Me llama sacar el periscopio para hurgar en las que imaginaba procelosas aguas del asociacionismo (y su nutriente: las subvenciones). 42 de ellas convocaron la manifestación del sábado en Madrid ¿de dónde salían?, alguna que yo conozco ávida por lograr dinero público. Tras una pequeña prospección he llegado al convencimiento de que me hallo ante un océano inmenso, casi inexpugnable.
Para crear una asociación (derecho reconocido en la Constitución) basta con que un grupo de personas se reúna, elabore unos estatutos que –si no se quiere ser muy imaginativo- vienen en una plantilla predeterminada, adjunte un acta fundacional salida de una asamblea general, rellene unos impresos y los presente en los registros de asociaciones de cada comunidad y pague unas tasas asumibles y se arme de paciencia para cumplimentar algunos más para Hacienda. En un par de meses contestan ambos organismos y ya está constituida la asociación, que ha de tener nombre y razón social –para ésta basta el domicilio de un asociado o alquilar la dirección, solamente la dirección fiscal, a una empresa-. Ha de elegir también una junta con todos sus cargos.
Para funcionar es aconsejable disponer de un local y servicios mínimos como teléfono, agua, gas y electricidad. Hace falta dinero, en una palabra. Necesario en principio también para la organización de actos y pago –en su caso- de conferenciantes, o el desarrollo de la actividad para la que se ha formado la asociación. Se puede sustentar con cuotas de los socios, aportaciones particulares y/o subvenciones públicas.
Complicado conocer el número de asociaciones inscritas en España, pero baste decir que Alcorcón, Madrid, (162.000 habitantes), cuenta con 300 asociaciones: Reto a la esperanza, traspiés, peña taurina taurus, provida y familia, petanca,onda expansiva y muchas otras. En el conjunto de la comunidad de Madrid hay 30.000 registradas formalmente, en Cataluña casi 50.000, 65.000 en Andalucía, todas «sin ánimo de lucro», Y es que, para delimitar el camino, he procurado desbrozarlo y quedarme con ésas, las llamadas «sin ánimo de lucro», un saco en el que caben desde opacas fundaciones a asociaciones culturales y casas regionales. Todas susceptibles de subvenciones.
Vivimos en un país consagrado, como todo occidente, a la economía de mercado, pero el sector público aporta dinero, entre otros, a las asociaciones privadas, que es de lo que tratamos. Ayuntamientos, diputaciones, comunidades autonómas y gobierno central, con todos sus organismos, arbitran presupuestos para subvenciones. Con mayores o menores requisitos, mayor o menor control, y, presumiblemente al albur -dado que hablamos de España-, de condicionantes ajenos a la actividad, cuando ésta suponga un desembolso de cierta cuantía. De hecho conocemos de vez en cuando quejas por favoritismos ideológicos. La concesión es potestad del organismo que lo otorga. Por ejemplo en Andalucia el PP denuncia una congelación de las ayudas a Cáritas, y las asociaciones de discapacitados protestan porque la Comunidad de Madrid no les paga las subvenciones concedidas.
Por supuesto que en este inmenso saco sin fondo, hay actividades (seguramente la mayoría) encomiables que luchan por los desfavorecidos de todo signo, que llegan adonde no llega nadie, pero no solo. Como digo, organizarse como asociación es fácil. Y con realizar algún acto, aunque sea para una sola persona en el auditorio como he llegado a ver, se justifica el dinero recibido.
Aquí están, por ejemplo, las alertas de subvenciones para ONGs, las últimas publicadas. Son casi medio centenar. Elijo algunas al azar.
Xunta de Galicia y sólo de la Consellería de Trabajo y Bienestar. Y, únicamente, dedicadas a ayudas para el apoyo a las cooperativas y otras entidades de economía social de carácter no lucrativo para el año 2009. Cuantía hasta 20.000 euros.
Parece interesante ésta, que ayuda «el fomento del desarrollo de la acción cívica, la convivencia y el capital social». Veamos, Boletín oficial de las Islas Baleares. «Destinada a fundaciones, personas jurídicas privadas sin ánimo de lucro, iglesias, confesiones, comunidades religiosas y entidades que les están vinculadas, y cualquier otra persona jurídica privada sin ánimo de lucro, que promuevan una actividad pública mediante actuaciones de interés general…» 500.000 euros.
Vamos a por otra. Es de la UE, además. Y que tiene de presupuesto 9.333 millones de euros, cómo se ve donde hay poderío. «Convocatoria de propuestas de acciones indirectas dentro del programa comunitario plurianual sobre la protección de los niños en el uso de Internet y de otras tecnologías de la comunicación (Safer Internet)» Para saber qué acciones indirectas se deben acometer para proteger a la infancia del monstruo virtual remito al texto con los requisitos.
Saliendo de las ONGs encuentro, por ejemplo, subvenciones a asociaciones de consumidores y usuarios, también “sin ánimo de lucro”, de La Rioja en el año 2009. Por el modelo de solicitud cada uno pide lo que estima oportuno.
Diputación de Córdoba. Tenemos algunas de las ya la concedidas:
Convocatoria de Subvenciones en materia de Igualdad. Asociación de Mujeres Reina Cava. Proyecto Mujer 2009. 455,80 euros
Convocatoria de Subvenciones dirigidas a Asociaciones sin ánimo de lucro. Asociación Cultural Pedroche a Caballo. Jornada Nuestras Tradiciones. 617,13 euros
Convocatoria de Subvenciones en materia de Juventud. Asociación Pedroche Joven. Semana Joven. 1.840,00 euros
El gobierno de Aragón dedica 40.000 euros a asociaciones universitarias sin animo de lucro.
Volviendo a la Comunidad de Madrid. Lo divide en 10 sectores distintos. Elijo turismo, ocio y deporte. Construcción de pistas de pádel (dos). 50.000 euros a cada Ayuntamiento. Para la promoción turística de la Comunidad hay que presentar proyecto, y, si supera los 30.000 euros, se exigen requisitos especiales.
En esta otra página, cuyos enlaces no funcionan muy bien, nos hablan de las subvenciones a asociaciones de distintos ministerios. Son 10, que, a su vez, detallan no menos de otros 10 proyectos cada uno. Muevo el cursor. Éste: «Subvenciones a entidades asociativas representativas del sector agrario y alimentario, por el desarrollo de actividades de colaboración y representación ante la Administración General del Estado y Unión Europea, así como para la celebración de congresos, simposios y estudios sobre temas relacionados con el ámbito de competencias del Departamento. (Beneficiario: entidades sin ánimo de lucro)». También funciona presentando un presupuesto que se acepta o no.
O del Ministerio de Educación, para asociaciones de ámbito universitario: 300.000 euros.
El asociacionismo juvenil tiene un amplio y sorprenden recorrido por lo que he visto en esta página que os recomiendo (puede venirle bien a alguien incluso). «Basta con crear legalmente la asociación. la nueva entidad deberá registrarse o censarse en la Consejería de Educación de la Comunidad Autónoma a la que se pertenezca, y así poder optar a las convocatorias de subvenciones que se oferten por parte de consejerías, instituciones o direcciones generales, entre otros organismos convocantes», informa entre otros detalles prácticos.
El colegio oficial de biólogos de La Rioja-Navarra, oferta en su página un surtido de cursos y subvenciones a las que se pueden acoger sus profesionales. Y tenemos, sin ir más lejos, el Instituto de Estudios del Huevo, con un premio de investigación de 10.000 euros.
Todo barrio de todo municipio se puede constituir en Asociación de vecinos. Y acogerse a las subvenciones de todos los organismos competentes en su zona. Selecciono el Ayuntamiento de Huesca (48.500 habitantes). 40.200 euros para el conjunto de las entidades. El de Ciudad Real (70.000 habitantes) arbitrada subvenciones a cada una de ellas que no superen los 6.000 euros y dispone de un total de 60.000.
Dado su tamaño, el Ayuntamiento de Madrid firma convenios con las que llama «las tres de las federaciones de entidades asociativas más representativas de nuestra ciudad»: la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid, la Federación Regional de Madrid de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado «Francisco Giner de los Ríos» y la Federación de Casas Regionales de Madrid. El monto, en dos partidas, asciende a 781.000 euros. Pero debe haber más fuera de convenio, por trámites ordinarios.
Pero las grandes ofertas están en la UE. Una treintena de departamentos dispuestos a dar dinero para proyectos, con grandes presupuestos, y, eso sí, requisitos tan complicados (recomiendo echar un vistazo a todo lo que piden) que han de rellenarlos profesionales expertos en estas cuestiones burocráticas. Hasta tal punto que incluso las ayudas a jóvenes innovadores acaban en manos de grandes empresas porque son las únicas que pueden pagar los servicios jurídicos que cumplimenten los impresos, o llegan a quedar vacantes. Lo dijo Felipe González en una conferencia inolvidable para mí. Suelen estar sujetas a rigurosas auditorías.
También existen empresas, centrándonos de nuevo en España, para dar noticia y canalizar la solicitud de subvenciones. Muy variadas, como podréis apreciar, y ya incluyendo las estipuladas para empresas y entidades de beneficio privado.
El Tribunal de Cuentas fiscaliza, a ejercicios cerrados, los presupuestos de las asociaciones que han presentado un fin determinado para obtener el dinero, no así las de objetivos más generales, como asociaciones de vecinos. Y, dentro de las cuentas de las entidades públicas, de las cuales no todas ofrecen sus estados financieros. Hacienda por su parte investiga aquellas asociaciones obligadas a prestar Declaración, cruza datos, y llama, de forma aleatoria, a algunas. En resumen, un indeterminado, pero nada escaso, desembolso público que, dada mi reciente experiencia asociativa, ofrece algunas lagunas y me plantea serias dudas. ¿Qué actividades se realizan? ¿Para quienes? ¿Con qué eficacia y resultados? Dada la variopinta exigencia de requisitos y controles, y en el ámbito territorial de la picaresca ¿qué seguridad real ofrece autodenominarse “sin ánimo de lucro” cuando se gestiona un presupuesto? ¿No sería preciso regular con carácter general la concesión y seguimiento de las subvenciones oficiales? ¿no estaremos ante ante un agujero por el que se escapan partidas sustanciales de los presupuestos? Con seguridad, algunas asociaciones se quedan cortas en su ayuda a quien realmente lo necesita y realizan con abnegación y dificultades una labor de la que el Estado no se ocupa, o desarrollan una creatividad encomiable u ocupan el ocio llenando de felicidad a sus asociados -que también es importante-, y precisarían mayor asignación pero ¿estamos seguros de que es el caso de todo el ingente y variopinto número de asociaciones españolas? Apenas he visto la luz, el océano está muy turbio.
(No os perdáis el primer comentario… y los demás)
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...