
Rosita Amores es contratada por la Generalitat Valenciana para distraer a los ancianos. En cuentas poco claras.
Se llama o hace llamar Rosita Amores, una vedette de carnes desbordadas que se fotografía frente a una enorme paellera. Vacía, menos mal. ¿Adivináis dónde hace carrera a cargo de la Administración? Paella, mal gusto, trapicheos.. Sí, es el nuevo hallazgo de la corrupción Gürtel en la Comunidad Valenciana. En la actual, en la del Fabra bueno o menos malo.
El Juez Ceres en su investigación, y tras procesar a 21 cargos de la Generalitat de Francisco Camps, ha llamado la atención acerca del uso que el gobierno de la comunitat hace de la “caja fija” o de las “cajas fijas” porque en los distintos departamentos se gastan unos 40 millones de euros sin mayores controles.
Y allí se ha encontrado a Rosita, esta desparramada mujer que presume así de su físico y gracia sin par. La dirección general de Dependencia y Mayores de la Conselleria de Bienestar Social (ahí es nada) la contrata para que distraiga a los ancianos de la comunidad a razón de 726 euros el bolo. El Mundo incluye en su información el registro de los pagos que se extenderían hasta este agosto aún no iniciado.
Este atracón de vulgaridad extrema, de obscenidad estética, que perpetra el PP en Valencia, con cargo a los impuestos ciudadanos y con la debida opacidad en las cuentas, es casi nada al lado de la entrevista a la Presidenta de Castilla-La Mancha y Secretaria General del PP en el mismo diario. Precisemos, las preguntas y repuestas que para lucimiento de la interesada hace una individua que se firma como periodista. Héctor Juanatey ha sintetizado este derroche de cinismo que se gasta sin mover un músculo de su conciencia doña María Dolores y su interlocutora.
Como Maruja Torres, creo que hay que llamar así a Cospedal, doña María Dolores. Mi colega la definía divinamente: esa figura que tanto pone a muchos hombres progres (las hechuras y la maldad, combinadas, son el sueño de los varones huérfanos de madrastra), asoma a la palestra, enarbolando, cual Estatua de la Esclavitud, la antorcha ciega de un nuevo atentado a las libertades.
Y ahí la tenéis, sonriendo -lo cuál es raro de ver en sus fotos- pero manteniendo esa sonrisa casi diabólica que deja entrever las carcajadas que muestra en privado por su desfachatez.
¿Y Jordi Pujol? Pues nada, que el hombre, un día por otro ha visto pasar 34 años sin regularizar lo que dice ser una herencia de su padre, y que mantuvo oculto en el extranjero. A estas alturas tenéis sobradamente formada vuestra opinión sobre el asunto, pero es que no habéis caído en algunos detalles. Hay que acudir a esos periodistas como la que ha promocionado a Cospedal para encontrar detalles que nos pasan desapercibidos. Yo ayer, con este artículo de Manel Pérez en La Vanguardia vi otra cara del asunto y es que hasta se me saltaron las lágrimas. Ved.
«Fueron dieciocho días de pesadilla para la familiaPujol, y especialmente para el patriarca, Jordi Pujol Soley, durante 23 años presidente de la Generalitat, fundador y máximo dirigente de CDC, primer partido de Catalunya», comienza. Y nos sitúa en en esos sentimientos tan humanos que se desbordan cuando uno ha evadido millones y le han pillado con el carrito del helao:
«La declaración a Hacienda supuso un paso sin marcha atrás y para Jordi Pujol Soley representó un auténtico tormento. Fue en ese contexto que, dando rienda suelta a su desesperación, suspiró pensando en «¡si pudiera quemar ese dinero!», eludiendo así las consecuencias de 34 años de ocultación».
Pero, tranquilos, que el PSOE se ha remozado que no veas. Ya tiene Consejero Delegado como le llama Antonio Orejudo y una ejecutiva estupenda. Dicen «yo» con frecuencia, mandan y ordenan, se autodenominan muy preparados -cuando no lo parecen- y ensalzan mucho al jefe. ¿Algo más sobre sus congresos y promesas? ¿Que les gustan mucho a quienes los han elegido? ¿Y a alguien más? Perdonadme, de verdad hay tan poco qué decir.
Quienes sí andan muy preocupados son los grupos pro sistema, pro sistema del PP y en su caso PSOE, con todas esas medidas que tanto favorecen a la sociedad y que dejan tan en buen lugar a la ética. Los de las Rositas, los honorables, las Fiscalías que no quieren se juegue con las cosas de comer, etc…
Pero muy preocupados. Mirad lo que están osando hacer.
¿Rosita Amores es el principio? No, parece el fin de un camino que aún puede ir mucho más allá.