29M, una protesta que sería grave minimizar

Vista área de la manifestación en Madrid

Miles y miles de personas. Desde Madrid, Barcelona, Valencia o Bilbao… a Ponferrada o Logroño. 111 pueblos y ciudades. El gobierno del PP trata de minimizar la protesta ciudadana del 29M. Cometería un grave error si no escuchara a la sociedad a la que representa -algo que como veréis al final de este texto parece que ignoran-  pero por todas sus declaraciones es precisamente lo que va a hacer. Dicen que es la única forma de salir de la crisis y crear empleo. No es cierto. Todos los pronósticos auguran más recesión y más paro por la vía de los ajustes sin estímulos al crecimiento.

 Y ya no es sólo eso con ser mucho. Ni en sus propósitos más queridos aciertan. Lo hablábamos ayer: el ejecutivo de Rajoy ha gastado casi la mitad del déficit que tenía previsto para todo el año en sólo dos meses: enero y febrero. Las autonomías -casi todas en manos del PP o su correligionario CiU- han hecho durísimos ajustes sociales pero no dejan de gastar más de lo presupuestado. Más recortes para equilibrarse -caso de que se logre-  saldrán de la piel de los españoles. 

 Con la Huelga General los ya de por sí «intranquilos» mercados se han sumido en una nueva de sus muchas inquietudes: no les gustan nada las protestas democráticas, desean más dinero y punto. Lo que tenemos que decidir es si queremos un gobierno para los mercados o para los ciudadanos. Cualquier neoliberal -y el PP lo es en grado sumo- no alberga la menor duda. Por eso, ante una cita como la de este jueves, se protegen por encima de todo los negocios privados y el gran consumo.

 Los bailes de cifras no ocultan la verdad: el paro en este 29M ha sido mayor y más significativo que en ocasiones anteriores. Economistas ante la crisis ha calculado, por un riguroso método, que el consumo de electricidad imputable a la actividad productiva había caído hasta las 18h un 86,7%. Cifra superior a las convocatorias de 2010 y 2002. No sólo hay que tener en cuenta el consumo general. Por si acaso numerosos municipios españoles han mantenido las luces encendidas a pleno sol.

Foto: Barahona

Foto: Barahona

    Fruto de una gran comunicación en las Redes sociales, hemos podido conocer el alcance de la protesta y múltiples de sus detalles. Hago pues  un collage con imágenes propias y ajenas. Grandes paros en la industria, la construcción y la recogida de basuras y cumplimiento de amplios servicios mínimos en los transportes o sanidad. Escaso seguimiento en el comercio. Como veréis las tiendas para productos de primera necesidad -pastelerías, loterías, chinos, bares o floristerías- estaban abiertos.

El mercado del Barrio de la Concepción Madrid, barrio obrero, con todos los puestos abiertos y tan vacío como lo está a diario por la crisis.

Mercado del Barrio de La Concepción. Madrid.

En el de Salamanca se ubica un mercado pijo y caro: en la calle Ayala. Lleno, como todos los días también. Esto es solo la terracita exterior para tomar el aperitivo.

Mercado calle de Ayala. Madrid

Una TDT Party encuesta en… ¡la calle Serrano!, al lado de El Corte Inglés y  de boutiques de precios prohibitivos  llenas de gente, como cuenta ABC.

Tampoco hacía huelga la emigrante que pasea a la anciana española. Tener que marcharse de su país -como están haciendo ya tantos españoles por la crisis- tiene estas cosas.

Poco más allá en el Congreso de los Diputados se sumaban a la huelga oficialmente la Izquierda Plural y algunos miembros del PSOE. No el PP, lógicamente. Sin embargo mediada la mañana el aforo se quedó casi vacío. Era jueves y llegan unas vacaciones estupendas de Semana Santa.

Graves incidentes por una minoría de radicales en Barcelona, rompiendo cristales y quemando incluso un establecimiento de hostelería. Piquetes reprimidos violentamente por la policía en un despliegue sin precedentes durante la noche y la mañana. Más detenidos y heridos que en otras ocasiones.  Los medios nacionales y extranjeros han destacado unos u otros.

  Los disturbios en Barcelona…

Y la carga de Santander…

Piquetes y policía. Santander

La inmensa mayoría de los paros y manifestaciones ha transcurrido en calma.

Hasta este punto…

Foto: Salvador Sas

Una ciudadanía así ¿merece lo que le está ocurriendo? Pues existe y parece que ya no va a permanecer callada ante tanto atropello.

¿Escuchará el PP? No. Parte de un grave error de concepto o de una calculada manipulación. Tanto Fátima Bañez como su segunda en el Ministerio de Empleo han repetido textualmente hoy un preocupante meme: que la soberanía nacional reside en el Congreso de los Diputados (Bañez lo ha dicho hasta dos veces de tres en las que insistido). Y no, ¡no!, reside en el pueblo como marca la Constitución que dice en  su artículo 1.2: «La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado».

 … aunque inducir otra interpretación justifica muchas anomalías democráticas, como que la mayoría absoluta lo es para ejercer todos los poderes de una organización social. No saben -o no quieren saber- que representan a los ciudadanos. Que se deben a nosotros y no nosotros a ellos.

 

#29M, entre la realidad y la utopía

Luis De Guindos ha declarado que » la huelga no modificará «ni un ápice» la reforma laboral, independientemente de que se considere un éxito o no”. «No hay duda» de que no se modificará», ha añadido. Para el antiguo presidente en España de la quebrada Lehman Brothers –símbolo del origen de la crisis de 2008- esta ley es el «mayor esfuerzo de racionalización e introducción de flexibilidad en el mercado de trabajo» y está convencido de que «clarificará la perspectiva de inversión en España». Olvida que España no es un producto, ni una empresa, sino el lugar de convivencia de millones de ciudadanos de los que él es un representante en el Gobierno.

La arrogancia del ministro choca con los datos de la realidad. El ejecutivo de Rajoy. y en el área que controla De Guindos, ha gastado casi la mitad del déficit que tenía previsto para todo el año en sólo dos meses: enero y febrero. Hacienda le quita importancia, pero el ajuste para equilibrarse -caso de que se logre-  saldrá de la piel de los españoles. Buscando únicamente la confianza de los mercados por encima de cualquier otra consideración, la bolsa española ha caído por debajo de los 8.000 puntos que se situaba como límite de esos que llaman psicológicos. Es decir que ni las niñas de sus ojos -reducir el déficit a costa de las necesidades de la sociedad y los amados mercados- están a salvo con el PP.

Los asalariados españoles sí que lo tienen crudo. De la Reforma Laboral lo que más les gusta a los directivos es el despido.  Esperanza Aguirre, a la sazón presidenta de la Comunidad de Madrid, cuenta que piensa otra cosa y que esta huelga contra la Reforma Laboral «sólo persigue arruinar aún más a España y ser una revancha de los que quieren ganar en la calle y en la algarada callejera lo que han perdido en las urnas”. Convendría que Aguirre recordara lo que los votantes del PP creyeron -a la vista de sus vibrantes palabras- que iba a hacer este partido antes de introducir la papeleta… Aunque parezca mentira no están hablando de su propia Reforma Laboral.

No sé cuál será el resultado de la huelga, hay tantas coacciones y amenazas para que no se secunde que igual no tiene resultados espectaculares. Espero que no sea así ¡todo lo contrario! Con mi amiga Àngels Castells apoyo lo que tiene de defensa de la dignidad, y de muchas otras cosas. Por eso entresaco párrafos de uno de los varios artículos que ha publicado en su blog sobre la huelga contra la Reforma Laboral :

“Sólo en la lucha cotidiana, de nuevo, en el taller y la oficina, en las plazas privatizadas que se llaman con engaño “espacio público” y en los hospitales públicos que privatizan… sólo con el ejercicio tenso de la igualdad, de nuevo, en la parte trasera del autobús y en las aulas prohibitivas (y así, prohibidas), puede encontrarse aliento para formar de nuevo, mentalmente, un proyecto de solidaridad cuyo fundamento ético nos permite forjar una utopía compartida.

Y en otro aspecto fundamental, cuando intentan que desaparezca la filosofía y la historia de institutos y universidades, cuando han casi conseguido que la economía deje de ser ciencia social para prostituirla en falsa ciencia exacta (cuando más se aleja la economía política de las personas y más se pervierte en la falsa mecánica elemental, el arte del trilero y el esoterismo), conviene recuperar para una utopía nodriza, el hilo rojo que viene de antiguo y que consigue apoyo y lucidez en obras como las de Marx, tan actuales, en tantos aspectos, hoy en día.

Es fundamental para seguir razonando en positivo y mantener la cordura, que nos libremos tanto de los virus neoliberales como de la pereza intelectual y las anemias de la audacia, y creemos y creyamos en el instinto de clase, buscando y trabajando soluciones radicales y lúcidas a los nuevos retos.

(…)

Nos estamos acercando (retrocediendo) hacia mediados del siglo XIX y Dickens podría ser perfectamente un escritor de nuestro tiempo, es igualmente imprescindible superar este modelo económico que oprime y enferma por otro en el que la vida se desarrolle de manera más autónoma, solidaria y feliz. Cuando las “soluciones” que da el sistema es un crecimiento que provoca enfermedades que no se investigan ni se tratan, cuando lo que se llama “desarrollo” no evita muertes sobradamente innecesarias y evitables, cuando cada día mueren sólo en África 12.000 niños que podrían haberse salvado en un mundo menos desigual, permítanme que cambie el sentido de las respuestas habituales a las preguntas sobre utopías de presente o de futuro.

Para mí, querer cambiar el mundo para que nadie se muera de desnutrición, de sed, o de enfermedades evitables, defender los derechos de ciudadanía, la salud y la enseñanza pública, e incluso una vida más amable y feliz, tiene todo el anclaje con la realidad. Y lo realmente utópico (en ese sentido vano y como de vuelta que le dan los voceros del sistema, sabios oficiales bajo palabra de honor) es que los poderosos, con todos sus bancos financiados con el dinero de la ciudadanía, con todos sus lujos y su corrupción, con todas las graves injusticias que están cometiendo y agravando, con toda la barbarie que está llamando a la puerta, se crean que lo sensato y razonable por parte de todas las personas desposeídas, explotadas, indignadas desde hace años (siglos) no sea actuar y comprometerse para cambiar, de forma radical, aboliendo y superando el hedor de lo presente, hacia un mundo más civilizado, de mayor equidad».

Con un fragmento de un viejo reportaje de Informe Semanal que hice con Lluis Llach os invito a reflexionar sobre la ¿utopía?

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