Disturbios en Londres: una vuelta de tuerca

Existía claramente el peligro y ha ocurrido. La muerte por disparos de la policía de un joven negro, Mark Duggan, en Tottenham ha desatado una ola de violencia en Londres que ya se extiende por otros barrios y por otras ciudades. Solo faltaba una chispa. Frente a las protestas pacíficas en España o en Grecia, buscando colaborar y un futuro mejor, la británica quema y roba lo que encuentra. Una enorme diferencia.

Este Agosto tórrido donde los haya, vivimos sobresaltados por semanas “negras” bursátiles que se arrastran de lunes a lunes, incluyendo la antaño sagrada paz del descanso dominical. Los mercados campan a sus anchas doblegando gobiernos e instituciones, y una empresa privada basada en el lucro –Standard&Poor´s- se permite bajar la nota al aún país más poderoso de la tierra provocando –muy probablemente- una gran recesión mundial. Una agencia de calificación, sin más, tan desprestigiada como sus colegas Moody´s (que dio la máxima nota a las hipotecas basura causando el derrumbe financiero de 2008) y Fitch (que algo más prudente ya parece ser). Y hasta el Banco Central de Europa pierde los oremus por los pasillos (una vez que reacciona, bien es verdad, que se lleva lo suyo en hacerlo) para poner parches con nuestros impuestos que se despegarán en dos días.

Vivimos en una sociedad en la que los ricos no pagan impuestos. Legalmente menos que los demás por medios de trucos de elusión y llevándose lo grueso a no cotizar un céntimo en paraísos fiscales. En un mundo en venta en el que las facturas –cada vez más engrosadas- han de salir de las costillas de los ciudadanos de a pie. “Ajustes imprescindibles”, “reformas”, mermas en derechos laborales y hasta humanos. Lo estamos viendo en Cataluña, que tras cerrar hospitales, ahora también afronta “recortes” hasta en guarderías. En un mundo que reduce los presupuestos para educación.

Y a la vez, en el que fomenta el consumismo feroz. Los chicos de Londres quieren IPODS, IPADS, móviles de última generación, televisores de plasma, cuando los durísimos ajustes de Cameron y Cleggs están privando a las clases desfavorecidas -a las que ellos pertenecen- casi de comer y desde luego de un futuro. Pues va uno y lo coge, han pensado. Y violentamente que desfoga.

Los periódicos conservadores españoles –la mayoría- en su inmenso alejamiento de la realidad, ya tienen a sus violentos a quienes culpabilizar. “Atracadores infiltrados en el 15M”, escribía el otro día el ABC, “Radicales, extranjeros y con antecedentes, detrás de los «indignados».  Llevan haciéndolo varias semanas con los pacíficos españoles. “La crisis económica no puede convertirse en la única explicación de los episodios de violencia que se están multiplicando en Europa”, escribe hoy en su editorial ¡El País! ¿Dónde ha estado la violencia en España, en Grecia? ¿En las cargas de la policía que, por ejemplo, gaseó  literalmente a los manifestantes griegos? Lo de Inglaterra es otra cosa muy diferente. Una vuelta de tuerca. Una revuelta hija de un tiempo de consumismo, deseducacion, desinformación, y flagrantes injusticias.  ¿Se justifica todo esto? No. En ningún caso. Se explica. Llamo la atención sobre que los problemas de fondo no han cambiado un ápice, se agravan cada día. Peligrosísimo camino: suele acabar muy mal.

El G20 apuntala el capitalismo

Han retocado varios borradores, han negociado entre bastidores las posturas enfrentadas, las cifras a aportar al plan de rescate subían a lo largo del día hasta aprobar la mayor inyección económica de la historia. Más de un billón de dólares extra (en torno a los 750.000 millones de euros). De ellos, 750.000 millones de dólares se destinarán a reactivar las economías de los países más desfavorecidos y el resto para incentivar el comercio en general. Los distribuirá y controlará el FMI, organismo que hasta ahora ha llevado políticas erráticas y del que se prevé una inconcreta remodelación. Habrá, además, 100.000 millones para los bancos multilaterales de desarrollo (el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo).

 Han puesto dinero sobre la mesa, se crea, además, un Consejo de Estabilidad Financiera -en el que estará España- para controlar al sector financiero, causante esencial de esta crisis. Lo hará junto al FMI. También se va a ir contra las primas desvergonzadas a los ejecutivos de los bancos. Sarkozy -muy satisfecho- ha dicho que «se había acabado el capitalismo al estilo anglosajón».

Punto fundamental: «principio del fin de los paraísos fiscales», como lo ha definido Rodríguez Zapatero. Se confeccionará una lista negra de aquellos países y reductos consagrados a la evasión fiscal. Se anunciaba para hoy mismo, pero la relación definitiva puede dilatarse hasta seis meses. Algunos problemas. «El anterior listado de la OCDE no permite ser demasiado optimista», cuenta Ignacio Escolar. «En ella sólo se considera como paraíso fiscal a tres países: Mónaco, Andorra y Liechtenstein». Le Figaro, más tarde,  informa de otros cuatro añadidos hoy: Uruguay, Costa Rica, Malasia y Filipinas. En la lista «gris oscura» se encuentran 32 estados, -Andorra y  Liechtenstein  están aquí ahora, han mejorado el color y ya se considera que no incumplen completamente los acuerdos internacionales- y luego Gibraltar,  Barbados, Liberia, Bahamas, Bahrein, Belize, Bermudas, Islas Cayman y Panamá. Por último, en la «gris clara» se situarían, según el diario, Austria, Bélgica, Brunei, Chile, Guatemala, Luxemburgo, Singapur y Suiza. Si no investigan en Suiza mal vamos.  Y otro problema aún más serio: se investigará a petición concreta. Es decir, que si alguien busca una empresa ha de preguntar paraíso por paraíso si hay allí una cuenta fraudulenta. Sí se preven sanciones ejemplarizantes.

Habrá que ver cuál es el desarrollo de todos estos puntos. Hay que ser posibilistas, dado que no son esperables revoluciones masivas… todavía. La sociedad no parece estar suficientemente harta. En esa línea, incluso es saludable contemplar colores y procedencias diferentes en la mesa donde se decide nuestro futuro. Ver allí a países que no son poderosos pero cuya voz cuenta. Como decía Iñaki Gabilondo, representan al 85 % de la riqueza del planeta, el otro 15% se lo reparte el 40% de la población mundial. Ellos también tendrán que estar.

Todos contentos. Obama cambiando la faz de EEUU que Bush enturbió y como estrella del rock popular. Sarzoky no se ha visto mermado. Merkel tampoco. Brown, nada,  mucho menos de lo esperado. Lula sólido. Buen papel de Zapatero que consolida la presencia de España en las tomas de decisión planetaria. Y la sensación de que, acuciados por la crisis, los mandatarios internacionales intentan cambiar algo. Nadie sabe si no será sólo prolongar la agonía del capitalismo y, con ella, la nuestra. Esperemos algo más tranquilos.

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