Juan Tortosa: La tragedia de El Carajal y el uso perverso del lenguaje
…. «Basta ya de criminalizar a los inmigrantes.Basta ya de cuchillas en las vallas, de ataques intimidatorios, de pelotas de goma… Basta ya de tragedias. Basta ya de referirse a este problema como “avalancha”, “invasión” o asalto”
Búsquense soluciones, por favor, pero sin una muerte más y sin criminalizarlos,además, con un perverso uso del lenguaje. Cuando un africano muere intentando cruzar la frontera “europea”, algo nuestro muere también. Muere nuestra dignidad, nuestra capacidad de mirar de frente, limpiamente a los ojos a quienes, solo por razones geográficas, porque no tuvieron la “fortuna” de nacer donde nosotros, la vida les trata mucho peor todavía.
La muerte de las catorce personas que soñaban con vivir mejor a este lado de la frontera ceutí de El Tarajal es un crimen de lesa humanidad que contraviene todos los códigos éticos, civiles y yo diría que hasta penales y militares. Porque si no los contravienen, hay que cambiarlos porque esto no puede continuar así. No podemos construir nuestro porvenir sobre los esqueletos de tanto desesperado a los que no solo les negamos una oportunidad sino que, en casos como el de El Tarajal, contemplamos impasibles cómo pierden trágicamente la vida.
Esto no puede ser. No sé qué hacer con mi vergüenza, no sé cómo gestionar esta indignación. De momento aquí quedan estas líneas, con la esperanza de que mis compañeros presuntamente progresistas, al menos ellos, dejen de denominar“avalancha” o “invasión” la lucha de muchos seres humanos por conseguir, a costa incluso de la vida, un futuro mejor».
José Manuel Rambla: Vomito, luego existo
….»Y por eso mismo, estoy convencido de que al trascender la muerte de trece inmigrantes ahogados cuando intentaban entrar en Ceuta, el presidente autonómico de esta ciudad africana, Juan Vivas, meditó profundamente sus palabras antes de asegurar en una entrevista radiofónica que la guardia civil que recibió con material antidisturbios a los potenciales cadáveres “en ningún caso (lo hizo) con intención de hacer daño, ni a los inmigrantes”.
Quiero pensar que Vivas tiene razón. Que los guardias que competían con las fuerzas marroquíes en controlar la situación, en ningún momento pretendían herir a los jóvenes africanos. Al contrario, ellos y sus colegas de la respetable monarquía alauí solo buscaban protegerlos de los elementos disparando para alejar las olas que agotaban sus pocas fuerzas, arremetiendo contra los peñascos que magullaban sus miembros, dispersando las algas que buscaban ahogar su aliento, embistiendo con sus escudos contra los peces y cangrejos que pretendían morder sus delicadas carnes. E imagino la frustración de los miembros de la benemérita al comprobar que sus esfuerzos fueron en vano y no pudieron impedir la muerte de estos trece infelices, o los que aún puedan llegar a la costa acunados por el tétrico ir y venir de las mareas».
Ruth Toledano: La banda del nasciturus
«Vi en la tele a varios tíos de espaldas, con casco y con las patas abiertas, al borde del mar. Miraban, impávidos, cómo braceaban en el agua, casi en la misma orilla, unas personas exhaustas, moribundas. Que los del casco son asesinos lo tendrá que decidir un juez. Como tantas tragedias evidentes. Porque hay que conseguir llevaros ante un juez.
Un juez más, en esta vida nuestra convertida en querella, en este Estado nuestro convertido en un permanente tribunal. Lo que ya sabemos es que no sois buenas personas. Que sois malos. Eso no nos lo tiene que decir ningún juez. Lo vi yo misma. Por la tele, sí. Como tantas otras cosas. Tantas cosas que parece que no son, solo porque a través de una pantalla aparentan irrealidad.
Esa imagen, un mar gris de fondo donde se movían apenas unas manchas negras, un mar gris recortado por las siluetas de esos hombres de espaldas. Me recordó la carpeta de un disco. Alguna de esas fotos inquietantes de las carátulas. Imágenes ficticias. Me puse a llorar viendo las de la tele. Buenista. Decidlo como un insulto. Malistas.
Tíos con casco y las patas abiertas que no mojan sus malvadas botas para socorrer a alguien que boquea desesperado. ¿Qué veíais ante vosotros, guardianes del mal? En aquellas imágenes de la tele no se apreciaban los ojos suplicantes, los hombros desencajados, la crispación de los dedos. Pero a un metro de vuestra maldita mirada, sí: estaban esos ojos, esas lenguas, los lamentos de su desagracia, los sonidos del ahogamiento.
No hay asco suficiente para el que provocáis. Digan lo que digan todas las leyes del mundo, la maldita de Extranjería es misericordiosa en comparación con la de vuestra mano. Diga lo que diga vuestro maldito jefe, Arsenio Fernández de Mesa, director de la Guardia Civil. Con su pelo tan repeinado. Su pelo tan distinto a la maraña de horror de los cadáveres que hay sobre su mesa. Arsenio el mentiroso. El que aseguró que no había habido disparos. El que llama disuasoria a la violencia. El que llama agresivo al que agoniza. Maldito repeinado.
No hay asco suficiente. Diga lo que diga el maldito ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, responsable último de esta desdicha. El ministro meapilas, el ultracatólico que no conoce la compasión. Ojalá, como crees, te vea Dios. Ojalá te castigue, como debieras temer. Así se salve tu alma: como lo que los tuyos llaman salvamento. Tu alma en un mar de oscuridad interior. Vendrás el jueves, maldito ministro, a decir más mentiras que laven tu culpa.
Quiero saber qué dice tu corazón cristiano sobre esos tíos con las patas abiertas en la playa, condenando a la muerte a sus hermanos. ¿O los negros, los pobres, no lo son? ¿Son o no son los miserables hermanos vuestros, guardias de la vileza?
Quiero que respondáis. Quiero saber qué dirían vuestras madres si hubierais sido vosotros los que lloraban en el agua. Quisiera más: saber qué han sentido vuestras madres al ver esa postura, esa inmovilidad, el ángulo abierto de vuestras patas.
Acaso os defiendan, como madres, pero, en lo más profundo de su ser (quizás una profundidad más honda que la orilla del mar de vuestro crimen), se sentirán avergonzadas. Qué tristeza sentimos. Qué rabia. Podéis reíros de nuestra impotencia, malvados. Sonreíd como una infanta en Palma. Soltad a vuestros sicarios en Madrid. Abridle la cabeza a un jubilado en Valladolid. Decid España, España. Decid que amáis España, como esa ridícula Cospedal. Llamadnos demagogos. Detenednos. Obligadnos a arrodillarnos en la acera.
Ponednos contra la pared en Malasaña. Soltad a vuestros esbirros. Sicarios. Fascistas. Asesinos. Si lo concluye un juez, claro, claro. Un juez más. Un juez contra la banda del nasciturus.
Hipócritas lamesotanas, que condenáis a las mujeres por interrumpir su embarazo mientras observáis impávidos cómo alguien se ahoga a vuestro lado. Un negro. Un desheredado. Uno al que Javier Hurtado, el de Nuevas Generaciones, mandaría a la ducha, si no hubiera muerto ahogado. A saber qué ducha. Qué asco. Qué nauseabunda realidad, a este y al otro lado de la pantalla. Sois violentos. Sembráis el terror, banda del nasciturus. Y sonreís como una infanta falsaria».
Incluso invadieron sus ejércitos las playas, incluso volaron las balas, incluso tiñeron el agua de muerte…
pacoalt
/ 10 febrero 2014¡Qué barbaridad! Lo malo de la tele es que nos adormece, impide pensar y, lo peor, nos impide ver el significado de esas escenas tan brutales descritas con apasionamiento y rabia por ROSA MARÍA ARTAL que desmonta, una vez más, con su palabras ese mito de que «una imagen vale más que mil palabras». Hace falta VER con los ojos del corazón como hace Rosa María para intentar que su grito de impotencia y rabia llegue a algún sitio y sea escuchado.
poesiayvida
/ 10 febrero 2014Realmente no sé que hacer con la vergüenza y el asco, la desazón y la gran tristeza de los cuerpos rotos por querer vivir mejor. Y ante todos los cuerpos y almas rotos de ellos, los que no nos atañen por color, raza, cultura, país, medios económicos, en todas las fronteras, en los países ocupados y olvidados como Tibet (he visto imágenes de tibetanos torturados que me persiguen), países expoliados y abandonados, media Africa… todos los conocemos, leía el otro una frase comentando un artículo sobre multirracialidad en América: “Ellos no existe. Sólo nosotros. Y en nosotros estamos todos”. Ellos son nosotros, o no seremos nunca más humanos.
Gracias por palabras tan contundentes. Cristina.
Entre mis sombras...
/ 10 febrero 2014Rosa Me ha parecido extraordinario y muy acertado estoy contigo y mientras lo leía me he sentido avergonzado…
GallardeteWord
/ 10 febrero 2014pacoalt en 10 febrero 2014 en 10:21 Paco,suscribo tu comentario.Rosa es de las Imprescindibles.
Un abrazo
Trancos
/ 10 febrero 2014La madre que parió a las madres que nos parieron a ellos y a nosotros, hace miles de años, vino de África. Patera primigenia.
Pero ayer de acordé de los versos de César Vallejo que aprendí hace muchos años:
LOS HERALDOS NEGROS
Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… ¡Yo no sé!
Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre… Pobre… ¡pobre! Vuelve los ojos,
como cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido se empoza,
como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!
«Un pedazo de pan, tampoco habrá para mí?
Ya no más he de ser lo que siempre he de ser,
pero dadme
una piedra en que sentarme,
pero dadme,
por favor, un pedazo de pan en que sentarme,
pero dadme
en español
algo, en fin, de beber, de comer, de vivir, de reposarse
y después me iré…
Hallo una extraña forma, está muy rota
y sucia mi camisa
y ya no tengo nada, esto es horrendo».
Ángel
/ 10 febrero 2014En verdad, es todo tan triste, tan inhumano, que no sé que decir.
María Dolores Amorós
/ 10 febrero 2014Muchas gracias, Rosa, por hacernos partícipes de tan extraordinarios artículos. Leí anoche a Ruth Toledano -mágnífica- y a Juan Tortosa. No conocía el artículo de José Manuel Rambla. Una explosión de rabia, indignación, dignidad y conciencia de ser humano.
Ninguno de estos valores son entendibles para esta derechona que se escuda en su ‘poder’, en el perdón de su dios y en su conocido desprecio hacia quienes consideran que no somos de su ralea. Muy orgullosa me siento de no ser como ellos, sería de vómito.
Siempre al lado de los más débiles, los más desprotegidos, los «humanos, demasiado humanos».
Saludos.
vavagate
/ 10 febrero 2014¿Veis? hay otros ahí afuera que aún están peor; piensan algunos y encuentran razones para justificar lo injustificable por temor a perder su propia miseria. Una sola vida pesa sobre la conciencia, la nuestra, y somos muchos los que no estamos dispuestos a soñar un mundo sobre una almohada rellena de cadáveres, siervos, pesticidas, maletines, cruceros y safaris.
erre2de2
/ 10 febrero 2014Cosas como estas, y otras muchas, remueven diariamente nuestras conciencias. Algo cruje en nuestro interior cuando intentamos hacerlas casar con nuestra capacidad de distinguir entre el bien y el mal.
Por desgracia, ese mundo espantoso con el que no esta dispuesto a soñar VAGAVATE, es el mundo real en el que predomina de forma preocupante el «haz o no hagas, pero no pienses». Esto debe cambiar radicalmente y, aunque ese cambio lleve generaciones, ni podemos ni debemos obviar nuestra responsabilidad.
«¿Éste es el mundo que creamos?
Solo piensa en todas las bocas hambrientas que alimentar,
mira alrededor todo el sufrimiento que creamos,
tantas caras solitarias dispersas por todas partes,
buscando lo que necesitan.»
QUEEN, «IS THIS THE WORLD WE CREATED»
Celemín
/ 10 febrero 2014Conciencia? Si tuvieran conciencia no harían estas cosas. Cosas no, asesinatos.
Celemín
/ 10 febrero 2014Perdón, rectifico: Homicidios.
gjfh
/ 10 febrero 2014Poco mas puedo aportar después de leer todo lo anterior, lo suscribo todo,
mención especial para Rsa Maria Artal, saludos.
Trancos
/ 10 febrero 2014http://elventano.blogspot.com.es/2014/02/dos-inmigrantes-son-arrastrados-por-el.html?spref=tw&m=1
bcnmyway
/ 11 febrero 2014Olvidamos a menudo que la emigración es una puerta giratoria históricamente en éste país.
Hace 3 años un hombre tuvo que elegir entre el despido o el traslado a Argelia, lejos de su familia, chantajeado. Un hombre BUENO, trabajador, dedicado a su mujer y sus hijos.
Volvía 4 días al mes y me hablaba de aquella gente. Hospitalaria, trabajadores, buena gente. Gente como la que ha sido asesinada.
No fueron ellos los que destrozaron su salud llevándole a los límites de la resistencia de un hombre de 60 años, sino la presión de una multinacional española sin alma.
Intenté convencerle una y otra vez que lo dejara, que era preferible el paro, aunque viera reducida su pensión al jubilarse, que su mujer y sus hijos le necesitaban a él. Pero no conseguí que lo hiciera.
El viernes volvió a España por última vez. El sábado murió. ERA MI TIO. Escribo con RABIA, lo sé y lo siento, pero en estos momentos no puedo remediarlo, porque tampoco pagarán los culpables.
Cada una de esas 14 personas también tenía una familia detrás, una historia (gracias a mi tio los conozco un poco mejor) y también han dejado 14 familias destrozadas. Porque NO SON UNA JODIDA ESTADÍSTICA,
Dónde tenéis el alma los que simplemente miráis la muerte de un solo ser humano como un «efecto colateral». No tenéis alma, porque habéis perdido vuestra condición humana, desgraciados.
«Hipócritas lamesotanas, que condenáis a las mujeres por interrumpir su embarazo mientras observáis impávidos cómo alguien se ahoga a vuestro lado»
«Fragiles recuerdos a la deriva desgarran el alma,
cala to los huesos el agua los arrastra sin esperanza.
La impotencia en su garganta con sabor a sal,
una bocanada de aire le da otra oportunidad.
Tanta noticia me desespera, ponte tu en su lugar,
el miedo que en sus ojos reflejan, la mar se echo a llorar.»
rosa maría artal
/ 11 febrero 2014Lo siento mucho. Lo sentimos mucho. Es algo que no pueden experimentar los causantes de esta locura. Estas cosas reafirman sin embargo en la idea de que no se puede abandonar, que hay que insistir -como decía mi padre-.
Un enorme abrazo. No es mucho, querido amigo, pero es lo que tenemos de momento. Y mi solidaridad.
bcnmyway
/ 11 febrero 2014Rosa, mil gracias por ese abrazo y por esa hermosa canción, que no conocía, y que me ha hecho saltar las lágrimas.
«Hay que insistir». Sabias palabras de tu padre, que te definen a ti misma.
Un fuerte y enorme abrazo. Te aseguro que con todo el cariño del mundo.
perdigota
/ 11 febrero 2014bcnyway: Siento tu pesar por una muerte familiar que seguramente nunca debió ocurrir así. Yo, conozco, tantas historias, cuya consecuencia y raíz están en las injusticias del sistema capitalista, que sobrepasa todo lógico raciocinio de la inteligencia, de la moral y de la conciencia como seres humanos. No hace mucho, en TV, vi a un hombre en la catedral de Santiago darse los golpes de pecho del «mea culpa, por mi grandísima culpa». Este hombre, que hoy está en la cárcel, menos mal, había dejado en la puta calle a cientos de trabajadores, padres de familia ¡para qué voy a enumerar la cantidad de problemas familiares!. Esta claro, pura hipocresía. Desde muy niño escuchaba a los mayores «cambiemos al mundo de base…» y a mi entender, no hay otra solución, o se cambia, o seguiremos con todas las injusticias que, desgraciadamente, conocemos. Mi solidaridad y un fuerte abrazo. Salud y SE PUEDE.