Dice mi querido Vicente Romero en su blog que se encuentra en fase ‘D’: decepcionado, desilusionado, deprimido, derrotado. Así estamos muchos. Añadiendo “des”: desmoralizados, doloridos, desmontados, desnivelados, desgastados, desdibujados, descompuestos, descascarados, desazonados. Todos, salvo los que -ahítos de júbilo- aspiran a pillar más poder, todo el poder, en medio de una degradación de tal calibre que su opción la tomaría cualquier persona sensata como una navaja candente donde asirse cuando un precipicio se abre -que se abre- a sus pies. No sólo eso. Sin duda, representan el total afianzamiento del sistema que nos ahoga, con barra libre para recortes, privatizaciones, o la inmensa desfachatez –también con “de”- de su descarada hipocresía: pedir ahorro y gestión cuando se tiene el ayuntamiento más endeudado de España, Madrid, copando el 23,5% de la suma que deben todas las corporaciones municipales del país, o dos comunidades entre las más endeudadas –Valencia y Madrid, la primera es Cataluña-.
Mirar al gobierno cautivo y desorientado, a todo el PSOE colaborando en el desatino, es sentirse en una barca con todo el casco agujereado. Estamos desprotegidos –con “de”-. Porque ahora el sistema, los mercados sí querrán algo más a Zapatero y su ejecutivo, pero nos está asfixiando a todos, secundando el atroz neoliberalismo que retrotrae a los más injustos periodos de la Historia. Sobre todo por representar un retroceso sobre lo ya conseguido y con gran esfuerzo.
De él forma parte lo que hoy cuenta el diario inglés The Independent, y que recoge el blog Guerra Eterna, de Iñigo Saénz de Ugarte. La doctrina que nos hace a todos responsables del desastre dice que hay que tener ipods, ipeds, ipuds, iipids, ipads, y todo lo que nos manden comprar, y a todos los niveles. Pues bien, leed las condiciones laborales para la fabricación del último juguete tecnológico en China. Desastre, despropósito, desquicie, degeneración, todo con “de”.
- Jornadas de 60 horas semanales pactadas con Apple.
- Un 54% de ellas vulnera esas condiciones, en general con jornadas superiores.
- Un 39% no respeta las normas de seguridad.
- Los trabajadores cobran 35 céntimos de euro a la hora.
Lo más despreciable – y sinónimo de vomitivo, repugnante, repulsivo, inmundo, mugriento, hediondo, infecto, asqueroso, pútrido o nauseabundo-, es lo que dicen algunos comentarios de españoles a esta noticia:
- No entiendo como algo así puede ser portada de un periódico. Muchísimos de los productos que compramos son fabricados bajo condiciones inhumanas o almenos precarias y a nadie le tiene que importar, pues de ello dependen su bajo coste y accesibilidad.
- Sensacionalismo barato, que lo ponga el Independent pasa, pero, Iñigo, sabiendo como sabes que la inmensa mayoría de los productos que usamos y que son fabricados en China lo son en esas o peores condiciones…. ¿ o es que los de HP son fabricados en condiciones europeas?
¿Dimitimos descorazonados? ¿O despertamos? ¿Desatascamos la “D” y abrazamos el abededario completo? Así podríamos hablar de justicia, equidad y fraternidad, libertad pero para todos, para que todos dispongan de la opción de elegir. Se parece tanto al lema francés con el que el liberalismo se presentó en sociedad. Pero degeneró. Démosle puerta ya.
Claro que la desvergüenza y descaro de los principales actores del drama, puede acabar con la crisis en breve, por métodos insólitos. Ahora sí:
Lehman Brothers demanda a JP Morgan al considerarlo responsable de su quiebra. Se ha abierto la veda, demande -con «de»- Grecia. Y España. Y todos nosotros unidos. Sin demora. Y con el dinero en la mano, devolvamos a este mundo la Democracia.