Tenían el susto metido en el cuerpo al punto de sacar a la palestra ex presidentes, premios nobel o atareados directores de medios de información. Pero los resultados de las elecciones catalanas les han dado un respiro. Hondo. Se trata ahora de minimizar el independentismo que crece en cada consulta, y de jugar bien las piezas del nuevo tablero. Y en él, 734.910 catalanes que ni muertos querían ni independentismo… ni PP, alientan a quienes tanto se juegan si se produce el mínimo cambio. A esos pocos que anteponen sus intereses a cualquier otra consideración.
Por esos casi 735.00 votos que han convertido al partido de Albert Rivera en la segunda fuerza política de Catalunya (no, aún, de España), portadas, editoriales, artículos, se vuelcan en la Operación Ciudadanos Ültimo Asalto. Se les había debilitado en los últimos tiempos, pero no hay sino una buena guerra de banderas para que las aguas se encaucen.
A modo de ejemplo, La Razón. El naranja tendrá que decidir entre rojos y azules, dice. Observemos que habla de España porque en Catalunya el PSOE tiene poco que ventilar -sigue cayendo en apoyos-. Que da por hecho que los resultados allí se extrapolarán al Estado, es decir, que el trabajo mediático/político dará los frutos apetecidos (algo cierto si no se está prevenido y puede que incluso estándolo dado el poder de esta maquinaría tan bien engrasada). Y así el naranja “tendrá” que decidir, nada como los verbos contundentes. Y lo más divertido: llama “rojo” al PSOE.
Nótese también la sobriedad responsable de Rivera y Arrimadas en esta imagen tan alejada de la que dejaron la noche electoral en la que parecía que habían ganado el Mundial de Fútbol o la Convención de Delegados de Microsoft. Mi “religión” periodística me impide pinchar artículos de ciertos medios, pero es reseñable también el alborozo de la ultracaverna con estos Ciudadanos tan de derechas y tan españoles. El «Yo soy español, español» que corearon, o el «España unida jamás será vencida» les llegó al alma.
Del cúmulo de algarabías y consejos –el respiro de El País es notable- quién más claramente da detalles de la Operación es este artículo de El Mundo. Plagado de claves. Es la hoja de ruta en realidad.
«En los cuarteles de las grandes empresas del Ibex pulsados por este diario hay preocupación por la difícil gobernabilidad de Cataluña, un motor económico importante para España, pero, a la espera de que se despeje esa incertidumbre, se centraron en ver ventajas al resultado.
Por un lado, gusta la perspectiva de que sea Ciudadanos y no Podemos la fuerza bisagra en las elecciones generales. «No hay que engañarse, la principal preocupación es que el nuevo Gobierno español a partir del año que viene esté formado de algún modo por PSOE y Podemos y ahora la combinación puede ser de los socialistas con Ciudadanos», afirma un alto ejecutivo de uno de los principales bancos del país. Los escenarios, en su opinión, mejoran, porque si la próxima legislatura es Mariano Rajoy con Albert Rivera o Pedro Sánchez con el líder de Ciudadanos, implicará que no haya ningún cambio fundamental en la actual política económica y se mantendrá un crecimiento en torno al 3% en los próximos cuatro años. «El PP va a tener que trabajar mucho si quiere ganar», señala un miembro del influyente Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC). Sánchez percibe las dudas que existen en el Ibex con Rajoy y por eso, entre otros factores, intenta centrar su discurso. Ayer cargó contra la CUP por «antisistema» y pidió «gobiernos transversales».
El presidente de Telefónica y del CEC, César Alierta, no oculta su buena relación con Rajoy, pero también elogia que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, no se apoye en Podemos».
El artículo completo aquí. Tan diáfano sobre lo que quiere el IBEX y las grandes empresas en general. Los movimientos y amenazas que despliegan. Se han tranquilizado. Esta frase es la clave:
«Si la próxima legislatura es Mariano Rajoy con Albert Rivera o Pedro Sánchez con el líder de Ciudadanos, implicará que no haya ningún cambio fundamental en la actual política económica».
Y, ellos, ganarán. El crecimiento es de ellos, ya se ve el resto. Y encima ni tributan lo que deben, dado su apego por los paraísos fiscales. De hecho juegan con nuestras vidas, las vidas de la mayoría, ya sin ningún pudor. Los resultados en Catalunya no tendrían que ver con los de las generales dado que el indepentismo allí es elemento decisivo, pero la Operación Ciudadanos juega a la profecía autocumplida. He leído comentarios «emocionados» con la fiesta electoral de Ciudadanos que a tantos nos puso los pelos de punta.
Los movimientos que se están viendo son muy claros por otro lado. Susana Díaz, la poderosa presidenta andaluza, se marcó un vídeo con Feijoó por la unidad de España. Iceta que ha visto desteñirse el cinturón rojo de Barcelona mientras bailaba con gracia sin parar quiere hablar con Ciudadanos. Y Pedro Sánchez, tan pragmático, también abre puertas.
La Operación Ciudadanos Último Asalto se basa -lo estamos viendo- en minimizar a Podemos, y por el momento parece que con su entusiasta colaboración. Sonoro batacazo en las elecciones catalanas y escaso realismo para entenderlo y afrontarlo, al menos por el momento. La izquierda exquisita, entretanto, no cesa de seguir poniendo palos en las ruedas ahora que atisba mayor ocasión. Véase un ejemplo entre muchos. Como en los viejos tiempos mejor la derecha más dura que el colega rival.
El panorama es muy preocupante. En ese ejemplar catálogo que nos ha brindado El Mundo sobre la Operación Ciudadanos Último Asalto de la que participan muchos más poderes, lo dicen: se trata de que nada cambie en lo sustancial. PSOE-Ciudadanos o viceversa, quizás Rajoy o alguien del PP, sube Cifuentes que está en la misma línea… estética y mental. Como escribe Barbijaputa de Inés Arrimadas, todos son como ella: blanca, delgada, vestida de marca y bien parecida. Y existe la duda de que haya obesos, feos o minusvalidos en la «nueva» política que representa Ciudadanos.
Una operació de marketing para que nada cambie. Cuidado, muchísimo cuidado con las «perfecciones» estéticas sin mirar qué hay dentro.
Benjamín Recacha García
/ 29 septiembre 2015Cada vez veo más difícil un cambio real en las generales. La izquierda (y lo que sea que sea Podemos, que de tanto renegar de etiquetas va a acabar desapareciendo del panorama) ha acelerado su perpetuo proceso de autodestrucción, con lo que el desánimo entre los votantes progresistas aumenta al mismo ritmo que lo hacen los parias del sistema (parados, jubilados, trabajadores explotados) que entregan sus recortadas esperanzas a los lagartos naranjas (muy bien traído el cartel de ‘V’), como antes se pasaron de PsoE a PP. Nos quedamos sin tiempo para evitar que todo siga igual.
7
/ 29 septiembre 2015Reblogueó esto en Raciozinando.
yopsramon
/ 29 septiembre 2015Reblogueó esto en yopsramon.
Pustillo
/ 29 septiembre 2015Nota: Como aquí «no hay ningún periodista», apruebo el comentario pero sin saber cuánto de cierto hay y cuánto no, aunque el tono me disuade un tanto. Como aquí «no hay ningún periodista», nadie va a realizar ese trabajo. Doy paso pues al comentario de «Pustillo» sin más.
Vamos a ver, la verdad, no entiendo como periodistas que hagan honor a ese nombre no unan la línea de puntos…. Primer enlace, un libro «Nos duele Cataluña»: http://www.casadellibro.com/libro-nos-duele-cataluna/9788416200016/2361858
A Albert Rivera (no solo a él, mirad sus «compañeros») le entrevistan para hablar del problema catalán. Hasta ahí, nada anormal, un libro de propaganda ideológica con voluntad
de influir. Respetable… Hasta que miras la editorial, Galland.
El catálogo de Galland es más bien… peculiar. Ahí no os pongo el enlace por dos razones: para picar vuestra curiosidad y porque no enlazo editoriales fascistas, llamadme raro.
Lo que sí os enlazo es el origen del nombre de la editorial: https://es.wikipedia.org/wiki/Adolf_Galland
Ya lo véis, Albert Rivera (y otros que no lo esconden tanto) consiente que le publiquen una entrevista en una editorial de corte fascista (definición, no insulto) por la misma época en que iba llamando nazis a todos los que intervenían en el llamado «procés» de Catalunya. No será porque no cuida su relación con los medios…
Y más: 11/09/2014, desfilando en Tarragona junto a la racista Plataforma X Cataluña y otro partido ultra sin ningún escrúpulo. Lo de cualquier medio para conseguir el fin propuesto le cuadra.
Hay más, (bueno, que lo hayan saludado alzando el brazo y gritando «viva España» tiene su qué, aunque luego se defendiera con una argumentación parecida al famoso «se dirigía a la bancada socialista») pero solo añadiré una: Hoy ha dimitido el presidente de Societat Civil Catalana (SCC) Josep Ramon Bosch, también fascista de pro por poco que buceéis en su biografía real. Este señor se parece a Rivera en que mientras su organización criminaliza el independentismo comparándolo con el nazismo él desde una página de facebook burdamente anónima (y ahora bloqueada, pena) insultaba y vejaba a miembros destacados del movimiento independentista (por lo que ha tenido que dimitir al admitirse a trámite la querella) y también colgaba vídeos aibertamente nazis y fascistas (no, por eso nada, que no es delito).
Bien, ese señor dimite junto con sus colaboradores más cercanos, entre ellos Susana Beltrán. Ella ya tenía previsto dejar la vicepresidencia porque…ha salido elegida diputada por Ciudadanos, claro. Lo dicho, unid la línea de puntos.
Y hay más, pero ya está bien de tanto rollo. Lo de antes me sirve para hacer la pregunta otra vez: ¿Hay algún periodista en la sala? Necesitamos algunos que desmientan, analicen y amplien, nos den la razón o nos la quiten respecto a informaciones como las de arriba. Y no hay. Están escondidos. Salid, por favor, que gente como Jordi Borràs está muy sola.
¿Que quién es Jordi Borràs? Un periodista de verdad, normal que no os suene. Ya estáis tardando…
Hasta aquí he(mos) llegado. Menudo ladrillo.
rafaelfiglesias
/ 29 septiembre 2015Yo veo el tema de Ciudadanos de la siguiente forma. Tras las anteriores elecciones generales y las primeras contrarreformas del PP, era evidente que el PSOE podía rebotar en sus expectativas electorales a la vez que IU, a pesar de todos sus problemas internos, parecía crecer, entonces apareció Podemos del cual se dio una amplia información en los medios generalistas, podría ser todo lo negativa que se quiera pero, en las elecciones europeas el 20% de quienes votaron a esa formación decían haber votado en las anteriores al PP… y eso no podía ser. Una cosa era tener un partido que obstaculizase el posible rebrote del PSOE e impidiese cualquier crecimiento de IU y otra muy distinta que, según algunas encuestas, llegase a ser la fuerza más votada cuando tenía un programa más a la izquierda que el PSOE que, al fin, hasta entonces había hecho de tonto útil.
Fue entonces cuando el presidente del Banco Sabadell dijo aquello que necesitaban un «Podemos bueno». La vuelta que comenzaron a dar todas las encuestas y, sobre todo, los resultados electorales ha sido espectacular porque ya ni la derecha económica quiere a Rajoy, necesitan una cara y hasta un partido nuevo con idéntica ideología pero, por el momento, no enfangado hasta la coronilla como lo está el PP.
E
/ 29 septiembre 2015Hola, Rosa.
Enlazas a Barbijaputa cuando es uno de tantos ejemplos de esa misma izquierda exquisita que mencionas que está encantada de poner palos en las ruedas para deleitarse de su marginalidad política. Otro ejemplo el primer comentario de Benjamín: «la izquierda y lo que sea que sea Podemos». Parece que lo que gusta es la sobreescenificación a lo Pedro Sánchez con la bandera de España. Cada vez que se pregunta a cualquier miembro de Podemos por su ideología responde que aunque no sirva para poder ganar las elecciones (porque la izquierda ha sido históricamente derrotada) es de izquierdas. Cuando se pregunta por su programa electoral es un programa de la socialdemocracia clásica. En los mítines apelan explícitamente al «votante socialista». La confluencia (temazo) se está intentando construir con Compromís, con Anova, con distintas ramas de IU, etc. Pero para algunos nada de eso es suficiente hasta que Pablo Iglesias no lleve el mástil de la bandera de la URSS metido en el culo. Y todo esto con un CIS que pone de hecho a Podemos a la izquierda de todo lo habido y por haber. Que digan estas voces, por ejemplo en eldiario.es, que su único interés está en salvar a Alberto Garzón y ya está (que bienvenido sea).
A mí el resultado de las elecciones, el mediático, me parece similar al de las andaluzas, aunque con la diferencia de que ahora Ciutadans no va a decidir el gobierno autonómico. Apoyo mediático a raudales, encuestas fantasma y al llegar las municipales… castañazo de Albert Rivera. Hace poco, cuando la campaña electoral todavía no se había polarizado, había encuestas que daban a Ciutadans hasta más de 30 escaños en Cataluña, cuando en el resto de España pues ya se vio. Los medios seguirán a lo suyo y la gente se tragará lo que quiera tragarse (a priori todo lo que les echen). Lo que no se va a dar en las generales es un escenario en el que el PSOE supere al PP y Ciudadanos supere a Podemos. La única duda es si Podemos podrá o no superar al PSOE, y hay demasiada gente, malos y «buenos», tontos útiles e inútiles, colaborando para que no ocurra.
Para mí un error de Podemos es su actitud con el PSOE tras los pactos autonómicos. Fueron demasiado sencillos, especialmente en Valencia donde Compromís también se acobardó. El caso del corruptísimo PSOE asturiano en las municipales fue mediáticamente asqueroso, cuando la gente de Podemos, por no apoyar a un delincuente en Gijón, tuvo que regalar al minoritario PSOE de Oviedo la alcaldía, con el aplauso, eso sí, de las izquierdas exquisitas varias.
El PSOE es el partido del régimen. El PSOE se está desangrando, es verdad, pero si el PSOE no cae, el régimen no cae. Si el PSOE aguanta, el régimen aguanta. El Estado autonómico no saltó por los aires el domingo porque el PSOE no perdió lo necesario. No hay la suficiente tensión con el PSOE.
Miguel
/ 29 septiembre 2015Sí el panorama es muy preocupante porque de momento la mayoría de las distintas cuadrillas de toreadores están consiguiendo que la mayoría del personal siga con la cabeza gacha, mirando sólo el capote y siguiéndoles hacia donde los toreadores les interesa que vayamos. Los intereses son muy poderosos y a esta gente les encanta dar la vuelta al ruedo.
Adjunto un video muy interesante que indirectamente tiene relación con el artículo.
Es una conferencia de Antonio Baños. Hace un análisis de este “ejemplar» país con datos y conclusiones muy interesantes. Saludos
Benjamín Recacha García
/ 30 septiembre 2015Hola, E. A mí la sobreescenificación no me dice nada. Me encantaría que Podemos ganara las elecciones porque es la única oportunidad que tenemos para salir de este fangal, pero con el mensaje del centrismo Podemos no va a ninguna parte, porque ese espacio ya lo ha ocupado Ciudadanos (aunque en realidad sean de derechas) y no arrastra el lastre de la corrupción. De los descontentos con el PP y buena parte de los votantes que se definirían como centro-izquierda, Podemos no va a pescar nada, así que (en mi opinión) la única opción que le queda es recuperar su espíritu inicial, olvidar el tacticismo y lanzarse a saco a por los votantes de izquierdas (imprescindible la unidad popular, con generosidad por todas las partes), incluidos los nacionalistas de izquierdas (Valencia, Galicia, Euskadi, Navarra, Catalunya…) y los abstencionistas. Y para ello necesitan recuperar la frescura, y un mensaje muy claro y muy radical. Saludos.
Carlos Mª Herrera (@CarlosMHerrera1)
/ 30 septiembre 2015Yo estuve ahí. El 31 de enero estuvimos ahí, en la gran convocatoria de Podemos. Viajamos con el coche un grupo de amigos, mi mujer y yo. Estuvimos los primeros, apretados contra las vallas en primera fila, en Sol. Y me emocioné cuando les vi los rostros, en primer plano, «aconojaítos» con la visión que les entregaba la plaza, llena hasta los botes. Se me escaparon unas lágrimas cuando se entonó «Cambia, todo cambia».
Hoy, sinceramente no creo que vote a Podemos en las Generales. El discurso está cambiando día a día a la captura de los votos, los que sean, y el «líder» discurre caminos sinuosos, cada vez más líder en personalismos, en descalificaciones a adversarios y adherentes no tan avenidos a su gusto, en el dedazo de colocar a su chica en la cabecera de listas, en éstas y otras cosas que se manifiestan tan osadamente y cada vez más lejos del espíritu asambleario del 15M. Su discurso me suena cada vez más a Psoe, sin los corruptos, por supuesto. Pero yo para empezar a votar Psoe a estas alturas, ya estoy muy viejo. Creo que sin confluencias o plataformas como han sido el caso de Madrid y Barcelona, la cosa se va a poner difícil. Y mucho menos por personalismos, que ya hemos visto a qué conducen al final. Menos «me» y más «nos», le apuntaba en algún tuit a Pablo Iglesias. Pero sobre todo, las ideas tienen que ser muy claras, objetivos bien definidos, que es lo que les ha hecho perder un montón de votos en estas catalanas, y no la tan mentada polarización. Sin miedo a definirse porque no se puede contentar a todos. Creo que el cascabel que nadie le quiere poner (o quitar) al gato, es el tema de la monarquía (y perdonad mi ignorancia). Creo que ahí está el nudo gordiano del problema. Creo que sin monarquía, en una república federal, Cataluña y las distintas nacionalidades no se habrían planteado el independientismo que además mañana sumará más adeptos que hoy, y así día a día. Los independientistas no están todos los que son, y no van a ir a menos. Irán a más, con la ferviente ayuda de Rajoy, e incluso del Psoe que por eso y pese a tanto bailoteo ha tenido el peor resultado, aunque ahora les interese compararlos con hipotéticas encuestas y en otros momentos rechacen esa vara de medida. Y ya están levantando la mano los vascos, y piden permiso los gallegos… Quien no vea que la España Una y Grande se resquebraja, que la España de la Transición ha quedado obsoleta hace ya bastantes años, no está percibiendo la magnitud de la situación. Éste no es un momento de personalismos sino de generosidad inteligente desde las candidaturas y desde la llamada izquierda (cada vez me gustan menos los rótulos). Creo que Podemos debe liderar esa izquierda sin ambages ni soberbia, con objetivos claros y sin miedos, y con inteligente prudencia porque lo que se está jugando ahora mismo puede ser incluso más complejo que lo de la Transición. Y eso por no hablar de Europa, que esa es otra. Estamos frente a una tremenda crisis estructural del sistema, que además se acelera. Hace tres meses no se nos había caído encima el problema de los refugiados sirios (Aylán, que nunca pueda olvidarte), que ahora la primera economía europea, Alemania, que nos ha paseado su emblemática industria automovilística por las narices, nos viene a contar cómo nos ha estado engañando a sabiendas. La velocidad de noticias de calado es de vértigo. No voy a seguir dándole a las teclas porque se hará muy pesado, pero creo que todo está relacionado. Seguramente es más fácil de los que parece, porque es una cuestión de valores de justicia universal.
Tenemos que tener las ideas muy claras, más claras que nunca. Esto también nos coloca ante una oportunidad histórica, quizás una de las más importantes de la propia historia humana.
(Sí, seguramente hay mucha izquierda y muy exquisita, pero no nos olvidemos que la mayor parte de la sangre que se secó en las cunetas…)
Un abrazo
lazonatribal
/ 30 septiembre 2015Hablamos de cambio en el Gobierno y yo me pregunto ¿Acaso sirve un cambio de Gobierno sin que hayamos cambiado nosotros mismos? para cambiar, hay que aprender, aprender observando, haciendo autocrítica, y la falsa crisis ha sido, de largo, el mejor maestro de los últimos años ¿hemos aprendido tanto de ella como se ha podido para haber cambiado? me temo que no, que aquí la mayoría seguimos queriendo que todo vuelva a la normalidad, ya sea con la izquierda o con la derecha, que vuelva la normalidad para podernos comprar ese mejor coche, esa inmesa tele y todo lo que se nos antoje. Cambiará el Gobierno, o no, quién sabe, pero lo verdaderamente importante seguirá igual, y ése ha sido el triunfo de la élite, que no sabe de derecha ni izquierda, sólo sabe de super-ricos y el resto, que las hemos pasado putas, que no nos queda nada y ni nos hemos enterado del porqué.
Antonio Alfonso Fernández Rodríguez
/ 7 octubre 2015Ser español nunca ha sido cómodo, más en estos tiempos que corren es más incomodo que nunca, el separatismo, el paro, la corrupción generalizada de todos los partidos políticos, que no solo consiste en meter la mano en la Caja, que también, si no en otros tipo de corrupciones: la falta de conciencia social, individual y colectiva, la defensa del bien común, la defensa de la sociedad civil, y la baja condición moral de políticos y ciudadanos que viven en el materialismo más exacerbado, y en la promiscuidad más significativa, hace que el cainismo exagerado envilezca nuestra condición de hispanos.
Anton
/ 7 octubre 2015En mi opinion, la desunión del centro derecha, tendrá efectos desastrosos en las próximas elecciones generales