La noticia saltó entre las de los menús navideños, la propaganda política o las bazofias varias de distracción: en Japón se están reclutando indigentes para limpiar el desastre de Fukushima. El reportaje de la agencia Reuters que reproducen varios medios, habla de algunas detenciones, pero también de una enorme opacidad en los trabajos que tratan de paliar los destrozos ocasionados por el escape nuclear. Hay más de 700 empresas subcontratadas por la Administración, pero además no está nada claro cómo lograron algunas sus contratos cuyas bases no fueron ni publicadas. Los periodistas de la agencia británica descubrieron que un grupo de empresas no pueden siquiera ser identificadas. El caso es que urge ver qué hacen con el desaguisado y no parecen estar siendo muy escrupulosos con la legalidad.
Y así reclutadores de desesperados recorren las estaciones o lugares donde se “alojan” los sin techo. Limpiar Fukushima es un trabajo. Alguno de los contratistas hasta escatima el salario mínimo, “algo es mejor que nada” ¿no dicen eso también aquí?
La radiación nuclear no desaparece, o lo hace en miles de años. Hubo héroes durante el escape de hace 3 años que se quedaron dentro para tratar de minimizar los daños. Muchos murieron. Tras tanto tiempo de abandono y desconcierto, entrar ahora a “limpiar” es un suicidio. El pan para hoy y la muerte para mañana en toda su crudeza.
La ciencia ficción había retratado el escenario. Elysium es hasta ahora la última película en hacerlo. Pero ya está aquí. Nadie en su sano juicio se emplearía en semejante actividad, salvo los desesperados. Aquellos a quienes les da lo mismo ya vivir que morir, si es que se llega a tal grado de hundimiento. He pensado mucho en ellos estos días. Son la constatación gráfica de que ya existen los desechos del sistema. La muerte silenciosa de cada día, la que viene de la precariedad, de repagos y restricciones sanitarias, tiene un paso más adelante: trabajar para morir. En lo que nadie quiere. Únicamente los ya descartados… en vida. Han «enfermado», les han hecho enfermar, de pobreza.
Estamos aceptando estas condiciones. La rebaja continua de las cláusulas laborales y hasta de las de vida. Privatizados servicios de la Comunidad de Madrid, limpieza, lavandería sanitaria, pagan ahora la mitad a los mismos empleados. Hacemos la vista gorda a que se subcontrate en sucio incluso la gestión de la salud, como ha encontrado la Cámara de Cuentas pasa en la sanidad pública que privatiza también el PP en la Comunidad de Madrid. No se sabe ya quien anestesia o analiza y trata la sangre, y no son asuntos baladíes. Este mundo hemos fabricado. Su único fin es el lucro… de unos pocos. Resulta incomprensible que tanta gente, víctimas incluso, lo amparen.
Lo malo de la degradación es que no se para. No sola. Una vez iniciada pone el turbo y avanza sin freno. Lo estamos viendo.
Si yo fuera una indigente japonesa de todos modos no me iría sola de este mundo, ya puestos mejor ir en compañía de unos cuantos responsables de esta situación. Pero sigue el manto de impunidad y silencio para todos los atropellos. Un trabajo para limpiar Fukushima puede ser el último, el que pague la última comida del condenado por el sistema. Y no hay paños calientes. Esto está pasando.
killedheart
/ 2 enero 2014Ya hace tiempo que venimos viendo esto, y que lo venimos denunciando, me refiero a la eliminación de derechos y libertades, pero lo que más me asusta, es ver cómo la gente lo acepta con resignación.
Aceptamos como necesario el que unos ladrones nos gobiernen, el que la justicia no sea justicia, y el que nos esclavizen y nos quiten nuestro futuro y el de nuestros hijos, aceptamos como valido que hemos de tener menos educación, sanidad y sobretodo trabajo, aun a sabiendas de que es el futuro de nuestros hijos el que vendemos, y el presente de nuestros padres.
Y si les preguntas, aunque todos protesten, ninguno hará nada, porque Somos Tontos, porque nos matamos por salvaguardar nuestro actual puesto de trabajo, y por ello permitimos que nos sigan recortando derechos, hasta que un día nos digan que aun a pesar de habernoslo quitado todo no es suficiente.
Aun así, seguiremos diciendo aquello de «a mí eso no me importa», y permitiremos que ladrones dirijan el país. Y nos sigan robando y no saldremos a luchar.
Joan
/ 2 enero 2014Lo que fue la cuna de nuestra civilización, el llamado creciente fértil, 10.000 AC (actualmente los territorios de Egipto, Israel, Cisjordania, la Franja de Gaza, y Líbano; amén de partes del río Jordán, Siria, Irak, el sudeste de Turquía y el sudoeste de Irán) fue en su día:
“Por este desierto sólo se extienden hoy monótonos e infinitos mares de arena amarillo-pardusca. Pero en otros tiempos ondeaban aquí inmensos campos de cereales y se extendían cultivos de hortalizas y campos de frutales y de palmeras hasta perderse de vista. Las fructíferas haciendas estaban surcadas por un sistema de canales y zanjas”
Por supuesto la tala, el pastoreo, y la irrigación, sobreexplotaron el medio y produjeron la desertización que conocemos hoy. Quizás es el primer ejemplo de que por un tiempo las cosas pueden ir muy bien, pero al final se impone la matemática de la vida. Los ejemplos hasta nuestros días son numerosos.
Ahora, una vez más, la era de las consecuencias ha llegado.
http://petroleoendeclinacion.blogspot.com.es/2010/11/blog-post.html
Joan
/ 2 enero 2014Joaquín Barceló
/ 2 enero 2014Aunque no sea comparable con lo de Fukushima, entra dentro de la situación que estamos viviendo en España. Solamente me voy ha referir al tema de los bancos, donde han robado, han estafado, a los depositarios con las clausulas «Preferentes», han reducido al mínimo las oficinas, despidiendo, dejando en la calle, a unos miles de empleados, trasladando a otras provincias y reduciendo el salario de los empleados que se quedan, aumentando la jornada laboral a estos, incluido el trabajo por las tardes sin compensación equivalente al salario que tenían y les corresponden. Aceptan las condiciones impuestas por la entidad, porque, como bien aquí se comenta, «más vale esto, que el paro o el traslado». Esto también esta pasando con empresas. ¡Ha donde hemos llegado! Pero más asombroso, es todavía, que los cuenta correntístas acuden a estas oficinas ha sabiendas de la estafa, del robo y del chantaje que estas empresas, están cometiendo. Pásense por alguna de estas oficinas y verán hasta colas de personas que siguen realizando movimientos de sus cuentas, he incluso, siguen realizando depósitos de efectivos y contratando planes de pensiones. ¡Es inaudito, increíble! Aquí nadie se considera ofendido y menos, todavía, solidario. Yo, me pregunto, ¿por qué en los años cincuenta y sesenta, del siglo pasado, salíamos miles de personas a las calles, hacíamos plantes en las empresas, boicots en trenes, autobuses, cines, protestas por la subida del precio del pan, por el despido de trabajadores, por el retraso de pagas salariales, en fin, por todos los abusos e injusticias, y ahora vemos esta plaga de «percebes»? Ha sabiendas, en aquellos años, de que tenías a la Guardia Civil, policía Político Social, miembros de los llamados somatenes colaboradores de la represión, que pegaban con saña y podías estar días en los calabozos, con interminables interrogatorios y con mucha facilidad, Consejo de Guerra o Pasar por el TOP (Tribunal de Orden Público) y a la cárcel. Creo, pienso, que la situación merece un estudio de profundidad de nuestra actual sociedad. Un saludo, SE PUEDE Y SE DEBE.
Joaquín Barceló
/ 2 enero 2014Después de terminar mi escrito anterior, leo en «eldiario.es», a Maruja Torres en su artículo «mis deseos para el 2.014». Me permito recomendarles su lectura. Un saludo.
Miguel
/ 2 enero 2014Interesante que hayas sacado el tema de Fukushima, Rosa María, pues poco se habla de él, por la importancia que tiene.
Por falta de información o de interés, seguramente la mayoría de los habitantes de este planeta, no lleguen a saber nunca la verdad sobre lo que en Fukushima pasó y está pasando y sus consecuencias sobre todos nosotros en mayor o menor medida.
Otros que por interés, sí seguimos las noticias especializadas, que buscando, se encuentran en Internet, sí tenemos idea de lo sucedido y de los efectos que ha producido y producirá durante años a nivel global, pero por supuesto y principalmente sobre esos trabajadores que de manera criminal están forzados (aprovechándose de sus circunstancias) a pagar con su vida en el «desmantelamiento» de la planta (que dicen durará 40 años) y también sobre una importante parte de Japón y sobre la fauna y los habitantes de los países que rodean al Océano Pacífico por los millones de litros de aguas altamente contaminadas derramadas o echadas al mar, más la o las nubes tóxicas correspondientes.
El interesante artículo de la también interesante web, que adjunta Joan sobre ese tema, firmado por Edgar OCAMPO, 1 marzo 2013, aclara cosas.
Saludos
francisco gomez
/ 2 enero 2014Las políticas neo liberales traen estas barbaridades.En África también se están cometiendo barbaridades y luego los dictadores de esos países compran casas y dejan su dinero en bancos de Europa.En Asia empresas multinacionales fabrican ropa y accesorios y aquí se mira para otro lado.En España con este desgracia de gobierno al dictado de la alemana insaciable tendremos pronto unas condiciones más precarias de las que ya empezamos a tener.¿Recuerdan al chorizo que dirigía la CEOE cuando decía que había que trabajar más y cobrar menos? o ¿el listo que decía que había que trabajar como chinos?Ahora que nos dirán que trabajemos como los japoneses.Y no olvidemos que los recortes en sanidad se pagan con la vida,pero eso no le interesa al gobierno ,ni a la caterva de los pro carcas. A ellos les interesa el feto,los que están en las listas de espera ,esos no les interesa.
Saludos Paco
Luis Rodríguez Casó
/ 2 enero 2014SÓLO SE OCURRE DECIR «DIOS MÍO,DIOS MIO.
Jevi Rivas
/ 2 enero 2014Pues ya sé que suena heavy,pero heavy soy y te doy la razón:Mejor morir matando
Celemín
/ 2 enero 2014Yo lo tengo claro. Si tengo que morir, no será haciendo el trabajo sucio. Si tengo que morir, mejor morir matando.
Salud.
killedheart
/ 3 enero 2014Pues yo prefiero en lugar de morir, ayudar, por eso os pido colaboración con cadena de favores de Ubrique
http://espaciodeiagoba.wordpress.com/2014/01/03/ayuda-a-cadena-de-favores-de-ubrique-necesita-un-local/
joseptoloJOSEP
/ 3 enero 2014¿Es que alguien esperaba una pizca de humanidad en el capitalismo de los siglos XX y XXI?
Eso quedó en el capitalismo paternalista del siglo XIX, las Colonias interiores, como la famosa Colonia Güell, Etc.
Ahora los asesinos no ven la cara de sus víctimas, ni las conocen, ni las tienen que matar directamente, ya que les sobran los lacayos.
Por un mejor 2.014
Isabel
/ 3 enero 2014Hace unos días Facua promovió un apagón generalizado en protesta a la subida de tarifa. En mi zona nadie lo secundó o así me lo pareció.
¿Cuántas personas se preocupan por conocer el origen de la energía que consumen?, ¿cuántas han luchado por evitar que se obstaculice hasta convertir en privativo el autoconsumo de energías renovables?, ¿cuántas objetarían la construcción de una nuclear si la empresa les ofreciera trabajo e inversiones y donaciones a su municipio?… después vienen las lamentaciones y las oraciones a lo desconocido o inexistente. Y, siguiendo las leyes de la naturaleza, el uso de los débiles como carnaza para los más fuertes.
¿Civilización? Si, claro. Se nos desmorona entre las manos y seguimos sin percibirlo.
Me queda seguir observando y frustrarme cada día un poquito más.
Joan
/ 3 enero 2014http://www.decrecimiento.info/2013/12/el-imperio-del-consumo.html
Rubén
/ 3 enero 2014Si uno compara la reacción y medidas de protección para la población en los dos grandes desastres nucleres de Chernobyl y Fukusima, no deja de sorprenderse de que las autoridades rusas establecieran un desalojo mayor de gente alrededor de la central nuclear y unos niveles de radación muchos más bajos en relación a los que tomar las citadas medidas de desalojo que en Fukusima. Y si entonces, nos echábamos las manos a la cabeza, hoy ya ni siquiera podemos hacer esto, porque…¡la hemos perdido, o mejor dicho, esta ya nos sobra, según nuestros líderes!. Sólo nos dedicamos a gestionar los desastres, como si fueran algo natural, adaptándonos completamente a ellos, sin jámas cuestinarlos.
Yolma Lopez Lopez (@YolmaLopez)
/ 3 enero 2014Creo que el mundo necesita,de un sistema consciente ,dónde se respeten los derechos de todos.Dónde el bienestar social prime ante otros intereses.