Robo de la clave de una tarjeta de crédito: el sistema aboca a la indefensión

¿Ha leído Vd. a Kafka?” Hacer esa pregunta a una teleoperadora da idea del grado de desesperación al que había llegado tras haber repetido 4 veces la misma historia. Hubo varias más, vayamos con la enésima. Resulta que ayer al revisar los cargos de mi tarjeta de crédito –simplemente porque me llamó la atención la cifra a día 5-, me encuentro uno de 60 euros justos con origen en Bélgica. La empresa parecía ser una mediadora de pago por Internet. Y yo… no había comprado nada en esa fecha. Ni por ese medio. Casi nunca lo hago. 60 euros no van a arruinarme, pero el método empleado abre la puerta a que se lleven lo que puedan. Y además por principio no se puede consentir.

Con una prisa enorme por un compromiso que implicaba a varias personas, lo primero que hago es llamar a mi banco. Cualquiera lo haría ¿no? No conozco a ningún empleado, los cambian con tanta asiduidad para que no se encariñen con las víctimas –se diría- que en este momento no hay nadie de referencia para mí en ese oficina. Bueno, sí. Un empleado me resolvió –no sin varias gestiones- un asunto de un cobro indebido, aunque de web conocida y con el reconocimiento del error por parte de la empresa.

Ayer, llamo al banco pues y me responde una voz de mujer. Le explico el caso y me dice que si no paso por la oficina no se puede hacer nada. Pregunto por el hombre que me atendió a ver si tengo más suerte, me dice que está ocupado. Pero como advierto que si no me dan una respuesta satisfactoria cancelaré la cuenta, me pasa no sin protestar: “Y encima me amenaza con cerrar la cuenta, qué carácter”.

En esta ocasión su compañero tampoco me resolvió el problema. Se me ocurre entonces buscar y llamar a la central de tarjetas del banco. Voy bien orientada. Una mujer, con voz inexperta –eso sí-, me dice que si he cancelado la cuenta porque no puede acceder a ella, “algo raro pasa”. Miré, facilíteme su teléfono y la llamarán mis compañeros, igual hoy o mañana.

¿Cómo?, bramo. ¿Me voy a quedar a esperar que me llamen sus compañeros cuando me habla de cosas raras y cancelaciones de cuenta con la tarjeta abierta a que me saqueen? Insisto de forma que parece dar resultado: me pasa con otra señora

Ésta, muy suelta, me pide todo tipo de datos, creo que hasta qué número de zapato calzo. Ha de asegurarse de que soy quien digo ser: la titular de la tarjeta. En los interludios yo insisto con mi historia, ya le he dicho varias veces los números finales de mi tarjeta y ella sigue a lo suyo preguntándome datos. Finalmente dice: ah, pero Vd. ya no tiene tarjeta con nosotros.

¿Cómo? Repito en un alarido. Veo que es una que cobraba un interés abusivo y la retiré. “¿Entonces porque figura en mi extracto este número al que he llamado?” deduzco y pregunto como una náufraga que ve en la lógica una tabla de salvación. Como sigue hablando sin concretar nada es cuando echo mano hasta de Kafka, pero a eso ni me responde.

Dado que es la misma empresa, que es la Central de tarjetas de mi propio banco, esta teleoperadora no tenía más que enviar la llamada al departamento que sí se ocupaba de la mía, de la que le había estado facilitando los números finales de continuo. Transferirme a la persona adecuada. Marcar un número, de eso solo se trataba. Lo hizo por fin. La quinta interlocutora, sí me atendió. Indagó –en otro departamento más, eso sí- datos sobre la empresa que me había cobrado lo que yo no reconocía. No sonaba bien y  apuntó los pasos a seguir: bloquear la tarjeta, ir al banco, presentar una denuncia. Ella lo haría también, y asimismo –a su iniciativa- una queja a la dirección por el trato que había recibido.

A las 9,30 he salido esta mañana a culminar las gestiones. He ido al banco en primer lugar. Pero… no se puede tramitar nada si no presento denuncia en comisaría. Me hace la reclamación a expensas de que yo luego le envíe la denuncia. La empleada que ayer me largó a las primeras de cambio, se acerca y se ofende mucho de que haya dudado de su trabajo del que siente “muy orgullosa”: su trabajo no es solo captar dinero de los clientes, es atenderlos también si tienen un problema, le digo. Y aviso que presentaré una reclamación. Ahí sí se esmera en darme los datos de dónde enviarla: sabe que no servirá para nada, ni tendrá consecuencias.

Salgo hacia comisaría. Allí en la propia puerta me paran para preguntarme cuál es mi denuncia. Muestro los papeles como me piden. Y el policía me dice: Aquí le falta la firma. Ha de tener el sello y encima la firma. Así lo pide el Juez. En ese momento, una se dice:vale, abandono, es lo que quieren.  Pero no, seguiré. Al final “todos desisten” y así nos vemos como nos vemos. Ya está bien. 

Eran las once y pico cuando he llegado de nuevo al banco. La reclamación estaba firmada, pero como parecía que debía ser coincidente sello y firma, ha puesto los requisitos a pares.

Y de nuevo a comisaría. Esta vez me cuesta más encontrar aparcamiento –iba en coche gran parte del trayecto, y aún así estoy bastante cansada del trajín-. Y decido dejarlo “un poco mal”. Es en la puerta de un aparcamiento privado que se llama algo así como “Casa de la Virgen”. Palabra. Dos vigilantes uniformados observan la maniobra. No tapo en absoluto la entrada del garaje. Pero me salgo un palmo del espacio delimitado en la calle. Esperan a que concluya completamente la maniobra. Y, una vez que he terminado, uno de ellos, el de mayor vocación de general con mando en plaza, se acerca y me dice que no lo puedo dejar ahí y empieza medir con su mano lo que me salgo de la marca que señala el aparcamiento que no es en absoluto de su incumbencia. He pensado desistir del empeño. Todo me abocaba a ello. Todo aboca a la indefensión y la impunidad en España. Pero he decidido que seguía aunque no podía permitirme discutir también con ese garrulo, así que me he ido a buscar otro sitio. Por cierto al terminar todo, he visto quehabía autorizado a aparcar a un mini -de esos que son como medio coche- que sí cabía.

En comisaría ya puedo avanzar hasta la mesa de recepción, unos dos metros más que la primera vez. Y allí un empleado muy amable me explica que tengo como una hora de demora. Espero, salgo, entro, paseo, tuiteo, y finalmente me toca entrar pasadas la 1 de la tarde. Se tramita la denuncia, por cuadriplicado, y con todos sus sellos y firmas, y ya se podrá tramitar también la reclamación del banco. Esta condición me parece demencial para esta cuantía. Tiene la policía cosas mucho más serias que investigar. Pero es que te obligan a firmar otra cláusula disuasoria: si la denuncia es falsa incurres en responsabilidad penal. Yo estoy preguntando a mi banco a qué corresponde ese cargo que no reconozco y la única vía para que mueva un dedo es ir a la policía. Lo lógico es que el banco indague y si se confirma el carácter fraudulento presentar la denuncia. La alternativa que queda es o tragar y comerse el posible robo o afrontar «responsabilidades». Un desastre. Por cierto, comentamos por allí que se están produciendo muchas denuncias similares de robos de claves y en cantidades pequeñas que se notan menos. Estad atentos.

Si miré la cuenta ayer fue por el palo observado en el saldo. Mire a ve cuál de los compromisos del aciago –para pagos- Noviembre había caído ya. Era el impuesto revolucionario de Montoro, llamado en su terminología legal Impuesto de la renta de las Personas Físicas. Nunca he pagado tanto como ahora. Ni tan a gusto al ver cómo ayuda al bienestar de mis conciudadanos y el mío propio para el mantenimiento de nuestros servicios básicos. O cómo, por ejemplo, -y en este punto pagar impuestos me hace especialmente feliz- la Fiscalía no considera cohecho el que donantes del PP reciban contratos de las administraciones que gestiona el PP porque no hay datos explícitos que relacionen ambas acciones. Es decir, no pone en la entrega de dinero al PP: “Vale por una adjudicación”. O mejor aún, “Vale por un cohecho”.

Estamos viendo robar a manos llenas ante nuestros propios ojos y nuestra propia indefensión  y no se puede hacer nada, al parecer. Denunciar los robos menores que acometen a cualquier mortal que no goza de esos privilegios, es como, acabo de relatar, una odisea. En realidad le pasa a mucha gente, todos los días, por mucha mayor cuantía en gran parte de las ocasiones, y todas las víctimas han de seguir el calvario marcado por el sistema para abandonar la reclamación en algún momento. No se puede tolerar, ya digo. Nadie debería callarse. Hay que dejar desnudo el sistema.

A las 2 menos cuarto llego a casa. 4 horas y cuarto después de haber salido. Era cuestión de dignidad. En alguno de los trasiegos -creo que ha sido la segunda vez que he llegado a comisaría- me han dicho: esto si hubiera venido antes de las 10 se lo hubiéramos hecho en un momento. O sea, cuando he salido de casa.

26 comentarios

  1. Si es lamentable lo que cuentas, pero esto ocurre todos los días por distintos motivos a muchas personas y nadie se pone en el lugar de nadie.

    Cada uno es responsable de sus actos, pero cuando la cuerda se rompe, es por culpa de quien ha tirado mas de lo que puede soportar, eso pasa con las personas que cualquier día estallaran y serán responsables de sus actos jurídicamente, pero no podrán alegar que dicha actuación es en defensa propia.

  2. GallardeteWord

     /  6 noviembre 2013

    Como siento todo lo ocurrido,Rosa! 😦 Y es exactamente así como están funcionando las cosas en España. La mayoría de empleados de cara al público se han contagiado de la #TendenciaPPopular y ve en los clientes/usuarios un enemigo a combatir. Es dificil saber cuándo empezaron a ser así las cosas, pero no me equivocaría mucho diciendo que con la #InauguracióndeLaCrisis se dió la consigna «ciudadano/usuario culpable_ responsable», y la gente lo ha interiorizado divinamente.Te felicito por tu teson y tu No Abandono.La mayoría de las víctimas si lo hacen, y ya vemos las consecuencias.
    Anímo, que el cansancio se pasa 🙂

  3. Pau

     /  6 noviembre 2013

    Hola, en el caso de operaciones en que no es necesario el marcaje del número secreto (y por tu explicación deduzco que es el caso) la responsabilidad de demostrar que el cargo es correcto es del «vendedor», por lo que el banco está obligado a retroceder el adeudo sin denuncia de ningún tipo. Lo que ocurre es que para ellos (el banco) es más costoso reclamar al «vendedor» y lo más sencillo es que el cliente se aburra y pague. Si se niegan, en primer lugar tienes que reclamar al «defensor del cliente» de tu entidad, si la respuesta no es satisfactoria, entonces ya puedes acudir a reclamar al «Servicio de Reclamaciones del Banco de España».

    Saludos y suerte,

    de un ex-bancario despedido por honrado.

  4. GallardeteWord

     /  6 noviembre 2013

    Hola Pau:: yo no le aconsejo que pase por el «defensor del cliente», porque encima estará maltratada.Yo lo hice con el Santander y , aparte de apoyar al empleado,poco más y me denuncian a mi. Es , como dice Rosa , #kafkiano. Y todo fue porque , en las oficinas de esa entidad,,dan prioridad de turno a los titulares de cuentad del banco santander.Y si yo tenía que hacer un paco en ese banco, y en una cuenta de esa oficina, no tenía «derechos de cliente»,es decir, entra en el turno.En fin,que me tuvieron mas de dos horas y media «viendo pssar a «sus clientes».Puse la reclamación y si la tuviera a mano la fotografiaba para que viérais los términos en los que me respondieron.
    Yo le aconsejo que cancele la cuenta del banco, si puede, y si conserva la tarjeta, la dé de baja, y la rompa.

  5. rosa maría artal

     /  6 noviembre 2013

    A ver, tengo un seguro que, teóricamente, me devuelve los cobros indebidos. Con gran papeleo por lo que he visto. Pero no es eso lo que busco, lo que quiero es que todo esto deje de pasar. Los robos se dan, lo que no se puede tolerar son los impedimentos del propio sistema para reclamar. La impunidad española va de lo más pequeño a lo más grande. Esta tarde el monarca recibía a Adelson y a un lobby judìo, en fin… las prioridades del Rey.
    Y no te preocupes, querida Pastora, al final resulta que en este trasiego hasta conoces gente y además hacía hoy un día precioso. Y, en efecto, está tarde ya estoy descansando.

  6. No quiero justificar el trato que te han dado, que es deplorable. Todas y todos nos encontramos con estas personas cuando llamamos para reclamar lo que sea, hasta para solicitar el vencimiento de una póliza de seguro. Cada vez se da menos formación a las teleoperadoras, tienen que hacer un trabajo sin formación y sin apoyo. Les controlan el tiempo que dedican a cada llamada por lo que deben resolver el caso antes de escuchar realmente lo que ocurre (eso si tenemos la suerte de que al menos conozcan el territorio porque si te contestan desde el otro lado del océano y la reclamación es por un problema telefónico en un pueblo que no aparece en sus mapas entonces mejor cuelga y pide que te atiendan en catalán, luego ya pasas al castellano que no habrá problemas) Es kafkiano porque nosotras nos sentimos en El juicio pero a las empleadas y empleados los han convertido en escarabajos. La chica que te atendió en persona no tiene justificación, su falta de empatía no es defendible aunque tal vez estuvo trabajando todas las tardes para cumplir un presupuesto inalcanzable y acallar el miedo del despido y tenía los nervios más a flor de piel que los tuyos. Escarabajos.

  7. En este País hay que tener amigos hasta en el infierno. Eso es lo que dicen. Y el sistema está creado para eso. O tienes amigos o conocidos que te salten las reglas o estás perdido. La última vez que fui a comisaría a poner una denuncia, me dijo el policía que lo mejor es ir a los dos de la mañana. ¡Manda cojones, a las dos de la mañana, como el que va a un afterawer!
    Para muestra de lo que digo de los amigos, un botón. Un compañero de trabajo se dió de baja del seguro de su banco a través de un e-mail. Le dijeron que no valía. Lo hizo después por fax. Al pàrecer no lo leyeron o no quisieron. Se pasaron los dos meses de preaviso y ahora ha pagado la prima del seguro viejo y la del nuevo. Yo tengo un familiar en mi banco. No me ha hecho falta ni mandar el e-mail.

    Salud.

  8. Carmen

     /  6 noviembre 2013

    Además de todo eso, si lo robado hubiese sido el bolso de un tirón, como en mi caso, hubieses tenido que ir a poner la denuncia a la comisaría y preparar algunas fotocopias. Ir a tu centro de salud y pedir un impreso, ir al banco y hacer un ingreso de 10,20€ para conseguir un duplicado de tu tarjeta sanitaria ROBADA, volver al centro de salud a llevar el impreso y esperar al menos 15 días para tenerla. Pedir una cita por Internet o por teléfono (media mañana) para ir a sacar un DNI que sustituya al ROBADO. Hacerte y pagar lo que te pidan por las fotos (en torno a 6€) acudir el día y a la hora que te digan a la comisaría y pagar 10,40 euros más. Después, pedir cita en tráfico para solicitar duplicado de carnet de conducir POR ROBO y preparar media mañana y 19.60€ más. Para cada trámite, llamadas a cascoporro. Así que, este gobierno nos roba, hasta cuando nos roban.

  9. Una mañana, K. se sintió mucho más fresco y resistente que de costumbre. Apenas pensaba en el tribunal, sin embargo, cuando se acordaba de él, la parecía como si aquella gran organización tan complicada, pudiera ser agarrada, erradicada y destruida con facilidad por algún cabo, en efecto oculto, al que sólo se podía llegar a tientas en la oscuridad.

    F. KAFKA : El proceso (Lucha con el subdirector)

  10. JOSEP

     /  6 noviembre 2013

    El adversario es siempre el mismo; «El Sistema» que se ha ido convirtiendo poco a poco en una sucia máquina de proteger al poderoso y humillar al débil, además de arruinarlo.
    Sobre la podredumbre del mismo brotarán abonadas las raíces del que ha de venir, pero será un proceso demasiado largo para los que ya pasamos de los sesenta.
    Confio en que nuestros nietos sepan de donde vienen y a donde van, y que no se dejen arrastrar de nuevo a la ciénaga.
    Saludos

  11. Coincido con lo que dice «Pau» nuestro honrado bancario: Tuve un problema similar de un cargo incorrecto por parte del vendedor (Y mi tarjeta no estaba «anulada» como la tuya, por lo que era una responsabilidad directa de tu banco al haber aceptado el cargo). Yo simplemente presenté una reclamación a Visa, la central de tarjetas por haber emitido un cargo incorrecto, en mi entidad bancaria.
    Tardaron…, pero lo devolvieron.
    No te robaron la clave: tu tarjeta estaba anulada. Era responsabilidad del banco.
    Pero bueno: has batido al enemigo luego de un día torcido. Esos en los que uno preferiría volver a sacar el pié de la cama.
    Seguramente te atendieron desde un call center (la banca «externaliza» estos servicios porque un gestor no cobra lo mismo que un empleado de banca, ni remotamente: Además trabaja por turnos de lunes a domingo: créeme, se de lo que hablo). Y con 15 días de formación…, porque no invierten más en ello, y el gestor…, los cobra siempre y cuando, supere el mes de prueba., pues querida Rosa, hasta que has dado con una que tiene más experiencia. O por lo menos, la necesaria.
    La reclamación llegará al director/directora de tu sucursal.
    Y si tienes ánimo guerrero y pones un par más en la central, en base a la información que has ido recabando; a lo mejor hasta te llama – como me sucedió a mí -, quejándose.
    ¡Así funciona esa banca que hemos salvado con nuestro dinero!
    Un abrazo a todos.

  12. Buenas noches.
    Antes que nada, Rosa, te doy las gracias por ponernos al día en este tipo de ‘acontecimientos’ tan desgraciadamente frecuentes (hay que ver lo que en las experiencias aquí recogidas se aprende).
    Suelo entrar en mi cuenta cada dos días porque no acabo de fiarme de nadie, y a partir de ahora mucho menos.

    Lo más importante para mí ha sido tu reacción. Has obrado como una mujer luchadora que eres. Has defendido lo tuyo. Y, como bien has comentado, no es la cantidad de dinero lo que principalmente te ha movido contra este sistema podrido, sino la defensa de tu dignidad. DIGNIDAD, sí. Lo único que puede quedar en nosotros cuando estos, los de antes y los de fuera acaben de rapiñar hasta nuestras raspas.

    Enhorabuena por esa tu enorme fuerza. Otra de tus grandes lecciones para seguir aprendiendo siempre.

    Y gracias a cada uno de los participantes en este foro por poder aprender también de sus experiencias aquí relatadas.

  13. Patricio

     /  7 noviembre 2013

    Patricio.
    ¡¡¡De locos!!!.
    Eso os pasa por tener tarjeta de crédito..
    Este menda que os habla no tiene tarjeta ni móvil y vivo de lo más tranquilo.
    Cuando tengo falta de dinero me voy al banco y saco lo que necesito y algo más.
    El móvil para casos muy puntuales es necesario , pero en general todo esto es prescindible.
    Me tengo que acusar que uso mucho el ordenador para internet y eso es bueno para algunas cosas , (escuchar música , leer el blog de Rosa etc) ,pero yo creo que nos quita mucho tiempo que podríamos emplear en otras actividades .
    Buenos días a todos.

  14. francisco gomez

     /  7 noviembre 2013

    Una mas de como el sistema está podrido.Esta banca que quiere que el ex regulador sea ahora el presidente de la patronal bancaria es ineficaz.Pero con un gobierno como este que tenemos de mediocres,una oposición ausente,unas esperanzas en el futuro que cada mañana se encargan de cercenarnos tampoco se puede esperar mucho mas.
    Se debe denunciar siempre.

    Saludos Paco

  15. Paulo

     /  7 noviembre 2013

    Buenos días, a mí me pasó lo mismo en un viaje que hice a Cartagena de Indias, aún me pregunto como pero me duplicaron la tarjeta. Es tan sencillo como perderla de vista un segundo y ya te la han duplicado. Yo tuve suerte porque me llegó un extracto a casa y vi que el último día de mes tenía un cargo en Bogotá de 12 euros, cuando me llegó era día 5, me metí en la banca on line y ya me habían limpiado 7.000 euros, la mía era una visa electrón y en estas van comprando hasta que hay saldo, tremendo. Lo primero hacer la denuncia y luego ir a tu banco, y a esperar recibir las firmas, y demostrar que yo ya estaba en España. Tuve mucha suerte me devolvieron todo y no me quitaron ni la franquicia, que siempre te quitan. A los comerciantes les doy un consejo, miran el DNI y el nombre que pone en la tarjeta y eso es un error, ya que en la tarjeta pueden poner el falso, tienen que mirar el nombre que sale en el ticket de la visa de la compra y el DNI. Nadie sabe el problema que tenemos en las manos con las dichosas tarjetas. Espero que les haya podido ayudar.

  16. Quizás la gran contradicción de nuestro tiempo sea la de que están haciendo desaparecer el concepto de CIUDADANO en la medida que se potencia el de CLIENTE en un sistema en el que todo es susceptible de negocio privado en detrimento de servicio público. Lo curioso es que como clientes, nos vemos abocados a la mayor de las indefensiones dado que todo se reglamenta para que cualquier tipo de reclamación sea una lucha contra corriente para que te aburras y desistas. Cuentan con ello. Todo lo hacen con esa finalidad. Y en una sociedad acostumbrada a ser poco exigente y a no meterse en berenjenales que suelen detraernos tiempo y molestias, el terreno está más que abonado. Es decir: si dejamos de ser y exigir ser Ciudadanos, se lo estamos poniendo algo más que fácil a quienes nos quieres exclusivamente como Consumidores, sin más.

    Igual la no colaboración con todos aquellos medios que a la empresas les facilita tenernos pillados como consumidores sea una brecha potencial del mismo orden que la desobediencia civil. Cada día nos venden nuevas motos para tenernos bien cogidos. Empecemos a llevar con nosotros un estruendoso NO por delante. (Aún recuerdo a José Luís Sampedro diciendo: “No. Gracias. Compraré un móvil cuando traiga cuarto de baño incorporado”). Como último bastión de dignidad, es lo que nos queda a nivel individual. Igual la suma de estallidos individuales terminan haciendo mella. Y, en cualquier caso, reinventar formas de resistencia que no las engulla el sistema es imprescindible. Yo diría que vital.

    Saludos.

  17. Soplabilorio Camborio

     /  7 noviembre 2013

    Por favor, Rosa: cuéntanos el final cuando llegue, que nos dejas intrigadísimos.
    ¡Qué te voy a decir! Tratándose de bancos …
    Suerte, y a ver si un día somos capaces de hablar de cosas agradables: pasteles, por ejemplo.

  18. Luisita

     /  7 noviembre 2013

    Pues no os cuento los problemas para que la universidad de educación a distancia de nuestro querido país me incluyera créditos convalidados, por los que había pagado hacía más de un año, y así poder licenciarme. Un calvario. Pero al final lo conseguí después de ser más plasta que ellos. Resistencia, no hay otra 😉

  19. Paco

     /  7 noviembre 2013

    Kafka no podía suponer que sus temores se cumplirían. En pocos día hemos visto el incumplimiento por parte del Tribunal Supremo y del Constitucional de un principio elemental del Derecho, el de la irretroactividad de las leyes. ¡Qué vergüenza para tan ilustres «defensores de la Ley»! ¿Qué pescozón les han dado! Después vino la retroactividad de las becas Erasmus. ¡Santa Rita, Rita lo qu se da no se quita.
    a tí Rosa te roba el banco con malas artes informáticas.
    Un amigo me escribe que el ayuntamiento de madris le ha quitado una sepultura donde descansan sus antepasados. Hay que recordar que, en su día, el ayuntamiento de Madrid vendió los Servicios Funerarios por una peseta.
    Transcribo lo que ha escrito a la Defensora del Pueblo, (mi amigo no quiere pagarle tasas a Gallardón): A LA DEFENSORA DEL PUEBLO

    Fernando …….con NIF

    DIRECCIÓN (calle, código postal, localidad, provincia, país):
    Correo electrónico:

    FECHA:

    FIRMA:

    Asunto: Queja por la expoliación por parte del Ayuntamiento de Madrid de una SEPULTURA PERPETUA FAMILIAR en el Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena
    EXPONE

    ANTECEDENTES:

    El Ayuntamiento de Madrid concedió el 31-8-1909 la SEPULTURA PERPETUA FAMILIAR a D. …….según consta en el TÍTULO DE DERECHO FUNERARIO (Doc nº 1) así como en el recibo correspondiente (Doc nº 2). Tiene los siguientes datos:
    Cementerio: Almudena
    Unidad de enterramiento: Sep.Perp. Familiar
    Código enterramiento: AI.28V 64 19 DH
    Nº DE REFERENCIA: …………….0
    Fecha concesión: 31/8/1909
    Zona Antigua
    Cuartel 64
    Manzana 19
    Letra H

    DATOS TITULAR UNIDAD DE ENTERRAMIENTO: el que suscribe, Fernando ……………..

    HECHOS

    PRIMERO: Personado en una oficina de la Empresa de Servicios Funerarios con el fin de tramitar permiso para acondicionar la sepultura, la empleada que me atiende consulta los datos en su ordenador y me comunica que la concesión de 99 años ha caducado por lo que no tenemos ningún derecho. Argumento que se trata de una sepultura perpetua contestándome que se cambió la legislación (ignorando disposición y fecha) convirtiéndolas en concesiones temporales de 99 años. Disposición que no me ha sido comunicada por el Ayuntamiento situándome en una situación de indefensión.

    SEGUNDO: Al parecer el Ayuntamiento hace uso de la Ley de Patrimonio del Estado de 1964 que establece que las concesiones de bienes de dominio público no pueden superar los 99 años a partir de la fecha de concesión. Quienes compraron una sepultura con posterioridad a esa sabía a que se atenían.
    Por el contrario las compradas con anterioridad pensaron que era para siempre. En mi caso la fecha de compra es 31/8/1909 muy anterior a 1964. Según nuestra Constitución y el Código Civil ninguna Ley puede tener carácter retroactivo salvo que la propia Ley lo especifique. La Ley de Patrimonio del Estado de 1964 no lo hace y, por tanto, no tiene carácter retroactivo y el Ayuntamiento de Madrid no puede reducir a 99 años el uso de una sepultura perpetua comprada, como en este caso, con anterioridad a 1964.

    SOLICITO A LA DEFENSORA DEL PUEBLO que pida al Ayuntamiento de Madrid que cumpla la Constitución Española y los principios generales del Derecho de seguridad jurídica y de irretroactividad de las Leyes restituyéndome la concesión perpetua de la sepultura reseñada

  20. Abraxas

     /  7 noviembre 2013

    Buenos días. Quería aportar mi granito de arena en esta discusión, basándome en mi propia experiencia, dado que he estado trabajando en una oficina bancaria durante más de 30 años. Mi intención solo es aclarar algunas cosas al respecto de como funciona el sistema bancario en general en este aspecto, indicando que cada banco puede tener ligeras variaciones con respecto a otros.

    En primer lugar, es obligatorio, por lógica, hacer ésta reclamación físicamente en la oficina, ya que por teléfono no sabemos con quién estamos hablando, salvo que el banco en cuestión, tenga un sistema de identificación por teléfono, cosa que no tienen todos.

    Antes de seguir, me viene a la cabeza el clásico. Después de tantos años trabajando cara al público en una oficina, he oído cientos de veces la manida frase -con razón o sin razón-, «… y si no, cancelo la cuenta». Sinceramente, después de haberla escuchado tantas y tantas veces, te da un poco igual, porque para ser sinceros, la mayoría de las veces, estadísticamente hablando, son sin razón. Es el truco del cliente para que te hagan más caso, así como elevar la voz más de lo normal. Normalmente funciona, y su uso suele ser directamente proporcional a la importancia que el cliente estima que tiene su saldo en la oficina.

    En cuanto a la operación en sí, apuntar algo importante antes de nada: El número de operaciones fraudulentas con tarjetas de crédito en el mundo es enorme, por múltiples motivos: fraude, robos, estafas, etc., y éstos los practican con increíble facilidad tanto los verdaderos «chorizos» como los clientes. Son muchísimos los casos que han pasado por mis manos de fraudes de clientes -muchos más de los otros- que compran y luego dicen que les han robado la tarjeta o que les han hecho una compra por internet. De ahí que en la comisaría te hagan firmar esa cláusula. Últimamente, con esto de la crisis se han disparado enormemente las reclamaciones falsas de clientes. De hecho, el otro día tuve el caso de un cliente que sacó dinero del cajero automático he inmediatamente después entró en la oficina para decir que le acababan de robar la tarjeta y se habían llevado su dinero. Las cámaras de seguridad indicaban otra cosa. Eso sí, no se le olvidó entrar en la oficina a voz en grito y montar el pollo para que le devolvieran el dinero en ese instante.

    En cuanto a la mala atención, te doy la razón. Siempre he sido de los que piensa que el trato al cliente es lo más importante, y aunque haya clientes que sean más «especiales» que otros, siempre hay que tratarlos con educación e intentando solucionar el problema de la mejor manera posible para que salga de la oficina con su problema solucionado.

    Estoy de acuerdo en todo lo que ha dicho Ana M Moreno anteriormente, la situación puertas adentro en las oficinas no es nada fácil en la actualidad y ciertas formas de actuar puede que tengan su lógica, aunque no sean correctas.

    En tu caso, al estar la tarjeta cancelada previo a la operación, por lógica te devolverán el dinero una vez que hagan las comprobaciones oportunas.

    En cuanto a lo que dice Pau, estoy en casi total desacuerdo. Pongámos un caso concreto similar al que especifica. Te vas a no se que país donde ni siquiera se hace la operación telemáticamente, sino con la clásica «bacaladera» que en España no se utiliza hace muchos años. Al cabo de unos días, una vez que vuelves, ves el cargo en la cuenta de la tarjeta. Bien, como es lógico, vamos a la oficina a reclamar y haremos todo el papeleo necesario, pero nunca, nunca, el banco te devolverá el dinero hasta que no se hayan hecho las gestiones oportunas y necesarias para comprobar que ha sido una operación fraudulenta. El banco tiene que hacer la reclamación a través de VISA (si es el caso), que se pondrá en contacto con VISA, en el país de origen de la operación y a su vez hará lo propio con el banco donde el vendedor tenga su cuenta para pedirle la documentación y comprobar las firmas de la supuesta compra. Este proceso, tengo que decir que es normalmente lento y tiene mucha burocracia, pero es lo que hay.

    Me encanta tu blog. Eres de las pocas que sigue dando caña (y con una lectura exquisita), aunque visto lo visto, por mucha denuncia que se haga por aquí y muchos otros medios, no sirve de gran cosa.

  21. ABRAXAS:: Discúlpame pero tu comentario me recuerda las «justificaciones» del gobierno respecto a los presuntos «fraudes»de los parados. En general me resisto a creer que la mayoría de quejas de clientes de bancos sean «injustificadas»(aunque no lo dices expresamente, lo sugieres con tus explicaciones). Como primer argumento señalo la existencia de AUSBANC (dejo claro que no confío en esta asociación) que nació para proteger jurídicamente al cliente de los abusos del poder mas fuerte del mundo:la banca.Por algo sería. No se puede, en mi opinión, simplificar la indefensión del usuario de banco a una situación esstresante de los empleados, o al comportamiento casi delictivo de algunos clientes.Me parece infantil reducirlo a eso. Y volviendo a tu comentario y la Aplastante Burocracia digo que, exactamente, ese es el primer peldaño que existe en la cadena de la Indefensión, es decir, la burocracia en las «sucursales». Hay está para servir de #Cancerberos de las cláusulas casi leoninas en la apertura de una cuenta o la contratación de una tarjeta.No soy bancaria pero creo que como usuaria puedo argumentar sobre esta relación banco_cliente. Y, de forma resumida, voy a intentar explicar «lo leonino»de las tarjetas. Hoy por hoy nadie cobra nada en efectivo.Las compañias y las instituciones dan al banco Orden de Pago de Nómina/y o Pensiones de sus propias cuentas en el banco en cuestión, y mayoritariamente los beneficiarios tienen también su cuenta en la misma entidad (Pago_Cobro es un mero apunte contable sin riesgos de liquidez) .Es decir que El Dinero,hoy por hoy, está completamente «custodiado» por los bancos.Y resulta que sus oficinas al público sólo están abiertas,de lunes a viernes, de 8mañana a 14tarde. A partir de las 14hr. si alguien necesita su dinero, sólo dispone de los imprescindibles Cajeros Automáticos. QUE TIENEN UNA CLAVE POR CUENTA. Y qué ocurre con ESA CLAVE? Pues que según La Banca es EXCLUSIVAMENTE Responsabilidad del Cliente. Si ud. no puede memorizarla, se lad tiene que arreglar para que Bajo Ninguna Circunstancia caiga en manos de otros.Bueno no, hay una:que en la cámara del cajero se vea que ha sido el propio titular A MANO DE PÍSTOLA O ARMA BLANCA.Si se trata de robo es Tu Responsabilidad: tu estás obligado a custodiarla contra robos.O sea, no debes llevarla encima , por si te roban.Entonces ,qué hacer si NO PUEDO MEMORIZARLA ?
    Aquí porque de resumen nada !! Perdonadme por la extensión del comentario
    Saludos.

  22. Abraxas

     /  7 noviembre 2013

    Hola Gallardete. En ningún momento he tratado de justificar nada. Mi intención es aportar alguna información más para contar como funcionan las cosas en el mundo real.

    Efectivamente hay mucha burocracia para ciertas cosas y eso es una de las muchas cosas que habría que arreglar. En el caso comentado, la burocracia no es por culpa del banco, sino porque el proceso tiene que pasar por varios sitios, bancos, entidades, cliente, vendedor, con la dificultad añadida de que esas operaciones suelen suceder en otro país. Si además no está hecha en uno de los que llamamos primer mundo, el retraso puede ser enorme. Cuando no se consigue respuesta en un plazo determinado, que ahora no recuerdo, el banco puede devolver la operación a su origen sin autorización, y claro, si la operación es fraudulenta nunca va a llegar esa respuesta.

    Por otra parte, no creo dar a entender que la mayoría de las quejas sean injustificadas, pero si puedo asegurarte que muchas de ellas lo son. No voy a extenderme al respecto porque habría para escribir un libro y de hacerlo lo llenaría con historias a favor y en contra tanto de clientes como del propio banco.

    Como ves, no tengo intención de proteger ni justificar nada. En todos los sitios se cuecen habas.

    En cuanto a los horarios, pues tienes razón, podrían ser más abiertos y seguramente a mucha gente le vendría bien que estuvieran abiertos los sábados, como hace años. Ésta es una eterna discusión y a decir verdad, ha sido una reivindicación histórica la de cerrar las oficinas los sábados, que al final, en muchos casos, se ha sustituído por abrir alguna tarde entre semana. Lo cierto es que a los bancos les venía mal abrir los sábados porque era mayor el coste de abrir las oficinasy no querían porque era una reivindicación sindical.

    Te doy la razón en lo que comentas de que hay gente que quizá le suponga una dificultad añadida el recordar la clave de la tarjeta u operar en los cajeros automáticos, gente mayor generalmente. Pero también hay otro peligro que mucha gente no conoce y que es bastante habitual. Se trata de los llamados «cogoteros». Se aprovechan casi en su mayoría de personas mayores que van a la oficina a sacar dinero. Hay un compinche dentro de la oficina y cuando ve a una de estas personas sacar una cantidad «interesante» de dinero, avisa al que está fuera y ya tenemos el tirón de bolso. El abuelillo lo más que puede hacer es poner una denuncia en la comisaría.

    Lo que dices al respecto de la custodia de la clave y la tarjeta, pues es lógico y de sentido común. Es responsabilidad del usuario que no se pierda, más todavía cuando hay gente que lleva la clave escrita en la misma cartera e incluso en la misma tarjeta. ¿Si pierdes la cartera con dinero, de quién es la responsabilidad?. Pues la tarjeta igual. La diferencia es que si inmediatamente llamas al banco para cancelarla no podrán operar con ella. El dinero no volverás a verlo nunca más.

    Siento también lo largo del texto, pero como dije antes, hay para escribir una enciclopedia por tomos.

    Saludos

  23. GallardeteWord

     /  7 noviembre 2013

    ABRAXAS :: Respondo a tu comentario y dejo,por mi parte, cerrado el tema. Yo veo que te expresas como un buen empleado de banca, pero me parece que no va por ahí la cuestión polémica. En resumidas cuentas se puede decir que, como las electricas, las de comunicación y otros monstruos empresariales, la banca tiene cogidos a los usuarios por el cuello (y no es un abrazo). Y desgraciadamente TODOS somos USUARIOS_CONSUMIDORES. Respecto al Pink sigo estando en desacuerdo con las razones que expones. Porqué, si es el propio banco el que me fuerza a usar tarjeta, aunque la ofrezcan como una «ventaja» para el cliente, la RESPONSABILIDAD del Dinero Sustraido con esa tarjeta SOLO es del cliente? No te parece justo Plantearselo , como mínimo.Si yo saco el dinero y a los 10 metros de la oficina me roban CLARO QUE ES RESPONSABILIDAD MÍA, pero es así porque YO YA EN ESE MOMENTO SOY LA PROPIETARIA DEL DINERO SACADO DEL BANCO.Pero ,mientras que para obtener mi dinero tenga que mediar UNOS DÍGITOS MEMORIZADOS (o no) el dinero ESTÁ EN EL BANCO .Si o No ? Ese es mi argumento.Y creo que puede ser compartido por muchas personas. Y acabo.
    Un saludo cordial

  24. Abraxas

     /  8 noviembre 2013

    Yo también doy por cerrado el tema, ya que parece que no llegaremos a un acuerdo. Soy de la opinión de que la responsabilidad en cualquier cosa, no sólo en el tema de la tarjetas, la asumimos en el momento en que comenzamos su uso. A nadie se le obliga utilizar la tarjeta y las oficinas están abiertas para todo el que quiera seguir utilizando el «sistema antiguo». Eso si, no se puede sacar dinero fuera de sus horas de apertura, y si queremos comprar algo fuera de éstas, tendremos que ser previsores y sacar dinero antes o esperar a mañana. Lo bueno es que cada uno puede elegir el sistema que más le interese.

    Voy a poner otro ejemplo tonto, pero muy válido. Si alguien te quita la tarjerta de El Corte Inglés, que no lleva PIN y te hacen una compra antes de que te enteres de que te la han quitado o la has perdido. ¿De quién crees que es la responsabilidad?. La mayoría de las veces ni siquiera te piden el DNI, al menos, cuando haces comprar pequeñas.

  25. GallardeteWord

     /  8 noviembre 2013

    ABRAXAS :: Sólo un par de líneas , para no hacer ésto interminable.Las tarjetas de compra no son de oblgado uso.Dicho de otra forma , cuándo acudes a la caja de cualquier establecimiento siempre te hacen una pregunta : efectivo o tarjeta? Es decir, no tienen el mismo significado
    Un saludo

  26. Abraxas

     /  8 noviembre 2013

    Lo he dicho en mi texto anterior. Las tarjetas de crédito tampoco son de obligado uso.

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