La bolsa va de batacazo, según lo previsto, y el euro cayendo a mínimos históricos frente al dólar. Los “expertos” le llaman “la primera crisis del euro”. No sé por qué no relacionan datos, ni actualización su memoria: lo avisaron. Se reunieron unos cuantos poderosos a cenar y decidieron hundir el euro para forrarse. Para que rebosen sus arcas hasta no poder ni contar lo que hay dentro. Enlazo una ves más sus declaraciones.
Tampoco sacan conclusiones de que desde la OCDE al ministro Corbacho nos aconsejan hacernos “planes privados de pensiones”. Dudan de que, más pronto o más tarde, el sistema público pueda responder en ese punto… después de haber trabajado y cotizado toda la vida. Pero –y ahí es imprescindible relacionar conceptos- miles de británicos metieron sus planes en BP y ahora –tras el desastre del vertido en el Golfo de México- se van a quedar sin ellos. Tal cual. Se lo escuché al corresponsal de Cuatro. Ninguna referencia a ello en la prensa española.
No hablemos ya de libertades, atropellos, impunidad. El sistema nos avasalla. Sólo la gente, la sociedad, podrá cambiar esto. No sé si terminará por hacerlo cuando una inmensa mayoría se vea con el agua al cuello. O ni siquiera así. Si tragará con la miseria y con los abusos.
Encontré en mis joyas de archivo un reportaje que le hice a Lluís Llach, a finales de los 80. He seleccionado un par de fragmentos. José Antonio Rodríguez puso su maravillosa voz a las letras de Llach, y el artista habló de la utopía, el compromiso, la lucha y el amor. Me siento tan profundamente identificada con lo que dice que ha sido como una revelación.
Así es. Iñaki Gabilondo lo dijo al leer mi último libro. Es amor, no odio. Inmenso. Apasionado. Despechado. Pidiendo a gritos su regeneración, que esté a la altura de nuestros sentimientos, de lo que se pide de él. Es amor a los que pierden la partida. Auténtico odio a la mayoría de sus causantes no hay. Quizás asco, desprecio. Es amor al ser humano, a lo que guarda dentro para salir de sí mismo y emprender una empresa común. Sin la utopía nada hubiera avanzado. Sólo se consigue lo que se intenta. «Ellos» lo hacen. Para su lucro. Por su desmedida avaricia. Por sus ideas retrógradas. Por egoísmo. Somos más. Débiles e inconexos tal vez pero necesitando cambiar las cosas. Para nosotros. Para los demás. Por amor.
(Gracias por la edición, Piezas 🙂 )
Carlos César Alvarez
/ 7 junio 2010La gente seguirá aguantando hasta que llegue el día en que no tenga nada que dar de comer a sus hijos. Entonces será cuando esto explote. Mientras tanto, seguirán tirando con los 400 euros de ZP, los trabajillos en negro y demás parches. Y olvidando sus problemas a base de fútbol y telebasura.
Saludos
rosa maría artal
/ 7 junio 2010NO EMPOBREZCAS EL SUEÑO
(NO ABARATEIXIS EL SOMNI)
No empobrezcas el sueño,
no tengo otra cosa que decirte, si quieres
no empobrezcas el sueño,
que es como la estrella que hay al final del camino.
Y si es preciso reharemos todos los signos
de un presente tan difícil y arisco
que no empobrezcas tu sueño nunca más.
Que nos han puesto precio por vivir
y el vivir a veces tiene el precio de decir basta.
Basta de renuncias mediocres
que no nos permiten la historia en pie.
Y si es preciso conviviremos la miseria
pero ha de ser sin engaño, dignamente,
basta de amenazas innobles
con el hambre y el tronar de los cañones.
No empobrezcas el sueño,
tu estrella que está al final del camino,
no empobrezcas el sueño,
o por desprecio te darás a ti mismo.
Carmen
/ 7 junio 2010Más silenciosos, quizás, pero somos más. La mezquindad nunca moverá el mundo, lo empujan los sentimientos, grandes, compartidos, únicos. Lo empuja el amor fieramente humano que nos lleva a sentirnos con aquellos que sufren, aunque no sepamos sus nombres. Bendita utopía. Somos más y somos mejores.
Frikosal
/ 7 junio 2010El sistema público, dicen, no podrá pagar las pensiones, pero los bancos si que podrán hacerlo. Bien. Pero hace poco, los fondos públicos salvaron a la banca, y acaban de intervenir una caja de ahorros. ¿ En que quedamos ? Si lo público es de mantequilla, ¿como es que ahora les debe sostener a ellos?.
Orwelliano, todo es orwelliano, y se basa en la desmemoria de la gente, en ir repitiendo una y otra vez las mismas cosas sin razonarlas, hasta que terminan por ser ciertas.
La utopía es necesaria para que el mundo funcione, pero ahora debe haber una nueva utopía, que se base en el respeto a la libertad individual y que no ampare dictaduras de ningún tipo. Bastaría con que la gente pensara que en algún planeta lejano todo está organizado de forma más justa para que aquí las cosas mejorasen.
Pero esto es solo uno de tantos comentarios que apenas nadie va a leer.
apajerabierta
/ 7 junio 2010Estoy de acuerdo con Frikosal plenamente.
Vivimos en un mundo de «incultura Ilustrada» de las masas y «expertos que deciden por nosotros y nos «informan» machaconamente de lo que tenemos que hacer.
Un ejemplo típico de expertos manejando la incultura ilustrada, ha sido la magnífica epidemia de gripo (magnifica para los que han vendido la vacuna).
Todos los días los «expertos» en economía (vamos, los que han generado la crisis) hacen declaraciones que no se sostienen o que se contradicen ellas mismas, pero como utilizan una terminología críptica parece que dicen grandes cosas, dan grandes soluciones y a base de repetirlas ( y de habernos castrado la capacidad de pensar) las tragamos sin rechistar.
Víctor
/ 7 junio 2010Este es uno de los post más hermosos que has escrito, Rosa. A veces, cuando uno se cansa de estar tan indignado, necesita sentir la fuerza de su utopía. Dejar que la realidad, tan dura para tantos, tan dolorosa para cualquiera que es capaz de sufrir por el otro, no tape el sueño. El maravilloso sueño de creer en la gente. El sueño que se llena de palabras tan bellas como solidaridad, compromiso, fraternidad… Ayer pasé todo el día con adolescentes inmigrantes, hablando, riendo. Soñando con ellos en un mundo mejor. El mundo de la gente. Ese mundo en que no se desecha a nadie por no tener. En que cada uno pueda ser. Sin prejuicios, sin mentiras macroeconómicas, sin discriminaciones. En que Edgar, 16 años, pueda hacer las películas que tiene en la cabeza, en que Fátima 14, pueda ser una médica, en que Jonás, 16 sea capitán de barco… sueños de chicos de Madrid, de cualquier parte. Esos sueños llenos de amor en que unos pocos, desde sus cimas llenas de poder, están dispuestos a cercenar.
Soto
/ 7 junio 2010Hola Rosa Maria y amigos contertulios:
Si,dentro de uno no existe como una «inquietud de un sentimiento noble,proyectado hacia los demás» es que estamos muertos ya en el punto de partida.Y ,si, una ingente mayoria adolece de ese sentimiento,una emoción que nos cambiaria,transformaria en el deseo de autoconvertirnos en un ser con formación profesional,espiritual e inteluctual.Un ser con personalidad propia,que sabe reflexionar por si mismo,que sabe sopesar,cuestionar;un ser que piensa en el bien de los demás ,en un mundo que nos satisfaga interiormente y que rechaze frontalmente la pobreza ,la división de clases.En cuanto esto no se consiga,el odio y no el amor anidará en muchos corazones.
Releyendo mi comentario !casi me veo con sotana!!manda carallo! ,lo que faltaba,»esos cuervos» son la espinas que no dejan avanzar por los caminos buenos,la Iglesia,la Institución antieducativa por excelecia…..la antitesis de la utopia…!con ella hemos topado!
Apertas agarimosas
Yo, como los demás
/ 7 junio 2010Un pais que solo sabe contar no sabe donde va, pero un pais que solo confia sin contar es un pais de ilusos condenados al fracaso
RIP
Trancos
/ 8 junio 2010… las máscaras podridas
que dividen al hombe de los hombres,
al hombre de sí mismo,
se derrumban
por un instante inmenso y vislumbramos
nuestra unidad perdida, el desamparo
que es ser hombres, la gloria que es ser hombres
y compartir el pan, el sol, la muerte,
el olvidado asombro de estar vivos;
amar es combatir, si dos se besan
el mundo cambia, encarnan los deseos,
el pensamiento encarna, brotan alas
en las espaldas del esclavo, el mundo
es real y tangible, el vino es vino,
el pan vuelve a saber, el agua es agua,
amar es combatir, es abrir puertas,
dejar de ser fantasma con un número
a perpetua cadena condenado
por un amo sin rostro;
el mundo cambia
si dos se miran y se reconocen,
amar es desnudarse de los nombres
…
(Piedra de Sol.- Octavio Paz)
RBlanco
/ 11 junio 2010Espero que el ministro Corbacho no haga caso. Los planes de pensiones sólo benefician al los bancos y las aseguradoras.
Cómo cada quisqui, tengo una hipoteca. Entonces, por si acaso a mi marido le sucediese algo, decidimos contratar un plan de pensiones a mi nombre; un plan «conservador», 85% de la tarta a interés fijo y 15% variable, pues… ¡oh, maravilla!, llegó la crisis y me encuentro que a pesar de su conservadurismo, mi plan de pensiones se ha quedado en las aportaciones hechas por mí, ni intereses ni gaitas. El capital peladito y todavía tendré que dar gracias.
Un saludo
Rita