El cirujano de hierro

“Que nadie se crea nada, una vez demostrado que la política, en democracia, es un simple ejercicio de cara dura para mantenerse en el poder y rebañar lo que se pueda, resulta natural. Nuestra historia sugiere que cuando se llega a esto los españoles añoran –y casi siempre consiguen- un «cirujano de hierro», más o menos benévolo y paternal, que les libre por una temporada de la infección de los políticos”. Así termina un artículo que acaba de enviarme Fermín al contacto directo del blog. Lo firma en La Razón un sujeto llamado José María Marco. Busco su biografía: José María Marco colabora regularmente en La Razón, Libertad Digital, La Mañana (Cadena COPE). Escribe también en Revista de Occidente, Noticiero de las Ideas, FAES Cuadernos de Pensamiento Político, entre otros. Ha sido secretario de redacción de las revistas Dezine (1979-1981) y La Ilustración Liberal (1999-2000). También fue miembro del Consejo de Dirección de ABC y del Consejo Editorial de La Gaceta de los Negocios, así como miembro del Consejo Asesor de FAES. Durante el curso 2004-2005 fue Visiting Researcher en Georgetown University, Washington, D.C. (Sí, donde imparte sus cursos magistrales Aznar).

Marco alude en su artículo (publicado el día 15 de Febrero) a que en La Razón, editada por el Grupo Planeta, gestor también de Antena 3, ya han hablado en la misma línea otros artículos de compañeros de travesía. Un repaso a lo que él suele escribir nos sitúa ante esta defensa del puntazo (que no peineta, que la peineta exige dos punzones) de Aznar: “Quien más quien menos, muchos hemos compartido, más aún que apoyado la higa que Aznar dirigió a las crías fresquitas de fanáticos, que acabarían de terroristas si no fueran a colocarse de funcionarios: es lo que los pedagogos llaman socialización en valores de izquierdas”. Amen de otras perlas como “El «caso Gürtel» es irrelevante políticamente. El grado de corrupción que se conoce de él es el tolerable en cualquier democracia occidental”.

Pero nada comparado con “El cirujano de Hierro” al que hoy invoca.

Contaba ayer El País cómo los “ultras” han conquistado (también) la TDT, gracias a las generosas licencias concedidas fundamentalmente por Esperanza Aguirre. Es una barata «televisión de tertulias» dirigidas a expandir, con éxito, su mierda ideológica. “El pluralismo va de la ultraderecha a la derecha extrema», se queja IU. Y es que la proporción de comentaristas ultraconservadores y de izquierdas suele cifrarse en 5 a 1, siendo este último el muñeco de feria con los que los demás se divierten. Al margen claro está de que nunca se aclara nada en este tipo de tertulias, dado que todo queda en un “éste dice, el otro dice”, sin datos aportados por el moderador, y del que la audiencia se sirve con percepción selectiva (“cree” lo que coincide con su ideología y postulados previos).

Nos cuenta hoy Javier Pérez de Albéniz que en «Veo 7» (televisión de El Mundo que como en un chiste macabro se permite titular un programa como “Dinitrotolueno, el retorno”), se quejaron de ser considerados “ultras”. Preguntaron a su audiencia y concluyeron con rigor que no, que no eran “ultras”.

La escalada y grosor de esta basura amenaza con sepultarnos. Pero creo que con la columna del tal José María Marco ha llegado al límite de lo tolerable –por más que intolerable sea la intoxicación que pagamos con nuestros impuestos gracias al cinismo impune de ciertos dirigentes-. Repito la idea de Marco: “Los españoles añoran –y casi siempre consiguen- un «cirujano de hierro», más o menos benévolo y paternal, que les libre por una temporada de la infección de los políticos”. Esto es apología del golpismo y, desde luego, precisa de una indemorable cirugía democrática, a través de la Justicia.

(Gracias Fermín)

Actualización: Para que lo votes si te gusta http://www.meneame.net/story/el-cirujano-de-hierro

A %d blogueros les gusta esto: