“Buques de guerra británicos visitarán Gibraltar en medio del conflicto diplomático” “feroz”, según es calificado. Es la noticia que abre ahora mismo The Telegraph. Habla el diario de una “rápida reacción” británica. La expedición estaba programada “hace meses”, según fuentes militares, para participar en unas maniobras en el Mediterráneo. Lo que no está claro es si estaba previsto que, previamente, recalara en Gibraltar. Se recrudece pues un absurdo pero “oportuno” conflicto para distraer la atención de asuntos más graves que viene bien a Cameron y, mucho mejor, a Rajoy. La excusa buscada por el gobierno del PP es harto peregrina: la propia España echa bloques de cemento al mar, es práctica habitual y positiva según los ecologistas. Y desde luego a Bárcenas, sobres, sueldos y sobresueldos, crisis económica… se los ha tragado la tierra.
España está preparada para afrontar el conflicto al que le tiene muchas ganas. Según uno de los diarios de referencia del gobierno, La Gaceta, del grupo Intereconomía”, “España ha declarado la guerra fría a Inglaterra”. Que las guerras «frías» no se declaren no tiene la menor importancia. Mientras, un ABC emocionado titula desde hace días la sección de noticias -a las que dedica anterior preferente- con las declaraciones de nuestro ministro de Exteriores García Margallo: Se acabó el recreo en Gibraltar.
No sabemos qué tal acogera la marina española esta noticia. Andan ocupados con un problemilla que les ha surgido estos días. Resulta que han descubierto que el submarino S81 Isaac Peral que habían encargado a la empresa pública Navantia no puede emerger. Algo debieron sospechar en las pruebas, y buscaron soluciones. Un estudio encargado a la consultora estadounidense Electric Boat (General Dynamics) –que ha costado 14 millones de euros- ha determinado que el submarino pesa demasiado. Un 8% más de lo que debería. Y navega estupendamente por debajo del agua pero no puede subir a la superficie, igual ni puede sacar el periscopio. La empresa norteamericana ha aconsejado retrasar la salida del modelo a 2020 una vez solucionados los problemas técnicos. O que se olviden de él aunque se hayan invertido ya más de 2.000 millones de euros.
Ciertamente, la Royal también ha tenido problemas con un prototipo de submarino llamado Astute. Iba a ser el más rápido conocido y por problemas técnicos no alcanza la velocidad programada. Es decir, que podríamos encontrarnos con el español que no sube a la superficie y el inglés que va como una lancha de paseo. Habrá que volver a las lanzas, mucho más seguras.
Porque no sé si podremos esperar a 2020 para saciar las ansias bélicas del PP. Imagino que contarán en el resto de la flota con barcos y submarinos en mejores condiciones y bien equipados. Aquellos cañones sin agujero de Gila ya los habrán reparado ¿no? Claro que ya digo, las lanzas siempre son una solución.