Acaba de llamar un señor a mi puerta para entregarme una documentación por la que asumo el nuevo impuesto municipal de basuras de Madrid. 152 euros anuales. En la capital vivimos más de 3 millones de personas. No cabe la posibilidad de asumir yo misma el servicio, y cargar con mis residuos y llevarlos a un vertedero. El impreso avisa que están exentos quienes acrediten que recogen sus basuras los agentes autorizados por el Ayuntamiento. Empresas privadas que serán aún más caras.
Escribí de ello cuando aprobaron este reglamento -con unas ilustrativas fotos, por cierto-. La norma estipula también que multen con 750 euros a quienes hurguen en la basura para comer. Por cierto, dado que no creo que les sobren 750 euros si tienen que acudir a los contenedores ¿qué harán con ellos si no pagan? ¿cárcel?
Obra de Ana Botella y firmada y puesta en vigor por el alcalde Alberto Ruiz Gallardón, cada día estamos más cerca de la “berlusconización”. Y es prueba de cómo baja el PP los impuestos. «Haz lo que yo diga… y no mires lo que yo hago». Y a qué dedica la recaudación. El señor de la puerta me ha dicho eso tan original y ecuánime de que «todos los políticos son iguales».