
Leo información sobre el Foro de Davos y me reafirmo en la idea de que el mundo va a la deriva en manos de quienes se han arrogado la potestad de conducirlo. Un selecto grupo de economistas, políticos y periodistas (sí, hasta en el tramo de la información sólo van los “selectos”). Salvo a los políticos, nadie los ha elegido para representarnos, y, aún a éstos, habrán sido los ciudadanos de sus respectivos países, y sin embargo todos sufrimos sus consecuencias. Un excelente artículo resume algunos hallazgos pasados de Davos:
“ENRON será la empresa del siglo XXI«-ENRON, el primer fiasco del capitalismo, el primer síntoma, ya olvidado, del actual naufragio-.
Bill Gates, 2004, “En apenas dos años el spam (correo basura) estará resuelto”.
«La crisis será corta y suave«. ¿Zapatero lo dijo? No, John Snow, Secretario del Tesoro norteamericano con George W. Bush.
A Zapatero precisamente parece que no le quieren mucho en el club. No les gusta su reformismo, dicen. Por eso, nuestro presidente se apresura a contentar al mundo que cuenta, cediendo a impulsar políticas –aún más- liberales. Si me lo permitiera, le daría un consejo: cuando uno está en inferioridad de condiciones en cualquier situación sólo puede sorprender y ganar, si presenta soluciones imaginativas, lo que nadie haya contemplado. Lo que conocemos como “De perdidos, al río”, o en versión humorística hispanosajona “From lost to the river”.
Por tanto, le brindo (con ayuda filial) un proyecto innovador para el problema de las pensiones:
NUEVO TRAMO DE JUBILACIÓN:
Desde el término de los estudios hasta los 40 años. A partir de esa edad, se comienza a trabajar hasta que el cuerpo aguante.
Ofrece múltiples ventajas:
1) Los jóvenes no tienen que sufrir el calvario de buscar empleo, ni precario ni no precario.
2) Con su pensión mensual en el bolsillo, y en la mejor edad para disfrutarla, invierten su tiempo en prepararse a conciencia, viajar, madurar. Incluso formar una familia a la que puedan atender, llevar a los niños al colegio, ayudarles en los deberes, hablar con ellos, jugar con ellos.
3) Se comprende que las pensiones no darán para grandes dispendios como comprar una vivienda. Aunque, personas mejor formadas podrían lograr, mediante presión y argumentos, que éstas tuvieran un precio justo.
4) Habilitar un nuevo IMSERSO internacional. Como una prolongación del ERASMUS, los jóvenes disfrutarían del intercambio cultural con ciudadanos de otros países, muy enriquecedor siempre.
NUEVA FRANJA DE ACTIVIDAD LABORAL:
Felices y relajados, altamente capacitados, llegarían a los 40 deseando trabajar para ellos y para otros, algunos tan cercanos como sus propios hijos. Con numerosas ventajas también:
1) Dado que nuestra esperanza de vida, nos dicen, se ha prolongado, y vivimos mucho más (razón argumentada para llevar la jubilación a los 67 años en el mundo de siempre), trabajaríamos mucho tiempo. Para cubrir todas las necesidades sociales.
2) Si en el actual sistema se obtiene un trabajo más o menos estable a los 35 y a los 50 ya no sirves para nada, estar ocupado y cotizar desde los 40 a los 65 como poco, es más rentable, y tiende al bien común.
3) A ciertas edades, evidentemente, empezaríamos a estar algo más cansados. Pero no nos engañemos, quienes marcan las directrices del mundo saben hace tiempo que no hay trabajo para todos, que la fabricación de aire financiero –que es lo que da realmente beneficios- precisa de poca mano de obra ajena: la solución son las jornadas con menos horas de trabajo, a partir de que las fuerzas flaqueen, a cualquier edad.
4) Todos los trabajos intelectuales estarían realizados por personas maduras.
5) Existe el problema de los trabajos físicos duros, pero de 40 a 50 aún se podrán hacer. Y el bienestar de la juventud y temprana madurez fomentará seguramente el ejercicio del bricolage que, además, nos pone los productos necesarios mucho más baratos. Y evita la sobreabundancia, uno compra 10 jerseys, pero no se teje 10 jerseys, un par como mucho por temporada.
6) Ilusiones. En lugar de jugar a la petanca, o matar moscas, dispondríamos de cuatro o cinco horas de actividad laboral que, por añadidura, mantendría más despabilada la mente y prolongaría aún más la vida. Aportaría una mayor socialización que jugar al tute en los centros de mayores municipales. Y quedarían muchas horas en el día para hacer lo que realmente nos gusta.
Creo que es un tema a estudiar y serán bienvenidas las aportaciones para trasladar el proyecto a Zapatero y que él lo haga llegar al resto del mundo.





