Siempre se ha dicho eso, que los periodistas somos “de letras” y solemos cometer fallos garrafales con los números. Las anécdotas al respecto se cuentan por centenares.
Casi todos los medios, la propia TVE, nos vienen contando el liderazgo de audiencias de la cadena desde hace 3 años –cuando se libraron del lastre de 4.150 trabajadores mayores de 50 años-. Esa nueva televisión arrasadora, objetiva al punto de informarnos de lo que opinan los distintos políticos que es la mejor forma de que uno se sitúe ante la realidad, o de llevarlos a espacios de opinión –esta vez bajo ese epígrafe concreto- para que se explayen durante 59 segundos o sean preguntados por los ciudadanos, sin intervención de periodistas, y que haría palidecer de envidia a La Clave.
Pues resulta que algunos medios han aportado los datos irrefutables del liderazgo de audiencias de TVE:
Baste decir que cerró 2006 en un 18,3% de share o cuota de audiencia. Con la liquidación de la empresa anterior y su conversión en corporación, concluyó 2007 en un 17,2%. Aunque no lo pone, añado que 2008 tuvo un histórico 16,9%, y que ya anda este año por el 16,4%. Supera a las demás cadenas, eso es cierto, partiendo de un 23,4% a finales de 2003. En el mismo tiempo de ese impresionante despegue de TVE hace 3 años, La Sexta ha ido escalando desde su inició en 2006 con un 2,2% al actual 6,8%. Y Cuatro terminó 2005 con una media de 4,6%, hasta llegar en 2008 al 8,6% que ha subido más este año hasta descender en octubre al 7,9%.
Esta manera de computar las cifras ocurre, sin duda, ya digo, porque los periodistas somos “de letras”, mentes dedicadas a la ensoñación, con poca memoria también porque es la formación matemática la que aporta mayor concreción y racionalidad. Hitos de la brillante gestión de los últimos tres años han sido –según afirmaron anoche en TVE- “Cuéntame como pasó” –que se lleva emitiendo desde 2001- y que ya no es «la serie más vista de la televisión», sino «la serie más vista de los jueves» o “Amar en tiempos revueltos” –en antena desde 2005-.
Gran Bretaña se toma muy en serio a su BBC que exporta al mundo entero sus reportajes. En Estados Unidos, la televisión pública es residual. Depende de qué modelo básico se quiere y cuánto se quiere primar la libertad.. de negocio. Si Zapatero afrontara los asuntos cruciales del país con el mismo ahínco que el diseño audiovisual de España, muchos de nuestros seculares problemas estarían resueltos. Pero igual es que nuestro presidente va a ser también “de letras”. Un sentimental. Por cierto, impresionante la rapidez del acuerdo con Rajoy para consensuar un candidato a nuevo presidente de la corporación. Pues mira, que también va a ser «de letras», giradas a corto plazo ¿las elecciones? Si es que cuando quieren de verdad, pueden. Todo depende del objetivo a conseguir. Y del delicado balance entre lo que se gana y se pierde. Que… no deja de ser un concepto basado en números.
Y aquí una lectura aconsejada sobre el tema del relevo en RTVE. Javier Pérez de Albéniz, el descodificador.
Y otra. Juan Varela.
Y otra. Enric González.






