón de dólares, aunque sólo esté privatizado entre el 5 y el 10% a nivel mundial». 

La mayoría absoluta y colmada que van a darle los votantes a Esperanza Aguirre nos aboca al despojo de un servicio esencial que aún es nuestro: el agua. Ante ello –como ante tantas cosas- solo cabe la información.

Attac organiza este jueves un acto con ese fin:

¡NO A LA PRIVATIZACIÓN DEL AGUA!

LUCHAS Y ALTERNATIVAS EN EUROPA Y EN MADRID

12 de mayo de 2011. 19:00 horas

Salón de Actos del Instituto Cardenal Cisneros

C/ De los Reyes, 4. Madrid.

Este martes también se va a desarrollar una manifestación desde Callao a la Puerta del Sol (escaso tramo que no indica que se espere demasiada concurrencia). Es a las 19,30. La convocan en este caso el Comité de Empresa del Canal de Isabel II y la Plataforma contra la privatización del Canal.

El agua no es un negocio, dicen. Eso creo también, con una fuerte convicción. Y a la vista de los estragos causados en otras ciudades que, como París, la privatizó para tener que regresar a la cordura. Remunicipalizar, como renacionalizar es posible, pero costoso. Lo sensato es actuar antes de que se produzca el desastre.

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