El liberalismo neocon cabalga de nuevo y lo hace de forma virulenta. Un informe titulado “Efectos sobre el empleo público de las energías renovables” está dando la vuelta al mundo y, según algunos medios, ha minado la inicial confianza de la Administración Obama sobre el modelo español de estas fuentes de energía. Lo cierto es que ha contado con un despliegue mediático sin precedentes. Su autor, Gabriel Calzada, 37 años, economista, fuertemente vinculado a Aznar, FAES y Aguirre –según Público que describe todas las conexiones– e, internacionalmente, con la petrolera Exxon Mobil y el Partido Republicano estadounidense, ha sido entrevistado por la Fox norteamericana, y el Wall Street Journal lo ha elogiado en sus editoriales. Hasta ahora su campo de acción había sido “Libertad digital” donde colaboraba.
España partía con ventaja para beneficiarse del gigantesco plan del cambio de modelo energético de EEUU, cifrado en 600.000 millones de dólares. De ellos, casi 100.000 irán a impulsar las inversiones en energías renovables. Y… Obama ha dejado de referirse a España.
51 páginas avaladas con el membrete de la Universidad Rey Juan Carlos que esgrime la “libertad de cátedra” -Jesús Huerta de Soto es su titular- para haberlo autorizado, en las que se niega el cambio climático y plagado de mentiras intencionadas. Otros contra-informes -os recomiendo éste por ejemplo- las ponen al descubierto, ya que no sólo le rebate, sino que lo descalifica como trabajo serio. Pero no tienen los medios para alcanzar la misma repercusión.
El joven Calzada es ya un veterano en la defensa de sus ideales. En 2007 -Era Bush- ya presentó otro informe ante el Senado norteamericano, que publicitó en la página web de la Institución que preside, Juan de Mariana: “Nuestro país, puesto como ejemplo en el Senado americano de la pérdida de empleos por deslocalización que supone adoptar el Protocolo de Kyoto”. Es decir, que la crisis española no se ha debido a la “burbuja inmobiliaria” impulsada con pasión por el PP, ni a la globalización que ha llevado las fábricas a donde puedan explotar mejor a sus empleados en países con sueldos más baratos, sino a intentar reducir en España los gases contaminantes. Y eso que todavía somos el país europeo que más incumple Kyoto.
Si alguien pensó que los neoliberales iban a cejar en su empeño, andaban equivocados. Yo no lo pensaba, había que reformar realmente el sistema, para desactivarlos. La “reconquista” parte de España, de ese grupo ultramontano, harto de dinero, hambriento de más, que no se detendrá ante nada para lograr sus propósitos. Lo asombroso es que Obama les haya prestado oídos. Ya lo advirtió -porque lo estudió con detalle- la ensayista canadiense Naomí Klein, en su libro «La doctrina del shock» donde habla de la “economía del desastre”: grandes emporios, dirigidos por economistas neoliberales, que obtienen mayores beneficios en las crisis. El inspirador del movimiento, el economista Milton Friedman, llegó a decir “sólo una crisis real o supuesta, puede producir un auténtico cambio”. Con el poder en las manos, ese cambio, siempre es en la misma dirección. Esas mentes en la sombra utilizan tontos útiles que ponen el cazo, rentabilidad a corto plazo, ideología ultraconservadora, sin pensar en el futuro del planeta.
Realmente, al lado de esto, lo que «El PP rechaza…», -mi entrada anterior- cobra otro sentido. Y todo lo que insisto en la indiferencia de la sociedad también.
Aquí tenéis la indignante entrevista de Fox News. Son una apisonadora.