
Hace 37 años ¡Éramos tan jóvenes! Portugal se levantaba en paz contra su larga dictadura. España tardaría un año más en ver morir, en la cama, a Franco, que es una sensible diferencia. Los claveles de la liberación nos inundaron a muchos aquí de esperanzas. La nostalgia solo ¡y nada menos! da calor –o frío- al corazón, lo que cuenta son los hechos que cimientan el futuro. Rabiosamente jóvenes nos inventamos un presente con las herramientas del esfuerzo y la ilusión.
Apalean hoy a Portugal los especuladores. Grecia, la tercera (con España), en el triunvirato de “los sueldos más bajos”, “el menor gasto social” nos muestra de qué sirven los “rescates” de la UE, FMI y asimilados: más y más recortes hasta asfixiar. Hoy dicen que igual cae como Lehman Brothers. Un país entero en bancarrota. Con ciudadanos dentro que en modo alguno causaron la crisis, y mucho menos cuando cobraban “los sueldos más bajos de Europa” y la larga coletilla de la desigualdad. Los manipuladores -como saben que hablan para desinformados- atribuyen la culpa al gobierno socialista griego que se encontró el pastel neoliberal en su reciente llegada al poder. Y ni siquiera es completamente así: el causante final es el sistema degenerado con la UE, FMI, “mercados” y familia al frente, y sí, los neoliberales en los gobiernos nacionales.
De vez en cuando al «atado y bien atado» se les cuela un gesto ante el creciente malestar popular. El Parlamento Europeo aprobó, a primeros de marzo, instaurar la Tasa a las Transacciones Financieras (TTF) en la UE, Es decir, que ese dinero que se mueve en el mundo destinado fundamentalmente a la especulación (sólo el 10% sella acuerdos comerciales o de producción) pague un porcentaje mínimo, 0,05%, para luchar contra el subdesarrollo, el desorden climático y la pobreza.
Pues bien “Bruselas” –denominémosla como un ente- y el FMI están buscando “soluciones alternativas” para descafeinar la Tasa Tobin. Se da ya por perdida, nadie con poder la quiere, G20 incluido. En su voracidad sin límites, ni de la calderilla quieren desprenderse.
Los portugueses son sensatos, buena gente. No sé si volverán a florecer en protestas, pero, de entrada, se han irritado con la oposición conservadora por querer sacar tajada electoral del secuestro de los “mercados” –sí, llamemos a las cosas por su nombre-. Gane quien gane las próximas elecciones el resultado es el mismo, sin embargo. El cáncer está en Bruselas, FMI y el resto del equipo. Es algo que se cambia con los votos. Masivos. Recordemos una vez más que nuestro representante más votado en Europa es… Jaime Mayor Oreja. Así nos va.
El Grandola vila Morena sigue siendo, tantos años después, un motor para ponerse en marcha.
Grândola, villa morena
Tierra de fraternidad
El pueblo es quien más ordena
Dentro de ti, oh ciudad
El pueblo es quien más ordena
Tierra de fraternidad
Grândola, villa morena
En cada esquina, un amigo
En cada rostro, igualdad
Grândola, villa morena
Tierra de fraternidad
(…)
Juré tener por compañera
A la sombra de una encina
De la que ya no sabía su edad





